THE GREENHORNES
GREENHORNES (2001)
SHADOW OF GRIEF

Es tan buena Celda 211 como dicen? No, es aún mejor. Es cojonudamente magistral. Mejor de lo que uno hubiese imaginado, y desde luego no defrauda a pesar de las alabanzas y palmaditas en la espalda que se han llevado todos los integrantes del film. Todas, sin duda, merecidas. Para ser una propuesta nacional, de pata negra, se sale del guión establecido a pesar de contar con Resines, todo un handicap, y es que el tema carcelario no es que se prodigue en exceso en nuestro cine, y menos que resulte tener esa factura impecable. El guión está basado en la novela de Francisco Pérez Gandul y ha sido adaptado al celuloide por Jorge Guerricaecheverría y por el propio director del asunto, Daniel Monzón, del que repasando su filmografía recuerdo haber visto toda ella. Curioso, pero cierto. Sólo cuatro films contando el drama carcelario, a saber: El corazón del guerrero (1999), El robo más grande jamás contado (2002) y La caja Kovak (2005), ésta última, tal vez, sea la única que merece ser rescatada ya que recuerdo que estaba bastante bien. De verdad que no quiero joderos la película, así que aunque yo sea un alma maligna y perversa os prometo que no desvelaré nada del argumento. Lo juro. Así que os dejo un momentito con la reseña que hace filmaffinity sobre el argumento, y luego os cuento.

SINOPSIS: El día en que comienza a trabajar en su nuevo destino como funcionario de prisiones, Juan (Alberto Ammann) se ve atrapado en un motín carcelario. Haciéndose pasar por un preso más, luchará para salvar su vida e intentar dar fin a la revuelta, liderada por el temido Malamadre (Luís Tosar). El joven tendrá que jugársela a base de astucia, mentiras y riesgo, sin saber todavía qué paradójica encerrona le ha preparado el destino...

Lo primero que vemos en la película es una secuencia durísima de suicidio. Joder, ya lo he hecho, mira que no quería desvelar nada. Qué cabrón soy. Bueno, ya no diré más. Ahora de verdad. Pero bueno, esa escena de suicidio antes incluso que los créditos aparezcan nos hace pensar que no veremos algo cutre, ni normal, más bien intuimos que estamos a punto de ver algo especial, como así es. Todo fluye a la perfección, la historia, la trama, la espiral de violencia. Absolutamente todo está en su sitio. Las interpretaciones son magistrales, exceptuando a Resines que hace de Resines, claro está, no sea que se le complique la troca y pierda su mirada y su giro de cuello digna de David Caruso y su archiconocido H. La revelación Alberto Ammann descoloca, yo al menos no lo había visto hasta el momento y de verdad, me ha dejado pasmado. Luego están los secundarios, los presos hijosdeputa que se me quedarán grabados para siempre, sobretodo “El apache” interpretado por Carlos Bardem, el hermanísimo, que te deja pasmado con una interpretación de lujo. Y para acabar, el broche de oro. Luís Tosar. A este tipo hay que ponerle a comer a parte, vaya monstruo. Monstruo!. Su personaje es una perita en dulce para cualquier actor, pero claro luego hay que rematar la faena, llevárselo al huerto, hacerlo suyo, y convencernos de que ese tipo existe. Tosar lo logra. A Malamadre nos lo creemos, nos da miedo, nos acojona, a veces nos da penilla, otras nos hace reír pero fundamentalmente hablamos de un asesino, así que chapeau para Tosar. Eso es ser actor. Un pedazo de actor, aunque eso ya lo sabíamos, yo al menos, para los que no lo creáis podríais visionar, one more time, Los lunes al sol, Te doy mis ojos e incluso Corrupción en Miami por poner un ejemplo ya que hace una clase magistral de interpretación en todas ellas. Así pues, recomiendo a tothom ver este film, sin chuminadas por que sea española ni cosas por el estilo, creo que si se hiciesen más films de esta guisa y menos comedias subnormaloides al cine español le iría algo mejor, o puede que no, porque yo mismo he visto la película de manera fraudulenta, y me sabe mal, porque este film sí valía la pena, y mucho, se merecía al menos que me gastase los cuartos, pero quiero pensar que yo no tengo la culpa, la culpa es de Torrente.
Nada más acabar de ver el film “En tierra hostil” de Kathryn Bigelow se me pasa por la cabeza qué como es posible que semejante película tenga que enfrentarse a el videojuego “Avatar” de su ex-marido James Cameron en todas las entregas de premios cinematográficas. Primero porque una cosa es cine y lo otro aún no sé bien bien lo que es, y segundo que viendo otros films, sobretodo los que se presentan a mejor película de habla no inglesa en los archiconocidos premios jolibudieneses, no entiendo como son las favoritas del año viendo lo que se hace fuera de yanquilandia. Que conste que aún no he visto el film de Cameron y puede que no llegue a hacerlo, quién sabe, porque verla en casa.., como que no, y pagar doce euros por ponerme unas gafas ridículas tampoco, aunque para ser sinceros si no es con las gafas y en pantalla grande no sé que gracia tiene ver a los barrufets alargados interpretando Pocahontas, pero dejaré de hablar del film del rey del mundo para centrarme en el de su ex-señora.

SINOPSIS: Narra el día a día de una brigada estadounidense de desactivación de explosivos desplegada en Irak, una unidad de élite de artificieros que se ve inmersa dentro de una caótica ciudad donde cualquiera puede ser un enemigo potencial y cualquier objeto puede ser una bomba. El grupo está liderado por el sargento Thompson. Cuando éste fallece en el transcurso de una misión, se queda al mando el impredecible, valiente y temerario sargento William James (Jeremy Renner). Faltando poco más de un mes para que la brigada finalice su turno de rotación en Iraq, el imprudente comportamiento de James hará que sus dos subordinados, el sargento Sanborn (Anthony Mackie) y el especialista Eldridge (Brian Geraghty), valoren seriamente el riesgo que corren en su trabajo.

“En tierra hostil” es una excelente película, bien rodada y bien explicada. Realista, cruda, fría y sincera. Particularmente que soy un fan de las películas bélicas tengo que admitir que me ha encantado de principio a fin, también porque guarda cierta similitud con aquella magnífica miniserie llamada Generation Kill, así pues queda claro que la guerra es un negocio nada patriótico, un trabajo de mierda, y como nos hacen ver en el film, la guerra es una de las peores drogas. No importa el porqué de la situación bélica, ni quienes son los buenos y quienes los malos, sólo importa el día a día de unos personajes a los que se disecciona minuciosamente, pero advierto que no se trata de un film psicológico, joder, las secuencias de acción son brutales, tensas, rudas y desesperadamente reales. La atmósfera que consigue crear Bigelow nos engulle y nos hace partícipes de una historia basada en la experiencia que el periodista Mark Boal vivió junto a una patrulla antibomba en Iraq, y la interpretación es simplemente magistral, los actores principales son prácticamente desconocidos o poco habituales, y gente como Guy Pearce, David Morse, Evangeline Lilly (la Kate de Lost) y por supuesto, Ralph Fiennes, tienen un papel discreto, en algún caso anecdótico. Y lo del prota, Jeremy Renner, visto en “28 weeks later” y “The assassination of Jesse James by the coward Robert Ford” es para quitarse el sombrero. Excelente film, sí señor.
SINOPSIS: Walter Davis es un ejecutivo adicto al trabajo que dedica muy poco tiempo a su vida privada. Un día necesita una acompañante para ir a una cena de negocios con un cliente japonés, y su hermano le propone ir acompañado de Nadia, una chica nueva en la ciudad.

Puede que a muchos os extrañe que un film en el que aparecen una jovencísima y sensual Kim Bassinger que nos había provocado tremperas inolvidables con “9 semanas y media” justo un año antes, y Bruce Willis que abandonaba la mítica “Luz de luna” para enfrascarse en una comedia alocada antes de convertirse en un héroe de acción en “Die Hard”, sin olvidarme de la magistral interpretación de John Larroquette, la música de Henry Mancini y la dirección de Blake Edwards autor de “Breakfast at Tiffany's”, “The Pink Panther” y “The Party”, sea una enorme, delirante y acojonante kutranga. Puede que os extrañe, pero lo es. “Cita a ciegas” tiene todos los condimentos que caracterizaban a la comedia alocada de los ochenta, pero tiene también ese toque de clase y distinción que suele aportar Edwards, tiene momentos inolvidables, secuencias que te hacen reír sin parar, y un guión de los más enredado posible. Pero es un film regulero, eso es tan claro, regulero y cachondísimo, es de esos films que se te quedan grabados para siempre y que mitificas mientras te imaginas viéndolo en casa con 12 años delante del televisor Saba y el video VHS una tarde de domigo. Qué se le puede pedir más a la vida a esa edad?. Palomitas, claro. La cosa está clara pues hablamos de una película regulera, con actores de calidad haciendo el tonto y un guión lleno de sorpresas que conforman una comedia ochentera que habré visto un millón de veces y que siempre me hace reír, siempre. Aunque Edwards intenta emular o seguir el hilo de la obra maestra de Scorsese editada en 1985 “After Hours” eso sólo hace confirmar que no está al nivel y que es una kutranga impresionante, no por eso hay que dejar de verla, y además, me imagino una sesión doble en el ya desaparecido cine Dante con “Cita a ciegas” y luego con “Jo!, que noche”. Tremendo, no?

1.- Renegade
2.- Final Fight
3.- Streets of Rage II
4.- Golden Axe
5.- Double Dragon
6.- Target Renegade
7.- Teenage Mutant Ninja Turtles
8.- Alien Vs Predator
9.- Splatterhouse
10.- River City Ramson
Partiendo de la obra “La divina comedia” de Dante Alighieri pero siendo sinceros tomándose demasiadas licencias gratuitas, los chicos de Visceral Games, autores también de aquel juegaco de terror llamado Dead Space, entregan el espectacular Dante's Inferno culpable del callo que tengo en mi dedo. Cualquiera que se tome unos minutos en jugar se dará cuenta de las tremendas y espectaculares secuencias de video, de lo impecable de sus gráficos, el sonido demoledor, y unos movimientos no muy complicados que irán aumentando en número y efectividad a medida que avancemos en el juego, pudiendo realizar combos cojonudos para acabar con todas esas almas descarriadas y esos demonios de tres al cuarto. Todo recuerda mucho a God of War, tal vez demasiado, pero teniendo en cuenta que aquel era un juegaco, tampoco es que la comparación sea precisamente maldita. El argumento es sencillico, la historia es bastante lineal y se mezcla con la capacidad de dar mamporros a diestro y siniestro, completar algún puzzle de dificultad no desesperante, estar atentos para tocar los botones adecuados en las secuencias Quick time event que tan famosas se hicieron en RE4, y mantenerse con vida en las luchas con los jefes finales que no tienen desperdicio. Aún no sé si las decisiones de perdonar o condenar a algún personaje nos lleven a finales alternativos o no, estaría bien pero por lo leído creo que no será muy rejugable el jueguecito que por cierto está disponible tanto par Xbox360 como para PS3, y por lo visto no hay ninguna diferencia entre las dos versiones, ni entre las dos consolas por mucho que partidarios de unas u otras se empeñen en hacernos creer. El juego te gustará si te gustó God of War, si eres un fan de Devil May Cry y si te encantó repartir ostias a diestro y siniestro en Ninja Gaiden, juegaco que por cierto no me acabaré nunca por culpa de algún jefe final que me tiene amargadito. Además esa estética tenebrosa y violenta, salpicada con cosicas de la historia de la divina comedia más esa factura impecable hacen de Dante's inferno una excelente elección, más aún si no te ha costado un duro. Que Dios os bendiga...

SINOPSIS: En un mundo plagado de zombis, Columbus (Jesse Eisenberg) es un gallina, un joven que se encuentra aterrorizado por la situación, pero cuando te juegas el ser comido por los zombies, el miedo puede mantenerte vivo. De hecho su cobardía precisamente le ha permitido que sus sesos aún se mantengan en su cabeza. Sin embargo, Columbus se verá forzado a sacar el poco valor del que dispone para unirse a una banda de supervivientes a la que pertenece un cazador de muertos vivientes del que se hace amigo. Tallahassse (Woody Harrelson) es un macarra caza zombies cuya única determinación en su vida es lograr el último Twinkie (dulce americano) en la tierra. Cuando ambos unen fuerzas con Wichita (Emma Stone) y Little Rock (Abigail Breslin), que también han encontrado una manera original de sobrevivir en ese caos, tendrán que elegir que es peor: si confiar los unos en los otros o sucumbir ante los zombies.

Lo que aparentemente parecía ser un bodrio de aquí te espero resultó ser un descojone, una agradable sorpresa que para nada debería ser subestimada por el supuesto público entendido que dice huir a toda prisa de este tipo de films. Tampoco diré que es una obra maestra, pues está claro que no lo es, es simplemente una gamberrada disfrutable al cien por cien, con grandes actuaciones, muy bien hecha y con algunos gags francamente buenos. Lo de Woody Harrelson es de traca, se me antoja como el propietario del trofeo a mejor actor de serie b del planeta, título que con tanto guaperas y tanta película cool había caído en el olvido. El tipo lo borda, y no hay quién le haga sombra. El resto del reparto lo completan: el nuevo chico de moda de Hollywood Jesse Eisenberg al que pudimos disfrutar en la regulera pero muy recomendable “Adventureland”, Emma Stone vista de refilón en otra gran comedia llamada “Superbad”, y la niña repelente Abigail Breslin que aquí está algo menos sobreactuada y repelente, más en la línea de “Little Miss Sunshine” aunque con menos momentos de lucimiento. Pero lo que realmente hace inolvidable al film, además claro de las grandísimas secuencias de acción, es la aparición estelar de Bill Murray interpretándose y riéndose de si mismo. Ya digo un film perfecto para disfrutar en casita con unas palomitas y unas cervecitas que no pretende ir de nada, sólo va de lo que es: una película cachonda y entretenida sobre zombies.
TOM PETTY
GREATEST HITS (1993)
MARY JANE'S LAST DANCE


1.- Refugee
2.- American Girl
3.- Free Falling
4.- Learning to Fly
5.- Into The Great Wide Open
6.- Mary Jane’s Last Dance
7.- I Won’t Back Down
8.- Breakdown
9.- The Waiting
10.- Don’t Do Me Like That
No se llama Earl, no. Para ser exactos su nombre completo es Thomas Earl Petty y es originario de Florida. A sus 60 añitos poco tiene que demostrar ya el bueno de Tom, pues con una carrera dignísima, media docena de discos indiscutibles y una plétora de singles inolvidables no creo yo que quede alguien en su sano juicio que le tosa a Mr. Petty. En 1976 debutó con “Tom Petty & The Heartbreakers”, esta última con alguna que otra pequeña modificación ha sido siempre su banda de acompañamiento, desde ese momento Petty mezcla muy bien, creo yo demasiado, el rock americano, a veces de raíces, con lo que sonaba al otro lado del charco, con lo que sonaba en las islas británicas, allí se llevaban los sonidos punk y la new wave, y con esas referencias y su flema yanki le sale ese pedazo de disco con joyas como “Breakdown” o la espectacular y nunca prescindible “American girl”. Un disco muy, pero que muy apetecible al que le seguiría a distancia su segundo trabajo “You're gonna get it!” (1978), ese segundo difícil álbum que te pone en el disparadero hasta que llega el tercero, que no es otro que el disco que tiene que subirte al cielo o bajarte a los infiernos, en el caso de Petty le llevó directamente a otra galaxia. Pedazo de disco “Dawn The Torpedos” (1979), sin duda su mejor disco, el disco que definiría su sonido y el de otras muchas bandas de la época, escuchando éste y el anterior uno puede reconocer lo que Ray Davies de The Kinks tenía en mente cuando grababa sus discos de la época americana. Petty sale victorioso en las críticas, en las ventas, y en la comparación con otros grupos, su estatus sube como la espuma y a partir de ese momento entra en el suculento grupo de los elegidos. El disco contenía cancionacas imprescindibles como “Refugee”, “Here comes the girl”, “Even the losers” y “Don't do me like that”, esta última canción al ser redescubierta recuerda en algún momento, más concretamente en su estribillo, al estribillo de "Oxford Comma" de los Vampire Weekend, quién lo iba a decir, menudo plagio se oculta en ese canción y como despistan los cabrones diciendo que recuperan sonidos africanos... Farsantes!. Bueno, que me pierdo y ese es otro tema. A partir de este disco Petty cae un poco en la autocomplacencia y edita discos reguleros, con canciones tremendas pero con algunas demasiado flojitas, supongo que alguno de esos discos debe ser aquel que se compró mi hermano un buen día y al siguiente lo fue a devolver por mierdoso, se sintió estafado, y sí, se lo cambiaron por otro aunque no me digáis decir cual. Petty siguió esa linea irregular hasta 1988 donde forma parte del supergrupo Traveling Wilburys (George Harrison, Jeff Lynne, Roy Orbison, Bob Dylan y claro, Tom Petty) con quienes editó dos magníficos discos. En 1989 aparece un disco suyo en solitario sin los rompecorazones llamado “Full Moon Fever”, un discazo inconmensurable en el que también participó Jeff Lynne y Rick Rubin como productor, en el que destacaban joyas como “Free falling”, “I won't back down” y “Running down a dream”. En 1991 salió al mercado “Into The Great Wide Open” con los Heartbreakers y un buen puñado de singles inolvidables como “Learning to fly” o la canción que da nombre al disco. Finalmente apareció en 1993 un disco que recopilaba sus éxitos y que viene a ser el “Greatest Hits” que nos ocupa, que fue un superventas planetario y que incluyó “Mary Jane's last dance” como sorpresilla. Casi ná. Así pues os recomiendo encarecidamente repescar y redescubrir al bueno de Petty o bien con ”Dawn the torpedos” y “Full Moon Fever”, o bien de manera más asequible con esta gran recopilación que fácilmente encontraréis por seis eurillos en cualquier macrotienda. Después de esto publicó en 1994 otro discazo llamado "Wildflowers" que está entre sus tres mejores, y en 1999 "Echo" que no andaba cojo, en cambio su vuelta en 2006 con "Highway companion" reguleaba ligeramente. Y nada más, ah! sí, sólo una cosilla más: Well I started out down a dirty road. Started out all alone, and the sun went down as I crossed the hill, and the town lit up, the world got still. I'm learning to fly, but I ain't got wings...

TOM PETTY “Greatest Hits” (1991): 1.American Girl; 2.Breakdown; 3.Listen to Her Heart; 4.I Need to Know; 5.Refugee; 6.Don't Do Me Like That; 7.Even The Losers; 8.Here Comes My Girl; 9.The Waiting; 10.You Got Lucky; 11.Don't Come Around Here No More; 12.I Won't Back Down; 13.Runnin' Down A Dream; 14.Free Fallin'; 15.Learning to Fly; 16.Into the Great Wide Open; 17.Mary Jane's Last Dance; 18.Something In The Air.
Hace mucho tiempo que la animación no es solo cosa de unos cuantos, gracias a la evolución técnica muchos animadores han podido desarrollar sus proyectos casi en igualdad de condiciones siendo a partir de este momento un buen guión la causa de un mayor éxito. A todas estas este año y por primera vez en los Oscar de jolibú hay nominado a mejor corto de animación una producción española, la productora que es Granadina lleva el nombre de Kandor Moon y al parecer los hermanos Banderas están poniendo pasta, pero sólo hacen eso, poner pasta. No les vayamos a dar más mérito del que tienen. “La dama y la muerte” es un espléndido corto de animación en 3D, bastante cachondo y muy bien hecho pero que tendrá muy difícil llevarse la estatuilla, ya que los otros nueve cortos nominados son la repera, y algunos son verdaderos gigantes como Aardmand Studios que con su “Wallace & Gromit: A Matter of Loaf and Death” parece ser el máximo aspirante junto al espectacular corto de Pixar que pudimos ver en las salas justo antes de “Up” llamado “Partly Cloudy”, otros que no le andan a la zaga son “French Roast” de Pumpking Factory” y “The Kinematograph” de Platige Image. Seguramente no se llevará el premio pero debe ser toda una experiencia poderse codear con los grandes, al menos les debemos haber visto el corto puesto que muchas veces pasan totalmente de puntillas, aquí os dejo con “La dama y la muerte”, hasta que lo cierren disfrutar de él, y os animo a ver todos los nominados, pasaréis un muy buen rato.


Danny and the Champions of the World "Streets of our time (2010): 1.-Henry The Van; 2.-Restless Feet; 3.-Lose These Rags; 4.-Follow The River; 5.-Wandle Swan; 6.-Streets Of Our Tme; 7.-Your People; 8.-Bluebird; 9.-Parakeets.


A pesar de haber descubierto a Danny George Wilson casi a principios de año ha sido en estos tristes grises días de febrero cuando he podido gozar de la belleza de sus canciones. El australiano que se mueve como pez en el agua en el country-folk despacha uno de los mejores discos de la temporada bajo el nombre de “Danny and the champions of the world”, con una voz nasal y unas baladas dignas de mi venerado Neil Young que te llevan con cierta facilidad a ese estado de melancolía donde la tristeza se convierte en alegre recuerdo. Otros dirán que Ronnie Lane ha vuelto con fuerza, otros que el Dylan más sensiblero está presente o que cierta canción podría haberle creado el mismísimo Springsteen, o que detrás de media docena de canciones se encuentra el magnífico Tom Petty. Puede que sea cierto todo eso, puede porque “Streets of our time” (2010) no deja de sonar a ese country folk americano de raíces, a esas referencias gigantescas a las que Danny se acerca con mucho tino, y consigue que a cada escucha sus canciones te atrapen cada vez más. Ni una sola pega podemos ponerle a este discazo, ni una. Con “Henry the van” que abre el disco consigue ponerme los pelos de punta, ese banjo tristón, esa melancólica voz, esos coros remolones y esa cadencia dylanesca te engatusan con cierta facilidad a pesar de la letra de la canción. “Restless feet” es la siguiente, y aquí huele a Dylan, claro, y a Petty, por supuesto, puede que a los coros gospel del final les falte algo de chicha o no pero la canción es cojonuda. El country perfecto de “Lose these rags” me enamora y me lleva al huerto, a estas alturas ya me tiene en el bote, y me remata con “Follow the river” que fácilmente me la imagino cantada por Springsteen, lo que daría el Boss por firmar una canción de este nivel en estos momentos. Todo el disco es cojonudo, no me quiero olvidar del folk de “Wandle swan” y mucho menos de la perfecta canción que da nombre al disco “Streets of our time”. Y cuando parece que el disco coge un camino facilón con medios tiempos folk aparece “Your people” con ese peazo de estribillo, le sigue con armónica y reminiscencias a CSN la estupenda “Bluebird”, y finaliza con el country rural de “Parakeets”, una delicia. “Streets of our time” es un discazo de tomo y lomo que seguro estará entre mis favoritos del año, y Danny George Wilson es uno de esos tipos a los que a partir de ahora habrá que seguirle muy de cerca la pista.
Mi archienemigo harto de que me lleve todos los elogios disponibles se ha decido a elaborar su enésimo blog. Esta vez parece que va en serio, tiene down, tiene tempo, y tiene o eso parece bastante actividad. Por suerte su blog de cine sigue intacto, sí hombre, aquel blog llamado “Inguzzwetrust” al que podéis acceder pinchando en el monigote de la derecha. Es un buen blog aunque carece de criterio alguno, ya que tanto habla de una de Bogart como de la última de los Farrely. Pa’cagarse. Esta vez por eso me gustaría felicitarle por su nuevo blog, Ociópolis (http://ultraguzz2.blogspot.com/), de temática variada aunque está centrado principalmente en el tema musical. Visualmente es modernote, bueno, modernote como puede ser Guzz, hay un perro bastante feo y remolón de cabecera y predominan los colores gris y amarillo, cosa que me gusta bastante. Lo mejor, los pensamientos, opiniones y críticas de Guzz. Siempre hay que tenerlas presentes aunque sean para limpiarse el culo. Por último, otro que vuelve es el amigo Gramófonodigital (http://gramofonodigital2.blogspot.com/) al que le cerraron el chiringuito pero ha vuelto con una secuela para dar guerra. Ya se sabe lo que se dice de las secuelas aunque francamente, el Padrino II es mejor que el Padrino I. De eso no hay dudas.
QUEEN
QUEEN II (1974)
SEVEN SEAS OF RHYE

Llevo una semanita que no desearía ni a mi peor enemigo, casi sin dormir y de hospitales, con el ánimo por el suelo y el alma en cuarentena. Pocas ganas le quedan a uno para dedicarse en cuerpo y alma al ocio, así que las pocas horas que he pasado en casa las he utilizado para dormir, comer, cagar y para evadirme de la realidad poniendo el televisor, sintonizando uno de esos programas de container que suelen sacar los trapos sucios de la gente por unos míseros euros. Así que con el cuerpo y la mente en ese estado me ha dado por recuperar durante mis viajes al hospital un disquito que he tenido olvidado durante muchísimo tiempo, un disco ninguneado por la crítica y también por los propios fans de Queen. Hablo de su segundo trabajo, “Queen II”, un disco excepcional que continuaba con el mismo libro de estilo que “Queen I” pero, tal vez, sin singles del calibre de “Keep youself alive”, “Great king rat”, y “Liar”, además tampoco ayuda que el mismo año, de seguidilla, se publicara el que tal vez sea su mejor obra, “Sheer Heart Attack”. El disco nos presenta a unos Queen queriendo ser grandes, buscando su estilo y con esas ya clásicos riffs de guitarra de May, y esa voz de lujo de Mercury. Abren con “Procession” una instrumental que nos lleva en volandas a “Father to son”, una maravilla, un diamante oculto en la discografía de Queen, entre el glam y el rock de guitarra puro y duro con unos coros que se convertirán en marca de la casa. “White Queen (as it began)” me hace estremecer, me pone de lagrimilla fácil, para luego rematarte con “Someday one day” una canción típica de May que hasta el momento firma todas la canciones del disco, digo hasta el momento porque le llega el turno a Taylor con su voz rockera, sudorosa y seductora para entregarnos “Loser in the end” que me sigue sorprendiendo por su enorme calidad. Y a partir de este momento empieza el festival del señor Mercury, si hasta entonces el disco era muy bueno ahora se vuelve sublime. Lo de “Ogre Battle” no tiene nombre, una mini-ópera con una entrada guitarrera muy heavie, que juega con la voces dobladas, las capas de riffs de guitarras y hasta piano. Cojonuda sin más. Pero entonces enlazando magistralmente llega el pianito de “The fairy feller's master-stroke” muy en la linea de lo que nos encontramos luego en “Sheer heart attack” e incomprensiblemente ni esta canción ni “Nevermore” a pesar de su sensibilidad y belleza están en ningún recopilatorio. Encarando el final del disco encontramos mi favorita, “The march of the black Queen” y diciendo que es mi favorita lo digo todo, es puro Freddie, es puro Queen, Queen del bueno, del de la primera época, sin sintetizadores ni mariconadas, bueno, mariconadas siempre han hecho. “Funny how love is” suena ha despedida con lentejuelas y carmín, pero antes de decir adiós ponen letra a la última canción de su disco de debut, vuelve ya completa la magnífica e imprescindible “Seven seas of Rhye”. Un final perfecto que te provoca ganas de volver a escuchar el disco de principio a fin. Un discazo, un puto clásico nikochiano de cuando el vinilo existía, de cuando uno estrujaba los discos y conocía todos los riffs, los giros vocales, e incluso las ralladuras del vinilo. Una obra maestra oculta de Queen, que me hace más llevaderos estos días hijosdeputa.
Hora de adentrarse más en la obra del Lou Barlow post-Dinosaur Jr, esto es: Sebadoh. Banda destacada que lo fue del indie rock yanqui (o no), como ya (re)ponía en el blog hace pocos días y encabible dentro de esa retahíla de bandas tan de mi agrado que hicieron el agosto en el segundo lustro ochentero o el primero noventero (después ya se jodió, para mi, el invento: el brit pop, el skate punk, la electrónica, los hypes, los modernitos revivalistas de toda índole que parte de la crítica quiere hacer pasar por dios sabe qué, etc...). El sonido habitual de los Sebadoh para los puestos en la materia sería una mezcla muy atinada de los Guided by Voices y Pavement (aunque estos segundos son algo -poco- posteriores en el tiempo, es solo para señalar a que suenan los creadores de "Bakesale"). Se podría definir como una especie de folk-punk sin concesiones a la sobreproducción (o con las mínimas) y que se muestra orgulloso de su condición garajera y de su aspereza (y señalando que son, quizá, menos cañeros de lo que cabe esperar por la definición, pero cuadra todo cuando llevas tres o cuatro canciones) . Por lo demás, es habitual que te metan dios y la madre de canciones en cada elepé, lo que, y atendiendo a la disparidad de estilos que pueden ejecutar sin salirse del corral, convierte sus discos en una auténtica montaña rusa lo-fi de la que siempre se puede extraer "una nueva canción favorita" a casi cada escucha.Es, obviamente, una banda que me gusta cosa mala y que hace más de tres lustros que disfruto. Desgraciadamente (o no) Barlow se perdió en otros proyectos paralelos y desde el 99 que no ha aparecido nuevo material de estudio de Sebadoh (y es verdad que no era él solo, habían dos tipos más, pero tampoco conviene engañarse esto vivió por, de y para Lou Barlow -y a pesar de los notorios esfuerzos, algunos tremendos, de Loewenstein-). Hay tres discos en su carrera que (creo) son de obligado peaje para los fans de este tipo de discursos: "III", "Bakesale" y "Harmacy". Hay quien sumaría el también notable "bubble & scrape" o incluso "Sebadoh vs. Helmet", por aquello de que incluye "brand new love" -lo más parecido a un hit al uso que se le puede encontrar al combo-, y no sería yo quien se lo discutiese... Sin embargo, personalmente me quedo con los otros tres sin desmerecer en absoluto lo demás (sobre todo "bubble...")., ni que sea porque hace demasiados años que los tengo en un pedestal y,... como para quitarlos ahora.

"III" (1991). Puse lo de "insaltable" entre paréntesis en el título por este álbum, ya que no es tan rotundo en calidad como los otros dos, no lo negaré, pero cuenta con el "efecto cariño" de los seguidores, y eso es algo de lo que cuesta desprenderse a la brava....Un disco perfecto para alternar con el (indispensable) primer álbum de Pavement ("Slanted & enchanted", 92) que es, a su manera, una especie de "disco de estilo" de Sebadoh. La historia cuenta que tras un par de primeros álbumes que no son sino una colección de demos (no demasiado camufladas) y poco más, con "III" estamos ante el primer elepé auténtico y de facto del grupo. Veintitrés pistas, empezando por "the freed pig" animada canción que define a la perfección el estilo natural de la banda, la morrocotuda jam inferior al minuto de "sickles and hammers" (versioneando a los Minutemen de Watt) y "total peace" que refleja la otra cara del asunto (el lado pseudofolkie en el que se nota que Barlow -ahora guitarrista y fuera del bajo "jurásico"- tiene algunas inquietudes menos eléctricas o incendiarias, de base, que su antiguo -y actual desde el 2006- socio, Mascis). Esas tres canciones delimitan de alguna manera, insisto, lo que a grandes rasgos cabe esperar de Sebadoh: canciones vivarachas y directas de las de bajo, guitarra, bateria y para la casa (contundentes, sin escatimar velocidad pero sin abusar de voltaje), algún momento punkie desatado (con o sin overdubs en forma de tormenta eléctrica), y canciones más reposadas y acústicas que contrastan con lo anterior (más -sobre todo en los primeros trabajos- alguna que otra breve fricada esporádica fuera de guión, tan propia de algunas de aquellas bandas avezadas en mayor o menor grado a la "baja fidelidad" -para la ocasión en "III", destacan especialmente en dicho sentido la tripleta seguida compuesta por "rockstar", "downmind" y "renaissance man"-). En definitiva un buen disco de indie rock que aunque lejos de lo que estaba por venir (como veremos en seguida), maxime por su tensada (ex profeso) variedad, dejó bien marcadas las bases de lo que se proponían Barlow y cia.

"Bakesale" (1994). Con este "lo petaron", que se dice ahora. El primer disco que escuché de Sebadoh (¿quince años han pasado?... cagonlaputa !), y a parte de ser mi favorito de largo de los tipos, ocupa un puesto de honor en esta mandanga del indie rock yanqui que tanto me gusta (ajena a, o muy por encima para mí de nirvanas, pumpkins y demás jerigonzas noventeras de mtv -visto hoy en perspectiva- y que suelo ubicar -ya lo he escrito otras veces- desde el "let it be" de los Replacements del 85 y durante más o menos la década que le sucede). Aquí Sebadoh se deja de las fricadas que antes mentaba, se ponen serios y cuadran quince canciones de una personalidad a tener (muy) en cuenta. Han madurado lo indecible y muy rápido. Canciones como "together or alone", "not to amussed" o -mi perdición- "skull", con ese tocarlas como al descuido y siendo a su vez unas canciones la reostia de buenas es la mejor y más rápida manera de quedarte prendado de Sebadoh para los restos si conectas con el estilo. También hay muchas canciones animadas (son mayoría de hecho) en la linea de "the freed pig" del disco que comentaba anteriormente (la diferencia es que aquí son todas igual de buenas sino mejores que la propia "the freed pig"...). Discazo, todo un "clásico guzzero", que te acaba venciendo por inevitable erosión y su contundente honestidad.


"Harmacy" (1996). Otro que déjalo ir...Supongo que un fan de la banda me podría discutir que "III" no está al nivel de "bubble & scrape" puestos a señalar tres discos de la formación (y según como hasta podría estar de acuerdo), donde no discutiríamos un pijo es en que la aparición del anterior o "Harmacy" es innegociable. Barlow se parte a medias definitivamente la autoría de temas con su colega Jason Loewenstein (el otro peso pesado a la hora de componer, y con una marcada tendencia algo más ruidista -a lo Mudhoney pero sin acabar de descantillarse del todo por lo general, ahí está la sugerente "nothing like you"-), y logran una especie de "bakesale 2 " pero a base de temas más directos. La habitual (ya) cadencia más reposada de Barlow se contrasta con la tralla de su compañero para acabar de conjurar su (posiblemente) álbum más accesible de cara a las primeras escuchas (¿a ver quién coño se aburre con esto?), sin olvidar nunca de quien hablamos, claro. Sebadoh no habían sonado nunca tan abiertamente punkies como en "crystal gypsy", "mind reader", o "love to fight" (entre alguna otra, como por ejemplo la combativa versión de los punkies ochenteros The Bags que cierra el disco con "i smell a rat"), lo que se agradece de veras por la mayor variedad a considerar. Pero sin cancionacas más cercanas a su discurso habitual como "ocean", "willing to wait", "too pure", la ya mencionada "nothing like you" o (entre otras) la inicial "on fire", la cosa no hubiera funcionado tan bien (ni que decir).


Y se acabó por hoy. Indico por última vez (para completistas) que "Bubble & scrape" (93) es como mínimo tan apetecible como "III" y poco tiene que envidiar (aunque algo si) a "Harmacy", y que su "no-inclusión" se debe mayoritariamente al órden en que yo los fui escuchando y la relación mantenida con los discos (este lo escuché mucho más tarde que los otros tres y por ello mismo y al ser yo algo más viejuno la cosa fue más "vaya, otro disco de puta madre de estos", en vez de un flipar continuo por la novedad -entonces- del concepto rockero de la banda).

En capítulos posteriores veremos como le fue a Barlow con su siguiente e inferior proyecto inmediato (o al unísono) que si bien no alcanzó el nivel, como formación consolidada, de Sebadoh (que por cierto y hasta donde sé no se han llegado a separar oficialmente) si dejó un disquito para la historia de agárrate y no te menees... Francamente, se tiene que estar algo pirado si te gusta el mundillo éste del rock underground yanqui de mayor solera de años a (con sus múltiples variaciones poperas, punkies o folkeras) y te pierdes un peazo de disco como el "Dare to be surprised" de The Folk Implossion (que para mí no tienen nada más a destacar pero... "ahí queda eso" con este).
(pd. interesados visiten "Ociópolis" -sito en la lista del lateral del blog y, si, me estoy autopromocionando, ¿qué pasa?- y no dejen de echar un ojo al primer -y solo al primer- comment de este mismo post si eso... que hay mucho cabrito discotequero suelto.)
THE HOT RATS
TURN ONS (2010, special edition)
DRIVE MY CAR

Se admite, ya de inicio, que empezar a fumar puede ser algo francamente complicado. ¿Cuantas veces has intentado coger un cigarro y a la hora de encenderlo no has podido evitar, finalmente, el echarte atrás?, ¿cuantas horas has perdido haciendo cola en el estanco y al llegar tu turno te has largado corriendo avergonzado sobre tus propios pasos?. Se recomienda paciencia, pues y en cualquier caso, y si no lo has podido lograr a la primera lo importante es no caer en el desánimo.
Esto es un espacio de pura y dura autoayuda (no una competición, no hay estrés que medie). Todo se basa en un plan empírico -o casi- llevado a cabo por varias de las universidades de entre las más renombradas del mundo occidental bajo la dirección general del reputado Dr.Ciyo (nato en 1957 en los USA -es un hijo de Utah, más concretamente-). Dicho plan consta de seis pasos que de ejecutarse correctamente (sin engañarse a uno mismo -y por mucho que al que siempre ha fumado el matiz le pueda resultar ridículo o incomprensible-) lograrán que el usuario empiece a fumar del orden de diez cigarrillos en un margen de siete días (ocho a lo sumo)... Si si, ya sé, parece un embuste propio de la teletienda pero, cabe aclarar a los más escépticos, que tras realizar exhaustivas pruebas durante once meses, y merced el concurso de mil voluntarios de distinto sexo, edad, condición laboral, nacionalidad y aficiones, el porcentaje de acierto del producto o tratamiento (que recibe el mismo nombre que el de este post, ni que decir tiene, aunque con la coletilla a sumar: "...con el método Ciyo") es superior al 83%... Es decir, gracias a este (ya aclamado) plan, ochocientas treinta nuevas personas disfrutan ya de una vida rebosante de alquitrán y nicotina como jamás hubieran imaginado ni en sus mas locos y humeantes sueños... (puercos afortunados !)
Sirva como testimonio el caso de Melanie Potrancas: "me parece increíble... pensar que antes, hace nada como quien dice, hacía footing e iba al gimnasio como una gilipollas, miraba con envidia a las demás madres que al ir a recoger a sus hijos se quedaban aparcadas en segunda fila delante de la entrada principal de la escuela, jodiendo el tráfico en hora punta mientras fumaban y fumaban orgullosas, en comándita y ajenas a todo lo que les rodeaba... Y ahora -llantos de emoción-, ay, Dr. Ciyo me ha cambiado la vida... lo siento -más llantos- pero es que no puedo no puedo...".
En la misma linea de satisfacción se manifiesta Ramón McConaghew: "mis subalternos en el gabinete siempre me miraban mal porque dada mi antigua aversión al tabaco les obligaba a realizar la reuniones semanales en el exterior (aunque lloviera), por no soportar yo entonces el olor de sus puros y cigarrillos... Hoy, menos de un año después, me meto entre pecho y espalda cinco Montecristos diarios, un paquete de West mentolao y dos Farias... El ambiente laboral ha mejorado de forma incalculable gracias al tabaco y con ello la productividad... Quién lo hubiera dicho... hasta bromeo con el personal diciendo cosas como que para el próximo lote navideño me dejaré de neulas y mariconadas y regalaré un lote caliqueños que te cagas y unos mistos... ¿El tratamiento?. Lo recomiendo a ciegas".
Finalmente Wayne Pinrels nos afirma entre risas: "¿te puedes creer que yo hace un año tomaba actimels con bifidus activos de esos?... Me levantaba de la cama respirando sin ningún tipo de emoción, como si fuera más un inanimado sistema de cañerías que un ser humano... Hoy, por suerte, me pongo el despertador media hora antes para poder liarme a pollos con el bidé lo que no está escrito todas las mañanas... y de correr nada por supuesto, al poco de empezar aún podía con cuatro o cinco manzanas al trote, a día de hoy todo ha cambiado, bajo al buzón y como mucho (pero "como mucho") y con la calma, me acerco a la panadería de la esquina... gracias Dr.Ciyo. Ah, y se acabó el oler como una puta de saldo !".
En fin que así estaríamos un rato... Vayamos ya, sin más dilación con los seis pasos a seguir y ya saben: "Empezar a fumar es fácil si sabes como con el método Ciyo".1. Sin duda el primer paso es siempre el más difícil. Ese día que te dices: "qué si coño, hoy voy a empezar a fumar y punto"... Aaah, si fuera tan fácil, ¿verdad amigos?. Tranquilos, en este primer paso no va a fumar nadie. Por de pronto se trata de ejecutar un mero cambio de procederes rutinarios, a saber: dedica la primera jornada del tratamiento a localizar el bar, ateneo, club o antro a elegir con más humo de tabaco del barrio. ¿Hecho?. Bien, a continuación la cosa es sencilla: pásate el segundo y tercer día del tratamiento metido en dicho establecimiento desde su hora de apertura hasta la de cierre. ¿Ves?, no ha sido tan difícil, un leve mareo todo lo más y por otro lado has podido hacer vida de barrio con un montón de gente interesante, leerte un libro, echar unas timbas o incluso -si te va ese rollo- marcarte una buena bronca futbolera con el parroquiano de turno. Ah, eso si, ni se te ocurra ducharte al final del tercer día.
2. Cuarto día. Igual que los dos anteriores pero con una pequeña aunque notoria variación: hacia el mediodía envía al tipo del bar más borracho que te puedas encontrar a por un paquete de tabaco al estanco (seguramente habrá que invitar a algo al cabrón después pero, con la curda que, muy a buen seguro, llevará encima no te saldrá caro), indicándole eso si que sea de marca "Nobel" o algo "light" (o incluso algún tabaco popular inglés tipo Dunhill, Benson & Hedges o John Player, si te hace más gracia)... vamos: una auténtica bujarrada de marca de tabaco como las que utilizan esa gente a las que les gusta verse con un cigarro en la mano más que fumar propiamente dicho. Cuando vuelva el entrañable beodo con el botín, corre... bueno, mejor camina a tú casa, y escóndelo en un sitio secreto a elegir. Finalmente, vuelve de nuevo al bar hasta que chapen por supuesto.
3. En el quinto día no saldrás de casa. Levántate a las seis de la mañana, busca la copia VHS que tienes tirada por algún sitio con el film "El clan de los irlandeses" grabada de la tele del año del mimbre y céntrate (de forma ex profesa) en el papel principal interpretado por Sean Penn mientras intentas hacer un puzzle de dos mil piezas pero del revés (tratando de encajar las piezas por la parte contraria a la del dibujo)... Primordial no comer este día y, a pesar de la mala ostia in crescendo que sentirás durante todo el mismo, primordial también no dejar de intentar el puzzle ni de fijarte en lo que va haciendo el Penn. Se recomienda no acostarse antes de las cinco de la madrugada (y sin dejar, perse, en momento alguno de realizar las dos actividades señaladas).
4. Al día siguiente levántate cuando te salga de los huevos/as (según el caso) y márcate la madre de todos los almuerzos aunque sean las siete de la tarde... Como más partes porcinas grasientas y grasas saturadas (de cualquier tipo y en general) mejor. Imprescindible no bajar de la hora y media -mínimo- tragando como una mala bestia. Hora de recuperar el paquete escondido y dejarlo junto a un mechero y un cenicero (pequeños ambos a ser posible -es por un tema psicológico de miedo escénico y tal-) encima de la mesa. Recoge dicha mesa del atracón que te acabas de meter (tragaldabas !) y antes de regresar de la cocina hazte un cortado muy cargado y con mucho azúcar y sírvetelo en vaso de merienda (o taza gorda). Coge ahora un lápiz y un papel y traza la socorrida linea vertical central para hacer una lista de pros y contras de fumar o (dios nos libre) no... Al terminar arranca (con brusquedad, sin miedo) la parte de los "pros" y tras enrollarla te la comes a palo seco... no toques el café aún pero quítale el chivato (el plástico envolvente para profanos) al paquete. Coge entonces un sombrero del armario, una gabardina y unas gafas -de cualquier tipo- y con muuucha prudencia abre el paquete de tabaco (para nenazas, el que te compró el chuzo) y coge un cigarrillo y la lista con los "contras" que quedó en la mesa... leela en voz muy alta de pie y delante del espejo más grande que tengas en casa, enumerando cada una de las (equivocadas) razones que reza y marcando mucho las sílabas. Primera razón: te pones la gabardina; segunda razón: te pones el sombrero; tercera razón: te pones las gafas; cuarta razón: te pones el cigarrillo en la boca... Quinta razón:... Aaaah, ¿Qué? ¿Sorprendido verdad?... ¿A qué ha sido fácil?...tranquiiilo, que no nos pierdan las ansias ahora que ya rozamos el triunfo (ya lo encenderemos mañana). Ahora, vuelve a la mesa y, sin quitarte el cigarro de la boca (pero si el resto de atrezzo por aquello de que hacer el gilipollas de gratis es divertido solo hasta cierto punto), coge el mechero y quema el trozo de papel de los "contras" y mira pacientemente y sentado como desaparece...Tómate el café y a dormir... Vital: boca arriba y con el cigarrillo siempre en la boca.
5. Mañana del séptimo día. ¿Mala noche?, claro el puto café... Tira el papel con filtro roto que te cuelga de la boca (tampoco estaría de más limpiar la que has liado en la cama antes de que arraigue cacho guarro/a -y me refiero al interior del cigarro-) y ve a la cocina y hazte otro cortado exactamente igual que el del día anterior... y después otro... y otro... Al terminar el sexto y si lo has hecho todo bien hasta ahora deberías presentar el siguiente par de características preponderantes: un aspecto repugnante porqué si con las legañas y los ojos enrojecidos y tal por la falta de sobe, y un principio de taquicardia galopante al tocarte la parte torácica (acompañado de todo tipo de tembleques de lo más persistente y variado). Ánimo que casi lo tienes !. A continuación cómete cuatro naranjas (lo más grandes posible) del tirón, seguidas de 150 gr. de altramuces y, por último, un zumo de tomate -con una poca de pimienta- de un solo trago (y en vaso de tubo)... y trata de llegar al baño a tiempo campeón/a. Volviendo de tus desventuras escatológicas coge otro cigarro del paquete (te sorprenderás a ti mismo haciéndolo con una facilidad y calma impensables hace menos de una semana) y te lo pones en la boca y coges el mechero y... si si, el sudor frio, el mareo, lo sé lo sé, pero es AHORA... ES EL MOMENTO, TÚ MOMENTO... Estás hecho una auténtica mierda, de aspecto y salud... y todo por no fumar... ¿quieres ser un mindundi que hace puzzles del revés en pijama o quieres ser Sean Penn?, un actor que no para de fumar, un actor que se tiró a la novia de Forrest Gump, un actor que... que ahora que me fijo tiene más mierda de la que pensaba en su currículo... da igual, enciende el cigarro y aspira, cordero del señor (y de la Tabacalera S.A., en adelante), aspira como si te fuera la vida (que de hecho...)... Muy bien, tose tose, este/a es mi muchacha/o, y llora también qué cojones claro que si, tose y llora que es bueno...
6. Finalmente, tarde-noche del séptimo día, ya te has acabado (oh, gracias sean dadas al hacedor) tu primer cigarro... Ahora repetiremos la operación pero "tragándonos el humo". Es fácil, tranquilo. Es lo de antes pero reteniendo el humo al aspirar (como si te lo quisieras tragar), y no vale hacer trampas de retenerlo en la boca cerrada como hacen los niños de siete años (...cabrones !). Eso muy bien, si es que vas lanzado/da... Notarás que lo haces bien porque, además de la tos y el llanto, notarás un leve mareo... Pero es un mareo bueno, es un mareo de bienvenida, es un mareo que habre las ventanas grises de tu existencia hacia un nuevo amanecer... ¿Otro te fumas?, pues claro qué si, disfruta pataliebre que te lo has ganado... (ni que decir tiene que es de máxima importancia acabárselo -este tu primer paquete- del tirón...).
Y hasta aquí. Os desearía suerte a aquellos agobiados de la vida por no fumar que estén dispuestos a llevar a cabo el tratamiento pero, de verdad, no os hace falta... es infalible. Por último, recordad que, como bien señala siempre el Dr.Ciyo: si bien "fumar puede matar", también "puede no hacerlo".
(Special thanks: Sean Penn, Wayne Pinrels Sr., el Príncipe Felipe and, obviously, Chuck Potrancas for their constant inspiration)
Spoon “Transference” (2010): 1 - Before Destruction; 2 - Is Love Forever; 3 - The Mystery Zone; 4 - Who Makes Your Money; 5 - Written in Reverse; 6 - I Saw the Light; 7 - Trouble Comes Running; 8 - Goodnight Laura; 9 - Out Go the Lights; 10 - Got Nuffin; 11 - Nobody Gets Me But You.

No son precisamente unos chavalitos recién salidos del nido precisamente estos Spoon. Por decirlo de manera vulgar tienen los huevos pelados de hacer discos, y además cuentan con un par de reseñas sobresalientes como son “Girls can tell” (2001) y “Ga Ga Ga Ga Ga” (2007), el resto se mueve con facilidad en el notable, eso sí, según la prensa especializada porque yo no tenía la suerte de haberme topado antes con estos muchachos. La banda está formada por Britt Daniel (vocalista, guitarra), Jim Eno (batería), Rob Pope (bajo) y Eric Harvey (teclado, guitarra, percusión), y se caracterizan básicamente por su pop americano de melodías tarareables. Sí, es pop, por eso debe ser que no me había acercado a este grupo anteriormente. La excusa para hacerlo ahora es la aparición del que ya es su séptimo disco de estudio titulado “Transference”. Transference es bueno, es adictivo, es agradable de escuchar y los suficientemente interesante para que comience a mover el culo para rescatar sus dos mejores trabajos. Es un disco que gana con cada escucha, y la voz del tal Daniel, que por cierto es el creador de las canciones, es fantástica. El primer single lanzado es cojonudo, “Got Nuffin” tiene algo de rock indie de ese que le gusta tanto a Guzzest pero con una cierta inmediatez pop que suelen enganchar a Flush, pero por suerte no es la mejor del disco, ni tampoco es que represente fielmente su sonido. A veces pueden recordarte a Wilco, a veces como en “Trouble comes running” la esencia Who es demasiado evidente. El inicio del disco te puede llevar al huerto fácilmente, con “Before destruction”, “Is love forever?” y la popi “The Mystery Zone” que parece una tontería de canción pero está llena de pequeños detallitos que la hacen increíblemente buena. No quiero dejarme en el tintero la que tal vez sea la mejor canción del disco, “Written in reverse”, una maravilla que justifica por si sola la adquisición de este disco. Ah! Joder, se me olvidaba el delicioso pianito de “I saw the light”. Fantasbuloso!!!. Una cosa, según los entendidos este “Transference” es demasiado tranquilico y le falta algo de cohesión y mala uva, dicen que no hay color con sus dos obras magnas, pero si realmente es así, ya estoy tardando en hacerme con toda la discografía de Spoon sin olvidarme antes de flagelarme como penitencia por no haber descubierto antes a esta banda.
En el último festival de Glanstonbury había anunciado el bolo de un nuevo grupo del que no se sabía nada, curiosamente tenían un horario demasiado privilegiado para ser unos “Don Nadies” así que lógicamente tenían con la mosca detrás de la oreja a la mayoría del personal asistente. La banda llamada “The Hot Rats” ni tenía disco en las tiendas, ni tampoco había hecho ningún bolo anteriormente, al menos bajo ese nombre, claro. Como era pues posible ese enchufe festivalero? A quién se beneficiaban? Quienes eran esas ratas calenturientas? Pues nada más y nada menos que Gaz Coombes y Danny Goffey que no son otros que el líder y el batería de mi grupo favorito del Brit-pop, Supergrass. Estos dos pájaros junto al productor Nigel Godrich (de Radiohead, por ejemplo) se montan una nueva banda, no permanente claro, en la que se divierten un poquito haciendo versiones de sus grupos y canciones predilectas. Por lo leído el concierto fue de lo mejor del año, y la gente se lo pasó en grande. Resultado? Pues plasmar aquel show en un disco al que titularon “Turn Ons” que por supuesto ya tengo en mis manos. Qué divertido y disfrutable es el hijodeputa y qué buenos son estos tipos! Mecagoendiez!!!!.

The Hot Rats “Turn Ons” (2010): 1.- I Can't Stand It (The Velvet Underground); 2.- Big Sky (The Kinks); 3.- The Crystal Ship (The Doors); 4. - (You Gotta) Fight For Your Right (To Party!) (Beatie Boys); 5.- Damaged Goods (Gang Of Four); 6.- Love Is The Drug (Roxy Music); 7.- Bike (Pink Floyd);8.- Pump It Up (Elvis Costello); 9.- The Lovecats (The Cure); 10.- Queen Bitch (David Bowie); 11.- E.M.I. (Sex Pistols); 12.- Up The Junction (Squeeze).

Ya desde el primer corte uno se da cuenta que se lo va a pasar en grande. Y es que la versión que hacen de “I can´t stand it” del mejor Reed velvetiano es la repera, la reoca, la reostia, la repanocha ya que me pongo. Cojonuda. Y a partir de ese mismo instante llega una selección de canciones que no podría ni haber imaginado, parece que las haya escogido yo mismo, qué buen gusto tienen los cabrones. Ahí llega la excelente versión de The Kinks “Blue Sky”, o la impensable versión de “The Cristal Ship” de The Doors, para luego rematar con una magnífica pieza de Beatie Boys “(You Gotta) Fight For Your Right (To Party!)”. No hay palabras. La selección es apoteósica. Pero la versión de una de mis canciones favoritas de Roxy Music “Love is the drug” me enamora, me lleva al huerto y me hace disfrutar de lo lindo, ya no te digo ni te cuento lo de “Pump it up” del señor Costello, lo de The Cure con “The Lovecats” o “Queen Bitch” de Bowie. Por cierto, no estan todas la versiones que tocaron aquella noche, ni todas las que han grabado, sin ir más lejos ronda por ahí una versión de “Drive my car” de los Beatles que quita el hipo, pero bueno, de momento con este disco me conformo. Joder, qué discazo! Un discazo de versiones, sí, otro gran disco de versiones en unos pocos meses. El de Micah P. Hinson, el del maestro Peter Gabriel y ahora el de los Supergrass disfrazados de otra banda. Todos diferentes, todos estupendos. A disfrutar!!!

THE BUILDERS AND THE BUTCHERS
SALVATION IS A DEEP DARK WELL (2010)
DEVIL TOWN



THE BUILDERS AND THE BUTCHERS
SALVATION IS A DEEP DARK WELL (2010)
SHORT WAY HOME

Supongo que al igual que yo todos los fans de Lost no pudieron esperar y el mismo miércoles por el medio, legal o no, que fuese vieron el episodio doble que ofreció la tele yanquie. Qué se jodan los del Cuatro, menudos mamones que puentean a los del canal Fox, estos la verdad son unos mindundis de tres al cuarto. Primero en Fox, primero en Fox... me cago en to!, primero en Fox?, sí, pero diez minutos antes y porque los anormales del Hormiguero se extienden cantando la subnormalidad esa de canción lo que no te cuento. Además después de ver toda la serie en versión original y casi al mismo tiempo que al otro lado del charco no estaba yo, ni nadie, para esperarnos una semanita. Particularmente opté por la opción “series yonquis” sitio habitual, rápido y eficaz para ver series por la patilla, si es ilegal o no es un tema a discutir pero si acaso que le busquen las cosquillas al dueño de dicho antro y no a los consumidores, que al fin y al cabo somos unos pobres adictos. Bueno, no me enrollo más. Lo que quería decir es que ya no me acordaba lo buena que es la serie del tocomocho, como te lían los muy mamones, y creo yo que se están buscando una salida inteligente. Cuidado que ahora viene cuando os suelto un spoiler.... Eso de que funcione lo de la bomba, o no, y veamos el futuro de los protas llegando al aeropuerto y lo que les pasaría, está bien pensado. Pero si eso pasa, si es que pasa, quién cojones son los de la isla, se han desdoblado???, buaggh!! hijosdeputa!!! liantes!!!. Lo que no me mola a mi mucho es lo del tipo ese del templo, el Fumanchú, no me cuadra. Y lo de Locke me ha gustado, ahora no es él, es el amigo de Jacob que no ha durado ni un telediario, que a su vez es también el humo negro y no sé sabe porqué razón estaba retenido en la isla, como castigado, como en penitencia y vigilado por Jacob, pero ahora sin él, el tipo quiere volver a su hogar. Será el infierno?, el limbo?, otro planeta? Yo que sé lo que se inventarán. Y lo de Ben? Ahora es un secuaz regulero? No me jodáis.... Y si Locke es ahora el malo, que no es Locke, que es el “otro”, el puto árabe que ha resucitado es “Jacob”? O es Bin Laden? O Torrebruno? Eso sí sería la repera. Joder, pues nada. Que el doble episodio supo a poco, y que la serie tiene pinta de sorprendernos y de no caer en el topicazo, o eso esperamos todos. Ya tengo ganas que llegue el miércoles......
Qué majo es el Nicho a veces leñe... Sabiendo que uno es (muy) fan del Sr. Everett (o Eels, que es lo same), el tipo se las ingenió para mover sus contactos con la cia, el kgb, la interpol y el Betis (único organismo que me merece las mayúsculas del grupo) para llevarme al hospital, donde convalecía por una durísima operación de espalda que solo yo (y quizá Chuck Norris) puede tener arrestos de soportar en este planeta, el último disco del insigne barbudo fumador de puros: "end times". Rematando la faena el marciano, ya tocando las navidades y una vez "desherniao" (y en casita), al regalarme el libro autobiográfico de Mark. O. Everett titulado "Cosas que los nietos deberían saber" por mi trigésimo cuarto aniversario (detalle pergeñado en comándita con su enfermera favorita -algún día pondré un post incendiario a colación de este gremio, ya aviso- cómplice de los delitos diarios). Excelente y muchas graciacas (igual hasta te dejo el libro y todo).
Tras dejar "respirar" un poco al doble botín, llega la hora de valorar en mis modestas posibilidades (que de "modestas" solo tienen el quedar bien -al ser uno más chulo que un ocho verde pistacho y tal-) tanto disco como libro.

"Cosas que los nietos deberían saber"
Lo primero que me llamó la atención por motivos obvios es la solapilla exterior con las opiniones del Pete Townshend ("uno de los mejores libros jamás escritos por un artista") y de Rodrigo Fresán -autor del prólogo del artilugio- ("el mejor libro de autoayuda que no intenta ayudar a nadie pero que lo consigue casi sin proponérselo")... bueno, tampoco hay que hacer mucho caso, pienso para moi: uno es colega y el otro fan (y hay que vender la burra, no nos engañemos... solo faltaría que apareciera en la portada algo del tipo: "vaya bazofia te acabas de comprar colega" o "¿te sobran los cuartos, no?" -que igual así aún vendían más, que nunca se sabe con la de piraos que hay en este mundo-). En cualquier caso, al desplegar la vitola naranja -y de paso descubrir del todo la bonita portada con los pajaricos-, leo una breve intro sintetizando el contenido del libro (lo que sería la vida del pájaro protagonista), las fotos de las portadas de todos los discos "anguilaos" hasta fecha presente, un top-10 de "cosas que no sabías sobre la barba del cantante de Eels" (impresionante), una mera reseña donde se aprovecha para señalar la condición de amante de los perros -además de las aves- del tipo y, finalmente -al desplegar del todo el tema-, una espeluznante foto en b/n del susodicho con su perraco actual -supongo- que de verdad (pero de verdad) acojona lo que no está escrito. Metidos ya en harinas, desde el mismo prólogo se nos aconseja escuchar el inagotable "blinking lights..." (el, ahora, antepenúltimo elepé del barbas) a modo banda sonora para la lectura... Bueno, tampoco es mala idea pero lo cierto es cualquiera de los discos sirve para dicho propósito. En él hay momentos para todos los estados de ánimo, y aunque prolifera cierta sensación de tristeza en no pocos pasajes (la vida de este señor -por temas de pérdidas y relaciones familiares- no es como para descojonarse de la risa), su gran acierto es la absoluta falta de victimismo y/o fatalidad. No se pierde en afectismos ni tópicos de baratillo (nada en la dirección de "mirad que desgraciado soy, que ejemplo de autosuperación") y logra un tono distendido y altamente adictivo, que sabe ser completamente natural sin "ir de guays" ni vacilar para nadie ni nada y que, posiblemente lo mejor, agrada por si mismo (como vehículo, como libro vaya) más allá de si uno es seguidor de los Eels o no. A aquellos que ya sepan algo o bastante de la vida de Mr. E, eso si, se cargarán de nuevas razones para que el individuo les caiga todavía mejor. Desde luego el personaje es real, no impostado, y rezuma un carisma sin pretenderlo que lo hace entrañable a su modo tortuoso, peculiar y , en efecto, algo (beautiful) freak. En lo que si estoy de acuerdo con el Sr. Fresán desde su prólogo es en que la vida de Everett -ya ahora- sería una historia perfecta para que la dirigiera Wes Anderson (en su mejor versión -la de las dos primeras pelis-, añadiría yo). Y aquí lo dejo, no entro en detalles pero, aunque diox me libre de ir por los sitios recomendando libros sobre todo sin conocer nada -o poco- de la persona a la que te diriges, si creo que, por la agilidad narrativa y genuidad (nadie como uno mismo para contarte su historia) que atesora, se hace susceptible de ser devorado por cualquiera que le hinque el diente sin problema (yo ya me lo he leído de principio a fin y sin descanso en un par de ocasiones y creo que, antes de pasárselo al Nicho, conseguiré el hat-trick) .
"End times"
Se confirman las sospechas... Tras el subidón del "Hombre lobo" llega la calma con un disco bastante más reposado y menos explosivo (aunque tan acojonante como cabe esperar... como siempre). Otro gran trabajo a sumar a una colección de la que ya hace tiempo que aprendí que liarse a hacer rankings es tirar el tiempo de forma chorras y gratuita. Más tranquilo este "end times", si, pero (cuidao) también se debe señalar que al igual que el anterior no es "solo caña" este no es "solo calma"... "Gone man", "paradise blues" y "unhinged" tienen las guitarritas necesarias para constar en cualquier "pout-pourri animado" de los Eels (la primera con su obvia guitarra "beatlelera" tiene una pinta single -lo sea o no- que no puede con ella). Mencionar también que hay un par de pistas muy breves con trampa que funcionan como nexo entre canciones sin serlo ellas ("apple trees" y "high and lonesome") pero que ayudan (más) al "man called E" a apuntalar mejor lo que pretende generar en términos globales cuando busca ex profeso discursos menos eléctricos (recurso de su agrado ya empleado en "electro-shock blues" y "blinking lights..."). Por lo demás, festival folkie pseudoacústico y con breves destellos poperos (mediante órganos, pianitos o lo que toque) que nos devuelve al inmenso y ya mentado "electro-shock" a todos los fans... y más que nunca: "nowadays", "in my younger days", "end times", "little bird", la inicial "the beginning" y alguna más que se queda pal tintero, son la (tercera) cara perdida de aquella impagable burrada de segundo elepé de los Eels. Mi favorita eso si, y sin duda, es "mansions of Los Feliz" que ya me la imagino abriendo la peli del Wes Anderson... El octavo trabajo indispensable de los ocho discos de estudio editados hasta día de hoy por Mark. O Everett -bajo el pseudónimo Eels- para sus incondicionales (como el que suscribe, que soy fan hasta el punto de dejarme también las barbas lo más ralas que pueda y que, actualmente, siguiendo al gurú he empezado a fumar puritos en vez de cigarros). No podía empezar mejor este 2010 musicalmente hablando para mi (renovadas gracias al -últimamente irascible en general- Nicho y de rebote al Gramófono).

Pd. "pusimos Eels de nombre para que la gente nos encontrara en las tiendas a continuación de los dos discos en solitario -tiene dos discos previos firmados sencillamente como E: "a man called E" y "broken toy shop"-, pero la cagamos porque no tuvimos en cuenta a los Earth, wind & fire ni a los Eagles...".
A veces la gente es injusta, otras es ignorante. Peter Brian Gabriel es sin duda alguna uno de los grandes del rock, de la música en general. Es una mente inquieta que en su juventud fue alguien avanzado a su tiempo, un músico lleno de inquietudes al que no le costaba mucho innovar y mucho menos descolocar al personal y provocar al gentío. Aquella magnífica formación que él mismo formó y capitaneó llamada Genesis ha sido ninguneada por crítica y más aún por el público modernito, el gafapastil por ser más concreto que le come la polla a Reed y a Bowie a dos manos, comen donde cagan los Pink Floyd y beben la lluvia dorada de Brian Wilson. Aquel grupo era inquietante, provocador, excitante. Era una puta maravilla de rock, rock llamado por aquel tiempo progresivo, pero rock al fin y al cabo que terminó a lo grande con el discazo “The Lamb Lies Down on Broadway”, un clásico nikochiano de los que quitan el sueño que debería estar siempre entre los 50 mejores discos de todos los tiempos, cosa que no es moco de pavo. Genesis siguió sin él, y con Phill Collins como cabeza visible dejando la batería por el micrófono consiguieron quitarse la etiqueta de “freaks” y olvidar los shows en directo de Gabriel que como muy poco se rapaba la cabeza en directo o salía con una cabeza gigante a lo hombre elefante, para volverse un grupo de rock comercial, de hits eternos que son los que han dado una imagen equivocada de Genesis. Bueno, hay dos Genesis bien diferentes, el de Gabriel y el de Collins. A partir de ese momento y libre de ataduras Gabriel toma el camino en solitario con una magnífica carrera enlazando desde 1977 a 1986 una serie de discazos imprescindibles. A partir de ese momento su nivel de creatividad comienza a menguar, es atrapado como otros tantos de su generación por la World Music, y casi más produce que canta, cayendo en el olvido de muchos. Pero Gabriel no estaba muerto no, no, y no estaba muerto, no. Estaba de parranda. Prueba de ello es el excelente disco que ha despachado este año, un disco de versiones, sí, pero qué versiones!.

“Scratch my back” (2010): 1.- Heroes (David Bowie); 2.- The Boy In The Bubble (Paul Simon); 3.- Mirrorball (Elbow); 4.- Flume (Bon Iver); 5.- Listening Wind (Talking Heads); 6.- The Power Of The Heart (Lou Reed); 7.- My Body Is A Cage’ (Arcade Fire); 8.- The Book Of Love (The Magnetic Fields); 9.- I Think It’s Going To Rain Today (Randy Newman); 10.- Apres Moi (Regina Spektor); 11.- Philadelphia (Neil Young); 12.- Street Spirit (Radiohead).

La vuelta a lo grande de Gabriel no ha sido con material propio, se ha decantado por un disco de versiones aunque cualquiera diría lo contrario. La selección es bien curiosa y en ningún momento pretende copiar o dar más de lo mismo, pues la canciones escogidas ya son tremendas por ellas mismas. Gabriel coge este grupo de canciones, les da la vuelta, las desnuda, y se da un revolcón extenuante con ellas para devolvérnoslas con una delicadeza sorprendente. Nada de batería, sólo piano y la increíble e inolvidable voz de Peter Gabriel, un Gabriel que como un profesor de primaria a la vieja usanza les da una colleja a los Vampire Weekend por haber sido tan poco educados con él y creerse la repanocha cuando no son más que una medianía al uso al lado de Gabriel o Byrne. Tremendas son las versiones que hace del “Heroes” de Bowie o de “The boy in the bubble” de Paul Simon, pero no bebe sólo de clásicos, se atreve también con “Flume” de Bon Iver o “My body is a cage” de los brutales Arcade Fire y las hace suyas sin despeinarse. En definitiva un disco curioso de versiones, de notable alto que nos sirve de excusa para recuperar al bueno de Gabriel y repasar a toda la troupe que versiona. Discazo.
Curiosa leyenda la de los Feelies estos. Reivindicados por el Ruta 66 por lo menos una vez al año desde tiempos inmemoriables son un caso de esos (raros raros) de banda de muy putísima madre implacablemente ninguneada por la historia. A día de hoy, por cierto, están atrac... (perdón) paseando sus logros de antaño por los sitios (a lo Pixies) tras la insistencia de una serie de gentes (con Thurston y cia. a la cabeza) por devolverlos a las tablas... pos vale. Volviendo a lo que nos ocupa, me toca explicar la no-aparición de estos tipos en la relación de bandas indie rock (que no pop -y menos por lo que hoy se entiende del mismo-) perpetrada por mí hace unos días en este (ya bastante curtido por el tiempo) lugar. Los podría haber metido de rasquis, si, dado que tres de sus cuatro discos (todos altamente recomendables, por cierto -sobretodo el tercero "only life", para mí-) se presentaron en el segundo lustro ochentero o bien (caso del último) recién estrenados los 90. Pero, cachís, hubiera sido algo incorrecto, algo así como hacerse trampas al solitario (que se dice). Su disco más aplaudido por la crítica "crazy rhythms" (aunque a mí, que insisto me parecen todos la ostia de buenos, no le veo nada por encima del cojonudísimo nivel general, quizá al revés mira que te digo) es de 1980 y se empareja más con por ejemplo los Violent Femmes (otros que tal calzan pero esos, en base a mis gustos, solo por su primer, homónimo e inconmensurable estreno -que poseo en rutilante vinilo, gracias sean dadas al hacedor-) que con toda la retahíla de referencias que mentaba hace pocos días. Además, por motivos obvios por el tema cronológico, sus influencias más inmediatas (y próximas en el tiempo) en ese primer trabajo transpiran a sus anchas por toda la duración del álbum (new wave con leves brochazos punk en su vertiente melódica del más alto postín -y de ambos lados- con especial deleitación por el Sr. Richman, el Sr.Byrne, y el disquito de marras de Verlaine y cia. -con, obvio por esto último, alguna que otra jocosa escapada hacía Reed que no te la saltas-).Versiones de Beatles y Stones a sumar, y ya tenemos a un "crazy rhythms" y a unos The Feelies que verá/n añadida la coletilla "de culto" en cualquier texto donde se les mencione y pa los restos. La putada, de cara a la historia, es que nunca se les perdonó (por lo visto) los seis añazos que dejaron transcurrir entre el primer y el segundo disco... lástima, porque lo de estos no tiene desperdicio que valga. En definitiva, de no haberlo hecho ya todos los fans en mayor o menor grado de Talking Heads, Modern Lovers y Lou Reed (entre otros) se lo pasaran como enanos con estos The Feelies (de los que ya pueden ir agenciándose lo que sea y a ciegas). Junto a los (anteriores) Groovies uno de los secretos mejor guardados que desde hace la tira -por su machacona pero más que excusable insistencia- debo agradecerle a los sres. Julià, Gonzalo y compañía.
(Pongo, en efecto, la portada de mi elepé favorito de la formación por no poner la de "crazy..." como hacen en todas partes.)
DISCOGRAFÍA "SENTÍA":
-"Crazy rhythms" (1980)
-"The good earth" (1986)
-"Only life" (1988)
-"Time for a witness" (1991)

La primera incursión de Guillermo del Toro (junto a Chuk Hogan claro, ya que este libro se hizo a cuatro manos) en la literatura está siendo todo un éxito de ventas, vamos que el mejicanito está haciendo caja. Ayer acabé su libro “Nocturna” que forma parte de una trilogía llamada “la trilogía de la noche” en la que encontramos la propia Nocturna, Oscura y Eterna. Estas dos últimas novelas aparecerán durante 2010 y 2011 respectivamente. No soy un especialista en literatura, no soy un lector habitual, y juzgar así a la babalá este libro me parece algo pretencioso. Por un lado hay una vertiente de gente que da palmaditas en la espalda a Guillermo, hay otros en cambio que lo ponen de vuelta y media, a estos últimos no les falta razón pues la historia que es vendida como un clásico instantáneo de la literatura vampírica no lo es tal, ya que Guillermo que es un viejo zorro coge cosas de aquí y de allá, se nota que al tipo le chifla el terror, para hacernos un remix de varias buenas historias y poner al día la vieja historia del conde Drácula. No llega en barco, viene en avión. No muerde a muchachitas sino que intenta comerse a todo quisqui, los convierte, los infecta. Así pues tenemos a “infectados” en vez de vampiros, una especie de zombies chupasangre. Luego hay historias secundarias típicas, viejas rencillas entre un anciano y el vampiro, el ayudante humano del vampiro, y toda la traca de personajes típicos, además de mucha sangre, mucha, mucha. Todo esto a un buen ritmo, con una historia entretenida y una traducción algo extraña, en definitiva todo pensado para llevar al cine a la criatura. Cosa creo yo clarísima. Así pues estamos ante una mezcla de guión y de novela, interesante al fin y al cabo que no tardaremos en ver en la gran pantalla. Si dirige Guillermo y cuanta con su gente de efectos especiales habitual la cosa promete. A mi el libro me ha gustado, pero ya digo no soy muy fiable en cuanto a crítica literaria, a “Nocturna” hay que tomársela como la antesala de una trilogía de vampiros que llevará Del Toro al cine y de la que tenemos un avance en formato clásico. Entretenido, interesante y en algún momento terrorífico, pero desde luego no hablamos de un clásico del terror, más bien de un refrito estupendo. Ya veremos como avanza la historia en “Oscura”. Mientras tanto espero ansiosamente la versión del “Hobbit” para el cine que dirige Del Toro y produce Jackson, ya queda poquito, y la cosa promete.
Mi acercamiento casi obsesivo por los banjos, ukeleles, contrabajos, órganos y mandolinas que suelen aparecer en la música country-americana sigue creciendo y creciendo. Esta vez la aparición de un grupo de Portland que lleva por nombre “The Builders and the butchers” es el detonante de que sigua empeñado en ese sonido que coge un poquito del blues, del rock sureño, de la americana, del gospel y los sonidos fronterizos, del (dead) country, del folk más clásico y de un sonido, esta vez, algo gótico que hace que sean etiquetables en lo que los expertos llaman Southern gothic. A mi eso de las etiquetas me la pela bastante pero tengo que reconocer que últimamente lo que a mi me gusta y lo que creo que tiene más calidad se mueve en ese sentido. El jefe de todo este cotarro proviene de Alaska y se llama Ryan Sollee, es el compositor, guitarra y cantante del grupo, además está acompañado de Alex Ellis al bajo, Ray Rude que es percusionista y organista, Paul Seely a la batería, y Harvey Tumbleson que se encarga del banjo y la mandolina. Todos ellos debutaron en 2007 con un disco que pasó inadvertido hasta que a finales del 2009 principios del 2010 ha llegado su auténtica carta de presentación bajo el nombre de “Salvation is a deep dark well” que cuenta con la ayuda de Chris Funk como productor y haciendo algunas voces, y que a muchos os sonará por formar parte de los Decemberist y ser productor de otra de mis debilidades, Langhorne Slim.

The Builders and the Butchers: “Salvation is a deep dark well” (2010): 1.- Golden And Green; 2.- Devil Town; 3.- Short Way Home; 4.- Barcelona; 5.- Hands Like Roots; 6.- Down In The Hole; 7.- Raise Up Your Weary Hands; 8.- Vampire Lake; 9.- The Wind Has Come; 10.- In The Branches; 11.- The World Is A Top.
El disco se caracteriza por ese sonido plagado de instrumentos que encajan perfectamente, por ese country espectral tabernero, esa voz demoníaca, y unas letras oscuras y contundentes. La verdad es que Sollee es todo un descubrimiento para mi, gracias al Ruta66, pues llegó a mis oídos por haber sido disco del mes en la revistita de turno. Y no, no se equivocaron. El disco comienza con la espectacular “Golden and green” que te mete directamente en el universo del grupo, y la cosa solo puede mejorar con “Devil town” que me lleva irremediablemente al huerto. A todo esto llega “Short way home” que es sin duda una de las mejores del disco y que deja en evidencia lo que me gusta escuchar en estos momentos, y para rematar un inicio de disco descomunal aparece “Barcelona” para hacerme disfrutar como un loco, qué buena es la condenada. Pero vamos, que todo el disco está a un nivel descomunal y no voy a ir alabando canción por canción porque me parece absurdo, todo el disco es para acojonarse. Eso sí, ojito con “Down in this hole” y “Vampire lake” que son la monda lironda. Así pues os recomiendo el disco “Salvation is a deep dark well” de los constructores y carniceros, un discazo de tomo y lomo que dará que hablar por su colección de canciones y hasta por su portada descomunal. Por ahora de lo mejorcito del año.