The Deuce T1


David Simon y George Pelecanos son sinónimo de calidad. Son sinónimo de POM (puta obra maestra), son sinónimo de historias reales y crudas. No vamos a citar sus obras pasadas porque quién lea esto ya deba saber quienes son estos pájaros, así pues nos vamos a centrar en su último proyecto, lógicamente también para HBO. Dicho proyecto hace semanas que cerró su primera temporada después de ocho maravillosos episodios de aproximadamente una hora de duración en los que se destripa la ciudad de Nueva York en los setenta, concretamente en el Deuce, un lugar que podríamos situar entre la 42 y Times Square, lo que ahora es todo un lugar de disfrute para visitantes pero que en aquella época era un lugar donde la vida era difícil, por las drogas y la prostitución. Y es en el mundo del sexo donde Simon y Pelecanos se centran. En el mundo de las putas y sus chulos, de la policía corrupta, de los políticos y mafiosos que quieren sacar tacada del asunto, del porno... todo con paciencia y buen tino. Sin prisas pero sin pausas. Presentando unos personajes increíbles y unas historias que se entrecruzan y que no hacen más que crecer y crecer a cada episodio. No sé si fue en el episodio tres o cuatro cuando tuve esa sensación. Una sensación de grandeza que hacia mucho tiempo que no tenía. De estar ante algo grande. Esa sensación que uno puede tener viendo The Wire, que sin lugar a dudas es el espejo donde mirar a esta The Deuce. Para los papeles secundarios vuelven a tirar de sus "currantes", de habituales de sus series, así que veremos muchas caras conocidas. Para los protagonistas la apuesta va con James Franco, quién en series televisivas no había dado en el clavo, pero que aquí además de productor y director en algún episodio hace doblete al interpretar a unos hermanos gemelos. Está fantástico. La otra cabeza visible del proyecto, y también productora, es Maggie Gyllehaal, que está sobresaliente de principio a fin, su Eileen es antológica. El resto, muy coral, de notable alto, para qué engañarnos. La historia es complicada de explicar en unas líneas, es una obra magna qué para rizar el rizo y darle magia al asunto tiene como temazo de apertura de los créditos un clásico de Curtis Mayfield: "(don't worry) If there's a hell below we're all going to go" . Estamos ante una de las series del año, o la serie directamente, y seguro, segurísimo que ante una de las grandes en mucho tiempo. Esperando con ansia su segunda temporada.

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