Capítulo 31. Le llamaban Guzzest.
Guzzest se despertó, lo último que recordaba era haber caído dentro de un gran caldero, y ahora mismo se encontraba amarrado a lo que parecía ser una auténtica y antigua silla de barbero pero los ojos vendados no le permitían saber con exactitud dónde estaba, escuchaba ruido, como si alguien estuviera por la habitación, esa persona estaba tarareando mientras buscaba algo desesperadamente, entonces Guzzest agudizó su sucio y encerado oído y pudo escuchar una voz que le resultó familiar. – No, esto no, es muy gordo, esto no le va a caber por hay, esto tampoco, si le doy con esto puede que me lo cargue, no esto no, no le haría nada, uhhmmm, [.....]
Capítulo 20: El autobús mágico
Carcajadas, risas demoníacas, y algún que otro gemido retumbaban en la cabeza de Guzzest, no por ser extremadamente ruidosas, sino, mas bien, por el hecho de que su cabeza estaba algo vacía, sólo serrín, y neuronas, muchas, pero todas ellas a su puto rollo, y un eco, un gran eco que provocaban terribles jaquecas y malestar en nuestro querido Guzzest. – No puedo soportarlo mas, es que vosotros no podéis escuchar esa risa infernal?, de verdad que soy sólo yo?, me estaré volviendo loco?.- preguntaba Guzzest a sus compañeros.- Mira querido, creo que la maldición ha empezado.- exclamó la bruja Munthes, y prosiguió su discurso.- todo aquel que utiliza el conjuro de resurrección tiene [.....]
Capítulo 12: El 4º pasajero
La nave estaba totalmente en silencio, bueno, totalmente no, se escuchaban los ronquidos de Guzzest, a veces parecía que en algún momento dejaría de respirar, pero no, no había suerte, el cabronazo no paraba, se te metía el ruidito en la cabeza, y cada vez era mas pesado, tal vez la solución a este problema la tenía Flush, quién se había colocado tres tapones de cava, una para cada oreja, además llevaba atado una linterna en la frente, unos calcetines de ejecutivo hasta las rodillas y un calzoncillo verde (o rojo), en la parte posterior de éste se podía leer: “The boy with the thorn in his side” lo que dejaba claro el mal [.....]