Calibre (2018)


Con más pinta de piloto de serie de postín que de película indie, "Calibre" se deja ver y nos mantiene interesados en su poco más de hora y media en la que revisa con humildad y buen hacer la idea presentada hace casi cincuenta años en "Deliverance", vista en mil y una película, y que podríamos resumir en chicos de ciudad que  se van al monte a vivir una experiencia y de allí (casi) no vuelven. Es y tiene toda la pinta, "Calibre", de un film de debut, de ópera prima de su director Matt Palmer, quién había realizado ya algún corto interesante y escrito sus propios guiones. "Calibre" es por tanto un trabajo personal que ha contado con la colaboración de Netflix para llevarse a cabo, y al parecer muchas de las películas independientes futuras comenzarán a seguir el mismo camino, aunque en este caso sí se estrenó en cines y participó en festivales. El film es escocés y se nota. Sus actores están notables aunque el verdadero protagonista es el entorno y la situación en la que los protagonistas se ven implicados. Es en definitiva un thriller atmosférico en el que toca sufrir al espectador, un film que no inventa nada y que tira de conceptos ya vistos pero que no resultan cansinos ni convencionales puesto que la puesta en escena es estupenda. No esperéis la película del siglo pero seguro que os completa una tarde/noche en la que no sé sabe muy bien que visionar. 

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