DANIEL JOHNSTON
YIP/JUMP MUSIC (1983)
CASPER THE FRIENDLY GHOST

1.- Skeletons From The Closet (1974, Grateful Dead)
2.- Hell (1974, James Brown)
3.- Highway To Hell (1979, AC/DC)
4.- Pay The Devil (2006, Van Morrison)
5.- Hombre Lobo (2009, Eels)
6.- Devil And Dust (2005, Bruce Springsteen)
7.- Number Of The Beast (1982, Iron Maiden)
8.- Monster (1994, R.E.M)
9.- Run Devil Run (1999, Paul McCartney)
10.- Dead Man (1996, Neil Young)
1.- Thriller – Michael Jackson
2.- Tubullar Bells part I – Mike Oldfield
3.- Scary Monsters and Super Creeps – David Bowie
4.- Werewolves Of London – Warren Zevon
5.- People Are Strange – The Doors
6.- (Don't Fear) The Reaper – Blue Oyster Cult
7.- Boris The Spider – The Who
8.- Friend Of The Devil – The Grateful Dead
9.- Casper The Friendly Ghost – Daniel Johnston
10.- Psycho Killer – Talking Heads
11.- Zombie – The Cranberries
12.- Sympathy For The Devil – The Rolling Stones
13.- Highway To Hell – AC/DC
14.- Devil's Haircut- Beck
15.- Halloweenhead – Ryan Adams
16.- Ghost Town – Specials
17.- Black Magic Woman – Santana
18.- Ghostbusters – Ray Parker Jr
19.- Bad Moon Rising – Creedence Clearwater Revival
20.- Devil In Disguise – Elvis Presley
Llevo una racha de disquitos impresionantes. No contento con disfrutar a lo grande este mes de Octubre rescatando a los Faces, empapándome tardíamente de la discografía de Rory Gallagher y disfrutando de los trabajos de Lauderdale y Nic Dawson Kelly han llegado a mis manos tres maravillas a las que aún no he podido sacarles todo el jugo deseado pero que apuntan sobradamente a grandes del año. Vamos, que les he dado una primeras escuchas y estoy bastante satisfecho con lo que me he encontrado. Tres discos son los que me tienen ahora inmerso en un delicioso momento de felicidad musical, los culpables: Justin Townes Earle, Hayward Williams y por supuesto el veteranísimo Elvis Costello.

Justin Townes Earle - “Harlem River Blues”: a este pájaro hijo de Steve Earle ya le tenía cogido el número. Sin ir más lejos su anterior trabajo me pareció la repera. Aquel “Midnight at the movies” resultó ser una de las sorpresas del 2009. Ese sonido americano descendiente de Steve Earle, de Townes Van Zandt, de Neil Young y de tantos otros madura ostensiblemente en este nuevo disco que suena a las mil maravillas y que nadie en su sano juicio debería perderse. Atentos a “Move over mama”, “Harlem river blues” y “Ain't waiting”.

Hayward Williams - “Cotton Bell”: buenísimo nuevo disco de Hayward, el gafitas que me deleitó con aquel “Another's sailor dream” del 2007 imposible de piratear que tuve que comprar en iTunes, creo que el “cotton” va por el mismo camino. Lo de este tipo no tiene nombre, como es posible que con esa calidad siga en el anonimato absoluto?. Es el mejor cantautor que he escuchado en los últimos cinco años con permiso de Sexsmith y P.Hinson. Calmadito y con una voz grave que no se sabe de donde la saca con ese cuerpo tan finico se aproxima más esta vez a un Springsteen íntimo que nunca. Una delicia de disco. Atentos a “Cotton bell”, “Mockinbird” y “New years eve”.

Elvis Costello - “National Ramson”: de primeras me asusté un poco, me hizo dudar y decidí darle unos días de descanso. Al retomarlo una semana después tengo que decir que el nuevo disco del otro Elvis comienza a parecerme la ostia en verso. Aquí cabe de todo, cabe el Costello eléctrico, el folki acústico, el americano, el tradicional. Ah! Qué bueno es saborear cada canción del gafotas. No creo que llegue a los niveles de “King of America” pero no le va a la zaga. Sin ser un devoto de Costello tengo que reconocer que está enrachado y no entrega disco que no sea mínimo de notable. Atentos a “Dr Watson, I presume”, “Stations of the cross” y “Five small words”.
La revista Ruta66 cumple 25 años y es por es motivo que previo pago de 5,5€ (sin cd ni ná de ná) nos obsequian con un número especial retrospectivo de su existencia. Es de esos números que uno debe comprarse sea seguidor o no de la revista pues si te gusta la música se tiene que reconocer que el ruta es un referente y sus críticas se deben tener en cuenta, además de ser una buena lección de historia de lo que se escuchaba y opinaba en este país de pandereta durante el último cuarto de siglo que se dice rápido. Particularmente donde disfruto más de este tipo de lecturas es mientras cago (perdónenme los finolis pero a eso se le llama así, aquí y en la China) o a lo sumo en el autobús pues a uno le da tiempo de leerse una migaja de revista plácidamente, sin prisas y sin pausas. Los del Ruta por un lado van de 1985 a 2010 poniendo para cada año una de las doce portadas que aparecieron, un disco destacado y otros a tener en cuenta haciendo lo mismo con los conciertos y la interesante sección “¿te acuerdas...?. Eso, un año para cada vez que uno va al tigre, o cada vez que coge el autobús para ir al trabajo. Cuidadín no coger hábitos poco saludables y acabar sentándose en el autobús con los pantalones bajados a leer la revista. No, eso no. Pero aquí no acaba la cosa, hay también artículos anticuados de lo más interesantes y entrevistas exclusivas como la que se le hace a Costello, a Patti Smith, Iggy Pop o al modfather Weller. No es un número habitual, no hay críticas de discos, ni entrevistas al uso, ni comentarios de opinión, ni nada de lo que uno encuentre cada mes en su quiosco habitual. Aquí tenemos un especial en toda regla con ese aroma a rancio de rutero de toda la vida y esa pinta de brutear más de la cuenta. Sí, así es es el ruta y así nos lo están contando.
Sin duda Paul fue un pulpo extraordinario, carismático, único en su especie. Qué grandes momentos nos brindó ese pulpo, consiguió que sus predicciones se retransmitieran en directo en todos los canales estatales. Ni el mensaje del rey Juanca consigue semejante unidad nacional, qué grande!. Ahora que Paul nos ha dejado cabe preguntarse si se le sobreexplotó, si se utilizaron sus dotes de adivino en exceso, si llegó a sentirse acosado o si se le subió demasiado el ego. Cuentan las malas lenguas que el éxito se le subió a la cabeza, que iba de pecera en pecera fecundando a pulpas prometiéndoles peceras de oro y diamantes, y acabó pagando varias pensiones para sus pulpitos y manteniendo a más de una madre soltera, por no decir de su adicción a la coca y el éxtasis líquido que según cuentan algunos fueron la causa de su repentina muerte. La versión oficial es que su muerte fue natural, se le paró el corazón mientras decidía quién iba a ganar el mundial de Fórmula 1, al parecer se puso encima de la casita de Hamilton y entonces murió. Quedando la duda si Paul dará en el clavo con su último pronóstico o no. A mi lo de los hijos y la coca me da francamente igual ya me diréis si no juzgo a Polanski me pondré ahora a crucificar a Paul, y cada uno se deja explotar lo que quiere, siempre puede uno ponerse de brazos cruzados y revelarse. Sólo me gustaría pediros un solemne minuto de silencio por Paul, un pulpo que dejó huella. Bye bye Paul, siempre estarás en mi corazón.
Cuando todo el mundo estaba atento al desenlace final de Lost yo ya me había enamorado de Olivia Dunham. Sí, yo me enganché hace muchísimo a “Fringe”. Tanto me engatusó la nueva creación de J.J.Abrams que fui haciéndole publicidad por todos sitios y dejándole al personal todos los episodios de la primera temporada que comenzaba como si de un X-files se tratase pero que se hacía poco a poco más intrigante y enrevesada que Lost. Sin duda un gran decubrimiento. Luego me hice con la temporada dos que incomprensiblemente quedó aparcada pues a mi señora algunos episodios le dan algo de miedo y claro, la familia Soprano llegó a mi hogar y a Tony no hay quien le tosa. Así pues todo el mundo al que había enganchado a ver la serie acabó por ver la temporada dos antes que yo, incluso algunas me recriminan cómo cojones no la he visto, pues eso, que ya estoy en ello. El domingo después de comer comencé a saco a ver esa segunda temporada y la verdad es que todo el mundo tenía razón, porqué cojones la dejé aparcada? Y me empecé a enganchar y a enganchar y me vi unos cuantos episodios del tirón, luego lo dejé porque mi equipo futbolero reclamaba mi presencia y ahora que los periquitos estamos que nos salimos no me pensaba perder el partidico. Después de la victoria se acabó Fringe para el fin de semana, la Nikochana exigía un poquito de lo poco que me queda de los Soprano y exigía acabarla pronto pues las andanzas de Don Draper nos esperan a la vuelta de la esquina. La verdad es que Fringe es un seriaca cojonuda que un seguidor de la ciencia-ficción no puede dejarse en el tintero. Tal vez lo mejor de ese género que uno puede ver en estos momentos en la pequeña pantalla. Nunca para de crecer y crecer, y ahora que la temporada tres empezó a rodar no hay excusa para hacerse una maratón y ponerse al día, en esta dimensión o en cualquier otra.
NIC DAWSON KELLY
OLD VALENTINE (2009)
THE MUSICIAN

No me declaro un fan incondicional de los Zeppelin. Tal vez sea porque Jimmy Page nunca me ha caído del todo bien, nunca me he ido de copas con él claro está pero es que hay algo que no me acaba de gustar. No sé, son manía mías. La verdad es que tengo unas cuantas y de vez en cuando se me cruza alguien y ya no hay manera de soportarlo. Veo a Page y me repugna pero escucho su guitarra y me corro pa'dentro. La música de Led Zeppelin es tremendamente maravillosa, incontestable y francamente difícil de igualar. Es difícil encontrar en la historia alguna banda que no sean las cuatro de siempre que encadenen media docena de discos perfectos, y claro, estos inglesitos los tienen. Vamos si los tienen. Del uno al cuatro y tiro porque me da la corriente (o no era así?) sin olvidarme de “Houses of the holy” y el inconmensurable “Physical graffity”. Muchos diréis “Coño!, Niko, y no son santos de tu devoción?”. Pues sí y no. Son geniales e imprescindibles pero uno siempre prefiere a la tripleta de la muerte formada por Beatles, Stones y Who. A esos ni tocarlos, por ellos má-to!, entiendes?. A quién en su sano juicio no le gusta “Led Zeppelin IV” (1971) con su escalera al cielo, su ruaquenrol o su perro negro que va para California? Discazo, discazo. Un puto clásico nikochiano igual que mi favorito, su debut. Qué pelotazo ese “Led Zeppelin” (1969), qué inicio! qué despipórrensen!. De los cuatro primeros me quedo con esos, el “II” (también del 69) aunque es tremendo nunca me la ha llegado a poner dura aunque algo morcillera si se me pone al escuchar “Ramble on” o “Who lotta love” no lo voy a negar y si de los seis primeros tengo que confesar una debilidad es el “III”. La mare del Tanu! Qué bueno es. Toda esta reflexión sobre los Zeppelin llega hoy porque ayer en el metro me puse en el ipod “Since I've been loving you” y creo que de golpe me reconcilié con el mundo pues llevaba unas semanas con los nervios a flor de piel y una mala leche de la ostia. Menuda canción! Así que hoy en la botica llevo dos escuchas seguidas de “Led Zeppelin III (1970) y estoy encantado con todo, con la canción mencionada antes y con por ejemplo esa “Inmigrant song”, esa “Gallow's pole” o la siempre exquisita “Tangerine”. Así pues llevo unas horas zeppeliando de lo lindo intentando quitarme de la cabeza la cara de hijodeputa de Page, un tipo que quería volver a montar el grupo... sin Plant! qué cojones, o que dice ser el autor del riff de “You really got me” o de “My generation” cuando era músico de sesión para Shel Talmy productor de Kinks y Who. Menudo fantoche!. Aij, que me enciendo! Me pondré “Tangerine” one more time para tranquilizarme. Qué bonica!. Sí, bonica del to...

“Old Valentine” (2009): 01.- Thursday/ 02.- The Musician/ 03.- Under Her Mattress (I Wrote This)/ 04.- Marilyn/ 05.- All The Pretty Bullfighters/ 06.- Old Valentine/ 07.- Adam And Eve/ 08. Delicate/ 09.- Ex-Lovers And Old Friends/ 10.- Oh Well.

Estaba yo tirado en el suelo del comedor conectando cables e instalando programitas en el nuevo pc mientras escuchaba musiquita de una radio inglesa por interné cuando escuché una tonadilla que llamó poderosamente mi atención. Aquello era simple pero efectivo, era rock'n'roll, era pura fiesta con una armónica locuela y una voz rasposa y perezosa que me trasmitían un buenrollismo cojonudo y me condujo inexplicablemente a marcarme unos pasos de baile algo patosos pero desmadrados en el salón de casa. Quién era ese tipo que había conseguido volverme loco durante dos escasos minutos? Como se llamaba la canción y cual era el disquito donde aparecía? Ah! No llegué a tiempo y el nombre del grupo desapareció de la pantalla y ya no supe nada más de él. Hasta ayer. Después de diez horas conectado a dicha radio la canción volvió a sonar y yo volví a a bailar. Me he vuelto loco o realmente la canción es cojonuda? Por cierto, la canción se llama “Thursday” y abre el debut musical de Nic Dawson Kelly que lleva por título “Old Valentine”. Supongo que como bien pensáis me hice con él rápidamente, ya le he dado varias escuchas y la verdad es que me ha sorprendido positivamente. Así, de primeras, tengo que decir que es estupendo y que no sólo de “Thursday” vive el amigo Nic pues la canción que le sigue es la monda lironda. Un silbidito juguetón y coqueto, de esos que gustan y se gustan cuando uno pasea por cualquier puestu. La voz curiosísima de este flaco y blanquito inglés deslumbra en “The musician”. Bonica del to. El comienzo del disco es de aúpa, te engatusa que no te das cuenta y te hace más feliz que unas castañuelas sino me creéis podríais escuchar la maravillosa “Under her mattress” que tiene un regustillo al mejor Devendra y eso espero que no sea un problema, de todas maneras cada canción es algo diferente y no se repite en exceso. Por ejemplo hay folk countril en “Old Valentine”, folk sesentero y algo marciano en “Marilyn” y canciones de “me pillo en un palillo” a lo Antony como “Delicate” aunque particularmente le prefiero con la fórmula rocanrolera del inicio y de “Ex-lovers and old friends” que simplemente es cojonuda. “Old Valentine” ha sido una grata sorpresa, algo inesperado para este mes de octubre al que la música de Nic le viene como anillo al dedo. Un disco que al parecer salió a final del 2009 pero que aquí oficialmente llegó a principio del 2010 y que para mí había pasado desapercibido. Si le dais una oportunidad seguro que os conquista.
Parece que comienzo a ver luz al final del túnel. Hoy las obras de la cocina han dado un cambio espectacular con la llegada y colocación del silestone (antiguo mármol) dando una pintaza estupenda al puestu, ahora quedan un par de detallitos que acabarán si todo va bien mañana, esperando que el lunes coloquen la puerta y listos. Todo de puta madre pero con agujeros en el bolsillo. Demasiados agujeros pues además de la susodicha obra añadiremos la compra de un nuevo y flamante pc. Sí, amigos. La maldición de los electrodomésticos llegó a mi hogar, dos radiadores de la calefacción no van, la cisterna del wc se queda colgada de vez en cuando tirando agua a mansalva y a mi viejo y guerrillero ordenador se le hincharon los bytes y se pegó un tiro en toda la quijotera. Después de darme por culo durante meses obligándome a cambiarle infinidad de piezas a pesar de su cada vez más apreciable lentitud decidió borrarse del mapa. Yo ya lo veía venir pero tenía que ser ahorita mismo?. Como digo, ya veo la luz al final del túnel. Hoy recibí mi nuevo ordenador, un modernísimo y potente pc. El próximo será directamente un cyborg, de eso estoy seguro pero aunque mi archienemigo Guzzest se me ha ofrecido varias veces de chacha-replicante yo aún no estoy preparado. El tipo que se injertó una vertebra cibernética llamada wallis tiene la intención de ser el primer computador doméstico humano. Sin ir más lejos el otro día me enseñó como me grabaría los disquitos piratas (perdón, mis copias de seguridad) pero lo de la ranura para dvdeses no me convence, ya no queráis saber como va el tema de los usb's... Bueno, nada más. Hoy estoy algo espeso y aunque estoy contentísimo tanto por la cocina como por el pc me jode que la Nikochana se haya quedado en casa toqueteándolo (al pc no a Guzzest) mientras yo estoy en la botica. Maldición. Eso de ser futura mamá le está dando bemoles para imponerse en casa y llevar los pantalones, sin ir más lejos yo quería ponerle a mi hija de nombre o Perica o Cojoncia pero no sé muy bien porqué se me negó esa petición. Al final se llamará Arlet si es que no consigo que se llame Cojonciarlet, así los dos nos llevaremos el gato al agua.
Sigo preguntándome como pude olvidarme de la música de Rory Gallagher. No tengo excusa, ni perdón, ni vergüenza. Eso sí, me estoy poniendo al día a todo trapo porque lo de este irlandés es de traca. Tiene disco malo? Me cago en to! si es que sigo pensando que soy el tipo más pringao del mundo, yo buscando la nueva banda de guitarras perfecta, que si los monos del ártico, que si las barras blancas, que si los buitres torcidos y toda la mandanga que les acompaña. Ciertamente no están mal y te quitan la ansiedad pero son como el fuet antes del chuletón teniendo siempre en cuenta que el fuet puede ser soberbio pero el chuletón seguro que te dejará extasiado. Pues eso que el chuletón en esta historia sería el señor Gallagher que ya me engatusó del todo con su “Calling Card” y ahora me tiene totalmente alucinado con su “Tatoo” disco que salió al mercado allá por el 73 con una formación más o menos fija formada por Lou Martin (piano, acordeón), Gerry McAvoy (bajo), Rod De’Ath (batería) y por supuesto Rory al mando tocando la guitarra, armónica, mandolina incluso el saxofón, y por supuesto cantando con esa peculiar voz. No soy un especialista en Gallagher pero creo haber leído que más o menos es la formación de los discos “Blueprint”, “Tatoo”, “Against the Grain” y “Calling Card” que forman parte de su mejor época aunque como uno va descubriendo poco a poco no tiene disco malo y todos te dejan con la boca abierta. Ay! si te hubiera conocido antes…

“Tatto” (1973): 01.- Tattoo'd Lady/ 02.- Cradle Rock/03.- 20-20 Vision/ 04.- They Don't Make Them Like You Anymore/ 05.- Livin' Like A Trucker/ 06.- Sleep On A Clothes-Line/07.- Who's That Coming/ 08.- A Million Miles Away/ 09.- Admit It/ 10.- Tucson, Arizona/ 11.- Just A Little Bit.

El disco no puede comenzar mejor pues con “Tatoo’d Lady” te mete de lleno en su mundo, es una canción irresistible con una guitarra demoledora y unos arreglos de la ostia. Luego llega “Craddle rock” y se te caen los huevos al suelo, es una de sus canciones míticas y no es difícil saber la razón, es una de esas canciones eternas, pelotazo que te crío que pone a cada cual en su sitio. Cuando suena “20/20 Vision” una sonrisilla de placer eterno aparece en mi cara, qué bonica, una delicia acústica que tiene su brutal continuación con “They don´t make like you anymore” que tiene ese regusto jazzy encantador. A estas alturas ya me he enamorado del disco y todo lo que suene a partir de este momento será de agradecer pues con sólo esos cuatro temas iniciales ya se ha ganado el cielo. El resto del disco no tiene desperdicio y a cada escucha uno descubre nuevas cosicas, por supuesto que hay buenas canciones como por ejemplo “Sleep on a clothes-line” y también algunas que quitan el hipo como “A million miles away” que simplemente es cojonuda. “Admit it” cierra a lo grande el disco pero aquí no acaba todo pues encontramos dos temas añadidos que nada tienen que envidiar al resto de tonadillas. “Tatoo” es un discazo, un imprescindible. Un disco que seguro se convertirá al igual que “Calling card” en un clásico nikochiano. De eso no hay duda. Un discazo que aunque tarde me alegro de haber descubierto, más vale tarde que nunca.
JIM LAUDERDALE
PATCHWORK RIVER (2010)
ALLIGATOR ALLEY

"Patchwork River" (2010): 1.- Patchwork River/ 2.- Jawbone/ 3.- Good Together/ 4.- Alligator Alley/ 5.- Louisville Rock/ 6.- Tall Eyes/ 7.- Turn to Stone/ 8.- El Dorado/ 9.- Up My Sleeve/ 10.- Far in the Far Away/ 11.- Between Your Heart and Mine/ 12.- Winnona/ 13.- My Lips are Sealed

No sé si es por ser cada día más viejuno, por tener cada vez más canas en mi gran cabeza dominada por las entradas y salidas, si es por mi futura paternidad o simplemente debido a la casualidad más casual el haber encontrado el tipo de música que más me satisface. No reniego del rock de guitarras setenteras, de los magníficos sesenta ni de los grupos y cantantes que todos sabemos que están por encima del bien y del mal, a esos ni tocarlos pues forman parte de la banda sonora de mi vida y de la de muchos. Ahora cuando escucho cosicas nuevas encuentro que hay pocas que me den trempera y si recapitulo de cien discos por poner un ejemplo que me han gustado seguro sin exagerar que la mitad pertenecen a ese sonido americano que juega con el country-rock y con el soul, con el sonido de raíces donde hay por supuesto guitarras pero caben los banjos, los violines, las mandolinas o los ukeleles. Uno de esos cien discos de este año será con total seguridad la nueva joya de Jim Lauderdale que gozo desde hace una semanita más o menos, esa delicia lleva el título de “Patchwork River” y para ser fruto de uno de los mejores cantautores de Nashville y de los más reconocidos cantantes country del lugar el disco no suena para nada antiguo ni aburrido. Si he de resaltar algo es que Lauderdale toca muchos palos y nos lleva río abajo mostrándonos un gran abanico de sonidos americanos que van desde el country al bluegrass, al rock e incluso al soul tanto al blanco como al negro. Y no os asustéis los que os decidáis por darle una oportunidad al disquito ya que la canción que abre el disco y le da título al mismo es countril al siento por siento, a mi me vale pero entiendo que la muchachada incrédula y algo gilipuá pare el disco a la voz de ya. La verdad es que lo que viene luego es de traca, por ejemplo tenemos el medio tiempo rockero, sucio y tabernero de “Jawbone”, el soul blanquito que recuerda al magnífico y mítico Van Morrison en “Good Together” o el soul negrito con sus vientos y su voz rugosa en “Louisville rock”, la tremendísima “Alligator Alley” que es de lo mejorcito del disco, la balada de las baladas “Tall eyes”, el country más comercial y juguetón con “Turn the stone” o el rock de “Winnona” que es otro de los puntos álgidos del disco. Si bien es cierto que el disco empieza apabullante para ir perdiendo hacia el final algo de pistonada también es verdad que gana con cada escucha. Lauderdale me ha engatusado, me ha llevado al huerto o mejor dicho al río. Discazo que te crío.
No doy crédito a lo que han visto mis ojos ni a lo que han escuchado mis oídos pero si a la diarrea masiva resultado de presenciar la versión del rey del pollo frito, Ramoncín, el señor del “canon” de la SGAE de una cancionaca de Nirvana. Gracias Ramón por ser tan mamón, me has hecho pasar un rato muy extraño, entre vergüenza ajena y obra maestra del humor. Rozando a Cañita Brava. Ese es mi Ramón!. Lo que presenciaréis más tarde es una actuación de Ramoncín en un evento organizado por el no menos odioso Targdà Targdà, un coleccionista de discos que sufrió una enfermedad jodida y según cuenta él fue acogido por Keith Richards ¿?, bueno, eso dice él. Además tiene un programa dinosaurio en la radio catalana, se vanagloria de no sé qué pero luego contrata a Ramoncín, los Rebeldes y otras perlas por el estilo. Pues bien, el bueno de Ramón para finalizar su “chou” se marca la versión “Come as you are” de Nirvana o eso es lo que quiere que creamos pues la letra no se la sabe muy bien o eso hace ver lo que está claro es que desafina como un grillo pisado. Increíble que este tipo se haya forrado cantando pero cierto. Comprobarlo vosotros mismos, ver para creer…

Sigo con el piso empantanado por culpa de las dichosas obras que probablemente y si no se tuercen las cosas el viernes finalizarán pero como toda la casa está hecha una auténtica mierda a uno no le viene en gana encender ni el disco duro para ver sus series predilectas. Es por eso que aún no acabé Los Sopranos ni he visto aún la temporada dos de Fringe y eso que yo fui de los primeros en ver la primera temporada y agobiar al personal hasta que se hiciesen con ella y descubrieran a la gran sustituta de Lost porque desde luego que aquel truñaco, soso y sin gancho llamado Flashforward no convenció a nadie y menos a un ser de otro planeta como yo. Por eso me agarro a cualquier estreno que den en la televisión aunque yo hago trampas porque soy de Ono y tengo un porrón de canales, el último en añadirse a la parrilla ha sido TNT con varias series de postín como “Treme” que aún tengo esperando en la cola de pendientes. Pues bien, ayer este canal estrenó una nueva serie llamada “The Event” cuando en yanquilandia sólo se han visto tres episodios, así que vamos rapiditos para que la muchachada no vea la serie por los canales de pirateo habituales.
La serie tampoco es gran cosa la verdad sea dicha pero cumple bien con la táctica tocomocho de sus predecesoras (Lost y el Flash de los cojones), con sus flashbacks pa'trás y sus forwards pa'lante a toda pastilla y sin dejarte a penas respirar. Es decir que intentan dártelas con queso porque puede que más adelante te des cuenta que la trama es insostenible. Trama basada en la desaparición de una guarrilla cuando iba en crucero con su novio que parece estar planificada por altas esferas políticas para asesinar al presidente de yanquilandia porque quiere liberar a unos científicos que no sé que cojones hacen en una isla pero que tiene que ver con algo sobrenatural o con extraterrestres al uso. Es decir, lo mismo de siempre pero muy bien facturado y a toda pastilla. A mi, me vale siempre que mantenga esa tensión e incertidumbre del episodio piloto aunque sinceramente dudo que lo consiga. Lo que si consigue es mantenerte delante de la pantalla y al finalizar aumentan tus ganas de ver el segundo episodio. Cada lunes a las 22:15 en TNT. De momento prefiero nadar y guardar la ropa porque creo que se acerca más a Flashforward que a Fringe y eso no es nada bueno pero puede que me equivoque, dudo que lo haga, pero mientras tanto estaré al loro no sea que me la coma doblada.
A pesar de no prodigarme mucho en las partidas ilegales caseras que mi hermano Black Meeple monta en su hogar normalmente a altas horas de la madrugada a pesar de tener ya dos churumbeles de 1 y 3 años cada zagal con pinta de en pocos años ser unos auténticos hijosdeputa en los juegos de mesa (sobretodo el peque que parece estar maquinando todo el tiempo a lo Stewie) me he enganchado a los jueguecitos de antaño dejando a un lado el mundo consolero. Sí, es mucho más divertido sentarse en una mesa y compartir una experiencia divertida o salvajamente hijoputesca dependiendo de quienes sean los jugadores que sentarse a tocar botones para matar a un zombie que quiere acabar con nosotros. Bueno, eso también mola. Lo de “juegos de antaño” es más que nada porque son juegos de mesa no porque su temática sea antigua, además creo que es un movimiento que en el país de la bellota está repuntando y cada vez sé de más gente enganchada y cada vez conozco más tiendas que se dedican al comercio del ocio. Primero llegó a mis manos “Catán” que últimamente ha resucitado gracias a la extensión para 6 jugadores y luego le metí caña al “Ticket to ride”, ambos son grandes juegos familiares para iniciarse en el mundillo. Más tarde me regalaron dos joyas para jugones como son “Bootleggers” y “Vikings”, y tengo que reconocer que me pirro por ellos. Después la inercia me llevó a varias incursiones en juegos menos densos como “Taluva” o “Wasabi” y diversos de cartas más ligeritos pero de darle a la sesera. Finalmente este verano me hice con “Carcassone” que no me defraudó y que recomiendo a toto el mundo. Juegaco. Pero mi cuerpo pide más, ahora entiendo a mi hermano. Es como una droga, juegas a uno, te gusta, lo compras. Juegas a otro con amigos, y luego a otro y tu bolsillo empieza a pasarlas canutas. Mi última adquisición ha sido una locura llamada “Ubongo”. Divertidísimo, adictivo y muy, muy estresante.

La edición española es muy bonica y la distribuye “Homoludicus” que han mantenido el diseño inspirado en África, y para ganar deberemos obtener piedras preciosas. De piedras preciosas hay de varios colores pero no ganará quién más coja sino quién tenga más de un mismo color. Eso cuando juegas le da un ligero toque de estrategia dentro de la locura de los puzzles. Sí, he dicho puzzles. Porque para conseguir las piedras antes tendremos que resolver un puzzle con unas piezas a lo tetris. En total hay nueve turnos, pulután cada jugador deberá resolver nueve puzzles. Los puzzles están en unas tarjetitas que tienen a un lado 6 símbolos africanos como por ejemplo una máscara, una serpiente, un elefante, etc.., etc, y al lado de cada símbolo las piezas necesarias para resolver el puzzle que es para que os hagáis una idea como un tangram. La secuencia de juego es la siguiente: el primer jugador agarra el reloj de arena y el dado, todos los jugadores tienen delante su tarjeta del revés. Se gira el reloj, se tira el dado, y los jugadores al ver el símbolo giran rápidamente la tarjeta para coger las fichas necesarias que indica el símbolo para realizar el puzzle. El primero que lo consiga en el tiempo debe gritar “Ubongo!” y así sucesivamente hasta que acabe el tiempo. Acabar el puzzle da derecho a coger dos piedras preciosas. Dichas piedras están distribuidas a lo largo de seis líneas, el jugador que consiga primero resolver el puzzle en tiempo podrá moverse tres líneas, el segundo dos y el tercero una, el último si es que lo consigue no se podrá mover pero todos cogerán si lo han conseguido dos piedras consecutivas de la misma línea. Pero ojo!, todo eso antes de que el tiempo se agote. Como dije, el que más tenga de un color gana, cosa que francamente es difícil de conseguir más aún si ya llevas unas copas de más como fue el otro día mi caso. “Ubongo” es un juego para todos los públicos, muy cachondo que tiene la utilidad de animar al personal para afrontar retos mayores. Y cuidadín con la versión en 3D o la extensión “extreme” que pueden ser la releche.
Tengo la certeza que muchos de vosotros estaréis pensando “qué coño le ha dado ahora al puto Nikochan con Rod Stewart?” y la verdad, no lo sé muy bien. He de confesar que Rod es un tipo que siempre me ha gustado, desde su etapa con Jeff Beck pasando lógicamente por los Faces y ya no digamos su época en solitario, carrera por cierto que se tuerce un poco en los ochenta con canciones discotequeras, un look de mariconcete que da vergüenza y que ponía en duda la calidad del tipo si es que uno se queda en la superficie y no le da por rascar algo. La verdad es que algunos de sus discos son lamentables y el personaje se come al artista, luego debido a su gran ego y su pose de divo hace que a muchos les repugne el bueno de Rod y su peluca de leona. No es mi caso. A mi el tipo me parece que canta como nadie y por supuesto creo que tiene canciones y discos acojonantes como los de la etapa Faces donde no hay disco malo. Lo mejor de Stewart en solitario es sin duda cuando alterna los Faces con su nueva faceta sin el grupo, por ejemplo: en el 70 los Faces sacan “First Step” y Rod su tremendo “Gasoline Alley”, en el 71 con el grupo da a luz un verdadero clásico nikochiano llamado “Long Player” pero el cabronazo se saca otro en solitario llamado “Every Picture Tells A Story” y mientras Rod hasta el 76 sigue sacando discos buenísimos casi uno al año los Faces dan carpetazo en el 73 con el muy recomendable “Ooh La La”. Así pues si a muchos sólo os viene a la mente Stewart con las mallas fucsia y la cabellera permanentada y teñida gritando eso de “no crees que soy sexi?” para gordas amas de casa acabadas sedientas de sexo fuera del matrimonio os recomiendo resetear vuestros recuerdos y empezar cargando nuevos datos, en este caso el tremendísimo “ Every Picture Tells A Story”.

“Every Picture Tells A Story” (1971): 1.- Every Picture Tells A Story; 2.- Seems Like A Long Time; 3.- That’s Alright; 4.- Tomorrow Is Such A Long Time; 5.- Maggie May; 6.- Mandolin Wind; 7.- I’m Losing You; 8.- Reason To Believe.

El disco abre con el temazo homónimo compuesto a cuatro manos por Rod y su compinche Ron Wood. Cancionaca que te crío que puede cogerte algo desprevenido, muy stoniana y con la voz rasposa y sexi de Stewart dominado el cotarro, pura magia, además tiene ese final con un crescendo orgásmico que particularmente me atrapa y me deja a merced del cantante para los restos. Luego llega una versión de Ted Anderson, ojo!, que hay muchas versiones en el disco, ésta concretamente es una maravilla con esos coros cojonudos de Maggie y Madeline Bell que te mecen y te miman aunque luego con el rock'n'roll de “It's all right” a uno se le van los pies y eso que odio bailar, qué bien está aquí Rod, joder, y qué bueno era Elvis, leñe!. Si antes a Stewart le da por el rockabilly ahora le toca al folk de Dylan, la verdad es que la versión de “Tomorrow is such a long time” es realmente impresionante. Stewart es un gran rockstar, uno de los grandes cantantes de rock o de lo que le salga del badajo, ya puede cantar folk, rock, blues, jazz y joder, hasta disco. Es lo puto crack. A todas estas llega una de las grandes razones para comprar el disco, llega una masterpiece de bajarse las bragas y dejarse hacer, llega “Maggie May” que es como decir que el mismo día te toque el euromillón, se caiga el Camp Nou con todo los culés dentro y hacerse un poker sexual con la Jolie, la Bellucci, la Weisz y la Johansson. Vamos, un sueño. “Maggie May” es cojonuda de cabo a rabo, es la voz, la letra, la música, la mandolina, coño sí, qué buena la mandolina. Por cierto que “Mandolin wind” no se queda corta, y no hablemos de la espléndida versión de los Temptations “I'm losing you”, menuda cancionaca. La cosa finaliza a lo grande con “Reason to believe”, otra versión, esta vez del cantautor Tim Hardin, cantada con maestría y bien secundado por Ian Mclagan al órgano, Dick Powell al violín, Peter Sears al piano y como no Ron Wood a la guitarra. “Every Picture Tells a story” además de un buen reflejo de lo que llegó a ser Rod Stewart y no en lo que se convirtió, es un discazo de tomo y lomo, un auténtico clásico, un clásico nikochiano.
ROD STEWART
EVERY PICTURE TELL A STORY (1971)
MAGGIE MAY

Os propongo un jueguecito. Las siguientes 15 bandas fueron formadas antes de las bandas que consiguieron el éxito total. Claro que para ello tuvieron entre otras cosas que cambiar de nombre, algunos en la actualidad deberían cambiarse la cara y el cerebro pero eso es otro tema. Por casualidad no sabréis quienes eran esas bandas????

1.- The High Numbers
2.- On A Friday
3.- Arabacus Pulp
4.- The Psychedelic Rangers
5.- The Golliwogs
6.- The London SS (y The 101'ers)
7.- Seymour
8.- Polka Tour
9.- The Pendletones
10.- Swankers
11.- Warsaw
12.- The Hype
13.- The Quarrymen
14.- New Yardbirds
15.- The Ravens

La solución en los comentarios pero del revés para que os cueste más hacer trampas. Decidme cuantos aciertos, pollastres! Os espera un gran premio sorpresa...

1.- Sweet Lady Mary
2.- Three Button Hand Me Down
3.- Bad'N'Ruin
4.- Ooh La La
5.- Had Me A Real Good Time
6.- Miss Judy's Farm
7.- Flying
8.- Debris
9.- Cindy Incidentally
10.- Pool Hall Richards
Estoy muy pero que muy estresado. Estoy en ese punto donde un mal gesto o una mala contestación pueden hacerme saltar como un auténtico energúmeno. Cuento hasta cinco, hasta diez y a veces hasta cien para calmar mi ira y de momento parece que funciona aunque con todo el trajín que llevo a cuestas eso sólo puede ir a peor. Así pues en esa tesitura paso los días mientras voy solucionando los innumerables pollastres que me salen al paso, la verdad es que la mayoría no son muy importantes pero hay tantos que a uno le falta tiempo, sobretodo el tema “nueva cocina” me está cargando, ya llevo semana y media conviviendo con runa, polvo y un par de chicharelos currantes llamados Roland y Renzo (cágate lorito) y parece que no llegaré a la tercera y última semana de reformas. Quién me mandaría a mi.... Bueno, la cosa es que sin poder cocinar nada, alimentándome exclusivamente de recalentados de microondas y con la casa patas arriba cuando llego del curro y acabo de cenar me voy a la piltra y me enciendo la tele junto a mi esposa, mi garbancita y mi gato. Sin duda lo mejor del día. Pero mi cabeza no da para cosas muy complicadas y es por eso que los últimos capítulos de los Soprano tardan en acabarse, y es que quiero disfrutarlos estando en plenas facultades mentales. Así pues me trago lo que den en la tele, de ahí ver la última película de Mel Gibson, acabar abducido por Frank de la Jungla (por cierto, a este tipo le tengo que dedicar unas cuantas palabras) o los Españoles por el mundo, y engancharme a la nueva comedia favorita de los yankis: Modern Family.

Modern Family es el nuevo producto de Fox que promete hacernos reír. Sus creadores Christopher Lloyd y Steven Levitan ambos responsables de aquella magnífica “Frasier” parecen haberlo conseguido si nos ceñimos a los premios obtenidos por su primera temporada. La comedia está montada de manera muy original como un falso documental y es habitual que los protagonistas hablen en cualquier momento a la cámara. Eso está muy bien, me gusta. El hilo principal de todo el asunto es Jay Prittchet interpretado por el mítico Ed O'Neill conocido sobretodo por su papel en la serie “Married... with children” o en films de culto como “Ford Farlaine”, casi ná. Pues bien, Jay es un ricachón que se ha vuelto a casar a sus sesenta años con una chica colombiana de treinta, madre de un hijo preadolescente gordo llamado Manny. Además Jay tiene dos hijos mayores: Claire que es ama de casa, madre de tres hijos y esposa de un vendedor de pisos bastante retrasado (lo mejor de la serie, sin duda); y el otro hijo es Mitchell, un gay orgulloso de serlo, casado y padre de una niña china adoptada. El tono de la serie es familiar, humor blanco, sin puñetas ni dobles intenciones. Las tramas son las de siempre pero están muy bien tratadas, sobretodo la relación gay me está sorprendiendo ya que si bien es cierto que trata los clásicos temas he de decir que lo hace con bastante gracia. De todas maneras el episodio piloto me defraudó aunque me ha ido ganando con los siguientes, tal vez debido a mi estado esquizofrénico o tal vez porque realmente es buena. No lo sé, ni me importa. Sólo sé que después de ver un par de episodios de la serie me siento totalmente relajado y con un humor a prueba de bombas o de obras en este caso.
Menudo gili estoy hecho. Si es que no sé que me pasó por la cabeza para plantarme una noche a ver ese pseudofilm basado en un juego de ordenador llamado “Prince of Persia: The sands of time”. No lo entiendo, puede que me faltase algo de riego cerebral aunque a los más grandes ya les pasa a veces eso de ver una mierdaca al uso, sin ir más lejos mi gurú del celuloide Guzz me confesó una noche con algunas copas de más haber visionado la nueva versión de “Furia de Titanes” para después de despertarse de la siesta, vomitar todo lo que llevaba dentro que no es poco. Recuerdo que para poner la etiqueta de mierdaca al uso es necesario que como se supone el film sea horripilante pero es condición indispensable el no acabar de ver el film siendo el minuto en el cual se detiene la película un indicador magnífico del hedor que emana dicho film. En este caso fueron escasamente diez minutos. El director de este engendro apestoso es Mike Newell, es posible que no os suene de nada este tipo pero si os digo que es el director de films como “Cuatro bodas y un funeral” y “Donnie Brasco” seguro que os preguntáis que cojones le ha pasado para hacer este bodrio, claro que dirigir un episodio del Harry Petas e infumables dramas rosas como “Amar en tiempos de cólera” daban pistas de hacía donde se dirigía su carrera. Hacía el vertedero estaba claro, pero no hacía la mierdaca al uso disfrazada de blockbuster pixelado. Al lado del Príncipe de Persia los seres azules de Cameron son un manjar exquisito.

Esta vez no pienso comentar nada del argumento porque es horroroso, tampoco pienso copiarlo de filmaffinity ni similares porque no vale la pena. Sólo quiero que quede claro que no recomiendo este film ni a mi peor enemigo. Saltos y más saltos, ordenador por un tubo, frases de risa y actuaciones abominables. Lo de Gyllenhaal es de traca, menudo cutre de tipo, qué malo es. Eso sí, se ha puesto super cachas cosa que agradecerá la muchachada adolescente y así ha firmado una trilogía o eso leo por las webs. En eso le tengo que aplaudir, ha firmado un contrato por tres pelis por una pasta descomunal por ponerse cachas, y saltar como un energúmeno para acabar diciendo una frase ridícula y besar a una tía que está buenísima y que nadie sabe como se llama. Ahora, lo que se dice hacer buenas actuaciones y participar en buenos films ya lo descartamos del todo, y que no me venga nadie nombrando "Donnie Darko" o "Brokeback Mountain" porque en el primer caso el film es muy bueno a pesar de su penosa actuación y en el caso de los vaqueros gays mejor no volver a ver la película. Malísima!. Ya no quiero pensar que llevó a Ben Kingsley a participar en este bodrio, supongo que debe pasar la pensión a su ex. Bueno, diez minutos de flagelación e indignación que fueron parados rápidamente cuando el saltimbanqui del protagonista asalta un castillo solito. Lo mejor del film es sin duda lo buena que está la protagonista, lo malo es todo lo demás. La alternativa no fue tampoco la releche pero se dejó ver. La última de Mel Gibson es bastante mala pero es honesta, no engaña ni pretende nada más que hacerte pasar el rato con un policía que investiga una trama política que acaba con la muerte de su hija. Nada nuevo, Mel en estado puro ya algo viejuno. Pero al menos para ver la película no tienes la sensación de tener que darle a la cruz o al cuadrado del mando para que las secuencias avancen.
Soy un incondicional de Ramón de España, de su crítica ácida y sin tapujos. Sin medianías, si tiene que repartir leña pues se reparte. Hoy en su sección semanal del Periódico de Catalunya arremete contra el nuevo gran grupo musical del mundo mundial, los Arcade Fire y como siempre al final tengo que darle la razón. Yo fui de los que encumbró su tercer disco, ese notable The Suburbs, es cierto que en un 75% lo considero muy bueno aunque había algo que me hacía sospechar y recelar del grupo en cuestión. Creo que hoy Ramón ha dado en el clavo y me ha abierto los ojos comparando a los Arcade con la pandilla de Bono, y sabiendo lo que opina de él (si no tenéis ni idea podéis pinchar (http://nikochanisland.blogspot.com/2009/03/bono-y-sus-discipulos.html) creo que no debería nadie perderse el articulito de hoy. Nada Ramón, que tienes más razón que un Santo:

"Para un servidor de ustedes, lo que dice David Bowie va a misa. Por ese motivo, cuando el hombre dijo hace unos años que el grupo canadiense Arcade Fire era lo más grande que había oído en tiempos, me hice rápidamente con su primer trabajo. Si Bowie decía lo que decía, yo estaba obligado, por lo menos, a darles una oportunidad a esos chicos de Montreal. Les di tres antes de rendirme, archivar el disco y olvidarme de ellos: hacía tiempo que no me aburría tanto. La crítica se rindió a Arcade Fire, pero a mí sus canciones me resultaban severas, pomposas y llenas de pretensiones.

Dejé pasar el segundo disco, pero cuando salió el tercero -el mundialmente aclamado The suburbs- volví a picar (creo que fue coincidiendo con unas nuevas declaraciones de Bowie no sé donde en las que se reafirmaba en lo dicho años atrás sobre Arcade Fire). Esta vez les he dado a Win Butler y los suyos cuatro oportunidades, pero la conclusión a la que he llegado es: sí, no está mal, pero... ¿hay para tanto? ¿O es que el mainstream actual resulta tan lamentable que la gente sensible se agarra a lo que puede?. En cualquier caso, cuando me disponía a escuchar The suburbs por quinta vez, me di cuenta de que no tenía ganas y prefería disfrutar del Hawk de Isobel Campbell y Mark Lanegan o del nuevo esfuerzo melancólico de Ray Lamontagne. Algo me olía a chamusquina en Arcade Fire y no sabía exactamente qué.

Lo averigüé unos días después, zapeando en el televisor, cuando me los encontré actuando en directo en la cadena MTV. Observé, en primer lugar, que me molestaba la apariencia de Win Butler, aunque no sabía si achacarlo a los pantalones metidos dentro de las botas o a ese corte de pelo entre hermano lego y tonto del pueblo. El fervor casi religioso del público tampoco resultó de mi agrado. Y el sonido épico-lírico de la banda me recordaba algo detestable que no acababa de situar.

Finalmente, di con la clave del asunto en los primeros planos del cantante: el resplandor mesiánico de sus ojos evocaba la misma chaladura trascendente de…¡Bono! Aquello se parecía peligrosamente a las misas de U2: diga Bowie lo que diga, una nueva pesadilla está a punto de empezar. Y si no, al tiempo."
Al repasar las figuras vitales en el rock de los sesenta y setenta acostumbran a salir siempre los mismos nombres, estrellas que se han ganado por derecho propio el ser indispensables en esto del rock pero como en todo siempre se acostumbra a ser injustos con alguien. Es el caso de los rivales de Stones, Who y Kinks. The Small Faces eran tan buenos como estos en la misma época claro que luego cada uno cogió un rumbo diferente que los llevó donde todos sabemos. Aquellos Small Faces estaban formados por el increíble Steve Marriott, Ian McLagan, Kenny Jones y por supuesto por el personaje que hoy nos ocupa, el gran Ronnie Lane. Ronnald Frederick Lane nació el 1 de Abril de 1946 en Plaistow (England), junto a Kenny Jones y su batería formaron un grupito donde Lane tocaba la guitarra que dejó por el bajo al entrar en el grupo Marriott que introdujo a ese par de jovenzuelos en la música negra de Motown y finalmente formaron los Small Faces junto al teclista McLagan. Aunque Lane es el formador original del grupo la fuerte personalidad de Marriott, su forma de tocar la guitarra y su impresionante voz le convirtieron con suma facilidad en el líder del grupo quedando Lane en un bonito segundo plano. El grupo era pura dinamita y sin duda fueron la punta del iceberg del movimiento mod con singles impresionantes que están muy bien escogidos en el doble recopilatorio imprescindible “The Darlings of Wapping Wharf Launderette” el cual recomiendo encarecidamente donde aparecían joyas como “Here comes the nice”, “Green circles”, “Eddie’s dreaming”, “Itchicoo park”, “Tin soldier” y muchísimas más, un total de 50 cancionacas que incluso incluyen tomas en directo, rock de alto voltaje de la última época del grupo y por supuesto el disco enterico que les encumbró en leyendas y que es un verdadero clásico, hablo claro de “Odgen’s Nut Gone Flake”. Amén.

En 1968 los Small Faces entregan su mejor álbum que sigue la línea de “Sgt. Peppers”. La portada del disco es de las que hacen época, sus canciones son impresionantes. Toda la primera cara es una vacilada total y es que “Afterglow (of your love), “Rene”, “Song of a baker” y por supuesto “Lazy Sunday” son imbatibles, son clásicos instantáneos que te seducen y llevan al huerto con suma facilidad. Aún hoy suenan frescas y aún consiguen impresionar al personal. Pero claro, lo que nos espera en la cara b es acojonante, una historia narrada con magia donde las canciones van y vienen, destacando ese trallazo que es “Rolling over” y la estupendísima “Mad John”. “Odgen’s Nut Gone Flake” es sin duda uno de mis discos favoritos de la historia y eso creo yo es mucho decir. Pero bueno, los Small Faces tocan el cielo con el disco pero poco a poco Marriott necesita más, más guitarra, más rock duro, incluso cuenta la leyenda que gracias a Keith Richards provó para entrar en los Stones pero al ponerse a cantar el señor Jagger le vetó. De todas formas su personalidad no encajaba en el corralillo de Jagger/Richards, así que dejó a las caritas con el culo al aire y montó junto a un jovencísimo Peter Frampton el supergrupo de hard rock “Humble Pie”. Grupo que recomiendo encarecidamente y que es imprescindible para entender el movimiento hardrock que llevó todo al heavy que vino después. Lane no tenía la mínima intención de dejar abandonado su grupo, su idea así que junto a Kenny Jones y McLagan se pusieron a buscar sustituto.

En la movida musical de la época destaca sobremanera el grupo de Jeff Beck en el cual pasaban grandes figuras del rock cuando eran jovencitos y casi desconocidos, se hacían un nombre para luego abandonarle. Las dos últimas figuracas que dejaron a Jeff Beck con el culo al aire fueron ni más ni menos que Ron Wood y Rod Stewart, ambos hablaron con Lane y ficharon por el grupo. Dejaron de ser los Small Faces para convirtirse en The Faces, dejaron la esencia mod y el hippismo y viraron hacia el blues-rock stoniano. La voz de Stewart impresiona y uno entiende porque ese tipo hortera es tan famoso y reconocido. El grupo de Lane del 70 al 73 publica cuatro discazos inconmensurables aunque para principiantes es bueno recomendar la compilación “Good Boys When They're Asleep”. De Lp’s no hay ninguno malo pero particularmente me quedo sin dudar con el impresionante “Long Player” de 1971, un auténtico clásico nikochiano. En aquel disco encontramos tres trallazos de esos que quitan el hipo, hablo claro de “Bad’n’ruin”, “Sweet lady Mary” y “Had me a real good time” y como no la espectacular versión “Maybe i’m amazed” de McCartney. Discazo, discazo. Los Faces están que se salen pero la volada que está cogiendo Stewart comienza a tensar el grupo, lo hace tanto que Lane tira la toalla y se pira con la salida de “Ooh La la” (1973), lo que provoca una estampida general. Stewart comienza su exitosa y extraña carrera en solitario, Kenny Jones sustituye al difunto Keith Moon en los Who, Ron Wood se hermana con Richards y se integra como un Stone más, McLagan trabaja como músico de sesión de postín y como curiosidad se casa con la viuda de Keith Moon. Lane forma el grupo “Slim Chance” y comienza su carrera en solitario.

La carrera en solitario de Lane no tiene desperdicio y justamente ahora estoy profundizando en ella. Ya conocía su debut en solitario llamado “Anymore for anymore” y su continuación “Ronnie Lane’s Slim Chance” ambos del 74 pero nunca les he prestado la atención que se merecían a pesar de tener canciones cojonudas y tener ese sonido que suele engatusarme con facilidad. Tal vez mi mayor incursión en su carrera en solitario fue cuando colaboró con uno de mis ídolos, Pete Townshend, en el disco de 1977 “Rouge Mix”, imprescindible, lo prometo. El disco contiene material de lujo y colaboraciones que quitan el hipo como la de Clapton, Entwistle y Charlie Watts, además de contener la cancionaca Misunderstood que me chifla del todo. Durante la grabación del disco a Lane se le diagnosticó esclerosis múltiple que comenzó a joderle, se mudó a Texas y siguió involucrado en la música pero ya en un segundo plano. Ronnie Lane falleció en Colorado el 4 de Junio de 1997 debido a una pneumonía hijadeputa. Nos dejó un gran referente de la música, una figura imprescindible en la historia del rock que a veces se tiende a olvidar debido a la presencia de las megaestrellas multimedia. Sin él nada hubiese sido igual y los amantes del rock nos hubiésemos perdido infinidad de excelentes canciones y discos imprescindibles. Gracias Ronnie.
THE FACES (RONNIE LANE)
OOH LA LA (1973)
OOH LA LA



THE FACES (RON WOOD)
OOH LA LA (1973)
OOH LA LA


1.- Some Like It Hot (1959)
2.- Spartacus (1960)
3.- Operation Petticoat (1959)
4.- The Boston Strangler (1968)
5.- The Vikings (1958)
6.- Sweet Smell Of Success (1957)
7.- The Defiant Ones (1958)
8.- Trapeze (1956)
9.- The Outsider (1961)
10.- The List Of Adrian Messenger