Neil Young & Crazy Horse - Colorado (2019)


Más de medio siglo de carrera musical. Unos cincuenta discos de estudio a sus espaldas y sumando. Más de media docena de POMs (Putas Obras Maestras). Al abuelo Young no  hay quién le tosa, a Tito Neil no hay quién le pare,  ni le diga lo que puede o no hacer. No hay nadie más grande que él como artista solista, bueno, tal vez papá Bob, tal vez el genio de Dylan, pero desde luego y os seré sincero nadie me eriza la piel como Young. Nadie. Nadie puede igualar lo que produce en mi sistema nervioso la música del monstruo canadiense. Como decía, cincuenta años de carrera musical (algunos pocos más para ser justos) dan para subidas y bajadas, para aciertos (muchos) y descalabros (alguno, pero pocos). En mi modesta opinión desde 1968 con su álbum debut homónimo hasta el "Live Rust" casi tocando la década de los ochenta el material de Young es inalcanzable para cualquier mortal, y a esto le añadimos sus discos con Buffalo Springfield y con Crosby, Stills & Nash. Es decir, hablamos de un Dios (ya os podéis santiguar e hincar las rodillas al suelo). La década de los ochenta, sus modas y su cutrez (bien entendida) hicieron daño a todos los dinosaurios, no se salvó nadie, ni Dylan ni por supuesto Young, de 1980 hasta la aparición de esa brutalidad llamada "Freedom" seguida al año siguiente por el inconmensurable y atómico "Ragged Glory" que no sólo marcó época, sino que generó un estilo y una reinvención o mejor dicho, resurrección del rock. Luego, pues ha ido tirando con aciertos, discos discutibles pero arriesgados y algún que otro disco menor. Pero seguía dándonos joyas: "Weld" (91) "Harvest Moon" (92), el maravilloso "Unplugged", "Sleeps with Angels" (94), "Silver and Gold" (00), "Greendale" (03) y "Psychedellic Pill" (12).... Y muchos otros que no gustaron completamente aunque siempre encontremos joyas. Yo no soy para nada de "Le Noise" (10) en cambio me gustó "The Montsanto Years" aunque claramente sea un disco menor. La pildorita fue una muestra de su calidad y de la necesaria presencia de los Crazy Horse cuando Neil se electrifica, cuando no, pues no. Pero sí hay guitarras que crujen, entonces hay que llamar a los caballos locos y eso, eso es lo que ha hecho para grabar su nuevo disco. Se ha subido a las montañas con los Caballos Locos, sin Poncho pero con Nils Lofgren, y un kit médico que incluía botellas de oxígeno (putos abuelos locos!) para grabar un disco que vuelve a erizarnos el bello, que vuelve a dar un golpe sobre la mesa para decir a pechopalomo que él, y únicamente él, es el puto amo del rock. 


Neil Young & Crazy Horse - Colorado (2019): 01.- Think Of Me/ 02.- She Showed Me Love/ 03.- Olden Days/ 04.- Help Me Lose My Mind/ 05.- Green Is Blue/ 06.- Shut It Down/ 07.- Milky Way/ 08.- Eternity/ 09.- Rainbow Of Colors/ 10.- I Do

Del nuevo disco de Tito Neil me gusta hasta su portada, qué digo, me chifla. Sobretodo, me gusta y me sorprende que aún consiga que se me ponga la carne de gallina con su voz y sus melodías, que consiga excitarme cuando las guitarras rugen y crujen, cuando casi sin mostrar esfuerzo deje en cueros a muchas bandas actuales adoradas por todos (o casi) que son sustitutivos de la droga real que es Young, son pura metadona (eh? Jack White?). Pero dejaré de pasar facturas que es algo ventajoso, también porque a mi los discos de White me gustan, pero claro, como digo, si puedes comer un cinco jotas donde vas alma cándida con el jamón del país envasado del mercadona? Y esto lo digo porque muchos arranques rocanroleros de este disco son los que suele utilizar el geniecillo blanquirrojo de Detroit, claro que al César lo que del César.....  Vamos pues con el disco, que empieza con la armónica devastadora deudora del "Silver & Gold", de su época más acústica, más countril, incluso algo más "Buffalera", suena a "Comes a Time"... y por eso me tiene ganado. Temón. Como Young es un puto genio y hace lo que realmente le da la gana mete como segundo tema una canción de trece minutos (13!) y se queda tan pancho. La canción sabe y huele a 90's. Los Crazy Horse toman protagonismo y nos llena de felicidad hasta que entramos en el mantra final que algunos pueden decir que sobra, que es demasiado largo aunque muchos con los que hablo piensan que es una genialidad y que no le sobra nada. Eso os lo dejo a vuestro criterio, yo sí lo veo algo largo, claro que este tema en directo puede ser la reostia e irse a los veinte minutos sin esfuerzo. Ah! Amigos! llega "Olden Days" y me tiemblan las piernas. Puro Young. Un clásico en sí mismo. Qué temazo! Con esos ecos a mi disco favorito de Tito Neil, su "After the gold rush"...... Ostias, qué puto placer! nadie, absolutamente nadie me hace sentir lo que me hace sentir Neil. Y ese disco, el "After the Gold Rush" es probablemente el disco que hizo que amase la música, el rock, y a Neil Young sobre todas las cosas. Así pues, qué decir de "Olden Days", clásico inmediato. "Help me lose my mind" es puro rocanrol. Eso es lo que os decía, es lo que una vez tras otra copia Jack White... Claro, que cuando nos remata con la delicada y bella "Green is blue" casi lloramos. Piel de gallina. Piano mágico. Delicadeza de genio. Sólo por las últimas notas al piano del tema vale la pena comprar el disco. Con eso os lo digo todo. Las guitarras vuelven a rugir en "Shut it down" que ni Pearl Jam, ni Jack White, ni Queens of the Stone Ages.. ni esas grandes bandas, sólo Young, solo Crazy Horse.... Los padres de todo. "Milky Way" es obra maestra en mi opinión. Al tiempo terrícolas!!! Esas baladas... esa delicadeza, esa manera de contar, de cantar, de llegarnos al alma... Único!. El piano vuelve a hacer acto de presencia en "Eternity" ( muy "Till the morning Comes".... ya sabéis) y claro, "Rainbow of colors" está cargada de mala leche y de crítica a yanquilandia todo disfrazado de boniquismo. Cierra Young con otro tema de esos que cuando pasen los años y miremos atrás nos harán darnos cuenta de la grandeza del disco y del artista, un tema muy del "Harvest Moon", un cierre delicado, bello y absolutamente genial. No sé, o sí lo sé pero me atrevo a decirlo, si este "Colorado" está a la altura de sus grandes obras. Creo que por lo de mitificar no, pero creo que por contenido igual sí podría, más si pensamos que lo han hecho unos tipos con casi 75 años por barba, y no un treintañero. Sin duda estamos ante uno de los discos del año, sin duda el disco de "la arruga" del año. Neil Young es el artista más grande que existe y que me perdonen los fanáticos de Dylan, pero así es. 

1 comentario:

  1. De las numerosas entradas y críticas leídas sobre este último disco de Young es esta tuya la más claramente apasionada. No lo tengo aún, tan solo he escuchado alguna canción suelta que otra, pero caer, caerá, ¡vive Dios!.
    Saludos,

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