Purslane - Purslane (2018)


Revisando mi colección de discos me centro en aquellos provenientes del Norte. En Suecia siempre se ha hecho muy buena música, de todos los estilos y para todos los gustos, y un servidor cuenta con un buen puñado de discos que van del precioso folk de The Tallest Man on the Earth al rock avasallador de The Hives y The Hellacopters, hasta el perfecto clasicismo rock de The Soundtrack of Our Lives, sin duda la mejor banda de rock salida de la península escandinava en los últimos veinte años. Aquel "Behind the Music " del 2001 me sigue pareciendo una obra maestra de la música independientemente de donde venga. En 2018 creo haber encontrado un remedio al vacío creado por la desaparición de aquella banda. Tengo la sensación que "Purslane" pueden ser otra magnífica banda a tener en cuenta. De momento conocíamos su Ep homónimo (Purslane EP, 2016) en el que la banda formada por Michael McGowan (voces, guitarra, armónica), Sara McGowan (percusión, voces), Birgitta Fryklund (bajo, voces), Wilhelm Söderquist Wermeli (guitarra solista y voces) y Nicklas Sternegård (guitarra y voces) demostraban de lo que eran capaces. Cuatro canciones excelentes que tomaban el relevo de TSOOL desmarcándose un poquito de su clasicismo rock condimentándolo con la frescura indie de final de los ochenta principios de los noventa ya sea acercándose a REM o Pixies, e incluso dotándole de frescura con el rock canalla típico británico de las últimas dos décadas y añadiendo pequeñas pinceladas tipo Replacements y similares. Es decir, todo aquello que más nos gusta. No os miento ni exagero. Aquel Ep formado por "Pocket full of posies", "From a book of dreams pt.2", "I am and so I do" y "Cinnamon Freckle" fue una excelente carta de presentación que se vio reforzada al escuchar el primer single del disco que hoy nos ocupa. Dicho single, el excelente "Johnny Disco" abre su nueva colección de canciones que cuenta además con "From a book of dreams pt.2" y "Cinnamon Freckle" repescadas del ya comentado maravilloso Ep.

Michael McGowan y sus Purslane consiguen entregar una colección de canciones frescas y llenas de vitalidad. Canciones que llevan el rock clásico en su ADN y que se acercan al vital indie-rock de final de los ochenta principios de los noventa sin olvidarse de darnos ciertas pausas con un folk de siglo XXI. "Johnny Disco" que como os decía es el single de presentación es la encargada de abrir el disco con unas guitarras punzantes y cargadas de energía. Los redobles a la batería te llevan inevitablemente a recordar al bueno de Moon the Loon, y así un servidor conecta en su cabeza a la banda de Karlstad con la de mis favoritísimos Who liderados por Townshend. Es un tema incendiario. Una canción magnífica que ya es una de las favoritas personales del año, que vale su peso en oro y justifica por sí sola la adquisición del disco. Después de este temazo que te deja sin aliento nos dan una buena dosis de felicidad y positividad con la ya conocida, pero no por ello menos placentera y sorprendente, "Cinnamon Freckle". Una joya. Un tesoro. Un oasis de felicidad. La guitarra inicial lo dice todo, y la voz de McGowan encandila y obtiene magia cuando se ve arropado por las celestiales voces femeninas.  Power-pop de libro.


Purslane - Purslane (2018): 01.- Johnny Disco/ 02.- Cinnamon Freckle/ 03.- Salty Midnight/ 04.- 44 Maggie/ 05.- Lonely Weather/ 06.- Robot Kisses/ 07.- American Arms/ 08.- From a book of dreams pt.2/ 09.- Allright/ 10.- The Summer Sting.

Un hipnótica armónica da comienzo a "Salty Midnight", un tema precioso y positivo que me hace esbozar una sonrisa de felicidad y, porqué no, de placer. Los teclados de fondo son una belleza, así como los coros. Una maravilla que nos lleva de la mano a otra de mis favoritas. Hablo, como no, de "44 Maggie". Tanto en la canción anterior como en "44 Maggie" la voz de McGowan  me recuerda al  estilo de John McCauley, más cuando se pone suave en Deer Tick o con los Middle Brother que cuando le da por atacar el rock en Diamond Rugs. La dylanesque está presente en "Lonely weather" y eso nos encanta aunque está presente también aquel garage de Detroit de principios de milenio, un algo del primerizo y divertido Jack White y algo, obviamente, de los Pixies. "Robot Kisses" tiene algo de Lou, del gran Lou, del juguetón y desenfadado Lou. Tiene el tema algo de glam, si la canción tuviese algo de energía todo se vería más claro, y es fácil imaginarla de esa manera aunque es más difícil imaginar a McGowan con un traje de lentejuelas y plataformas. Un tema delicioso. "American arms" es un tema donde la batería brilla, un tema atmosférico con cierto toque pop. Particularmente creo que es la canción más floja del disco aunque sirve de puente para llevarnos hasta otro gran tema del disco, que ya apareció en el EP, hablo como no de "From a book of dreams pt.2" que tiene como punto fuerte esas guitarras tan noventeras. Imposible no caer rendido a este tema si viviste aquella poco valorada década. La acústica "Allright" se encarga de enseñarnos el camino hacia el final, y lo hace con delicadeza y un buen gusto descomunal. Otra vez hay esencia Dylan y eso solo puede sumar. El final llega con "The summer sting" donde otra vez la armónica hace acto de presencia aunque esta vez no es el tono de Dylan sino el tono de Neil Young el que sale de esa armónica. Ese tono que tanto copia Ryan Adams, ese toque que nos pone la piel de gallina y que nos hace enamorarnos del country-rock. Enseñan de esa manera otro estilo más, y nos muestra ese toque más americano, más country-folk que tiene Michael McGowan cuando se enfunda el traje de The Satchel Kid, a pesar de eso, el tema pasado el ecuador se electriza como le gustaba hacer a Jack White con los White Stripes.... Estamos ante otro gran tema del disco, un cierre perfecto que hace que queramos volver a darle al play, una y otra vez, en perfecto y extenuante bucle. Purslane firman un disco debut sensacional que nadie en su sano juicio debería perderse, una joya sueca, un disco que con total seguridad estará entre mis favoritos del año. 

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