SINOPSIS: Walter Davis es un ejecutivo adicto al trabajo que dedica muy poco tiempo a su vida privada. Un día necesita una acompañante para ir a una cena de negocios con un cliente japonés, y su hermano le propone ir acompañado de Nadia, una chica nueva en la ciudad.
Puede que a muchos os extrañe que un film en el que aparecen una jovencísima y sensual Kim Bassinger que nos había provocado tremperas inolvidables con “9 semanas y media” justo un año antes, y Bruce Willis que abandonaba la mítica “Luz de luna” para enfrascarse en una comedia alocada antes de convertirse en un héroe de acción en “Die Hard”, sin olvidarme de la magistral interpretación de John Larroquette, la música de Henry Mancini y la dirección de Blake Edwards autor de “Breakfast at Tiffany's”, “The Pink Panther” y “The Party”, sea una enorme, delirante y acojonante kutranga. Puede que os extrañe, pero lo es. “Cita a ciegas” tiene todos los condimentos que caracterizaban a la comedia alocada de los ochenta, pero tiene también ese toque de clase y distinción que suele aportar Edwards, tiene momentos inolvidables, secuencias que te hacen reír sin parar, y un guión de los más enredado posible. Pero es un film regulero, eso es tan claro, regulero y cachondísimo, es de esos films que se te quedan grabados para siempre y que mitificas mientras te imaginas viéndolo en casa con 12 años delante del televisor Saba y el video VHS una tarde de domigo. Qué se le puede pedir más a la vida a esa edad?. Palomitas, claro. La cosa está clara pues hablamos de una película regulera, con actores de calidad haciendo el tonto y un guión lleno de sorpresas que conforman una comedia ochentera que habré visto un millón de veces y que siempre me hace reír, siempre. Aunque Edwards intenta emular o seguir el hilo de la obra maestra de Scorsese editada en 1985 “After Hours” eso sólo hace confirmar que no está al nivel y que es una kutranga impresionante, no por eso hay que dejar de verla, y además, me imagino una sesión doble en el ya desaparecido cine Dante con “Cita a ciegas” y luego con “Jo!, que noche”. Tremendo, no?
Pues mira que voy a estar de acuerdo... Al principio me ha fastidiao un poco lo de Edwards relacionado con el término "kutrangas", pero después te vas acordando de la peli y, es verdad: aunque te puedes pegar alguna buena risa el tufillo chorra-ochentero no se lo salta un quillaco en vespa.
ResponderEliminarLo que nos lleva al debate: ¿no estaría Edwars un poco sobrevalorado?... Ya me contesto yo que así seguro que para mí que tengo razón: hombre, por un lado soy fan a muerte de las pelis con Sellers ("no se me escapa nada, por eso mismo he fracasado donde tantos otros han triunfado"), pero por otro la del "Desayuno..." siempre me ha parecido un pollo hinchado y sobredimensionado hasta la extenuación... Sin embargo, y en definitiva, la respuesta sería "no"... Por muchas regulerías y saldos en su haber (que son legión), "Days of wine and roses" es demasiado enorme la cabrona.