The Night Before

Mañana es un gran día. Un día importante que quedará señalado para siempre en mi vida. Desde que me mudé al planeta Tierra he tenido que aprender las costumbres de sus habitantes, a disfrutar de su ingenio y a reírme de sus absurdas manías. Lo que no pensaba yo es que acabaría enamorado de un ser humano. Cosas del destino. La verdad es que tengo la sospecha de que la tiparraca de Nikochana me tira algo en la sopa, estoy casi seguro de eso pero como no tengo pruebas tengo que callarme y permanecer al loro. Volviendo al tema, mañana es un gran día porque me caso, fíjate tú qué cosas, y no penséis que tiene algo que ver el haber recibido la citación de inmigración para echarme del planeta. No. Eso no ha tenido nada que ver a pesar de haber llegado en una patera galáctica y permanecer en la sombra durante años. Me caso porque soy un romántico o eso creo, o porque soy gilipollas, quién sabe. La cosa es que mañana tengo que presentarme en el ayuntamiento rodeado de conocidos y familiares que no entienden muy bien qué narices nos ha pasado por la cabeza para después de catorce años juntos contraer matrimonio, además esta "buena" gente esperan ansiosos un tropiezo, un tartamudeo o cualquier metedura de pata para descojonarse de un marcianito entrañable como yo, si es que mira que soy buena persona. Hoy recuerdo el momento de pedirle que se casara conmigo. Fue en una tratoria italiana en el barrio de Josefov (barrio judío de Praga), por cierto, hacia un frío del carajo. El restaurante hasta la trancas y Nikochan que disimuladamente saca la cajita con el anillo de pedida y… coño, se le cae al suelo y va rodando dos mesas mas allá. Todas las miradas cayeron sobre mi cogote mientras con el culo en pompa y a cuatro patas intentaba coger el anillo de debajo de la mesa. Qué vergüenza, leñe. Pero eso ha quedado en pura anécdota, nada importante. Lo importante está por llegar, a mi lo que me acojona y me tiene en vilo es la ceremonia, en el convite, las copas y el bailoteo me siento como pez en el agua, bueno de agua poca, mas bien como pez en el ron, aighh!!, espero no tajarme mucho en mi propia boda. Luego noche en una suite y desayuno en la habitación para marcharnos de luna de miel dos semanitas a Atenas e islas griegas. Tengo unas ganas de pasearme como me trajeron al mundo por las playas griegas que ni os cuento. Hoy paso las horas como puedo, esperando ingresar en el club de los casados y dejar la soltería, y claro, esta noche habrá que pecar y hacer un polvete de estraperlo como despedida de mi estado civil. Y es que en dos días tengo que cumplir como un machote, uno de soltero y uno de casado, y eso me preocupa porque uno tiene una edad y ya no está para esos trotes. Me despido, volveré a la isla como alienígena casado el día dieciocho o diecinueve, no lloréis, ya no puedo ser vuestro pero podemos ser amigos, no?

1 comentario:

  1. Enhorabuena, y muchas felicidades!

    Yo me he casado hace dos meses. Es un grandioso momento.

    Salud!

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