The Doors - The Doors (1967)


La adolescencia es una época mágica en la vida de todo ser humano. Época de descubrimientos, de triunfos y fracasos, de pérdidas irreemplazables, de primeros enamoramientos. Época efervescente y preciosa en la que un servidor descubrió la mayoría de su música favorita que todavía hoy es la que más me gusta. Mientras compañeros de fatigas escuchaban el último "hit" radiofónico, el "rarito" gastaba sin cesar pilas en su gigantesco walkman Sony autoreverse escuchando una y otra vez "Revolver" o "Rubber Soul". Fue época de Beatles y Stones, también de Queen y Led Zeppelin estos últimos gracias a un gran amigo. Kinks, Who y Small Faces aunque estos llegarían algo más tarde, y obviamente fue época de "british invasion" y de "flower-power". Del 66 al 72 tal vez, en ese período, están todos los discos que más me gustan. 1967 además es uno de los grandes años, podríamos decir que mi favorito, pero eso creo que ya lo sabéis, pues si repasáis los discos que voy destripando, un gran número de ellos son de ese año. Hay mucha variedad y mucha calidad, discos que marcan épocas y tendencias, discos que lo cambian todo. Pero existen dos grupos que me afectaron muchísimo por sonar no ya diferente sino totalmente sonar a otro universo. Mientras la psicodelia se apoderaba del mundo, se cantaba al amor, a la felicidad y a otras mandangas existían dos grupos con líderes míticos de esos que están por encima del bien y del mal que cantaban a la verdad, al realismo, sin tapujos. Hablo de la Velvet de Lou y los Doors de Jimbo. Esos dos grupos sonaban diferentes, eran únicos, y hablaban de otras cosas y lo hacían de otra manera. Eran y son especiales, aún hoy insuperables, aún hoy actuales e irrepetibles, y en ambos casos aunque su periodo creativo fue corto dejaron un gran legado.

Conocí a los Doors gracias al recopilatorio "13" que mi profesora de música me prestó un buen día. No paró de sonar en casa... cuando estaba solo, pues mis padres no entendían muy bien "eso". Menos aún cuando me hice con el debut de los californianos de ese maravilloso año del que os hablaba convirtiéndome en seguidor incondicional de la banda. Todos sus discos, todas sus rarezas, libros, cancioneros, camisetas y un póster gigante de Jim jovenzuelo con sus pantalones de cuero que se escondía detrás de la puerta. Mi padre pensaba que era un caso perdido y no ocultaba su preocupación por aquel chaval que al parecer se le había torcido en algún momento. Le pido disculpas porque le hice sufrir, yo estaba rebelde, inconformista, atontolinado, probando mil y una historias sin saber muy bien a donde ir, refugiado en mi música, en mis ídolos. La primera vez que escuché el debut de The Doors quedé estupefacto, nunca me había encontrado con algo así. Era salvaje, era raro, era diferente, único, romántico y sexual, no sé, es difícil definirlo pero me cambió, de eso estoy seguro. A día de hoy siempre cito mi repoker mágico: Beatles, Stones, Kinks, Who y Small Faces/Faces pero The Doors para mí son aún más, son todo, son algo especial. Y joder, creo que vendría siendo hora de atacar su disco de debut, tal vez el mejor disco de debut que jamás se haya realizado, un tremebundo disco que mezcla genialmente rock, jazz, blues, poesía.... una obra maestra que aún hoy suena de maravilla sin perder un ápice de su magia y potencia.


Jim Douglas Morrison y Ray Manzarek se conocen en la Universidad Californiana de UCLA y hacen buenas migas. Les va el rock, el alcohol y las drogas, y claro, en uno de sus cuelgues Jimbo comenta que se quedará en California pues había escrito varias canciones. Ray le pide que le cante una y éste, como dice la leyenda, le tararea "moonlight drive". Al día siguiente se plantan en el garaje de los padres de Manzareck formando el embrión de los futuros Doors. Allí están los hermanos de Ray, Jimbo y John Densmore. Graban canciones y se presentan a discográficas pero todas les rechazan. Los hermanos de Manzareck abandonan el barco y Densmore se trae a su amigo Krieger para que toque la guitarra. En la primera sesión ya sabían que todo funcionaría y comenzaron a practicar juntos y a modelar las canciones que Jim les presentaba, casi treinta temas tenía Morrison, no todos buenos cuando empezaron a hacer conciertos por la ciudad. Acabaron en el mítico local "Whisky a Go Go", y allí una buena noche aparecieron los chicos de Elektra advertidos por el genial Arthur Lee de "Love" de lo que allí se estaba cociendo. Acabaron firmando y trabajando para el debut con Paul Rotchild y Bruce Botnick, trabajando con una colección de casi 30 temas, donde habían en su mayoría poemas de Jimbo, versiones y alguna que otra composición de Robby Krieger. El debut discográfico de The Doors es prácticamente una grabación en directo, casi no se hicieron trucos de estudio que si se harían después en "Strange Days", la maravillosa continuación del mismo año con canciones de las mismas sesiones. De haber sido doble, estaríamos ante el mejor debut y el mejor doble de la historia o casi.

Suenan la baquetas y las escobillas de John Densmore a ritmo de bossanova, entra luego todo el grupo a todo trapo dotando de rocanrol a esos ritmos latinos y ese riff de guitarra inspirado o plagiado directamente del "Shake your money maker".... "Break on throught (to the other side)" es uno de los mejores temas de la banda, de esa época y de la historia. Lo tiene todo y es imposible empezar mejor un disco. Salvajemente animal la canción es todo un cañonazo, Jimbo desgañitándose como si se acabase el mundo y siendo censurado con aquel "she gets high" convertido en simplemente "She gets". De seguidillas llega un ritmo funkoide donde el protagonismo musical es para la guitarra de Robby que parece querer emular la sección de vientos de James Brown, el acabose definitivo, caliente y soulera, tremebunda, la ideal y preferida para acabar sus conciertos, "Soul Kitchen" sigue siendo de mis favoritas, una joya sideral.... "Learn to forget, learn to forget....". La enigmática y romántica "Crystal Ship" nos enseña a un Jim cantante, casi crooner, su voz aún suena joven y siempre varonil, la canta de alucine. Preciosa. Y qué decir de "Twentieth century fox"? temazo de los buenos, ese riff... joder, qué riff!!! y la frikada llega con la versión de Kurt Weill que los Doors hicieron suya, aún hay gente que pìensa que "Alabama Song" lo es!!! La encargada de cerrar la cara A fue la mítica "Light my fire" obra de Robby Krieger, creada originalmente al viejo estilo folk pero pasada luego por el filtro especial de los Doors, sobretodo de Manzareck que le dio un toque especial, tocando la melodía principal y el bajo al unísono. Una POM dentro de una POM, una obra descomunal, extraña pero adictiva, un temazo del que hay poco que decir, sólo hay que dejarse llevar: Try to set the night on fire!

La cara B abre con una versión de Willie Dixon. El "Back door man" en manos de Jim Morrison es acojonante, la canta como una bestia salvaje, y parece que en cualquier momento sus cuerdas vocales de desintegrarán. Jimbo no sabía cantar, cantaba con el alma y el corazón, su voz es de verdad y sale directamente de sus entrañas. "I looked at you" es por decir la más floja del disco, pero bueno, es que es una bendita locura que comienza a señalarnos el final del disco, primero con la enigmática "End of the night" que siempre me ha parecido preciosa y luego con la cañera "Take it as it comes" que es la pera "ramonera". El final es para el final, para "The End" una historia de casi 12 minutos hecha canción, o poema, o como quieras llamarla. Un tema único e irrepetible, que empieza tímido y acaba en una locura donde sobrevuela el mito de Edipo, donde encontramos un buen resumen de lo que son estos The Doors. Un tema de esos que no dejan a nadie indiferente. Retomando lo dicho al principio, la Velvet y los Doors son especiales, como lo son dos de sus grandes temas: Heroin y The End respectivamente. Son grupos que suenan diferentes, únicos, y que marcaron época. The Doors con su disco debut tocaron el cielo, las musas estuvieron presentes en la grabación, todos los miembros del grupo se compenetraron a la perfección para entregar un disco perfecto, tal vez el mejor debut de la historia, tal vez uno de los diez mejores discos de toda la puta historia del rock and roll. Convertidos instantáneamente en leyenda, en el reverso peligroso del hippismo, en una banda maldita y polémica, revolucionaria y salvaje, llena de caos y autodestrucción, de amor y dolor. The Doors no duraron mucho, lo que tardó Jimbo en marchitarse, lo que tardó un sex-symbol en transformarse en un borrachuzo barbudo entrado en carnes con la voz desgarrada, aún así, supieron adaptarse y tranformarse en una gran banda de blues-rock, allí está "L.A Woman" para darme la razón, pero este "The Doors" de 1967 sigue siendo uno de mis discos de cabecera, y al volverlo a escuchar ayer, me confirmó que es también uno de mis 5 discos favoritos de todos los tiempos.

The Doors - "The Doors" (1967)
10/10
01.- Break on Through (To the Other Side)/ 02.- Soul Kitchen/ 03.- The Crystal Ship/ 04.- Twentieth Century Fox/ 05.- Alabama Song (Whisky Bar)/ 06.- Light My Fire/ 07.- Back Door Man/ 08.- I Looked At You/ 09.- End Of The Night/ 10.- Take It As It Comes / 11.- The End





*post aparecido originalmente en Exile Sh Magazine por Nikochan

2 comentarios:

  1. Qué reseña más completa, cojonuda!!!, todo queda dicho con la pasión y la sabiduría con la que lo has hecho. Un 10 para tí!!!

    Saludos.

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    1. Gracias por la parte que me toca. La verdad es que este disco es un tesoro... y gracias por pasarte y comentar, eso da ánimos para seguir con esto....

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