Tremendo este
rockumental. Sí, uno más. Un documental más de la mejor banda de rock de todos
los tiempos, pero aquí el marcianito no se cansa de dar lengüetazos por doquier
y saborear la obra de los Stones, los Rolling o como queráis llamarlos. Ayer
por casualidad acabé viendo “Crossfire Hurricane” el enésimo documento visual
que Jagger se ha sacado de la manga para celebrar el 50 aniversario de la banda
y porqué no, hacer algo de caja (él nunca se cansa de ganar pasta!). Y qué
queréis que os diga, me gustó más el “Stones in Exile” pero ojo, que “Crossfire
Hurricane” es tremendo. El inicio es demoledor: Jagger con veintitantos años,
el culo al aire y esnifando “algo”... para rematarnos con una excelente versión
de “Street figthing man”, luego... pues hay una historia cronológica del grupo
donde vemos sus inicios, sus primeras composiciones, las idas de olla de Brian,
su salida del grupo, su muerte. La llegada de Mick Taylor, las drogas, las
giras, Altamont..., la salida de Taylor, la llegada de Ronnie... Todo demasiado
rápido y todo en términos generales. Joder, los Stones se merecen un
megadocumental o una serie de grandes documentales sobre su vida y obras,
su "anthology", como mandan los cánones aunque tampoco digo que sea
malo, eh!, que a mi me ha parecido fantástico. Hay confesiones muy interesantes
y alguna que otra imagen para la posteridad pero intuyo que Jagger se guarda
mucho material que nos dará más adelante en pequeñas dosis. El documental lo
podéis ver aquí, os va a gustar, seguro, porque es puro rock, pura historia del
mejor grupo de rock que jamás exista en este planeta. Ahora, viejunos totales,
siguen en la brecha aunque ya no entreguen casi nada interesante. Yo aún les
espero, espero que saquen dentro de poco un nuevo disco, pero uno donde vuelvan
a sus raíces, rock, blues y ese sonido característico que aportan Watts y
Keith. Si nunca llegase siempre me quedará su obra, su gran obra. Junto a
Beatles, Kinks y Who, los Stones forman el póker de grandes bandas que me han
robado el corazón. Bueno, no me enrollo, os recomiendo el documental porque es
muy interesante y aunque no aporta nada nuevo para los fans al menos nos
recuerda que los reyes siempre fueron ellos, y que se tiene que ser muy bueno
para llegar al nivel que ellos llegaron.
02.- Proud
Mary
03.- Born
on the Bayou
04.- Have
you ever seen the rain?
05.- Down
on the corner
06.- Fortunate
son
07.- Run
through the jungle
08.- Looking
out my back door
09.- Who’ll
stop the rain?
10.- Up around the bend
10.- Up around the bend
Ayer, como tantas otras cosas, se me pasó felicitar al gran
John Fogerty que cumplía nada menos que 68 tacos! Aquel grupo suyo aún me da
una trempera descomunal al escucharlo, eran uno de los grandes, con uno de los
cancioneros más exitosos y apabullantes donde los haya contando que sólo, como
grupo, estuvieron cinco añitos. John siguió a lo suyo aunque ya no le quedaban
discos tan redondos como entonces aunque, joder, bien bueno que es “Centerfield”
de 1985. Ahora nos viene con nuevo disco bajo el brazo, “Wrote a song for
everyone” y si os digo la verdad podríamos catalogarlo de prescindible para
casi todo el mundo excepto para los fans que lo adorarán. Vale, hay dos temas
inéditos que por sí solos pueden justificar este artefacto, “Misty Highway” y “Train
of Fools”, pero lo que pasa es que se justifica solo porque es un gran
divertimento de John junto a un buen puñado de artistas que colaboran con él en
sus canciones, vamos con ellos: Bob
Seger, Kid Rock, Foo Fighters, Alan Jackson, Brad Paisley, Zac Brown Band,
Miranda Lambert, Keith Urban, Dawes, My Morning Jacket, Shane & Tyler
Fogerty, Tom Morello, Jennifer Hudson, Allen Toussaint y The Rebirth Brass Band.
De todas las versiones, me gustaría destacar ese cañonazo que sigue siendo a día
de hoy “Fortunate song” y que esta vez está más vitaminada aún pues colaboran en
ella los "Foo Fighters, “Long as I can see the light” con My Morning Jacket, “Someday
never comes” junto a Dawes (que por ciento tiene muy buen nuevo disco) y como
no “Who’ll stop the rain” junto a Bob Seger. Este disco tampoco creo yo que sea
de lo mejorcito en cuestión de duetos que podamos encontrar en el mercado de
una gran estrella junto a amigos y seguidores, tal vez de este tipo recuerdo
con cariño el fantástico “See my friends” de Ray Davies & Friends, aunque
yo prefiero los discos de versiones y no de colaboraciones. Ya sabéis lo que me
gusta coverizarme. Y nada más, darle al play, dejaros llevar y a disfrutar.
John Fogerty – “Wrote a Song for Everyone” (2013): 01. - Fortune Son (Ft. Foo Fighters)/ 02. - Almost Saturday Night (Ft. Keith Urban)/ 03. - Lodi (Ft. Shane Fogerty And Tyler Fogerty)/ 04. - Mystic Highway/ 05. - Wrote A Song For Everyone (Ft. Miranda Lambert Ft. Tom Morello)/ 06. - Bad Moon Rising (Ft. Zac Brown Band)/ 07. - Long As I Can See The Light (Ft. My Morning Jacket)/ 08. - Born On The Bayou (Ft. Kid Rock)/ 09. - Train Of Fools/ 10. - Someday Never Comes (Ft. Dawes )/ 11. - Who'll Stop The Rain (Ft. Bob Seger)/ 12. - Hot Rod Heart (Ft. Brad Paisley)/ 13. - Have You Ever Seen The Rain (Ft. Alan Jackson )/ 14. - Proud Mary (Ft. Jennifer Hudson Ft. Allen Toussaint And Rebirth Brass Band)
La vigésima tercera película de James Bond acabó ayer siendo
visionada en el hogar nikochiano después de haber leído y oído infinidad de
buenas críticas a pesar que a un servidor el amigo Daniel Craig no le convence
para nada en el papel de 007. Para él es su tercera película como agente con
licencia para matar y la verdad las dos primeras dejaban mucho que desear pues
más que a Bond parecía que estábamos viendo una mala imitación del famoso agente sin memoria Bourne. Con un director de postín, Sam Mendes, un reparto de
lujo: Daniel Craig, Judie Dench, Ralph Fiennes, Albert Finney y Antonio Bardem,
y al parecer un buen argumento todo me hacía pensar que esta vez sí disfrutaría
con una nueva entrega de Bond, pero no fue así, me pareció el film bastante
regulero. Dejando de un lado los guiños y referencias a otras entregas que van
desde frasecitas míticas a la aparición del Aston Martin pasando por recordar
gadgets como el bolígrafo explosivo lo verdaderamente bueno del film es el malo
malísimo interpretado como no por Bardem, que lo borda aunque a veces da la sensación
de pasarse de rosca y sobreactuar un algo, o bueno, simplemente actuar, porque
el resto de actores, empezando por Bond transmiten más bien poco. Las
secuencias de acción son más que correctas pero joder, con la pasta que hay es lo mínimo,
ya digo, correctas y muy típicas a penas sin gracia ni originalidad. El
argumento bastante flojo y lineal para lo que me habían vendido y lo único que
sí me gusta es la estética del film
porque ni las “chicas Bond” son para tirar cohetes. Bueno, tampoco es una
mierda, pero esperaba más. Un film para ver sin pretensiones y para no usar
mucho las neuronas. Otro film más de Bond que tampoco creo yo que entre en el
top de míticas películas del agente 007. Una lástima. Ah! Por cierto, la canción
de Adele… buenísima.
BOB DYLAN
BLOOD ON THE TRACKS (1975)
TANGLED UP IN BLUE
BLOOD ON THE TRACKS (1975)
TANGLED UP IN BLUE
Felicidades Bob!!!! Sí, hoy Dylan cumple años y no sólo él
debería celebrarlo, todo el planeta debería rendir homenaje al más grande entre
los grandes y disfrutar completamente con su obra antes de que nos deje, pues Bob
cumple hoy la friolera de 72 años y viendo como están despareciendo los mitos.... pero Dylan es eterno, o no? Este coverízate de hoy me sirve para dos
cosas, la primera como ya suponéis para homenajear al genio de Duluth, y
segundo para reivindicar a unos de los grupos ninguneados más interesantes de los sesenta. Joder, qué buenos eran los Manfredd Mann! Tienen una gran
colección de singles de esos insaltables y eternos: Do Wah Diddy Diddy, If you
gotta go go now, Sha la la, 5-4-3-2-1, Come tomorrow, Pretty flamingo, Hubble Hubble
y el tema que hoy vengo a presentaros, ese fantástico tema llamado “The Mighty
Quinn (Quinn the Skizmo)” que vio la luz en forma de EP en 1968 y que en
algunas versiones se encuentra en el disco del mismo año titulado “What a Mann”
y en otras no, en aquel disco había un buen porrón de versiones geniales desde
el “Wild Thing” y “With a girl like you” de los Troggs a “So long Dad” de Randy
Newman. Luego ya sacaron pecho al año siguiente con “Mannerisms” donde oficialmente
aparece esa versión de Dylan de la que os hablaba. Un disco fantástico.
Esa versión de “The Mighty Quinn (Quinn the Skizmo)” es muy
pero que muy buena y por mucho tiempo en mi desconocimiento absoluto
pensaba que era una canción propia de ellos y no del maestro. La canción salió de las
sesiones de “Basement Tapes” allá por el 67 pero como os he dicho se popularizó
por los Manfredd Mann y así se quedó. Cuando finalmente se decidieron a
publicar “The Basement Tapes” la canción quedó fuera del doble álbum, álbum que
por cierto es de compra y escucha obligatoria, la canción apareció luego en “Self
Portrait” (70) y la versión buena se encuentra en aquel “The Essential” del
2000. “The Mighty Quinn (Quinn the Skizmo)” es una cancionaca de Dylan tapada
por miles de éxitos y por la gran versión que hicieron los Manfredd y que hicieron famosa. Os dejo con ella, y no olviden coverizarse.
Grandes
y excelentes discos de debut pueden ser en realidad un arma de doble
filo. El éxito masivo y sin contemplaciones de una banda con su
primer paquete de canciones suele hacer que se les tache de hype, que
el seguidor y amante de los clásicos recele y que los “púber”
se entreguen a ellos como si ya hubiesen llegado al nivel de Bowie o
Reed por poner dos ejemplos al tuntún. Ni una cosa ni otra, coñe.
Si el disco es bueno, pues lo es, y si resulta que es excelente casi
casi una POM pues lo es, qué cojones. Los Strokes lo hicieron, los
Franz Ferdinand, Arctic Monkeys y como no el grupo del que hoy os
vengo a hablar, los Vampire Weekend también. A aquellos magníficos
debuts llenos de canciones impresionantes que casi hacían del disco
una colección de singles inalcanzables para muchos les llegó el
momento del difícil y exigente segundo disco. Los Strokes en mi
opinión ya pincharon y su carrera por decirlo con cuidado se está
yendo al garete si es que no se ha ido ya a la mierda directamente, los Ferdinand
se apañaron un algo y aún firmaron un segundo disco digno pero
inferior y el siguiente intentó recuperar la esencia del debut pero
se quedó en el intento. En cambio, los monos árticos parieron un
segundo disco descomunal si bien es verdad que sus siguientes
aventuras no han llegado a esos niveles pero un servidor les sigue porque el amigo Turner es muy pero qué muy bueno. Y finalmente, qué
fue del los Vampiros? Pues “Contra” estaba bastante bien pero
tampoco era el debut, aunque pensándolo bien no creo que pretendieran
darnos una secuela al uso. A mi la “Horchata” me sentó bastante
mal pero luego el disco mejoraba lo que no está escrito y aún hoy
lo escucho a veces y creo sinceramente que mejora con el paso de los
años. Allí suenan aún hoy frescas y lustrosas “White sky”,
“Holiday, “California English”, “Run” y “Cousins”.
Daban, creo yo, una paso atrás para a día de hoy dar un salto hacia
adelante abriéndose ya nuevas vías, nuevos sonidos, y porqué no
madurar, aunque me pese utilizar este palabro por absurdo y tontuno
que es en este contexto. Han cambiado los Vampiros un algo pero si
quieren pueden hacer fácilmente lo de siempre, nos lo recuerdan en
algunos cortes pero es que ahora no están por la labor. Sí, han
cambiado. El nuevo disco es menos instantáneo pero es requetebueno.
Es mejor que “Contra”? Pues sí, oigan. Es mejor que el debut?
Buff... no se pueden comparar. Ya no nos dan esa trempera porque ya no
sorprenden pero el nuevo disco es realmente notabilísimo, cada día
me gusta más y más...
Vampire
Weekend - “Modern Vampires of the City” (2013): 01.- Obvious
Bicycle/ 02.- Unbelievers/ 03.- Step/ 04.- Diane Young/ 05.- Don’t
Lie/ 06.- Hannah Hunt/ 07.- Everlasting Arms/ 08.- Finger Back/ 09.-
Worship You/ 10.- Ya Hey/ 11.- Hudson/ 12.- Young Lion.
… cada
nueva escucha me proporciona una excusa para volver a ponerme el disco,
cada vez descubro algo que me seduce y me lleva al huerto. Este disco
es de largo recorrido, uno le va cogiendo el gusto y realmente es
bueno de cojones. Ya no hay africanismos a lo Paul Simon, bueno,
algún deje queda aún, alguna canción sí que tiene mucho del
pequeñín de Simon, sin embargo se aproximan y mucho al estilo que
se gastaba Brian Wilson sobretodo en los medios tiempos como el que
abre el disco, ese temarraco maravilloso que es “Obvious Bycicle”. Este nuevo disco en mi modesta opinión tiene una
primera mitad y parte de la segunda tremebundas, casi de Pom, pero
que se va evaporando poco a poco para quedarse en notable. Eso sí,
ese comienzo descomunal no nos lo quita nadie. Vamos con él pues. La segunda, “Unbelievers”, es una joya pop, fanfarria a lo Costello y pop de
etiqueta con estribillo de esos que te sacan la sonrisilla y te
erizan el bello. Seguimos para Bingo con “Step” que es un
mediotiempo precioso al que le sigue una de las canciones del disco,
esa “Diane Young” que por mucho que la disfracen es un
rock'n'roll clásico en toda regla. Temazo!. “Don't Lie” me
alucina, la llevo tarareando toda la semana, es una de mis favoritas.
Escuchadla y a ver si os atrevéis a decirme que no es acojonante.
Como lo es también “Hannah Hunt”. Joder, qué maravilla, con ese
comienzo modosito que nos lleva a ese piano ochentero de traca y esa
voz desgarrada. Oh! Y luego me rematan con el afropop a lo Paul Simon
de “Everlasting Arms”. Hasta aquí, para un servidor, el disco es
de sobresaliente, luego, creo yo, la cosa baja un poco de nivel (que
no mucho) y nos deja un regusto a notable que podía haber sido
excepcional. Si bien del final “Finger Back” recuerdan a sus
singles facilones y pegadizos de antaño y “Ya Hey” es un
temarro de los de verdad. Este nuevo disco de los Vampiros es un
discarro. Ya lo he dicho. Bonico del to y con largo recorrido. Hay que
escucharlo sin prisas pero sin pausas y dejarse llevar por esta gran
colección de canciones.
ED HARCOURT
STRANGERS (2004)
BORN IN THE 70'S
STRANGERS (2004)
BORN IN THE 70'S
2.- Jetsetter
3.- Strangers
4.- The storm
is coming
5.- Ghost writer
6.-
Undertaker strut
7.- Visit
from the dead dog
8.- The
trapdoor
9.- All of
your days will be blessed
10.- Bleed
a river deep
Por Mr. Meeple
En el curso 2003-2004 el que escribe descubrió tres artistas
MARAVILLOSOS: Ron Sexsmith con su Retriever, Josh Rouse con su 1972 y Ed
Harcourt con su From Every Sphere.
No está nada mal la cosecha.
Recuerdo
las navidades de 2004 pinchando contInuamente Bittersweetheart, Jetsetter, Fireflies
take flight y flipando con Watching the sun come up (temazo).
From every sphere llegó, como el Retriever, en un etapa persnal ideal para calar hasta la médula. Y así ocurrió.
En diciembre de 2004 (¡cómo pasa el tiempo!) mi hermanito
Nikochan y yo tuvimos la suerte de ver en directo a Ed Harcourt. Nos encantó.
Sala pequeña, sólo dos músicos (él y su cuñado trompetista), poco público y
grandes interpretaciones.
De vuelta a casa comentábamos que este tipo podía ser el
nuevo crack del pop, qué coño, lo sería.
Cómo nos equivocábamos.
Después de
la joya From Every Sphere, Harcourt publicó Strangers (2004) y The Beautiful
Lie (2006). Dos discos que me encantan, que tienen grandes tema y buenas
críticas, pero muy fría acogida entre el público.
Los siguientes trabajos Russian Roulette (EP de 2009) y
Lustre (2010) tuvieron un par de escuchas en diagonal y no acabaron de
convencerme.
Ed Harcourt estaba semi olvidado hasta que llegó este Back
into the Woods.
Back into the Woods es el séptimo LP de Ed Harcourt (no
cuento el Elephant Graveyard) y nos trae todo lo que ha caracterizado siempre a
este gran artista (pero a lo GRANDE): romanticismo, sencillez, grandes melodías y
soberbias interpretaciones (Ed Harcourt es un storyteller, interpreta en el más
amplio sentido de la palabra).
El disco se grabó en poco más de seis horas en una sola sesión en los estudios Abbey Road. Su voz, su piano, un poquito de guitarra y
un toque de violín y chelo.
El disco -ni siquiera distribuido en España- nos trae nueve
temas la mayoría de los cuales no son easy listening y requieren más de una
escucha para que calen.
The Cusp
& the wane. La cima y el declive.
I'm thirsty
for good old fashion wrong/THERE ARE MANY VOICES THAT ARE NEVER HEARD AT ALL/Mozart
died a pauper, but he didn't go in vain/Take solice in his knowledge of the
cusp & the wane.
Mr. Harcourt parece reivindicarse aquí. Pide que le
escuchemos porque tiene grande el ego y talento por un tubo.
Precioso inicio que nos anuncia por donde va a ir el disco.
Hey Little bruiser.
Let no man be your keeper, they had secrets in their eyes… Temazo. Con esas
cuerdas siniestras…
Wandering eye. Uno de los temas acojonantes. Pedazo de
canción. Harcourt consigue unirse al piano como si sólo fueran uno, Tremenda atmósfera interpretando a este individuo siniestro que "can kill a man
with his own hands".
Murmur in
my heart. La balada hiper romántica de Harcourt. Con ese inicio que me
recuerda la guitarra del Don’t let me down de los de Liverpool. Cantada desde
las entrañas. Te la crees. Una pausa a la angustia que nos está transmitiendo
hasta ahora con el piano para dar paso a una guitarra que te acaricia. Temazo, temazo. Ese bridge me
alucina (Oh I'll take a lie to take the test…)
Back into the Woods. Aquí empezaría la cara B (si la
hubiera). Volvemos a ese piano tremendo. Gran tema.
Brothers
and sisters. Este tema es épica pura. Nobody’s gonna break you down, Nobody’s
gonna break you down… desgañitándose.
The Pretty Girls. Una nueva pausa a tanta emoción
descontrolada. Otra
romanticona de Harcourt. Preciosa. Pretty girls always fall for the baddest
boys…
Last will
and testament. De Nuevo un poquito de guitarra como contrapunto al
piano. Buen tema. Romanticismo
típico de Harcourt: I’ll be here with you long after I’ll die
The Man that Time Forgot. Un cierre solemne para este
fantástico disco. Interpretación “a la
Waits”. Mi canción favorita del LP que supone un epílogo maravilloso.
Acostumbrado a rodearse de gente que colabore en sus discos
y de que esa fórmula no acabe de
funcionar, parece que Ed Harcourt se ha decidido por la sencillez.
Seis horas grabando él solito con su piano y una guitarrita nos
traen como resultado este compactísimo disco que no calará entre el gran
público, eso está claro, pero que es una joya entre el fango.
Para los fans de Harcourt es una vuelta a lo grande y para
quienes le descubran ahora es un gran disco por el que empezar a conocerle.
Ya que últimamente hemos discutido sobre el envoltorio en la
música (hablo del debate con el Ghost on Ghost), quiero destacar que este Back into the Woods está
en las antípodas del disco de Iron & Wine y, aunque las comparaciones son
odiosas, me quedo con esta sencillez, con esta atmósfera y con este sentimiento tan real.
Me quiero unir hoy al llamamiento que se hizo ayer en Río Rojo para que ningún terrícola y extraterrestre seguidor de Neil Young se pierda el evento del año. Sí, ni festivales primaverales ni veraniegos que valgan, ni San Fermines ni leches en vinagre. Del 5 al 7 de Julio en Ciudad de Frías (Burgos) nos vamos a juntar unos cuantos rusties, unos cuantos amantes de la música del canadiense, unos locos seguidores de Tito Neil e intentaremos pasarlo lo mejor posible. Conciertos y buen comer en un ambiente que se me antoja de cuento, y una ilusión por conocer a amigos blogueros que me empieza a dar algún que otro síntoma de nerviosismo. Muchas ganas. Pero allí estáis todos invitados, que no se lo pierda nadie. Además si queréis más información, de horarios, dónde comer, dónde dormir, merchandising, precios de los bonos y como conseguirlos podéis entrar en esta fantástica página y allí serán resueltas vuestras dudas: web oficial del festival. Si decidís venir se ruega al personal que reserve por adelantado pues y esto aunque obvio cabe recordarlo el dinero no llueve del cielo y los organizadores tienen que pagar una o dos cositas para que todo salga perfecto, así que vuestras chucherías, los bonos, los packs o lo que se os antoje lo podéis conseguir pinchando en las chucherías que decía antes y que os lo envíen a casa o recogerlo en Frías. Y nada más. Bueno, sí. Aprovecho también para promocionar el III concurso nikochiano que, como no, va sobre la vida y obras de Tito Neil. Participar, hay regalazo.
Escuchar a solas en una mañana lluviosa “Songs
in the Key of Life” del maestro Stevie es una delicia que nadie en su sano
juicio debería dejar de hacer. Hacía muchísimo tiempo que no abandonaba mi
cuerpo en el sofá y me dejaba llevar por un impresionante disco mientras
repasaba las letras a la vez que escuchaba las canciones y revisaba de nuevo
las fotos, ilustraciones, músicos y agradecimientos incluidos. La verdad es que
este disco es descomunal, un disco doble impresionante de los que se hacían
antes, de los que ya no se llevan y de los que requieren algo más de atención
de lo habitual. En mi casa adoramos a Stevie, es parte de la familia, y no
llegamos muy bien a entender porque no es citado normalmente como uno de los
más grandes aunque siempre nos acordamos de su época cutre con bandas sonoras
reguleras y campañas publicitarias de tráfico. Sí, eso creo que marco a mucha
gente y en definitiva acabó siendo pasto de esta etiquetación tontuna que suele
hacer el personal. Pasa un poco como a Elton, que el pobre tiene en sus inicios
media docena de discos casi insuperables pero luego los ochenta y su loca
salida del armario le hicieron ganar muchos detractores. Pero Wonder es un
músico excelente desde que nació, fue un niño prodigio. Coño, Fingertips! con
eso lo digo todo, y claro, no me olvido de sus grandes discos repletos de
singles imperecederos y absolutos como “For once in my life”, “My Cherie amour”
y “Signed, sealed and delivered” por poner tres ejemplos impepinables. Luego
llegó lo que llegó. El maravilloso póker de ases de Wonder: “Talking Book”
(72), “Innervisions” (73), “Fulfillingness First Finale” (74) y como no, el
doble y descomunal “Songs in the Key of Life” del que os vengo a hablar hoy,
que me servirá como regalo de cumpleaños al bueno del Stevie (el 13 de Mayo
cumplió 63 primaveras) y como reivindicación a su figura pues lo merece con
creces.
Stevie Wonder – “Songs in the Key of
Life” (1976): 01.- Love's in need of love today/ 02.- Have a talk with God/
03.- Village ghetto land/ 04.- Confusion/ 05.- Sir Duke/ 06.- I wish/ 07.-
Knocks me off my feet/ 08.- Pastime paradise/ 09.- Summer soft/ 10.- Ordinary
pain/ 11.- Saturn/ 12.- Ebony eyes ----
Disco 2---- 13.- Isn't she lovely/ 14.-
Joy inside my tears/ 15.- Black man/ 16.- Ngiculela - Es una historia/I am
singing/ 17.- If it's magic/ 18.- As/ 19.- Another star/ 20.- All day sucker/
21.- Easy goin' evening (My mama's call)
En este tremebundo
artefacto que firma Wonder hay un compendio de estilos que para cualquier otro
sería francamente difícil mezclar y combinar, pero Stevie lo hace sencillo, o
al menos eso me parece a mí. Hay soul, hay funky, hay baladas que te erizan el
bello, africanismos y gospel, hay unas gotitas de pop, un espolvoreado de jazz,
hay esos singles abrasadores marca de la casa. Tenemos a un Wonder en estado de
gracia tanto musical como vocalmente y unas colaboraciones de lujo como podrían
ser las de Herbie Hancock o George Benson aunque creo que el plantel de músicos
llegó a los 130. Casi ná. No me veo con la fuerza ni inspiración necesaria para
destripar canción por canción este gran disco doble pues en él no hay canción
mala ni de relleno, ni un solo pero le podemos poner a Stevie. Es su gran
disco, su obra más ambiciosa y me atrevo a decir que aquella también que más ha
influenciado a la música negra en las dos últimas décadas. Muchas veces
escuchas un éxito y en seguida lo has calado. Dónde los has escuchado antes?
Pues aquí, leñe, aquí. Y es que el disco está plagado de canciones inolvidables
como: Sir Duke, I Wish, Pastime Paradise, Isn't she Lovely, As, y Another star
que son mis favoritas de todo el álbum, son carne de compilación, son de lo
mejorcito que ha hecho el bueno de Stevie y seguro que muchos músicos matarían
y firmarían por conseguir hacer en su vida esta media docena de canciones.
Luego están las maravillas que de primeras pasan inadvertidas y a lo poco que
uno entra en el disco le parecen sublimes e incluso mejores que las ya
mencionadas aunque tal vez no sean tan fáciles de digerir. Hablo por ejemplo de
la canción que abre el disco, hablo de esa maravilla llamada “Love's in need of
love today” y de la que la sigue, esa joya que lleva por nombre “Have a talk
with God”. Lo de “Village Gettho land” es de traca, qué canción! y qué inicio.
Rematado todo con la fantástica “Confusion” y ese par de eternidades de las
que hablé anteriormente. Del segundo disco hay tres piezas de esas de las que
nadie habla y son la repera, en mi modesta opinión “Joy inside my tears”,
“Black man” y “All day sucker” son cojonudísimas pero ya digo que todo el disco
lo es. Es un clasicazo de uno de los más grandes artistas que hubo jamás. Un
clasicazo doble y eterno, un clásico nikochiano.
Llevo unos días disfrutando de lo lindo con la conversión de
Android para el teléfono del magnífico juego de Reiner Knizia “Tigris & Euphrates” que poseo, como no, en su formato de tablero pero que
desgraciadamente no suele ver mesa porque ahora que están tan de moda los
juegos de mesa a casi nadie parece convencerle, a pesar que el juego es un clásico
y probablemente sea el mejor juego de este reputadísimo diseñador. A mí me
parece uno de los mejores juegos a los que he jugado, puede que de entrada sea algo abstracto (que no, que son pájaras) pero la curva de aprendizaje
es brutal, cada vez le encuentras más posibilidades, más tácticas y puteos. En
fin, creo que es una obra maestra y ahora gracias a esta perfecta conversión
estoy puliendo mis jugadas de ataque y defensa.
De qué va esta joyita? Pues hasta cuatro jugadores
comandaran su reino, con cuatro líderes en su mano (rey-negro, sacerdotes-rojos,
mercaderes-verdes, granjeros-azules). Resumiendo, tendremos que ir ampliando
nuestro reino colocando losetas del mismo color de los líderes allá donde ellos
se encuentren, por cada uno obtendremos un punto. En cada turno haremos dos acciones
que pueden ser la misma, podemos colocar un líder, una loseta, una pieza de catástrofe
(tenemos sólo 2) y/o cambiar seis losetas (siempre disponemos de seis en
nuestro poder). Siempre hemos de colocar un líder al lado de una loseta roja y
solo las losetas azules pueden colocarse sobre los ríos. Al colocar una loseta
del color donde ya hay un líder obtenemos un punto, si no lo hay pero tenemos
el líder negro (rey) también obtenemos un punto. Al ir colocando líderes vamos
haciendo nuestro imperio. En dicho imperio suele haber más de un líder y puede
que de colores (jugadores) diferentes pero cuidado, en cada imperio sólo puede
haber un líder de cada tipo.
Si algún jugador coloca un líder de un tipo donde
ya hay otro entonces tendremos un conflicto interno. Cada jugador cuenta
cuantas losetas rojas tocan el líder en cuestión (se pueden añadir losetas
rojas que tengamos en nuestro poder) y el que tenga más gana el territorio. El
perdedor retira su líder, en caso de empate gana el defensor. Esto complica todo un poco pero puede ser aún más problemático. Pues si con una loseta unimos
dos imperios entonces estamos ante un conflicto externo. Los conflictos
entonces se resuelven de manera diferente. A cada lado de la unión habrá un líder
del mismo tipo de diferente color, entonces contamos todas las losetas del mimo
color que hay a cada lado (se pueden añadir losetas de la mano), y el perdedor
retira su líder y las losetas usadas. Si hay múltiples conflictos se van
resolviendo uno a uno, en caso de empate gana, como no, el defensor. Ojo! Si
conseguimos poner cuatro losetas iguales juntas formando un cuadrado podemos
construir un templo, dicho templo tiene dos colores, si en ese imperio donde
hay un templo tenemos un líder de uno de esos colores, entonces al final de
turno conseguimos un punto.
Difícil? Bueno, así de primeras lo parece pero no
es más difícil de entender que unas damas o las normas básicas del ajedrez. Luego,
el juego tiene mucho tema. Pero quién gana? Pues mirad, la partida acaba cuando
queda dos o un tesoro (al principio de la partida hay colocadas 10 losetas
rojas con un tesoro/comodín que sólo se puede obtener al colocar el líder
mercader en ese imperio y al unir dos losetas con tesoro, entonces el mercader se queda
uno) o finaliza cuando un jugador no puede reponer sus seis losetas. Entonces
se recuentan los puntos que se han obtenido de cada color, y cada jugador
coge el color del que menos tiene y aquel que de esos tenga más, gana. Los
tesoros pueden añadirse como comodines para subir la puntuación. En caso de
empate se mira el segundo color más bajo que tenemos y así sucesivamente. Bueno,
no os quiero agobiar, sólo recomendar este gran juego de mesa y ahora para el
teléfono que es divertido por no ser el típico ajedrez, backgammon o juegos por
el estilo. Los que conocéis el mundillo tendréis referencias, y os digo que es
como un “Oregon” pero con ataques a mansalva. Juegazo terrícolas que por suerte ya está disponible en Android.
IRON & WINE
GHOST ON GHOST (2013)
JOY
GHOST ON GHOST (2013)
JOY
Llegó
2007 y con él Sam Beam entregó nuevo disco bajo el paraguas de Iron
& Wine. No fue un disco más, fue un discarro de tomo y lomo, un
auténtico punto de inflexión en su carrera. Ya nos había dado
alguna pista con Ep's y alguna que otra canción pero claramente “The
Shepherd's dog” marca un antes y un después, además de dividir a
sus seguidores en dos grupos. Los que prefieren su clasicismo bonico
del to de sus inicios con joyas como “The Creek Drank the Craddle”
(2002) y “Our Endless numbered days” (2004) como por ejemplo mi
hermano Black Meeple o aquellos que preferimos sus discos más
arriesgados, complejos y adultos como el marciano que aquí os habla.
Estando de acuerdo todos que “The Shepherd's Dog” es un auténtica
obra maestra del señor Beam. Ahora muchos de los que me conocen y me
han oído hablar pestes o sembrar mis dudas acerca del nuevo álbum
de Sam se llevarán las manos a la cabeza y dirán que cambio de
opinión como de calzoncillos. Es cierto. Soy culpable. Lo reconozco.
Soy culpable de dejarme llevar por primeras escuchas y por, no lo
negaré, ese tono almibarado que se gasta el disco sin disimulo
alguno. Luego como bien decía Íñigo López Palacios en El País
“El azúcar se posa al fondo y lo que queda tiene otro tono”. Es
verdad, después de dejarlo rodar y tal vez de conectar con él
sentimentalmente (pues ando yo muy blandito con mil preocupaciones)
le he ido cogiendo el tranquillo y se me antoja uno de los discos del
año. No, no es broma. Infinitamente superior a su predecesor, aquel
“Kiss Each Other Clean” (2011). Tenemos ante nosotros un “grower”
como dicen algunos terrícolas por las webs, un disco que crece y crece, un disco
de esos que se van descubriendo con timidez, enseñándonos modositos
una melodía en la que no habíamos reparado, un acorde, una trompeta
o unas simples campanillas. La voz de Sam Beam sigue siendo preciosa,
los coros marca de la casa siguen ahí, las melodías perfectas son
ya algo habitual y aunque cambia el traje con que las viste siguen
siendo lo mismo, al escucharlas en directo, completamente desnudas,
uno lo ve claro. Sam Beam es uno de los mejores, y lo seguirá
siendo. Aplaudo su búsqueda por darnos algo nuevo, por no
aposentarse e ir innovando, cosa que no se puede decir de otros
coetáneos suyos. Vamos pues con este estupendo “Ghost on Ghost”
que me ha robado el corazón estos días.
Iron
& Wine - “Ghost on Ghost” (2013): 01- Caught In the
Briars/ 02- The Desert Babble/r 03- Joy/ 04- Low Light Buddy of Mine/
05- Grace for Saints and Ramblers/ 06- Grass Widows/ 07- Singers and
the Endless Song/ 08- Sundown (Back in the Briars)/ 09- Winter
Prayers/ 10- New Mexico's No Breeze/ 11- Lovers' Revolution/ 12- Baby
Center Stage.
Decía
con buen tino The Black Meeple que la canción que abre el disco
suena mejor en acústico que en el propio álbum. No le quito razón.
Es una canción preciosa. Además a mí esas intros me incomodan
bastante. Como decía Chals, el disco tiene un punto de extrañeza
sónica que junto al almibar pueden tirar para atrás a algún que
otro seguidor del Hierro y el Vino. “Caught in the Briars” es
estupendísima, ya marca el tono del disco con esas trompetas, esos
coros y esa voz. Todo sobresaliente oigan, y como no, ese
instrumentalismo pseudo-jazzísitco moderné que envuelve todo el
disco. Luego viene “The Desert Babble” que fue protagonista de
alguna que otra pullita el otro día con mi hermano por su exceso de
azúcar. Hoy me parece sensacional, no os voy a mentir. Es
seguramente la canción que más me viene a la cabeza estos días. Y
claro, “Joy” es la leche. Bonica del to. Luego viene una de mis
favoritas del todo el paquete, “Low Light Buddy of Mine” con su
enigmática musicalidad, ese bajo de otra dimensión y la preciosa
voz de Beam casi susurrando: “I love you and you love me and
there's new fruit humming in the old fruit trees”.... Me derrito
toa toa. Luego viene el pop estilo “chicos de la playa” con
cierto aroma a teleserie de final de los sesenta con “Grace for
Saints and Ramblers” que suena cojonudísima y se está volviendo
una de mis favoritas. “Grass Windows” es una delicatessen de Beam
y con eso os lo digo todo. “Singers and the Endless Song” es otra
de las grandes canciones de este magnífico disco. Los vientos siguen
destacando y como no, esos preciosos coros. Me encanta esta
cancionaca. Joder, y el disco entero. No quiero ser pesado pues no sé
que deciros de cada canción, sólo que las escuchéis varias veces y
ellas mismas se irán presentando y acabarán por llevaros al huerto.
De lo que queda, que no es poco, y por ser breve me quedo con la
preciosa “Sundown” que de nuevo huele y sabe a Beach Boys, “New
Mexico's no Breeze” que es otro temarro descomunal y el jazzístico
tema de larga duración “Lover's revolution” que sabe a gloria
bendita. “Ghost on Ghost” es un magnífico disco de Sam Beam,
otro más. Es un disco precioso, dulce, bonico del to. Bendito sea el azúcar.
01.- Los Santos Inocentes (1984)
02.- El Bosque Animado (1987)
03.- El Verdugo (1963)
04.- Atraco a las Tres (1962)
05.- La Vaquilla (1985)
06.- El Crack (1981)
07.- La Marrana (1992)
08.- No desearás al Vecino del Quinto (1970)
09.- Vente a Alemania, Pepe (1970)
10.- Jenaro, el de los 14 (1974)
Francamente hoy está siendo uno de mis peores días en muchísimo tiempo. Estoy muy jodido, todo por una mala noticia inquietante con la que tampoco os quiero aburrir ni preocupar. Mal asunto el mío. Después de la mañana de mierda me dirijo a mi jornada laboral en la botica con muy pocas ganas de que el personal me venga con estupideces y con menos ganas aún de esbozar una sonrisa amable. Hoy no me sale, ni la de verdad ni la impostada. Con motivo de tener la mente ocupada me he pasado por la librería de turno en busca de algo que leer. Ha sido fácil la elección pues ayer mismo terminé el primer libro de la saga de Malaz, el llamado "Los jardines de la Luna", así que he acabado comprando "Las puertas de la casa de la muerte" que como bien suponéis es su segunda parte. Decían los blogs literarios que el primer libro de la saga de Steven Erikson era farragoso y difícil de leer por sus innumerables personajes y sus incontables tramas pero a mí no me lo ha parecido en absoluto. Claro qué da cosas por sabidas, luego al cabo de un tiempo las explica (eso sí, a medias) y uno acaba atando cabos con el regustillo de haberle dado al coco y dejado volar su imaginación. Aquí radica lo mejor para mi de esta saga. Tengo que imaginar mucho, imaginar situaciones y personajes fantásticos y eso a mi me encanta. Cierto es también que Erikson no es RR Martin y menos aún Tolkien en cuanto a buen escritor. Lo hace a veces a trompicones y no describe del todo bien a los personajes aunque para seros sincero también os digo que en este segundo libro parece haber mejorado ostensiblemente. Eso se nota, y además se comenta en webs extranjeras donde ya han leído toda la saga que cada libro es mejor y mejor, y que Erikson consigue superarse en cada entrega, atando cabos y cerrando historias, haciendo encajar todo en una historia grandiosa y mágica. Este "Las puertas de la casa de la muerte" empieza un tiempecito después del anterior libro, en otro continente y con personajes nuevos (sólo salen media docena de conocidos) aunque todo está ligado, hay constantes referencias a lo leído anteriormente y parece que en el siguiente libro todo se pondrá en su sitio. Eso espero. La verdad es que esta nueva saga fantástica me está gustando mucho, seguro que acabo con ella pues no me está decepcionando y además hoy le doy las gracias porque está cumpliendo su cometido que no es otro que mantener mi mente en el mundo de Malaz lejos de la realidad que me tiene francamente preocupado. Terrícolas, si disfrutáis con "Canción de hielo y fuego" tal vez deberíais entrar en "El libro de los caídos". Rápidamente me haré con la tercera entrega "Memorias de hielo", más rápido que lo que tarde un mago en escurrirse por sus sendas.
Llevo días, qué digo, semanas poniéndome al día con Tito
Neil, y claro, como bien suponéis no hay tiempo suficiente. El otro día me
compré original “On the Beach” su quinta álbum de estudio que no tenía original
aunque en mis años mozos existía en una humilde y regrabada cinta de cassette. El
disco lo tenía olvidadísimo, esa es la verdad, y ahora me congratulo por haberlo
repescado pues sin duda pertenece en mi opinión a la mejor época de Young, al
menos, es a mi esa época cuando más me gusta, no hay disco que baje del
sobresaliente y eso no lo hace cualquiera. Además del gusanillo por culpa del RustFest
de Frías leí hace poquito un comentario sobre él que hizo nuestro amigo “Mansion”
hace tropecientos años en su Colina, decía esto:
“Conozco gente que se duerme escuchando este disco. Hay
otros que ni siquiera han oído hablar de él. Pero a día de hoy, pasa por ser
uno de los mayores logros de Neil Young. Como con otros discos de esa época
(Tonigth´s The Night por citar un ejemplo), se tarda en llegar a él. Solo con
sucesivas y constantes escuchas te das cuenta de la calidad que atesora. En mi
casó fue así, ya que por entonces las referencias que tenía de Neil Young eran
discos como Harvest o Praire Wind.
Es un álbum denso, oscuro, y desalentador. Young vivía sus
años más negros y para exorcizar sus demonios recurre a lo que mejor sabe
hacer: componer canciones. Realmente, solo con ver esa portada tan crepuscular
que recuerda que el sueño de la buena vida se ha acabado, ya nos podemos hacer
un día de lo que contiene. Salvo Walk On (single de adelanto y primer tema del
álbum), todo el resto del disco mantiene una línea poco luminosa. Pero de
nuevo, el nivel compositivo no decae, y las canciones vuelven a ser marca de la
casa. Tengo especial fascinación por la “cara b” del disco. De forma
encadenada, Young nos suelta tres canciones fantásticas: On The Beach, Motion
Pictures (donde recuerda a su ex-pareja), y terminando con uno de esos temas
que si alguien me pidiera que le grabara en un cd las veinte mejores canciones
de Neil Young, estaría seguro: Ambulance Blues.
Neil Young, siendo consciente de la dureza temática de las
letras y de la dificil accesibilidad de la música, aparco durante años su
edición en Cd. Craso error, ya que estamos hablando de uno de los mejores
discos que ha parido nunca.”
Neil Young -
“On the Beach” (1974): 01.- Walk on/ 02.- See the sky about rain/ 03.-
Revolution Blues/ 04.- For the Turnstiles/ 05.- Vampire Blues/ 06.- On the
Beach/ 07.- Motion Pictures/ 08.- Ambulance blues.
Este disco nunca fue un éxito comercial. Normal. Lo de Neil
Young es de traca, seguramente tiene el mayor número de desastres comerciales
que al cabo del tiempo son considerados obras maestras. Es un disco difícil,
durillo aunque nunca lo diríamos al escuchar esa maravilla que abre el disco,
esa “Walk on”. Una joya de canción, con esos coros y esa guitarra esperanzadora
y positiva. El resto del disco sí es algo depresivo pero yo lo entiendo como un
quitarse los demonios de encima y no como vamos a revolcarnos en la mierda. Es decir, yo
creo, contrariamente a mucha gente que el disco tiene cierto positivismo aunque
para encontrarlo tengas que introducirte plenamente en él. A mi “See the sky
about rain” me parece sublime, no solo porque toque en ella Levom Helm (qué
también), es que a mi estas composiciones de Tito Neil me vuelven loco. Las guitarricas
setenteras vuelven con “Revolution Blues” inspirada en Charles Manson, eso, un
blues del copón bendito al que le sigue un country-folk con banjo incluido que
es la repera en verso y cierra esta gran A-side “Vampire blues” que me alucina
cada vez más. Lo que viene luego, como bien decía Mansion, es la ostia en
verso. Tres imprescindibles de larga duración: On the Beach, Motion Pictures y
Ambulance blues. La primera y la última son obras sublimes, de lo mejor de su
catálogo. Y nada más. Así vamos, redescubriendo a nuestro Tito Neil. Discazo a
recuperar terrícolas, y a situarlo donde se merece, entre los clásicos nikochianos. Amén.
Esta mañana me contaba mi hermano
pequeño como les ha ido a él y a mi hermano mayor (aka Black Meeple) en
una convención en Málaga de cuatro días non-stop jugando a juegos
de mesa. La verdad es que me ha dado algo de envidia, no lo negaré,
pero un servidor no podía ir. Lo de los juegos de mesa, no los
antiguos que todos conocemos, es un mundo. Hay millones diferentes,
para todos los gustos e intelectos, y en España se están poniendo
de moda. Mis favoritos son los Eurogames (de tablero!) y en muchas
ocasiones ya os he hablado de algunos de ellos. Últimamente me
estoy acercando a aquellos de pequeño formato (porque me está
empezando a costar encontrarles sitio en las estanterías) y aquellos
que son para dos jugadores (ya que me cuesta y mucho reunir a un buen
grupo de jugones). Así que hoy he pensado hablaros de un juego
pequeño, barato, gracioso pero aunque no lo parezca exigente
mentalmente y... no para dos jugadores sino que pueden jugar hasta
10!. Sí, sí, Por eso es perfecto para cuando se junta la familia y
hay gente de todas las edades y no sabes muy bien que hacer para que
todo el mundo se lo pase bien y no se mueva de la mesa. El juego se
llama “Toma 6” y es un despiporre. Vamos pues con él.
“Toma 6” es un juego de cartas que
te cabe en el bolsillo. La partida dura como mucho 30 minutejos y el
objetivo será, contrariamente a lo que suele pasar, obtener el menor
número de puntos (o vacas) posibles. Se cogen 10 cartas por jugador
más 4 cartas más
(en orden). Es decir, si jugamos dos jugadores usaremos las cartas
del 1 al 24; si jugamos 3 del 1 al 34, etc. Las barajamos, repartimos
10 a cada jugador y ponemos 4 en medio de la mesa, que serán la de
inicio de las filas. A la vez todos los jugadores deciden en el turno
que carta jugaran y todos al unísono desvelarán cual es, entonces aquel
que tenga la carta más baja colocará primero. Ahora viene la coña
del juego. Se coloca la carta en la fila donde haya la carta más
baja que a su vez esté más cerca de la que queremos colocar. Por
ejemplo si queremos colocar un 23, lo colocaremos en la fila que
contenga su última carta de la fila más cerca del 23 pero siempre
que sea más baja. Quién coloca la sexta carta de la fila tiene
premio..... je, je... se lleva toda la fila cosa que es tremendamente
mala porque nos llevaremos muchos puntos. Si no puedes colocar la
carta porque todas son mayores a la tuya te llevas la fila que
quieras aunque esté inacabada y colocas tu carta como inicio. Cuando
algún jugador llega a 66 puntos se acaba el juego. Cada carta vale
un punto negativo pero hay excepciones: lo múltiplos de 5 dan 2
puntos; los de 10 dan 3; y los de 11 dan 5. El premio gordo se lo
lleva quién se quede con el 55 pues se lleva de golpe 7 (múltiplo
de 11 y de 5). Y nada más. Qué es juego perfecto para jugar en
grupo y pasar un buen rato. El juego es pequeño, bonito, barato y
asegura risas y algún cabreo... Un miniclásico jueguil.
SMALL FACES
THERE ARE BUT FOUR SMALL FACES (1968)
TIN SOLDIER
THERE ARE BUT FOUR SMALL FACES (1968)
TIN SOLDIER
2.- Itchycoo Park
3.- Tin Soldier
4.- Afterglow (of your love)
5.- Here comes the nice
6.- Rene
7.- Rolling over
8.- My way of giving
9.- The Universal
10.- Happiness Stan
Ando como loco, one more time,
repasando los discos de los Small Faces. Qué queréis que os diga,
me ha vuelto a dar por ahí. El otro día me hice con “Small Faces”
(1967, el de Inmediate) con sus tomas alternativas y sus bonus
tracks. Un lujo. Así que en 24 horas lo habré vuelto a escuchar media
docena de veces. Joder, qué buenos eran. Los jefes de aquel
supergrupo ya no están con nosotros y el otro par de caritas andan
por ahí, vete tú a saber donde. Cuando Marriott dejó los Small
Faces, Ronnie Lane no tiró la toalla y reformó el grupo bajo el
nombre de “Faces” haciendo dos fichajes galácticos: Rod Stewart
y Ron Wood. Rod se cansó del grupo y se lanzó a una carrera en
solitario dignísima y Ron Wood entró en la secta de la lengua
stoniana. En 1975 ya no había “Faces” que valgan y cada uno hizo
lo que pudo con sus carreras. El grandísimo Kenney Jones ya fue
protagonista de esta sección así que hoy le toca al turno al bueno
de Ian McLagan del que la última noticia que tuve fue que intentó
en vano volver a juntar a los “Faces”, estos, o más bien Rod no
estaban por la labor. Bueno, bueno. Ian es el teclista de los Small
Faces y de los Faces, tenía muy poca presencia en las composiciones
pero claro, es que allí había monstruos, de todas maneras alguna
que otra perlita nos dejó como la maravillosa “Up the Wooden Hills
to Bedfordshire”. En cuanto a la prensa rosa os diré que Ian se quedó con la mujer de Keith Moon después del divorcio de estos hasta el 2006, año en que la perdió en un accidente de tráfico. Después de la historia de los “Faces” el
señor McLagan se dedica a su carrera en solitario que no es gran
cosa para seros sincero pero, ojito, que hay un álbum de 1980 que es
la repera, se titula “Bump in the night” y os lo recomiendo como
una extraña delicatessen, allí tocaban dos amiguetes de Ian: Ron
Wood y Bobby Keys. Alternaba su carrera en solitario con trabajillos
como “session man” para gente varia como Chuck Berry, Jackson
Browne, Joe Cocker, Paul Westerberg, Frank Black, Springsteen o el
mísimisimo Bob. Ahí queda eso. Su último disco data del 2008, ese
“Never say never” no sonaba mal del todo pero realmente sólo es
recomendable para fans de las “caras” y al año siguiente la
noticia de la posible reunión de los “Faces” que al final no
pudo ser con Rod Stewart aunque se hizo un apaño con el cantante de Simply Red Mick Hucknall que no estuvo mal pero se quedó en mera anécdota. Desde entonces nada de nada, no sé donde se mete este
hombre ni si está malamente de salud o qué? Esperando noticias
suyas me tiene señor McLagan.
Llegó la hora. Sí, a falta de un par de mesecitos para el evento del año en Frías, ese Rust Fest IV de lujo los días 5-6-7 de Julio, desde la Isla queremos dedicarle el III Concurso Nikochiano al bueno de Tito Neil después de hacer lo propio con The Kinks y The Who. Para los terrícolas que no sepan como va el concurso primero les diré que no es ningún bulo, que hay regalo de verdad para aquel que consiga el mayor número de aciertos. Por tanto, hay que contestar a un pequeño cuestionario que normalmente era de diez preguntas, como novedad y por el hecho de que hay mucho seguidor de Tito Neil por aquí se ha añadido una pregunta extra algo absurda y difícil de contestar para decidir posibles empates, aunque como todos ustedes deben saber en el caso de empate final mi hija Arlet de dos añitos hará de mano inocente y la fortuna hará su trabajo. Las respuestas me las pueden ustedes mandar a la dirección de la Isla: nikochanisland@gmail.com antes del 16 de Junio, fecha en la que finaliza el concurso y la admisión de las respuestas. Una vez sepa el ganador me pondré en contacto con él, y el premio será enviado vía correos o en este caso entregado en el mismísimo Rust Fest de Frías si es que el ganador aparece por allá. Eso sí, tanto si es por correos como en persona el ganador tendrá que cederme sus derechos de imagen para colgar una foto suya con el premio, esto es condición indispensable, esa, y la de ser "seguidor" de la Isla. Si no, tampoco será válido el cuestionario. El premio va a ser o eso espero bastante bonico, así que os deseo suerte. A participar terrícolas!
1.- Tito Neil es un fan de la acústica
pero cuando le toca cabalgar por la electricidad le gusta usar una
Gibson Les Paul modificada. Saben ustedes como apoda a la niña de
sus ojos?
2 .- “The needle and the damage
done”, una de mis tonadillas favoritas de Tito Neil, está dedicada
a un buen amigo de Young, sabéis de quién hablamos?
3.- Saben ustedes terrícolas cual es
mi disco favorito de Tito Neil?
4.- Myrmekiaphila Neilyoungi es el
nombre que un científico le puso al hallazgo de una nueva especie de
animal, saben ustedes de qué tipo de animal hablamos?
5.- De qué famoso cantante se ha
querido innumerables veces abrir su tumba para comprobar según dice
la leyenda si fue enterrado o no con una camiseta del Tonight's the
nigth neilyoungueriano?
6.- A Young le gusta mucho colaborar
con amiguetes en sus discos. En qué maravilloso e impresionante disco que todos los terrícolas deberían conocer Levon Helm y Rick Danko de
The Band, Nash y Crosby, y algunos de los caballos locos colaboraron
con Neil Young?
7.- La canción “Days that used to
be” del inconmensurable “Ragged Glory” está inspirada en una
canción mítica de uno de los ás grandes entre los grandes. Por
favor, recuerdan la canción y su autor?
8.- Qué dama del folk-rock amiguísima
de Neil, también nacida en Ontario, contrajo como él durante su
infancia el virus de la Polio?
9.-En aquel maravilloso “Unplugged”
de 1993 había una versión de una de mis canciones favoritas de Tito
Neil con los Buffalo Springfield. De cual hablamos y en que disco del
propio Young apareció otra versión de la misma que no es nada de
mi gusto?
10.- Bajo que seudónimo Young ha
dirigido o codirigido rockumentales como “Jorney through the past”,
“Rust never sleep”, “Human highway”, “Greendale”,
“CSNY/Dèjá vu”?
* 10+1.- Cual es mi portada favorita de
entre todas las portadas de los discos de Neil Young?