Vinyl


Qué más podría pedir yo que una serie de HBO sobre la industria discográfica en los años setenta, con Martin Scorsese y Terence Winter a los mandos, bajo la supervisión y la coproducción de Mick Jagger? pues que me la pusiese dura hasta límites insospechados pero..., os preguntaréis, hay un pero? pues sí, y no es otro que mis expectativas eran tan sumamente altas, tantas ganas tenía que me gustase que creo que se ha quedado un poco por debajo de lo que imaginaba. Virtudes tiene infinitas y las habréis leído por doquier: la música, la ambientación, el nivel actoral con un Cannavale simplemente magistral, ritmo brutal, ruidosa, brillante, oscura en ocasiones... Joder, lo tiene todo para ser lo mejor de lo mejor....  Pero sí, hay cosas. Primero un episodio piloto larguísimo, un película en sí misma, muy Scorsese con todo lo que ello conlleva, muy Casino. Segundo, un personaje central, el de Richie Finestra, interpretado por Cannavale que como decía mi querido Juan Miguel Contreras (autor de La Muñeca Rusa, y Cardiopatías) no deja de tener un algo de Mad Men, bueno toda la serie la tiene, un deje, un vago recuerdo. Me explico, como me decía el señor Contreras, Finestra es como un Don Draper una década después, con su mujer en las afueras y él todo el día en la oficina y encocado. Después tiene algunas cosas, de las criticables, que también tenía la otra gran serie de Scorsese para HBO, Boardwalk Empire, que no es otra que el de no saber en ocasiones a donde se dirige, o esa es mi impresión, y titubea con la historia y con la suerte de algún que otro personaje, de eso también tiene algo de culpa el señor Winter pero claro, a este señor le avalan Los Soprano. Dicho esto, la serie es sobresaliente. Mis peros son minucias, y a parte del felpudo que luce la bellísíma Olivia Wilde poco o nada hay que debatir más. Serión. Incluso el hijo de Jagger está estupendo!!! Los guiños a grandes músicos harán las delicias de los locos musiqueros como un servidor, y no hablo de que salga una copia de Elvis, Bowie o Lou, no, no hablo de eso, hablo por ejemplo de que el hijo de Mick, bueno, su personaje escuche el discarro de "Big Star", que se flipen con una canción y luego se rían del nombre de quién la canta, un tal Freddie Mercury interpretando "The night comes down" de su debut, que se enfaden porque en la discográfica tienen puesto a los Tull.... ja ja, esas cosas, esos pequeños detalles que hacen que un amante del rock no pueda dejar de ver esta serie que por cierto ya tiene asegurada una segunda temporada. Creo que tendremos Richie Finestra para mucho tiempo,  y yo lo celebro, larga vida a Alibi Records!!!! 

1 comentario:

  1. Menudo despiste... Acabo de leer la entrada... Gracias por lo que me toca, King. Es usted muy muy amable. coincido con usted en Vinyl, incluso, cuanto más tiempo pasa, más pienso que me gustó la serie. La cantidad de guiños y guiños a la cultura rock es apabullante, así, como si nada (la escena donde el señor Finestra saluda así como si nada a Stills y Parsons me hizo sonreir mucho y dar un respingo en el sofá), y la ironía finísima en el capítulo donde a punto están de fichar a Alice Cooper es brutal. sigo pensando que los paralelismos con Mad Men son enormes; me queda la duda de si son "casuales" o intencionados, pero están ahí... Evidentemente, si Scorsese hubiera filmado Mad Men le hubiera salido.... Vinyl, eso está clarísimo, su marca está ahí (y se agradece)... Veremos las siguientes temporadas... P.D. Lo del hijo de Mick es capítulo aparte... Y lo de Olivia Wilde es de quitar la respiración...

    ResponderEliminar