Al salir ayer por la tarde de la rebotica me esperaba mi maridita en la calle para ir al cine. Yo lo tenía claro, el domingo iremos al Festival de Sitges y como por mandroso había comprado tickets para películas que no eran mi primera opción aunque sí me parecen interesantes (Toy Story 3D y Ne Te Retourne Pas) debido a que las buenas ya tenían las localidades agotadas, me pareció que la mejor opción era la película que abría el dichoso festival, “Rec2”. Así pues nos dirigimos chino chano al cine Nápoles, ese que está en la esquina de Sant Antoni MªClaret y Padilla, y yo me pregunto: porque coño se llama cine Nápoles si la calle Nápoles está a tomar por culo… bueno, es igual. Pues eso, que la peli empezaba a las 22:30 y nos quedaba una horita larga de espera. El cine tiene lo suyo, es de dos salas, de esos anticuadísimos a los que les hace falta una rápida renovación y están bajo la amenaza de cierre, y este cierre no le debe llegar porque justo abajo hay un bingo, toma ya!. Además de lo cutre del puestu, tengo que nombrar a la inolvidable señora de la taquilla: una mujer de sesenta años, con gafotas y vestido de flores sacada directamente de un film de Florinda Chico, ah!, una cosa buena es que para ser viernes que te soplen “sólo” seis euros por barba por ver un film que se estrena esa misma tarde no está nada mal, ahora, lo de cortarte ya las entradas antes de dártelas denota una cutrez y una falta de público espectacular. Y como no, me sonaron las tripas. Miramos alrededor y sentimos alegría y miedo al ver uno de esos Frankfurt muy típicos de los ochenta con cartel amarillo y grandes letras negras con el nombre de Frankfurt, no hay más que decir que entramos, y la verdad, no desentona nada con el cine, parece que has retrocedido unos veinte años en el tiempo. Los bocatas muy buenos, eso sí. Pero vayamos al tema del film que es en definitiva la razón de que os esté dando a todos la vara.
SINOPSIS: Han pasado tan solo quince minutos desde que las autoridades perdieron contacto con las personas encerradas en el edificio en cuarentena. Nadie sabe exactamente que ocurre en su interior. Fuera reina el caos... Un comando GEO se adentra en el interior de la casa para controlar la situación y determinar que está pasando dentro, una misión aparentemente rápida y fácil. Pero ya se sabe. A veces las apariencias engañan.
Segunda parte de la exitosa y para mí buenísima película Rec de los directores Paco Plaza (El segundo nombre 2002, Romasanta 2004) Y Jaume Balgueró (Els sense nom 1999, Darkness 2002, Frágiles 2005), en mi opinión Balagueró le da tres mil vueltas a Paquito aunque el tipo me cae como el culo, y a ambos no se les puede perdonar por muy jóvenes y novatos que fuesen aquel engendro llamado OT:la película, la pasta siempre será la pasta, no?. Pero en particular “Els sense nom” estaba de puta madre con una estupenda Emma Vilarasau sorprendente e impactante. Aquella “Rec” resultó ser una gran película, yo me divertí mucho viendo a los zombies comerse a ritmo de videoaficionado, que claramente fue una idea ingeniosa para disimular el bajo presupuesto. El film arrasó y los yankis no tardaron en pasar por caja para hacer el remake de turno. Esta segunda entrega empieza donde acabó la otra, hay muchísima más acción y pasamos de una peli de zombies a una de posesiones demoníacas, y aquí claro ya os he jodido la mitad de la intriga pero a mi me la suda, por mucho que sepáis os acojonaréis igualmente. No faltan los guiños a grandes obras maestras como “El exorcista” al ver a la primera niña poseída agarrada con fuerza por el Geo para no ser mordido, “La cosa” cuando comprueban con un experimento si la sangre reacciona o no, “Alien” cuando vemos a la Manuela en plan Ripley, etc, etc… La película muy divertida, con sus muchos sustos, presencias acojonantes como la de la “niña Medeiros” y como no litros y litros de sangre presagia otra secuela más, y es que aunque sea difícil mantener la sorpresa, la trilogía está cantada. Lo único malo es que a falta de quince minutos para acabar el film la película se paró, y es que el cine Nápoles tuvo una pequeña avería y nos hicieron esperar veinte minutos para ver el final cosa que nos cortó un poco el rollo a los cuatro gatos que estábamos en la sala. Una noche rara, me pareció volver a los ochenta, sólo me faltó una segunda película para acabar de redondear la noche a lo “cine Dante” con aquellas dobles sesiones rollo Killer Clowns y Gremlins 2, qué recuerdos, abajo los multicines! Larga vida a las salas de cine apolilladas!!!
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