"700 000 rednecks"


"La chica del Tren" hacia mucho tiempo que habitaba en mi mesa junto a tantos otros libros pendientes, había llegado allí a préstamo debido a una recomendación pero tal era el tiempo pasado que comenzaba a darme algo de vergüenza el no haberlo ni comenzado. Además estaba el efecto "bestseller" que me tiraba para atrás, pero claro está que de vez en cuando caigo también en las redes de los superventas, no soy para nada diferente al resto. A favor, y sí en mi caso es a favor, había una adaptación cinematográfica que tengo pendiente, la cual me apetecía ver una vez leído el libro, y una vez leído os digo con sinceridad que no es para tanto pero que sí ha conseguido engancharme un algo, sino, no me explico como en dos tardes me lo he leído entre niñas, playa y alguna que otra cerveza de más. Pero de qué va el libro? pues de una mujer que cada día coge el mismo tren y cada mañana durante su viaje observa el día a día de una pareja, imaginando sus nombres y oficios.... Un buen día la ve a ella junto a otro hombre, y al poco desaparece... quedando como sospechoso su pareja...... Pues eso es, nada más y nada menos. Un thriller de esos con ínfulas misteriosas y agathachristianas ... Y vamos a ver, la historia engancha pero antes del ecuador del libro uno ya intuye/sabe quién es el asesino, porque no hay tampoco donde más elegir, no hay tramas secundarias de peso ni tampoco personajes de los que realmente sospechar, o porque sería demasiado fácil y obvio, o porque simplemente son personajes sin peso. La autora, Paula Hawkins, no es desde luego Agatha Christie, y no nos pone muchas dificultades para señalar al asesino aunque al comienzo no sepamos los motivos, más tarde se explica todo y parece una perogrullada de escándalo. No entiendo el revuelo que ha causado el libro, no es para tanto, es un libro correcto para leer en la playa o la piscina sin hacer trabajar en exceso a las neuronas. Veré el film, aunque ya sepa todo, sólo por comparar y ver la actuación de Emily Blunt que no me encaja nada en el papel de Rachel.... y ya veremos el film como nos deja el cuerpo, de momento la novela ni fú ni fa. Correcta sin más. 

"Fortitude" fue en su momento un soplo de aire fresco, una grata sorpresa, una gran serie que me mantuvo enganchadísimo durante los diez episodios de su primera temporada. El recuerdo era tan bueno que desde que la vi no he dejado de recomendarla. Entonces, sin previo aviso y pillándome a paso cambiado recibo la noticia de que su segunda temporada ya ha sido emitida y me lanzo como un loco a por ella sin recordar del todo donde lo habían dejado. La primera temporada era adictiva, intrigante y algo tramposa. El guión estaba lleno de trampas y enredos que no eran para tanto aunque lo pareciesen. La segunda temporada pierde el factor sorpresa y las trampas pero gana en intensidad. Sinceramente creo que es peor pero he seguido enganchado o igual o más aún. Al plantel de actores (de los que quedaron vivos) añadimos alguna que otra cara famosilla como la de Michelle Fairley, Parminder Grana, Ken Stott, Robert Shennahn y sí, Dennis Quaid (no estaba muerto, estaba de parranda...). Como decía, la historia no sorprende y la clave y la resolución son sabidas pero le dan una vuelta de tuerca con una gran compañía farmacéutica detrás del tinglado, brujería y chamanismo y como no, acción y algo de gore light que con algo de valentía podría haber sido la repanocha en la parte final... parte que vuelve a dejar abierta la historia para una tercera temporada. Poco más que decir, pues no quiero destripar nada, sobretodo si ni siquiera habéis visto la primera temporada. Si es así, si vuestro caso es el de la inopia televisiva pues no sé a qué esperáis. Fortitude, sin duda, os sorprenderá. 


REM/ OUT OF TIME (1991)/ RADIO SONG

 

Tras unos cuantos cafés y unas copas de más, a muchos apasionados de la música nos da por discutir a menudo en la sobremesa sobre cuales han sido las mejores bandas de la historia, y casi siempre hay un pequeño ramillete de grupos, tal vez media docena, que aparecen en todas las listas. A esos, no los vamos a nombrar ahora, bueno, ni a esos ni a ninguno, porque lo que me pasa por la cabeza ahora mismo es que para realmente llegar a ser una de las grandes bandas de la historia, además de lo que nos da el paso del tiempo, de su repercusión e influencia, y lógicamente de tener canciones y discos que quiten el hipo, es sin duda alguna el tener un sonido propio. A mi por ejemplo Wilco me parecen una banda soberbia, de las mejores de los últimos tiempos, una de mis favoritas, en cambio a Radiohead no los elegiría entre mis veinte favoritos, aún así y siendo justos creo que son más importantes que Wilco sobretodo cuando echamos la vista atrás. Los de Tweedy tienen más de una POM, no hay duda, pero los de Yorke, además de también tener obras maestras, tienen un sonido que de primeras les identifica, un sonido digamos que propio, que marcó tendencia e innumerables imitadores. Por ejemplo adoro a Jack White pero no deja de ser un plagiador ya sea de los Zepp, los Pixies o quienes se le pongan por delante, en eso del corta y pega es un maestro. The Decemberists serían otra gran banda que cada vez me suenan más a REM y por eso, aunque los adoro, no pueden llegar a cotas tan elevadas, y la banda de Athens es de esas bandas gigantescas con un sonido único y personal, como por ejemplo la Velvet, los Ramones, los Doors, Talking Heads... etc, etc.. bandas que no suelen aparecer en el podio pero que sin duda son esenciales. REM son en mi opinión la última gigantesca banda que ha dado la música, claro que hay grandísimos grupos, no jodamos, pero con ese nivel, no. 

Michael Stipe, Peter Buck, Mike Mills y Bill Beery formaron REM en 1980 y debutaron con "Murmur" en 1983, un disco que sin duda les coronó como reyes de la mal llamada música independiente o alternativa, qué más da. Y ese título se fue afianzando año tras año con disco como "Reckoning" (84), "Fables of the reconstruction" (85), "Lifes rich pageant" (86) y "Document" (87) disco con el que los conocí y me hice fiel seguidor aunque no fue ese año sino mucho más tarde. Después de aquello ficharon por EMI y nació "Green" (88) donde ya se percibían cambios, dejando un algo la austeridad y la electricidad por otras vías menos indies y más maintream como nos lo mostraron en 1991 con "Out of Time", un favorito personal de siempre por encima de su disco siguiente, sí, por encima del que todo el mundo opina es su obra maestra "Automatic for the people" (que lo es, no voy a engañar a nadie), pero es que "Out of Time" dejó huella en mi vida y cada vez que lo escucho se me eriza la piel y me vienen recuerdos hermosos de cuando no me afeitaba y pensaba en dejarme el pelo largo. Con los números en la mano "Out of Time" no tiene discusión, REM lo vendieron como churros, número uno en listas, había singles a cascoporro, vídeos promocionales que han quedado en la memoria del populacho. Tres años tardaron en retomar lo dejado en "Green", tres años que llevaron a la banda a un pequeño giro que les dio todo el éxito que parecían haber querido esquivar anteriormente pero al que estaban predestinados. con temas inolvidables con mucho gancho y que podemos acusar, a veces, de easy-listening, pero que esconden en sus letras un marcado tono de queja, de reivindicación política, aunque como digo lo que destaca por encima de todo son las guitarras acústicas, las melodías, la voz de Stipe. Todo eso haciendo magia, dando un tesoro.

REM - Out of Time (1991): 01.- Radio Song/ 02.- Losing My Religion/ 03.- Low/ 04.- Near Wild Heaven/ 05.- Endgame/ 06.- Shiny Happy People/ 07.- Belong/ 08.- Half a World Away/ 09.- Texarkana/ 10.- Country Feedback/ 11.- Me in Honey.

El inicio con "Radio Song" es mágico, con un tranquilo y dubitativo primeros segundos que de golpe y porrazo se aceleran al mismo ritmo que la guitarra escupe riffs bañados en funk y con la inconfundible voz de Stipe y un delicioso órgano que marca la diferencia entre una notable canción y una magnífica. El segundo tema del disco es la increíble y mítica "Losing my religion" que no por escuchada en millones de ocasiones deja de ser una POM en sí misma. Un clásico instantáneo, una deliciosa canción por la que muchos matarían, donde destacan las cuerdas y sobretodo esa mandolina final que se grabó hace muchos años en nuestro cerebelo y que marca un antes y un después en la carrera de la banda, dejando claro hacia donde se dirigían. "Low" es un caramelito envenenado. Una joya. Una de mis favoritas de la banda con las congas marcando el ritmo y el órgano de fondo vistiendo la canción mientras Stipe casi fraseando y en un tono vocal más grave de lo habitual va cocinando el tema a fuego lento hasta que el estribillo saca la cabeza y entonces nos embruja con suma facilidad. "Near will heaven" es pura orfebrería pop, muy noventera ella, muy juguetona ella con mil voces empastadas a la perfección, recordando a los grandes Beach Boys. "Endgame" es muy bonica, bonica del to, y sirve de magnífico puente hacia otra de las joyas del disco, esa festivalera "Shinny happy people" a la que muchos le tienen rabia pero que a mi me parece soberbia, y que tiene varios puntos a favor gracias a la presencia de Kate Pierson de B-52s que influye en la canción brutalmente, tanto que incluso el videoclip parece más de B-52s que de REM. Fantástica pieza que divide el disco en dos partes. "Belong" abriría esta segunda parte, una canción muy muy REM. Preciosa de cabo a rabo. Otra de mis favoritas personales es "Half a world away", es escucharla y ver de donde sacan la inspiración The Decemberists, podría ser o no de ellos? "Texarcana"tiene un inicio muy "smithero", además creo que fue la primera canción compuesta y cantada pro Mike Mills. "Country feedback" es una delas mejores canciones de la histórica banda aunque en muchas ocasiones nadie se acuerda de ella, adem´s cuenta con John Keane a la pedal steel..., casi ná. Finalmente cierra esta obra maestra "Me in honey" con algo más de energía pop, un riff magnífico del gran Peter Buck y otra vez la estupenda voz de Katie Pierson aunque con algo menos de protagonismo. A "Out of Time" a veces se le ningunea por ser el disco donde REM se abrió a mercados más accesibles y lógicamente por ser el disco antes de su "POM", su "Automatic fo the people", pero que no os engañen con críticas ninguneantes, con calificaciones baja. Sí, "automatic" es su Puta Obra Maestra, pero "Out of Time" también lo es, al menos para un servidor.

*Post aparecido originalmente en EXILE SH Magazine por Nikochan

Zhang Yimou y Matt Damon son dos conceptos que nunca debería haberse encontrado. El amigo Damon me cae bien pero es un regulero actor y un tipo listo eligiendo sus papeles y haciendo caja con sus películas pero lo de actor para él no es un arte, es un trabajo. Zhang Yimou sí es un artista, muchas de sus películas pasan por obras de arte del celuloide, pero últimamente parece venido a menos, y lógicamente "La Gran Muralla" es una prueba irrefutable de lo que digo. Una prueba y un desastre. La película cuenta la leyenda de la gran muralla china, leyenda que explica que no se creó para protegerse de los mongoles, sino de unos extraños extraterrestres. Con eso ya os lo digo todo. No hace falta explicar nada más ni razonar el porqué de la baja calidad del film. Ojo, que no en lo visual, en eso es excelente, ahí se han gastado un buen saco de piedrólares. La historia es un despropósito, como lo es esa mezcla de cine chino con Hollywood. Además de Damon ,salen en el film Pedro Pascal (el higüopota güevon de Narcos), el señor Dafoe (para siempre el Sargento Elías), Andy Lau y la bella Jing Tian.. pero con eso y mucho dinero no es suficiente. El señor Yimou nos da un pastiche en el que ni él se reconoce, Damon sí porque al ir al banco se sintió feliz aunque la taquilla haya sido un desastre (con razón). Estamos ante una historia freak de serie B, con pasta y buen casting pero sin guión lógico, al director no se le ha olvidado hacer planos bellos pero el film es en general un sinsentido. Y nada más que deciros, La gran Muralla es un desastre. 

El nuevo disco del ModFather Weller ya anda rondando hace unas semanas por el mundo, y un servidor sigue sin saber del todo si le encanta el disco, le decepciona un algo o simplemente es un notable más en su larga carrera. Es Weller coño, pero me pasa como con el disco de Ray Davies, me gusta y quiero que me guste, y eso puede ser un problema a la hora de afinar el criterio propio... De todas maneras de "A kind revolution" ya hablaremos largo y tendido en unos días o semanas, cuando el número de escuchas sean elevadas y la efervescencia de lo nuevo desaparezca por completo. Antes de ese nuevo LP, Weller, crea su primera banda sonora. "Jawbone" es el título de la película dirigida por Thomas Napper e interpretada por Johnny Harris que si no me equivoco es también el autor del guión. Película pugilística que veré, seguro. De momento solamente puedo opinar de esta pequeña colección de canciones  (hay ocho en total) que van de las estrictamente instrumentales a la balada bonica del to como es por ejemplo "The Ballad of Jimmy McCabe" y "Bottle", que es otro tesoro... pasando por el guitarreo de "Jawbone". A parte de las dos canciones, propiamente dichas pues el resto es casi todo instrumental, no estamos ante nada imprescindible ni destacable aunque vuelvo a decir que las dos baladitas son excelentes. Y nada más, volveremos a hablar en la Isla sobre Weller con su nuevo disco y como no, de el film al que pone banda sonora pues buena pinta tiene.

"Hatred"


La combinación entre BBC y los clásicos de la literatura siempre gustan en el hogar nikochiano. Si hablamos de Agatha Christie y sus "Diez negritos" pues ya ni os cuento. Bajo el título original del libro, el canal BBC One lanza una excelente miniserie de tres episodios de más o menos una hora de duración que nadie en su sano juicio debería perderse. Da igual si conoces al dedillo la historia o si es la primera vez que uno se topa con ella, la cosa funciona, y no solo lo hace gracias a la historia, al guión adaptado, sino que mucho tiene que ver la puesta en escena, el ritmo, la ambientación y por supuesto los actores implicados: Douglas Booth - Anthony Marston/ Charles Dance - Juez Lawrence Wargrave/ Maeve Dermody - Vera Claythorne/ Burn Gorman - William Blore/ Anna Maxwell Martin - Ethel Rogers/ Sam Neill - General John MacArthur/ Miranda Richardson - Emily Brent/ Toby Stephens - Dr. Edward Armstrong/ Noah Taylor - Thomas Rogers/ Aidan Turner - Philip Lombard... Todos más o menos conocidos en el mundillo televisivo y algunos más que otros también en la gran pantalla. La sinopsis aceptada es la siguiente: Ocho personas son invitadas a la isla de Soldier, una roca aislada, cerca de la costa de Devon. En la mansión no hay ni rastro de los anfitriones, tan solo dos sirvientes. En total diez personas que una a una irán muriendo en extrañas circunstancias... y lo peor de todo, el asesino es uno de ellos...  Y nada más, nada más que decir de este clásicos de la literatura muy bien llevado a la pequeña pantalla.


RAY DAVIES/ AMERICANA (2017)/ AMERICANA

 

No habrá disco de The Kinks y tampoco gozaremos de una reunión de los hermanos Davies, y siendo yo, como soy, un gran seguidor de la música de Ray Davies no sé porqué me alegro de ello. Sinceramente creo que no estarían a la altura y no me gustaría tampoco que quedara un mal sabor de boca con su deseado regreso, un mal recuerdo de su música, de su gran obra. Como digo soy un gran fan de The Kinks pero no soy ciego ni sordo. Nunca me gustó, por ejemplo "Soap Opera", incluso me parece un mal disco. Como tampoco creo que sus discos desde 1979 sean grandes trabajos. Siempre encontramos grandes canciones, singles a la altura de su leyenda pero la dupla "Sleepwalker"/"Misfits" dejó seco a los Davies, y decir eso no significa no amarlos, simplemente es reconocer que las letras de Ray ya no eran tan certeras y la guitarra de Dave ya no escupía riffs abrasadores como antaño. A todo esto nos topamos con sus carreras en solitario, que francamente, son más que intrascendentes. Sí, hay algunos destellos de magia, pero poco o nada a rememorar, a destacar. Recuerdo ver a Ray en su gira de "Storyteller" y parecerme un genio (lo que es, vamos). Estaba en plena forma y ese, sí que hubiese sido el momento perfecto para una reunificación, pero Ray siempre va al revés del mundo, y preparó canciones para dos discos en solitario que son muy pero que muy flojos, hablo de "Other's people life" (2006) y "Working Man's Café" (2007). Dos discos irregulares donde se hacía acompañar por una banda que no estaba al nivel deseado ni al merecido. Y vuelvo a repetir que canciones buenas había, de eso no hay duda, pero les faltaba algo. Les faltaba empaque, mejores acabados...  o simplemente fuese la eterna comparación a su pasado Kinky pues a eso no hay escapatoria alguna. "Americana" es su nuevo disco, su vuelta a la vida musical, a primera línea. Y como siempre genera disparidad de opiniones. Comparaciones al Ray pasado y al presente. Hay quién ve en esta nueva colección de canciones una vuelta a lo grande, ve una obra maestra, una muestra del poderío de Ray; otros, en cambio, ven un quiero y no puedo, unas canciones que de no ser de quién son pasarían de soslayo, o puede que todo lo contrario, si esas canciones fuesen del veinteañero que ha mamado Kinks toda su vida, tal vez sería aplaudido y convertido en multiventas. En esas estamos. Y personalmente, ni creo que "Americana" sea la puta obra maestra del año, ni que no estemos ante un auténtico disco notabilísimo muestra de "la arruga es bella". El disco es bueno, no hay duda, pero también unas cuantas canciones menos no le hubiesen ido nada mal. A todo esto, es imposible no destacar la presencia de los Jayhawks como banda de Ray Davies. Se notan, y se notan mucho pues su calidad es pasmosa. Son muy grandes y Ray ha sabido canalizar esa inmensa calidad en su beneficio, sonando no como Ray and the Jayhawks, sino como una banda nueva liderada por Ray Davies. En eso, el empaque del disco, su sonido, su atmósfera... es destacable. Y no, no es un disco de "americana", es un disco de un genio septuagenario inglés que siempre se ha sentido atraído por yanquilandia. Un notabilísimo disco independientemente de quién lo firme. 


Ray Davies - Americana (2017): 01.- Americana/ 02.- The Deal/ 03.- Poetry/ 04.- Message From the Road/ 05.- A Place in Your Heart/ 06.- The Mystery Room/ 07.- Silent Movie/ 08.- Rock 'N' Roll Cowboys/ 09.- Change for Change/ 10.- The Man Upstairs/ 11.- I've Heard That Beat Before/ 12.- A Long Drive Home to Tarzana/ 13.- The Great Highway/ 14.- The Invaders/ 15.- Wings of Fantasy.

Una notas tímidas y bellas al piano dan el pistoletazo de salida al nuevo y flamante disco de Sir Ray Davies. Entra la guitarra y la voz de Ray, viejuna pero deliciosa, que es arropada maravillosamente por los Jayhawks dando rienda suelta a la narrativa kinkiana... Es "Americana", la canción, un sobresaliente absoluto. Una canción made in Davies. Un tremendo pelotazo marca de la casa que podría estar en cualquiera de sus discos ochenteros, pues ese aroma se siente, se paleada y se disfruta. "The Deal" me parece sensacional. Muy brit-pop. Se nota la influencia de Ray en aquel pseudo-movimiento isleño, se nota su influencia sobre los Blur, pues es fácil imaginar a Albarn entonando e incluso firmando esta canción. Británica a no poder más. El estribillo es puro noventa, puro revival kinkiano. "Poetry" es otro de los grades temas del disco, mi favorito junto a "Rock'n'roll cowboys". Me hubiese gustado escuchar a Dave rasgando esas guitarras que por otro lado harían las delicias de los Pretenders de la Hynde, y que encajarían a la perfección en "State of confusion". Entonces llega el primer gatillazo, "Message from the road". Me da una destrempera absoluta. Pido perdón a los fans kinkys pero es así, no me gusta nada. Es aburrida, cansina y perezosa. Mientras que "A place in the heart" aunque es harina de otro costal y es divertida, puro cabaret, no me acaba de engatusar porque a mi ese toque a "soap opera" nunca me ha sentado bien, siempre se me ha indigestado. "The mystery room" me parece recuperar el rumbo. Me parece una más que notable canción. "Silent Movie" es un recitado que sirve para enlazar con otra de las grandes canciones del disco, "Rock'n'roll cowboys", donde encontramos al gran Ray. Así sí, Así de diez. Otra canción que creo que no está a la altura y se podría haber ahorrado es "Change for change" como "The man upstairs" que comienza con el clásico "you really got me" para seguir con el recitado al que no le veo la gracia... Suerte que se recupera con "I've heard that beat before" que es otra delicia muy kinky y porqué no decirlo también, muy Randy Newman. Esta canción es el inicio de uno de los grandes momentos del disco pues a continuación llegan un par de canciones notables. Primero "A long drive home to Tarzana" con esa "americana" kinkinizada en la que los Jayhawks destacan sobremanera, y luego con "The great highway" que es un pelotazo rockero que en manos de Dave sería memorable. "The Invaders" es una debilidad personal, simple pero efectiva, que nos lleva en volandas al final con "Wings of fantasy" que va con el piloto automático.

Vale, "Americana", la vuelta del genial Ray Davies, no es todo lo maravillosa y asombrosa que esperábamos o deseábamos, y esto es del todo surrealista pues queríamos algo fabuloso... De todas maneras estamos ante nuestro momento de suerte pues podemos disfrutar de nuevas canciones de Ray, quién demuestra que no estando a tope es capaz de firmar un buen puñado de temas que no andan lejos de sus últimas aventuras con The Kinks. Debatiremos si es o no un grandísimo disco, sinceramente creo que no lo es, pero como fan de The Kinks que soy, estoy totalmente entregado a él, disfrutando de los últimos coletazos de un genio. "Americana" es un disco notable, disfrutable tanto para fans como para oídos vírgenes kinkinianos. En fin, gracias Ray. OOoouuuhhh!.

Puede parece que "Comachería", el film dirigido por David Mackenzie, sea poca cosa. Pero estamos sin duda alguna ante un film magnífico. Sin fuegos de artificios, cimienta su calidad en unas actuaciones poderosas y en un guión, obra de Taylor Sheridan (Sicario), sobresaliente. Es esta "Hell or high water" un western en toda regla en el que dos hermanos deciden atracar las sucursales de un banco al cual le deben la hipoteca de su rancho el cual están a punto de perder. Los hermanos están interpretados notablemente por Chris Pine y Ben Foster, mientras que el punto interesante lo pone el sheriff que les persigue, un viejuno y como no espléndido Jeff Bridges. La película fue nominada a cuatro o cinco premios Oscar el año pasado y lógicamente no se llevó ninguno, pues es una película, como ya he dicho antes, sin fuegos artificiales. La historia atrapa y no podemos despegarnos del asiento hasta ver a donde nos llevan todos esos atracos. Nos llevan hacia algo que no por sabido deja de interesarnos, pues no es el final del viaje lo que nos atrapa sino el viaje en sí mismo. En fin, que esta llamado western social es nada más y nada menos que cine en mayúsculas, una historia dura y real como las novelas de McCarhty, ya sean "La Carretera" o "No es país para viejos", por poner dos claro ejemplos de novelas suyas que han dado el salto al cine. Esa atmósfera de cruda realidad, de decadencia y amargura. Un film con una fotografía descomunal y una banda sonora a cargo de Nick Cave y su compinche Warren Ellis muy interesante. Peliculón, para qué decir más. 

En 2014 sentí un flechazo al escuchar el disco de "You Me and Apollo" llamado "Sweet Honey", y lo hice tarde y mal pues el maestro Johnny JJ me había insistido en que era uno de esos discos que uno no puede dejar escapar. Como siempre, llevaba toda la razón. Pues bien, fue escuchar la voz de Brent Cowles y tener una erección durante meses. Allí sí había banda a seguir, sí había un artista de verdad, y un músico e interprete genial. Desgraciadamente después de aquel disco se informó de la disolución de la banda, y tal como llegó a mi vida Cowles se esfumó, dejando un gran vacío en el hogar nikochiano. Por suerte Brent Cowles está de vuelta, y lo está en solitario y con un EP bajo el brazo que responde por "Cold Times". Cinco nuevas composiciones que demuestran y confirman que Cowles es una animal, un mñuscio descomunal que promete darnos grandes alegrías. La primera de las canciones, "Lift me up (leave me here)", deja claro ante lo que nos encontramos. Rock de alto copete, por el que seguro que Jack White y sus Raconteurs matarían. "Cold Times" es otro temazo. La voz de Brent es un despelote y ese final que invita al gospelito ya ni os cuento. En "Maybe we're fine" raga más la voz y se da un aire a los "Diamond Rugs", cosa que no me encanta y me alucina, aunque su voz es más popera que la de McCauley que tiende más a rockear. "9th & Lafayette" es otro tema descomunal, como todos los de este EP para qué engañarnos no?. En este caso me recuerda muy mucho a Ryan Adams... y es que yo soy muy de buscar parecidos, lo siento, pero es imposible que no me venga ala cabeza el geniecillo de culo inquieto de Jacksonville. Cierra el EP Cowles con "Hold Up", otro trallazo. Y nada más. Esto es todo, que no es poco. Un EP magnífico que nos deja con muchas, muchas ganas de un LP. 

Brent Cowles - Cold Times (EP, 2017): 01.- Lift me up (leave me here)/ 02.- Cold Times/ 03.- Maybe We're Fine/ 04.- 9th & Lafayette/ 05.- Hold Up.


Hickman y Lowery o Lowery y Hickman, o lo que viene siendo lo mismo: Cracker; no veían de gira para presentar disco alguno, no había nuevas canciones que mostrar y puede que por ese motivo no suscitaran esa efervescencia que si apareció en su última visita a Barcelona en la sala Music Hall. Por suerte para muchos, la sala escogida fue un acierto. La Sala 2 de Apolo es una maravilla para ver a bandas gigantescas en familia, pues como viene siendo habitual la entrada no superó los doscientos asistentes. Un placer verles de esa guisa. Cercanos e infalibles. Y sí, digo infalibles porque su calidad está muy pero que muy por encima de la media. Hickman está sin duda en estado de gracia. Es un guitarrista TOP, mientras que Lowery, se mostró algo más adormilado aunque cuando atacaba los éxitos de sus dos primeros discos nos ponía todo de punta. Más o menos el cancionero fue el de los otros conciertos en tierras peninsulares, tal vez eché de menos la maravillosa "Almond Grove" de su último disco, y es que ese doble disco, ese "Berkeley to Backensfield" es gloria, y me extraña que no toquen más del primer disco, del más rocanrolero pues todas sus canciones encajarían perfectamente junto a sus clásicos himnos: "Teen angst", "This is cracker soul", "Sweet potato", "Low", "Euro-trash girl", "The golden age", "Get off this"... muchos de los cuales sonaron, casi todos.... Un deleite. Siempre volviendo al sonido americano, al del blues-rock, incluso al maravilloso country de "California country boy". Comentaba el populacho que no fue su mejor actuación, y puede que lleven razón pues un servidor nada más ha podido verles en directo en un par de ocasiones, pero seguro que nadie discute la calidad, yo un algo la duración pues se me hizo muy corto y creo que lo fue. Una hora y media más o menos. Sin casi concesiones al escaso público que allí se encontraba. Pero ninguna queja más, únicamente ésta pues hubiese estado escuchándoles toda la noche y más, pues cada vez que les escucho ya sea en directo o en sus discos me parece más y más grandes. Y su primer e impresionante disco, debido a este concierto, vuelve a sonar sin cesar en el hogar nikochiano.


Muy buenas crítica había recibido la serie "Six" que se emite a través de HBO pero que si no estoy equivocado ha sido producida por el canal americano History. Estamos ante una miniserie de ocho episodios, que al parecer tendrá una segunda temporada, en la que nos explican la historia de un grupo de Seals, su día a día, sus inquietudes, miedos, relaciones... y como no, sus misiones de salvamento y asalto. Dicen que representa muy bien el trabajo de estos soldados de operaciones especiales y que incluso la serie parte de un hecho verídico. Personalmente la serie no me ha convencido, la acción está muy bien tratada no así el argumento y los personajes. En cuanto a la historia es de lo más convencional, sin espacio para sorpresas pero lo peor son algunos diálogos y como están perfilados los personajes, los Seals y sus familias. La serie está protagoniza por Walton Goggins (The Shield, Justified...) y es el único que cumple. Poco que decir más de esta serie bélica de propangada americana, guión de primaria y factura impecable, bueno sí, que no la veáis.


Pokey LaFarge/ Manic Revelations (2017)/ Better Man Than Me

 

Con media docena de discos ya publicados se puede afirmar que Andrew Heissler o lo que es lo mismo, Pokey LaFarge, es un artistazo del copón bendito. El de Illinois lleva una década entregando canciones maravillosas que beben sin disimulo del swing, el blue-grass, el folk, la dixieland, el country e incluso el soul. Si de algo se le puede acusar a Pokey es de no ser nada moderno, de vivir en un estado retro perpetuo, aunque posiblemente eso sea más algo positivo que un reproche. Un servidor le conoció con su disco del 2013, su "Pokey LaFarge" resultó ser un artefacto tremebundo que me encandiló y llevó al huerto. Magnífico de principio a fin. De ese modo no quedaba otra que mirar atrás, redescubrir sus trabajos anteriores mientras el nuevo tomaba forma. Por un lado, fue algo decepcionante descubrir que lo anterior no estaba al mismo nivel y, por otro, siendo optimista, era normal pensar que le quedaba mucho que ofrecer y mucho margen de mejora. En 2015 entregó "Something in the Water" que en su momento no me pareció mejor que su predecesor, pensamiento y opinión que corrijo ahora mismo, pues en general sí me parece un disco superior, más aún viendo hacia donde se dirigía su música, y hacia donde a conseguido llegar con su nuevo lanzamiento, su "Manic Revelation", al que ya hemos podido darles las suficientes escuchas para afirmar que estamos sin duda ante el mejor disco de LaFarge, y un grandísimo, esencial e imprescindible disco del 2017. Pokey trabaja con sus músicos de confianza: Joey Glynn (bajo), Ryan Koenig (armónica, guitjo, guitarra eléctrica), Adam Hoskins (guitarra eléctrica), Matt Meyer (batería), Luc Klein (trompeta, bombardino, piano, glockenspiel), Alec Spiegelman (saxofón, piano, tuba, órgano, clarinete, flauta) y David Beeman (guitarra, órgano); y el productor Tony Hoffer, y así entregar diez canciones originales que se ponen el vestido de gala, se tiñen de soul y nos hacen esbozar una enorme sonrisa de felicidad. 


Pokey LaFarge - Manic Revelations (2017): 01.- Riot In The Streets/ 02.- Must Be A Reason/ 03.- Better Man Than Me/ 04.- Bad Dreams/ 05.- Mother Nature/ 06.- Silent Movie/ 07.- Good Luck Charm/ 08.- Going To The Country/ 09.- Wellington/ 10.- I Will Never Change.

"Riot in the Streets" es la encargada de abrir este grandísimo disco, y es a su vez el primer single. Un tema que se va por souleares, un tema alegre y despreocupado, un temón que es candidato número uno a cerrar sus conciertos. Nada novedoso pero claramente siguiendo el abc de los grandes temas, los radiables, los de antaño. En eso no hay cambio, sigue mirando atrás Pokey, y lo hace con un clase y solvencia que apabulla. Estribillo pegadizo y arreglos maravillosos de viento. Requetemón. "Must be a reason" sigue con la vena soul por montera, estamos ante una de mis canciones favoritas del disco y qué decir de "Better man than me", una cincuentada que quita el hipo. Dos temas fantásticos que completan una tripleta inicial para enmarcar. Con "Bad dreams" se da un respiro. Un medio tiempo delicioso, uno de esos temas que se te graban en el cerebelo y ya no puedes dejar de tararear. Llegando al ecuador del disco nos encontramos con otra canción de rompe y rasga. Tarantiniana a tope... "Mother Nature" es fantástica y tiene esa trompeta de otra galaxia y otro tiempo que vuelve a cualquiera tarumba. El mejor disco de Pokey no afloja, no baja la calidad y eso por ejemplo lo confirmamos al escuchar "Silent Movie" y "Good luck charm". Para el final Pokey nos tenía reservada una joya que responde al nombre de "Going to the country", una muy marca de la casa, con su toque cinematográfico. "Wellington" es trotona, simpática y muy de pub, mientras que en el cierre con "I will never change" vuelve a soulearse un algo, y nos da pistas de hacia donde se dirige musicalmente. El señor LaFarge entrega un disco soberbio, uno de los discos ocultos del año que a buen seguro uno pierda unos minutos en escucharlo acabará por enamorarle.


La saga de "Star Trek" resucitó en 2009 de la mano de JJ Abrams con un film que era un nuevo inicio, y resucitó a lo grande con un film muy entretenido que funcionaba igual de bien para fans como para aquellos que nunca antes se habían asomado al universo treki. Su éxito llevó a una segunda parte también dirigida por JJ Abrams antes que este abandonará el proyecto por otra saga espacial, la de Star Wars. Aquella "Into Darkness" (2013), me pareció superior al reinicio, con un malo malísimo genial (Benedict Cumberbatch) y como no, si las dos primeras funcionaron, porqué no hacer una tercera? Y tercera hubo el año pasado bajo la dirección de Justin Lin y el guión de Simon Pegg. Es esta tercera entrega de la saga la que creo yo es más fiel al espíritu de la serie, pues de las tres películas es la primera donde claramente el Enterprise debe realizar una misión y tal vez eso sea su talón de Aquiles pues no se aleja demasiado de lo que podría ser un episodio de la mítica serie, a excepción del sobrecargado humor que se gastan. Las situaciones se repiten respecto a las películas anteriores y los personajes no avanzan, siguiendo los homenajes a la serie original y los guiños frikis a los fans. Quiere decir esto que el film es malo? para nada. Estamos ante una película palomitera, un film de esos que se disfrutan a lo grande y que tiene todos los ingredientes (y en su justa medida) de las grandes películas de aventuras, solo que no es una gran película de aventuras, sino más bien un notable pelado. Cumple con lo esperado, entretiene y ameniza las dos horas de visionado. Idris Elba es el malo malísimo y cumple, pero poco más. El resto de actores sigue la linea trazada por el primer film, linea que se dirige claramente hacia una cuarta película de la saga, pues su éxito es indiscutible. La franquicia sigue viva, toca esperar al nuevo viaje del Enterprise.
"I Want You"


"Blonde on Blonde" fue el séptimo disco de estudio del Maestro Dylan. Papá Bob entregaba una nueva puta obra maestra, pero cual de ellas no lo es desde su "Freewheeling" de 1963 hasta, tal vez, "New Morning" de 1970?, y digo eso de tal vez porque "Self Portrait" aunque sea una debilidad personal no llega a los niveles de los otros nueve discos comprendidos en esos siete maravillosos y mágicos años. Ni siquiera su debut está a la altura, claro que hablamos del más grande... No hay debate. Publicado por Columbia Records en 1966 este "Blonde on Blonde" debía confirmar lo escuchado en "Highway 61 revisited". Sin duda lo hacía y doblaba la apuesta con un disco doble repleto de temas imprescindibles. Seguramente si tuviese que escoger un disco de Dylan, sólo uno, y mira que eso es difícil, de hacerlo, seguro que escogería éste. Al Kooper y Robbie Robertson están en el disco, éste con su banda (no La Banda) The Hawks, donde estaban también Danko,Manuel y Helm... Como os imagináis la futura "Banda" ya apuntaba maneras y eso se deja notar mucho muchísima en esta POM.

El disco cumplió el año pasado la friolera de cincuenta años, y Dylan se llevó el Nobel de Literatura. Y ese disco, el disco que hoy nos ocupa, debía tener una celebración a la altura y sin duda, una de mis bandas de raíces americanas favoritas de los últimos años, no podía dejar pasar la ocasión, pues uno de sus jefes, Ketch Secor, es uno de los mayores seguidores de Dylan en el planeta o eso al menos asegura él. Los Old Crow Medicine Show en un año frenético, cosa que es rara en ellos, se sacan de la manga una compilación de su obra que, francamente, es imprescindible, y una magnífica celebración del disco de Dylan, todo el "Blonde on Blonde" versionado en directo, de principio a fin, con muy buen gusto y muchísima clase. La conexión con Dylan siempre ha estado presente en ellos, hasta Bob les regaló un tema o lo co-escribió junto a Secor y Faqua, aquel estupendo "Sweet Amarillo" de su último disco de estudio de 2014, "Remedy".  Con este"50 Years of Blonde on Blonde" (2017) os aseguro que es imposible destacar uno de su temas, imposible del todo pues todo suena magnífico seas o no fan de Dylan. El disco funciona, tanto si amas "Blonde on Blonde" sobre todas las cosas como si no. El trabajo de los Old Crow Medicine Show es excelente y el disco, un despiporre. Larga vida a BOB!


Únicamente "Fleabag" me había hecho reír y disfrutar como lo hicieron las dos primeras temporadas de "Catastrophe", así que las expectativas con la llegada de la tercera temporada escrita e interpretada por Sharon Horgan y Rob Delaney era muy altas, a lo que había el handicap de la muerte de Carrie Fischer que tenía un pequeño y divertido papel como la madre de Rob. Nunca una suegra fue tan hijoputesca. Sus seis episodios son gloria. Son divertidos y para nada bajan el nivel aún ya no teniendo el factor sorpresa de su lado. Los diálogos siguen siendo chisposos, ácidos, divertidos y guarros. El guión y el ritmo de sobresaliente, al igual que las actuaciones. Sin duda es una de las mejores comedias que cualquier ser humano puede ver. Es muy inglesa. Y es muy buena. Disfrutable más aún si uno tiene pareja e hijos, pues como ya he comentado en otras ocasiones toda la idea gira entorno a eso, al matrimonio con hijos, que siendo un tema muy utilizado encuentra en "Catastrophe" otra genial vía para expresarse. No digo más, hoy seré breve. No dejéis de verla.


WILL JOHNSON/ HATTERAS NIGHT, A GOOD LUCK CHARM (2017)/ PREDATOR

 

Centro-Matic, South San Gabriel, junto a Jason Molina o los Monsters of Folk (Jim James, Conor Oberst, Mike Mogis, M Ward), o mano a mano con Vic Chesnut (en Undertow Orchestra), Jay Farrar (en New Multitudes) o incluso junto a una banda desconocida catalana, Anímic, en el coqueto documental "From Texas to Arbúcies"...Ya sea junto a grandes músicos o en solitario creo que no valoramos justamente el talento de Will Johnson, y creo que ya viene siendo hora de hacerlo. Y la verdad, con su nuevo trabajo en solitario nos lo pone bien fácil porque estamos ante un disco increíble que bebe tanto de Centro-matic como de South San Gabriel", sus dos grandes proyectos, sus dos caras, su yin y su yan como he leído por la blogosfera. "Hatteras night, a good luck charm" es una colección de maravillosas canciones folk, nueve temas que a fuego lento se hacen con nuestra alma, llevándonos a su terreno sin prisa pero sin pausa. Hipnótico, ensoñador, bello..... "Hatteras" lo tiene todo para encumbrarse a final de año entre mis favoritos, tiene magia y tiene nervio. No sé si está a la altura de sus grandes trabajos, eso sólo el tiempo lo dirá, pero desde luego no estamos ante un disco más, no estamos ante un disco menor. Johnson hacía tiempo que no llegaba a emocionarme pero con este nuevo artefacto lo consigue con suma facilidad. 

Suena la inicial "Childress" (to odgen) y es caer inmediatamente rendido a sus pies. Celestial. A ritmo de vals, con ese aroma a nana, con esa manera de tocar folk demoledora, unos arreglos bellísimos y una voz hipnótica. Sin duda uno de mis temas favoritos del año. "Every single day of late" tiene mucho poderío. Un ritmo eléctrico repetitivo e inquietante pone las bases mientras Johnson muestra su otra cara. "Childress" y "Every single day of late" ponen de manifiesto las dos caras de Johnson, la primera algo más "South San Gabriel", la segunda muy "Centromática". "Ruby Shameless" tiene ese regusto a Bonnie "Prince" Billy que me vuelve loco, y es que el "príncipe" es todo un referente, para mi, para Johnson y supongo que para cualquiera que ame el country, el folk o la americana, da igual como quieras llamarlo. "Filled with a falcon's dream" es pura maestría a las seis cuerdas. Un temón de esos que hacen grande un disco.... y que si obviamos "Heresy and Snake", a la que, siendo un buen tema, no lo veo nada especial, forma una tripleta descomunal junto a "Hey-O Hi-O", y "Predator" qu podríamos catalogar como el momento cumbre del disco. "Hey-O Hi-O" es puro folk hipnótico mientras que "Predator" es un caramelito americano, con su ritmo alegre y sus delicadas y preciosas voces. Antes del cierre nos encontramos con "Milaak", otro tema lago más movido y una cadencia muy noventera que enlaza a la perfección con "Hatteras". Otro temazo, otra joya. 

Will Johnson con "Hatteras night, a good luck charm" entrega un notabilísimo disco que no debe juzgarse con inmediatez. Una colección  de canciones que requieren su tiempo pues se han cocinado a fuego lento, que requieren de una escucha pausada y atenta, que necesitan su momento y su lugar. Es entonces cuando uno encuentra en él lo que no sabía que buscaba, en mi caso, belleza y calidad desbordante. 

Will Johnson - Hatteras night, a good luck charm (2017): 01 .- Childress (To Ogden)/ 02.- Every Single Day Of Late/ 03.- Ruby Shameless/ 04.- Filled With A Falcon’s Dreams/ 05.- Heresy And Snakes/ 06.- Hey-O, Hi-O/ 07.- Predator/ 08.- Milaak/ 09.- Hatteras.


Para muchos, Joe Cocker no es más que el señor mayor que se hizo famoso con la canción de la banda sonora de "Oficial y Caballero", y eso es un tremendo error. Cocker era un artista con una voz descomunal. Un fantástico cantante e intérprete, con una voz inigualable. Sus primeros años de carrera son descomunales, con un par de discos que quitan el hipo, hablo de "With a little help from my friends" y "Mad dogs and Englishmen". En su debut participaron genios como Jimmy Page, Steve Windwood, Albert Lee.... la lista es interminable, otros como Jim Keltner, Leon Russel, Bobby Keys, Nicky Hopkins..  giraban a su alrededor aquellos frenéticos años. Cocker siempre fue un usurpador de canciones, es un gran versionador, tanto que hace suyas las canciones de otros, y siempre ha vivido de eso. El documental que nos ocupa narra la carrera de Joe, su efervescente triunfo y su lastimosa decadencia, todo por culpa del alcohol y las drogas. Estamos ante un magnífico documental donde además de la historia nos ofrece opiniones de grandes de verdad como Randy Newman, Glyn Johns, y Billy Joel. La grandeza de su actuación de Woodstock, su unión con Leon Russell y la loca gira con los Mad Dogs, su caída en picado, su vuelta casposa en los ochenta, y su establecimiento como figura carca para cincuentones. De aquel desmelenado rockero ya no quedaba nada en los últimos años, su voz tampoco era la misma aunque era más que la de muchos. En definitiva, estamos ante un documental notabilísimo, tanto para fans como para aquellos que tengan a Cocker como una medianía, esos puede que cambien de opinión al ver este film. Grande Cocker.

"With a Little Help from My Friends"


Me equivoqué. Pensaba que era otra película y acabé viendo ésta. Una vez avanzó la película me dio pereza pararla, así que vi sus casi dos horas de metraje con algún que otro bostezo incluido. Su director es el mismo que la excelente "The Imitation Game", que gustó mucho en el hogar nikochiano, pero desde luego nunca llega a esos niveles de calidad. Los protas son Chris Pratt (visto por un servidor en (Guardianes de la Galaxia) y la siempre interesante (y sexi) Jennifer Lawrence, a la que ya no hay que presentar. Pues bien, el film comienza muy interesante partiendo de un punto visto mil y una veces anteriormente, para luego darnos un ratito interesante mientras nuestro prota "Pratt" anda sólo en una nave de cinco mil pasajeros, pero...... una vez se acaba la duda de Pratt... estamos ante una película de amor, y luego ante un film patillero de acción. Me explico, y puede que haga spoilers: viaje a otro planeta en una nave comercial de unos cinco mil pasajeros, los cuales andan crionizados, dormidos, o lo que sea... un choque provoca que un de ellos despierte, quedando condenado a morir solo en la nave..... intento de suicidio, dudas existenciales... y como no, decide descongelar a una tía buena (la Lawrence)... y poco más que decir. Un film que promete mucho y se queda en nada. Una historia interesante que se vuelve vulgar, fallida y torpe. En definitiva, un film malo malo, aquí o en la galaxia de andrómeda. 

Teníamos Daredevil (T1, T2), teníamos a Jessica Jones y a Luke Cage, y para completar a Los Defensores nos faltaba "Iron Fist", y Netflix nos lo entregó hace unas meses. Iron Fist es el último de los cuatro defensores en poseer serie propia, y es curioso como la polémica ha envuelto a esta producción, pues se le ha criticado en exceso por cutre mientras que otros la han defendido a capa y espada. Yo no conocía a este superhéroe, no sabía de sus dotes marciales ni de su mística, así que he ido descubriendo poco a poco al personaje y creo que en general está bastante bien explicado. Otra cosa es que el protagonista escogido no de el pego. No encaja con lo que nos explican de Iron Fist, y por supuesto hay que escoger a un actor que sepa o al menos, interprete bien las artes marciales, porque verlo luchar o ejercitarse da risa o pena. Falta un malo malísimos, los presentes no gustan, y los secundarios aburren. Es la peor serie de Netflix sobre superhéroes? No. Creo que Luke Cage era mucho peor. Ambas son entretenidas pero les falta gancho y.., bueno, un poco de todo. Jessica Jones fue aire fresco pero tampoco la volvería a ver, en cambio Daredevil sí está bien, y hasta dan ganas de saber más de sus secundarios (creo que The Punisher tendrá serie propia). Además, esta Iron Fist es la primera que depende un poco de las otras series para seguir bien la trama, por La Mano y las continuas referencias a lo ocurrido anteriormente aunque a pesar de no haber visto las otras series se podrá disfrutar o aborrecer la serie. No me ha gustado. Me ha decepcionado bastante. No compro. Y me ha dejado tan mal sabor de boca que no sé yo si tengo ganas de ver esa "Los Defensores".... que por cierto se estrenará en Agosto.