No habrá disco de The Kinks y tampoco gozaremos de una reunión de los hermanos Davies, y siendo yo, como soy, un gran seguidor de la música de Ray Davies no sé porqué me alegro de ello. Sinceramente creo que no estarían a la altura y no me gustaría tampoco que quedara un mal sabor de boca con su deseado regreso, un mal recuerdo de su música, de su gran obra. Como digo soy un gran fan de The Kinks pero no soy ciego ni sordo. Nunca me gustó, por ejemplo "Soap Opera", incluso me parece un mal disco. Como tampoco creo que sus discos desde 1979 sean grandes trabajos. Siempre encontramos grandes canciones, singles a la altura de su leyenda pero la dupla "Sleepwalker"/"Misfits" dejó seco a los Davies, y decir eso no significa no amarlos, simplemente es reconocer que las letras de Ray ya no eran tan certeras y la guitarra de Dave ya no escupía riffs abrasadores como antaño. A todo esto nos topamos con sus carreras en solitario, que francamente, son más que intrascendentes. Sí, hay algunos destellos de magia, pero poco o nada a rememorar, a destacar. Recuerdo ver a Ray en su gira de "Storyteller" y parecerme un genio (lo que es, vamos). Estaba en plena forma y ese, sí que hubiese sido el momento perfecto para una reunificación, pero Ray siempre va al revés del mundo, y preparó canciones para dos discos en solitario que son muy pero que muy flojos, hablo de "Other's people life" (2006) y "Working Man's Café" (2007). Dos discos irregulares donde se hacía acompañar por una banda que no estaba al nivel deseado ni al merecido. Y vuelvo a repetir que canciones buenas había, de eso no hay duda, pero les faltaba algo. Les faltaba empaque, mejores acabados... o simplemente fuese la eterna comparación a su pasado Kinky pues a eso no hay escapatoria alguna. "Americana" es su nuevo disco, su vuelta a la vida musical, a primera línea. Y como siempre genera disparidad de opiniones. Comparaciones al Ray pasado y al presente. Hay quién ve en esta nueva colección de canciones una vuelta a lo grande, ve una obra maestra, una muestra del poderío de Ray; otros, en cambio, ven un quiero y no puedo, unas canciones que de no ser de quién son pasarían de soslayo, o puede que todo lo contrario, si esas canciones fuesen del veinteañero que ha mamado Kinks toda su vida, tal vez sería aplaudido y convertido en multiventas. En esas estamos. Y personalmente, ni creo que "Americana" sea la puta obra maestra del año, ni que no estemos ante un auténtico disco notabilísimo muestra de "la arruga es bella". El disco es bueno, no hay duda, pero también unas cuantas canciones menos no le hubiesen ido nada mal. A todo esto, es imposible no destacar la presencia de los Jayhawks como banda de Ray Davies. Se notan, y se notan mucho pues su calidad es pasmosa. Son muy grandes y Ray ha sabido canalizar esa inmensa calidad en su beneficio, sonando no como Ray and the Jayhawks, sino como una banda nueva liderada por Ray Davies. En eso, el empaque del disco, su sonido, su atmósfera... es destacable. Y no, no es un disco de "americana", es un disco de un genio septuagenario inglés que siempre se ha sentido atraído por yanquilandia. Un notabilísimo disco independientemente de quién lo firme.
Ray Davies - Americana (2017): 01.- Americana/ 02.- The Deal/ 03.- Poetry/ 04.- Message From the Road/ 05.- A Place in Your Heart/ 06.- The Mystery Room/ 07.- Silent Movie/ 08.- Rock 'N' Roll Cowboys/ 09.- Change for Change/ 10.- The Man Upstairs/ 11.- I've Heard That Beat Before/ 12.- A Long Drive Home to Tarzana/ 13.- The Great Highway/ 14.- The Invaders/ 15.- Wings of Fantasy.
Una notas tímidas y bellas al piano dan el pistoletazo de salida al nuevo y flamante disco de Sir Ray Davies. Entra la guitarra y la voz de Ray, viejuna pero deliciosa, que es arropada maravillosamente por los Jayhawks dando rienda suelta a la narrativa kinkiana... Es "Americana", la canción, un sobresaliente absoluto. Una canción made in Davies. Un tremendo pelotazo marca de la casa que podría estar en cualquiera de sus discos ochenteros, pues ese aroma se siente, se paleada y se disfruta. "The Deal" me parece sensacional. Muy brit-pop. Se nota la influencia de Ray en aquel pseudo-movimiento isleño, se nota su influencia sobre los Blur, pues es fácil imaginar a Albarn entonando e incluso firmando esta canción. Británica a no poder más. El estribillo es puro noventa, puro revival kinkiano. "Poetry" es otro de los grades temas del disco, mi favorito junto a "Rock'n'roll cowboys". Me hubiese gustado escuchar a Dave rasgando esas guitarras que por otro lado harían las delicias de los Pretenders de la Hynde, y que encajarían a la perfección en "State of confusion". Entonces llega el primer gatillazo, "Message from the road". Me da una destrempera absoluta. Pido perdón a los fans kinkys pero es así, no me gusta nada. Es aburrida, cansina y perezosa. Mientras que "A place in the heart" aunque es harina de otro costal y es divertida, puro cabaret, no me acaba de engatusar porque a mi ese toque a "soap opera" nunca me ha sentado bien, siempre se me ha indigestado. "The mystery room" me parece recuperar el rumbo. Me parece una más que notable canción. "Silent Movie" es un recitado que sirve para enlazar con otra de las grandes canciones del disco, "Rock'n'roll cowboys", donde encontramos al gran Ray. Así sí, Así de diez. Otra canción que creo que no está a la altura y se podría haber ahorrado es "Change for change" como "The man upstairs" que comienza con el clásico "you really got me" para seguir con el recitado al que no le veo la gracia... Suerte que se recupera con "I've heard that beat before" que es otra delicia muy kinky y porqué no decirlo también, muy Randy Newman. Esta canción es el inicio de uno de los grandes momentos del disco pues a continuación llegan un par de canciones notables. Primero "A long drive home to Tarzana" con esa "americana" kinkinizada en la que los Jayhawks destacan sobremanera, y luego con "The great highway" que es un pelotazo rockero que en manos de Dave sería memorable. "The Invaders" es una debilidad personal, simple pero efectiva, que nos lleva en volandas al final con "Wings of fantasy" que va con el piloto automático.
Vale, "Americana", la vuelta del genial Ray Davies, no es todo lo maravillosa y asombrosa que esperábamos o deseábamos, y esto es del todo surrealista pues queríamos algo fabuloso... De todas maneras estamos ante nuestro momento de suerte pues podemos disfrutar de nuevas canciones de Ray, quién demuestra que no estando a tope es capaz de firmar un buen puñado de temas que no andan lejos de sus últimas aventuras con The Kinks. Debatiremos si es o no un grandísimo disco, sinceramente creo que no lo es, pero como fan de The Kinks que soy, estoy totalmente entregado a él, disfrutando de los últimos coletazos de un genio. "Americana" es un disco notable, disfrutable tanto para fans como para oídos vírgenes kinkinianos. En fin, gracias Ray. OOoouuuhhh!.
Recuerdo los discos dobles, triples de los setentas, esas maravillosas carpetas que habriamos treinta veces derecha izquierda con tres bisontes (cigarros jaros) cada tres vueltas al disco,al envoltorio me refiero, esas agujas que a la segunda jodian el vinilo pa siempre (welcome cds) y de repente al americana de el genio le sobran 3 canciones???
ResponderEliminarCon "le sobran" me refiero a que no están al nivel deseado... y de aquellas carpetas tampoco había tantas que todo fuese excelente.... La cosa es que el disco me gusta pero no me llega a enamorar, y yo quería que me gustase y que me enamorase... Siendo sincero, no me veo en un año escuchando este disco.
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