Hablamos del tercer disco de estudio de The Who, hablamos del año 1967 y de un nuevo término “disco conceptual”, un disco especial, un disco impresionante que nos hace creer que escuchamos una radio pirata londinense, con sus canciones, sus presentaciones y sus anuncios. Entre cada canción aparecen los anuncios o cuñas de productos, vamos, los clásicos jingles, a veces, las cancioncillas son espectaculares y a mas de un grupo le gustaría ser el creador de esas joyas de treinta segundos. Es interesante hacerse con la edición de 1995 puesto que nos trae 10 temas extras realmente buenos, y es que a este Who sell out le sobran los temas buenos, comienza con una psicodélica “Armenia city in the sky” y le sigue una locura maravillosa llamada “Heinz baked beans”, realmente que buenos, que buenos que son, la letra de “Mary Anne with the shaky hands” es para enmarcar, que canción, “Odorono” espectacular sin mas, seguimos cercanos a la psicodelia pop con “Tattoo” y “Our love was”, la voz de Daltrey se mete en la cabeza, sus falsetes son de lujo, sin duda uno de los mejores cantantes de rock de la historia, y llega la inconmensurable “I can see for miles” un terremoto de rock, una patada en las pelotas a los hippies, un puñetazo sobre la mesa de Townshend para decirle a todos quienes son The Who, un trallazo de rock psicodélico, una letra que habla de drogas, de experimentar, joder que bueno, un auténtico número uno, intemporal. Le sigue “I can’t reach you” y “Medac” que te van calmando los ánimos hasta llegar a la parte del disco mas tranquila, llega “Relax” una mini joya y “Silas Stingy” una de mis favoritas, por buena y por ser poco conocida, “Sunrise” te llena de orgullo y satisfacción, y acabamos el disco original con “Rael”, una mini ópera rock, dónde se puede escuchar un riff de guitarra similar al que mas tarde aparecerá en el Sparks de Tommy, tremendo. El disco con sus bonus vale la pena, “Rael 2”, “Glitering girl” y “Melancholia” podrían estar en cualquier disco de The Who, “Someone’s coming” y “Jaguar” son obras menores, “Earling morning cold taxi” alegre y divertida, “Hall of mountain king” tremendas sacudidas eléctricas de Townshend, “Girl’s eyes” preciosa, “Mary Anne..” en versión alternativa y acabamos con una canción The Who 100%, “Glow Girl”. En definitiva un disco a tener en cuenta, una obra maestra, una delicia para todo aquel que aprecie la música, un disco representativo del fin del hippismo y el comienzo de las guitarras de los setenta, un disco imprescindible, un disco entrañable, demoledor, absolutamente british, un disco increíble que le hace llegar a ser denominado clásico…...clásico nikochiano.
Hablamos del tercer disco de estudio de The Who, hablamos del año 1967 y de un nuevo término “disco conceptual”, un disco especial, un disco impresionante que nos hace creer que escuchamos una radio pirata londinense, con sus canciones, sus presentaciones y sus anuncios. Entre cada canción aparecen los anuncios o cuñas de productos, vamos, los clásicos jingles, a veces, las cancioncillas son espectaculares y a mas de un grupo le gustaría ser el creador de esas joyas de treinta segundos. Es interesante hacerse con la edición de 1995 puesto que nos trae 10 temas extras realmente buenos, y es que a este Who sell out le sobran los temas buenos, comienza con una psicodélica “Armenia city in the sky” y le sigue una locura maravillosa llamada “Heinz baked beans”, realmente que buenos, que buenos que son, la letra de “Mary Anne with the shaky hands” es para enmarcar, que canción, “Odorono” espectacular sin mas, seguimos cercanos a la psicodelia pop con “Tattoo” y “Our love was”, la voz de Daltrey se mete en la cabeza, sus falsetes son de lujo, sin duda uno de los mejores cantantes de rock de la historia, y llega la inconmensurable “I can see for miles” un terremoto de rock, una patada en las pelotas a los hippies, un puñetazo sobre la mesa de Townshend para decirle a todos quienes son The Who, un trallazo de rock psicodélico, una letra que habla de drogas, de experimentar, joder que bueno, un auténtico número uno, intemporal. Le sigue “I can’t reach you” y “Medac” que te van calmando los ánimos hasta llegar a la parte del disco mas tranquila, llega “Relax” una mini joya y “Silas Stingy” una de mis favoritas, por buena y por ser poco conocida, “Sunrise” te llena de orgullo y satisfacción, y acabamos el disco original con “Rael”, una mini ópera rock, dónde se puede escuchar un riff de guitarra similar al que mas tarde aparecerá en el Sparks de Tommy, tremendo. El disco con sus bonus vale la pena, “Rael 2”, “Glitering girl” y “Melancholia” podrían estar en cualquier disco de The Who, “Someone’s coming” y “Jaguar” son obras menores, “Earling morning cold taxi” alegre y divertida, “Hall of mountain king” tremendas sacudidas eléctricas de Townshend, “Girl’s eyes” preciosa, “Mary Anne..” en versión alternativa y acabamos con una canción The Who 100%, “Glow Girl”. En definitiva un disco a tener en cuenta, una obra maestra, una delicia para todo aquel que aprecie la música, un disco representativo del fin del hippismo y el comienzo de las guitarras de los setenta, un disco imprescindible, un disco entrañable, demoledor, absolutamente british, un disco increíble que le hace llegar a ser denominado clásico…...clásico nikochiano.