Una de las mejores cosas que le ha pasado a la televisión en la última década es sin duda alguna Black Mirror. Sus dos primeras temporadas fueron exquisitas, así como el especial navideño "White Christmas", la T3 y la T4. La serie de Charlie Brooker se ha ido americanizando y mal acostumbrándonos. Siempre hay dos o tres episodios totalmente magníficos, dos o tres joyas y alguna que nos hace torcer el morro, no diré que no, peor aún así ese episodio tiene sus cositas... Es "la dimensión desconocida" de nuestro tiempo, de nuestra época..  abordando el tema de la tecnología y su uso en casi cada episodio. En el especial navideño "Bandersnatch" se aborda la modernidad pero desde la perspectiva de los ochenta, y se hace desde dentro y desde afuera. Me explico. Tomando la referencia del "Rayuela" de Julio Cortázar nos propone elegir el camino que tomará nuestro protagonista, tomando decisiones ajenas a él y a su personaje. Como en aquellos libros de nuestra infancia, los "Elige tu propia aventura", en momentos clave nos dejan elegir entre dos opciones. Para ello tenemos unos diez segundos y es entonces cuando la historia se va ramificando. El episodio,película o experimento no llega a la hora y media pero parece ser que se han grabado cinco hora útiles y que hay al menos doce finales diferentes. Desde elegir qué cereales comemos, o que disco nos compramos o ponemos en el reproductor, a elegir entre matar o no, o descuartizar o enterrar.. la propuesta es magnífica pero la historia no del todo. Cuenta la historia de un programador de videojuegos de los años ochenta que se obsesiona con un libro y su autor, que a la vez trataba de elegir como en la película el destino de los personajes, hasta el punto que nuestro protagonista se pregunta quién elige por él y puede que nos haya pillado.... He visto el film tres veces. Tomando diferentes decisiones y llegando a diferentes finales y os puedo decir que otra vez Charlie Brooker sale triunfador. Un experimento a la altura de la leyenda de Black Mirror. No se la pierdan. 

Nunca he sido un gran seguidor del californiano. Nunca he caído sin remisión a sus canciones ni discos. Nunca me ha enamorado ni embrujado. Aún así, la insistencia casi enfermiza de muchos amigos porque le diese una oportunidad al nuevo trabajo de Cass McCombs terminó en más de media docena de escuchas a su "Tip of the Sphere". Y estamos en lo mismo de siempre, ya me confieso de entrada. Sí, pero no. Tampoco es que no, es que su música no produce nada diferente ni bueno en mi cerebelo. No me pone los pelos de punto, ni se me encoge el alma. Las canciones tienen calidad por encima de la media pero, no, no me llegan. No me parece ni que sea un disco de cantautor, ni de rock experimental, ni de baladas sublimes. Se queda en medio de la nada que personalmente creo que es lo peor que puede suceder. Cuenta en este disco McCombs con sus amiguetes habituales: Dan Horne al bajo, Otto Hauser en la percusión y Frank LoCrasto en el piano, órgano y otros quehaceres.

El inicio con "I followed the river south to what" es prometedor pero tal vez se le va la mano con su duración. De todas maneras me gusta y me entran ganas de más y mejor. Tirando del hilo de cantautores malditos de la gran manzana en "The great pixley train robery" abusa de un riff mil y una veces escuchado, no por eso deja de gustarnos. Tengo esa sensación de que está todo bien, más que correcto pero que no acabará de cuajar. "Estrella" define bien lo que digo. Es un tema notable pero sin alma. El homenaje a la estrella argentina Juan Gabriel se queda algo soso y desangelado. En cambio "Absentee" es una joya, como "Real Life" y "Sleeping Volcanoes" que nos dan sin duda el mejor momento del disco. Sobretodo esta última puede ser la mejor canción del disco con esa apertura con una guitarra de ensueño y un ritmo trotón estupendo, más ese recitar callejero. De lo que queda me encanta "Prayer for another day" muy en la linea del folki Iron & Wine, y por supuesto el cierre con "Rounder" donde aparece la América de siempre.

Un disco interesante pero falto de punch. Una colección de canciones bien trenzadas y con calidad pero a las que en mi opinión les falta algo de magia. Lo dejaremos reposar y lo retomaremos, no sea que estemos equivocados y nuestra cabeza esté en otro sitio. 

Cass McCombs - Tip of the Sphere (2019): 01.- I Followed The River South To What/ 02.-The Great Pixley Train Robbery/ 03.-Estrella/ 04.- Absentee/ 05.-Real Life/ 06.-Sleeping Volcanoes/ 07.-Sidewalk Bop After Suicide/ 08.-Prayer For Another Day/09.- American Canyon Sutra/ 10.- Tying Up Loose Ends/ 11.- Rounder.

"Jackson"



Hace un año y medio más o menos quedé sorprendido y encantado con la serie The Expanse, una space-opera basada en la saga de libros creada por James S.A. Corey que no he leído pero que al parecer siguen perfectamente las temporadas de la serie. Hay creo ocho libros por ahora, y los tres primeros: El despertar del Leviatán, La guerra de Calibán y La puerta de Abadón concuerdan en sinopsis con cada una de las tres temporadas existentes, si todo va bien tendremos la cuarta pronto y habrá unas cuantas más, al menos ocho. La series estuvo increíblemente a punto de ser cancelada. Está producida por SyFy y las dos primeras temporadas se pudieron ver en Netflix de donde ya han desparecido. Se habló de cancelación pero los fans se volcaron con ella y SyFy dio su brazo a torcer tras entrar dinerito fresco por parte de Amazon quién se ha quedado con la serie y donde se podrá ver próximamente en España. Como un servidor no ha podido aguantar ha visto ya esta tercera temporada que no siendo perfecta tiene todo lo que una buena historia galáctica debe tener. Trece episodios magníficos que inicialmente continúan la historia dejada en la temporada dos pero que a medio camino toma otro rumbo, el que marca el tercer libro, La puerta de Abadón, retomando nuevos personajes, recolocando a otros, y ofreciéndonos nuevas caras y tramas. El equipo de la "Rocinante" sigue siendo protagonista pero casi cada uno por su lado. Es una temporada mucho más filosófica y existencial. Una ciencia-ficción más reflexiva que nos llevará a lo trazado en el cuarto libro, en el que la puerta estelar está abierta y existen colonos dispuestos a conocer otros mundos. Esta temporada tres tiene algunos altibajos. No es perfecta ni mucho menos pero lo que cuenta lo cuenta con pasión y con firmeza. Está algo por debajo de la segunda temporada que fue fantástica pero creo que es más una temporada puente hacia otra vía argumental, así que esperamos lo mejor para la cuarta. Estamos ante una serie de culto, no lo duden.


NIGHT BEATS/ MYTH OF A MAN (2019) ONE THING

 

Escuchando este nuevo disco de la banda de garage psicodélico Night Beats me doy cuenta que durante lo que llevamos de 2019 tengo una extraña conexión con Seattle. De allí es esta banda formada y comandada por Danny Lee Blackwell que parece haber dado con la fórmula correcta para engatusarme, han dado con la tecla, gracias a la tecla negra de Dan Auerbach que produce y deja su sello en unas canciones más guatequeras. Bueno, en realidad Mr Blackwell es la banda. Él se lo guisa y él se lo come. Además, sería de tontos no reconocer que si el maestro JJ en el Exile SH Magazine no le hubiese dado cuartelillo, a un servidor muy probablemente se le hubiese pasado por alto este artefacto al que solamente puedo encontrarle cositas buenas, y hubiese sido una pena, porque ese sonido de retro-garage con toques popi siempre me ha vuelto tarumba. Sí, es eso. Esta nueva colección de canciones (ya vamos por el cuarto disco) es un trabajo bastante retro, bastante sixtie. Todo ayudado por la voz de Blackwell que te teletransporta a otra época, y esa conseguida atmósfera que podría hacernos dudar de si el disco es del 2019 o es un disco perdido de hace cincuenta años. Y luego está esa maravillosa portada. Esa imagen del artista sin cara que me parece sublime y sumamente atrayente, digna de un disco top, de un disco oculto, mítico. La única pega o puede que lo único que podamos reprocharle, o aplaudirle según se vea, es la influencia máxima que a mi modo de ver tiene Auerbach en esta nueva colección de canciones. Para mi no es problema, porque Auerbach me parece un tipo con un talento descomunal y todo lo que hace o casi todo me gusta y raya el sobresaliente. Así que por mi parte queja alguna pero escuchando discos anteriores de la banda si han dado un pequeño giro, si han añadido unos matices que puede que definitivamente lleven al señor Blackwell por otros derroteros en un futuro no muy lejano. Habrá que estar atentos.


Night Beats - Myth of a Man (2019): 01.- Her Cold Cold Heart/ 02.- One Thing/ 03.- Stand With Me/ 04.- There She Goes/ 05.- (Am I Just) Wasting My Time/ 06.- Eyes On Me/ 07.- Let Me Guess/ 08.- Footprints/ 09.- I Wonder/ 10.- Too Young To Pray.

La canción "Her cold cold heart", encargada de abrir el disco, es también el tema elegido para ser el primer single. Abren guitarras a lo Harrison para enseguida meter unos toques que harán las delicias de Tarantino, seguro que si  escucha esta canción la mete directamente en su próximo film. Temazo descomunal, con una atmósfera sublime y un rollito entre sexy y peligroso, muy de banda sonora del agente 007...  "One thing" tiene ese rollete tan molón de Auerbach, ese groovy, ese feeling que sabe mezclar a la perfección el blues con el soul, el garage y el popazo pegadizo. Puro sixite con un estribillo demoledor. "Stand with me" que si no es el mejor tema del disco anda cerca. Ese blues-psicodélico me mata. Escuchando "There she goes" me viene a la cabeza el bueno de Donovan, joder, otro al que últimamente me encuentro hasta en la sopa., y es que a mi ese toque folki-guatequero me alucina, me tiene loco. La balada cincuentera "(Am I Just) wasting my time" me derrite. Es una canción maravillosa, y ese lamento, ese llorarse toa, ese desamor está tan bien interpretado por la voz de Blackwell que sólo cabe aplaudir, incluso con las orejas. Pasado el ecuador del disco seguimos sin bajar el nivel, sin dar una razón para decir que el disco no es una de las grandes sorpresas del año. "Eyes on me" es una puta locura bailable y molona. Con esa chulería tan propia de los Black Keys... Eso es tal vez, como dije, lo único a reprocharle a Blackwell... el disco el ha salido demasiado Black Key, demostrando que Auerbach ha influenciado mucho, muchísimo. "Let me guess" es, como decirlo, cojunda. Y ya no os digo "Footprints", favorita personal del artefacto. Muy en la línea de la inicial "Her cold cold heart". Temarrazo bonico del to. Atmosférico y sixtie a tope... Antes del cierre llega "I wonder" que baja la velocidad y nos conduce al definitivo final con "Too young to pray" de arreglos maravillosos..  El señor Blackwell firma bajo el nombre de su banda Night Beats, y gracias al toque de Dan Auerbach, una de las sorpresas del año. Mezclando ese garage soulero que tan bien dominan los Black Keys con la psicodelia y el rollo sixtie de bandas de cabecera como 13th Floor Elevator, Cream, Love e incluso Donovan. No dejen escapar este disco o se arrepentirán.

Desde que Disney se hiciese con la franquicia de Lucas e incluso antes, puede que desde el inicio, la saga de Star Wars me parezca cada vez menos interesante, consiguiendo incluso que las antiguas, la trilogía "buena" me parezca un churro. La poca originalidad de "El despertar de la fuerza" (Episodio VII), y "Los últimos Jedi" (Episodio VIII) es deprimente. Como fábrica de hacer dinero no niego que funcione. Para los padres anclados en el pasado que necesitan que sus hijos vean Star Wars también funciona aunque ahora hay cositas, como siempre, de un nivel escandalosamente bueno, pero claro, no hay tantos muñequitos...  Además los intentos por hacer películas paralelas y expandir el universo tampoco funcionan demasiado si bien no desentonan. "Rogue One" funcionaba pero era, como no, más de lo mismo. A todo esto se lanzan con un spin-off retro. Nada más y nada menos que el de Han Solo. Y salen.... airosos, por decirlo de alguna manera. Es otra vez lo mismo de siempre. El mismo rollo. La misma cantinela. Y para ver estirado en el sofá de casa un domingo cualquiera funciona sin más pero está lejos de ser imprescindible o de emanar magia. Es otra pelíucla más de Star War, otra historia más sin chicha ni limoná. Nos cuentan como Solo conoce a Chewi, a Lando, como se hace con el Halcón Imperial.... y que si patatín que si patatán... Sale mucho famosete en plan cameo, y sí, el director es Ron Howard y el guionista el amigo Kasdan pero la película se queda en correcta demostrando o confirmando que estamos ante una fabrica de dinero sin ideas y sin nada más que decir. La saga está acabada, y a cada nuevo proyecto nuestro recuerdo por la magia de la trilogía inicial se va apagando. 

No recuerdo muy bien como llegó "Worried Man" a mis manos y oídos. No recuerdo con exactitud quién me dio el soplo, quién me puso sobre la pista. "Worried Man" es uno de esos discos que sin hacer prácticamente ruido acaba el año con decenas de escuchas en el hogar nikochiano. El artefacto en cuestión contiene el típico sonido americano de los cantautores, en eso el artista de Dallas, Texas, Andrew Combs, no es precisamente un innovador o un genio futurista. Es tradicional y continuísta, de voz cálida amarrada al country-soul. Es curioso que el disco que nos ocupa no sea de este año pero me lo esté alegrando. Es más, "Worried Man" es el disco debut de Combs, allá por 2012. Luego llegaron "All these Dreams" (2015) y "Canyons of my Mind" (2017). Un disco que al parecer y no sé la razón exacta, se ha reeditado este mismo año y además en edición Deluxe con el añadido de una gira, de momento únicamente americana. Como os decía, Combs no ha inventado nada. Tira de tradición americana y si queremos buscar algún que otro referente actual podríamos decir que es una extraña mezcla entre un Ryan Adams muy country y un Ray LaMontagne inspirado. Esto que digo se ve reflejado fácilmente en "Please please please" donde toca a LaMontagne, a Justin Townes Earle, a Ryan Adams.... a eso, si te gusta ese sonido, esto es lo que vas a encontrar. De calidad y bonico del to. En eso el disco no falla y a los once temas originales se les suma en esta reedición don canciones más que no desentonan con las originales. Además de esa maravilla que es "Please, Please, Please" encontramos más joyitas como la inicial "Devil's got my woman", "Heavy", "Come tomorrow" o la canción que da nombre al disco, ese "Worried Man" que es un tema fabuloso. Vale. No es un disco que te arranque el alma y te robe el corazón, pero escucharlo en un día lluvioso y tristón puede ser muy reconfortante y devolverte el ánimo. Háganme caso, no dejen escapar gracias a esta reedición el recuperarlo.

Andrew Combs - Worried Man (2012): 01.- Devil’s Got My Woman/ 02.- Please, Please, Please/ 03.- Heavy/ 04.- Big Bad Love/ 05.- Come Tomorrow/ 06.- Take It from Me/ 07.- Runnin’ You Out of My Mind/ 08.- Too Stoned to Cry/ 09.- Why Oh Why/ 10.- Worried Man/ 11.- Lonely Side of Love/ 12.- Take It from Me (2019 Recut)/ 13.- Too Stoned to Cry (2019 Recut).



"Oh Yoko"


Durante las vacaciones navideñas pude ver esta serie de HBO que al parecer ha tenido bastante buena aceptación cosa que le ha servido para renovar por una segunda temporada. La verdad es que la serie es poca cosa. Además me entero que es una adaptación o una variación de una serie española. Sí, como suena. "Cuéntame un cuento" se llamaba el producto de Antena3 y pasó sin pena ni gloria y casi nadie la recuerda, aunque fue suficiente para que los yanquis comprasen los derechos y ahora nos lo presenten como producto único y original, con un empaque interesante y la cosa a muchos les cuele. La serie se basa en los cuentos populares. Actualizados y dándoles una capa de pintura de thriller moderno. Los tres cerditos, Caperucita, Hansel y Gretel.... Historias que se entrecruzan y se van volviendo más absurdas conforme avanzan los episodios. Hay cositas correctas y verdaderos despropósitos. Empezando por alguna actuación ridícula, otras pasadas de vueltas y los morritos de la caperucita que son de "selfie" total. No me ha convencido y no creo que vea la segunda temporada. Lo úncio salvable era la historia de los "cerditos" pero es tan, tan, tan previsible que al final aburre. La vuelta de tuerca a los cuentos está bien. La idea era buena ya en la serie española, pero puestos ha darle un toque oscuro podría haber sido bastante más adulta y no una serie para adolescentes.


STEVE GUNN/ THE UNSEEN IN BETWEEN (2019)/ VAGABOND

 

El nuevo trabajo del prolífico guitarrista de Lansdowne, Pennsylvania, Steve Gunn es el primer disco de este año, de este 2019, en robarme el corazón. Mi favorito de los aparecidos durante el mes de enero. Escuchado y disfrutado un millón de veces antes de acometer la reseña que hoy os encontráis en la Isla. "The Unseen in Between" es y será uno de los mejores discos de este año y, sin duda, su creador se reivindica como uno de los mejores de su generación, incluyendo a su buena amigo Kurt Vile que a veces se pierde por el camino. Sí, Steve, fue un Violator junto a Vile. Luego ambos se dedicaron a sus carreras en solitario, a sus mil y una colaboraciones, y de esas carreras en solitario hay mucho a reivindicar, mucho a descubrir y redescubrir. Mucho a disfrutar y dejar que nos sorprenda. Un servidor prefiere a Gunn antes que a Vile. Antes no me atrevía a decirlo en alto, antes me daba reparo hacer esta afirmación pero sí, creo que Gunn es un maestro y, en cambio, Vile, al que no resto genialidad, se pierde muchas veces en excesos y poses. Es eso, un geniecillo. "Way out Weather" del 2014 ya me pareció la repera limonera aunque creo recordar que un servidor lo descubrió las navidades del 2015. Así, que como viene siendo habitual, iba tarde. Qué buena colección de canciones era la que contenía aquel artefacto, la que da nombre al disco y lo abre, y "Tommy's Congo" que lo cerraba, y por el medio maravillas como "Milly's Garden", "Shadow Bros" y "Drifter".... Estupendo ya desde su portada. Para quitarse el sombrero. Pero este año, este 2019, Steve Gunn se ha superado. No sé si atreverme o no, pero no me lo tengáis en cuenta, creo que es una obra magistral, tal vez su POM. "The Unseen in Between" no inventa nada que ya no hubiese aparecido en trabajos de otros grandes a los que recuerda según el momento. Allí está la esencia de David Gilmour con el que se le compara a veces, la magia de John Martyn, la tímida psicodélia de Marty Balin, la efervescencia guitarrera de Johnny Marr e incluso las texturas atmosféricas de M Ward. Combinando la magia, la mística y el encanto de todos ellos para crear un sonido propio. Tiene Gunn ese magnetismo de los guitarristas eclipsados por geniecillos amigos, en este caso, Kurt Vile, al que supera sin desmelenarse. Tiene esa poderosa atracción de los grandes en la sombra. Tiene el mojo, que no es poco.


Steve Gunn - The Unseen in Between (2019): 01.- New Moon/ 02.- Vagabond/ 03.- Chance/ 04.- Stonehurst Cowboy/ 05.- Luciano/ 06.- New Familiar/ 07.- Lightning Field/ 08.- Morning Is Mended/ 09.- Paranoid.

Los primeros acordes son una poderosa señal que lo que se nos viene encima es tremebundo. "New Moon" es insultantemente buena. Sobresaliente. Consigue una atmósfera mágica próxima a psicodelia romántica, y su voz nos lleva irremediablemente a los alucinados años sesenta sanfracisqueros. No me queda otra que rendirme ante este tema. Touché. Ya a paratir de aquí es un morir de placer. "Vagabonds" es un temarraco de esos que hacen grande al artista que los firma. Guitarras que miran por el retrovisor a Johnny Marr y sus Smiths. Radiable a más no poder pero con ese toque atmosférico y especial que por ejemplo M Ward sabe dar a sus composiciones. "Chance" es una de mis favoritas, básicamente porque tiene ese deje a los Jefferson Airplane de Marty Balin... y eso, me pierde. "Stoneshurst Cowboy" tiene ese acústico de Jimmy Page que quita el hipo, ese toque setentero que embruja. Maravilla, pero para maravilla "Luciano", mi favorita del lote. Sigue explorando el sonido acústico pero con un final grandioso, de otra época. Pasado el ecuador del disco nos topamos con otro tema a destacar, otro de sus grandes piezas. Hablo de "New Familiar", joyaza. Otra vez con ese toque sixty hippioso maravilloso. Otra vez ese ácido que corre por tus venas. Ese toque sanfrancisquero.... ese tema que te hipnotiza....  "Lightning field" es una canción pequeñita, incluso coqueta pero no por eso exenta de calidad. Puede que sea la canción menor de un disco que gana a cada escucha. "Morning is mended" parece escrita en los primeros años de los setenta. Tiene esa magia de lo cantautores místicos de esa época. Y cerramos este grandísimo disco con los épicos pianos eclesiásticos de "Paranoid" para dejarnos con la sensación de haber encontrado ya uno de los candidatos a mejor disco del año. 

Hace mucho mucho mucho tiempo que un film de los hermanos Coen no me coge de las pelotas, me las estruja y me deja sin habla. Tal vez "No es país para viejos" sea el último gran film de los hermanitos, y ya no era para tanto, esa es la verdad... Y sí, aceptamos "A propósito de Llewyn Davis" como interesante y "Valor de Ley" como resultona pero para ser sincero están a años luz de sus grandes films. Algo les pasa, algo de agotamiento... y algo de similitud con la carrera de Woody Allen en cuanto a ir desvaneciéndose lentamente con el paso del tiempo. Esperemos que no acaben de la misma manera... aunque con "Ave César" casi adelantan al gafotas. Pues bien, siendo fieles a los tiempos que corren, estrenan película en Netflix, un film que tira de western y que dividen en seis episodios totalmente independientes, que hacen que la película sea un carrusel de fallos y aciertos. Irregular es la palabra que la define. 

Particularmente el primer episodio me parece una genialidad absoluta. Es el episodio que da nombre al film y el que me pareció más redondo. Tim Blake Nelson lo borda. Es genial. El segundo episodio con James Franco defrauda. Cae en el engatusar fácil, en gustar de manera simplona... es como la sonrisa de James Franco... un total engaño. El tercer episodio he oído que a todo el mundo le encanta, y a mi me parece aburridísimo. No conecto con Neeson, ni con la historia que protagoniza. En cambio el buscador de oro que interpreta Tom Waits en el cuarto es ... oro puro. Aquí estoy filón!! Sí, es un maravilla de historia. Magnífica. Y magnífico también es el quinto. Una historia de amor imposible que acaba como acaba...  y te deja con la boca abierta y el culo prieto. Y el cierre, también de notable con una extraña y a veces tan ridícula historia que puede que a muchos se les indigeste. En resumen, demasiados altibajos, demasiados tiros fallidos. Los aciertos son muy grandes, pero pocos y de los hermanos esperamos más, y deseamos más. Aunque sólo por ver a Tom Waits encontrando el filón vale el film su peso en oro. 
"Shock the Monkey"


Quién me conoce un algo sabe de mis gustos y manías. En cuanto a música soy politeísta pero hay cuatro Dioses, cuatro bandas que adoro más que a otras: Stones, Beatles, Kinks y Who son mis cuatro bandas favoritas. Mis cuatro intocables. Soy también un devorador de historias, de biografías y de curiosidades.... Y acabo leyendo todo lo que cae en mis manos sobres esas bandas y sobres otras, claro. De esas cuatro, mi interés radica básicamente en Stones y Who, muchos más divertidos e interesantes fuera del escenario que las otras dos bandas, exceptuando, claro está, al Dios Lennon que en sí mismo es un Universo. Hace un par de años disfrute leyendo "Cómo se hizo Sticky Fingers" de Javier Cosmen Concejo que es simplemente estupendo y que recomiendo a cualquier seguidor de los Stones o de la música rock en general. Un trabajo excelente, ameno, no demasiado extenso y que reunía una serie de información básica y esencial, puede que para muchos ya sabida, del que probablemente sea uno de los mejores discos de rock de la historia sino el mejor. Entonces, hará un año o un poquito más, recibo la noticia del propio autor de su nuevo libro, dedicado al líder de mi otra banda fetiche. Pete Townshend es un Dios de la guitarra, un excelente compositor, un artista y ser humano complicado, y su banda uno de los mejores combos de rock de la historia, en directo puede que pocos puedan superarles, tal vez los Led Zeppelin... otros que precisamente no eran mancos... con los que les une más de una docena de brutales anécdotas.

Leído el libro de Javier Cosmen Concejo solo puedo decir que ha vuelto a realizar un trabajo exquisito. Otra vez consigue no irse por las ramas y explicar muy bien esas mil facetas de Townshend, recorriendo su vida pero centrándose en uno de los mejores y más icónicos discos de los setenta: Quadrophenia. La única pega, y eso no es cosa del señor Cosmen, es que si eres un fan y devorador de la banda todo lo explicado lo tienes más o menos sabido, más aún si has leído la autobiografía de Pete, "Who I Am", y visto por ejemplo el notable documental "Lambert and Stamp"... Lo que no hace que no se disfrute el libro, nada de eso. En realidad, uno devora el libro. Se lo zampa en una sentada, puesto que sabemos las cosas que hay entre lineas y quién es cada personaje y qué hizo exactamente. Por su extensión esta "quadrophenia" no se entretiene en esos asuntos, y los que conocemos la historia lo aceptamos y nos dejamos llevar por la fácil y amena lectura, y aquellos que desconocen muchas cosas de la banda no echarán de menos nada, puesto que está escrito de tal manera que cualquiera, sea seguidor o no de The Who, pueda leer y llegar a entender a Townshend y la importancia de la banda y el contexto en el que triunfaron. Creo sinceramente que es un libro estupendo. Un libro muy recomendable que ahora además llega en una segunda edición dela mano de la Editorial Sílex. Con otra portada y mismo contenido, con la gracia de poder ser comprada en cualquier librería. Y puesto a pedir.... y a ser friki, me gustaría saber que proyecto está rumiando ahora el señor Cosmen... estaría bien un libro de esos secundarios de lujo del rock... de Nicky Hopkins o Billy Preston.. o de uno de los más grandes artistas en la sombra que han existido, hablo de Ronnie Lane...personaje vital en la vida de Townshend y los Who....  Puestos a pedir..... Gracias señor Cosmen por darme una maravillosa tarde de lectura y conocimiento, y hacerme volver a engancharme enfermízamente al disco "Quadrophenia" y a todas las canciones que salieron de aquellas sesiones. 

Tardé mucho tiempo en visionar esta serie de Netflix basada en la película rusa "The Major" del 2013. Tardé demasiado por prejuicios. Por ser una serie web, por cancelarse o ponerle punto y final con diez episodios, o tal vez por no ser inglesa. No lo sé. Una vez me decidí por ella tengo que reconocer que la serie es de notable. Sus diez episodios que normalmente pasan de la hora de duración no flaquean en ningún momento y aunque la historia la hemos visto cientos de veces, no por eso deja de seducirnos. La serie cuenta la historia del atropello accidental de Brenton Butler, un niño  negro con amistades metidas en pandillas. el autor del atropello es policía, y sus compañeros lo encubren y dejan al niño en la cuneta pensando que está muerto. Encuentran al niño con vida y muere en el hospital. La investigación es difícil y llena de trabas puesto que la policía anda de por medio... En  la serie hay una buena dosis de drama, hay investigación policial y hay caso en los juzgados con jurado de por medio. Así que hay un poco de todo, y todo muy bien presentado. No destaca un actor por encima del otro aunque sí hay personajes más jugosos que otros. La serie va creciendo con cada capítulo, conforme vas conociendo a los personajes y el caso avanza y se complica a la vez. Una lástima que Netflix comience a mostrar muy poca paciencia con sus productos. Desde luego "Seven Seconds" daba para más, para más casos, para más historias, y para continuar con las ya conocidas. Muy recomendable de todas maneras. No se la pierdan.


THE DELINES/ THE IMPERIAL (2019)/ EDDIE AND POLLY

 

A veces queda muy gratuito y forzado hablar de supergrupos pero sin duda The Delines lo son. Su anterior trabajo, su "Colfax" del 2014, llegó a mis manos muy tarde. En su momento pasó incomprensiblemente inadvertido a mi radar y mis oídos pero como dice el refrán nunca es tarde si la dicha es buena. Y lo disfruté, vamos si lo disfruté.. Así que la llegada de un segundo trabajo de la superbanda de Portland, Oregón, fue sin duda una de las mejores noticias de final de año siendo uno de los primeros discos del 2019 en sonar en el hogar nikochiano. Amy Boom marca seguramente el estilo de la banda con su maravillosa voz. El resto del grupo no le va a la zaga y pueden presumir de contar en sus filas con el gran Willy Vlautin (Richmond Fontaine), más Jenny Conlee (the Decemberists), Sean Oldham (Richmond Fontaine) y Tucker Jackson (de otro supergrupo, The Minus5). Con esa alineación nada puede salir mal, otra cosa es que el oyente conecte o no con el tipo de música, un country-soul reposado con mucha clase y estilo que para algunos es decepcionantemente aburrido y para otros, entre los que me incluyo, gloria bendita. Tener a Vlautin como escritor de canciones es un seguro de vida. Esperemos que los Richmond Fontaine vuelvan de alguna forma pues me encanta la forma de explicar historias de Willy. Aquí se nota que escribe para Amy, se nota que se pone en otra piel y lo mira todo con otra perspectiva. Sale triunfador, como no. No podía ser de otra manera. Y Amy Boom brilla, deslumbra... todo con una clase descomunal. 


The Delines - The Imperial (2019): 01.- Cheer up Charley/ 02.- The Imperial/ 03.- Where Are You Sonny/ 04.- Let’s Be Us Again/ 05.- Roll Back My Life/ 06.- Eddie & Polly/ 07.- Holly the Hustle/ 08.- That Old Haunted Place/ 09.- He Don’t Burn for Me/ 10.- Waiting on the Blue.

Diez temas reposados, dulces y con cierta melancolía es lo que nos vamos a encontrar, impregnados todos ellos por un country-soul de los que nos dan abrigo. "Cheer up Charley" es una muestra clara de lo que os digo. No puede haber mejor carta de presentación. La canción que da nombre al disco, "The Imperial", luce unos vientos maravillosos. Ensoñadora. "Where are you Sonny" es de otra época. De otra dimensión. Qué clase! qué preciosidad, qué romanticismo épico! Una de las mejores canciones del disco es sin duda "Let's be us again", con esas guitarras atmosféricas a lo Lambchop o como unos Calexicos bonicos del to.... Todo el disco está a un nivel de preciosismo asombroso. Y así podría seguir diciendo, repitiendo y haciéndome pesado que el disco es cosa fina. Que será sin duda un disco favorito al final de año. Puede que estemos ante el gran disco del primer trimestre. Difícilmente pueden superarle. Pasado el ecuador del disco me gustaría destacar dos temazos. Primero ese "Eddie and Polly" que se encarama como canción favorita del 2019, y por supuesto, también "Holly the Hustle" que quita el hipo. Ya digo. No estoy por enrollarme. Solo por deciros que estamos ante un disco muy grande. Un disco que hay que tomarse con calma, sin juicios rápidos. Hay que degustarlo, dejarlo respirar.... Es entonces cuando sus canciones nos embriagarán. 

Tener hijos e intentar educarlos es la experiencia más brutal y exigente que acabará por hacernos mejores personas, pero no engañemos a nadie, es una tarea agotadora. Además de todo el trabajo que conlleva, hay dos puntos a tener en cuenta. Primero el embarazo, si además ya hay otros churembeles presentes todo se complica. Segundo la conciliación que casi no permite a la pareja estar presente durante el proceso...  Todo esto queda reflejado a la perfección en "Tully", la nueva colaboración entre el director Jason Reitman y la guionista Diablo Cody (Juno, Young Adult). Todo bajo la interpretación magistral de Chalize Theron. Una madre con dos hijos de ocho y cinco años, uno de ellos que requiere de una atención especial, y otro en camino. El padre ausente la mayoría de veces provoca que el trabajo se acumule, el cansancio y la falta de horas de sueño, aparezca la irritación y esa sensación de que todo se va a la mierda, de que no llegarás al mañana. Es por eso que acaban aceptando el regalo del cuñado, una nani nocturna, que permitirá a la madre dormir toda la noche y aliviar las tareas de casa para así evitar o hacer desaparecer la depresión postparto. La relación extraña entre esa nani (una excelente, como viene siendo habitual, Mackenzie Davis) y la madre es la base de la película, y esa relación se hace fuerte y poderosa. Tanto que acaban por necesitarse mutuamente... y.. hasta aquí puedo explicar. La película no tiene nada de nuevo, pero si has tenido hijos, y sobretodo, si eres madre entenderás a la perfección lo que nos explica. Una tragicomedia notable.
"Buffalo Soldier"


Lo primero que haré es sincerarme. No soy un auténtico fan de Springsteen. No soy ni siquiera un seguidor medio. Tengo discos suyos? sí. Me gustan muchísimo más de media docena? pues también. Pero soy muy crítico con él y siempre me ha dado la sensación de ser algo impostado, de tener poca verdad aunque precisamente sus grandes seguidores siempre acompañen a Bruce con el adjetivo "auténtico". Sea verdad o mentira, en broma pero en serio él mismo se encarga de quitar peso a su propia figura. De volverse humano y dejar de lado al mito. Al working class hero que dice llevar dentro. Lo hace en un espectáculo que desde el inicio no tiene nada de novedoso ni original. Sin irnos muy lejos o sí, hace unos veinte años Ray Davies hacía lo propio en "Storyteller" y además giraba por todo el mundo. Recuerdo verle en Barcelona y alucinar. A partir de ahí se creó vía VH1 un programa con esa idea por el que pasaron infinidad de artistas como por ejemplo el mismísimo Bowie o Pete Townshend... Así que la idea del Boss es prestada. Nada original, claro que él es un profesional como la copa de un pino y lo borda. En cuanto al espectáculo en sí mismo está muy bien, esa es la verdad. Te humaniza al personaje aunque esas operaciones estéticas a lo "Pacino" den bastante pena y repelús. Lo que cuenta en plan monologuista está muy pero que muy bien. Muy ameno, interesante, a veces divertido,a  veces incluso emocionante, de esas de pelos de punta como cuando habla de su padre justo antes de que el Boss lo fuese también.... Un fan se volverá loco con el producto y un no fan lo verá como algo diferente y curioso. Es cuando se arranca con sus canciones cuando vemos la verdadera dimensión de un artistazo, que eso es lo que es, a pesar que a un servidor, como dije, no le apasione hasta morir por él. El "Broadway" hay que verlo y hay que intentar disfrutarlo. Es un artefacto curioso pero la magia, la "verdad" sigue residiendo en la fuerza de sus canciones, lo otro es fachada y demasiado teatrillo. Interesante que no necesario pero digno y de una calidad fuera de toda duda razonable. 

"Growin' Up" (from Greetings from Asbury Park, N.J.)/ "My Hometown" (from Born in the U.S.A.)/ "My Father's House" (from Nebraska)/ "The Wish" (from Tracks)/ "Thunder Road" (from Born to Run)/ "The Promised Land" (from Darkness on the Edge of Town)/ "Born in the U.S.A." (from Born in the U.S.A.)/ "Tenth Avenue Freeze-Out" (from Born to Run)/ "Tougher Than the Rest" (w/ Patti Scialfa) (from Tunnel of Love)/ "Brilliant Disguise" (w/ Patti Scialfa) (from Tunnel of Love)/ "Long Walk Home" (from Magic)/ "The Rising" (from The Rising)/ "Dancing in the Dark" (from Born in the U.S.A.)/ "Land of Hope and Dreams" (from Wrecking Ball)/ "Born to Run" (from Born to Run).


*post aparecido originalmente en Exile SHMagazine por Nikochan

Me encanta rebuscar en el catálogo de las plataformas televisivas de streaming y dar con algo semi-oculto que me haga pasar un  buen rato. En el caso que nos ocupa acabé tentado por una mini-serie australiana de nada más seis episodios de poco más de media hora. La temática es bien sencilla: Ray Shoesmith es una especie de sicario que intenta, mientras ejerce de malote, mantener a flote su vida social y familiar.... Como digo, nada que no hayamos visto antes en series como "Ray Donovan" o más cachondas como "Barry", ambas estupendas. "Mr Inbetween" consigue atraparnos y hacernos devorar sus seis episodios de un tirón. Es notable. Tiene un aire despreocupado, casi indie, que encanta pero no descuida ni las secuencias de violencia ni el humor negro en un equilibrio perfecto. Scott Ryan es el intérprete protagonista de la serie. Es muy creíble y su figura es imponente. Todo gira a su alrededor y el tipo lo borda. Me encanta que la serie no se ande con rodeos, que no haya episodios de relleno. Con seis episodios le basta y le sobra para explicarnos todo lo que nos quiere contar... y lo que vendrá, lo hará en una segunda temporada ya confirmada. No se lo piensen. Si tienen un par de horas muertas o tres... no dejen de visionar esta pequeña gran serie.


PEDRO THE LION/ PHOENIX (2019)/ YELLOW BIKE

 

Seattle. Esa ciudad americana en la que llueve 366 días al año. Esa ciudad tristona y gris que nos dio tantas buenas bandas en los noventa englobadas en aquello mal llamado Grunge: Soundgarden, Pearl Jam, Alice in Chains y, por ejemplo, Mudhoney que no Nirvana que eran de Aberdeen.... Y últimamente cosas bonicas como Fleet Foxes y Band of Horses que son favoritísimas personales. De aquella época de dolor, rabia y camisas de cuadros todavía tengo bandas por (re)descubrir. A los Pedro The Lion los tenía olvidadísimos. A su líder, David Bazan, le había perdido la pista entre mil y una colaboraciones y proyectos que realizaba como el de Overseas junto a Will Johnson de Centro-Matic, o su carrera en solitario. Así que al empezar el año y caer en mis manos, "Phoenix", el nuevo disco de Pedro The Lion, desde el ya lejano e interesantísimo "Achilles' Heel" del 2004 me hizo recordar algunas de sus viejas canciones y desempolvé con alegría su debut "It's hard to find a friend" de 1998 que suena mucho mejor hoy que entonces o eso me parece a mi.  David Bazan tiene una portentosa voz que encajaba a la perfección en el antiguo grunge. Una voz con personalidad y potencia, de menos calado que la de Vedder pero con cierto mojo y magnetismo, que esta vez se ve mejorada por unas letras más personales y unas composiciones que beben tanto como pueden de los Who y en menor medida de los propios Pearl Jam, y además presentan un envoltorio en el que el propio Bazan toca la mayoría de instrumentos aunque se haga acompañar por Erik Walters a la guitarra y Sean Lane a la batería. Catorce años después la banda de Seattle vuelve con Phoenix, con el mismo deje tristón de su ciudad natal pero con algún que otro rayo esperanzador de la ciudad que da nombre al disco, disco que crece a cada escucha y que como mínimo presenta media docena de temas soberbios.



Pedro The Lion - Phoenix (2019): 01.-Sunrise/ 02.- Yellow Bike/ 03.- Clean Up/ 04.- Powerful Taboo/ 05.- Model Homes/ 06.- Piano Bench/ 07.- Circle K/ 08.- Quietest Friend/ 09.- Tracing the Grid/ 10.- Black Canyon/ 11.- My Phoenix/ 12.- All Seeing Eye/ 13.- Leaving the Valley.

El esperanzador rayo de luz con "Surprise" se hace esperar. Estamos ante un tema inicial que ni es tema ni es nada. Un "instrumental" que sirve únicamente para crear expectación para una de las grandes canciones del disco: "Yellow Bike". Este temazo es puro noventa. Puro "Pearl Jam".... te lleva en volandas a aquella época y te hace disfrutar como un puto adolescente atormentado. Maravillosa estrofa inicial de las que ponen pelos de punta: "On a desert Christmas morning, 1981. One month shy of six years old. In the valley of the sun..."... Y un estribillo demoledor. "Yellow Bike" es oro puro. "Clean Up" es rocanrol de toda la vida con esencia Townshiana.... Esto cantado por Daltrey, Vedder o alguien con poderío sería brutal, bueno, ya lo es pero podría serlo más porque Bazan no tiene ese derroche vocal de los mencionados. Me encanta este tema, se pega cosa mala. "Powerful Taboo" baja la velocidad pero mantiene el nivelón. Sigue sonando a los noventa por los cuatro costados pero esta vez despojándose de todo para seguir en la misma onda con la preciosa "Model Homes". "Piano Benchs" es un "interlude" de nivel. Perezoso y hermoso. "Mientras que "Circle K" tiene ese inicio de guitarra tan típico del movimiento del que formaron parte. A partir de aquí, más o menos el ecuador del disco, intuyo algo de repetición aunque nunca, jamás de los jamases se baje el nivel de calidad. Sin ir muy lejos la dupla de "Circle K" y "Quietest friend" es estupenda, siendo esta segunda lo que hacia temas que esperábamos: rock. De lo que queda, me quedo con "My Phoenix" y el cierre con "Leaving in the Valley". Sorprendentemente el disco me ha parecido notabilísimo y, a mi modo de ver, si no tuviese una segunda parte tan monótona y falta de chispa que no de calidad, el disco rozaría el sobresaliente. Muy buen disco.