The Builders and the Butchers: Salvation is a deep dark well

Mi acercamiento casi obsesivo por los banjos, ukeleles, contrabajos, órganos y mandolinas que suelen aparecer en la música country-americana sigue creciendo y creciendo. Esta vez la aparición de un grupo de Portland que lleva por nombre “The Builders and the butchers” es el detonante de que sigua empeñado en ese sonido que coge un poquito del blues, del rock sureño, de la americana, del gospel y los sonidos fronterizos, del (dead) country, del folk más clásico y de un sonido, esta vez, algo gótico que hace que sean etiquetables en lo que los expertos llaman Southern gothic. A mi eso de las etiquetas me la pela bastante pero tengo que reconocer que últimamente lo que a mi me gusta y lo que creo que tiene más calidad se mueve en ese sentido. El jefe de todo este cotarro proviene de Alaska y se llama Ryan Sollee, es el compositor, guitarra y cantante del grupo, además está acompañado de Alex Ellis al bajo, Ray Rude que es percusionista y organista, Paul Seely a la batería, y Harvey Tumbleson que se encarga del banjo y la mandolina. Todos ellos debutaron en 2007 con un disco que pasó inadvertido hasta que a finales del 2009 principios del 2010 ha llegado su auténtica carta de presentación bajo el nombre de “Salvation is a deep dark well” que cuenta con la ayuda de Chris Funk como productor y haciendo algunas voces, y que a muchos os sonará por formar parte de los Decemberist y ser productor de otra de mis debilidades, Langhorne Slim.

The Builders and the Butchers: “Salvation is a deep dark well” (2010): 1.- Golden And Green; 2.- Devil Town; 3.- Short Way Home; 4.- Barcelona; 5.- Hands Like Roots; 6.- Down In The Hole; 7.- Raise Up Your Weary Hands; 8.- Vampire Lake; 9.- The Wind Has Come; 10.- In The Branches; 11.- The World Is A Top.
El disco se caracteriza por ese sonido plagado de instrumentos que encajan perfectamente, por ese country espectral tabernero, esa voz demoníaca, y unas letras oscuras y contundentes. La verdad es que Sollee es todo un descubrimiento para mi, gracias al Ruta66, pues llegó a mis oídos por haber sido disco del mes en la revistita de turno. Y no, no se equivocaron. El disco comienza con la espectacular “Golden and green” que te mete directamente en el universo del grupo, y la cosa solo puede mejorar con “Devil town” que me lleva irremediablemente al huerto. A todo esto llega “Short way home” que es sin duda una de las mejores del disco y que deja en evidencia lo que me gusta escuchar en estos momentos, y para rematar un inicio de disco descomunal aparece “Barcelona” para hacerme disfrutar como un loco, qué buena es la condenada. Pero vamos, que todo el disco está a un nivel descomunal y no voy a ir alabando canción por canción porque me parece absurdo, todo el disco es para acojonarse. Eso sí, ojito con “Down in this hole” y “Vampire lake” que son la monda lironda. Así pues os recomiendo el disco “Salvation is a deep dark well” de los constructores y carniceros, un discazo de tomo y lomo que dará que hablar por su colección de canciones y hasta por su portada descomunal. Por ahora de lo mejorcito del año.

1 comentario:

  1. Gran disco. En el Ruta 66 del mes de enero hay una reseña destacable sobre este disco.

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