Kutrangas: Planes, Trains and Automobiles

Uno de los géneros mas abundantes en los desastrosos años ochenta fueron las comedias familiares americanas. Existen millones de ejemplos de comedias basura, horribles films infumables que no tienen perdón, verdaderos pecados que nunca deberían ser proyectados. De vez en cuando aparecía una película entre cien que se nos quedaba grabada en la memoria, que nos dejaba buen sabor de boca y nos hacía reír, o al menos, sonreír. En 1987 John Hughes creador de joyas como “Sixteen Candles” (84) y “The Breakfast Club” (85), el mismo que en 1990 deleitó con “Home Alone”, nos trajo un film que particularmente entra dentro de mis kutrangas favoritas, hablo de “Mejor solo que mal acompañado”. Hughes contó con una de las parejas mas odiadas y odiosas del celuloide hollywoodiense, realmente han hecho entre los dos tal cantidad de apestosas películas que debería ser premiados por ello, esta pareja para aquellos que no lo sepan estaba formada por Steve Martin (Roxanne 1987, Bowfinger 1999) y John Candy (Splash 1984, Spaceball 1987). De entrada una película que reúne a estos tipos es claramente un ejemplo de film que no debería verse en la vida, desgraciadamente han participado juntos en muchos films, sobretodo en los ochenta, que han sido emitidos indiscriminadamente por la televisión pública, así que ha sido casi tarea imposible escapar de este par de actorazos. A pesar de todo podemos considerar que “Planes, Trains and Automobiles” es posiblemente lo mejor que han hecho juntos. SINOPSIS: Neal Page (Steve Martin) es un ejecutivo de publicidad que quiere llegar a Chicago para pasar el día de Acción De Gracias con su familia. Pero la desgracia le viene encima cuando se topa con Del Griffith (John Candy), un vendedor de cortinas para el baño bocazas e insoportable que le acompañará en un tumultuoso viaje sin poder librarse de él… Bajo este guión absurdo aparece una crítica hacia las diferentes clases sociales que existen en nuestro mundo capitalista, diferencias en la educación, en los modales o la higiene, todo eso es lo que aparece en el film, un choque de clases que Martin y Candy interpretan a la perfección, la verdad es que lo bordan, hay momentos cómicos impagables, histriónicos, vulgares y a veces muy desagradables. Hay múliples enredos, situaciones y conversaciones absurdas, y como no, también hay lugar para el sentimentalismo mas pasteloso. No será una de las mejores cien películas de la historia, tal vez no entraría ni en las mejores cien mil películas de la historia. Pero merece ser vista sin pretensiones, sólo así podremos disfrutar de una auténtica y espectacular Kutranga.

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