Adiós a Rabinovich


No tenía pensando volver aún hoy a dar la lata en la Isla pero las tristes circunstancias me obligan a ello para rendir homenaje a uno de los grandes humoristas que todavía seguían haciéndonos reír. No, no hablo de Lina Morgan, la reina del humor casposo peninsular (gran actriz, mejor persona), hablo del maestro Rabinovich que nos dejó el pasado viernes a la pronta edad de 71 años víctima de problemas cardíacos. Nos dejó a nosotros, a los que necesitamos de esa clase de humor y a sus Luthiers. El bonaerense se suma ya a otras importantes bajas de este grupo humorístico especial y único. Fue en su momento miembro fundador junto a Marcos Mundstock, Jorge Maronna y Gerardo Masana. Rabinovich y Masana ya no están en este mundo físicamente pero serán recordados durante décadas gracias a sus grandes actuaciones a las que os reconozco con algo de vergüenza llegué de manera tardía. Fue gracias a mi cuñada y su atractivo y sumamente inteligente esposo francés (es lo que tienen en Francia.... eso y ya está, lo de que son unos amantes cojonudos es falso... ) que me introdujeron en el mundo Luthier y aunque no me considero un gran seguidor de ellos sí es de recibo reconocer su valía. No es que sean buenos, es que son de otra galaxia, su humor como digo es especial y se tiene que conectar, se deben tener algo más de cuatro neuronas y que estén un poco en forma pero una vez te tocan ya no puedes dejar de necesitarles. Sin ser un gran fan como ya os he dicho, sí he visto casi todos sus espectáculos pero desgraciadamente no soy de esos que los ha visto en directo (creo que seguirán de gira los Luthiers restantes: Jorge Maronna, Marcos Mundstock, Carlos López Puccio y Carlos Núñez Cortés,; porque el espectáculo debe continuar y no creo que sepan hacer otra cosa..) y menos aún de los que se saben de pé a pá todos sus chistes pero está claro que momentos como el que os dejo a continuación son para recordar para toda la vida.

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