Lejos queda ya el debut de la efervescente banda de la Gran Manzana capitaneada por el vampiro Ezra Koenig. Su álbum homónimo del 2008 fue sin duda aire fresco como lo fue también su continuación "Contra". Vampire Weekend nunca han vuelto al nivel presentado en el debut, eso es un hecho. "Contra" estaba más que bien pero había demasiada repetición y muchos dudábamos que la banda nos diese grandes discos en el futuro. Su tercer disco, su "Modern Vampires of the City" es el catalogado como más flojo de la banda pero a mi me pareció fantástico. Primero porque la creatividad y el riego habían vuelto sin dejar de lado su sonido propio heredero de africanismos paulsimonianos, y segundo porque daban un paso adelante picando de aquí y allá. Como digo, fue incomprensiblemente ninguneado. Ahora, su nuevo disco, su "Father of the Bride", es aplaudido por unos y atacado por otros. No hay consenso. Estamos ante un discarral o realmente ante el peor de los discos de los Vampiros? Personalmente creo que ni una cosa ni la otra. De primeras si parece su peor trabajo pues faltan temas que te golpeen y te sacudan a la primera escucha, pero esa misma percepción nos hace darnos cuenta que el disco, que contiene nada más y nada menos que 18 nuevas canciones, es un disco para ir descubriendo con las escuchas, las cuales deben se atentas y pausadas. Es un disco doble, sí, cortito en minutos pero doble. Hay lo mimo de siempre, la voz maravillosa de Ezra. Las reminiscencias, ya sin taparse, a Paul Simon. Hay canciones bonicas del to. Y hay un fondo de llamémosle madurez, si queréis, que quita el hipo. Decía Fernando Navarro en su "Ruta Nortemaericana" de El País que estábamos ante el "The River" de Vampire Weekend... Fue leer eso y me puse las manos en la cabeza, pero luego... luego tuve que darle la razón puesto que las canciones fluyen y nos llevan al parecer a un estado simple, liviano, falto de punch.... pero esa primera impresión es errónea.
En esta nueva colección de canciones hay más de lo que parece. Hay intención, existe un hilo conductor, y hay fusión por todos lados como cabría esperar. Hay boniquismo en esa sencillez, ese "pure & easy" que tanto necesitamos algunos. Koenig es un gran hacedor de canciones, de melodías exquisitas y eso no se olvida, ni se compra ni se vende. Por tanto aunque de primeras penséis que el disco no vale la pena o no es lo que esperabais, os invito a no tirar la toalla. A abrir bien los oídos y a prestar atención. Poco a poco nos va robando el corazón y aparecen la mil y una referencias con las que nosotros también hemos crecido. De Paul Simon al mejor Sting, mirando a Brian Wilson de reojo, enseñando su fusión del soul, el soft-rock, el más ligero de los rhythm and blues, la world music, el folk moderno que dan como resultado un POP sabrosón, cálido y juguetón. Muchos notamos el adiós de Rostman Batmanglij que aún deja alguna que otra pincelada, y podemos quejarnos de la progresiva disminución de creatividad e inspiración conforme avanza el disco pero no es ni mucho menos un mal disco.
Vampire Weekend - Father of the Bride (2019): 01.- Hold You Now/ 02.- Harmony Hall/ 03.- Bambina/ 04.- This Life/ 05.- Big Blue/ 06.- How Long/ 07.- Unbearably White/ 08.- Rich Man/ 09.- Married in a Gold Rush/ 10.- My Mistake/ 11.- Sympathy/ 12.- Sunflower/ 13.- Flower Moon/ 14.- 2021/ 15.- We Belong Together/ 16.- Stranger/ 17.- Spring Snow/ 18.- Jerusalem, New York, Berlin.
La apertura folki de "Hold your now" es preciosa, con esos coros angelicales a media canción que descolocan y enamoran por igual. Preciosísima. Es "Harmony Hall" lo que un servidor esperaba del nuevo disco de Vampire Weekend: esas guitarras, esa voz maravillosa de Ezra, esos estribillos pop juguetones y modernos, esa fusión de estilos... A mi me parece un tema sensacional. Y qué decir de "Bambina"... pues que cabría en cualquiera de sus discos, con eso lo decimos todo. Marca de la casa. "This Life" es una joya. Dejaros de estupideces y de etiquetar. Esto es una maravilla cósmica. Simple, sencilla y soleada. Yo digo sí. La melancolía llega con "Big Blue" muy en la línea de mis adorados Dr Dog. "How long?" personalmente me engatusa, con esa base funki, ese bajo delicado, ese estribillo tan del señor Koenig... y llegamos a "Unberarably white" que me parece estupenda pero que marca un punto y a parte puesto que a partir de este momento el disco coge una dinámica negativa y va bajando sin prisa pero sin pausa en calidad e inspiración. No digo que no encontremos joyas en la otra mitad del disco pero ya cuesta más. Tampoco digo que sean malas canciones pero está claro que el nivel baja bastante. "Rich Man" aún aguanta el tipo con sus africanismos, y "My Mistake" ofrece otra cara, pero en general creo que deberían haber realizado una buena criba y recortar el cancionero. Por ejemplo, "Sympathy", "Sunflower" y "Flower Moon" forman una tripleta totalmente descartable, ideal para esos "bonus tracks" que luego tan bien nos venden. Eso sí, el disco deja al final un buen regusto primero con "Spring now" que sin ser anda del otro mundo se deja gustar y sobretodo con "Jerusalem, NY, Berlin". Vampire Weekend entregan un disco notable pero no estupendo, un disco agradable pero no esencial, un disco que marca una nueva etapa en el seno de la banda pero sin perder sus señas de identidad.
La apertura folki de "Hold your now" es preciosa, con esos coros angelicales a media canción que descolocan y enamoran por igual. Preciosísima. Es "Harmony Hall" lo que un servidor esperaba del nuevo disco de Vampire Weekend: esas guitarras, esa voz maravillosa de Ezra, esos estribillos pop juguetones y modernos, esa fusión de estilos... A mi me parece un tema sensacional. Y qué decir de "Bambina"... pues que cabría en cualquiera de sus discos, con eso lo decimos todo. Marca de la casa. "This Life" es una joya. Dejaros de estupideces y de etiquetar. Esto es una maravilla cósmica. Simple, sencilla y soleada. Yo digo sí. La melancolía llega con "Big Blue" muy en la línea de mis adorados Dr Dog. "How long?" personalmente me engatusa, con esa base funki, ese bajo delicado, ese estribillo tan del señor Koenig... y llegamos a "Unberarably white" que me parece estupenda pero que marca un punto y a parte puesto que a partir de este momento el disco coge una dinámica negativa y va bajando sin prisa pero sin pausa en calidad e inspiración. No digo que no encontremos joyas en la otra mitad del disco pero ya cuesta más. Tampoco digo que sean malas canciones pero está claro que el nivel baja bastante. "Rich Man" aún aguanta el tipo con sus africanismos, y "My Mistake" ofrece otra cara, pero en general creo que deberían haber realizado una buena criba y recortar el cancionero. Por ejemplo, "Sympathy", "Sunflower" y "Flower Moon" forman una tripleta totalmente descartable, ideal para esos "bonus tracks" que luego tan bien nos venden. Eso sí, el disco deja al final un buen regusto primero con "Spring now" que sin ser anda del otro mundo se deja gustar y sobretodo con "Jerusalem, NY, Berlin". Vampire Weekend entregan un disco notable pero no estupendo, un disco agradable pero no esencial, un disco que marca una nueva etapa en el seno de la banda pero sin perder sus señas de identidad.
Más que el regreso de Ben, creo que este film es el regreso a la actuación sin cameos de Julia Roberts, algo perdida estos últimos años. La Roberts interpreta a una madre que lo da todo por sus hijos. Casada por segunda vez y con dos hijos pequeños de ese matrimonio, ya tenía dos hijos mayores del anterior. Ben, el mayor, es el protagonista de la historia y está interpretado magníficamente por Lucas Hedges, un actor que dará mucho que hablar y que está presente en muchas de mis películas favoritas de los últimos años. Ese Ben ese un adicto. Y entra y sale de rehabilitación. Y ese es el drama, el de la adicción de Ben. Del que es imposible salir, y el que sin duda puede destrozar una familia entera. El director y guionista es el padre de Lucas, Peter Hedges, (pero no está el chiquillo ahí por enchufe), lo hace muy bien, creédme. El duelo actoral entre Roberts y Hedges es lo que sustenta a una película de la que tenemos la sensación de haber visto ya. No es buena ni mala, es un drama convencional, con mucho poderío interpretativo, poco más. A medida que avanza el film se vuelve más absurdo en su desarrollo y su conclusión, se pierde en una historia que puede pero no quiere o no sabe llegar más allá, un lástima puesto que algo más de carga real y moral no hubiese estado mal. No es el film del siglo pero se deja ver y da que hablar, y por supuesto cabe aplaudir el regreso de la Roberts a ese nivel.
Me habían vendido el nuevo disco del multi-instrumentista minesotarra Frankie Lee como la joya americana que no debería perderme bajo ningún concepto sabiendo como me ponen a mi esos sonidos countriles con pose folki, y la verdad es que me ha gustado mucho, más que su debut del 2016, su "American Dreamer", que descubrí el año pasado, pero tampoco es la obra indiscutible y esencial que me hicieron creer. Eso sí, tampoco os voy a engañar, ha sonado y sonará mucho en el hogar nikochiano puesto que esos sonidos, como digo, me encantan. Uno busca siempre el disco que le vuele instantáneamente la cabeza y nunca lo encuentra, y los que lo hacen normalmente no suelen aguantar demasiado el paso del tiempo. La inmediatez se impone. Y ahí es donde reside la magia de "Stillwater", no hay ningún tema del que podamos decir que es la gran canción del año, no hay nada que se salga de lo habitual en estos sonidos. Sin embargo, la orfebrería melódica de Frankie Lee nos hace el corazón añicos con cada escucha, simplemente con seguir las pautas y las normas de country-americano. Su característica dulce voz aporta un punto diferente, y por supuesto, como siempre, lo importante son las canciones. Con la inicial "Speakesy" se me mete en el bolsillo el señor Lee, desde sus acordes iniciales, a su ensoñadora melodía, su delicioso estribillo y por supuesto esa flautita que hace el tema diferente, con aroma a los primeros setenta. "Only she knows" tiene ese toque springstiniano en sus formas, ese deje clasicón en el que Ryan Adams es un maestro, pero a su dulce voz le falta garra para atacar un tema que pide a grites más músculo. El mediotiempo "Downtown lights" tira de cantautor americano de los setenta, algo de soft-rock, del radiable. No mata, la verdad. "In the blue" sí es un temazo. Una canción que bien vale un disco. Melodía circular con piano y atmósfera neilyounguera... Bonica del to. "(I don't wanna know) John" es preciosa. Folk melancólico fronterizo que enamora con cierta facilidad. "Blinds" también tiene ese inicio tan Tito Neil, tanto que asusta. El maravilloso piano, tan "eltoniano", de "One wild Bird" me encanta. Estamos ante una de mis canciones favoritas del disco. No, no exagero. Nos acercamos al final, primero Frankie Lee nos ofrece esa maravilla que responde a "Borken Arrow" y que sin duda enamoraría a nuestro querido rubio de Florida, para finalmente cerrar con la delicada y melancólica "Ventura" donde se luce y seduce al piano. Tal vez "Stillwater" no sea el disco top del año, no sea ese disco que muchos se han encargado de subir a un altar para decepcionar un algo al escucharlo por primera vez. Claro que poco a poco, acaba por envenenarnos con sus buenas canciones. Un disco que un servidor, sí tendrá en cuenta al repasar y recordar los favoritos del año.
Frankie Lee - Stillwater (2019): 01.- Speakeasy/ 02.- Only She Knows/ 03.- Downtown Lights/ 04.- In the Blue/ 05.- (I Don’t Wanna Know) John/ 06.- Blinds/ 07.- One Wild Bird/ 08.- Broken Arrow/ 09.- Ventura.
The Code fue la serie del 2014 en las Antípodas. Fruto de tal éxito le proporcionó una renovación para una segunda temporada que se estrenó al año siguiente manteniendo el nivel de popularidad y de crítica. Hablamos de una miniserie estructurada en dos temporadas de seis episodios cada una que no llegan a la hora de duración. En total doce episodios estupendos para un thriller de investigación centrado en la informática y el poder político, en cómo los estados utilizan esa tecnología para controlar todo lo que hay a nuestro alrededor e incluso a nosotros mismos. Mantiene el aroma a las mejores series inglesas policíacas y de investigación pero dándole ese toque tan australiano, tan rudo y potente. La sinopsis oficial habla de la trama de poderes políticos que se destapa a partir de un accidente de tráfico que implica a dos jóvenes aborígenes que chocan con un camión que transporta sustancias tóxicas y peligrosas no declaradas... la noticia, un vídeo de un móvil, un código encriptado de la empresa implicada en los tóxicos... caerán en manos de dos hermanos, uno periodista y otro informático, que se verán envueltos en una espiral de espionaje trepidante. Los protagonistas absolutos de la trama son Dan Spielman y Ashley Zuckerman, totalmente desconocidos para mi, que realizan un trabajo fantástico. Están muy bien acompañados las dos temporadas por Adele Perovic. El resto del elenco no desentona y tal vez las caras más conocidas o familiares sean David Wenham (Top of the Lake, Iron Fist) en la temporada uno, y Anthony LaPaglia en la segunda temporada: la serie comienza como un cañón. Su historia te atrapa conforme la tela de araña se va haciendo más y más grande y van tirando del hilo. La primera temporada es sobresaliente y la segunda notable. Es cierto que baja algo el listón y que ya no sorprende pero los guionistas consiguen mantener la tensión sin defraudar, siendo fieles a los personajes creados. Muy recomendable si te van las miniseries británicas con aroma policíaco.
El primer disco de la banda de Austin Texas, Jamestown Revival, formada por Jonathan Clay (guitarra y voces) y Zach Clay (piano y voces) aparecido en 2014 bajo el nombre de "Utah" me pasó totalmente inadvertido. No supe de su existencia hasta hace poco más de unos meses, cuando su tercer disco, su "San Isabel" llegó a mis manos y oídos. Extraño es que no conociese antes a esta banda que define su sonido como "Souther & Garfunkel" , un sonido folk-rock clásico con voces deliciosas y melodías exquisitas que ellos definen a la perfección como "back-porch-folk-rock", y que últimamente comienza a ser uno de mis estilos favoritos, salvando las diferencias ahí quedan por ejemplo el "Halfway Towards a Healing" de The Lost Brothers del años pasado o el más reciente "Easy Way" de The Cactus Blossom, a pesar de ese nivel creo que "San Isabel" les supera sin problemas, por su boniquismo supremo, sus melodías perfectas y esas voces celestiales. Aún así, su segundo disco se me sigue resistiendo, no he podido escucharlo todavía a pesar que me comentan es una delicia, más pop-folk que folk-rock, con esencia a los Mavericks sin olvidarse de los hermanos Everly. Así tal cual me lo venden y me ponen los dientes largos, y prometo que una vez el embrujo de "San Isabel" comience a abandonarme me pondré con esa prometedora joya. Estamos sin duda ante uno de los disco más bonitos y placenteros del año. Un tesoro. Minimalista, pausado y con suma clase nos lleva en volandas al bosque de San Isabel en Colorado, aunque uno no haya estado, lo huele y lo siente. Imaginándonos esas canciones crudas sonando por primera vez en un vieja cabaña de madera al calor de la lumbre. Once temas que brillan por sí solos y que en conjunto forman un sonido maravilloso folk que rememora los sesenta, con Simon y Garfunkel en el retrovisor, con CSN en la mente, y como nos muestran en su magnífica versión del mítico "California Dreaming" con un guiño a The Mamas and The Papas.
Jamestown Revival - San Isabel (2019): 01.- Crazy World/ 02.- This Too Shall Pass/ 03.- Killing You, Killing Me/ 04.- Who Hung the Moon/ 05.- Something That You Know/ 06.- Round Prairie Road/ 07.- Mountain Preamble/ 08.- Harder Way/ 09.- California Dreamin’/ 10.- Mayday Man/ 11.- Winter’s Lament.
La maravillosa "Crazy World" abre un disco que enamora desde su portada. Un medio tiempo campestre, banjo incluido. Las preciosas voces, que nos acompañarán durante todo el disco, empastan a la perfección dando unos matices que nos hacen erizar el bello. Esa voces que sin remilgos enseñan su pasión por Mr Garfunkel en "This too shall pass", sin duda uno de los temas del disco, creo que es su primer single. Simplemente de diez. El country de "Killing you, killing me" es perfecto. No puedo deciros nada más. Me parece sensacional, creo que Ryan Adams mataría por volver a crear una canción de este nivelón. A ritmo de vals llega "Who hung the moon" que nos derrite el alma mientras que "Something that you know" es un baladón de esos de rompe y rasga que enamora. Otro de los temas del disco es "Round Prairie Road", mini-pom!!!. Y así podríamos estar hablando hasta el fin de los días de lo bonitas que son estas canciones pero sería repetirse en exceso. De lo que queda, lógicamente señalar la buena versión del "California Dreaming" y por supuesto la delicadeza folki de "Mountain Preamble" que pese a ser instrumental nos deja tocaditos, la simongarfunkeliana "Harder Way" que repite ingredientes y resultado, el alegre medio-tiempo de "Mayday Man" y por supuesto, el espléndido cierre con "Winter's Lament". "San Isabel" se corona como uno de los discos más bonitos del año, uno de mis favoritos de lo q e llevamos del 2019. Una espectacular y agradable sorpresa.
*post aparecido originalmente en Exile SH Magazine por Nikochan
La maravillosa "Crazy World" abre un disco que enamora desde su portada. Un medio tiempo campestre, banjo incluido. Las preciosas voces, que nos acompañarán durante todo el disco, empastan a la perfección dando unos matices que nos hacen erizar el bello. Esa voces que sin remilgos enseñan su pasión por Mr Garfunkel en "This too shall pass", sin duda uno de los temas del disco, creo que es su primer single. Simplemente de diez. El country de "Killing you, killing me" es perfecto. No puedo deciros nada más. Me parece sensacional, creo que Ryan Adams mataría por volver a crear una canción de este nivelón. A ritmo de vals llega "Who hung the moon" que nos derrite el alma mientras que "Something that you know" es un baladón de esos de rompe y rasga que enamora. Otro de los temas del disco es "Round Prairie Road", mini-pom!!!. Y así podríamos estar hablando hasta el fin de los días de lo bonitas que son estas canciones pero sería repetirse en exceso. De lo que queda, lógicamente señalar la buena versión del "California Dreaming" y por supuesto la delicadeza folki de "Mountain Preamble" que pese a ser instrumental nos deja tocaditos, la simongarfunkeliana "Harder Way" que repite ingredientes y resultado, el alegre medio-tiempo de "Mayday Man" y por supuesto, el espléndido cierre con "Winter's Lament". "San Isabel" se corona como uno de los discos más bonitos del año, uno de mis favoritos de lo q e llevamos del 2019. Una espectacular y agradable sorpresa.
*post aparecido originalmente en Exile SH Magazine por Nikochan
Una película de Clint Easwood es siempre bienvenida. Esta vez, el amigo Clint, produce, dirige y protagoniza un film a la vieja usanza. Amable e inofensiva a primera vista, Mula, contiene más capas de lo que parece, más profundidad de lo que a priori a uno le puede parecer. Reconozco que cuando se estrenó en cines no le hice ni puñetero caso. No leí ninguna reseña y no sabía muy bien sobre qué tema trataba aunque su título lo decía casi todo. Tampoco sabía qué actores y actrices acompañaban a Eastwood en esta nueva aventura, y conforme e ido viendo la película e ido alucinando y disfrutando con cada cara conocida: Bradley Cooper, Dianne Wiest (espléndida), Michael Peña, Laurence Fishburne, Taissa Farmiga, Alison Eastwood y el siempre reivindicable Andy Garcia. Eastwood interpreta a un octogenario cultivador de flores al que las nuevas tecnologías hacen que caiga en bancarrota. Divorciado, sin hablarse con su familia decide retomar su relación con ellos gracias a su nieta, pero su mal momento económico le hace asociarse con un cartel realizando transporte de cocaína, lo que se denomina hacer de mula, primero con pocas cantidades y luego moviendo millones. No habla la película del mundo de la droga, más bien nos cuenta las interioridades de un hombre que intenta redimirse de su pasado, de su mala gestión, de sus decisiones erróneas aunque lo haga también de forma equivocada y finalmente tenga que pagar con ello, aunque con su confesión acabar por encontrar la paz interior. No es el mejor film de Eastwood, pero es un film suyo y nunca decepciona. Muy recomendable.
Si hay algo indiscutible en esto de la música es que Scott McCaughey tiene un talento portentoso y fuera de duda. Tampoco aporta dudas su buen gusto y tal vez en lo único que podemos ponernos de acuerdo para quejarnos sería lo difícil que parece seguirle la pista con sus mil y una colaboraciones, bandas paralelas de amigos, producciones, músico de sesión, etc, etc... "The Baseball Project", lo de este mismo año con "Filthy Friends", y sobretodo con su The Minus 5 con los que también este año ha publicado una nueva colección de canciones después de su "Dungeons Gold" del 2015 o su más reciente y navideño "Dear December". Sigue con su colaborador de lujo, su amigo y mano derecha Peter Buck con quién empasta de maravilla y hace muy buenas migas, además de contar en esta ocasión, como en tantas otras, con Jeff Tweedy, Corin Tucker, Steve Wynn y John Moen. Esta nueva reunión de amigotes a priori parece imposible que no nos ofrezca tesoros sonoros, como así es, no vamos a engañar a nadie, pero personalmente creo que en general no llegan a los niveles de su anterior larga duración, aunque, ojo, que el disco es de notable absoluto.
Como digo, creo que al disco le falta algo de coherencia, algún nexo que una a las canciones y que hagan del paquete final algo con sentido y no simplemente una colección, estupenda, de canciones. Así por ejemplo nada tienen que ver las geniales y buenísimas dos primeras canciones. "Plascent Folk" me parece un tema sensacional, una canción que perfectamente podrían firmar nuestros añorados REM, en cambio "My Collection" es un trallazo rocanrolero que descoloca pero que atrapa sin piedad. Estupendo es poco. El aroma noventero sigue impregnándolo todo con "Beacon from RKO" para entregarnos inmediatamente el que puede que sea el mejor corte del disco, ese "Bleach Boys & Beach Girls". Chapeau. Entramos ahora en un periodo muy "sixtie", muy psicodélico. Primero con "My Master Bull" que tiene ese aroma a los Kinks del "Something Else" o a los Who de "Sell Out", luego, el sonido Beatle lo impregna todo en una "Beatles Forever" que no me acaba de convencer. Después de esta canción es cuando me asaltan las dudas y en mi opinión se pierde un poco todo a pesar que por ejemplo "MRI" y "Pink bag for rip torn" me parezcan notables. Así pues, otro de los proyectos del señor McCaughey ha visto la luz, otra colección más de canciones a prestar atención, que si bien no me acaban de engatusar del todo bien merecen nuestra atención.
The Minus 5 - Stroke Manor (2019): 01.- Plascent Folk/ 02.- My Collection/ 03.- Beacon From RKO/ 04.- Bleach Boys & Beach Girls/ 05.- My Master Bull/ 06.- Beatles Forever (Little Red)/ 07.- Message of Mother/ 08.- Well in Fact She Said/ 09.- MRI/ 10.- Pink Bag for Rip Torn/ 11.- Scar Crow/ 12.- Goodbye Braverman/ 13.- Top Venom
Viendo la segunda temporada de las nuevas aventuras trekis, sólo se me pasa por la cabeza lo rematadamente mala que es Star Wars, o como se han podido cargar un universo tan espléndido mitificado por todos aquellos que tuvimos una infancia ochentera. Sí, el renacer de Star Trek en forma de nueva serie de la mano de Bryan Fuller y Alex Kurtzman es excelente, y eso que contaba con el handicap de dejar de lado el Enterprise, a Spock y a Christopher Pike... aunque en esta segunda temporada y os adelanto que los recuperan magníficamente. Si la primera temporada fue una deliciosa sorpresa, esta segunda se reafirma y nos hace disfrutar de lo lindo con la hermanastra de Spock, Michael, como protagonista absoluta, los viajes en el tiempo y las misiones a nuevos planetas. Nada que no hayamos visto antes, nada inesperado pero con el respeto hacia la saga por delante de todo y con mucha clase y buenas dosis de humor cuando hace falta. Tal vez lo único reprochable es ese guión disperso que no sabe muy bien a donde nos lleva o, mejor dicho, que no se aclara en cómo llevarnos a donde quiere llevarnos. Por lo demás, es un disfrute visionar esta serie a la que del género sólo creo que supere The Expanse. Si os gustó aquella, y disfrutásteis de la T1 de Star Trek: Discovery no podéis dejar de ver esta segunda temporada. Muy recomendable.
Estamos de enhorabuena. El cantautor oriundo de Idaho, Josh Ritter, ha entregado esta primavera su nueva colección de canciones y como siempre, roza la excelencia. Poco a poco, sin levantar la voz, sin excentricidades, con clase y calidad a borbotones ha construido una carrera sólida sin fisuras. Creciendo a cada nueva entrega, enriqueciendo su propuesta y dejando con el culo al aire a cualquier otro cantautor coetáneo que intente hacerle sombra. No hay color. No hay comparación posible. Josh Ritter es el mejor en su estilo, el mejor de una generación, el mejor en mucho tiempo y este "Fever Breaks" solo hace que reafirmarme en estas impresiones, en estas certezas, en esta creencia. Ritter es de esos artistas que conocí de jovenzuelo una vez entrados en el nuevo milenio. Su "Golden Age of Radio" (01) se encuentra por méritos propios en la banda sonora de mi vida. Descubrimiento que le debo sin duda a mi hermano mayor, y por eso le estoy completamente agradecido. En 2003 "Hello Starling" confirmaba lo escuchado, y continuaba llamando mi atención pero sin duda fue con su siguiente álbum, su "The Animal Years" (06) cuando me hizo absolutamente suyo por los siglos de los siglos. A cada disco, a cada nuevo trabajo exceptuando su "Sermon on the rocks" (2015) con el que no llegué a conectar pero que rescataré sin duda por si no entendí la propuesta, me he reafirmado en su superioridad creativa y musical con respecto a otros artistas. Ejemplos miles: el favoritísimo "The Historical Conquest" (2007), la magia paulsimoniana de "So runs the world away" (2010), la belleza de "The beast in tracks" (2013) y por supuesto su penúltimo trabajo, su "Gathering" (2017), que me voló literalmente el cerebelo y le dio la vuelta cual calcetín a mi atomatado corazón. Ritter es, perdónenme ustedes, el puto amo.
"Fever Breaks" es su nueva colección de canciones. Un disco que ya desde su excelente y bella portada se encarama en mi lista de favoritos del año, y será muy difícil que alguien lo mueva del podium. Si Ritter ya nos parecía soberbio, en este nuevo trabajo se alía con nada más y nada menos que Jason Isbell y sus 400 Unit, así pues todo fluye a un nivel que deja prácticamente sin respiración. Isbell y Ritter estrecharon lazos durante sus giras del 2016 y 2017, y quedaron en trabajar juntos, en poner en común ideas, melodías y pasión. Ritter mira por el retrovisor a Dylan, mientras que Isbell y su unidad musical le prestan servicios cual The Band... Un lujo inesperado que dota al disco de una fuerza musical sin precedentes en los discos de Ritter. Siguen estando allí las referencias de siempre, además de la del gran y omnipresente BOB, encontramos las del gigantesco pequeñín Paul Simon, obviamente, pero esa fuerza que le da Isbell al guiso sirve para recordar al mejor Springsteen, a Petty, a los Truckers y a bestias de similar pelaje. Y a todo eso, sigue sonando a Ritter!!! sigue fiel a lo que nos gusta, a lo que queremos, necesitamos y amamos. Disco magistral. Disco esencial del año. Disco tremebundo y necesario como el agua.
Josh Ritter - Fever Breaks (2019): 01.- Ground Don’t Want Me/ 02.- Old Black Magic/ 03.- On the Water/ 04.- I Still Love You (Now and Then)/ 05.- The Torch Committee/ 06.- Silverblade/ 07.- All Some Kind of Dream/ 08.- Losing Battles/ 09.- A New Man/ 10.- Blazing Highway Home.
"Ground don't want me" es la encargada de abrir el disco y lo hace, como no, de manera magistral. Americanada de ritmo acelerado y pegadizo, de esas tonadas que te hacen suyas al instante. Folk-rock de libro, y estribillo de lujo. "Old black Magic" es más rockera, más oscura, más "Truckers", pero sigue siendo magnífica. Esta dupla inicial resulta ser atronadora, demoledora, increíble. Capas de guitarras por doquier gracias a la "400 Unit" que, porqué no decirlo, suenan de lujo y le sienta sensacionalmente a la música de Ritter, dotándola de otra dimensión, como también lo hace en "Losing Battles" ya por el final del disco, en la que también encontramos mucho de los "Trucker", mucha distorsión, mucho rock. Puede que estas tres canciones sean lo más destacable de un disco que nunca baja la guardia, que nunca tiene un despiste, un bajón, un momento de debilidad a pesar de indagar en los medios tiempos y en la siempre efectiva acústica. Ejemplos miles. "On the water" es una dulce maravilla. Puro Paul Simon, puro Ritter. Pure and easy. Luego llega la bella y delicada melancolía de "I still love you" y nos deja extasiados para toda la vida. Qué tema más bonito! qué pedazo de canción! qué estribillo para cantarle al cielo! . Ritter se pone el folk por montera con "The torch committee" donde sale a relucir su pasión dylanita y en "Silverblade" hace lo propio con el grandísimo Boss, ojalá el bueno de Bruce se remangase y decidiese hacer canciones así!. Con la simpática y alegre "All some kind of dream" me hace feliz. Yo no necesito nada más. De verdad, esto me parece sublime. Antes del final nos ofrece la ya comentada "Losing Battles" donde se nota mucho la presencia de Isbell y de paso recuerdan un algo a los Crazy horse", porqué no? para dar paso a "A new man", una canción sencilla, de cantautor puro y duro. Cierra el disco Ritter con la maravillosa y demoledora balada "Blazing highway home" en la que las guitarras acústicas se hacen protagonistas absolutas. Ritter firma un disco sensacional, otro más. Un disco que podríamos decir que es su mejor disco o no. Disco a no pasar por alto. Maravilla absoluta.
*post aparecido originalmente en Exile SH Magazine por Nikochan
"Alta Fildelidad" de Nick Hornby es un libro de cabecera para varias generaciones. Su versión cinematográfica con John Cusack como protagonista absoluto lo es también. De Hornby he leído muchas más novelas pero si nos centramos en su pasión musiquera destacaría su "31 canciones" y por supuesto su "Juliet, desnuda". La novela de "Juliet" me gustó, no tanto como la de "Alta Fidelidad" pero sí me gustó. Cuando me entero que su versión cinematográfica estaba ya en las salas de cine pienso que la veré sin duda pero tienen que pasar muchos meses para que pueda echarle un ojo. Si soy sincero no recuerdo muy bien como avanzaba el libro, o al menos esa es mi impresión al ver el film puesto que tengo muchas dudas de que todo pase exactamente de la misma manera, Me hizo dudar pero no tanto para releer la novela. La historia trata sobre un matrimonio sin hijos, algo aburrido y finiquitado. Duncan y Annie (interpretados muy bien por Chris O'Dowd y Rose Byrne respectivamente) están al limite de la relación, ella quiere tener un hijo cuando había decidido que no y Duncan sigue con su pasión, su enfermiza pasión por un cantante y su disco fetiche que le lleva a dirigir una web de fans sobre el desaparecido Tucker Crowe, al que interpreta con cierto carisma un siempre insulso Ethan Hawke. La aparición de unas tomas caseras, "desnudas" de las canciones del disco fetiche "Juliet", desencadenan la ruptura de la pareja y la vuelta a la vida pública de Tucker que comienza una relación de amistad con Annie con la consecuente rabia de su ex. El film no pasa de amable y correcto. Se ve con facilidad pero no aporta nada diferente ni nuevo. No es "Alta fidelidad". Para nada. Una comedia romántica concierto pose musical que gustará a cualquier público. La banda sonora está muy bien, creo que canta de verdad Ethan Hawke... Hay muchas versiones como la del Kinky Ray "Waterloo Sunset" en una escena mítica, y cositas de Robin Hytchcock y Wilco... Como digo, un film de manta y sofá para un domingo tarde.
Siempre me han gustado los trabajos de Howe Gelb. El de Pennsylvania siempre me hace disfrutar con su clase y su buen hacer, tanto en sus innumerables colaboraciones, en solitario o con sus Giant Sand, banda siempre a reivindicar. En los últimos años dos han sido los trabajos que me han robado el corazón. Aquel "Gian Giant Sand: a country rock opera" del 2012, y sobretodo el sobresaliente "The Coincidentalist", favorito entre favoritos. Sin embargo, tengo que reconocer, que su anterior trabajo pasara sin pena ni gloria por el hogar nikochiano. No porque no tuviese calidad, puesto que "Future Standarts" (2016), estaba repleto de buenas canciones, sino más bien por un desinterés propio o una falta de conexión anímica en aquella época con el amigo Howe. Prueba de ello es que su nuevo trabajo, su "Gathered", me parece una continuación de aquel, y por supuesto sí me está pareciendo notable. Este nuevo disco de Mr Gelb es algo cajón desastre, es algo tirar de clasicismo, de clase, de sobradez musical... Hay country-jazz, instrumentales, hay standarts, hay versiones estupendas y colaboraciones de lujo como la de su buen amigo M Ward, Anna Karina, The Lost Brothers, o la de su propia hija, Talula Gelb. No es el mejor disco de Gelb, tampoco es un resbalón. Su calidad es indiscutible pero entre su larga y variada discografía (que es difícil controlar del todo) no estaría en el top ten, aún así cada escucha consigue enamorarnos algo más.
Howe Gelb - Gathered (2019): 01.- .On The Fence/ 02.- A Thousand Kisses Deep/ 03.- Not The End Of The World/ 04.- Anna/ 05.- Give It Up/ 06.- The Open Road/ 07.- Moon River/ 08.- Flyin’ Off The Rails/ 09.- Gathered/ 10.- All You Need To Know/ 11.- The Park At Dark/ 12.- My Little World/ 13.- Presumptuous feat. Kira Skov/ 14.- Storyteller/ 15.- Steadfast.
Gelb abre con la estupenda "On the fence". Una marca de la casa donde el recitado, la clase y belleza comparten un delicioso momento. M War aparece en la estupenda versión de Cohen, "A thousand kisses deep". Sin duda estamos ante una maravilla que bien vale un disco. "No the end of the world" seduce con ese piano jazzístico, ese recitado que deja al oyente en cueros. "Anna" es uno de esos instrumentales exquisitos que hay en el disco como "The open road", en medio de ambas nos topamos con un temazo: "Give it up". Y después de todo esto la preciosa versión de superclásico, el Moon river, en la voz de su hija Talula suena inocente, suena precioso. La segunda parte del disco no baja para nada el nivel. Favoritísimas "Flyin' off the rails" (que es puro Gelb) y sobretodo "Gathered" que es un despelote entre un Cash agotado y un Cohen asilvestrado. Lujo. Hay después más country-jazz como el de "All you need to know" y "My little world", sinolvidarnos de ese toque "spanish" de "The park at dark". Del que queda, me quedo con esa "Storyteller" que suena de lujo, pero no quiere decir que "Presumptuous" o "Steadfast" no sean estupendas, que lo son, ni que desentonen, que no lo hacen, simplemente que esta "Storyteller" es una de las canciones de un disco para paladares distinguidos y exigentes.
La razón principal para decidirme a ver "Patrick Melrose", la miniserie de cinco episodios basada en las novelas autobiográficas de Edward St Aubyn, es sin duda la presencia de Benedict Cumberbatch. Sinceramente lo borda aunque también he de decir claramente que el mejor de sus episodios es en el que él no aparece. Cosas de la vida. Estamos ante la historia vital de Patrick Melrose, un aristócrata inglés que no ha tenido que trabajar prácticamente en toda su vida pero que como iremos descubriendo habrá pasado todo un infierno personal en su niñez lo que le provocó una difícil y problemática adicción a todo tipo de drogas. No pienso contaros nada más de la historia, y sí, ya sé que con esto que os digo tal vez no consiga llamar vuestra atención, pero estamos ante una obra fascinante y completamente absorbente. El ritmo es lento pero firme, las interpretaciones magnífica. No sólo la realizada por Cumberbatch, también las de Jennifer Jason Leigh, Hugo Weaving, Blythhe Danner, Anna Madeley, Holliday Grainger, Indira Varma, etc, etc... Por poner una pega, algún que otro maquillaje no me acaba de convencer pero... sin duda estamos ante una de esas series fuera del radar habitual que están por encima de la media. Ah! y la banda sonora es fantástica.
La marcha de Simone Felice dejó huérfanos a los hermanos que desde "Yonder is the Clock" habían perdido algo el rumbo o mejor dicho, habían perdido la magia y la belleza sonora de Simone como bien se ha ocupado de mostrarnos en sus trabajos en solitario como por ejemplo en aquel espléndido "Strangers" del 2014. Si bien sus últimos discos no eran un desastre, tampoco eran imprescindibles. "California, Florida" (2011), "Favorite Wairtress" (2014) y "Life in the dark" (2016) tenían sus cositas, sus canciones "felicianas", esas que se les presuponen y se les demandan, siendo "Life in the dark" algo superior, como indicando que estaban de vuelta. Con su nuevo trabajo, su "Undress" algo de eso hay, pero los Felice Brothers sin Simone, son como el Madriles sin Cristiano, o el Barça sin Messi... Así que sí. Su nuevo disco está por encima de lo entregado en otras ocasiones pero sigue faltándole ese punto de magia, de mojo, de un no sé qué, que antes tenían y ahora parece que andan buscando. Hay vida después de Simone? pues claro que sí, y este "Undress" lo demuestra. Un retorno a la inspiración, a un sonido, a unas canciones campestres y bonicas que nos hacen pasar un buen rato, nos sientan bien, nos complacen, animan y dan cariño. Ian y James Felice consiguen esta vez una colección de canciones acordes a lo que esperamos de ellos, y lo hacen con la ayuda de Will Laurence a la batería y Jesske Hume al bajo. Suenan a Dylan y la Band, suenan campestres y alegres, suenan estupendos, qué coño, y si ustedes se deciden a darles cancha y escuchas descubrirán un disco que les sorprenderá. No porque sea sobresaliente sino porque puede que acabe por atraparnos por sorpresa y a pie cambiado.
The Felice Brothers - Undress (2019): 01.- Undress/ 02.- Holy Weight Champ/ 03.- Special Announcement/ 04.- Nail It on the First Try/ 05.- Salvation Army Girl/ 06.- Poor Blind Birds/ 07.- TV Mama/ 08.- The Kid/ 09.- Hometown Hero/ 10.- Jack Reminiscing/ 11.- Days of the Years/ 12.- Socrates
The Felice Brothers - Undress (2019): 01.- Undress/ 02.- Holy Weight Champ/ 03.- Special Announcement/ 04.- Nail It on the First Try/ 05.- Salvation Army Girl/ 06.- Poor Blind Birds/ 07.- TV Mama/ 08.- The Kid/ 09.- Hometown Hero/ 10.- Jack Reminiscing/ 11.- Days of the Years/ 12.- Socrates
La canción que da nombre al disco es la encargada de abrirlo también. Un medio tiempo con aroma a setentas y algo del buen Elton en el retrovisor. Una canción más que notable y bastante radiable, puede que por eso ha sido uno de los singles de presentación. "Holy weight champ" es una de mis favoritas. Esa forma de narrar, esa manera de avanzar, de hacernos sintonizar con una melodía demoledora y simple, fantástica. "Special announcement" es una marca de la casa. Sonoridades de discos anteriores. Ritmo trotón y feliz, muy "feliciano", y unos arreglos magníficos. El mítico acordeón se luce en la magnífica "Nail it on the first try" mientras que en "Salvation army girl", que es una de mis favoritas muestran un rocanrolito que bebe de Petty y de, obviamente, la new wave Costelliana. "Poor blin birds" tiene ese pianito inicial y esa cadencia tan neilyounguera que enamora de primeras y pasamos el ecuador del disco con la oscura y atmosférica "Tv Mama" que es otra de mis favoritas. A poco que le vayáis dando escuchas al disco podréis comprobar como parece que los hermanos Felice han retomado un algo, o bastante, la inspiración y el buen tino aunque les falte todavía un pelín para llegar a obras pasadas excelentes. "The Kid" entremezcla la balada típica americana con el country de carretera, como unos The Band tristones. "Hometown Hero" recuerda un algo al Springsteen de las Seeger sessions, en un tema excelente que sin duda es uno de los mejores del lote. De lo que queda, hay que destacar sí o sí "Days of the years" que huele, sabe, y se mira al espejo de Dylan. Antes, "Jack Reminiscing", trotaba despreocupada, y después con "Socrates" ponen punto y final de manera notoria un retorno a destacar y a recomendar, a saborear y a disfrutar. No será el disco perfecto pero nos dará grandes momentos, de eso estoy seguro, y al final de año, al menos un servidor lo tendrá presente entre sus favoritos.
En mis lecturas de lo fantástico de los últimos tiempos, he de reconocer que los libros de John Ajvide Lindqvist están entre mis favoritos, entre mis lecturas más reconfortantes, y suelen ser siempre mis primeras recomendaciones. Conoceréis a este autor sueco por Déjame entrar, por la película (tanto la sueca, mucho mejor, como por la yanqui) y algunos por el libro que vendieron muy bien después del film del 2008. Además de aquella estupenda historia os recomiendo "Descansa en paz" y sobretodo "Puerto Humano". No hay demasiadas traducciones más de los libros de Lindqvist al castellano, y de momento no hay ningún libro pendiente en llegar a nuestras librerías pero tampoco ha perdido el tiempo. A final del año pasado, y estrenada este 2019 en España, ha llegado la adaptación de una de sus novelas cortas, Gräns / Border, sacado de una recopilación de pequeñas historias tiruladas "Let the old dreams die". Para llevarla al cine cuenta con el siempre interesante director Ali Abbasi (su "Shelley" me pareció notable), y con él mismo como guionista además del propio Abbasi e Isabella Eklöf. Estamos ante una historia con toques fantásticos obviamente, pero que habla sobre la exclusión social, lo diferente y la maldad del ser humano. Tenemos a la poco agraciada Tina como protagonista, trabajando en la aduana gracias a su olfato hiperdesarrollado. En una de sus detenciones conoce a Vore por el que se siente extrañamente atraída... A partir de aquí soltaré algún spoiler así que ... avisados quedáis.. Tina no es humana, ni Vore. Ni Tina se llama Tina. Ella como él son Trolls y es por eso que no encajan en este mundo.... Y.. Fin del mega-spoiler..... La historia que de primeras es tímida y desconcertante, se va haciendo grande en cuanto la fantasía hace aparición, te va llevando a su terreno, te atrapa y no te suelta. Una pequeña película fantástica, con toques románticos y moraleja final. Simplemente fascinante.
Elegantes sonidos americanos con acento francés grabados en el mítico Rancho de la Luna en el Joshua Tree californiano de la mano de ex-Succes James Eleganz con la inestimable ayuda del mítico Toby Dammit y Mike Watt de los Minutemen que sin duda hubiesen pasado inadvertidos por un servidor si el maestro y gurú musical Bernardo de Andrés no nos hubiera recomendado en el siempre necesario y muy reivindicable Rock The Best Music, o en su Tocadiscos Dual. Si alguien con ese buen gusto y esa sabiduría recomienda un disco sin duda es nuestro deber como entes con cierta inteligencia acercarnos a él y comprobar si lo dicho nos convence, nos engatusa, nos embruja y nos deleita. Estamos ante una colección de canciones con cierto romanticismo desértico, amor perdido y dolorosa melancolía. Algo similar a lo que el americano afrancesado de Harlan T Bobo nos ofrece en muchas ocasiones. Ambos emparentados en un estilo de americanismo europeizado pero con los viajes intercambiados. Con esas referencias debía escuchar un disco que debía enamorarme pero que no ha acabado por robarme el corazón. Pero cuidado, no estoy diciendo que el disco no sea notable, que lo es, estoy diciendo que no ha acabado por dejarme en cueros. En global hay algo que creo le falta al disco y me es difícil de explicar, una sensación, una conexión particular. De todas maneras hay canciones magníficas como la inicial "Lasso the Moon" o la siguiente, esa "The horse song" que tal vez sea mi favorita del lote, pero por ejemplo, a mi particularmente la muy aplaudida "Consolation" no acaba por gustarme. La tripleta incial que se cierra con la excelente canción que da nombre al disco, "The only one", es más lo que un servidor buscaba, y cuando Eleganz rebusca en un sonido más glamero es cuando me despista aunque ese sonido, ese que bebe de Reed, Bowie y similares como en "Hide away" es lo que me gusta precisamente del citado Harlan T Bobo. Estamos ante un disco interesante, un disco elegante que no único. Una colección de canciones que descolocan un algo como por ejemplo ese cierre con "The Wedding Song", pero unas canciones que deben escucharse con suma atención pues joyas como "Better Man" no se encuentran cada día.
James Eleganz - The Only One (2019): 01.- Lasso the Moon/ 02.- The Horse Song/ 03.- The Only One/ 04.- Hide Away/ 05.- Forgive Me, Forget Me/ 06.- Consolation/ 07.- Better Man/ 08.- Every Time I’m with You/ 09.- The Last Walk/ 10.- The Wedding Song.
Todo llega a su fin, excepto las novelas de George RR Martin que nunca sabremos si llegaremos a leer. Martin se vendió al mejor postor, a HBO. Cogió la pasta y corrió. "Canción de Hielo y Fuego" eran y son unas novelas increíbles que el mundo normal descubrió de golpe y porrazo gracias a su adaptación televisiva que acabó por dar caza a los libros, avanzar en su historia y por tanto, inventar lo que debe o no pasar, porque aunque Martin esté supervisando, vendió su producto y allí dejó de tener voz y voto, muestra es que los libros, si es que llegan, según él puede que no acaben de la misma manera que la serie. Y en eso estamos. La serie. Ocho temporadas que a partir de tal vez la cuarta comenzaron a desvariar. Dejaron de ser más parecidas al libro para abrirse a todo el mundo. Había menos sangre, menos puterío y menos putas. Personajes desaparecidos en televisión que en el libro eran importantes o parecían, líneas argumentales de más de doscientas páginas eliminadas de un tirón, acciones absurdas impropias de la personalidad de nuestros personajes favoritos. Fallos temporales, fallos de guión y alguna que otra ridiculez. Aún así soy de los que se ha sentado con ansia para ver esta última temporada a pesar que la T7 de Juego de Tronos me pareció muy pero que muy decepcionante. No haré spoilers. Tranquilos, aunque me muera de ganas. El final es un final que a muchos no gustará pero es un final lógico aunque bastante sosaínas. Y lógicamente, HBO, se ha preparado el terreno para varios Spin-off... el primero que pasa muchos años antes de lo visto y sucedido, y que dicen hablará sobre los caminantes blancos llegará pronto, por Navidades dicen, y se llamará "Bloodmoon". Y visto el último episodio, pues las aventuras y desventuras de Arya al oeste de poniente no creo que tarden en llegar... Aij, perdón, mini-spoiler!! Serie más que correcta. Técnicamente es un prodigio. Un placer que llevasen una de mis sagas favoritas a la televisión y tan bien realizada, lástima que no colmase mis expectativas como para otros muchos. COmo ya pasará con "El señor de los Anillos" y "El Hobbit", nunca estaremos contentos, pero sus versiones son más que dignas. En el caso de "los tronos" me hubiese gustado algo más de fidelidad al libro, y que lógicamente Martin los hubiese acabado antes que llegase la serie y su "final alternativo" o no, nunca lo sabremos. Y ahora sí: SPOILERSSSS!!!: todos los Stark acaban donde querían. Snow al otro lado del muro, Sansa como Reina después de las enseñanzas de meñique, Arya como aventurera y Bran.. bueno, en un trono de ruedas y madera que no de hierro... Excepto los Lannister de quienes me declaro fan con Tyrion de mano (obviamente) y los locos Targaryen con Daenerys cadavérica y fulminada ( o no?) con su dragón de parranda.., las otras casa han carecido de importancia y algunos personajes han tenido demasiada... incomprensiblemente. Y nada más, que esta última temporada deja un final lógico y sin sorpresas, pero no horrendo, y deja dos episodios hollywodienses excelentes y mal sabor de boca por adulterar una historia oscura y complicada que finalmente se queda en poco o nada. Podía haber sido mucho mejor, claro, pero deseo que muchas de mis sagas literarias de fantasía cuando lleguen a televisión o al cine, como por ejemplo la saga de Rothfuss, tenga ese nivel y ese buen empaque.... y.. siempre mejor los libros, siempre....