La serie de Tom Hardy, porque eso es lo que es, no consigue finalmente darnos todo lo que prometía. De todas maneras, no seré yo quién diga que no vale la pena verla, porque sí, es una serie notabilísima. Tal vez sus ganas de gustarnos y volverse una imprescindible le hace patinar en ciertos momentos. La estrella de todo el tinglado es Hardy, él se sobra y se basta y.... no se nos indigesta pero su ego y sus ganas de que la serie sea "él" le hacen bajar un peldaño. Todo en "Taboo" es previsible, no sorprende nada. Todo en "Taboo" está muy bien pensando y planificado. Y tal vez, por eso precisamente, le falte algo de gancho. La imperfección es en ocasiones, además de necesaria, lo que puede hacerte grande. Tanto éxito ha tenido que habrá segunda temporada, y ya os digo que yo la veré, pero no nos engañemos pues "Quarry" le ha ganado totalmente desde las sombras y el protagonista de aquella, Logan Marsahll-Green (su doble) también. "Quarry" es mejor que "Taboo", las dos tendrán segunda temporada, las dos las veré, y las dos hay que verlas. En "Taboo" además de triple ración de Hardy hay muy buenas actuaciones, y muy buenos secundarios. Desde el magnífico Jonathan Price a Mark Gatiss pasando por Franka Potente, Michael Kelly, David Hayman, Tom Hollander, Edward Hogg, Stephen Graham y Ona Chaplin.... En eso la serie se luce... Y se luce también Stephen Knight, su director y guionista (lo es también de Peaky Blinders) con una historia que aunque lenta y previsible tiene los suficientes mimbres para engancharnos durante sus ocho episodios. La serie debería acabarse aquí, no sé si le sentará bien una continuación, y Hardy podría haber hecho de Delaney uno de los grandes personajes de la historia pero se queda a las puertas. "Taboo" como dije al principio no da todo lo que prometió pero sin lugar a dudas es una de las series que deben verse este año.
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