EL HAT TRICK (INSALTABLE) DE LOS SEBADOH

Hora de adentrarse más en la obra del Lou Barlow post-Dinosaur Jr, esto es: Sebadoh. Banda destacada que lo fue del indie rock yanqui (o no), como ya (re)ponía en el blog hace pocos días y encabible dentro de esa retahíla de bandas tan de mi agrado que hicieron el agosto en el segundo lustro ochentero o el primero noventero (después ya se jodió, para mi, el invento: el brit pop, el skate punk, la electrónica, los hypes, los modernitos revivalistas de toda índole que parte de la crítica quiere hacer pasar por dios sabe qué, etc...). El sonido habitual de los Sebadoh para los puestos en la materia sería una mezcla muy atinada de los Guided by Voices y Pavement (aunque estos segundos son algo -poco- posteriores en el tiempo, es solo para señalar a que suenan los creadores de "Bakesale"). Se podría definir como una especie de folk-punk sin concesiones a la sobreproducción (o con las mínimas) y que se muestra orgulloso de su condición garajera y de su aspereza (y señalando que son, quizá, menos cañeros de lo que cabe esperar por la definición, pero cuadra todo cuando llevas tres o cuatro canciones) . Por lo demás, es habitual que te metan dios y la madre de canciones en cada elepé, lo que, y atendiendo a la disparidad de estilos que pueden ejecutar sin salirse del corral, convierte sus discos en una auténtica montaña rusa lo-fi de la que siempre se puede extraer "una nueva canción favorita" a casi cada escucha.Es, obviamente, una banda que me gusta cosa mala y que hace más de tres lustros que disfruto. Desgraciadamente (o no) Barlow se perdió en otros proyectos paralelos y desde el 99 que no ha aparecido nuevo material de estudio de Sebadoh (y es verdad que no era él solo, habían dos tipos más, pero tampoco conviene engañarse esto vivió por, de y para Lou Barlow -y a pesar de los notorios esfuerzos, algunos tremendos, de Loewenstein-). Hay tres discos en su carrera que (creo) son de obligado peaje para los fans de este tipo de discursos: "III", "Bakesale" y "Harmacy". Hay quien sumaría el también notable "bubble & scrape" o incluso "Sebadoh vs. Helmet", por aquello de que incluye "brand new love" -lo más parecido a un hit al uso que se le puede encontrar al combo-, y no sería yo quien se lo discutiese... Sin embargo, personalmente me quedo con los otros tres sin desmerecer en absoluto lo demás (sobre todo "bubble...")., ni que sea porque hace demasiados años que los tengo en un pedestal y,... como para quitarlos ahora.

"III" (1991). Puse lo de "insaltable" entre paréntesis en el título por este álbum, ya que no es tan rotundo en calidad como los otros dos, no lo negaré, pero cuenta con el "efecto cariño" de los seguidores, y eso es algo de lo que cuesta desprenderse a la brava....Un disco perfecto para alternar con el (indispensable) primer álbum de Pavement ("Slanted & enchanted", 92) que es, a su manera, una especie de "disco de estilo" de Sebadoh. La historia cuenta que tras un par de primeros álbumes que no son sino una colección de demos (no demasiado camufladas) y poco más, con "III" estamos ante el primer elepé auténtico y de facto del grupo. Veintitrés pistas, empezando por "the freed pig" animada canción que define a la perfección el estilo natural de la banda, la morrocotuda jam inferior al minuto de "sickles and hammers" (versioneando a los Minutemen de Watt) y "total peace" que refleja la otra cara del asunto (el lado pseudofolkie en el que se nota que Barlow -ahora guitarrista y fuera del bajo "jurásico"- tiene algunas inquietudes menos eléctricas o incendiarias, de base, que su antiguo -y actual desde el 2006- socio, Mascis). Esas tres canciones delimitan de alguna manera, insisto, lo que a grandes rasgos cabe esperar de Sebadoh: canciones vivarachas y directas de las de bajo, guitarra, bateria y para la casa (contundentes, sin escatimar velocidad pero sin abusar de voltaje), algún momento punkie desatado (con o sin overdubs en forma de tormenta eléctrica), y canciones más reposadas y acústicas que contrastan con lo anterior (más -sobre todo en los primeros trabajos- alguna que otra breve fricada esporádica fuera de guión, tan propia de algunas de aquellas bandas avezadas en mayor o menor grado a la "baja fidelidad" -para la ocasión en "III", destacan especialmente en dicho sentido la tripleta seguida compuesta por "rockstar", "downmind" y "renaissance man"-). En definitiva un buen disco de indie rock que aunque lejos de lo que estaba por venir (como veremos en seguida), maxime por su tensada (ex profeso) variedad, dejó bien marcadas las bases de lo que se proponían Barlow y cia.

"Bakesale" (1994). Con este "lo petaron", que se dice ahora. El primer disco que escuché de Sebadoh (¿quince años han pasado?... cagonlaputa !), y a parte de ser mi favorito de largo de los tipos, ocupa un puesto de honor en esta mandanga del indie rock yanqui que tanto me gusta (ajena a, o muy por encima para mí de nirvanas, pumpkins y demás jerigonzas noventeras de mtv -visto hoy en perspectiva- y que suelo ubicar -ya lo he escrito otras veces- desde el "let it be" de los Replacements del 85 y durante más o menos la década que le sucede). Aquí Sebadoh se deja de las fricadas que antes mentaba, se ponen serios y cuadran quince canciones de una personalidad a tener (muy) en cuenta. Han madurado lo indecible y muy rápido. Canciones como "together or alone", "not to amussed" o -mi perdición- "skull", con ese tocarlas como al descuido y siendo a su vez unas canciones la reostia de buenas es la mejor y más rápida manera de quedarte prendado de Sebadoh para los restos si conectas con el estilo. También hay muchas canciones animadas (son mayoría de hecho) en la linea de "the freed pig" del disco que comentaba anteriormente (la diferencia es que aquí son todas igual de buenas sino mejores que la propia "the freed pig"...). Discazo, todo un "clásico guzzero", que te acaba venciendo por inevitable erosión y su contundente honestidad.


"Harmacy" (1996). Otro que déjalo ir...Supongo que un fan de la banda me podría discutir que "III" no está al nivel de "bubble & scrape" puestos a señalar tres discos de la formación (y según como hasta podría estar de acuerdo), donde no discutiríamos un pijo es en que la aparición del anterior o "Harmacy" es innegociable. Barlow se parte a medias definitivamente la autoría de temas con su colega Jason Loewenstein (el otro peso pesado a la hora de componer, y con una marcada tendencia algo más ruidista -a lo Mudhoney pero sin acabar de descantillarse del todo por lo general, ahí está la sugerente "nothing like you"-), y logran una especie de "bakesale 2 " pero a base de temas más directos. La habitual (ya) cadencia más reposada de Barlow se contrasta con la tralla de su compañero para acabar de conjurar su (posiblemente) álbum más accesible de cara a las primeras escuchas (¿a ver quién coño se aburre con esto?), sin olvidar nunca de quien hablamos, claro. Sebadoh no habían sonado nunca tan abiertamente punkies como en "crystal gypsy", "mind reader", o "love to fight" (entre alguna otra, como por ejemplo la combativa versión de los punkies ochenteros The Bags que cierra el disco con "i smell a rat"), lo que se agradece de veras por la mayor variedad a considerar. Pero sin cancionacas más cercanas a su discurso habitual como "ocean", "willing to wait", "too pure", la ya mencionada "nothing like you" o (entre otras) la inicial "on fire", la cosa no hubiera funcionado tan bien (ni que decir).


Y se acabó por hoy. Indico por última vez (para completistas) que "Bubble & scrape" (93) es como mínimo tan apetecible como "III" y poco tiene que envidiar (aunque algo si) a "Harmacy", y que su "no-inclusión" se debe mayoritariamente al órden en que yo los fui escuchando y la relación mantenida con los discos (este lo escuché mucho más tarde que los otros tres y por ello mismo y al ser yo algo más viejuno la cosa fue más "vaya, otro disco de puta madre de estos", en vez de un flipar continuo por la novedad -entonces- del concepto rockero de la banda).

En capítulos posteriores veremos como le fue a Barlow con su siguiente e inferior proyecto inmediato (o al unísono) que si bien no alcanzó el nivel, como formación consolidada, de Sebadoh (que por cierto y hasta donde sé no se han llegado a separar oficialmente) si dejó un disquito para la historia de agárrate y no te menees... Francamente, se tiene que estar algo pirado si te gusta el mundillo éste del rock underground yanqui de mayor solera de años a (con sus múltiples variaciones poperas, punkies o folkeras) y te pierdes un peazo de disco como el "Dare to be surprised" de The Folk Implossion (que para mí no tienen nada más a destacar pero... "ahí queda eso" con este).
(pd. interesados visiten "Ociópolis" -sito en la lista del lateral del blog y, si, me estoy autopromocionando, ¿qué pasa?- y no dejen de echar un ojo al primer -y solo al primer- comment de este mismo post si eso... que hay mucho cabrito discotequero suelto.)

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