Ya estamos otra vez aquí, en la Isla, con la lista de los discos que han marcado los días de un 2016 muy extraño, tanto a nivel personal como musical. Un año que ha tenido casi más importancia por aquellos artistas que nos han dejado (muchos y muy grandes) que por las obras que los que se han quedado nos han dejado, pues ha sido un año musicalmente algo flojo, sin demasiados discos que nos fulminen, que nos enganchen y enamoren, pero sí como no puede ser de otra manera con muy buenos discos. Como siempre, como cada año y ya sé que me hago pesado, la lista de los discos elegidos en este humilde espacio de la blogosfera es estrictamente personal, y por supuesto ni yo creo que sean los mejores discos del año pues no soy quién para decir cuales sí y cuales no lo son, son mis discos preferidos, esos discos que han ido formando parte de mi banda sonora del 2016, discos que me ha ayudado y acompañado en la salud y en la enfermedad, algunos más que otros, claro está. Como también está claro que uno dispone del tiempo del que dispone, y escucha lo que buena mente puede, pues el tiempo es el que hay, y además, si uno se encapricha de un disco no puede dejarlo ni por ejemplo por el último disco del gran Bowie, disco en mi humilde opinión algo sobrevalorado. Disco que no veréis en mi lista como tantos otros, ni ese, ni el de Lenny, ni el de los Stones, ni el de Tito Neil.... algunos por el dichoso tiempo, otros como el de sus Satánica Majestades porque no entran en competición al estar en otra liga y haber realizado un capricho en forma de compilación de versiones de blues. Otros como los de Riley Walker, Gener, Cohen, Drive.by Truckers, Devendra, Felice Brothers, Pájaro, Ben Harper, Howe Gelb, Bob Evans, Wave Pictures, Licoln Durham, Sturgill Simpson, Pj Harvey, Bap Kennedy .... y así tantos y tantos otros, un largo etcétera que no han encontrado acomodo este año en mi hogar pero que puede que lo encuentren dentro de unos meses, y que harán que me estire de los pocos pelos que me quedan en la cabeza por no haberlo descubierto antes. Y poco más, os dejo con 30 discos que tal vez no deberíais haber dejado de escuchar este 2016.
30.- NICK CAVE & THE BAD SEEDS – SKELETON TREE
mis 3 favoritas:
- Jesus alone
- Girl in amber
- Distant sky
MIS 30 DISCOS DEL 2016
Estamos ante uno de los "NIKOTOPS" más esperados del año, y antes de comenzar con el lío televisivo cabe recordar que no es un top sobre las mejores series del año, sobre las novedades, es un top sobre las series que un servidor ha podido ver este año, ya se hayan facturado en 2016 o hace diez años, aunque lógicamente las series actuales abundarán en la lista. Como en la música parece que tampoco ha sido un año espléndido televisivamente, las nuevas temporadas de las grandes series no han estado precisamente a la altura salvo contadas excepciones, y las nuevas tampoco han sido el acabose definitivo, con lo que parece confirmar que la edad de oro televisiva se acabó. Dicho esto vamos con mi TOP o mi guía televisiva del 2016 tanto da. Un listado de series que espero os sirva para al menos despertar vuestra curiosidad y que descubráis alguna que otra maravilla.
* State of Play (joya fuera de concurso, imprescindible)
Os dejamos con una setlist navideña, espero que os guste:
KEVIN MORBY/ SINGING SAW (2016)/ DOROTHY
Una de las sorpresas del año es sin duda el nuevo trabajo del tejano Kevin Morby que casi casi se me escurre de las manos esta añada como se me escapa seguro (y sé que me arrepentiré, pido perdón por ello) el disco que fue comentado y recomendando sin cesar por el maestro JJ en su imprescindible espacio de la blogosfera, el disco llamado "City sun eater in the river of light" de la banda Woods de la que curiosamente Kevin Morby ha sido bajista, abandonando la banda allá por 2012. Además "Singing Saw" es uno de los discos que recomienda el maestro Rodrigo y eso siempre debe tenerse en cuenta. Con esas, me planto a finales de noviembre con el disco en el cajón, en espera, y decido en un momento de claridad darle unas vueltas. Y coño!, el disco me encanta, y seguramente si dispusiera de más tiempo y de más escuchas subiría como la espuma en la lista de favoritos, así que este es sin duda ese disco del arrepentimiento, de la tontunada por no haber sabido encontrarle tiempo pues lo merece con creces. Ese disco que cuando sea escuchado una y otra vez durante el 2017 provocará que me dé golpes en la cabeza contra la pared por no haberlo metido en el top five anual, pero así son las cosas, y así está uno de agilipollao perdido. Morby no ha inventado precisamente la fórmula, la fórmula es la que es, un poquito de los grandes cantautores de toda la vida, un poquito de la clase de Cohen, un muchito de Dylan, otra pizca de cosecha propia y unas gotas de otros artistas contemporáneos de similar pelaje ya sea Sufjan o incluso la gatona Chan Marshall. Todo eso bien presentado, bien maridado por una banda de acompañamiento, pues Kevin firma en solitario pero para nada lo hace todo él solito, que suena espléndida.
Kevin Morby - Singing Saw (2016): 01.- Cut Me Down/ 02.- I Have Been to the Mountain/ 03.- Singing Saw/ 04.- Drunk and On a Star/ 05.- Dorothy/ 06.- Ferris Wheel/ 07.- Destroyer/ 08.- Black Flowers/ 09.- Water.
Dylan está muy presente, sería de necios no comentarlo aunque algo de tontos repetirlo. Suena "Cut me down" y nos viene el de Duluth a la cabeza. Estamos ante uno de mis temas favoritos del año, una maravilla, una pequeña delicatessen que sonando a viejuno nos enamora. "I have been to the mountain" es más oscura, tenebrosa diría yo, pero sigue siendo acojonante. Morby no baja la calidad en ningún momento del disco, eso ya os lo adelanto, pero este segundo tema nos enseña de que es capaz Kevin y de su inmensa calidad...., y esos coros finales, esos coros.... la madre que lo parió!!! El tema que da nombre al disco es bonico del to, con eso os lo digo todo. Sencillo y bonico, maravilloso. "Drunk and on a Star" es más americana, más Ryan Adams con regusto a BOB, siempre BOB.... y "Dorothy" lo tiene todo para morir escuchándola una y otra vez. Temón. Temón, Y requetemón. Si es que no sé qué deciros, incluso a este tema le veo hechuras velvetianas, a veces veo a Lou, a veces siento su forma de componer, su forma de narrar, su.... coño!, de verdad que ha muerto Lou!? el mundo se va a la mierda!. Perdón por la reflexión. Morby en "Dorothy" lo borda. Y como digo, el disco sigue creciendo y creciendo conforme lo escuchamos y avanza, la prueba? queréis otra más? seguro? no estáis convencidos? pues "Ferris Whel" o "Destroyer" me sirven. La primera es una tonadilla al piano muy lennoniana, y la segunda es un ensoñador vals con la magia en la atmósfera que el bueno de M Ward le pone a sus canciones. Delicia. Antes de cerrar el disco nos encontramos con "Black flowers" que es tan sixtie que nos gana y nos puede, con ese toque indio, ese jugar al cantautor hippie, como un Jagger psicodélico al rescate. Y finalmente "Water" a lo Dylan/Cohen/Reed, cierra un disco extraordinario, y ahí lo dejo, que lo disfruten.
Que el León de Belfast saque nuevo disco puede no ser para muchos una noticia destacable, un suceso relevante en lo musical pero creo que esos individuos están muy equivocados. A pesar de esos muchos Van Morrison es uno de los pocos grandes de verdad que nos quedan y su rugido aún puede hacernos estremecer. Claro que no es aquel joven genio de "Astral Weeks" ni "Moondace", ni aquel monstruo escénico de "Its too late to stop now"... ni el de "Veedom Fleece" ni el de "Into the music". Los buenos, prolíficos y mágicos setenta no volverán como tampoco llegará la cura a la vejez, pero envejecer es un arte, y la arruga debe ser/permanecer bella, y Van the Man sigue ahí, impertérrito a las modas, a las opiniones. El viejo gruñón irlandés sigue dándonos canciones maravillosas, y si con "Born to sing: no plan B" nos daba motivos para seguir creyendo en él, con este "Keep me singing", su disco número 36, nos da mil razones para seguir amándole. En este nuevo disco Van Morrison canta como los ángeles sin esconder su voz cansada pero enseñándonos que aún sabe rugir cuando toca y susurrar cuando corresponde. Es un disco "keep me singing" amable con el oyente, de fácil escucha y digestión, de belleza que no por habitual en sus trabajos sigue deslumbrando. Un delicioso trabajo, sin fisuras, sin bajones ni tampoco sin puntos álgidos. Un trabajo homogéneo y bastante accesible. Por eso es me resulta muy difícil hacer una reseña canción por canción, claro que tengo mis favoritas pero no veo que ninguna sobre ni que ninguna se imponga sobre otra. Van se mueve como pez en el agua por ese estilo que va del jazz al soul pasando por el folk, deslumbrando con sus medios tiempos y sus preciosas baladas, de "Let it rhyme" que abre maravillosamente el disco a la brillante "Caledonia swing" que lo cierra magistralmente con violines y vientos que nos llevan a otros tiempos, sin duda mejores para Van. Y allá, por el medio fantásticas canciones como "Everytime I see a river; la pareja magistral que forman la canción que da nombre al disco "Keep me singing" y "Out in the cold again" que sin duda nos dan los mejores momentos del disco, y por supuesto esa joya llamada "In tiburon" o "Going down to Bangor" que no le va a la zaga. Tal vez no sea este "Keep me singing" ni el mejor disco del año ni por supuesto el mejor disco de Van Morrison pero seguro que era el disco que todo buen seguidor del León de Belfast hubiese firmado a estas alturas. Gracias Van por todo, deseamos que sigas brindándonos tu magia aunque sea a cuentagotas.
Van Morrison - Keep me singing (2016): 01.- Let It Rhyme/ 02.- Every Time I See A River/ 03.- Keep Me Singing/ 04.- Out In The Cold Again/ 05.- Memory Lane/ 06.- The Pen Is Mightier Than The Sword/ 07.- Holy Guardian Angel/ 08.- Share Your Love With Me/ 09.- In Tiburon/ 10.- Look Behind The Hill/ 11.- Going Down To Bangor/ 12.- Too Late/ 13.- Caledonia Swing
Como viene ya siendo habitual en la banda de Pennsylvania, Dr Dog, sus nuevos lanzamientos se deciden lanzar a finales de año con lo que suelen quedarse fuera de las listas de lo mejor tanto de ese año como del siguiente, y creedme cuando os digo que siempre sus discos tienen que estar entre los mejores, porque Dr Dog son de los mejores. Un servidor les descubrió y cayó rendido inmediatamente a sus pies con "Fate" (2008), una joya que tomaba prestado el libro de recetas de las tres B's: The Band, The Beatles, the Beach Boys, casi ná. Sin duda un tremebundo artefacto que contenía diamantes como The Breeze, Hang On, Old Days, The Ark.... Un disco de esos al que recurro habitualmente y que me parece un gran olvidado, como ellos claro. Después de aquello recapitulé y me hice con otras maravillas suyas como Easy Beat" (05) y "We all belong" (07), y cuidado con "Easy Beat" porque es un disco descomunal. De todas maneras, si es que había dudas ,esas se disiparon cuando llegó "Shame, Shame" (2010), un señor disco, y por supuesto cuando remataron la jugada con "Be the Void" (2012). Dos discazos monumentales. Casi sin respiro, por sorpresa, y pillándonos con los pantalones bajados apareció en 2013 "B-Room" por el que siento una gran debilidad, sin duda uno de mis favoritos de la banda de los líderes Scott McMicken (guitarra) y Toby Leaman (Bajo), bien secundados siempre por Frank McElroy (guitarra rítmica), Zach Miller (teclados), y Eric Slick (percusión), y por todo aquel músico amigo que se acerque a ellos a colaborar. Después de ese fenomenal disco, los Dr Dog pisan el freno y sacan un trabajo en directo muy disfrutable llamado "Live at flamingo hotel" del que ya os hablé en la Isla y ahora repasando, me doy cuenta de que no os hablé de su disco de este mismo año "The Psychedelic swamp" porque no acabé de entrar en él, y supongo yo que fue porque tampoco era un disco nuevo sino que fue un retomar su debut, llamado igual, del 2001 y ponerlo al día, volviéndolo a grabar..... Y entonces, anuncian disco en diciembre de este mismo año bajo el título "Abandoned Mansion" que dejan escuchar íntegro en su web/bandcamp, y si lo encargas entre unas fechas, una parte del dinero va para una buena causa y además te cae en formato cassette. Y que tal este "Abandoned Mansion"? pues ahora mismo os lo cuento, pero os hago un pequeño adelanto: discazo.
Dr Dog - "Abandoned Mansion" (2016): 01.- Casual freefall/ 02.- Ladada/ 03.- Jim Song/ 04.- Survive/ 05.- I saw her for the first time/ 06.- Peace of mind/ 07.- Could've happened to me/ 08.- Both sides of the line/ 09.- I know/ 10.- Abandoned Mansion.
Lo primero que hay que decir sobre "Abandoned Mansion" es que es todo lo contrario a "The Psychedelic swamp" que por cierto, y como ya os dije, no me acabó de gustar. Este nuevo disco es una delicia sonora, tradicional en sus formas y fiel a lo que han hecho grandes a Dr Dog. El "psychedelict" era comida conceptual, y éste es simplemente carne y patatas. Es todo lo que yo quería de ellos, es todo lo que necesito para amar a una banda: buenas canciones. Canciones que como siempre tienen dos estilos, dos formas de crearse, interpretarse y entenderse, dependiendo de quién las compone y canta, dependiendo de si son de McMicken o de Leaman, pero igualmente ambos estilos representan a la banda, al escuchar cualquiera de los dos sabemos que son Dr Dog, porque ambos artistas se necesitan para acabar creando magia. Por ejemplo, McMicken abre con la ensoñadora "Casual Fall", una canción sencilla, delicada y bella, una canción que es lo que es, en lugar de lo que es..... como diría el propio McMicken. El turno ahora es de Leaman, y como no es de extrañar entrega una maravilla llamada "Ladada", con la instrumentación marca de la casa, esa melodía circular que nos envuelve y nos arropa dulcemente. Así, comparando y hablando de los dos estilos podría pasarme días, pero me gustan los dos, los adoro, así que a partir de ahora paso de tener en cuenta que canción es de quién. "Jim Song" suena a clásico instantáneo con una armónica dylaniana, una acústica que es puro folk y un McMicken sonando a Paul Simon... "Jim Song" es una de las mejores canciones del año. Es oro puro. Su estribillo es de sobresaliente, una de mis favoritas del disco, del año y de Dr Dog. "Survive" no le va a la zaga, con un Leaman increíble, y otra vez esas melodías típica y esos estribillos imprescindibles: remember!, take care of your heart!! Oh, but somehow we'll survive... For another day!!!. La romántica "I saw her for the first time" pone broche de oro al ecuador del disco, un temón con una orquestación deliciosa, algo Beatleliana (seguro que a Macca le encanta!).. y como no, "Peace of Mind" suena a mucho Beatle, suena a mucho Lennon, tiene esa cadencia lennoniana, ese ir poco a poco con la melancolía a cuestas para explotar al minuto... Into the darkness, beyond me... Peace of mind, come quickly, peace of mind... Sin duda otro de mis temas favoritos del disco. "Could've happened to me" es muy Dr Dog, y en sus "Ouh Yeahs" vuelve a ser muy Macca/Lennon, .. sin duda podría estar en cualquier disco de Dr Dog pero yo la emparento con "Fate", a la canción y a todo el disco, me suena a aquel maravilloso LP con el que les conocí y creo que en cierto modo cierran el círculo, y en plena forma. "Both side of mind" comienza a señalarnos el final del disco, con una tonadilla para cantar a pechopalomo cuando su estribillo hace acto de presencia, y "I Know" bebe tanto de The Band como de Dylan: dylanesque pura, belleza sonora con un armónica de pelos de punta y un piano celestial. Cierra este fantástico disco la canción que le pone nombre, cierran Dr Dog con "Abandoned Mansion", un temazo largo que contiene todo lo bueno de esta poco reconocida banda (y que remite a La Banda), una injusticia que desde la Isla tratamos de enmendar. Este "Abandoned Mansion" es mi nuevo disco de autoayuda, mi nuevo disco para encontrarme a mi mismo con los ojos cerrados. Gracias a McMicken, Leaman y toda la banda. Gracias al Dr Dog por su excelente y mágica medicina.
Sigo buscando serie cómica este 2016, y no, "Master of None" tampoco es esa serie. No creo que la encuentre a estas alturas, tal vez, Fleabag?. La gran tapada de Netflix es un gran producto de humor, pero no es ni "Seinfield", ni "Curb your enthusiasm" ni mucho menos "Louie". Es una mezcla de todo eso, y en la mezcla, en el querer abarcar pierde esencia y los grandes aciertos de aquellas tres grandísimas series televisivas. El creador, director, guionista y actor principal es el cómico indio Aziz Ansari, y aunque de primeras no me acababa de engatusar, ha resultado tener mucha gracia el jodío. Lo chocante de entrada es que, si no os habéis dado cuenta, el tipo es indio, pero no indio piel roja, sino indio de la India, y los chistes sobre ese tema abundan... en general hay mucho chiste racial que por primera vez no es de negros, porque como él dice los negros ya están a otro nivel, en las series puede haber dos negros (si hay más es una serie para negros) en cambio si hay un chino no hay un indio, si hay un árabe no hay un japonés... cosas de yanquilandia y sus etnias... Resulta que la serie comienza centrándose en la fórmula Seinfield pero sus dos amigos no me gustan, no me convencen, quién si convence es su alter ego femenina, y la historia de amor entre ellos es mejor, mil veces mejor, qué digo, tropecientas veces mejor, más graciosa, más real, más auténtica que la de "Love", y ella Noël Wells está fantástica. Los 10 episodios se ven en un suspiro y van enganchado, vale, no es la serie de mis sueños, pero sí lo suficientemente buena para recomendarla y esperar ya la segunda temporada que debe estar al caer.
DAVID CROSBY/ LIGHTHOUSE (2016)/ THINGS WE DO FOR LOVE
A uno le gusta lo que le gusta, y llegados a una cierta edad, para qué vamos a negar la evidencia? a mi, los discos con sabor añejo me parecen deliciosos, más aún si vienen de un grande entre los grandes, de uno de los miembros fundadores de The Byrds (a santiguarse terrícolas!) y de CSN & Y ( de rodillas!!!), ya por pertenecer a aquel par de bandas tiene ganado el cielo, el respeto y mi admiración absoluta, aunque reconozco que de los cuatro fantásticos folkeros siempre Crosby ha estado en la cola de favoritos. Young y Stills forman parte de mi vida y Nash, joder Nash es Nash!!! De todas formas no seré yo quién ninguneé al bigotudo más famoso del mundo del folk-rock pues es un gigante de la melodía y su voz es perfecta, lástima que su carácter y sus varias adicciones le hagan un tipo difícil, tanto que todos sus amigos se han hartado de él y por eso, tal vez por eso, ha decidido lanzar un disco en solitario, un maravilloso y bello disco que merece sin duda entrar en el club de "la arruga es bella", a pesar que la voz de Crosby suene, sorprendentemente, joven y celestial en unas canciones que tiran del clásico sonido del mítico supergrupo, vamos que es un déjà vu constante. A sus 75 años Crosby decide encerrarse en el estudio que su amigo Jackson Browne tiene en Santa Mónica, con la inestimable ayuda de Michael League, quién produce, compone a medias y enamora a las seis cuerdas. Y lo hace consciente de que su nuevo trabajo debe mirar al pasado y volver a las raíces, a sus clásicas melodías tanto con The Byrds como con CSN, y en cierto modo lo consigue pues fácilmente nos teletransporta a otra época, a ese sonido folk relajado y bello que triunfaba a finales de los sesenta y principios de los setenta.
David Crosby - Lighthouse (2016): 01.- Things We Do for Love/ 02.- The Us Below/ 03.- Drive Out to the Desert/ 04.- Look in Their Eyes/ 05.- Somebody Other Than You/ 06.- The City/ 07.- Paint You a Picture/ 08.- What Makes It So/ 09.- By the Light of Common Day.
Los primeros segundos del disco son mágicos. La voz de Croz es maravillosa, mágica y espiritual, y aunque madura conserva su vitalidad. "Things we do for love" es preciosa. Es un tema de amor dedicado a su esposa Jan. Un tema que bien podría situarse en cualquier disco de CSN, una preciosidad. La verdad es que ese sonido CSN está en todo el disco, esos juegos vocales, esa manera de componer, de tocar y cantar..... "The Us below" nos lleva de la mano a los setenta, a la delicadeza de Nick Drake y conecta con cantautores actuales como Justin Vernon por poner un ejemplo. El ambiente otoñal se viste de gala con "Drive out to the desert", mágica. "Look in their eyes" es una de mis favoritas con ese toque latino, ese groove, ese rollito que tanto le gusta a Stills.... Pero ya digo que el disco es un despiporre de belleza y sensibilidad, no hay tema malo, no hay tema que baje del notable, y aún moviéndose siempre en la comodidad de lo acústico, Croz sale victorioso. Si decíamos que a Stills le iría como anillo al dedo "Look in their eyes", disfrutaríamos a lo grande si Young atacase a su manera "Somebody other than you". Y es que como decía, este disco con sus más y sus menos podría ser un espléndido nuevo disco de "CSN & Y", aportando cada pájaro su toque y su estilo. No es "The city" puro "déjà vu"? esas armonías no os recuerdan a aquella descomunal POM? "Paint your a picture" es tal vez la que menos me pone del disco aunque puede que sea por estar justo antes de las dos grandísimas canciones que cierran el disco. Primero con "What makes it so" y su tremendo órgano, y después el remate con la magistral "By the light of common day" que tiene ese aroma paulsimoniano, ese buen hacer, ese toque de cantautor de otra galaxia. Sí, queridos terrícolas. Discazo de Croz.
A pesar de haber ganado en 2013 innumerables premios como por ejemplo los de mejor guión y película en casi todos los certámenes de cierta repercusión y estar dirigida por (el otro) Steve McQueen, quién ya deslumbró en su día con "Hunger" y sobretodo "Shame", un servidor no se había decidido todavía y seguía sin ver su película "12 años de esclavitud", al parecer un hecho real ocurrido en 1850. La historia nos habla del hombre negro libre Solomon Northup, raptado vilmente y vendido por esclavistas en las tierras del sur, de cómo sobrevivió y pudo regresar con su familia años más tarde, doce concretamente como spoilea el título. La historia en sí misma es muy típica y más vista que el tebeo, vamos que es un Kunta Kinte versión 2.0, todo aquello que salió en aquella "Raíces" se vuelve a ver en este film, así pues no busquemos originalidad pero sí una dirección perfecta, un ritmo demoledor y sobretodo unas actuaciones de lujo empezando por el protagonista absoluto del asunto, Chiwetel Ejiofor, o por sus cuatro mil secundarios de postín que van desde Michael Fassbender a Brad Pitt pasando por Paul Dano, Benedict Cumberbatch, Paul Giamatti, Sarah Paulson, Scoot McNairy, Michael Kennet Williams, Alfre Woodard, Bill Camp..., y lógicamente la bellísima Lupita Nyong'o que ganó el Oscar por su papel secundario. Fassbender lo borda como ya es habitual mientras que Dano, Paulson, Cumberbatch y Giamatti brillan con sus pequeños papeles, sus magníficas actuaciones ponen a un nivel sideral el film, lo convierten en una de las mejores películas de los últimos años, y eso que como digo el tema está muy trillado. Qué decir más? Impresicindible.
Una vez entregado a este maravilloso artefacto, y haciendo memoria, creo recordar al grupo al que Paul Cauthen pertenecía. Recuerdo escuchar "Sons of Fathers" gracias a buenas críticas de la bloguería pero nunca me interesé tanto por el grupo, dúo en este caso, como para saber quienes eran sus componentes. Resulta que este 2016 un gran número de personas a las que leo habitualmente y suelo hacer caso cuando recomiendan por su buen gusto y sabiduría señalan el debut de Paul Cauthen como uno de los discos tapados del año. Más aún cuando alguien del criterio de Edu Chinaski rompe una lanza a su favor. Entonces tenía claro que ese disco debería escucharlo sí o sí, no se me podía escapar, porque en esos estilos y referencias, Chinaski acierta siempre. Paul Cauthen era uno de los miembros de Sons of Fathers, el grupo se disolvió y entonces fue cuando ideó librar la guerra por su lado, con un disco que como dicen en todos sitios tiene cosas de Waylor Jennings, de Roy Orbison, Raul Malo e incluso el gran Elvis. Donde él reconoce haber encontrado el tono, el estilo, la voz adecuada para dar forma a sus ideas, a sus canciones que han sido grabadas en varios estudios pero que han tenido el espíritu de uno de ellos muy presente, hablo claro de los FAME studios en Muscle Shoals. Ya desde la inicial "Still driving" uno queda maravillado de la voz de Cauthen y de esa maravillosa guitarra sureña, después con la trotona "I'll be the one" nos hace sonreír y disfrutar, con ese regusto al gran Elvis, quién está muy presente en todas las baladas del disco. Estos dos primeros temas ponen el listón muy alto y en mi opinión nunca llega a esos niveles con lo que el disco parace ir siempre de bajón, de todo lo que nos encontramos "Gran Central" y la última canción, que da nombre al disco, "My Gospel", sí que están a ese nivel. Y digo que va de bajón aunque nunca baja del notable, claro, porque por ejemplo "As young as you'll ever be" es maravillosa, como lo es tambien la orquestación de "Saddle" (una de mis debilidades) o por supuesto el delicioso pianito de "Let it burn". En definitiva, un disco sorprendente por inesperado y por su calidad pasmosa; un artista al que seguir la pista por su diferente propuesta, su personalidad y su calidad. Un disco que ha ido ganando escuchas poco a poco en el hogar nikochiano y que sin duda estará entre mis favoritos del año, y quién sabe si de seguir a este ritmo de escuchas se encaramaría al top ten... Disco para ser saboreado y disfrutado, atemporal y hermoso.
Paul Cauthen - My Gospel (2016): 01.- Still Drivin'/ 02.- I'll Be the One/ 03.- As Young as You'll Ever Be/ 04.- Grand Central/ 05.- Saddle/ 06.- Once You're Gone/ 07.- Marfa Lights/ 08.- Be There Soon/ 09.- Hanging out on the Line/ 10.- Let It Burn/ 11.- My Gospel.
* Por DON GUZZ
¿Y qué nos conviene esperar en 2016 de un nuevo disco de Dinosaur Jr?. ¿Será la fresca electricidad desmedida de "Beyond"?, ¿el desacomplejado viaje épico de "Farm"?, ¿la síntesis más pulida y pegada inmediata de "I bet on sky"?... En ascuas que andábamos (hace ya unos meses) los fieles pues, a pesar de que -cómo no- al final siempre esto va a ser "más o menos lo mismo", la magia recaería sin duda en los consabidos matices a integrar para la ocasión... A sumar, ojo, lo engañoso del single de adelanto a la hora de tomar posibles posturas precipitadas... "Tiny", como ocurrió con "Over it" en "Farm", es una alfombrilla liviana, agradable de primeras y muy fácilmente asumible que, por contra, pertenece a un elepé que prescinde mayormente de la carta de "lo inmediato" al abarcarse en su conjunto. Y sí, el pálpito (sobretodo para el conocedor de la banda), es correcto. Ahí donde "Been there all the time" o "Watch the corners", sendos temazos/singles del copón superiores -a qué negarlo- al par inmediato anterior aquí mentados, nos "venden el disco" desde ya mismo, "Tiny" ejerce de chocolate del loro y zanahoria del asno. Esto es: te enseño un poco para que te toques un rato pero las fantasias, ya si eso, te las haces tu en casa...
Y me parece fetén ello, claro: "dar una imagen de lo que no és", significa el título del disco y lo consecuente con ello queda servido de pura premisa-base... Eso sí, por si poco fuera a la hora de reafirmar ese punto de partida (ese "jugar con el título" como concepto primordial), resulta que la primera canción del disco, y la que antecede a "Tiny", es la otra píldora de más fácil y directa ingestión: "Goin down". Riffazo asesino sin contemplaciones sosteniendo el tema en "sopapo mode", que engancha de primeras sin remisión y que tiene, además, ese bridge saltarín entre partes o, igualmente, el breve y ya tan esperable momento de "magia guitarrero-jurásica" sobre el 2'43"... Y, en resumen, una fantástica manera de seguir esa tradición suya de que, vayan por donde vayan después los tiros, la primera del álbum tiene que ser un hostiazo en los morros sin negociación posible. La versión "feliciana" de su acostumbrado discurso (su vertiente más accesible -nos repetimos y en efecto-) queda dispuesta por la ya más que mencionada -y como bastante sobada a estas alturas... sin que por ello deba negársele panes y sales, ojo con eso- "Tiny". Aquí llegados, cabroncetes son estos señores, uno ya se pone en modo "auto pilot" dispuesto a meterse entre pecho y espalda, y tan ricamente, un "I bet on sky 2"... Pero no. El minutaje por lo general breve, al repasar previamente el tracklist, de las canciones y dicho inicio pueden invitar a ello, está claro (a vueltas con lo de las falsas impresiones precipitadas -y que te lo están diciendo en el nombre del disco, coño, ya te lo repito/reitero de nuevo, si-). Y son temas muy cohesionados (en el sentido de que Mascis no tira apenas de largas disgregaciones en "lo suyo") como en el anterior, si, y de la misma forma su producción más ligeramente asilvestrada nos pueden retrotraer a "Beyond",- también ok-, pero al final... el espíritu es el de el otro, el de "Farm", que nos queda justo en medio. "Be a part" empieza con esa ensoñación de ténues cuerdas de medio minuto para acelerarse muy sutilmente y plantarnos un drama eléctrico en la mayor y mejor tradición de los temas más introspectivos de Mascis (que les recuerdo así de gratis, y por ser así de buena gente uno, que fuera de sus círculos de confianza la "c" es una "k" a fin de no hacer el "ridi" porqué si... que los yanquis no "cecean"). Bonita y enorme canción, con unas guitarras que dicen más cosas que todas las palabras habidas en incontables discografías enteras de otros (sobre el 2'30" y en adelante, deep fan, vas a notar una hinchazón importante en el bajo viente... y, ay, cuando entra la guitarra justo antes de que acabe ese minuto... y el solo de despedida... su puta madre...). Mas. Así, en general, "más", con "I told everyone"... Al puto calabozo los tres por no alargar esto más allá !!. Y de nuevo esa sensación de descenso al vacio con los sentimientos desbordados que el conocedor de "Farm" abrazará sin reservas... Y qué bien suena el bajo de Barlow rebotando por todas partes... y qué maravilla el solo en el intermedio, justo antes de retomar el motivo principal (uno de los solos más cruelmente breves del melenudo y ya cincuentón skater). Turno para el primero de los dos temas de Lou: "Love is...". Mucho más que meramente "resultón" su concurso como siempre, por ser tan parecido en forma y distinto en ejecución -a la vez- del otro (al que, cómo no, le permite su breve "momento guitarril", faltaría). Sin alcanzar aquí los grandes temas de Sebadoh si que logra apaciguar la estática generada por su amigo/socio dando una lógica mayor presencia al bajo (y qué bajista, claro) que aminora el "efecto metralleta" habitual -y tan básico para seguir al chalao- por una mayor nitidez y fluidez más melódica (y plácida, ya puestos). Un poco, también, la lágrima por intuir uno que esto es lo que tendrían que venir haciendo un poco los puñeteros Posies (en vez de la mierdaca con la que han vuelto en esta misma añada... pero de más lejos que viene ese drama y ahora no toca ello, está claro).
Tras el ecuador marcado por el primer tema de Barlow (conato de tradición ello también) y recordar ahora que, aunque no lo haya mencionado aún, entre las cabezas más visibles de J y Lou sigue habiendo como siempre un señor batería, Murph, que le arrea a los parches que se queda uno bizco, nos llega "Good to know". La otra canción, junto al single, que no supera los tres minutos y medio y que a priori tiene/tenía una pinta de "45 rpm" importante... O quizá no. Porque no es tan evidente o pegadiza y tiene, además, un momento donde Mascis parece que va a entrar en el trance de turno pero que, por esta vez, se queda finalmente en mera impresión para recogerse, tras la breve y esporádica aceleración guerrillera de rigor, en parajes más calmos. Esta canción, ciertamente, hubiera durado el doble (mínimo) en "Farm", si, pero (al tanto) nadie la mire de lado... Es más: de no haberse marchado Lou tras "Bug", hace unos cuantos mundos, es fácil suponer lo distinto que hubiera sonado "Green mind" (por lo menos en algunos momentos) tras echarle medio oido a esto. Y aunque el disco de la niña fumadora es irrepetible a distintos niveles, ok, lo que se dice "sonar mal" tampoco lo hubiera hecho del todo... Además, es la antesala ideal de "lo gordo" del disco... Ese lugar donde los más fanáticos retozaremos en barros como benditos, sacándole las entrañas a cada canción esperando el detallito, la genialidad de turno que, no se dude esto tampoco, nunca va a faltarnos... Lo de "I walk for miles" ya no es un riff asesino como con el tema inicial, no, es puro mármol el cabrón (atención al inicio, con tamaño ejercicio de contundencia a martillazo limpio fanes de Sabbath). Esconde algunos de los pasajes guitarriles más putámicos de la colección (atención fanes de Neil a lomos del horse en la conclusión) y va, sin remisión, de cabeza a la saca de los temas más queridos del lote desde ya... Aunque no tanto como "Lost all day", conviene matizar... Sentida agonía "mascisera" a la enésima. Melodía que te hace llorar lo mismo que sonreír, según te pille, pero que lo que es compañía va a hacer siempre y que se desdobla, a posteriori, en un pasaje instrumental en crescendo eléctrico-melódico de esos que solo éste poeta de la jazzmaster, el hacedor de "Get me", me ha alcanzado en el rock de los últimos veinticinco años con remarcable, más que cierta, asiduidad. Pero, ojo, que llega la "quedada" del disco: "Knocked around"... Que empieza en un -aquí recuperado- falseto y que si bien deja claro de primeras que, en dichas formas, no esconde en su interior la épica fatalidad de "not the same" o el descenso infernal de "alone" (para los followers ambas legendarias, que lo de meramente "buenas" es un insulto aquí), si genera un cierto sentir de "a ver por dónde tira el cabrito...". Y sí, claro, te/nos la clava de nuevo. A media canción se acelera, de repente y a traición, a lo burro para acabar cuadrando la guitarra con la que uno seguramente, de ser manager o promotor (o algo del estilo) para la banda, utilizaría para venderles la nueva rodaja a los fans de siempre... Más densidad sónica para "Mirror", el penúltimo puerto, con más melodrama y ese curioso intermezzo bluesie "pega-partes" que aunque funcional casi parece una coña marinera en sus manos (aunque, desde cierta perspectiva, se agradece por la frescura y ligereza destila en contrapunto a la fatalidad de J al relatar)... En cualquier caso, trompetas y vítores, la despedida con Lou y su "Left/right", para mi (lo digo desde ya) el mejor tema que ha escrito para la banda desde la reunificación original, aparca del todo el asunto en su correspondiente y muy alto pedestal. El que procede. La melodía, ese segundo estribillo, ese breve momento de acústica inesperado, ese bajo más limpio de nuevo, la guitarra que se deshace... Aquí sí está, de frente y sin cortapisas, el genio-ente creador (o co-creador, si nos ponemos puntillistas) de "Bakesale". Mucho se lo ha currado con ésta, Sr. Barlow. Bravos a mansalvas.
Y hasta aquí el mejor disco de rock del año... Y, en verdad, para mi el mejor de nadie desde 2012 (el de "I bet on sky", si). Solo un pero... Siguiendo su progresión numérica de aparición de discos el siguiente llega, si no lo dejan antes, sobre el 2021... Y esto no se puede permitir. No se compren el disco, que no les contraten para conciertos, háganles tod@s reseñas horribles en sus espacios... Qué fracase mucho éste álbum, joder... Para que tengan que volver con más a la mayor premura (ayer de ser posible). Yo no puedo estar un lustro esperando más temas de esta banda. "Mi banda". Es un hecho y punto jurásico.
*Post aparecido originalmente en IGWT después en EXILE SH Magazine en versión director's cut, y ahora en la Isla gracias a DON GUZZ. Porque un servidor no puede hacerlo mejor, y porque gustándome y pareciéndome muy bueno, no es del todo mi estilo.
