Nicholas Edward Cave, la verdadera última gran estrella del rock. Leyenda viva. Artista completo y polifacético. Elegante y misterioso. Escritor, autor de bandas sonoras y grandes discos ya sea en solitario, con sus innumerables colaboraciones, con The Birthday Party, Grinderman o sobretodo con The Bad Seeds. El australiano Nick Cave tiene un pasado turbulento y duro, una juventud difícil con la muerte de su padre y su pronta adicción a la heroina, viviendo por todo el mundo desde su  Warracknabeal natal pasando por Londres, luego Alemania Federal, Sao Paolo... Y por supuesto innumerables affaires amorosos que van de PJ Harvey a Kylie Minogue... Ya digo, la vida de Cave es todo un espectáculo y sobretodo su obra es de las que no se pueden obviar.

Sin miedo a equivocarme creo que estamos ante uno de los artistas más longevos en activo que no ha bajado ni un ápice su nivel de calidad, incluso me atrevería a decir que lo ha subido sin pestañear. Tal vez, y más o menos de la misma edad, similar calidad (salvando obviamente los estilos musicales) y una cantidad de discos que suelen ser sobresalientes sólo se me ocurren dos nombres muy a tener en cuenta, y no son otros que los de Elvis Costello y Paul Weller. Todos ellos han creado obras maestras desde finales de los setenta, todos han tocado con éxito diversos estilos musicales, se han acompañado de varias formaciones para ello y siguen sorprendiéndonos para bien, entregando esta última década auténticas obras maestras, nunca dejándonos indiferentes, siempre provocando algo en nosotros. De estos tres pájaros Nick Cave es el que se ha movido más por lo que todos pensamos que es el rock, Weller en cambio es el modfather y aunque últimamente le ha dado por una vena experimental y algo krautrocktika siempre será el modfather, aquel que ama el soul por encima de todas las cosas, y finalmente, el god-glasses no necesita quién diga nada de él, es él, el otro Elvis, Costello, que igual te hace una ranchera que te canta a ritmo de hip-hop sin dejar de sorprender, genio absoluto. Pero si hablamos de rock, de figura esencial, entonces tenemos que arrodillarnos ante Cave.


Obras maestras tiene unas cuantas, más de media docena y eso siendo duros a la hora de puntuar sus discos porque si se decide ser algo benevolente le pueden salir a uno la docena entera de joyas siderales. Mis discos favoritos y por orden cronológico son... bueno, creo que acabaría antes diciendo aquellos que no me gustaron o que creo no estaban al nivel pero me cuesta encontrarlos y creo que son más por un problema mío que por la calidad del trabajo. Eso sí el poker que va del 92 al 97 y que está formado por "Henry's Dream" (92), "Let Love In" (94), "Murder Ballads" (96) y "The Boatman's Call" (97) son imprescindibles. Absolutamente geniales. Deberían ser de obligada escucha en las escuelas y por supuesto aplicar un castigo a todos aquellos que no se los sepan de principio a fin. Luego después de esas cuatro joyas tengo dos preferidos más o menos actuales (ya del nuevo milenio) que completan la que en mi opinión es su media docena de trabajos insaltables. Hablo de "Dig, Lazarus, Dig" del 2008 y el disco que nos ocupa, la joya de la corona, el mágico doble álbum del 2004 "Abbatoir Blues/The Lyre of Orpheus".

El decimotercer disco de Nick Cave con las Malas Semillas es curiosamente un álbum doble, cosa que no abunda en su discografía y ahora que pienso no sé si fue el primero en ser doble. Grabado en los estudios Ferber de París bajo la tutela del productor Nick Launay quién ya había trabajado con ellos en "Nocturama". Presenta 17 canciones divididas en dos discos, dos discos totalmente diferentes, pero complementarios, dos maneras de entender la música, dos caras de Cave. Por un lado tenemos los nueve temas de "Abbatoir blues" que se mueven por la agresividad, el rocanrol y las guitarras punzantes adornadas para la ocasión con un gran coro gospel, y por otro lado encontramos la dulzura, serenidad y belleza plasmadas en los ocho temas de "The Lyre of Orpheus". El grupo es el mismo en ambos discos con la excepción del batería, este hecho parece según los grandes críticos y expertos musicales ser la respuesta a este cambio en ambos discos. Mi opinión? pues que no le demos tanta importancia al batería, que la tiene no hay duda, son dos formas de tocar diferentes, pero no la causa de que los discos sean diferentes, eso se lo debemos a la mente de Cave, y para realizar ambos decide contar con dos baterías diferentes, ni más ni menos, con Jim Sclavunos (de The Cramps) para "Abbatoir blues" y con Thomas Wydler para "The lyre of Orpheus". No hay que buscarle tres pies al gato. Son baterías diferentes, suenan diferentes, aportan cosas diferentes a las canciones. Las que las canciones requieren, las que el jefe Cave necesita. El resto de las malas semillas, una vez dejó la banda Blixa Bargeld, se queda en Mick Harvey, James Johnston y Warren Ellis que aporta nuevas sonoridades a la formación, pues a su mítico violín añade flauta, mandolina y bouzouki, que no es otra cosa que una especie de mandolina con forma de pera típico de Grecia y Turquía, eso sí, suena diferente, asombrosamente genial. Dicho esto debería dejar de enrollarme e hincarle el diente al asunto, no sin antes remarcar que la edición del disco es preciosa, una de las mejores portadas que uno recuerda. Elegante, sencilla y bella. Y ahora? estáis preparados para amar?

Nick Cave & The Bad Seeds - Abbatoir Blues/The Lyre of Orpheus (2004)
ABBATOIR BLUES: 01.- Get Ready For Love/ 02.- Cannibal's Hymn/ 03.- Hiding All Away/ 04.- Messiah Ward/ 05.- There She Goes, My Beautiful World/ 06.- Nature Boy/ 07.- Abattoir Blues/ 08.- Let The Bells Ring/ 09.- Fable Of The Brown Ape.    
THE LYRE OF ORPHEUS: 01.- The Lyre Of Orpheus/ 02.- Breathless/ 03.- Babe, You Turn Me On/ 04.- Easy Money/  05.- Supernaturally/ 06.- Spell/ 07.- Carry Me/ 08.- O Children

ABBATOIR BLUES:  abre la devastadora, sublime y electrificante "Get ready for love", sin duda uno de los temazos del disco, una joya sideral, una canción de esas que dejan al personal con bocas abiertas y culos prietos. Praise him! Praise him!.... "Cannibal's hymn" es otra de las grandes canciones de este disco, puro Cave, misterioso, zigzagueante, maravilloso. La guitarra invade nuestras almas, envuelve todo y el estribillo pone los pelos de punta. Increíble inicio. En "Hiding all away" toman protagonismo las voces del Community Gospel Choir, estamos ante una de mis favoritas. El piano inicial de "Messiah Ward" suena a clásico instantáneo, a clásico de principios de los ochenta, una delicia que nos lleva de la mano a otro de mis temas favoritos, a otra joya del disco, a "There she goes, my beautiful world" con esos coros para cantar a pecho palomo, sonreír y ser feliz. Aparece ahora Cave en estado puro en "Nature boy", otra "esencial" y punto. La canción que da nombre al disco es curiosamente la que menos me gusta, y acabamos esta primera parte con dos estupendas tonadas: "Let the bells ring" y "Fable of the brown ape". La primera presenta una guitarra sorprendente y una percusión envolvente, la segunda sirve perfectamente de punto y aparte pero creo que le falta algo, nunca he acabado de cogerle el punto.

THE LYRE OF ORPHEUS: el segundo disco es algo menos rockero, no se ve tan fácilmente la influencia del punk como en Abbatoir blues, pero no por eso es peor. La verdad es que yo prefiero este segundo capítulo. Oh mamma.... Oh mamma.... La canción que pone título a este disco es un blues espectacular, oscuro y doloroso. Sin embargo "Breathless" es pura dulzura, un soplo de aire fresco, belleza a la enésima potencia. Seguimos por el camino de la delicadeza, de lo bonico del to, con "Babe, you turn me on", con uno de esos recitados que me ponen los bellos de punta, un countri-vals de alucine. "Easy money" es otra de mis favoritas. Sí. Lo es. Tema clásico, vale, lo acepto, pero temazo. "Supernaturally" suena de maravilla y encaja como un guante mientras que a "Spell" le cuesta más llevarme al huerto a pesar de esa intro tan característica de Cave. Para poner punto y final Cave nos propone dos grandes temas, primero el apasionante "Carry me" y luego, para el cierre, esa joya que es "O children" de la que hay poco que decir pues es una maravilla de principio a fin, nos deja extasiados, asombrados, enamorados del arte de Cave.

El doble disco de Nick Cave "Abbatoir Blues/The Lyre of Orpheus", el arrollador disco que sorprendió a propios y extraños allá por 2004, es una joya indispensable, tal vez la joya de la corona de su discografía. No es disco fácil, aunque nada de lo que hace Cave lo es, pero una vez entrados en su universo no puede ser degustado con más pasión, devorado una y otra vez, pues desde su llegada no ha dejado de sonar para este humilde extraterrestre. Exitoso sin duda, y con razón, dio pié más tarde a una gira descomunal de la que hubo también disco y una entrega triple de rarezas y caras b's que no siendo imprescindible sí es muy recomendable. Uno de los mejores discos dobles de este milenio. 


*Post aparecido en Exile SH Magazine por Nikochan

Os acordáis de aquel "Monstruoso" (Cloverfield) del 2008? aquella donde cámara en mano unos jóvenes intentaban sobrevivir a un gigantesco alienígena en la Gran Manzana? pues esa idea, esa base, se vuelve a utilizar en la película producida por JJ Abrahams y dirigida por Dan Trachtenberg "Calle Cloverfield 10", y hasta aquí las coincidencias porque lo que nos encontramos en este film es más que nada un ejercicio claustrofóbico y teatral con tres personajes centrales, casi un solo escenario y un aroma a los viejos episodios de la dimensión desconocida, al menos hasta su parte final donde conecta con la película del 2008, y no digo más. John Goodman, el gran John Goodman, es el protagonista del film, bueno lo es en realidad Mary Elisabeth Winsteas aunque Goddman se la merienda, el tercer actor en discordia es John Gallager Jr que realiza muy bien su función de contrapunto a los otros dos pájaros. La historia es sencilla, la protagonista tiene un accidente de coche, al despertarse está en un bunker junto a otras dos misteriosas personas que le explican que hay una apocalipsis en la Tierra y no pueden salir del allí porque el aire es irrespirable. Tres personas encerradas con sus secretos.... y ya podéis imaginar que pasa o no... El resultado es más que correcto, las actuaciones notabilísimas y el guión (obra de Damien Chazelle, el de Whiplash), juguetón con el misterio, la tensión y los golpes de efecto. Nada nuevo pero sin duda se deja ver y gustar, muy entretenida en cuanto al género fantástico casi sin serlo. Tal vez la única pega es la parte final pues abandona un poco la idea del film para ligarla con la película "Cloverfield". Producto interesante para fans de lo fantástico. 

Cuando dos talentos como los de Shawn Colvin y Steve Earle se unen, el fruto de dicha unión no puede tener nada malo, sinceramente de un trabajo conjunto entre ambos solo pueden salir maravillosas canciones como así ha sucedido con la llegada este año de "Colvin and Earle". Para la elaboración de esta gema oculta han contado con la presencia del gran Buddy Miller en la producción, y esta vez Steve y Shawn sí han compuesto conjuntamente hasta el punto que lo han hecho en ocasiones sobre la marcha, empastando sus voces como nunca antes lo habían hecho pues estos dos pájaros se conocen desde tiempos inmemoriables, creo que su amistad viene de los tiempos de "Copperhead Road" donde también estaba Richard Bennett quién también está en este disco. Disco que cuenta con estupendas versiones, temas mravillosos como son "Ruby Tuesday" (The Rolling Stones), "Raise the dead" (Emmylou Harris), "Tobacco Road" (John D Loudermilk), y "You were on my mind" (Sylvia Fricker). El disco en general es de fácil escucha y gustará a todos aquellos seguidores del country-folk, pero por poner alguna que otra pega, al disco le falta eso: pegada. Le falta algo de chispa, algo de vida, algo diferente, es algo monótono e incluso previsible, demasiado. Hay canciones más movidas como la inicial "Come what may" y el single "You are right" pero el sonido general y representativo es el de la balada "The way that we do", y no me puedo olvidar de la alegre "Happy and free". Así pues estamos ante un disco menor, un disco disfrutable por los fans de ambos pero al que le encuentro más fallos que aciertos. Interesante, bonico sin más. 

Colvin & Earle - "Colvin & Earle" (2016): 01.- Come What May/ 02.- Tell Moses/ 03.- Tobacco Road/ 04.- Ruby Tuesday/ 05.- The Way That We Do/ 06.- Happy and Free/ 07.- You Were On My Mind/ 08.- You’re Right (I’m Wrong)/ 09.- Raise the Dead/ 10.- You’re Still Gone/ 11.- Someday/ 12.- That Don’t Worry Me Now/ 13.- Baby’s in Black.


Desastrosa de principio a fin. No hay por donde cogerla. Si la primera temporada de Wayward Pines T1 ya resultaba muy difícil de justificar, una segunda temporada es insufrible. Vergonzosa. A M Night Shyamalan se le acaban las ideas hasta de productor, y eso que la premisa original (que parte de unas novelas) tampoco está tan mal, había mimbres suficientes para realizar una serie más que interesantes: el mundo se va a la mierda, un científico crea unas capsulas de hibernación, crea un pueblo en medio de la nada, convence o rapta a miles de personas y se las lleva con él al futuro criogenizados, como un "arca de Noé", luego en el nuevo pueblo se cree Dios, y gobierna a lo dictador como le place, además claro que después de millones de años la raza humana superviviente ha derivado en una extraña evolución.... Como digo había mimbres suficientes para realizar algo decente, y además el casting no estaba tan mal, al menos en la primera temporadas, luego a cada episodio la cosa baja, y la segunda temporada es un despropósito difícilmente justificable, pues se olvidan de la idea original desembocando en una historia de monstruos Vs humanos absurda y muy previsible. La incorporación de Jason Patrick es un lastre, el guión es estúpido y muchas situaciones se resuelven de manera absurda. La serie parece no saber a donde ir, ni qué pretende. Ya no decir, los efectos especiales, las secuencias de "acción" por así llamarlas, el humor sin gracia que se gasta... vamos, horror televisivo... y ese final.... abierto! eso sí que da miedo! si hay una tercera temporada sin duda se llevará el galardón a cutre serie fantástica.

THE JAYHAWKS/ PAGING MR PROUST (2016)/ QUIET CORNERS & EMPTY SPACES


Noche esperada, noche de las que marcan un antes y un después con una veterana banda. Noche en la que los Jayhawks salen victoriosos a pesar de parecer (al menos a mi) que iban un algo con el piloto automático, pero claro, cuando uno tiene a Gary Louris en su equipo poco importa pues con sus grandes canciones de ayer y hoy uno tiene la seguridad que acabará rendido a sus pies. Una sala Apolo prácticamente llena pero sin aplastamientos se engalanaba para esa gran noche, que por cierto tuvieron a los barceloneses Egon Soda como teloneros, una banda que me gustó mucho y a la que sin duda le seguiré la pista. Después, sin artificios y manos a la obra, Louris y compañía aparecieron en el escenario para regalarnos unas dos horas de su tiempo con un cancionero previsible pues más o menos es el que llevan tocando toda la gira, casi sin sorpresa alguna:

Waiting for the Sun/ Leaving the Monsters Behind/ The Man Who Loved Life/ Stumbling Through the Dark/ Quiet Corners & Empty Spaces/ Tampa to Tulsa/ Two Hearts/ The Devil Is in Her Eyes/ Big Star/ Comeback Kids/ Take Me With You/ Blue/ Ace/ All the Right Reasons/ Save It for a Rainy Day/ Lovers of the Sun/ Tailspin/ Settled Down Like Rain (Gary Louris solo)/ Angelyne (Gary Louris solo)/ I'll Be Your Key/ I'm Gonna Make You Love Me/ I'd Run Away

Más o menos creo que esas son todas, puede que me deje alguna o que haya metido alguna que otra que no tocaron aunque sí en mi cabeza pues la noche con la compañía de Don Guzz acabó como acabó... El poker inicial dejó claro por donde irían los tiros, y Tampa to Tulsa, Two hearts y Big Star estuvieron imponentes, nota alta a las nuevas canciones, sonaron de lujo. Nos congratulamos por ver a una de las grandes bandas de las últimas dos décadas, por ver en la buena forma que se encuentran y comprobar que las nuevas canciones, las de su espléndido disco "Paging Mr Proust" están a la altura y suenan de miedo. Poco más que deciros, me voy a escuchar (otra vez) su Rainy Day Music.

Desde la llegada de "Mockingbird Times" en 2011, un servidor se ha ido poniendo las pilas con la banda de Gary Louris y Mark Olson, porque los tenía yo muy abandonados hasta entonces y son, sin duda alguna, una de las bandas grandes de las dos últimas décadas, y porque han tenido y tienen el sonido que siempre me gusta, el sonido clásico que bebe sin disimulo de Beatles, CSN&Y, Byrds y demás leyendas, todo pasado por su túrmix particular y con buen hacer y su calidad por doquier, porque tienen discos sobresalientes y porque son muy buenos, qué coño, y porqué mi archienemigo disfruta con ellos, y siendo así, seguro que no puede estar equivocado, así que a día de hoy soy un gran conocedor de la obra de los Jayhawks, como leéis. Ese disco del 2011 fue, como digo, el interruptor que activó mi ansia por los Jayhawks, de ahí al magnífico "Rainy Day Music" que mi archienemigo Don Guzz me regaló en vinilo, y luego con "Tomorrow the Green Grass" y "Hollywood Town Hall". Tres discos para enmarcar aunque toda su obra merece que entreguemos nuestra alma al diablo o al menos nuestro cuerpo y que hagan con él lo que les venga en gana, y a pesar de que ya no están todos los miembros que empezaron el proyecto, su esencia sigue presente y los trabajos que han ido entregando, como el comentado "Mockingbird" suenan de traca. Este 2016 los Jayhawks regresan con una nueva colección de canciones, y con una gira que no me perderé, gracias otra vez al susodicho archienemigo (gracias mil, soy todo tuyo). Un nuevo trabajo que ha sembrado dudas, teniendo críticas muy positivas, otras reguleras y algunas (que las ha habido) algo durillas cosas que no entiendo pues, sabiendo que no está este disco a niveles de obras maestras pasadas, realmente se trata de un gran disco, de un notabilísimo disco que si no viniese de quién viene, y fuese de una nueva banda todo el mundo aplaudiría pero es de quién ese, y quienes son, son muy buenos, y se les exige más, como por ejemplo a los Wilco, otros que son del póker de mejores bandas de las dos últimas décadas y que reciben palos por doquier aunque su nuevo disco sea maravilloso. Hay que decir, no nos engañemos, que no es un disco redondo, que hay canciones que aunque buenas (eso es obvio, no hay aquí canción mala) les falta ese ingrediente de magia o mojo, pero claro, las que llevan el mojo, son POM, y alguna que otra canción de esas hay, muchas, así que mejor no quejarse, pues en  un año regulero musicalmente donde no hay discos sobresalientes, este retorno de los Jayhawks es para brindar con un buen Moët Chandon y cogerse una buena cogorza. Vamos pues con el disco en cuestión, para un servidor, uno de los discos del 2016, y si no lo creen, ya me lo dirán dentro de un tiempo pues el tiempo es el que siempre quita o da razones.


The Jayhawks - Paging Mr Proust (2016): 01.- Quiet Corners & Empty Spaces/ 02.- Lost the Summer/ 03.- Lovers of the Sun/ 04.- Pretty Roses in Your Hair/ 05.- Leaving the Monsters Behind/ 06.- Isabel’s Daughter/ 07.- Ace/ 08.- The Devil Is in Her Eyes/ 09.- Comeback Kids/ 10.- The Dust of Long-Dead Stars/ 11.- Lies in Black & White/ 12.- I’ll Be Your Key.

Un disco como "Paging Mr Proust" es imposible que no esté lleno de calidad si en él aparecen además de los componentes de la banda gente como Mike Mills, Scott McCaughey, John Jackson y Peter Buck. Como digo, con esos ingredientes es imposible hacer un mal guiso. Ya desde la obertura con "Quiet cornes & empty spaces" somos conscientes de que el disco no será un disco más, desde luego de belleza infinita el tema va sobrado, una delicia bonica del to, puro Byrds. Con "lost the summer" aparece la sombra de Lennon, de los Beatles... ecos a Wilco, a eso, a ese sonido mil y una veces escuchado pero que no cansa, es más, gusta y mucho. "Lovers of the sun" es el caramelito del disco. Otro precioso temón. Para mi archienemigo Don Guzz en el post sobre el disco decía que "Pretty roses in your hair" era el único problema del artefacto, pero tiene esa guitarra tan Tito Neil a lomos de sus caballos salvajes que te deja locuelo, a mi me parece un tema cojonudo que con las escuchas se vuelve de mis favoritos, pero para gustos... Las dos siguientes del saco: "Leaving the monsters behind" e "Isabel's daughter" son puro Louris, no descubrimos nada pero dan cuerpo al disco y en particular la hija de Isabel me encanta. A "Ace" me ha costado cogerle el punto por su disfraz electrónico y Wilquero sin llegar a nada de eso en ningún caso, con las innumerables escuchas me gusta y barrunta a perlaza en directo. Mi otra gran favorita del disco es "The devil is in her eyes", esos son mis Jayhawks, así de simple, con esto me vale, con armonías escandalosamente bellas, guitarras y melodías de otra galaxia. De lo que queda es imposible no destacar la canción que cierra el disco aunque el resto no le van a la zaga como por ejemplo el rocanrol lennoniano de "The dust of long-dead stars". "I'll be your key" es otra joya. Un final perfecto para un disco más que notable que gana con las escuchas y con la no comparación con las POMs de una gran banda que aún tiene mucho que decirnos. 

... Y la última gran, gran película de Ethan y Joel Coen fue...... "El Gran Lebowsky" de 1998, sí, ha llovido mucho desde entonces, y sí, esa es en mi opinión su última gran gran película, no un film notable o resultón como "Old country for old men"..., hablo de una gran película, y de esas, la última de los Coen memorable fue la mítica "The Big Lebowsky". Hasta ese film su carrera es de matrícula de honor, no tienen film de notable pues todos son sobresalientes con más de una obra maestra o tal vez todas ellas:  Sangre fácil, Arizona Baby, Muerte entre las flores, Barton Fink, El gran salto, Fargo y la susodicha de Lebowsky. POM tras POM, después de eso? pues regulería tras regulería, vivir del cuento, repetirse, autoplagiarse..... qué soy demasiado duro? puede, pero con los grandes hay que serlo, o es que Woody Allen no hace regulerías desde hace, veinte años? Pues eso, los últimos films de los Coen son bastante reguleros y desde hace mucho tiempo los fans ponemos excusas y le buscamos tres pies al gato para dar con una idea que justifique los hechos, pero no la hay, están más que acabados o simplemente su imaginación y creatividad se agotaron. Un ejemplo claro de lo que digo es esta horrenda "Ave, César!", un bodrio descomunal que si no estuviese creada por quién está creada optaría a 10 Razzies como mínimo. O eso o yo no he entendido nada, o eso o soy un completo mendrugo, o todo eso también, incluso lo de que el film es una auténtica mierda. Los críticos de revistas hablan de maravilloso cinismo, divertida historia, etc, etc.. pero todo en ella es fallido, hasta la elección de los actores. A mi Brolin y Clooney me parecen un desastre en esta película, una película que esperas que explote porque promete y al cabo de una hora ves que no hay historia, que es muy muy aburrida, plana y vergonzosa para ser de quién es. Supongo que a ellos les hace mucha gracia pero al resto de terrícolas lo dudo. Fallida de principio a fin. Para olvidar.

01.- I'd Run Away (Tomorrow The Green Grass)
02.- It's Up To You (Sound of Lies)
03.- Two Angels (Blue Earth)
04.- Waiting for the Sun (Hollywood Town Hall)
05.- Save It For A Rainy Day (Rainy Day Music)
06.- Eyes of Sarah Jane (Rainy Day Music)
07.- Somewhere in Ohio (Smile)
08.- Real Light (Tomorrow The Green Grass)
09.- Martin's Song (Hollywood Town Hall)
10.- Bad Time (Tomorrow The Green Grass)

"Broadchurch" es una de esas series de calidad inglesas que llegan a España con buenas críticas pero que la televisión nacional de turno consigue maltratar con horarios pésimos y cambios de día. La serie de la ITV inglesa tiene un reparto de esos que ya por sí solos hacen que los seguidores habituales de series la queramos ver, si a eso añadimos una temática detectivesca en un pueblucho costero pues pensamos que estamos ante esa serie oculta (bueno, esta no tanto) que nos encantará. Los protagonistas David Tennant y Olivia Colman bordan, como no podía ser de otra manera, sus respectivos personajes, los del inspector Alec Hardy y la Sargento Ellie Miller. Como el perro y el gato al final se harán muy amigos, pero antes pasarán por innumerables situaciones complicadas, la mayor de todas sin duda la de resolver el caso del asesinato de un niño de once años en el que medio pueblo es sospechoso y del que prácticamente no se contienen pistas. No digo nada porque la gracia del asunto es dejarnos llevar por las pistas, las conclusiones, los sosprechosos...hasta que la trama, perfectamente ligada y a un ritmo notabilísimo, explota sorprendentemente (o no) con el asesino en ciernes. Eso en cuanto la primera temporada, la segunda nos cuenta el juicio al que tiene que someterse dicho sospechoso y un caso paralelo y antiguo del inspector Hardy ya comentado en la primera temporada, que resulta más de lo mismo pero algo peor. "Broadchurch" me ha gustado pero claramente va de más a menos, y en comparación con la magistral "Happy Valley" sale perdiendo de todas todas. La buenas noticia es que al parece ambas tendrán tercera temporada y yo estaré allí para disfrutarlas. En cualquier caso, no os perdáis ni una ni otra.

JONAH TOLCHIN/ THOUSAND MILE NIGHT (2016)/ BEAUTY IN THE UGLIEST DAYS


El profeta Chuck siempre nos guía por el buen camino, el del rock con alma, el de un directo incendiario, el de grandes canciones de ayer y hoy. Como buen profeta pregonando la palabra del rock por doquier, Chuck tiene su pequeña cantidad de apóstoles, creyentes y continuadores de la palabra del profeta, evangelizando al pueblo con actuaciones gloriosas y discos maravillosos. Uno de esos apóstoles es el barbudo Jonás, y es que Jonah Tolchin además de apóstol del Profeta Chuck fue su telonero durante la última gira, su vendedor ambulante y su técnico de sonido, eso le sirvió para coger muchas tablas y sobretodo para dar a conocer su magnífico disco del 2014 "Clover Lane" que ya comentamos en la Isla y que seguramente fue el disco sorpresa y/o revelación escuchado en 2015. Jonah antes de aquello había sacado sus cosicas pero no habían tenido el fruto deseado, ni el esperado, ni el que justamente merecía, así que firmó por Yep Records y se acompañó por músicos de primera, sobretodo por músicos de otro proyecto que me chifla, el de los Diamond Rugs, se juntó con "el lobo" Steve Berlin y con el diablillo de Steve McCauley, resultado? pues un disco sobresaliente, un discón qué cojones. En "Clover Lane" ya veíamos asomar los puntos fuertes de Tolchin, su manera de componer y de cantar tan especiales. Su county-folk de etiqueta que esta vez explora sin remordimiento alguno, más tirando hacía el folk que hacía el rock o el country, más sorbiendo de la esencia Dylan, más que nunca desde luego. Esa dylanesque que adoro, que amo, que necesito.... 


Jonah Tolchin - "Thousand Mile Night" (2016): 01.- Beauty In The Ugliest Of Days/ 02.- Thousand Mile Night/ 03.- I Wonder/ 04.- Completely/ 05.- Paint My Love/ 06.- Song About Home/ 07.- Unless You Got Faith/ 08.- Where The Hell Are All Of My Friends/ 09.- Working Man Blues #22/ 10.- Hard Time Killing Floor Blues.

Antes de entrar al detalle, me gustaría sincerarme, pues tengo una pega para el disco, una pega pequeña, casi una tontería. En mi opinión falta una canción gancho, y eso me sorprende pues en su disco anterior había como un poker de canciones demoledoras y radiables, de esas que gustan ya de primeras, y eso en este disco no existe. Quiero decir con eso que sea peor? pues para nada, sólo que en este caso el oyente debe ser más paciente, y es entonces cuando con las escuchas uno lo disfruta al máximo. La clave está en un sonido más acústico, más folk, más dylanesque que anteriormente, más country melancólico, más bluesi bonico del to ...., no sé, es una joya, no sé como explicároslo, a mi, el amigo Tolchin me parece que tiene un talentazo brutal que aún está por crecer. Escuchar sino el tema que abre el disco, ese "Beauty in the ugliest of days", precioso tema dylanesco, del Bob de "Nashville Skyline" con los ropajes del Devendra de "Niño Rojo", es decir, una delicia que sabe combinar al antiguo Dylan con el folk, podríamos decir, que moderno. Sería conveniente e ideal pensar en el sonido de "Girl from the north country" para definir el disco de Jonah, por tanto es un disco fantástico. El segundo de los temas, es el que le da nombre al disco, otro temón. más bluserillo, más juguetón y fronterizo, tal vez ese tema que debería ser el tema abanderado del disco, por su título y su calidad. Un lujo. "I wonder" sigue por los caminos explorados por Cash/Dylan, con más swing si cabe y algo de esencia cincuentera, para cuando llega "Completely", un servidor ya está entregado totalmente al nuevo artefacto de Tolchin, y es que este tema, es una delicia, una de mis favoritas. Sólo por este inicio demoledor el disco ya se coloca entre mis claros favoritos a mejor del año pero es que suena "Paint my love" y se me dibuja la sonrisilla en la cara. Cómo madura Jonah!!!! la leche, que nos deparará su próximo trabajo? cositas como la preciosérrima "Song about home" muy paulsimoniana, o como la kinkineante "Unless you got faith" donde también hay mucho, muchísimo de Dylan, o tal vez maravillas bluseras como "Where the hell are all of my friends".... Desde luego que si se queda como está ya nos podemos dar por satisfechos, os habéis fijado en lo buenísima que es "Working man blues #22", y ese final tan bello y delicado con "Hard time killing floor blues"? El nuevo disco de Jonah Tolchin es un tesoro, una colección de canciones sobresalientes que en mi opinión, sí superan a su anterior trabajo. No se lo pierdan terrícolas. 

Me sonrojaré si lo digo y acabaré decepcionado de mí mismo si no lo grito a los cuatro vientos. "Canadá" es una POM. Una puta obra maestra aunque quién os lo dice tampoco tiene tanto bagaje lector, ni de nada, claro, pero algo de vergüenza sí me da cuando quiero recomendar un libro, un libro en este caso fascinante ya desde ese inicio brillante: "Primero contaré lo del atraco que cometieron nuestros padres. Y luego lo de los asesinatos, que vinieron después..."... Atrapado desde esta frase que adjunto, atrapado en una historia que conmueve con facilidad, que narra una historia normal, de unas personas normales que se ven envueltas en una espiral sin marcha atrás y que tiene como testigo a nuestro narrador, a nuestro sufrido protagonista víctima del mundo, de las decisiones ajenas, del desamor.... de un protagonista al que entendemos y del que sin querer o queriendo nos hacemos cómplices. Una historia que tampoco quiero ni pretendo desvelar pues si para mi hay algo sagrado que tiene que quedar fuera de todo spoiler es la lectura. Esto sí que no se toca. Nunca antes había leído nada de su autor, Richard Ford, aunque muchos me lo habían recomendado. Puede que siga rebuscando en su obra, puede que me entregue a su personaje mítico, a los libros protagonizados por Frank Bascombe, no lo sé, desde luego entra entre mis preferencias lectoras de presente o futuras. No sé qué más deciros sobre "Canadá". Magistral, es quedarse corto. 


En plena fiebre de rock australiano me encuentro y parte de culpa, mucha, se la debo al documental producido por ABC el año pasado y que ofreció hace unas semanas el canal privado Sundance Channel llamado Blood and Thunder: the story of Albert's Records. El director Paul Clarke narra en dos episodios la historia rockera australina desde las entrañas de Albert's Records, concretamente aquella donde Ted Albert, el llamado Brian Epstein australiano, intervino de forma directa. La familia Albert cree en la idea de un sonido propio australiano, y su alianza con los Young, familia de imigrantes escoceses, tuvo una importancia vital para la historia del rock. Primero por la aparición de los Easybeats con George Young al mando, segundo con la alianza de Young con el otro miembro y compositor del grupo, Harry Vanda. Ambos serán los responsables de la mayoría de éxitos de la productora, componiendo temas de todos los estilos para diferentes intérpretes como John Paul Young. Finalmente, Ted Albert fue uno de los responsables de la creación de AC/DC, de ese sonido australiano de guitarras que dio lugar a la creación de innumerables bandas. El documental tiene un ritmo acojonante que nos atrapa y nos hace suyos, además aparecen comentando no solo George, Malcolm y Angus Young, sino también una serie de artistas australianos como por ejemplo John Paul Young, Angry Anderson (Rose Tatto), Peter Garret (Midnight Oil) y Tim Rogers (You Am I). Un documental imprescindible y maravilloso, una lección histórica de rock que nos inyectará una necesidad imperiosa de abrazar la música de Angus, Malcolm y Bon Scott.


Si rondas los cuarenta, tanto por arriba como por abajo, sin duda has crecido con los Goonies, con ET, con Cuenta Conmigo, con DARYL, con Carrie, con Alien, La Cosa, Slugs, Poltergeist, etc, etc.. si has crecido con el video Beta/VHS (si lo hiciste con el formato 2000 eres un loser, y lo sabes), si eres de los que crees que ya no se hacen películas de aventuras y fantasía como antes, si eres de los que echas de menos los "muñequitos" de Henson y aborreces los píxeles y el crhoma, si llevas a un friki dentro.... , entonces seguro que la serie que tienes que ver ya, la serie que no debes perderte este año es la producción exclusiva de Netflix, esa maravillosa "Stranger Things" que es un homenaje en toda regla a nuestra infancia, a nuestra entrada en la cultura pop, porque hay algo más grande en la vida que los Goonies? no lo creo, la verdad. Los responsables de esta maravilla televisiva de ocho episodios (ojito que seguro que habrá temporada 2!!!!), son los hermanos Duffer quienes ya habían escrito que no dirigido casi media docena de episodios de la fallida e irregular "Wayward Pines", pues bien, con Stranger Things firman su mini-POM, su pequeña puta obra maestra revivalesca, su joya, sin duda el tesoro televisivo del 2016, lleno de referencias a grandes films: los poderes mentales de Carrie, el niño objeto de un estudio científico que se escapa (DARYL), los coleguitas que van en bici (ET) y van en busca de algo (Cuenta Conmigo), el mítico "gordi" 2.o de los Goonies aka "Desdentado", los "ojos de fuego" de la firestarter Barrimore, el disfraz con peluca y vestidito del "experimento en cuestión" (otra vez ET), la caminata por las vías del tren (Otra vez Cuenta Conmigo), el contacto con otra dimensión lucecitas incluídas (Poltergeist), la babosa que sale de la garganta (Slugs, muerte viscosa), algún que otro rollo Alien... y me dejo a posta una decena más de claras referencias ochenteras, y otras tantas obvias ya sean con posters como los de las pelis de Tom Cruise, Posesión Infernal, The Thing, la música.... suenan los Clash!!! hasta Dragones y Mazmorras, los juegos de rol y el Atari!!! Ya digo, toda una paleta de añoranza ochentera revivida de forma sobresaliente para cuarentones peterpanescos. Vale, acepto lo leído en muchos sitios especializados, el guión es de primaria.... , vale, que sí, pero entonces el 90% de guionistas deberían volver a realizar aquel curso porque desde luego los guiones de hoy en día dan vergüenza. Aquí no hay innovación, ni originalidad... todo, absolutamente todo es un refrito, pero funciona y muy bien. No explico nada de la historia, para qué? es un gusto y un placer dejarse llevar por cosas vistas mil y una vez anteriormente, volver a ser un adolescente y disfrutar con la magia de la fantasía bien hecha. Y por supuesto, esperar a la segunda temporada donde resolveremos alguna que otra duda como: era Bárbara virgen realmente? le saldrán los dientes finalmente a desdentado? es o no objeto de pena de muerte el doblaje? Ha vuelto Will o estamos ante una invasión de cuerpos? Once es también del Dermogogón?Se ha comido a Matthew Monin?Hay más monstruos, más niños con poderes, más éxitos de The Clash? Muchas ganas de que el serial continúe, muchas ganas, porque como decía Cindy Lauper, las chicas.... y los chicos, no sólo ellas, releches, sólo queremos divertirnos.... wanna have fun, when the working day is done, we just wanna have fun!

PD: gracias WINONA por volver a nuestras vidas!!!

HARD WORKING AMERICANS/ REST IN CHAOS (2016)/ BURN OUT SHOES

 

Hace un par de años el clasicismo rock se puso de gala y más contento que unas castañuelas por la aparición por sorpresa de lo que se definió como un supergrupo, una banda repleta de notabilísimos músicos y bautizada como Hard Working Americans, que sin inventar nada, tan solo usando los ingredientes básicos del rock americano despacharon un disco debut homónimo que dio mucho que hablar, que fue llevado al Exilio. A la cabeza de esta superbanda se encuentra Todd Snider, artista de calidad asombrosa, de un talento descomunal pero que por unas cosas u otras y a pesar de llevar ya a sus espaldas tropecientos discos sigue más o menos oculto, así pues Snider decide dar el salto con banda y junta en ella a nada más y nada menos que a  Neal Casal, Dave Schools, Duane Trucks, Chad Staehly y Jesse Aycock. Alineación de lujo. Aquel disco homónimo contenía prácticamente en su totalidad versiones, parecía que era un producto sin pretensiones, un divertimento entre amigos pero la respuesta del público fue más que buena, y la gira no hace más que confirmar el buen rollo y la calidad que atesoran, dejando un gran sabor de boca y tal vez por eso dejaron la puerta abierta para seguir colaborando con la banda. Durante los conciertos, los ensayos, la carretera y la convivencia comienza a fraguarse un nuevo disco debido a la composición conjunta de nuevos temas, temas que forman parte de sus segundo disco, de "Rest in Chaos", un disco cojonudo de buen rock americano del que sorprendentemente poco o nada se habla. Vale, de acuerdo, no inventan precisamente la pólvora pero poca falta les hace con semejante nivel, no os vayáis, ahora os cuento. 


Hard Working Americans - "Rest in Chaos" (2016): 01.- Opening Statement/ 02.- It Runs Together/ 03.- Half Ass Moses/ 04.- Dope Is Dope/ 05.- Burn Out Shoes/ 06.- Roman Candles/ 07.- Ascending Into Madness/ 08.- Throwing The Goats/ 09.- Something Else/ 10.- Massacre/ 11.- The High Price of Inspiration/ 12.- Acid/ 13.- Purple Mountain Jamboree.

No os voy a engañar, la primera escucha de "Rest in Chaos" no me produjo ninguna sensación especial. Un sonido clásico, podría decir que algo viejuno y pasado de moda, que se dejaba escuchar, que gustaba y que daba la sensación, como así es, de con las escuchas hacerse grande. La primera composición rezuma americana por los cuatro costados, puro Ryan Adams con los Cardinals de Casal pero con otra voz, más rasposa y tabernera. "Opening Statement" es sencilla, es honesta, es muy yanqui toda ella, y a mi me encanta, sobretodo con ese sonido ochentero en el solo de guitarra. "It runs together" tiene cierto regusto a New Orleans y ya con "Half ass moses" el asunto comienza a calentarse, al trote, como unos Dire Straits con espuelas... y rematan el buen inicio con la blusera "Dope is dope", antes de entregar una de las canciones del disco, hablo de "Burn out shoes". "Roman Candle" y "Ascending into madness" nos hacen pasar del ecuador del disco, ambas con un toque delicado crepuscular y con mucha clase. De lo que queda destaco "Throwing the goats", "Massacre" y "The high price of inspiration", sobretodo esta última por ese toque al gran Steve Earle. "Acid" me sobra, no así "Purple Mountain Jamboree" donde el regusto a Bonnie "Prince" Billy cuando se pone movidito, además de obvio, es muy de mi agrado. "Hard Working Americans " firman un notabilísimo disco que seguramente nadie tendrá en cuenta a final de año, un disco y una banda que no serán lo más "in" y que tampoco estarán en boca de todos, y al que seguramente le falte una canción gancho, un hit superior, pero que con las escuchas acaba ganando a los seguidores del rock americano. 

Uno de los mayores problemas de ir al cine en verano es que las películas que se proyectan acostumbran a ser una soberana mierda pinchá en un palo, o eso, o son películas infantiles o lo que es pero: juveniles!!! .. y yo hace mucho tiempo que dejé la pubertad. Pues eso, hace un par de semanas, coloco a los dos pequeñuelas y me voy "de amores" como dicen ellas con mi santa esposa al cine, a pasar el rato, a desconectar.. y en ese multicine palomitero no dan nada de nada a pesar de sus ocho salas. Se nos pasa por la cabeza no ir pero al final, reconozco que fui yo, nos decidimos por otra película más de la saga Bourne, la nueva, la del original título "Jason Bourne" aunque seguramente así sabré con seguridad que esta es la cuarta porque me hago la picha un lío para saber si "El caso", "El mito" o"El ultimatum" son la una, la dos o la tres. Si me hace decir cual es cual no tengo ni idea aunque ahora que lo miro he acertado con el orden. En la primera, "El caso", el director no era Paul Greengrass pero a pesar de eso y de su bajo presupuesto triunfo más que la Cocacola, se forraron y sin querer crearon una nueva saga de espías que supera a James Bond y que obligaba a éste a volverse más rudo, fuerte y musculoso... pero siguió ganando Bourne, más aún cuando Greengrass tomó el mando. Al final tanto Greengrass como el protagonista absoluto, Matt Damon, se cansaron del personaje y ambos aseguraron que no volverían si el otro no estaba implicado, por esas se intentó hacer una especie de spin-off, un reinicio con "El legado de Bourne", sin Bourne claro, que fue muy bien en taquilla y que no está mal, pero no mata. Entonces reactivan las historias de Bourne y chequera mediante Greengrass y Damon dan el sí quiero... y se barrunta otra trilogía..... money, money... El nuevo film de Jason Bourne continua justo donde lo dejaron. No hay sorpresas. Misma factura técnica, mismas ostias y persecuciones, misma trama más vista que el tebeo pero se deja ver aunque no sea un ejemplo de intelectualidad, tampoco creo que lo pretenda. Eso sí, hay menos intringulis y más acción, hay otros malos malísimos: Tommy Lee Jones y Vincent Cassel, una guapa ya vista Julia Stiles, y otra nueva, más guapa aún: la Vikander. La película como film de acción funciona y arrasa, esa es la verdad. Si te gustaron las otras tres, esta cuarta entrega te apasionará seguro. El nuevo gran espía se llama Bourne, Jason Bourne. 


Siguiendo la tradición anual, al empezar vacaciones me compro un juego de mesa nuevo. Este año no ha sido una excepción aunque sí ha tardado más en llegar porque tenía dudas. Al final me decidí por un juego de mesa cooperativo, es decir, un juego en el que todos los jugadores disponibles compiten contra el propio juego, colaborando y utilizando los recursos por el bien común, y entre esos juegos cooperativos, que hay muchos y buenos como Eldritch Horror, Rescate, Arkham Horror, La Isla Prohibida, Ghost Stories, Pandemic..., al final, me decidí por este último. Ya había jugado hace años y me había dejado un gran sabor de boca, ahora y gracias a la reedición no hubo casi duda y me hice con él. En Pandemic cada jugador (es de 2 a 4 jugadores, incluso puede uno jugar solo) se mete en la piel de un especialista en enfermedades con algún que otro característica especial. Nuestro objetivo es parar las pandemías antes de que todo el planeta se vaya al garete. En cada turno uno puede moverse, curar un poquito de enfermedad, compartir información o cartas, utilizar su habilidad especial, jugar cartas especiales... pero 4 acciones, ni una más ni una menos. Luego el juego toma el mando, y después de cada turno las enfermedades van llegando a las diferentes ciudades del planeta, Explicar me cuesta así que no lo haré, prefiero que os quedéis con la idea básica pero os digo que las mecánicas de juego son muy sencillas (os dejó enlace a reglas), y que la tensión se masca a cada turno, hay que hablar y llegar a acuerdos con los otros jugadores, convencer de que nuestra idea, nuestra táctica para acabar con la enfermedad es la adecuada, y luego claro, que podamos hacerlo en el poco tiempo que tenemos. La nueva edición es preciosa, buenos materiales, buenos colores, impresionante el tablero conforme avanza la partida.... lo normal cuando edita Z-Man, y puede uno encontrarlo en castellano y ahora también en catalán. Así que no hay excusa. Para culminar con la fiebre "pandemic" me hice con la correspondiente app que puede adquirirse para tablets y smartphones, la verdad es que la versión digital les ha quedado muy maja. Y nada más, un gran juego donde o ganamos o perdemos todos. 



Lo nuevo del gran Louis C.K, no es una nueva temporada de su fantástica serie Louie, ni uno de sus grandiosos monólogos como el del Beacon Theater. Lo nuevo de este genial humorista rey del "no humor" es una serie que podríamos definir como dramática, una serie televisiva que sabe y huele a teatro, a grandes interpretaciones y a historias complejas, incómodas y reales. Louis CK se lo guisa y se lo come él solito. Escribe, dirige, interpreta, produce, empaqueta y vende su producto.... , lo que sin duda le da una libertad creativa envidiable, ya que si no fuese así, sin duda que este gran producto que es "Horace and Pete", gran producto para mi, no vería la luz, pues para otros (muchos) este producto televisivo es una chufla. No sé quién tiene o no razón, supongo que en mi interior la llevo yo y el resto de ser humanos son unos cenutrios (así es, que no os quepa duda), pues esta serie de 10 maravillosos episodios es un lujo, un doloroso lujo, tal vez como dice el gran Jose Encuentra puede que sea demasiado cáustica y sórdida, tal vez, no diré que no. Así pues, esta "Horace and Pete" no es para todos los públicos, tampoco lo es ni para el 1% de los serie-adictos. Es una rara avis, la amarás o la odiarás, yo soy lógicamente del primer grupo. De qué va? pues desde 1916 más o menos existe en Nueva York una taberna regentada por el señor Horace y el señor Pete, cada uno de ellos al tener un hijo lo llama Horace y Pete, respectivamente y en el futuro regentarán el pub. En el 2016 ya vamos por Horace VIII (Louis CK) , y su hermano Pete ( o su primo... quién sabe.. interpretado por Steve Buscemi). El pub no da dinero, el tío Pete (Alan Alda) aún vive y la hermana de los dueños del bar, Sylvia (Edie Falco) quiere vender el bar y el terreno para que hagan un rascacielos y así retirarse de por vida. En medio de estas historias hay divorcios, infidelidades, exmujeres, hijos no reconocidos, los habituales del bar como la madrastra de Horace (Jessica Lange) o algún que otro cliente de paso (como por ejemplo Paul Simon que además escribe e interpreta la canción de la serie). El guión es genial, las interpretaciones de lujo, hay momentos muy grandes como el megamonólogo de Laurie Metcalf en el episodio tres o cuatro... genial, simplemente genial. No para todos los públicos, pero genial. 

CAT POWER/ YOU ARE FREE (20039/ I DON'T BLAME YOU

 

Embriagadora belleza, voz celestial, magnetismo innato, talento gigantesco y sexualidad animal. La gata a finales de los noventa se traslada a la Gran Manzana y es devorada por el lobo. Chan Marshall vive un romance con el talentoso y por esa época prometedor cantautor sosaínas de voz cavernosa Bill Callahan, pero no es esta incomprensible relación amorosa (qué tendrá Bill que no tenga yo, me pregunto) la que ayuda a Chan a abrirse camino en la dura vida de la artista, más bien recibe un pequeño empujoncito de un par de "Dirty Threes", Jim White y Mick Turner, que ayudan a la preciosa Marshall con su álbum "Moon Pix" de 1998 con el que un servidor la conoció. Antes ya había lanzado tres discos que tienen sus cositas pero que no son ni chicha ni limoná. La verdad es que "Moon Pix" es muy bueno, simple, oscuro y bello pero al caldo le faltaba algo de sustancia, le faltaba "eso" que todos buscan pero que solo unos cuantos encuentran. Luego vino un disco de "covers", y ya sabéis que a mi me encantan las versiones, y bueno, "The Covers Record" del 2000 es interesantísimo pero no aporta nada nuevo, ni novedoso, ni sorprendente. Y así era la carrera de Cat Power, previsible, interesante, prometedora.... hasta 2003, donde se marcó un disco de esos insaltables fruto de los más dolorosos males de amores ahogados en litros de alcohol con la pequeña ayuda de Eddie Vedder, Dave Grohl, y otro de aquellos Dirty Three convertido después en mala semilla, un tal Warren Ellis.

En 2003 aquel "You Are Free" me voló la quijotera, me atravesó el corazón y removió mi alma. Discos de esos que marcan tu vida. Y entonces llegó el día. Cat Power visitaría Barcelona, tocaría en Sala Apolo su magnífico disco, puede que su POM, y era obligatorio acudir al evento, como así hice..... Sala a reventar casi en la penumbra, alrededor del pequeño escenario donde únicamente había un micro, una silla y una guitarra se acumulaba el personal en mesas con velitas que otorgaban al lugar una atmósfera perfecta. La noche prometía pero... Gatillazo!!! todo comenzó a dar mala espina cuando veinte minutos más tarde de lo previsto aparecía dando tumbos y casi sin aguantarse de pie "el poder gatuno". Instantáneamente, y por petición de la fémina, el foco dirigido a ella desapareció y nos quedamos a oscuras. No sé cuantas canciones intento comenzar sin éxito, no podía tocar ni tres acordes seguidos, no podía ni enlazar dos frases sin que se le trabase la lengua. Borracha como un cuba pero bien asesorada aguantó el tiempo justo y estipulado para no devolver la entrada y se desvaneció tal como llegó, tambaleándose. Oh demon alcohol!!! que cantaban los Kinks..., mi relación con Chan Marshall salió muy perjudicada de aquella cita. Nunca volvió a ser igual, nunca más he comprado un disco suyo, ni lo haré pues soy muy rencoroso. Luego entregó "The Greatest" que dicen que es mejor aún aunque no comparto esa opinión en absoluto pero yo por entonces ya no quería a la gata, y la gata se ha vuelto pija y caprichosa, sigue siendo igual de bella y atractiva, pero su efímero mojo ya no está con ella, pruebas irrefutables de lo que digo son "Jukebox" (2008) y "Sun" (2012), donde el nivel va disminuyendo en caída libre, claro que sería de necios y completamente injusto renegar de su "You are free", su Puta Obra Maestra.

Cat Power - "You Are Free" (2003): 01.- I Don't Blame You/ 02.- Free/ 03.- Good Woman/ 04.- Speak For Me/ 05.- Werewolf/ 06.- Fool/ 07.- He War/ 08.- Shaking Paper/ 09.- Babydoll/ 10.- Maybe Not/ 11.- Names/ 12.- Half Of You/ 13.- Keep On Runnin' (Crawlin' Black Spider)/ 14.- Evolution


Simplicidad y belleza. Dolor, tristeza y melancolía. "I don't blame you" te golpea en la cara, te zarandea el alma. Canción de altos vuelos con el minimalismo por bandera: piano y voz. A la gatona no le hace falta nada más para enamorarnos y dejarnos KO. Imposible no quedar tocado con este tema. "Free" ya son palabras mayores pues llega el rock, ese rock de sótano, underground, ese que bordaba la "Velvet", ese regusto, esa guitarra bipolar, nerviosa. Free, free, free... y además "Free" tiene esa percusión a su vez muy ochentera. Temón. Free!!!. "Good woman" tiene ese inicio tan de Bonnie "Prince" Billy, tan de countrificarse en casa, de belleza descomunal, de pelos de punta, a esta preciosidad le sigue una de mis favoritas, le sigue esa "Speak to me" donde saca la cabeza la figura de Dave Grohl a la batería y al bajo, también lo hará en "Shaking paper" y "He war". La versión "Werewolf" de Michael Hurley brilla aquí con luz propia, la hace suya, la hace nuestra, nos la regala, nos la sirve en bandeja de plata. Impresionante tema. Lo de "Fool" solo hace que confirmarnos que estamos delante de un disco de esos que no se olvidan que no nos dejan, que viene para quedarse y acompañarnos en los momentos más tristes y grises. "Fool" es una maravilla, canción de días de lluvia, de copa de vino, de melancolía supina. "He War" fue el single, es uno de los temas del disco, de eso no hay duda, aunque creo que no es el mejor ni mucho menos. Poco que decir, cancionarra. Ahora, pasado el ecuador del disco, encontramos joyas ocultas, canciones de esas que se cuecen a fuego lento. Por ejemplo tenemos la tripleta de "Shaking Paper", "Baby Doll" y "Maybe not", la primera es oscura e introspectiva, la segunda es un caramelito envenenado y la última de ellas un lujo con piano de por medio rememorando a la inicial "I don´t blame you", pero "Maybe not" vuelve a dejarnos claro que la Marshall cuando se pone al piano nos estremece. Acercándonos al final nos encontramos con otro de los temas del disco, ese "Names" es canelita en rama, otra vez ese pianito y una letra tremebunda. Otro de mis temas favoritos del disco es "Half of you", una canción que seduce y embruja, de belleza galáctica, de otra dimensión. Sensibilidad al cubo. Antes de cerrar por todo lo alto encontramos una versión de John Lee Hooker y finalmente "Evolution" cierra este discazo descomunal, tema maravilloso donde la voz de Eddie Vedder sirve de contrapunto a la de Chan, un tema de esos inolvidables que cierran magistralmente un disco de altos vuelos que para muchos se quedó oculto, en la sombra y que luego fue apartado por la luminosidad vendible de "The Greatest". Yo prefiero a todas todas este "You are free", con él me enamoré de la gatona, con él rompimos y nos distanciamos. Un romance de esos cortos pero intensos, de los que dejan huella.

*post aparecido originalmente en Exile SH Magazine por Nikochan
..después de oír a Paul Butterfield Blues Band, a John Lee Hooker y a Muddy Waters, incluso a Chuck Berry, no podía volver a escuchar a los grupos de la British Invasion, como a los Kinks. Lo siento, los Kinks son geniales, pero cuando eres joven e intentas descubrir dónde tienes las pelotas, piensas: esto es una mariconada!
Iggy Pop para "Por favor, mátame"


Desconocía por completo la existencia de este indispensable artefacto. No os voy a engañar ni a darme de tipo sabiondo e importante. Llevaba con el gusanillo punk mucho tiempo, meses, tal vez desde la visualización de la ya cancelada serie de Jagger y Scorsese, Vinyl; del redescubrimiento de los New York Dolls, tanto con su disco debut que fue comentado en Exile SH Magazine por un servidor como del magnífico rockumental "NY Doll" del cual ya os hablé hace tiempo, mi reconciliación con Patti Smith después de aquel asunto en el que me ninguneó en el barrio de Gracia años a... ya os contaré...., el nuevo discazo de Iggy Pop "Post Pop Depression" y el rescate de toda su obra, el docu sobre The Stooges "Gimme Danger".... y no sé, un no parar de referencias punkoides, aunque la verdad, la historia de cómo llegó el libro a mis manos no es nada punk, ni salvaje ni nada... una mamá de un niño del colegio de mi hija Arlet, eso sí, una madre molona y ahora amiga, o eso creo yo (Gracias doña Gotlib). Así que en esas tesituras y con días por delante en la costa Brava pude finalizar el libro que había comenzado y dejado aparcado en San Juan.

"Por favor, mátame" narra la historia del punk, desde su semilla con Lou Reed en la factoría Warhol hasta los Sex Pistols. Legs McNeil y Gillian McCain nos conducen por una historia a través de las opiniones de sus protagonistas, de sus recuerdos y vivencias, gracias a entrevistas que se han cortado y montado para la ocasión, creando una historia coral de ritmo frenético y absorvente, centrándose siempre más en la escena neoyorquina. Iggy, los NY Dolls, MC5, Patti Smith, Ramones, Talking Heads, Richard Hell and The Voidolois, Wayne County, Suicide, los Heartbreakers, Television... y otros muchos personajes como Bowie (siempre presente), Lou.... un despiporre, lo prometo. Es un libro indispensable, muy instructivo y muy salvaje, transmite perfectamente esa época, esa violencia, esa vuelta a lo básico, a las canciones de rock de tres minutos, nos teletransporta al CBGB, al mundo de trapicheo y consumo de drogas, al sexo por el sexo con quién sea y cuando sea, y como no, nos deja alucinados con mil y una anécdotas. Uno de los mejores libros sobre música que he podido leer, recomendable es poco.

Por Favor, Mátame. la historia oral del Punk
Legs McNeil & Gillian McCain
10/10
Editorial: Discos Crudos
Año edición: 2011
Páginas: 544
Idioma: castellano
ISBN: 9788461418008