Participen, participen, participen!!!!! queda muy poquito, tienen hasta el 12 de diciembre para rellenar el cuestionario del segundo concurso nikochiano que esta vez pregunta sobre los Who y enviarlo según expliqué en el post del concurso. Pulsa aquí y participa. Recordad, un magnífico regalito os está esperando. 
1.- Dr John’s Gumbo (1972)
2.- Gris-Gris (1968)
3.- In The Right Place (1973)
4.- Dr John Plays Mac Rebbenac (1983)
5.- Locked Down (2012)
6.- Mercenary (2006)
7.- City Lights (1978)
8.- Desitively Bonaroo (1974)
9.- Tribal (2010)
10.- Anutha Zone (1998)

Llevo uno días engatusado con el sonido americano, con el sonido de los grandes. Y uno de los más grandes, y de esto no hay duda, es Ray Charles. Un puto genio. He vuelto a él como casi siempre, y siempre por diversos motivos, esta vez, como no, gracias al Dr John. La historia de Ray es bien conocida pero si no tenéis ni idea de lo que le pasó pues os recomiendo aquel biopic protagonizado por Jamie Foxx titulado simplemente “Ray” (2004) y que estaba requetebién y eso que yo no soy fan de los biopics ya que me suelen aburrir y enfadar, porque por ejemplo, a quién se le ha ocurrido que el cutre de Lenny Kravitz quedará estupendamente como Marvin Gaye en el biopic de éste? Joder, ni es buen cantante ni es buen actor, ni es na de na, bueno sí, un sobrevalorado. 

Pero bueno, no he venido a calentarme hablando de regulerías ni reguleros y sí de uno de los grandes, de Ray Charles. Su “Mess around” es la leche y fue uno de sus primeros éxitos, escrito por un “asalariado” de la Atlantic acabó en sus manos, pasando por su filtro y condimentado con su magia y su genial locura. Un clásico en toda regla que desgraciadamente uno tiene en la mente interpretada por John Candy en aquella genial y mítica americanada “Plain, Trains & Automóviles” que reconozco sin vergüenza cantar mientras hago el mismo bailoteo que Candy. Ese “Mess around” ha sido versionado por innumerables músicos pero francamente es difícil superar al maestro, es casi imposible. Como dije he vuelto a picar en Ray y en “Mess Around” gracias al Dr John y es que su versión del tema en su “Gumbo” (72) es la repera. Lo hace suyo sin dificultad y te engatusa como él solo. Os dejo con el doctor, con esta medicina que os curará todos los males. Coverízense terrícolas, coverízense.

El señor Malcolm John Rebbenack Jr me tiene loco. Creo que desde la distancia me ha embrujado con su música, con sus canciones. El doctor resultó no ser un doctor aunque sí un chamán, un mago del vudú, un brujo que añadiendo poco a poco sus ingredientes secretos y a fuego lento lleva desde, nada menos, 1968, regalando raciones de su puchero, de su inimitable y especiado Gumbo. Más de treinta discos a sus espaldas en una larga carrera sólida que dio su pistoletazo de salida con “Gris-Gris” (1968) y ha tocado techo con el espectacular “Locked down” (2012), enseñando que su arruga también es bella. Está claro que si aún no has sido tocado por su hechizo no es nada fácil elegir un disco por donde empezar, bueno, sí, la verdad es que sí, tal vez el debut “Gris-Gris” sea el primer disco al que acudir y luego sin duda tendríamos que irnos a por el disco que hoy nos ocupa, ese estupendísimo “Dr. John’s Gumbo” de 1972. Luego hay muchos, desde su último trabajo hasta “In the right place” (1973) pasando, claro, por aquel “Dr John Plays Mac Rebbenac” que es una delicia. Bueno, por esos he empezado yo, y creo que no me ha ido mal, estoy sorprendido y enganchado a la música del doctor, cada canción que descubro me da más ganas de continuar con otras y otros discos. No quiero tirar de compilación, quiero disfrutarlo poco a poco, y la mejor forma es ir disco a disco. Hoy me olvido de su grandioso debut y nos quedamos con el puchero de John. Menudo Gumbo!


Dr. John – “Dr. John’ Gumbo” (1972): 01.- Iko Iko/ 02.- Blow Wind Blow/ 03.- Big Chief/ 04.- Somebody Changed The Lock/ 05.- Mess Around/ 06.- Let The Good Times Roll/ 07.- Junko Parrtner/ 08.- Stack-a-lee/ 09.- Tipitina/ 10.- Those Lonely Lonely Nights/ 11.- Huey Smith Medley A) High Blood Pressure B) Don't You Just Know It C)/ 12.- Well I'll Be John Brown/ 13.- Little Liza Jane.

No es que este Gumbo sea un disco indispensable del doctor sino que también lo es de la música en general y de la de New Orleans en particular. A penas una composición propia del Dr. John, esa “Somebody changed to lock” que te derrite toa, toa. Lo que se cuece aquí es música tabernera de Lousiana, con músicos de la tierra, la magia propia de la zona. Puro Mardi Gras, pura diversión. A los terrícolas lógicamente os sonarán y mucho las versiones de “Iko Iko” que abre el disco de manera espectacular, joder qué versionaca, y el “Mess Around” que popularizó el maestro Ray Charles. Pero ojito con “Big chief” que además es una de mis favoritas del paquete y lógicamente con esa fantasbulosa “Let the good times roll”. Bueno, todo es un despiporre de calidad, como esos vientos calentitos y dicharacheros de “Junko partner”, ese piano locuelo de “Stack-a-lee”, la fantástica “Tipitina” y por supuesto “Huey Smith medley”. Este disco es la repanocha, es un disfrute de principio a fin, es magia, no, es brujería. Al oírlo quedarás completamente embrujado y nada podrá deshacer el hechizo, salvo claro, otro disco del Dr. Avisados quedáis terrícolas, aquí os espera un imprescindible clásico, un clásico nikochiano. 

Incomprensiblemente me despisté y a pesar de que “Boardwalk Empire” me engatusó con su primera temporada y que mi queridísimo archienemigo me daba el coñazo con ella me olvidé de sus siguientes temporadas. Me dediqué a series más facilonas y menos exigentes, con más fuegos de artificios, resultonas y con cierta carga de testosterona. Después de algún tiempo necesitaba calidad máxima y volví a Don Draper y sus Madmen. Temporada exquisita y francamente acojonante a partir de eso ya no puedo conformarme con regulerías, necesito algo más grande y claro, me esperaban la serie de Scorsese y luego en la cola tengo esa deliciosa oda a New Orleans y su música que es “Treme”. Pero volviendo al espectáculo protagonizado por Steve Buscemi he de reconocer que desde los primeros instantes de la segunda temporada uno queda de nuevo fascinado y eso que mi “archi” me comenta que voy a flipar con el final de la temporada dos, con la tres simplemente me pone los dientes largos. Joder, qué inicio con el KKK atacando al gran Chalky White (aka Little Omar, amén) y ese final con Nucky detenido gracias a la conspiración de su hermano y el gran Darmody que me inquieta de lo lindo. La serie me deja claro que ya está al nivel de las grandes y que simplemente HBO ha vuelto a facturar otra obra maestra, otra más y no sé cuantas van. Nada que decir, ni objetar. Me dejaré llevar por esta grandísima historia y la dejaré situarse junto a las otras dos grandes, Wire y Sopranos. He tardado mucho en volver a ella pero la buena noticia es que prácticamente devoraré la segunda y tercera temporada del tirón. Brindo por ello.
QUEEN
JAZZ (1978)
DON'T STOP ME NOW


Ha tenido que ser gracias a la Land que un servidor ha caído rendido a la música del cantautor estadounidense John Prine del que he de reconocer no haber tenido demasiado conocimiento hasta hace unos días. No logro entender como ha permanecido oculto tanto tiempo, tocando lo que toca y como lo toca. Un estilo que cada día que pasa me gusta más y más. Merezco ser expulsado del planeta por mi desconocimiento pero prometo ponerme al día aunque no sé muy bien por donde empezar, bueno, empezar ya he empezado pero no ha sido con ninguno de sus numerosos discos, si hubiese de elegir uno con el que comenzar a descubrir a este pedazo de artista tal vez sería su disco de debut, aquel “John Prine” de 1971 o tal vez “Bruised orange” del 78 que tiene muy buenas críticas, pero no, no he comenzado por ningún Lp, tampoco con un recopilatorio al uso. La verdad es que Joserra me puso detrás de la pista correcta, me regaló un temazo para mi aniversario donde John Prine junto a Jim James se marcaban un dueto de esos que te ponen los pelos de punta, esa “All the best” que me enamoró por completo. Me llegó tanto que no paré de buscar hasta encontrar el disco donde salía esa canción y conseguirlo de forma no del todo legal. La sorpresa fue morrocotuda, pues en el disco “Broken hearts and dirty windows”, que por cierto no puede tener una portada más bonita, no canta John Prine, pero sí otros artistas que versionan sus canciones, rindiéndole tributo y pleitesía.

Lo curioso del caso es que al leer el listado de los artistas que habían participado me quedé de pasta boniato pues todos, todísimos, me encantan y forman parte de mi día a día: Bon Iver, Conor Oberst, Jim James, Josh Ritter, Kurt Wagner y sus Lambchop, Justin Townes Earle, The Avett Brothers, Old Crow Medicine Show, Sara Watkins, Drive by Truckers, Deer Tick junto a Liz Isenberg y finalmente Those Darlings. Impresionante es poco. Sólo faltaba que sonara tremendo y así ha sido. Al menos he escuchado este disco media docena de veces en tres días, qué gustirrinín, qué maravilla, qué bonico, sí, bonico del to. Después, como buen culo inquieto que soy, he escuchado las canciones por su autor original, pero que os quede claro que cada uno de los artistas que versionan sus canciones lo hacen magníficamente y además si no lo supieses jurarías que son suyas, pues las llevan a su estilo. Bon Iver lo hace magistralmente con “Bruised orange”, luego el señor Oberst nos deleita con su versión de “Wedding day in a Funeralville", pero lo mejor está por llegar. “All the best” preciosa, Ritter esplendoroso en “Mexican Home”, Lambchop haciendo suya y resuya “Six o'clock news” (mi favorita del lote), el hijito del señor Earle sale triunfante en “Far from me”, una de las mejores del lote, los Avett Brothes y los Old Crow le ponen salsa al asunto, banjo y buen ritmo a “Spanish pipedream” y “Angel from Montgomery” respectivamente y para ir acabando llegan las féminas y te destrozan el corazón. Joder, qué discazo, qué disfrute, qué descubrimiento tardío, aunque mejor tarde que nunca, no? Me voy a zambullir en la obra del señor Prine, sí señor, en cuanto el Dr John me quite ese hechizo que me arrojó que me mantiene embrujado en su obra. A todo esto, gracias Joserra, one more time.


Broken hearts and dirty windows: songs of John Prine (2010):


01 Justin Vernon – “Bruised Orange (Chain of Sorrow)” 
02 Conor Oberst and the Mystic Valley Band – “Wedding Day in Funeralville” 
03 My Morning Jacket – “All the Best” 
04 Josh Ritter – “Mexican Home” 
05 Lambchop – “Six O’Clock News” 
06 Justin Townes Earle – “Far From Me” 
07 The Avett Brothers – “Spanish Pipedream” 
08 Old Crow Medicine Show – “Angel From Montgomery” 
09 Sara Watkins – “The Late John Garfield Blues” 
10 Drive-By Truckers – “Daddy’s Little Pumpkin” 
11 Deer Tick – “Unwed Fathers” [ft. Liz Isenberg] 
12 Those Darlins – “Let’s Talk Dirty in Hawaiian”


El disco dos del inconmensurable White Album, el álbum de los álbums, el doble de los dobles, la POM de las putas POM comenzaba con esa maravilla de Sir Paul McCartney que cada 21 de Noviembre me dedico humildemente. You say it's your bithday, but it's my birthday too, yeah. Ese "Birthday" es la repanocha, como una canción tan simple puede contener todo eso, toda esa calidad?. Joder, qué buenos eran los Beatles, y Paul, claro, Paul. 

Pues aquí este marcianito cumple hoy años y espero cumplir muchos más y torturar al planeta Tierra con mis tontunadas y disfrutar de él y de la gente que quiero durante mucho más. Así pues me he decidido en este día tan señalado para mí, además de entregaros mi "self-portrait" en acuarela a lo Dylan, aparecer en la isla con la sección "coverízate" dedicada a dos grandes monstruos, a dos grandes "Pauls" (y así cierro el círculo de la semana) escuchando el Birthday original y el que el modfather Paul Weller grabó hace bien poquito y regaló a McCartney para su cumpleaños. Yo lo hago mío y me engaño pensando que Weller me lo ha dedicado a mí, no me hagáis la contraria dejarme por un día ser feliz y pensar que el modfather se ha acordado de un servidor. Oh! qué bien le quedó el artefacto! y nada más, os dejo con el temazo y gracias a todos por estar ahí, no sabéis lo que se ahorra uno en psicólogo. Abrazos, besos y.... sí, se admiten regalos.


Parece mentira que tenga que ser un ilustre señor de 67 años quién tenga que remangarse, coger el toro por los cuernos y zarandear la industria discográfica. En la era de iTunes, las descargas de canciones de dos minutos, el escuchar y tirar, en la época donde todo va tan rápido que nadie es capaz de sentarse como antiguamente a escuchar música, concentrado, paladeando cada nota, cada riff, cada inflexión de voz, escuchando cada canción una y otra vez sin cesar, durante horas, durante días, durante semanas y meses, Tito Neil es de los pocos que consigue centrar toda nuestra atención en él, en su obra. Si bien este es el año de la arruga, donde grandes dinosaurios del rock dan un puñetazo sobre la mesa para poner a cada cual en su sitio, nadie esperaba que los dos grandes tótems de la música americana entregasen trabajos dignos de sus mejores épocas. La exigencia con ellos siempre ha sido máxima, de ahí que cuando bajan un poquito el nivel y se quedan en notable haya algunos aprovechados que comiencen a tacharlos de vejestorios acabados pero ellos están por encima del bien y del mal, pertenecen a ese selecto club por derecho propio y por supuesto nada de eso les perturba, nada de eso les preocupa, ellos van a la suya, nadando contracorriente, contra viento y marea. Si papá Bob nos trajo la tempestad, Tito Neil nos ha traído la electricidad del relámpago. Ya dio el aviso con "Americana" este mismo año aunque ese disco fue un calentamiento, un capricho, un ensayo para retomar sensaciones pérdidas con sus antiguos compinches, sí, esos Crazy Horse que continúan en plena forma. En otros tiempos este "Psychedellic pill" hubiese sido un espectacular y raro doble LP de vinilo de esos que cuestan un ojo de la cara y que levantan pasiones, bueno, y lo es. Pero no es disco fácil, es un disco muy exigente, para especialistas en Young, desde luego si nunca has catado a Tito Neil no empieces por aquí, no porque no sea un gran disco pues sobradamente lo es, pero no esperes aquí nada inmediato, esto es un puchero que va cociendo a fuego lento, con su espinazo, su costilla, su pollico, sus patatas y garbanzos..., esto es gloria bendita pero hay que estar preparado para ello pues así de primeras te podría coger una indigestión. Por ejemplo, Young abre el disco con una pieza de 28 minutos y se queda tan pancho, toda una cara A de un vinilo, y consigue que parezca corta el muy cabronazo. Una obra maestra de la que no eres consciente de primeras pero que a base de escuchas te va engatusando de mala manera, te embruja y te hace estremecer. Sí, así es Young, un maestro, un brujo. Un caballo loco. 


Neil Young - Psychedelict Pill (2012): 01.- Drifting Back/ 02.- Psychedelic Pill/ 03.- Ramada Inn/ 04.- Born in Ontario/ 05.- Twisted Road/ 06.- She's Always Dancing/ 07.- For the Love of Man/ 08.- Walk Like a Giant/ 09.- Psychedelic Pill (alternative mix).

"Drifting back" abre como decía el disco de forma magistral. Intimida de primeras pero enseguida te ha seducido con ese mantra acústico que se revela en electricidad pura. No quiero hacerme pesado al hablar de esta canción ni del disco, otros ya han hablado muy bien de él, de todo. Con más conocimiento de causa y con más pasión. Un servidor viene a explicar que ha vuelto a sentir "eso" con "Drifting back", ese cosquilleo, ese no sé qué, esos pelos de punta, esa magia que parecía haberse perdido. No puedo dejar de escucharla y por circunstancias la llevaré grabada en mi cabeza siempre. Escucharla a las tantas de la madrugada sentado en la butaca de una habitación de hospital al lado de mi hija de casi dos años ha sido una experiencia sobrenatural. Oscuridad y silencio absoluto roto sólo por el débil ronquido de mi niña, y en mis oídos Tito Neil susurrando ese "i'm drifting back....·. Eso es, magia. Sólo con este tema uno puede darse con un canto en los dientes, es suficiente para mantenernos contentos y extasiados, pero hay más, mucho más. Lo que pasa es que un servidor ha quedado prendado de tal manera de ese temazo que entre que estoy medio embrujado por él y que dura lo que dura, pues casi no he escuchado el resto del disco como me gustaría. Esa es la verdad y no quiero mentiros. Eso sí, puedo deciros que lo que vendría a ser el disco uno es pura dinamita, además de la comentada “Drifting back” tenemos ese riff abrasador de “Psychedelic pill”, seguida de la que podría ser mi favorita del disco, esa fantástica “Ramada Inn” que nos trae al Young de siempre, al gran Young. Sabor clásico total. Para acabar el primer volumen nos regala “Born in Ontario”. Como dije no he escuchado todo el material como debiese, la verdad es que el disco dos ha sonado poco de momento, lo voy descubriendo sin prisa pero sin pausa, saboreando cada riff, cada frase de Neil. De esta segunda parte me quedo con el pelotazo de “Walk like a giant” aunque estos últimos días “She's always dancing” me está llevando al huerto. Ya digo, un disco difícil pero grandioso, un disco que gana con cada escucha, que sabe y huele a clásico y que rememora los buenos tiempos de Young y los Crazy Horse. Y pensar que tenga que venir un abuelo casi setentón a darle un electroshock al rock de hoy en día.... Tremendo.
1.- Paul McCartney
2.- Paul Simon
3.- Paul Weller
4.- Paul Westerberg
5.- Paul Simonon
6.- John Paul Jones
7.- Paul David Hewson (Bono)
8.- Paul Rodgers
9.- Paul Carrack
10.- Paul Stanley
THE LOPEZ 
A SIMPLE LULLABY (FOR ARLET) 

*El gran Paco y sus Lopez regalan a la familia Nikochana esta dulce maravilla que nos ha emocionado. Qué grande eres Beatle Paco! Muchas gracias, no tengo palabras para agradecerte este detalle.

 

Estos días he estado como muchos sabréis ausentado de la Isla por asuntos personales. La preocupación y los nervios por pruebas médicas, espera de resultados, previsiones, hipótesis... más el insomnio y el ver a una criaturita tan pequeña y dulce pasándolo mal ha hecho mella en este humilde marciano al que visitáis y por lo que leo, algunos también queréis. Gracias a todos vosotros nos conozcamos personalmente o no, nunca hubiese pensado considerar como amigo a alguien que únicamente conozco de la blogosfera, de hablar por mail, whasapp y cosas similares, pero este es el correo postal de esta época y en la pasada había gente que incluso se enamoraba por carta. Pues sí, gracias por el apoyo y por darme horas de lectura vía smartphone. Qué sería de nosotros ahora sin esos cacharrillos? He seguido vuestros blogs aunque no haya comentado, os vigilo, je, je. De todos, me ha hecho especial ilusión el nacimiento de ese hijo fruto del amor entre la Land y la Mansion de la Colina. Ese homenaje a Tito Neil y a Frías, ese calentamiento previo al encuentro del año, ese abrir el apetito y camelarte para que no puedas decir que no vas, que te lo vas a perder. Ese "Only castles burning" es una maravilla, un placer. El título no puede ser más acertado y el contenido de mayor calidad. Además parece abierto a todo aquel amigo que esté impregnado del espíritu rustie y se deje llevar aún por la fiebre del oro. El blog parece que tendrá fecha de caducidad, o no, quién sabe, así que tendremos que disfrutarlo mientras podamos y si somos bienvenidos aportar nuestro granito de arena. Y nada más, no dejéis de visitarlo, de colaborar y de comprar vuestro billete a Frías, porque "The waters going down it's a mighty tight... squeeeeeeeeze"!.

Ya estamos de vuelta con el concurso de la Isla, esta vez como podéis suponer por el título va sobre otra de mis bandas de cabecera, The Who. Para el tercero ya lo tengo claro, Neil Young será el protagonista absoluto y caerá más o menos antes del gran evento del año, el Rust Fest de Frías. El concurso da pistoletazo hoy mismo y se cerrará el 12 de Diciembre, más que nada para qué el ganador pueda disfrutar de su premio estas mismas Navidades. Así que tenéis prácticamente un mes para contestar. El regalo es de verdad y es cojonudo, que se lo pregunten al afortunado ganador del concurso anterior “Kinkinízate” Joserra Rodrigo. Las bases son sencillas, se deben contestar las 10 preguntas y enviarlas dentro del plazo de tiempo establecido al correo de la isla: www.nikochanisland@gmail.com.  El día después del cierre se hará el recuento de aciertos, en caso de empate ganará aquel que sea follower del blog, si continúa el empate será el azar y la mano de mi pequeña Arlet quién decida. Me pondré vía mail en contacto con el ganador, este me dará su dirección y para allá irá el premio pero yo no desvelaré el nombre del ganador hasta que éste me envié una foto suya con el flamante galardón, por supuesto saldrá en un post en tamaño grande (podéis poneros una careta si pensáis no ser dignos de salir en mi humilde morada). En el concurso anterior “sólo” hubo 19 participantes, espero que esta vez haya alguno más. No está vetado ni mi hermano Black Meeple, ni mi archienemigo Guzzest, ni el ganador del concurso anterior. Así que os deseo a todos suerte y espero que el premio guste, qué digo, cómo no va a gustar? Os dejo con las preguntas, a por ellas terrícolas!

1.- Quién fue y a qué grupo pertenecía el “substitute” a la batería del mítico Keith Moon, una vez que éste pasó a ser fiambre?

2.- En la magnífica compilación Odds & Sods, cada miembro del grupo lleva un casco de Fútbol Americano con una letra, las letras forman la palabra R-O-C-K. Qué letra lleva Pete en su casco?

3.- Saben ustedes terrícolas cual es mi disco favorito de The Who?

4.- Phil Daniels es famoso por haber sido el mod Jimmy, por salir en el culebrón Eastenders y por protagonizar el videoclip de una de esas canciones noventeras que te saltan la boina, sabrías cual?

5.- Antes de la llegada de Moon, se llamaron The Deutors, luego pasaron a Who, pero durante un periodo corto de tiempo llevaron otro nombre con el que editaron el single “Zoot suite/I'm the face”, cual?

6.- Qué cantante/actor fue el “Bellboy” del pelicularro Quadrophenia?

7.- Con que grupo compartían al productor Shel Talmy los Who al principio de su carrera?

8.- Qué famosa cadena hotelera estadounidense tiene vetada la presencia de The Who o cualquiera de sus miembros de por vida en sus establecimientos?

9.- Es mítico el riff de “Sparks” de Tommy, pero tuvo un antecesora, ese riff ya lo habíamos oído antes. En qué canción escuchamos una "sparks" en pañales?

10.- Quién es el papá del terrícola responsable de aporrear la batería durante la grabación de la vuelta de The Who en 2006 con el excelente “Endless Wire”?
THE KINKS
ARTHUR (1969)
BRAINWASHED

Los hermanos Davies durante la época que va de 1966 a 1971 firmaron media docena de obras maestras del pop/rock de todos los tiempos, amén. Eso, de entrada, les engloba dentro del círculo privilegiado de bandas míticas y coetáneas que vivieron una época creativa inigualable y que firmaron también muchas obras maestras consecutivas. Hablo de mis otros tres admirados grupos británicos: Beatles, Stones y Who. Estos tres y The Kinks son indispensables en la vida de cualquier bicho viviente del planeta y sólo con sus canciones uno puede darse por satisfecho toda la vida. Aún podría decir más, bueno, yo no lo dije, se lo dijo anónimo E a Joserra quién el otro día me lo hizo llegar a mí: “Se pueden vivir vidas infinitas inmerso en esos discos; a veces, salir de ellos es una pérdida de tiempo”. Esos discos, son los seis discos míticos de The Kinks: Face to Face, Something Else, Village Green, Arthur, Lola y Muswell Hillbillies. Bueno, 6+1, pues Percy es una debilidad marciana de belleza incalculable. Mi favorito? Pues “Something else”, por motivos sentimentales no por otra cosa porque a nivel de calidad cualquiera de los seis podría ser mi predilecto en un momento determinado. Sin ir más lejos ando redescubriendo “Arthur (or the decline and fall of British Empire)” estos días, y reconozco estar como un niño con zapatos nuevos. Era tan bueno ayer o ha mejorado hoy? No, no, era así de bueno pero un servidor lo tenía algo olvidado. Superar al “Village” era francamente difícil, era una ardua tarea sólo alcanzable a genios, claro que los Davies, lo son. Ray Davies seguía con la idea de hacer álbumes conceptuales que acabarían derivando en óperas rock, pero en este caso la vida de Arthur Morgan (inspirado en su cuñado), fabricante de alfombras, dio pié al séptimo álbum de la banda, “Arthur”.


The Kinks - “Arthur (or the decline and fall of British Empire)”: 01.- Victoria/ 02.- Yes Sir, No Sir/ 03.- Some Mother's Son/ 04.- Drivin'/ 05.- Brainwashed/ 06.- Australia/ 07.- Shangri-La/ 08.- Mr. Churchill Says/ 09.- She's Bought a Hat Like Princess Marina/ 10.- Young and Innocent Days/ 11.- Nothing to Say/ 12.- Arthur.

El disco nace con la dificultad de intentar vender más que el “Village” que aunque hoy es considerado una obra maestra, en su momento no se comió un rosco. Tampoco ayudaba mucho que el single “Plastic man” que a un servidor le parece la repanocha no entrará en las listas cosa que en la época te daba muy poca vidilla. Este single, por cierto, no entró finalmente en el álbum aunque sí en sus posteriores reediciones. Ray estaba enfrascado en producir el disco de los Turtles y por último estaba el cambio de formación pues el bajista Pete Quayfe abandonó el barco siendo sustituido por John Dalton. Vamos, viento a favor no tenían. Pero así es la historia de los Davies, siempre al revés de todo el mundo, siempre a destiempo, o antes o después, nunca fueron amigos de seguir el rollo a las historias musicales, a los chismorreos, nunca jugaron al juego como los Who o los Stones, y claro, siempre quedaban relegados a favor de estos. En realidad “Arthur” debía ser la banda sonora de una serie de televisión creo recordar, de este dato no estoy muy seguro, pero finalmente la cosa se torció y de nuevo Ray Davies que ya se había llevado un chasco con el “Village” pues él quería un disco doble del copón (no le dejaron y luego vino el White Album y más tarde el Exile y otro grandes dobles de la historia, ya digo, siempre a destiempo), tuvo que aguantarse y tirar pa'lante. El disco saldría sí o sí. “Driving” fue el primer sencillo con el mítico “Mindless child of motherhood” de cara b (que no entró en el disco) y le siguió “Shangri-la”. En yanquilandia con buen tino eligieron “Victoria” y “Brainwashed” de cara b (ese lo quiero para ayer!). Pero dejemos los singles y centrémonos en el LP, esa maravilla artística, bonica del to, con desplegable interior y figuritas troqueladas de la reina Victoria, diseño gráfico sensacional del ilustrador Bob Lawrie. Y sí, vienen la “lyrics” y ese canguro-boxeador! Yeah!

En mi modesta opinión The Kinks muy pocas veces suena mejor que en “Arthur”, bueno sí, como banda creo que en el “Muswell Hillbillies” estaban insuperables pero lo que se cuece en “Arthur” es una receta mágica y secreta. De las letras y el sentido que le da Ray a ellas en las canciones hay muy poco que decir pues es un maestro en contar historias corrientes, es un genio casi inigualable pues hay muy pocos artistas capaces de eso. Tres, cuatro más? Y sí, ya sabemos todos quienes son, pero Ray tiene un talento especial. Aquí se combinan desde el principio el buen tino en las letras con esa base rítmica acojonante y un Dave inspiradísimo. Ese riff mágico y londinense abre el disco con “Victoria” y Ray cantando fantásticamente adormilado, la canción va cogiendo volada y entre los redobles, ese estribillo y el sólo de Dave ya nos ha llevado al huerto. God save the Kinks terrícolas! “Yes sir no sir” no tiene un inicio muy Kink, pero joder, qué cancionaca. Una de mis favoritas. De nuevo la guitarrica de Dave me pone los pelos de punta, está muy grande en este disco. Es una canción muy british, con ese puente a lo Small Faces y esos vientos Beatlelianos… Tremenda canción.  “Some mother’s son” tiene eso que me vuelve loco, tiene melodía, tiene ese ritmo decadente y amoroso que sirve para llevarnos de la mano a ese “Driving” de ensueño, sólo por esta joya ya valdría la pena comprar este disco. Qué canción! Se puede ser más bueno? Y de la dulzura a la psicodelia de “Brainwashed”…, se me van las piernecicas, qué ritmo! Ostias, siempre he pensado que esos dos trallazos seguidos son la bomba, por cierto si escucháis bien el riff de guitarra de Dave os daréis cuenta de donde sacaron ese “Song 2” los Blur. Y no tengo nada más que decir. Y seguimos para bingo, esto es un no parar, Austraaaliaaaaaaaaaa……  Esos coros, esa guitarra, esa voz doblada de Dave, ese estribillo nasal a lo Small Faces…


Aroma British total, hay algo más británico que esto? The Kinks son el té de las cinco, son la Union Jack, son los autobuses dobles, son las cabinas telefónicas…., ellos son England. “Australia” es una locura de canción, con ese final muy a lo “Exile” Stoniano, mucho antes del exilio en la calle Main de sus satánicas majestades (Austraaaalia, Austraaaalia…). No nos dan descanso los putos hermanos Davies, de trallazo a trallazo, de POM a POM. Ahora toca “Shangri-la”. Una puta obra maestra. Tal vez, con “Arthur” es la canción del disco. Cuando Dave dobla la voz se me ponen los pelos de punta y el estribillo? Shangri-laaaaaa, Shangri-laaaa, Shangrilaaaaaaaaaa. “Mr Churchill says” es una genialidad de esas que te dejan boquiabierto, todo parece ir como la seda y luego llegan las sirenas y la cosa se pone calentita (esos cambios de ritmo los tiene bien aprendidos el bueno de Jack White…), la guitarra rocanrolera/aflamencada de Dave me la pone dura oigan y de ahí a “She’s bought just like a princess marina” que es un despipórrensen, con ese inicio a lo “Barry Lindon” y ese final locuelo de vodevil. Tremendo. Luego llega el baladón kinkiniano “Young an innocent days”, simplemente bello que nos encamina al final del discarro, antes de eso llega “Nothing to say” que abre con el magnífico piano de John Gosling que lo borda en todo el disco, al que habían fichado para este trabajillo y acabó como miembro de pleno derecho de los Kinks más adelante. Y para terminar, ese cañonazo que es “Arthur”… Don't ya know it, don't ya know it!!!  Estos Kinks son la leche, se marcan uno de los mejores discos de la época y pasan desapercibidos pero si uno escucha atento se da cuenta de que lo hecho después por otros grupos en el 70, 71 se lo deben a este disco, y ya no digo en los noventa aquel britpop. No tiene nada que envidiar a obras mejor consideradas de la época, claro que lidiar con el “Abbey Road”, “Tommy” y el “Let it bleed” es difícil. Además están los descartes que aparecen en la versión remasterizada: Plastic Man, King Kong, y maravillas de Dave como “Mr shoemaker’s daughter”, “This man he weeps tonight” y “Mindless child of motherhood”. Si con todo este rollo que os acabo de soltar no salís a la calle a compraros el disco tendré que teletransportarme y desintegraros sin piedad. “Arthur” es uno de los mejores discos de final de los sesenta, uno de los mejores de las Islas Británicas, uno de los mejores de The Kinks. Un cinco estrellas, una obra maestra, un puto clásico nikochiano.


Hace unos días y por culpa del de siempre con su magnífica sección por la cual mataría acabé rendido a ese disco crepuscular que es “Pat Garret & Billy the Kid” (73), cosa bonica y tremenda donde las haya. Un par de escuchas y ya me tenía entregado otra vez más al gran Bob. Joder, menuda droga!. Pero esto no va de ese disco, bueno sí, pero va de una de sus canciones, de esa joya llamada “Knocking on heavens door”. Tal vez una de las mejores canciones que uno haya escuchado en la radio tropecientas veces, a pesar del número de escuchas uno no se cansa de retomarla y amarla una y otra vez. La original de Dylan es perfecta, le salió redonda la jugada. Una obra maestra dentro de una pequeña y oculta obra maestra. De eso se dio cuenta mano lenta, y el cabronazo la hizo suya sin piedad, vistiéndola con las telas del otro Bob, y es que el ritmo reggae le sienta de maravilla: Bob & Bob de la mano de Clapton, y Clapton, claro, is God. Aquella versión podría haber estado en mi disco favorito de Eric, sí, aquel “461 Ocean Boulevard” pues el reggae allí está muy presente, pero no lo está, apareció en el 75 como single y ahora es fácil encontrarla en cualquier recopilatorio al uso de Clapton.

Por generación, por comercial, porque enganchó a las masas en los noventa, la tonadilla de Dylan se reinventó y escaló las listas de la mano de Axel Rose y sus Guns N’Roses que la colocaron en su “Use your illusion II” (91). Los “Guns” y esto puede que suene a sacrilegio nunca me han llevado al huerto. Sí, su debut del 87, el “Appetite” es una POM, de eso no hay duda, y los ”Illusion” están bien pero no acabo de conectar del todo con esta banda. Es la verdad, para qué mentir. Me gustaban las versiones que hacían y me gustaba la guitarra de Slash pero en general me resultaban algo cargantes. La verdad es que su versión de “Knocking on heavens door” es acojonante y me pone los pelos de punta. Así que os dejo con su directo en el homenaje a Freddy de Wembley allá por el 92 y que os vaya bien la coverización. Saludos terrícolas.



1.- The Great Lost Kink Album (73)
2.- Face to Face (66)
3.- Something Else (67)
4.- Arthur (69)
5.- Sleepwalker (77)
6.- Preservation Act I (73)
7.- Lola Vs The Powerman (70)
8.- Schoolboys in Disgrace (75)
9.- Muswell Hillbillies (71)
10.- Low Budget (79)
Cuando tristemente alguien decidió eliminar la aplicación online “Picnik”, a este marcianito le dejaron tocado. Era una herramienta muy útil. Un programa excelente, completito y fácil de usar para manipular fotos que no hacía falta instalar pues se accedía a él por medio de su página web. Una vez eliminado tuve que buscarme las castañas y acabé dando con un aplicación muy similar que me permite manipular las foticos que acaban saliendo en la Isla. Es por tanto “iPiccy” una herramienta básica para la bloguería. Nada de instalaciones, nada de quebraderos de cabeza. Subes la foto, le metes mano, la recortas, la giras, le pones filtros, la mangoneas un poco más, la envejeces, la comiqueas o lo que te salga del badajo. Luego guardas y publicas. Más fácil imposible. Para mí un utensilio de este tipo me parece básico, vital, pues aquí este marcianito publica el blog no sólo desde casa, a veces incluso desde otra galaxia y es necesario tener alguna buena herramienta a mano además de entre las piernas. Ésta lo es, la otra también. Y nada más, quería compartir con todos vosotros esta pequeña joyita gratuita que os resolverá más de un problema ya que he salido bien escaldado de la crítica cinéfila sobre Ridley Scott. Joder, qué queréis, a mí me gustó.
La astronave comercial Nostromo con sus siete tripulantes hibernando se disponía a volver a la Tierra cuando una señal de origen desconocido que se repetía cada 12 segundos cambia el rumbo de la nave y sus prioridades. La tripulación es despertada y deben comprobar qué y de quién es la señal. Tres de los tripulantes avanzan por el rocoso planeta y descubren una gigantesca nave de origen extraterrestre, avanzan por su interior y descubren una forma de vida, seguramente el piloto de la nave, totalmente fosilizada. Lleva mucho tiempo allí y no son capaces de saber que es exactamente, al lado de ese descubrimiento encuentran un gran agujero, por el que baja uno de ellos. Allí hay una cantidad abrumadora de lo que parecen ser huevos, en su interior hay vida. Uno de esos huevos eclosiona y de él sale una especie de cangrejo con cola que se adhiere a la cara del terrícola, paralizándolo, dejándolo en coma pero suministrándole oxígeno. Los otros dos humanos llevan al herido a la nave y a partir de aquí creo que todos conocéis lo que le pasa a la tripulación del Nostromo, a la Teniente Ripley y al misterioso Octavo pasajero. Eso era Alien. La mejor película de ciencia ficción/terror de la historia que aún siendo de 1979 aún hoy no ha sido superada. Su director Ridley Scott firmó una obra maestra y a partir de aquí el universo “Alien” fue creciendo en diversas películas, dirigidas por diferentes grandes directores, cada uno con su estilo, sus neuras y sus manías, pero todos fieles a la idea base que hicieron de esa Quadrilogía una obra imprescindible para los amantes del género, como es mi caso. 


Como digo, “Alien” (79) de Ridley Scott es insuperable, ninguna de sus secuelas ha podido superarla pero ojito, que los otros tres films son cojonudos, mantienen el tipo y aportan un extra a la historia. James Cameron retomó la historia en 1986 con “Aliens”, en el 92 David Fincher entregó la tercera entrega que parecía el fin, fue algo polémica la cinta pues a Fincher le recortaron casi 40 minutos al inicio que al verlos resultan imprescindibles. Peliculón nada bien considerado. Finalmente cerró la saga en 1997 Jean Pierre Jeunet con “Resurrection”. Tal vez la más floja de todas pero desde luego para nada mala película. Un servidor como buen seguidor de la saga no tardó en hacerse con el pack “Quadrology” de hace unos años y en un acto de locura un fin de semana torturé a mi esposa viendo el primer film normal y luego versión extendida, el segundo normal y luego versión extendida y así hasta llegar al cuarto versión extendida y final algo distinto. Por supuesto las entrevistas, los making off, los diseños, la evolución del “alien” etc, etc… no faltaron a la cita. Así pues cuando llegó la noticia de que Ridley Scott quería cerrar el círculo y retomar Alien casi todos los fans nos alegramos pero también nos acojonamos pues daba miedito que la cagara. El proyecto era “Prometheus” y al parecer sería una especie de precuela con vida propia.


El sábado pasado visualicé el nuevo film de Ridley Scott. Mi opinión? Pues que a pesar de saber lo que va a pasar y aún teniendo algún que otro personaje flojete el resultado es francamente notable. No es mejor que Alien (79), obviamente, pero no es peor que las otras tres películas de la saga. Es una precuela? Sí. Pero una vez enlaza con la “Alien” original decide tomar un camino paralelo para montar muy posiblemente una trilogía propia. En eso nada ha cambiado, la pasta es la pasta. No molaría que James Cameron hiciese la segunda parte de Prometheus? Sería la leche. Pero bueno, vamos al caso. El origen de la especie humana, su creación parece tener una respuesta en un sistema extrasolar, concretamente en una luna de un planeta extraño. La corporación Weyland (la misma que hace volver a Ripley al planeta que casi acaba con ella en Aliens) crea una misión para descubrir ese origen y saber quién creo al ser humano. La nave Prometheus llega a su destino y por supuesto descubre el pastel. Existe una raza similar a la humana pero de un tamaño mucho mayor y una tecnología descomunal capaces de dominar el tema adn y crear especies nuevas. Esos tipos nos crearon pero no hay rastro de ellos. Los tripulantes descubren que esos seres estaban creando otra especie alternativa, una especie de gusanos/cangrejos que acaban atacando a la tripulación. Resumiendo: esos creadores de los humanos se disponían a enviar a esa especie “asesina”  a la Tierra para destruirnos, porqué? Ya lo explicarán en otra ocasión. La cosa es que uno de esos “creadores” sigue vivo, intenta salir con la nave hacia la Tierra pero finalmente es destruido y su nave con los bichejos acaba estrellándose, toda la tripulación muere excepto la protagonista y el androide…. Y el bichejo que se mete en el cuerpo del “creador” y acaba por convertirse en el “Alien” que conocemos. Cienciaficción pura y dura, de filosofía barata nada de nada. No profundiza en la metafísica ni en los porqués. Mejor.



El nexo de unión reside en el momento cuando en “Alien” reciben esa señal de socorro/alerta que viene de la nave del creador al que llaman “ingeniero”. Vemos la nave hecha trizas, la misma que descubren luego los de la “Prometheus”. Vemos los huevos de Alien como los vimos en Prometheus. Así que de ahí viene todo. El androide y la superviviente acaban tomando otra nave alienígena y van en busca de esos creadores, de los ingenieros, por ahí seguirá la nueva saga. En cambio, años más tarde la teniente Ripley a bordo de la Nostromo aterrizaría para responder a una llamada de socorro. Todo muy bien ligado y todo muy en la misma línea. En cuanto a los actores, todos cojonudos. Diez absoluto para el androide interpretado por Michael Fassbender y un notable para la nueva heroína espacial, Noomie Rapace. La estética, acojonante, todo muy “alien”. Y el director retomando el buen pulso, y dándonos lo que queríamos. La verdad es que sean mejores o peores las películas, la estética de los films de Scott es impecable y este film no es menos. Respuestas y una nueva aventura. Muchos la criticarán por no llegar al nivel de “Alien” pero cuantos films lo ha hecho desde entonces? Ya os lo digo yo, ninguno. Digna sucesora o precuela, dignísima película con grandes momentos, con escenas memorables y con su justa tensión terrorífica. Y aunque a partir de ahora se aleje de mi “Alien” tengo unas ganas tremendas de ver ese segundo film de “Prometheus”. Por cierto, el ejercicio de ver “Prometheus” y al día siguiente la “Alien” original no tiene precio, seguiremos con toda la quadrilogía one more time. Ridley Scott cerró el círculo casi cuarenta años después. Agradecido le estoy. 
Como estoy sin un centavo he seguido rebuscando en mis estanterías libros interesantes que por una razón u otra cayeron en el olvido. Hace un par de semanas encontré “Cómo me quedé calvo” del joven escritor holandés Aaron Grunberg que vete tú a saber quién me lo dejó que yo, además de quedármelo vilmente, abandoné y olvidé sin remordimiento alguno. Recuerdo que me interesé por él debido a la curiosa historia de su autor. Vamos por partes, el tal Aaron Grunberg es muy conocido por la tierra de los tulipanes, aunque yo, la verdad, no sabía quién era. El tipo firmó este libro bajo el pseudónimo de Marek Van der Jagt, que es el mismo personaje que protagoniza el libro en cuestión, así que el artefacto se presentó como una especie de autobiografía de un nuevo autor. La historia fue ganado adeptos y se comenzó a buscar al tal Van der Jagt. Tenía dirección postal e incluso salía una foto suya en la primera edición del libro. Pero el de la foto no era Grunberg, tampoco Marek, al parecer era un tipo al que Grunberg hizo una foto en sus vacaciones y plantó su jeto allí, en la contraportada. El libro de Van der Jagt fue nominado a varios premios, se rumoreaba que era de Grunberg aunque él lo negaba rotundamente pero algunos estudiosos decían que estaba claro que su estilo era el mismo y que con total seguridad eran la misma persona. En efecto, al ganar no sé que prestigioso premio, Grunberg, reconoció con regocijo la autoría de la novela. Yo me enteré de todo esto y pedí (o robé) el libro a alguien, no recuerdo a quién, pero después de mi fechoría, como dije, lo abandoné a su suerte. Hace unas semanas lo rescaté y en una tarde me lo zampé. La verdad es que me ha decepcionado un poco la búsqueda del amour fou, junto a su extraña familia y su mini-pene. Por momentos la historia engancha y tiene gracia pero acaba flojeando en mi modesta opinión. Si alguien que me conoce lee esto y se acuerda que su estimado libro desapareció que alce la voz y este humilde marciano se lo devolverá rápidamente. Y nada más, tal vez ha sido el primer resbalón de media docena de libros que en estos últimos meses me han encandilado, ahora espero una nueva remesa en mi próximo cumpleaños terrícola que está a la vuelta de la esquina y claro, tengo intención de hacerme con dos libros de blogueros de postín: “La muñeca rusa” de Juan Miguel Contreras (Caimán sincopado) y “En los antípodas del día” de Gonzalo Aróstegui Lasarte (Ragged Glory). En eso estamos terrícolas.
MUMFORD & SONS
BABEL (2012)
WHISPERS IN THE DARK


La Tempestad arrasó con todo. Pero no hablo de la devastadora “Sandy” si no más bien del “Tempest” de Dylan. Desde que llegó a mi hogar en Septiembre ha dejado sin respiración a cualquier otro artista, ahogando sus canciones e inundando sus proyectos que lógicamente, en mi hogar, no han conseguido salir a flote. Como suele decirse, después de la Tempestad viene la calma, así pues los discos que un servidor dejó reposar están entrando con calma y paso firme en mi humilde morada. La calma, la clase y el savoir faire lo pone Van the Man con su magnífico disco (otro más), la decepción la ponen los Band of Horses que como sabéis no han llegado a engatusarme, el goce lo pone Tito Neil, y la sorpresa, y sí, leéis bien, sorpresa, la ponen los londinenses Mumford and Sons con ese siempre difícil segundo disco. No lo tenían fácil Marcus Mumford y sus muchachos pues su puesta en escena del 2009, aquel maravilloso “Sigh no more”, gustó a propios y a extraños. No conozco a un solo terrícola que habiendo escuchado el disco no le haya llegado al alma. Fue la sorpresa de final del 2009 principios del 2010, pero era un hype? Serían ese típico grupo de un sólo disco, sería su segunda obra una pifia o sería la confirmación de algo grande, poderoso y coqueto? Chi lo sa. Las críticas leídas me dejaban extrañado pues todos aquellos que los habían alabado ahora les daban cera por doquier, luego vino mi primera escucha que me dejó tibio pero ojo, que estaba bajo el influjo del maestro de Duluth y ese encantamiento no se lo quita uno de encima así como si nada. Una vez repuesto del embrujo de Bob me decidí a darle otra oportunidad al disco de los Mumford porque su debut me la puso dura, su debut me dio felicidad y tardes de gloria, porque aquel era un disco muy bueno joder, tenía lo que tenía, estaban “Sigh no more”, “The cave”, “Winter winds”, ah! Y “Little lion man”, Oh! Qué delicia, y ese banjo, esa mandolina, esa voz poco habitual, ese americanismo londinense.... Pues sí, le dí una segunda escucha y me supo a gloria.... 


Mumford & Sons - “Babel” (2012): 01.- Babel/ 02.- Whispers In The Dark/ 03.- I Will Wait/ 04.- Holland Road/ 05.- Ghosts That We Knew/ 06.- Lover Of The Light/ 07.- Lovers' Eyes/ 08.- Reminder/ 09.- Hopeless Wanderer/ 10.- Broken Crown/ 11. Below My Feet/ 12. Not With Haste. 

Ahora es cuando no es que me moje es que me tiro al Tamesis de cabeza, o no, mejor de bomba que uno está mayor y no quiero darme un barrigazo. Ahora es cuando lo suelto y me quedo tan pancho. Sí, “Babel”, es mejor que “Sigh no more”, sin duda alguna. Mejor en términos gererales, mejor acabado, más grande, con mejores canciones, sí, lo que leéis.Tremebundo aunque esa no era la palabra que buscaba, la palabra, es, joder, épico. Sí, suena poderoso y ambicioso, le dan aquello que le faltaba a “Sigh no more”, le dan esa fuerza que tienen en directo pero que a su debut parecía faltarle. Desde el inicio con “Babel” refuerzan aquello que nos ofrecieron en el debut, un inicio de traca con un poker de canciones de esos que te dejan con la boca abierta y el culo prieto, a saber: Babel, Whisper in the dark (que a mi hija le encanta, se pone bailonga con ese tremebundo final), I will wait y Holland road. Banjo, melodías exquisitas que hacen que los pies se nos vayan solos, mandolinas, y esa Holland Road, qué maravilla, qué preciosidad. Como digo ese inicio te hace saltar la boina, fijo. Mejoran como grupo y como escritores, hay más que buen ritmo y melodías en las canciones, hay mensaje y hay magia. “Ghost that we knew” y “Reminder” son unas joyitas escandalosamente bellas. Y “Broken crown”, OOOOh! Y ese final bonico del to con “Not with haste”... , delicioso. Los Mumford and Sons además de haber parido dos discos cojonudos tienen el honor de estar entre las nuevas bandas que encandilan al gran Bob, al maestro Dylan y eso no es moco de pavo. Esto es un discazo y punto.