Tremendo este rockumental. Sí, uno más. Un documental más de la mejor banda de rock de todos los tiempos, pero aquí el marcianito no se cansa de dar lengüetazos por doquier y saborear la obra de los Stones, los Rolling o como queráis llamarlos. Ayer por casualidad acabé viendo “Crossfire Hurricane” el enésimo documento visual que Jagger se ha sacado de la manga para celebrar el 50 aniversario de la banda y porqué no, hacer algo de caja (él nunca se cansa de ganar pasta!). Y qué queréis que os diga, me gustó más el “Stones in Exile” pero ojo, que “Crossfire Hurricane” es tremendo. El inicio es demoledor: Jagger con veintitantos años, el culo al aire y esnifando “algo”... para rematarnos con una excelente versión de “Street figthing man”, luego... pues hay una historia cronológica del grupo donde vemos sus inicios, sus primeras composiciones, las idas de olla de Brian, su salida del grupo, su muerte. La llegada de Mick Taylor, las drogas, las giras, Altamont..., la salida de Taylor, la llegada de Ronnie... Todo demasiado rápido y todo en términos generales. Joder, los Stones se merecen un megadocumental o una serie de grandes documentales sobre su vida y obras, su "anthology", como mandan los cánones aunque tampoco digo que sea malo, eh!, que a mi me ha parecido fantástico. Hay confesiones muy interesantes y alguna que otra imagen para la posteridad pero intuyo que Jagger se guarda mucho material que nos dará más adelante en pequeñas dosis. El documental lo podéis ver aquí, os va a gustar, seguro, porque es puro rock, pura historia del mejor grupo de rock que jamás exista en este planeta. Ahora, viejunos totales, siguen en la brecha aunque ya no entreguen casi nada interesante. Yo aún les espero, espero que saquen dentro de poco un nuevo disco, pero uno donde vuelvan a sus raíces, rock, blues y ese sonido característico que aportan Watts y Keith. Si nunca llegase siempre me quedará su obra, su gran obra. Junto a Beatles, Kinks y Who, los Stones forman el póker de grandes bandas que me han robado el corazón. Bueno, no me enrollo, os recomiendo el documental porque es muy interesante y aunque no aporta nada nuevo para los fans al menos nos recuerda que los reyes siempre fueron ellos, y que se tiene que ser muy bueno para llegar al nivel que ellos llegaron.
01.- Bad Moon Rising
02.- Proud Mary
03.- Born on the Bayou
04.- Have you ever seen the rain?
05.- Down on the corner
06.- Fortunate son
07.- Run through the jungle
08.- Looking out my back door
09.- Who’ll stop the rain?
10.-  Up around the bend
Ayer, como tantas otras cosas, se me pasó felicitar al gran John Fogerty que cumplía nada menos que 68 tacos! Aquel grupo suyo aún me da una trempera descomunal al escucharlo, eran uno de los grandes, con uno de los cancioneros más exitosos y apabullantes donde los haya contando que sólo, como grupo, estuvieron cinco añitos. John siguió a lo suyo aunque ya no le quedaban discos tan redondos como entonces aunque, joder, bien bueno que es “Centerfield” de 1985. Ahora nos viene con nuevo disco bajo el brazo, “Wrote a song for everyone” y si os digo la verdad podríamos catalogarlo de prescindible para casi todo el mundo excepto para los fans que lo adorarán. Vale, hay dos temas inéditos que por sí solos pueden justificar este artefacto, “Misty Highway” y “Train of Fools”, pero lo que pasa es que se justifica solo porque es un gran divertimento de John junto a un buen puñado de artistas que colaboran con él en sus canciones, vamos con ellos: Bob Seger, Kid Rock, Foo Fighters, Alan Jackson, Brad Paisley, Zac Brown Band, Miranda Lambert, Keith Urban, Dawes, My Morning Jacket, Shane & Tyler Fogerty, Tom Morello, Jennifer Hudson, Allen Toussaint y The Rebirth Brass Band. De todas las versiones, me gustaría destacar ese cañonazo que sigue siendo a día de hoy “Fortunate song” y que esta vez está más vitaminada aún pues colaboran en ella los "Foo Fighters, “Long as I can see the light” con My Morning Jacket, “Someday never comes” junto a Dawes (que por ciento tiene muy buen nuevo disco) y como no “Who’ll stop the rain” junto a Bob Seger. Este disco tampoco creo yo que sea de lo mejorcito en cuestión de duetos que podamos encontrar en el mercado de una gran estrella junto a amigos y seguidores, tal vez de este tipo recuerdo con cariño el fantástico “See my friends” de Ray Davies & Friends, aunque yo prefiero los discos de versiones y no de colaboraciones. Ya sabéis lo que me gusta coverizarme. Y nada más, darle al play, dejaros llevar y a disfrutar. 


John Fogerty – “Wrote a Song for Everyone” (2013): 01. - Fortune Son (Ft. Foo Fighters)/ 02. - Almost Saturday Night (Ft. Keith Urban)/ 03. - Lodi (Ft. Shane Fogerty And Tyler Fogerty)/ 04. - Mystic Highway/ 05. - Wrote A Song For Everyone (Ft. Miranda Lambert Ft. Tom Morello)/ 06. - Bad Moon Rising (Ft. Zac Brown Band)/ 07. - Long As I Can See The Light (Ft. My Morning Jacket)/ 08. - Born On The Bayou (Ft. Kid Rock)/ 09. - Train Of Fools/ 10. - Someday Never Comes (Ft. Dawes)/ 11. - Who'll Stop The Rain (Ft. Bob Seger)/ 12. - Hot Rod Heart (Ft. Brad Paisley)/ 13. - Have You Ever Seen The Rain (Ft. Alan Jackson)/ 14. - Proud Mary (Ft. Jennifer Hudson Ft. Allen Toussaint And Rebirth Brass Band)

La vigésima tercera película de James Bond acabó ayer siendo visionada en el hogar nikochiano después de haber leído y oído infinidad de buenas críticas a pesar que a un servidor el amigo Daniel Craig no le convence para nada en el papel de 007. Para él es su tercera película como agente con licencia para matar y la verdad las dos primeras dejaban mucho que desear pues más que a Bond parecía que estábamos viendo una mala imitación del famoso agente sin memoria Bourne. Con un director de postín, Sam Mendes, un reparto de lujo: Daniel Craig, Judie Dench, Ralph Fiennes, Albert Finney y Antonio Bardem, y al parecer un buen argumento todo me hacía pensar que esta vez sí disfrutaría con una nueva entrega de Bond, pero no fue así, me pareció el film bastante regulero. Dejando de un lado los guiños y referencias a otras entregas que van desde frasecitas míticas a la aparición del Aston Martin pasando por recordar gadgets como el bolígrafo explosivo lo verdaderamente bueno del film es el malo malísimo interpretado como no por Bardem, que lo borda aunque a veces da la sensación de pasarse de rosca y sobreactuar un algo, o bueno, simplemente actuar, porque el resto de actores, empezando por Bond transmiten más bien poco. Las secuencias de acción son más que correctas pero joder, con la pasta que hay es lo mínimo, ya digo, correctas y muy típicas a penas sin gracia ni originalidad. El argumento bastante flojo y lineal para lo que me habían vendido y lo único que sí  me gusta es la estética del film porque ni las “chicas Bond” son para tirar cohetes. Bueno, tampoco es una mierda, pero esperaba más. Un film para ver sin pretensiones y para no usar mucho las neuronas. Otro film más de Bond que tampoco creo yo que entre en el top de míticas películas del agente 007. Una lástima. Ah! Por cierto, la canción de Adele… buenísima. 
BOB DYLAN
BLOOD ON THE TRACKS (1975)
TANGLED UP IN BLUE


Felicidades Bob!!!! Sí, hoy Dylan cumple años y no sólo él debería celebrarlo, todo el planeta debería rendir homenaje al más grande entre los grandes y disfrutar completamente con su obra antes de que nos deje, pues Bob cumple hoy la friolera de 72 años y viendo como están despareciendo los mitos.... pero Dylan es eterno, o no? Este coverízate de hoy me sirve para dos cosas, la primera como ya suponéis para homenajear al genio de Duluth, y segundo para reivindicar a unos de los grupos ninguneados más interesantes de los sesenta. Joder, qué buenos eran los Manfredd Mann! Tienen una gran colección de singles de esos insaltables y eternos: Do Wah Diddy Diddy, If you gotta go go now, Sha la la, 5-4-3-2-1, Come tomorrow, Pretty flamingo, Hubble Hubble y el tema que hoy vengo a presentaros, ese fantástico tema llamado “The Mighty Quinn (Quinn the Skizmo)” que vio la luz en forma de EP en 1968 y que en algunas versiones se encuentra en el disco del mismo año titulado “What a Mann” y en otras no, en aquel disco había un buen porrón de versiones geniales desde el “Wild Thing” y “With a girl like you” de los Troggs a “So long Dad” de Randy Newman. Luego ya sacaron pecho al año siguiente con “Mannerisms” donde oficialmente aparece esa versión de Dylan de la que os hablaba. Un disco fantástico.

Esa versión de “The Mighty Quinn (Quinn the Skizmo)”  es muy  pero que muy buena y por mucho tiempo en mi desconocimiento absoluto pensaba que era una canción propia de ellos y no del maestro. La canción salió de las sesiones de “Basement Tapes” allá por el 67 pero como os he dicho se popularizó por los Manfredd Mann y así se quedó. Cuando finalmente se decidieron a publicar “The Basement Tapes” la canción quedó fuera del doble álbum, álbum que por cierto es de compra y escucha obligatoria, la canción apareció luego en “Self Portrait” (70) y la versión buena se encuentra en aquel “The Essential” del 2000. “The Mighty Quinn (Quinn the Skizmo)” es una cancionaca de Dylan tapada por miles de éxitos y por la gran versión que hicieron los Manfredd y que hicieron famosa. Os dejo con ella, y no olviden coverizarse. 


III concurso nikochiano: TITO NEIL
Grandes y excelentes discos de debut pueden ser en realidad un arma de doble filo. El éxito masivo y sin contemplaciones de una banda con su primer paquete de canciones suele hacer que se les tache de hype, que el seguidor y amante de los clásicos recele y que los “púber” se entreguen a ellos como si ya hubiesen llegado al nivel de Bowie o Reed por poner dos ejemplos al tuntún. Ni una cosa ni otra, coñe. Si el disco es bueno, pues lo es, y si resulta que es excelente casi casi una POM pues lo es, qué cojones. Los Strokes lo hicieron, los Franz Ferdinand, Arctic Monkeys y como no el grupo del que hoy os vengo a hablar, los Vampire Weekend también. A aquellos magníficos debuts llenos de canciones impresionantes que casi hacían del disco una colección de singles inalcanzables para muchos les llegó el momento del difícil y exigente segundo disco. Los Strokes en mi opinión ya pincharon y su carrera por decirlo con cuidado se está yendo al garete si es que no se ha ido ya a la mierda directamente, los Ferdinand se apañaron un algo y aún firmaron un segundo disco digno pero inferior y el siguiente intentó recuperar la esencia del debut pero se quedó en el intento. En cambio, los monos árticos parieron un segundo disco descomunal si bien es verdad que sus siguientes aventuras no han llegado a esos niveles pero un servidor les sigue porque el amigo Turner es muy pero qué muy bueno. Y finalmente, qué fue del los Vampiros? Pues “Contra” estaba bastante bien pero tampoco era el debut, aunque pensándolo bien no creo que pretendieran darnos una secuela al uso. A mi la “Horchata” me sentó bastante mal pero luego el disco mejoraba lo que no está escrito y aún hoy lo escucho a veces y creo sinceramente que mejora con el paso de los años. Allí suenan aún hoy frescas y lustrosas “White sky”, “Holiday, “California English”, “Run” y “Cousins”. Daban, creo yo, una paso atrás para a día de hoy dar un salto hacia adelante abriéndose ya nuevas vías, nuevos sonidos, y porqué no madurar, aunque me pese utilizar este palabro por absurdo y tontuno que es en este contexto. Han cambiado los Vampiros un algo pero si quieren pueden hacer fácilmente lo de siempre, nos lo recuerdan en algunos cortes pero es que ahora no están por la labor. Sí, han cambiado. El nuevo disco es menos instantáneo pero es requetebueno. Es mejor que “Contra”? Pues sí, oigan. Es mejor que el debut? Buff... no se pueden comparar. Ya no nos dan esa trempera porque ya no sorprenden pero el nuevo disco es realmente notabilísimo, cada día me gusta más y más...


Vampire Weekend - “Modern Vampires of the City” (2013): 01.- Obvious Bicycle/ 02.- Unbelievers/ 03.- Step/ 04.- Diane Young/ 05.- Don’t Lie/ 06.- Hannah Hunt/ 07.- Everlasting Arms/ 08.- Finger Back/ 09.- Worship You/ 10.- Ya Hey/ 11.- Hudson/ 12.- Young Lion.

… cada nueva escucha me proporciona una excusa para volver a ponerme el disco, cada vez descubro algo que me seduce y me lleva al huerto. Este disco es de largo recorrido, uno le va cogiendo el gusto y realmente es bueno de cojones. Ya no hay africanismos a lo Paul Simon, bueno, algún deje queda aún, alguna canción sí que tiene mucho del pequeñín de Simon, sin embargo se aproximan y mucho al estilo que se gastaba Brian Wilson sobretodo en los medios tiempos como el que abre el disco, ese temarraco maravilloso que es “Obvious Bycicle”. Este nuevo disco en mi modesta opinión tiene una primera mitad y parte de la segunda tremebundas, casi de Pom, pero que se va evaporando poco a poco para quedarse en notable. Eso sí, ese comienzo descomunal no nos lo quita nadie. Vamos con él pues. La segunda, “Unbelievers”, es una joya pop, fanfarria a lo Costello y pop de etiqueta con estribillo de esos que te sacan la sonrisilla y te erizan el bello. Seguimos para Bingo con “Step” que es un mediotiempo precioso al que le sigue una de las canciones del disco, esa “Diane Young” que por mucho que la disfracen es un rock'n'roll clásico en toda regla. Temazo!. “Don't Lie” me alucina, la llevo tarareando toda la semana, es una de mis favoritas. Escuchadla y a ver si os atrevéis a decirme que no es acojonante. Como lo es también “Hannah Hunt”. Joder, qué maravilla, con ese comienzo modosito que nos lleva a ese piano ochentero de traca y esa voz desgarrada. Oh! Y luego me rematan con el afropop a lo Paul Simon de “Everlasting Arms”. Hasta aquí, para un servidor, el disco es de sobresaliente, luego, creo yo, la cosa baja un poco de nivel (que no mucho) y nos deja un regusto a notable que podía haber sido excepcional. Si bien del final “Finger Back” recuerdan a sus singles facilones y pegadizos de antaño y “Ya Hey” es un temarro de los de verdad. Este nuevo disco de los Vampiros es un discarro. Ya lo he dicho. Bonico del to y con largo recorrido. Hay que escucharlo sin prisas pero sin pausas y dejarse llevar por esta gran colección de canciones.






ED HARCOURT
STRANGERS (2004)
BORN IN THE 70'S



1.- Watching the sun come up
2.- Jetsetter
3.- Strangers
4.- The storm is coming
5.- Ghost writer
6.- Undertaker strut
7.- Visit from the dead dog
8.- The trapdoor
9.- All of your days will be blessed
10.- Bleed a river deep


Por Mr. Meeple


En el curso 2003-2004 el que escribe descubrió tres artistas MARAVILLOSOS: Ron Sexsmith con su Retriever, Josh Rouse con su 1972 y Ed Harcourt con su From Every Sphere.

No está nada mal la cosecha.

Recuerdo las navidades de 2004 pinchando contInuamente Bittersweetheart, Jetsetter, Fireflies take flight y flipando con Watching the sun come up (temazo).

From every sphere  llegó, como el Retriever, en un etapa persnal ideal para calar hasta la médula. Y así ocurrió.

En diciembre de 2004 (¡cómo pasa el tiempo!) mi hermanito Nikochan y yo tuvimos la suerte de ver en directo a Ed Harcourt. Nos encantó. Sala pequeña, sólo dos músicos (él y su cuñado trompetista), poco público y grandes interpretaciones.

De vuelta a casa comentábamos que este tipo podía ser el nuevo crack del pop, qué coño, lo sería.
Cómo nos equivocábamos.

Después de la joya From Every Sphere, Harcourt publicó Strangers (2004) y The Beautiful Lie (2006). Dos discos que me encantan, que tienen grandes tema y buenas críticas, pero muy fría acogida entre el público.
Los siguientes trabajos Russian Roulette (EP de 2009) y Lustre (2010) tuvieron un par de escuchas en diagonal y no acabaron de convencerme.
Ed Harcourt estaba semi olvidado hasta que llegó este Back into the Woods.


Back into the Woods es el séptimo LP de Ed Harcourt (no cuento el Elephant Graveyard) y nos trae todo lo que ha caracterizado siempre a este gran artista  (pero a lo GRANDE): romanticismo, sencillez, grandes melodías y soberbias interpretaciones (Ed Harcourt es un storyteller, interpreta en el más amplio sentido de la palabra).
El disco se grabó en poco más de seis horas en una sola sesión en los estudios Abbey Road. Su voz, su piano, un poquito de guitarra y un toque de violín y chelo.
El disco -ni siquiera distribuido en España- nos trae nueve temas la mayoría de los cuales no son easy listening y requieren más de una escucha para que calen.

The Cusp & the wane. La cima y el declive.
I'm thirsty for good old fashion wrong/THERE ARE MANY VOICES THAT ARE NEVER HEARD AT ALL/Mozart died a pauper, but he didn't go in vain/Take solice in his knowledge of the cusp & the wane.
Mr. Harcourt parece reivindicarse aquí. Pide que le escuchemos porque tiene grande el ego y talento por un tubo.
Precioso inicio que nos anuncia por donde va a ir el disco.

Hey Little bruiser. Let no man be your keeper, they had secrets in their eyes… Temazo. Con esas cuerdas siniestras…

Wandering eye. Uno de los temas acojonantes. Pedazo de canción. Harcourt consigue unirse al piano como si sólo fueran uno, Tremenda atmósfera interpretando a este individuo siniestro que "can kill a man with his own hands".

Murmur in my heart. La balada hiper romántica de Harcourt. Con ese inicio que me recuerda la guitarra del Don’t let me down de los de Liverpool. Cantada desde las entrañas. Te la crees. Una pausa a la angustia que nos está transmitiendo hasta ahora con el piano para dar paso a una guitarra que te acaricia. Temazo, temazo. Ese bridge me alucina (Oh I'll take a lie to take the test…)

Back into the Woods. Aquí empezaría la cara B (si la hubiera). Volvemos a ese piano tremendo. Gran tema.

Brothers and sisters. Este tema es épica pura. Nobody’s gonna break you down, Nobody’s gonna break you down… desgañitándose.

The Pretty Girls. Una nueva pausa a tanta emoción descontrolada. Otra romanticona de Harcourt. Preciosa. Pretty girls always fall for the baddest boys

Last will and testament. De Nuevo un poquito de guitarra como contrapunto al piano. Buen tema. Romanticismo típico de Harcourt: I’ll be here with you long after I’ll die

The Man that Time Forgot. Un cierre solemne para este fantástico disco. Interpretación  “a la Waits”. Mi canción favorita del LP que supone un epílogo maravilloso.

Acostumbrado a rodearse de gente que colabore en sus discos y de que esa  fórmula no acabe de funcionar, parece que Ed Harcourt se ha decidido por la sencillez.
Seis horas grabando él solito con su piano y una guitarrita nos traen como resultado este compactísimo disco que no calará entre el gran público, eso está claro, pero que es una joya entre el fango.
Para los fans de Harcourt es una vuelta a lo grande y para quienes le descubran ahora es un gran disco por el que empezar a conocerle.

Ya que últimamente hemos discutido sobre el envoltorio en la música (hablo del debate con el Ghost on Ghost), quiero destacar que este Back into the Woods está en las antípodas del disco de Iron & Wine y, aunque las comparaciones son odiosas, me quedo con esta sencillez, con esta atmósfera y con este sentimiento tan real. 





Me quiero unir hoy al llamamiento que se hizo ayer en Río Rojo  para que ningún terrícola y extraterrestre seguidor de Neil Young se pierda el evento del año. Sí, ni festivales primaverales ni veraniegos que valgan, ni San Fermines ni leches en vinagre. Del 5 al 7 de Julio en Ciudad de Frías (Burgos) nos vamos a juntar unos cuantos rusties, unos cuantos amantes de la música del canadiense, unos locos seguidores de Tito Neil e intentaremos pasarlo lo mejor posible. Conciertos y buen comer en un ambiente que se me antoja de cuento, y una ilusión por conocer a amigos blogueros que me empieza a dar algún que otro síntoma de nerviosismo. Muchas ganas. Pero allí estáis todos invitados, que no se lo pierda nadie. Además si queréis más información, de horarios, dónde comer, dónde dormir, merchandising, precios de los bonos y como conseguirlos podéis entrar en esta fantástica página y allí serán resueltas vuestras dudas: web oficial del festival. Si decidís venir se ruega al personal que reserve por adelantado pues y esto aunque obvio cabe recordarlo el dinero no llueve del cielo y los organizadores tienen que pagar una o dos cositas para que todo salga perfecto, así que vuestras chucherías, los bonos, los packs o lo que se os antoje lo podéis conseguir pinchando en las chucherías que decía antes y que os lo envíen a casa o recogerlo en Frías. Y nada más. Bueno, sí. Aprovecho también para promocionar el III concurso nikochiano que, como no, va sobre la vida y obras de Tito Neil. Participar, hay regalazo.  
Escuchar a solas en una mañana lluviosa “Songs in the Key of Life” del maestro Stevie es una delicia que nadie en su sano juicio debería dejar de hacer. Hacía muchísimo tiempo que no abandonaba mi cuerpo en el sofá y me dejaba llevar por un impresionante disco mientras repasaba las letras a la vez que escuchaba las canciones y revisaba de nuevo las fotos, ilustraciones, músicos y agradecimientos incluidos. La verdad es que este disco es descomunal, un disco doble impresionante de los que se hacían antes, de los que ya no se llevan y de los que requieren algo más de atención de lo habitual. En mi casa adoramos a Stevie, es parte de la familia, y no llegamos muy bien a entender porque no es citado normalmente como uno de los más grandes aunque siempre nos acordamos de su época cutre con bandas sonoras reguleras y campañas publicitarias de tráfico. Sí, eso creo que marco a mucha gente y en definitiva acabó siendo pasto de esta etiquetación tontuna que suele hacer el personal. Pasa un poco como a Elton, que el pobre tiene en sus inicios media docena de discos casi insuperables pero luego los ochenta y su loca salida del armario le hicieron ganar muchos detractores. Pero Wonder es un músico excelente desde que nació, fue un niño prodigio. Coño, Fingertips! con eso lo digo todo, y claro, no me olvido de sus grandes discos repletos de singles imperecederos y absolutos como “For once in my life”, “My Cherie amour” y “Signed, sealed and delivered” por poner tres ejemplos impepinables. Luego llegó lo que llegó. El maravilloso póker de ases de Wonder: “Talking Book” (72), “Innervisions” (73), “Fulfillingness First Finale” (74) y como no, el doble y descomunal “Songs in the Key of Life” del que os vengo a hablar hoy, que me servirá como regalo de cumpleaños al bueno del Stevie (el 13 de Mayo cumplió 63 primaveras) y como reivindicación a su figura pues lo merece con creces.


Stevie Wonder – “Songs in the Key of Life” (1976): 01.- Love's in need of love today/ 02.- Have a talk with God/ 03.- Village ghetto land/ 04.- Confusion/ 05.- Sir Duke/ 06.- I wish/ 07.- Knocks me off my feet/ 08.- Pastime paradise/ 09.- Summer soft/ 10.- Ordinary pain/ 11.- Saturn/ 12.- Ebony eyes  ---- Disco 2----  13.- Isn't she lovely/ 14.- Joy inside my tears/ 15.- Black man/ 16.- Ngiculela - Es una historia/I am singing/ 17.- If it's magic/ 18.- As/ 19.- Another star/ 20.- All day sucker/ 21.- Easy goin' evening (My mama's call)

En este tremebundo artefacto que firma Wonder hay un compendio de estilos que para cualquier otro sería francamente difícil mezclar y combinar, pero Stevie lo hace sencillo, o al menos eso me parece a mí. Hay soul, hay funky, hay baladas que te erizan el bello, africanismos y gospel, hay unas gotitas de pop, un espolvoreado de jazz, hay esos singles abrasadores marca de la casa. Tenemos a un Wonder en estado de gracia tanto musical como vocalmente y unas colaboraciones de lujo como podrían ser las de Herbie Hancock o George Benson aunque creo que el plantel de músicos llegó a los 130. Casi ná. No me veo con la fuerza ni inspiración necesaria para destripar canción por canción este gran disco doble pues en él no hay canción mala ni de relleno, ni un solo pero le podemos poner a Stevie. Es su gran disco, su obra más ambiciosa y me atrevo a decir que aquella también que más ha influenciado a la música negra en las dos últimas décadas. Muchas veces escuchas un éxito y en seguida lo has calado. Dónde los has escuchado antes? Pues aquí, leñe, aquí. Y es que el disco está plagado de canciones inolvidables como: Sir Duke, I Wish, Pastime Paradise, Isn't she Lovely, As, y Another star que son mis favoritas de todo el álbum, son carne de compilación, son de lo mejorcito que ha hecho el bueno de Stevie y seguro que muchos músicos matarían y firmarían por conseguir hacer en su vida esta media docena de canciones. Luego están las maravillas que de primeras pasan inadvertidas y a lo poco que uno entra en el disco le parecen sublimes e incluso mejores que las ya mencionadas aunque tal vez no sean tan fáciles de digerir. Hablo por ejemplo de la canción que abre el disco, hablo de esa maravilla llamada “Love's in need of love today” y de la que la sigue, esa joya que lleva por nombre “Have a talk with God”. Lo de “Village Gettho land” es de traca, qué canción! y qué inicio. Rematado todo con la fantástica “Confusion” y ese par de eternidades de las que hablé anteriormente. Del segundo disco hay tres piezas de esas de las que nadie habla y son la repera, en mi modesta opinión “Joy inside my tears”, “Black man” y “All day sucker” son cojonudísimas pero ya digo que todo el disco lo es. Es un clasicazo de uno de los más grandes artistas que hubo jamás. Un clasicazo doble y eterno, un clásico nikochiano.
Llevo unos días disfrutando de lo lindo con la conversión de Android para el teléfono del magnífico juego de Reiner Knizia “Tigris & Euphrates” que poseo, como no, en su formato de tablero pero que desgraciadamente no suele ver mesa porque ahora que están tan de moda los juegos de mesa a casi nadie parece convencerle, a pesar que el juego es un clásico y probablemente sea el mejor juego de este reputadísimo diseñador. A mí me parece uno de los mejores juegos a los que he jugado, puede que de entrada sea algo abstracto (que no, que son pájaras) pero la curva de aprendizaje es brutal, cada vez le encuentras más posibilidades, más tácticas y puteos. En fin, creo que es una obra maestra y ahora gracias a esta perfecta conversión estoy puliendo mis jugadas de ataque y defensa.


De qué va esta joyita? Pues hasta cuatro jugadores comandaran su reino, con cuatro líderes en su mano (rey-negro, sacerdotes-rojos, mercaderes-verdes, granjeros-azules). Resumiendo, tendremos que ir ampliando nuestro reino colocando losetas del mismo color de los líderes allá donde ellos se encuentren, por cada uno obtendremos un punto. En cada turno haremos dos acciones que pueden ser la misma, podemos colocar un líder, una loseta, una pieza de catástrofe (tenemos sólo 2) y/o cambiar seis losetas (siempre disponemos de seis en nuestro poder). Siempre hemos de colocar un líder al lado de una loseta roja y solo las losetas azules pueden colocarse sobre los ríos. Al colocar una loseta del color donde ya hay un líder obtenemos un punto, si no lo hay pero tenemos el líder negro (rey) también obtenemos un punto. Al ir colocando líderes vamos haciendo nuestro imperio. En dicho imperio suele haber más de un líder y puede que de colores (jugadores) diferentes pero cuidado, en cada imperio sólo puede haber un líder de cada tipo. 


Si algún jugador coloca un líder de un tipo donde ya hay otro entonces tendremos un conflicto interno. Cada jugador cuenta cuantas losetas rojas tocan el líder en cuestión (se pueden añadir losetas rojas que tengamos en nuestro poder) y el que tenga más gana el territorio. El perdedor retira su líder, en caso de empate gana el defensor. Esto complica todo un poco pero puede ser aún más problemático. Pues si con una loseta unimos dos imperios entonces estamos ante un conflicto externo. Los conflictos entonces se resuelven de manera diferente. A cada lado de la unión habrá un líder del mismo tipo de diferente color, entonces contamos todas las losetas del mimo color que hay a cada lado (se pueden añadir losetas de la mano), y el perdedor retira su líder y las losetas usadas. Si hay múltiples conflictos se van resolviendo uno a uno, en caso de empate gana, como no, el defensor. Ojo! Si conseguimos poner cuatro losetas iguales juntas formando un cuadrado podemos construir un templo, dicho templo tiene dos colores, si en ese imperio donde hay un templo tenemos un líder de uno de esos colores, entonces al final de turno conseguimos un punto. 


Difícil? Bueno, así de primeras lo parece pero no es más difícil de entender que unas damas o las normas básicas del ajedrez. Luego, el juego tiene mucho tema. Pero quién gana? Pues mirad, la partida acaba cuando queda dos o un tesoro (al principio de la partida hay colocadas 10 losetas rojas con un tesoro/comodín que sólo se puede obtener al colocar el líder mercader en ese imperio y al unir dos losetas con tesoro, entonces el mercader se queda uno) o finaliza cuando un jugador no puede reponer sus seis losetas. Entonces se recuentan los puntos que se han obtenido de cada color, y cada jugador coge el color del que menos tiene y aquel que de esos tenga más, gana. Los tesoros pueden añadirse como comodines para subir la puntuación. En caso de empate se mira el segundo color más bajo que tenemos y así sucesivamente. Bueno, no os quiero agobiar, sólo recomendar este gran juego de mesa y ahora para el teléfono que es divertido por no ser el típico ajedrez, backgammon o juegos por el estilo. Los que conocéis el mundillo tendréis referencias, y os digo que es como un “Oregon” pero con ataques a mansalva. Juegazo terrícolas que por suerte ya está disponible en Android. 
IRON & WINE
GHOST ON GHOST (2013)
JOY


Llegó 2007 y con él Sam Beam entregó nuevo disco bajo el paraguas de Iron & Wine. No fue un disco más, fue un discarro de tomo y lomo, un auténtico punto de inflexión en su carrera. Ya nos había dado alguna pista con Ep's y alguna que otra canción pero claramente “The Shepherd's dog” marca un antes y un después, además de dividir a sus seguidores en dos grupos. Los que prefieren su clasicismo bonico del to de sus inicios con joyas como “The Creek Drank the Craddle” (2002) y “Our Endless numbered days” (2004) como por ejemplo mi hermano Black Meeple o aquellos que preferimos sus discos más arriesgados, complejos y adultos como el marciano que aquí os habla. Estando de acuerdo todos que “The Shepherd's Dog” es un auténtica obra maestra del señor Beam. Ahora muchos de los que me conocen y me han oído hablar pestes o sembrar mis dudas acerca del nuevo álbum de Sam se llevarán las manos a la cabeza y dirán que cambio de opinión como de calzoncillos. Es cierto. Soy culpable. Lo reconozco. Soy culpable de dejarme llevar por primeras escuchas y por, no lo negaré, ese tono almibarado que se gasta el disco sin disimulo alguno. Luego como bien decía Íñigo López Palacios en El País “El azúcar se posa al fondo y lo que queda tiene otro tono”. Es verdad, después de dejarlo rodar y tal vez de conectar con él sentimentalmente (pues ando yo muy blandito con mil preocupaciones) le he ido cogiendo el tranquillo y se me antoja uno de los discos del año. No, no es broma. Infinitamente superior a su predecesor, aquel “Kiss Each Other Clean” (2011). Tenemos ante nosotros un “grower” como dicen algunos terrícolas por las webs, un disco que crece y crece, un disco de esos que se van descubriendo con timidez, enseñándonos modositos una melodía en la que no habíamos reparado, un acorde, una trompeta o unas simples campanillas. La voz de Sam Beam sigue siendo preciosa, los coros marca de la casa siguen ahí, las melodías perfectas son ya algo habitual y aunque cambia el traje con que las viste siguen siendo lo mismo, al escucharlas en directo, completamente desnudas, uno lo ve claro. Sam Beam es uno de los mejores, y lo seguirá siendo. Aplaudo su búsqueda por darnos algo nuevo, por no aposentarse e ir innovando, cosa que no se puede decir de otros coetáneos suyos. Vamos pues con este estupendo “Ghost on Ghost” que me ha robado el corazón estos días.


Iron & Wine - “Ghost on Ghost” (2013): 01- Caught In the Briars/ 02- The Desert Babble/r 03- Joy/ 04- Low Light Buddy of Mine/ 05- Grace for Saints and Ramblers/ 06- Grass Widows/ 07- Singers and the Endless Song/ 08- Sundown (Back in the Briars)/ 09- Winter Prayers/ 10- New Mexico's No Breeze/ 11- Lovers' Revolution/ 12- Baby Center Stage.

Decía con buen tino The Black Meeple que la canción que abre el disco suena mejor en acústico que en el propio álbum. No le quito razón. Es una canción preciosa. Además a mí esas intros me incomodan bastante. Como decía Chals, el disco tiene un punto de extrañeza sónica que junto al almibar pueden tirar para atrás a algún que otro seguidor del Hierro y el Vino. “Caught in the Briars” es estupendísima, ya marca el tono del disco con esas trompetas, esos coros y esa voz. Todo sobresaliente oigan, y como no, ese instrumentalismo pseudo-jazzísitco moderné que envuelve todo el disco. Luego viene “The Desert Babble” que fue protagonista de alguna que otra pullita el otro día con mi hermano por su exceso de azúcar. Hoy me parece sensacional, no os voy a mentir. Es seguramente la canción que más me viene a la cabeza estos días. Y claro, “Joy” es la leche. Bonica del to. Luego viene una de mis favoritas del todo el paquete, “Low Light Buddy of Mine” con su enigmática musicalidad, ese bajo de otra dimensión y la preciosa voz de Beam casi susurrando: “I love you and you love me and there's new fruit humming in the old fruit trees”.... Me derrito toa toa. Luego viene el pop estilo “chicos de la playa” con cierto aroma a teleserie de final de los sesenta con “Grace for Saints and Ramblers” que suena cojonudísima y se está volviendo una de mis favoritas. “Grass Windows” es una delicatessen de Beam y con eso os lo digo todo. “Singers and the Endless Song” es otra de las grandes canciones de este magnífico disco. Los vientos siguen destacando y como no, esos preciosos coros. Me encanta esta cancionaca. Joder, y el disco entero. No quiero ser pesado pues no sé que deciros de cada canción, sólo que las escuchéis varias veces y ellas mismas se irán presentando y acabarán por llevaros al huerto. De lo que queda, que no es poco, y por ser breve me quedo con la preciosa “Sundown” que de nuevo huele y sabe a Beach Boys, “New Mexico's no Breeze” que es otro temarro descomunal y el jazzístico tema de larga duración “Lover's revolution” que sabe a gloria bendita. “Ghost on Ghost” es un magnífico disco de Sam Beam, otro más. Es un disco precioso, dulce, bonico del to. Bendito sea el azúcar.
01.- Los Santos Inocentes (1984)
02.- El Bosque Animado (1987)
03.- El Verdugo (1963)
04.- Atraco a las Tres (1962)
05.- La Vaquilla (1985)
06.- El Crack (1981)
07.- La Marrana (1992)
08.- No desearás al Vecino del Quinto (1970)
09.- Vente a Alemania, Pepe (1970)
10.- Jenaro, el de los 14 (1974)
Francamente hoy está siendo uno de mis peores días en muchísimo tiempo. Estoy muy jodido, todo por una mala noticia inquietante con la que tampoco os quiero aburrir ni preocupar. Mal asunto el mío. Después de la mañana de mierda me dirijo a mi jornada laboral en la botica con muy pocas ganas de que el personal me venga con estupideces y con menos ganas aún de esbozar una sonrisa amable. Hoy no me sale, ni la de verdad ni la impostada. Con motivo de tener la mente ocupada me he pasado por la librería de turno en busca de algo que leer. Ha sido fácil la elección pues ayer mismo terminé el primer libro de la saga de Malaz, el llamado "Los jardines de la Luna", así que he acabado comprando "Las puertas de la casa de la muerte" que como bien suponéis es su segunda parte. Decían los blogs literarios que el primer libro de la saga de Steven Erikson era farragoso y difícil de leer por sus innumerables personajes y sus incontables tramas pero a mí no me lo ha parecido en absoluto. Claro qué da cosas por sabidas, luego al cabo de un tiempo las explica (eso sí, a medias) y uno acaba atando cabos con el regustillo de haberle dado al coco y dejado volar su imaginación. Aquí radica lo mejor para mi de esta saga. Tengo que imaginar mucho, imaginar situaciones y personajes fantásticos y eso a mi me encanta. Cierto es también que Erikson no es RR Martin y menos aún Tolkien en cuanto a buen escritor. Lo hace a veces a trompicones y no describe del todo bien a los personajes aunque para seros sincero también os digo que en este segundo libro parece haber mejorado ostensiblemente. Eso se nota, y además se comenta en webs extranjeras donde ya han leído toda la saga que cada libro es mejor y mejor, y que Erikson consigue superarse en cada entrega, atando cabos y cerrando historias, haciendo encajar todo en una historia grandiosa y mágica. Este "Las puertas de la casa de la muerte" empieza un tiempecito después del anterior libro, en otro continente y con personajes nuevos (sólo salen media docena de conocidos) aunque todo está ligado, hay constantes referencias a lo leído anteriormente y parece que en el siguiente libro todo se pondrá en su sitio. Eso espero. La verdad es que esta nueva saga fantástica me está gustando mucho, seguro que acabo con ella pues no me está decepcionando y además hoy le doy las gracias porque está cumpliendo su cometido que no es otro que mantener mi mente en el mundo de Malaz lejos de la realidad que me tiene francamente preocupado. Terrícolas, si disfrutáis con "Canción de hielo y fuego" tal vez deberíais entrar en "El libro de los caídos". Rápidamente me haré con la tercera entrega "Memorias de hielo", más rápido que lo que tarde un mago en escurrirse por sus sendas. 
Llevo días, qué digo, semanas poniéndome al día con Tito Neil, y claro, como bien suponéis no hay tiempo suficiente. El otro día me compré original “On the Beach” su quinta álbum de estudio que no tenía original aunque en mis años mozos existía en una humilde y regrabada cinta de cassette. El disco lo tenía olvidadísimo, esa es la verdad, y ahora me congratulo por haberlo repescado pues sin duda pertenece en mi opinión a la mejor época de Young, al menos, es a mi esa época cuando más me gusta, no hay disco que baje del sobresaliente y eso no lo hace cualquiera. Además del gusanillo por culpa del RustFest de Frías leí hace poquito un comentario sobre él que hizo nuestro amigo “Mansion” hace tropecientos años en su Colina, decía esto:

“Conozco gente que se duerme escuchando este disco. Hay otros que ni siquiera han oído hablar de él. Pero a día de hoy, pasa por ser uno de los mayores logros de Neil Young. Como con otros discos de esa época (Tonigth´s The Night por citar un ejemplo), se tarda en llegar a él. Solo con sucesivas y constantes escuchas te das cuenta de la calidad que atesora. En mi casó fue así, ya que por entonces las referencias que tenía de Neil Young eran discos como Harvest o Praire Wind.


Es un álbum denso, oscuro, y desalentador. Young vivía sus años más negros y para exorcizar sus demonios recurre a lo que mejor sabe hacer: componer canciones. Realmente, solo con ver esa portada tan crepuscular que recuerda que el sueño de la buena vida se ha acabado, ya nos podemos hacer un día de lo que contiene. Salvo Walk On (single de adelanto y primer tema del álbum), todo el resto del disco mantiene una línea poco luminosa. Pero de nuevo, el nivel compositivo no decae, y las canciones vuelven a ser marca de la casa. Tengo especial fascinación por la “cara b” del disco. De forma encadenada, Young nos suelta tres canciones fantásticas: On The Beach, Motion Pictures (donde recuerda a su ex-pareja), y terminando con uno de esos temas que si alguien me pidiera que le grabara en un cd las veinte mejores canciones de Neil Young, estaría seguro: Ambulance Blues.


Neil Young, siendo consciente de la dureza temática de las letras y de la dificil accesibilidad de la música, aparco durante años su edición en Cd. Craso error, ya que estamos hablando de uno de los mejores discos que ha parido nunca.”


Neil Young - “On the Beach” (1974): 01.- Walk on/ 02.- See the sky about rain/ 03.- Revolution Blues/ 04.- For the Turnstiles/ 05.- Vampire Blues/ 06.- On the Beach/ 07.- Motion Pictures/ 08.- Ambulance blues.

Este disco nunca fue un éxito comercial. Normal. Lo de Neil Young es de traca, seguramente tiene el mayor número de desastres comerciales que al cabo del tiempo son considerados obras maestras. Es un disco difícil, durillo aunque nunca lo diríamos al escuchar esa maravilla que abre el disco, esa “Walk on”. Una joya de canción, con esos coros y esa guitarra esperanzadora y positiva. El resto del disco sí es algo depresivo pero yo lo entiendo como un quitarse los demonios de encima y no como vamos a revolcarnos en la mierda. Es decir, yo creo, contrariamente a mucha gente que el disco tiene cierto positivismo aunque para encontrarlo tengas que introducirte plenamente en él. A mi “See the sky about rain” me parece sublime, no solo porque toque en ella Levom Helm (qué también), es que a mi estas composiciones de Tito Neil me vuelven loco. Las guitarricas setenteras vuelven con “Revolution Blues” inspirada en Charles Manson, eso, un blues del copón bendito al que le sigue un country-folk con banjo incluido que es la repera en verso y cierra esta gran A-side “Vampire blues” que me alucina cada vez más. Lo que viene luego, como bien decía Mansion, es la ostia en verso. Tres imprescindibles de larga duración: On the Beach, Motion Pictures y Ambulance blues. La primera y la última son obras sublimes, de lo mejor de su catálogo. Y nada más. Así vamos, redescubriendo a nuestro Tito Neil. Discazo a recuperar terrícolas, y a situarlo donde se merece, entre los clásicos nikochianos. Amén.
Esta mañana me contaba mi hermano pequeño como les ha ido a él y a mi hermano mayor (aka Black Meeple) en una convención en Málaga de cuatro días non-stop jugando a juegos de mesa. La verdad es que me ha dado algo de envidia, no lo negaré, pero un servidor no podía ir. Lo de los juegos de mesa, no los antiguos que todos conocemos, es un mundo. Hay millones diferentes, para todos los gustos e intelectos, y en España se están poniendo de moda. Mis favoritos son los Eurogames (de tablero!) y en muchas ocasiones ya os he hablado de algunos de ellos. Últimamente me estoy acercando a aquellos de pequeño formato (porque me está empezando a costar encontrarles sitio en las estanterías) y aquellos que son para dos jugadores (ya que me cuesta y mucho reunir a un buen grupo de jugones). Así que hoy he pensado hablaros de un juego pequeño, barato, gracioso pero aunque no lo parezca exigente mentalmente y... no para dos jugadores sino que pueden jugar hasta 10!. Sí, sí, Por eso es perfecto para cuando se junta la familia y hay gente de todas las edades y no sabes muy bien que hacer para que todo el mundo se lo pase bien y no se mueva de la mesa. El juego se llama “Toma 6” y es un despiporre. Vamos pues con él.


“Toma 6” es un juego de cartas que te cabe en el bolsillo. La partida dura como mucho 30 minutejos y el objetivo será, contrariamente a lo que suele pasar, obtener el menor número de puntos (o vacas) posibles. Se cogen 10 cartas por jugador más 4 cartas más (en orden). Es decir, si jugamos dos jugadores usaremos las cartas del 1 al 24; si jugamos 3 del 1 al 34, etc. Las barajamos, repartimos 10 a cada jugador y ponemos 4 en medio de la mesa, que serán la de inicio de las filas. A la vez todos los jugadores deciden en el turno que carta jugaran y todos al unísono desvelarán cual es, entonces aquel que tenga la carta más baja colocará primero. Ahora viene la coña del juego. Se coloca la carta en la fila donde haya la carta más baja que a su vez esté más cerca de la que queremos colocar. Por ejemplo si queremos colocar un 23, lo colocaremos en la fila que contenga su última carta de la fila más cerca del 23 pero siempre que sea más baja. Quién coloca la sexta carta de la fila tiene premio..... je, je... se lleva toda la fila cosa que es tremendamente mala porque nos llevaremos muchos puntos. Si no puedes colocar la carta porque todas son mayores a la tuya te llevas la fila que quieras aunque esté inacabada y colocas tu carta como inicio. Cuando algún jugador llega a 66 puntos se acaba el juego. Cada carta vale un punto negativo pero hay excepciones: lo múltiplos de 5 dan 2 puntos; los de 10 dan 3; y los de 11 dan 5. El premio gordo se lo lleva quién se quede con el 55 pues se lleva de golpe 7 (múltiplo de 11 y de 5). Y nada más. Qué es juego perfecto para jugar en grupo y pasar un buen rato. El juego es pequeño, bonito, barato y asegura risas y algún cabreo... Un miniclásico jueguil. 


SMALL FACES
THERE ARE BUT FOUR SMALL FACES (1968)
TIN SOLDIER

1.- Lazy Sunday
2.- Itchycoo Park
3.- Tin Soldier
4.- Afterglow (of your love)
5.- Here comes the nice
6.- Rene
7.- Rolling over
8.- My way of giving
9.- The Universal
10.- Happiness Stan
Ando como loco, one more time, repasando los discos de los Small Faces. Qué queréis que os diga, me ha vuelto a dar por ahí. El otro día me hice con “Small Faces” (1967, el de Inmediate) con sus tomas alternativas y sus bonus tracks. Un lujo. Así que en 24 horas lo habré vuelto a escuchar media docena de veces. Joder, qué buenos eran. Los jefes de aquel supergrupo ya no están con nosotros y el otro par de caritas andan por ahí, vete tú a saber donde. Cuando Marriott dejó los Small Faces, Ronnie Lane no tiró la toalla y reformó el grupo bajo el nombre de “Faces” haciendo dos fichajes galácticos: Rod Stewart y Ron Wood. Rod se cansó del grupo y se lanzó a una carrera en solitario dignísima y Ron Wood entró en la secta de la lengua stoniana. En 1975 ya no había “Faces” que valgan y cada uno hizo lo que pudo con sus carreras. El grandísimo Kenney Jones ya fue protagonista de esta sección así que hoy le toca al turno al bueno de Ian McLagan del que la última noticia que tuve fue que intentó en vano volver a juntar a los “Faces”, estos, o más bien Rod no estaban por la labor. Bueno, bueno. Ian es el teclista de los Small Faces y de los Faces, tenía muy poca presencia en las composiciones pero claro, es que allí había monstruos, de todas maneras alguna que otra perlita nos dejó como la maravillosa “Up the Wooden Hills to Bedfordshire”. En cuanto a la prensa rosa os diré que Ian se quedó con la mujer de Keith Moon después del divorcio de estos hasta el 2006, año en que la perdió en un accidente de tráfico. Después de la historia de los “Faces” el señor McLagan se dedica a su carrera en solitario que no es gran cosa para seros sincero pero, ojito, que hay un álbum de 1980 que es la repera, se titula “Bump in the night” y os lo recomiendo como una extraña delicatessen, allí tocaban dos amiguetes de Ian: Ron Wood y Bobby Keys. Alternaba su carrera en solitario con trabajillos como “session man” para gente varia como Chuck Berry, Jackson Browne, Joe Cocker, Paul Westerberg, Frank Black, Springsteen o el mísimisimo Bob. Ahí queda eso. Su último disco data del 2008, ese “Never say never” no sonaba mal del todo pero realmente sólo es recomendable para fans de las “caras” y al año siguiente la noticia de la posible reunión de los “Faces” que al final no pudo ser con Rod Stewart aunque se hizo un apaño con el cantante de Simply Red Mick Hucknall que no estuvo mal pero se quedó en mera anécdota. Desde entonces nada de nada, no sé donde se mete este hombre ni si está malamente de salud o qué? Esperando noticias suyas me tiene señor McLagan.  
Llegó la hora. Sí, a falta de un par de mesecitos para el evento del año en Frías, ese Rust Fest IV de lujo los días 5-6-7 de Julio, desde la Isla queremos dedicarle el III Concurso Nikochiano al bueno de Tito Neil después de hacer lo propio con The Kinks y The Who. Para los terrícolas que no sepan como va el concurso primero les diré que no es ningún bulo, que hay regalo de verdad para aquel que consiga el mayor número de aciertos. Por tanto, hay que contestar a un pequeño cuestionario que normalmente era de diez preguntas, como novedad y por el hecho de que hay mucho seguidor de Tito Neil por aquí se ha añadido una pregunta extra algo absurda y difícil de contestar para decidir posibles empates, aunque como todos ustedes deben saber en el caso de empate final mi hija Arlet de dos añitos hará de mano inocente y la fortuna hará su trabajo. Las respuestas me las pueden ustedes mandar a la dirección de la Isla: nikochanisland@gmail.com antes del 16 de Junio, fecha en la que finaliza el concurso y la admisión de las respuestas. Una vez sepa el ganador me pondré en contacto con él, y el premio será enviado vía correos o en este caso entregado en el mismísimo Rust Fest de Frías si es que el ganador aparece por allá. Eso sí, tanto si es por correos como en persona el ganador tendrá que cederme sus derechos de imagen para colgar una foto suya con el premio, esto es condición indispensable, esa, y la de ser "seguidor" de la Isla. Si no, tampoco será válido el cuestionario. El premio va a ser o eso espero bastante bonico, así que os deseo suerte. A participar terrícolas!


1.- Tito Neil es un fan de la acústica pero cuando le toca cabalgar por la electricidad le gusta usar una Gibson Les Paul modificada. Saben ustedes como apoda a la niña de sus ojos?

2 .- “The needle and the damage done”, una de mis tonadillas favoritas de Tito Neil, está dedicada a un buen amigo de Young, sabéis de quién hablamos? 

3.- Saben ustedes terrícolas cual es mi disco favorito de Tito Neil?

4.- Myrmekiaphila Neilyoungi es el nombre que un científico le puso al hallazgo de una nueva especie de animal, saben ustedes de qué tipo de animal hablamos?

5.- De qué famoso cantante se ha querido innumerables veces abrir su tumba para comprobar según dice la leyenda si fue enterrado o no con una camiseta del Tonight's the nigth neilyoungueriano? 

6.- A Young le gusta mucho colaborar con amiguetes en sus discos. En qué maravilloso e impresionante disco que todos los terrícolas deberían conocer Levon Helm y Rick Danko de The Band, Nash y Crosby, y algunos de los caballos locos colaboraron con Neil Young?

7.- La canción “Days that used to be” del inconmensurable “Ragged Glory” está inspirada en una canción mítica de uno de los ás grandes entre los grandes. Por favor, recuerdan la canción y su autor? 

8.- Qué dama del folk-rock amiguísima de Neil, también nacida en Ontario, contrajo como él durante su infancia el virus de la Polio?

9.-En aquel maravilloso “Unplugged” de 1993 había una versión de una de mis canciones favoritas de Tito Neil con los Buffalo Springfield. De cual hablamos y en que disco del propio Young apareció otra versión de la misma que no es nada de mi gusto? 

10.- Bajo que seudónimo Young ha dirigido o codirigido rockumentales como “Jorney through the past”, “Rust never sleep”, “Human highway”, “Greendale”, “CSNY/Dèjá vu”?

* 10+1.- Cual es mi portada favorita de entre todas las portadas de los discos de Neil Young?