DR DOG/ BE THE VOID (2012)/ THESE DAYS


Mis gustos musicales son más bien clásicos, eso ya lo sabréis si me visitáis de vez en cuando. Mi debilidad por Beatles, Stones, Who y Kinks es obvia, sólo con la música de esas grandes bandas, las mejores, ya podría darme por satisfecho pero claro hay más, mucho más, y mirando atrás hay infinidad de grupos, discos, canciones sensacionales, maravillosas, POMS que disfruto y que aún estoy por descubrir. De las bandas nuevas, de las últimas.... pues aunque no sea verdaderamente nueva, para mi gusto Wilco es la mejor banda de rock de los últimos 20 años. Sí, lo digo así, sin pelos en la lengua, lo grito a pechopalomo, y me reafirmo las veces que haga falta. Son sensacionales desde "AM" a "The Whole Love" pasando por sus discos con Billy Bragg. Lujo, perfección y un directo que quita el hipo. Y bueno, no había tenido la sensación de estar ante una banda que me excitase de esa manera hasta que conocí a Dr Dog. Los de Pensilvania me tienen robado el corazón, tienen todas las características para que los adore, y luego claro, tienen temazos y discazos y además para que aún los adore y los venere más siguen estando casi en la sombra, siguen siendo una banda de minorías y sinceramente espero que continúen así, pero que continúen juntos dándonos discazos acojonantes pues hasta ahora no tienen ni un disco que baje del sobresaliente, cito algunos (bueno, casi todos): Easy Beat, We all belong, Fate, Shame shame, Be the void, B room.... y espero su siguiente entrega, antes, han decidido entregarnos un directo oficial, cosa que me escamó al principio porque aunque no he tenido la suerte de verlos en directo si he visto actuaciones suyas en dvd y por otros métodos y no son Wilco, Wilco es la perfección y ellos, los Dr Dog no son perfectos aunque su pasión es inigualable. Su directo lleva el nombre de "Live at a Flamingo Hotel" y recoge una buena selección de su cancionero, alternando como siempre el liderazgo vocal entre Toby Leaman (es el bajista) y Scott McMicken (el guitarra). 19 canciones en dos discos, con joyas como: these days, That old black hole, heart it races, the truth, Jackie wants a black eye, Heavy light, Worst trip, Shadow people... y más y más.... . Disco para fans de Dr Dog, directo sensacional que espero sirva de tentempié hasta la llegada de su nuevo álbum que según mis informaciones se está acabando de mezclar, espero que la espera no se me haga demasiado larga.
Siempre me han parecido una tomadura de pelo las trilogías programadas para vaciarnos los bolsillos, en el cine ya es habitual y en la literatura comienza a serlo. Nada malo si esas trilogías hace años que están escritas..., y acabadas. Lo malo, es que esas trilogías o incluso sagas sigan con vida y no llegue nunca el siguiente episodio, la siguiente novela... Ejemplos? miles pero el más tocapelotas es el de "Juego de tronos", lo de George RR Martin es tremendo... y en eso de las sagas fantásticas tiene alumnos aventajados. El que más, el que al menos más me gusta es Patrick Rothfuss que me tiene a la espera del último capítulo de la "Crónica del asesino de reyes", de momento encontramos en las librerías las dos primeras novelas: "El temor de un hombre sabio" y "El nombre del viento", ambas novelas son sensacionales, fantasía pura y dura que se lee con agilidad y pasión, devorarás sus páginas y querrás más y más pero para leer "Las puertas de piedra" aún nos quedan unos cuantos meses e incluso uno o dos años, tal vez por eso Rothfuss ha entregado un spin off... la historia, o minihistoria de uno de sus personajes más misteriosos, aunque para seros sincero no es ni mucho menos el más interesante. Y ojo! que Rothfuss avisa en el prólogo que si no has leído antes sus libros no empieces por aquí porque lo dejarás en la página tres. Para leer este libro tienes que haber leído los otros, te tienen que haber apasionado, tienes que haber entrado en el mundo de Kvothe, el de las palabras, el de los nombres correctos y perfectos, el de los objetos en el caso que nos ocupa, el de la Subrealidad. A Auri la conocimos pero en realidad sabíamos muy pocas cosas sobre ella, ahora ya sé más pero tampoco penséis que mucho más. El libro carece prácticamente de estructura, al menos como en las otras novelas, tiene más pinta de diario que de novela, para nada penséis que es una continuación, más bien es un anexo inusual, y aunque avisados estemos seguramente defraudará al 80% de lectores que se hagan con él, a mi no, a mi me ha gustado bastante, pero he de reconocer que aún me han dado más ganas de que llegué el final de la saga. Recomendable sólo, y de verdad sólo, si eres un fanático de las aventuras y desventuras de Kvothe.

Esto sí y no mierdas de no sé cuantos apellidos vascos. Esto sí es cine, español y del bueno, lo otro un panfleto estúpido made in "mediaset". Se puede criticar a "La Isla mínima" por recordarnos a "True detective"? bueno, más que una críticar sería un elogio, y sí, tienen cosas coincidentes, parecidos razonables pero cada una tiene su propia identidad, su vida, su respiración y su ritmo.... Quién las haya visto las emparentará sin duda pero verá claramente sus diferencias que van más allá de que una sea una fantástica miniserie y otro un gran film, tal vez el mejor film español que he visto en mucho tiempo. La historia está construida perfectamente, todo se desarrolla a la perfección en el inesperado thriller policíaco español, todo está en su sitio, la estética preciosa, la fotografía de lujo, la ambientación es una delicatessen, las actuaciones..... y a eso quiero ir, las actuaciones son sensacionales. Raúl Arévalo está increíble, un papel muy diferente a lo que venía haciendo pero que borda,pero para bordar con hilos de oro tenemos a Javier Gutiérrez, que construye a la perfección al policía cabrón, bastante facha, con misterios ocultos incluso haber pertenecido a la gestao franquista... lo borda el tipo!!! Los secundarios cumplen su papel pero básicamente la película es de este dúo de actores. Alberto Rodríguez Librero firma el guión junto a Rafael Cobos y también dirige el film, su primer trabajo fue "El factor Pilgrim" que es una frikada de película pero que me encantó, luego "7 Vírgenes" y también, porqué no, "Grupo 7" estaban bastante bien. Directores así nos hacen falta, más valientes y menos atados a las típicas costumbres de las comedietas españolas y las películas de la guerra civil más que cansinas. Esta vez sí, peliculón esta "Isla mínima".


SINOPSIS (tomada prestada de no sé donde...): 1980. En un pequeño pueblo de las marismas del Guadalquivir, olvidado y detenido en el tiempo, dos adolescentes desaparecen durante sus fiestas. Nadie las echa de menos. Todos los jóvenes quieren irse a vivir lejos y algunos de ellos se escapan de casa para conseguirlo. Rocío, madre de las niñas, logra que el juez de la comarca, Andrade, se interese por ellas. Desde Madrid envían a dos detectives de homicidios, Pedro y Juan, de perfiles y métodos muy diferentes que, por distintos motivos, no atraviesan su mejor momento en el cuerpo.

Una huelga de los trabajadores del campo pone en riesgo la cosecha del arroz, principal riqueza de la región, y dificulta las tareas de investigación de los dos policías que reciben presiones para solucionar el caso cuanto antes. Sin embargo, la investigación policial pone en evidencia que en los últimos años han desaparecido varias jóvenes más y que aparte del arroz existe otra fuente de riqueza: el tráfico de drogas.

Nada es lo que parece en una comunidad aislada, opaca y plegada sobre sí misma. Las pesquisas de los detectives parecen no llevar a ningún lado. En este difícil proceso, Juan y Pedro deberán enfrentarse a sus propios miedos, a su pasado y a su futuro. Su relación se irá estrechando y sus métodos se harán parecidos. Lo único importante es dar con el asesino.

01.- Homer Simpson (The Simpsons)
02.- Tony Soprano (James Gandolfini, The Sopranos)
03.- George Constanza (Jason Alexander, Seinfield)
04.- Basil Fawlty (John Cleese, Fawlty Towers)
05.- Al Swearengen (Ian McShaen, Deadwood)
06.- René François Artois (Gorden Kaye, Allo Allo)
07.- Frank Spencer (Michael Crawford, Some mother do'ave'em)
08.- Nucky Thompson (Steve Buscemi, Boardwalk Empire)
09.- Jimmy McNulty (Dominic West, The Wire)
10.- Joel Fleischman (Rob Morrow, Northern Exposure)
11.- Vick Mackey (Michael Chiklis, The Shield)
12.- Agent Dale Cooper (Kyle McLachlan, Twin Peaks)
13.- Tyrion Lannister (Peter Dinklage, Game of Thrones)
14.- Don Draper (Jon Hamm, Madmen)
15.- Bender (Futurama)
16.- Silvio Dante (Steven Van Zandt, The Sopranos)
17.- Omar Little (Michael K Williams, The Wire)
18.- Ross Geller (David Schwimmer, Friends)
19.- Arnold Rimmer (Chris Barrie, Red Dwarf)
20.- Dr Walter Bishop (John Noble, Fringe)


Y el final de Boardwalk Empire llegó al hogar nikochiano dejando un vacío difícil de rellanar. Una temporada, la quinta y última, con sólo 8 episodios y no los habituales 12, dando la sensación de ser un extra, una prórroga para explicar todo como es debido, para cerrar temas y completar círculos y no dejar al fiel seguidor con el culo al aire y un malhumor de perros. Una temporada en mi opinión magistral, con flashback a tutiplén explicando el porqué de todo y con un Steve Buscemi increíble, magistral tanto o más que su personaje, un Nucky Thompson que entra por la puerta grande en el elenco de mis personajes televisivos favoritos de todos los tiempos. Por respeto a quienes aún no hayan visto esta última temporada me voy a contener y no pienso hablar de nada de lo que sucede en ella, es demasiado buena para jodérosla con soplapolleces, pero verla coño, hay que verla de principio a fin, pues HBO ha vuelto a darnos un producto espléndido que sólo es viable en su canal, que vista como serie completa es una obra de arte y que con total seguridad acabaré comprando un su formato de DVD para lucirla junto a The Wire, The Sopranos, Allo Allo o Northern Exposure. Un trallazo de serie. 

Pd: puto Tommy Darmody..... 
CRACKER
BERKELEY TO BACKERSFIELD (2014)
WAITED MY WHOLE LIFE


 

Cenutrio, berzotas, merluzo, pánfilo, atontao, lechuguino, mangurrián, cretino, ceporro, tarugo, atocinao, capullo, botarate, memo, papanatas.... Mil y un adjetivos de esta calaña es lo que me merezco y me quedo corto. Se veía venir, yo lo sabía y todos los terrícolas también, pero me hice el sueco, me dio pereza darle más cancha al disco de Cracker a final de año por no tocar ya mi lista de discos del 2014, como sabía lo que pasaría, porque lo sabía, ya avisé en aquella intro de la lista que lo de "Berkeley to Bakersfield" era de traca i mocador, y mira que mi querido exiliado Johnny JJ se hartó de decirmelo, por activa y por pasiva, enviándome mensajes, ramos de flores, un par de mafiosos con bates de baseball, una cabeza de caballo en mi cama e incluso un tipo que me persiguió durante una semana vestido de galleta, haciendo todo el rato el símbolo de autostop con un cartel que ponía Berkeley to Bakersfield... pero yo en estado gilipollil, como si nada, autoconvenciéndome que había cosas mejores pero para seros sincero, del 2014, mejores mejores, ninguno, al mismo nivel.... los puedo contar con los dedos de una mano. Entonces qué? pues que muy probablemente estuviese en el podium, seguro seguro entre los cinco primeros, no hay duda. Estamos ante un discón descomunal, y doble!!!! cosa que pesa y mucho viendo que en mi lista reinaba Lucinda ganando al resto a los puntos por ese formato arriegado, por ese doble, por ese dos discos en uno..., pues los Cracker también, con un primer disco más rocanrolero y un segundo disco más countril. Reconozco que al principio me decanté por el segundo disco, que es de alucine, pero para rollo country me gustaban otros más (ahora no, hablo de entonces) y por eso, tal vez, lo dejé aparcado. Digo esto por intentar justificarme y dejar de flagelarme porque mi espalda no admite ni un latigazo más. Luego, me despierto un día y descubro el primer disco, descubro "El cerrito", "Life in the big city" o la genial "Waited my whole life" y cojo mi revolver Colt calibre 45, meto una bala, giro el cargador, y le doy a la ruleta rusa... la madre que me parió, seré mendrugo, melón, chisgarabís, energúmeno, caracandao, cantamañanas, mastuerzo, pendejo....  lo dicho, agilipollao perdido. 


Ahora que estoy lanzado confesándome a la parroquia os diré que el proyecto Camper Van Beethoven nunca me ha acabado de convencer del todo. Bueno, los dos primeros discos sí, pero el resto pues ni fu ni fa, canciones buenas de haberlas haylas, faltaría!!! pero no me han dado ningún revolcón, como tampoco lo hizo "El camino real" también del 2014 que se quedó en la media docena de escuchas y gracias. Pues bien, los Cracker salen de allí, de esa banda, podríamos decir que es un proyecto paralelo, un proyecto diferente, con las mismos mimbres pero mejores acabados y que en realidad es mucho más mi rollo. De los Cracker guardo buen recuerdo de "Kerosene Hat" y "Greenland" pero la verdad es que no tienen disco malo aunque les faltase hasta ahora un disco de esos redondos que han conseguido sin duda alguna con este "Berkeley to Bakersfield". Ahora lo sé, ahora lo disfruto, ahora puedo gritar a pechopalomo que estamos ante uno de los mejores discos del 2014 y sí, desde hoy hasta el fin de los día catalogo este disco como POM. Puede que penséis que paso de un estado a otro, que estoy enfermo... y acertáis pero es que estoy tan enganchado al disco que no puedo escuchar otra cosa más. Y bueno, JJ ya hablo de este disco y dudo poder explicarlo mejor, así que con su permiso o sin él creo que os lo dejó aquí mismo y vosotros mismos, podéis leer aquí, o ir al espacio woodyjaggeriano o al Exile. Disfrutad con la lectura porque el post de Johnny no tiene desperdicio, como los Cracker y su "Berkeley to Bakersfield"....

Cracker - Berkeley to Bakersfield (2014)

Disco 1:  1. Torches and Pitchforks  / 2. March of the Billionaire / 3. Beautiful / 4. El Comandante / 5. El Cerrito / 6. Reaction / 7. You Got Yourself Into This / 8. Life in the Big City / 9. Waited My Whole Life
Disco 2:  1. California Country Boy / 2. Almond Grove / 3. King of Bakersfield / 4. Tonight I Cross the Border / 5. Get on Down the Road / 6. I'm Sorry Baby / 7. The San Bernardino Boy / 8. When You Come Down / 9. Where Have Those Days Gone 




CRÍTICA DEL DISCO POR EL MAESTRO JOHNNY JJ aka "EL COMANDANTIE" (no me atrevo a añadir nada más.....)

"...Un lustro esperando... el décimo galletazo... y casi sin darnos cuenta hemos hecho un viaje por California para recordar, principalmente, lugares de los viejos tiempos que se fueron..."

Un lustro esperando. Esperando sin desesperar. La puerta solamente se quedó entornada. Sin una causa de fuerza mayor más pronto o más tarde volvería a abrirse, y con ello lo normal sería que, salvo catástrofe o raro estado de baja forma, apareciese esa magia rocanrolera de la chistera de los Cracker como solamente ellos saben hacer con absoluta regularidad. 

Y abracadabra por fin la puerta se abrió en diciembre del 2014 con un ilusionante regalito prenavideño para los suficientes. Y esa brisa campestre tan saludable de los Cracker cruzó el umbral. Mis íntimos, e incluso bastantes de los que no son tanto, conocen mi auténtica devoción por esta banda, a la que considero (algunos me tildan de ‘exagerao’, cosa que asumo con dignidad) la más grande de los últimos 25 años por calidad y muy especialmente por la regularidad de un legado donde todas y cada una de sus obras, desde la “lata de sardinas” de 1992 hasta la última “Sunrise in the land of milk and honey” del 2009 circulan entre el notable alto, el sobresaliente o la matrícula de honor, algo de lo que pocos se pueden jactar en una discografía de largo recorrido y siempre teniendo en cuenta que esto es una opinión subjetiva sin ánimo de ser compartida. 

Sea como fuere, subjetiva o no tanto, son esos argumentos del párrafo anterior los que me inducen a elucubrar de que estamos ante un ejemplo atípico de envejecimiento sin arrugarse gracias, quizás, a ese baño de leche pura sin conservantes ni edulcorantes, la de la vaca de hermosas e ingentes ubres que ha sido alimentada con la mejor hierba fresca de los prados. Porque yo cuando escucho a los Cracker me vienen siempre a la mente vacas pastando en laderas cántabras, estas cosas pasan sin consumir alucinógenos, tampoco hay que darle mayor importancia. 

CRACKER - (2014) Berkeley to Bakersfield 2Berkeley to Bakersfield, el décimo galletazo de estos californianos, podría ser catalogado de álbum conceptual, con el mérito que tiene a estas alturas de la vida realizar un disco donde todos los tiros van en una misma dirección. Por ello, porque hemos tenido que esperar bastante tiempo y porque son los Cracker me parece de lujo que sea un disco doble, y lo dice alguien al que generalmente le agobian más de doce cortes en un mismo disco. 

De Berkeley a Bakersfield, en líneas generales, se podría considerar también como un viaje de retorno a lugares, a vivencias y a sensaciones que tuvieron cierta importancia en la evolución de sus principales compositores, los señores David Lowery y Johnny Hickman. Hablamos de 444 kilómetros de distancia, de cuatro horas más o menos en coche de norte a sur, ubicándonos en la parte septentrional por debajo de Sacramento, la capital de California, y en la parte meridional algo más arriba de la ciudad californiana más poblada, Los Angeles. 

Comenzar desde Berkeley, situada en la bahía de la ciudad de San Francisco, nos proporciona algunas claves del sonido de esta banda americana. No en vano es una ciudad de populares referencias musicales de punk-rock como por ejemplo Green Day, pero sobre todo por ser la región embrionaria de un gran clásico como es la Creedence Clearwater Revival, probablemente una de las referencias más influyentes de la banda que nos ocupa. El resultado de este cóctel es una música de bares donde las raíces americanas y el honky tonk tienen el principal protagonismo pero donde no se hace ascos a la actitud punk o a sonidos de rock alternativo. En definitiva, una especie de country-alt a la medida del sonido personal y carismático que los caracteriza. 

Cierta actitud contestararia en la “zona Berkeley” se vislumbra en el tema que abre este trabajo, Torches and pitchforks, melodía que musicalmente podría evocar a Simon & Garfunkel pero que en realidad es una llamada a luchar en las calles, en los valles y donde haga falta contra los corruptos y contra los poderes fácticos que se aprovechan de la honestidad y buena fe de los ciudadanos, con un coro contagioso que induce a repetirlo una y otra vez: “so la da da, da da da da da da, la da da”. 

La crítica mordaz continúa en March of the billionairesdonde nuevamente un estribillo pegajoso con ramalazos bolanianos oculta unos reproches irónicos, na na na y tres hurras por los millonarios, la misma mierda de siempre o su pobreza sería el progreso del resto. Con Beautiful, en cambio, nos encontramos el arrebato punk-rockero por antonomasia del disco donde las pistolas sexuales se lanzan a la calle, sencillamente porque ella es hermosa (y la canción también). 

Y ese humor sarcástico que siempre encuentra algún momento adecuado reaparece. “El Comandante” es solamente una bolsa de hierba, me encanta como vocaliza Mr. Lowery en esta digna heredera de los mejores Camper van Beethoven. También en esa rica línea podría estar El Cerrito, brillante homenaje urbano a la ciudad donde se gestó la mítica Creedence de los hermanos Fogerty, localidad ubicada un poquillo más al norte de Berkeley y también en la bahía. Y de ahí al Metro de San Francisco, en Reaction, con una charla en el andén bien acompañada de desparpajo powerpopero con sabor setentero. 

CRACKER - (2014) Berkeley to Bakersfield 3
Ya metidos en harina, ahora más hard-rockera, "You got yourself into this” no deja de lado el sonido marca de la casa tal y como sucede también en la metropolitanaLife in the big city. Y tras ella la primera grandísima perla a mi gusto de este trabajo, toda una declaración de amor que nos suena a tantas gloriosas canciones de los Cracker y que lleva por título Waited my whole life”. Con ella ya hemos recorrido la mitad del trayecto desde que salimos de Berkeley

Avanzamos, vamos en la buena dirección. Entre campos de petróleo estamos en el desierto de California de la mano de Johnny Hickman y por eso, lógicamente, suena como suena California country boy, temazo country del copón bendito donde los haya. Cruzando campos de algodón unos maravillosos coros femeninos acompañan al chico que retorna a casa tras perder a su familia, proporcionando poderío a un tema como Almost grove antes de hacer parada en King of Bakersfield, quizás mi canción preferida de este discazo, un tema que apuesto recibiría la más calida bendición del gran Enrique Urquijo si llegase a sus oídos porque en cierto modo se halla en la frontera de sus “secretos” y de sus “problemas”. 

Cogemos aire, hemos entrado a mi gusto en la mejor zona de este artefacto musical, la de la recta final. Desamor, qué bonitas son las canciones de Cracker en estas profundidades donde la botella no siempre sirve de ayuda debido a la mucha nostalgia por el amor perdido. Aquí, con Tonight i cross the border”,  uno que suscribe no puede evitar acordarse del antiguo impacto que le supuso aquella maravilla titulada “Big dipper”, una de las baladas más alucinantes de la vida, de la mía, esa que circulaba entre cigarrillos, referencias a Monterey o a Jack Kerouac en los tiempos de “la edad de oro”. 

Ya queda menos trayecto. Con la fenomenal Get on down the road cualquier fan de Cracker sabe que estamos dispuestos a disfrutarlos hasta el final. Y en un atajo, o quizás en una senda paralela, se cuela I’m sorry baby, otra de mis preferidas, una de esas canciones que solamente podría ser de Cracker y donde Lowery explota todas sus virtudes, que no son pocas. 

En este recorrido californiano hacemos una escapada ahora un poco más hacia el sur, a 265 kms. desde Bakersfield, hasta la ciudad de San Bernardino. Hemos cruzado Los Angeles y cual si estuviésemos en un rodeo Johnny Hickman vuelve a coger la sartén por el mango en The San Bernardino boy. Después el sonido Cracker, el puro y duro, el que nos toca tanto la fibra sensible regresa con When you come down, otra puta (o santa, a gusto del consumidor) maravilla. 

Recalamos finalmente en Where have those days gone y casi sin darnos cuenta hemos hecho un viaje por California para recordar, principalmente, lugares de los viejos tiempos que se fueron. Podría ser California o podría ser… Se llaman Cracker, qué grandes, juro por mi sagrada satisfacción que siempre estaré agradecido a estas rodajas musicales que recorren las vidas, las ciudades y el pasado, en este caso lo que podría ser algo similar a la ruta de recuerdos de una panda de amigos que descubrieron a Cracker en sus inicios, que los convirtieron en su banda fetiche y que juntos se hicieron mayores a su compás. Está clarísimo, si tenemos que esperar cinco años más lo haremos, esperemos sin desesperar estar vivos y presentes en la próxima, ojalá siempre penúltima genialidad de los Cracker.

Pingüinos o Hey, that's y fish que es como se le conoce mundialmente es un gran minijuego que servirá como entrante perfecto a desafíos superiores y de mayor enjundia. Parece mentira como de una cajita tan sumamente pequeña podamos obtener un juego tan divertido y sencillo. Un juego de 2 a 4 jugadores que no requiere de demasiada edad para ser jugado y disfrutado, así que también podemos catalogarlo como juego familiar. Existen varias ediciones, algunas más lujosas que otras, pero yo quería comentar la que nos ofrece Edge que es la que poseo, la que encontraréis sin problemas en todas las tiendas por menos de 15 euros y con la que tenemos más que suficiente. El material es más que correcto con 60 losetas de cartón duro y buenas ilustraciones, y 16 pingüinos (4 colores diferentes) de plástico que sin tener mucho detalle cumplen perfectamente su función.


Nuestro objetivo al finalizar es haber logrado atrapar el mayor número de peces. Los peces están dibujados en las losetas, y hay losetas de un pez, de dos o de tres. Antes de empezar debemos colocar el tablero, se distribuyen al azar las losetas alternado líneas de 8 losetas y de 7. Y ya estamos listos para empezar. Si juegan dos jugadores se usan 4 pingüinos por jugador, si juegan 3 jugadores usamos 3 pingüinos cada uno y si juegan 4 sólo utilizaremos 2 pingüinos. Cada jugador alternativamente va colocando sus pingüinos, al principio sólo pueden estar en losetas con un pez. Luego por turnos podemos ir moviendo un pingüino, en cada uno de ellos lo podemos hacer tantas losetas como queramos, nunca podemos saltar un espacio vacío, y debemos movernos linealmente al estilo de un alfil del ajedrez, de una en una loseta, o de un lado a otro. Al movernos de la loseta donde nos encontramos obtenemos dicha loseta y por tanto los peces que hay en ella dibujados dejando un espacio vacío. Si nuestro pingüino ya no puede moverse es retirado de la partida y ya no puede volver al juego. 

Parece una chorrada por lo absurda de su temática y sus normas sencillas pero si los jugadores juegan a muerte tiene muchísima estrategia y mucha diversión esperándonos. Un juego familiar que pueden disfrutar los más peques de la casa y los más talladitos, estratégico y divertido, es muy barato, casi no ocupa sitio y es un buen compañero de viaje. Un valor seguro en nuestra ludoteca. Además, si queréis probar, como tantos otros juegos tiene su versión en Yucata y su propia App, que es francamente bonita aunque la inteligencia artificial no sea para tirar cohetes. 


Como pasa el tiempo... lo que parecía que sería flor de un día ha acabado por llevar ya la friolera de 8 años. Sí, ocho años ya en esta Isla desde la que lanzo casi a diario mis mensajes en la botella que no sé cuanta gente llega a leer pero me importa un carajo, como los seguidores porque a mi lo que me gusta es hablar de lo que me gusta y de lo que no me gusta, compartir cosas fantásticas, recomendar para quién se deje y llegar a conocer tantas otras cosas gracias a la familia bloguera. La Isla me sirve de terapia, hace que esté centrado y también gracias a ella he conocido a gente maravillosa, a muchos los conozco en persona y a otros tantos no aunque me muero por hacerlo. Confieso estar algo cansado pero escribir aquí ya forma parte de mi rutina, de mi día a día, como lavarme la cara o comer, qué sé yo. Soy un adicto? puede. Os agradezco que os paséis por este rinconcito de la blogosfera de vez en cuando, si además dejáis un comentario pues mejor aunque eso tampoco es que me importe demasiado....  Y nada más, que seguiremos con las secciones típicas, mil y un discos, el flamante Exilio..., y puede que volvamos con algún concursito de esos... ya veremos... Un abrazo a todos terrícolas y acordaros siempre de la sabiduría beatleliana que en este caso es uno de los lemas de la Isla y de mi vida: And in the end, the love you take is equal to the love you make...

Me declaro fan absoluto de Charlie Brooker, de su Dead Set y sobretodo de su Black Mirror. El banquete que me dí de las dos temporadas de su genial miniserie no llegó a empacharme y sí me dejó con ganas de más. Me gusta decir que este Black Mirror es la "Dimensión desconocida" de nuestros días, tratan otros temas es cierto pero la intención es similar: sorprendernos, hacernos sentir incómodos sobretodo en lo que refiere a nuestra ética, hacernos reflexionar sobre el mundo en el que vivimos pero todo sin dejar de ser un producto magnífico. Sólo uno de sus episodios me dejó algo frío, aquel titulado "15 million merits", el resto es sobresaliente. Con todo esto que os digo y la noticia de que sí habría una tercera temporada el bueno de Brooker nos sorprendió con un especial navideño, que poco tenía de navideño y mucho de especial. Un episodio algo más largo que el resto, dividido en tres actos, con moraleja final y una idea simplemente demoledora, el bloqueo. El bloqueo consiste en dejar la imagen de una persona como "codificada", ya no la puedes ver, es útil en una discusión, en un divorcio, en una condena con orden de alejamiento.... genial idea futurista. Otra cosa que me sorprendió fue que apareciese el mismísimo señor Draper, Jon Hamm. Está espléndido, os lo digo ya. El otro gran protagonista, que también lo borda es Rafe Spall visto en la no menos genial "The Shadow Line". No quiero joderos el especial "White Christmas", no, no lo haré, os merecéis disfrutarlo. No contaré nada del argumento, sólo dejaros llevar por un gran guión y una notabilísimas actuaciones. Y el final, qué final! qué moraleja, qué putada más tremenda!!! digno de aquellos finales de mi amada dimensión desconocida, digna de por ejemplo aquel único habitante de la tierra y ávido lector, que encuentra la bibilioteca y es feliz... cuando se le rompen las gafas.... aij... pues eso, ese sabor de boca deja todo, de sorpresa y de admiración total.
JUSTIN TOWNES EARLE
ABSENT FATHERS (2015)
CALL YA MOMMA


 

El negocio es el negocio y podemos llegar a entender que la idea de lanzar un álbum doble sea más propia del pleistoceno que del 2015. Si no tienes los bemoles de la señoranga Lucinda Williams o del genial Nick Cave con aquel Abattoir Blues/The Lyre of Orpheus por citar dos dobles más o menos actuales que me dejaron boquiabierto y culiprieto, lo normal es que la compañía por la cual has firmado y el entorno te aconsejen/obliguen a sacar dos discos en vez de uno: mismo resultado, doble de pasta. Pero qué perdemos por el camino? pues el arte, la idea original, el concepto "álbum". Les pasó a muchos, como a Ryan Adams con su magnífico "Love is Hell", pero al final después de sacarnos doblemente los piedrólares acabaron sacando la versión especial, la doble y además con alguna que otra canción inédita con lo que tenemos otro gasto más para el fan, el fiel seguidor, que normalmente es maltratado. Yo estoy porque primero sólo salga la edición deluxe que los fans comprarán seguro y al cabo de poco que salgan las migajas, pero supongo que no es rentable y por eso yo pertenezco al populacho y me cuesta llegar a fin de mes y los forrados directores de discográficas son otros, pero ese es otro tema. El de hoy, el tema, es el de porqué Justin Townes Earle no ha sacado un disco doble descomunal en vez de dos disco notabilísimos. 

A finales del 2014 Justin Townes Earle nos deslumbró con el excelente "Single Mothers", discón de esos que quitan el hipo, que enamoran, que ganan a cada escucha, que tiene ese halo de genialidad, que se visten de gala para momentos puntuales de nuestras vidas, que nos dan todo aunque permanezca en el anonimato... y luego, como quién no quiere la cosa anunció que con la entrada del nuevo año llegaría "Absent Fathers". Olía a idea genial, barruntaba que podía haber sido un disco doble como así será porque se comenta que la edición doble, la "deluxe" saldrá una vez se hayan vendido unos cuantos cientos de unidades del nuevo trabajo. Cosa que me importa un carajo pues sabiendo esto no los voy a comprar de manera individual y sí conjunta... aunque claro, no sé como harán para el tema de las portadas que me gustan sobremanera...  Con "Absent Fathers" acabamos con dos claras certezas, la primera es que el pequeño Earle ha firmando una colección de canciones extraordinarias y la segunda que ya ha dejado de ser el "hijo de" para ser él, sus trabajos hace tiempo que han llegado al nivel de su padre, no sé si lo supera pero por ahí debe andar, y ojo, que yo por Steve má-to. Las canciones caminan en ambos casos por la clara idea que plantea el título de cada uno de los discos, algo de autobiográfico hay en ellos, es inevitable, pero algo de ficción también, porque sabemos unas cuantas cosas de la familia Earle a estas alturas de la película para que nos cuenten cuentos chinos. Y la música qué? qué tal? pues genial. Sólo un pero antes de hablar un poquito de las canciones, a mí entender, a mi gusto este "Absent Fathers" tiene menos pegada que "Single Mothers", aquel tenía dos o tres cañonazos radiables que en esta segunda entrega no encontramos aunque puede que la media de calidad sea mejor en este segundo, no lo sé, no sé qué deciros, sólo que un álbum doble de entrada hubiese sido arriesgado, no os diré que no, pero hubiese sido una absoluta tremendidad. 


Justin Townes Earle - "Absent Fathers" (2015): 01.- Farther From Me/ 02.- Why/ 03.- Least I Got The Blues/ 04.- Call Ya Momma/ 05.- Day and Night/ 06.- Round the Bend/ 07.- When the One You Love Loses Faith/ 08.- Slow Monday/ 09.- Someone Will Pay/ 10.- Looking For A Place To Land.

Wish I could say I didn’t know you...” canta Townes Earle para abrir con la magnífica "Father from me". Una canción espléndida y bella, que pasa cuentas a ese padre que no estuvo allí que lo dejo tirado: "You won’t break my heart again...". La guitarra final es preciosa. A todo esto llega "Why" y ya me tiene en el bote, la entrada es el acabose, más en la línea del "Single Mothers", tal vez por eso es una de mis favoritas y además contamos con la steel guitar de Paul Niehaus colaborador de Calexico y Lambchop entre otros, con eso os lo digo todo. "Least I got the blues" es eso, un blues amable y delicado antes de afrontar uno de los grandes temas de este trabajo, "Call ya Momma", tema que pone los pelos de punta, para morirse de bonita.... "Shame, shame, I wanted to cry in shame....". Bueno, aún sigo metiéndome el disco en vena, no hace mucho que lo tengo pero me tiene encantando y como su otro hermano disco me gana a cada escucha pero no tengo duda alguna que "Days and night" es una joyita sideral, countresca, bonniprincebillera si ustedes lo prefieren cosa que a mi me agrada y reconforta. "Round the bend" aporta una velocidad más, que tal vez es algo que se le pueda reprochar a este trabajo,  no mucho más la verdad, a mi cuando le da por rocanrolear un algo me encanta como en este caso, "When the one you love loses faith" es la white gardenias de este disco, baladón cincuentero para luego enlazar con otra de las joyas del disco, esa "Slow Monday", esa preciosidad que encantaría al bueno de George Harrison y su ukelele.... A punto de cerrar ya con "Someone will pay" que aporta otra vez algo más de chispa, algo más Hiatt que papá Earle en este caso, un tema cojonudo pero aún más lo es "Looking for a place to land" con el que cierra esta magnífica idea del Single Mothers/Absent Fathers, esta vez si que emula a su padre, al bueno de Steve, hasta en el tono de voz, hasta enla forma de tocar, hasta en la forma de lamentarse. Y es que Justin es muy bueno, no hay duda, estamos ante una gran estrella que creo siempre quedará en la sombra. Esta vez ha firmado otro grandísimo disco pero como dije creo que el formato doble hubiese sido el adecuado, en cualquier caso estamos ante uno de sus mejores trabajos y viendo lo que lleva ya entregado es para tener muy en cuenta.

Siempre he pensado que Pete Townshend está entre los mejores compositores rock de la historia. Están Lennon y McCartney, Jagger y Richards, Ray Davies, Bob, Lou y Townshend. Sí, para mí está en ese ramillete que puede verse aumentado por algún que otro nombre de postín, está entre ese exclusivo grupo, esos son realmente grandes, sin discusión. Creo sinceramente aunque mi condición de fan absoluto pueda hacerme perder credibilidad que Townshend es un genio, un compositor total y un guitarrista increíblemente talentoso, además, soy de la opinión que no canta nada mal aunque casi siempre sus composiciones suelan quedar mejor en la voz de Daltrey. La historia de The Who es la historia del Rock, la historia de unos muchachitos de barrio que montan una banda, despuntan con singles, sus conciertos comienzan a ser increíbles así como empiezan a desarrollar grandes discos conceptuales. Fama, dinero, excesos, muertes, etc, etc... La historia de The Who es la historia de Pete Townshend, al menos The Who son muy importantes en ella, pero hay más, y Townshend en su autobiografía no tiene reparos en desgranar su vida, sus secretos, sus excesos y perversiones, con honestidad, de manera sencilla y cautivadora, sin pelos en la lengua, derrochando pasión en cada palabra, en cada maravillosa anécdota que nos brinda, que nos regala. Creo que "Who I Am" es una de las mejores autobiografías que he leído en mi vida, me parece sensacional e interesantísima simpatices o no con el personaje o te gusten más o menos The Who. La historia narrada lógicamente en primera persona y ordenada cronológicamente aborda tanto el día a día con los Who como la vida personal de Townshend, la familiar con la de estrella del rock, la de marido y padre con la de adicto y depresivo. No pasa por alto los abusos que sufrió de pequeño, ni sus adicciones, ni la acusación de pedófilo ni mucho menos sus infidelidades, y eso es de agradecer, además de incontables divertidas anécdotas que hacen que el libro sea un disfrute total. Su relación con Karen (primer amor, primera esposa y madre de sus hijos) está explicada sin pelos en la lengua, no sé como se lo tomará ella pero francamente muchas de las cosas que cuenta son durísimas a nivel sentimental, por otra parte el tiempo que dedica a la banda es el que tiene que darle pero tampoco profundiza demasiado en la relación entre ellos, todo lo que cuenta, al menos yo, ya lo conocía. En cambio me quedo con ganas de saber más de su relación de amistad con Eric Clapton, Ronnie Lane e incluso con los McCartney.... lo de querer follarse a Jagger no tiene precio y como venera a Ray Davies tampoco. Townshend es un grande y su autobiografía también lo es, al menos tanto como la discografía de The Who, estamos ante una de las mejores lecturas de rock que uno pueda llegar a imaginar. Imprescindible es poco. 

Me había jurado y perjurado que no vería nunca este film. Primero porque la enésima comedieta española me la repimplaba demasiado, segundo porque entre los guionistas estaba el pagafantas ese de Borja Coneaga que no me hace ni puñetera gracia, tercero porque sus protagonistas tienen menos química que el famoso quimicefa, además de malos actores, es que lo hacen rematadamente mal y sin gracia, y cuarto porque a todo el mundo le había gustado tanto y se habían reído tanto que estaba seguro que a mí no me haría ni puñetera gracia. Y bueno, así casi fue, porque reconozco que un par de sonrisillas sin me sacaron pero nada más, carcajada ninguna. Si algo tengo que salvar del film es el buen hacer de su director, Emilio Martínez Lázaro, y el buen trabajo siempre de Karra Elejalde. Poco más. El amigo Rovira es insufrible y la Machi... es que nunca me ha gustado, pero bueno, su papel es el que es, y ella cumple, las cosas como son. Es "Ocho apellidos vascos" un bodrio imposible de digerir, una gran mierda de dimensiones sobrehumanas, pues no, no lo es oigan, pero tampoco es nada del otro mundo. No quiero pensar en esa prometida continuación.... da bastante repelús. La verdad es que la mitad de los gags son infantiloides a más no poder, las situaciones enrevesadas las hemos visto cientos de veces, a los actores parece que les da hasta pereza actuar y decir sus diálogos... entonces, qué? porqué tanta historia con esta película? pues supongo que el nivel neuronal terrestre peninsular no está para tirar cohetes, no se me enfaden, el mío tampoco, pero ahí están los datos de audiencia de salas de cine y televisión para darme la razón: Aída y La que se avecina acumulan datos que ni Los Soprano ni Juego de Tronos juntos, y esas dos series son lo peor de lo peor para la mente humana. Los "ocho apellidos vascos" no son tan malos, o sí, no lo sé, debe de ser todo culpa de Clemente.

AMC hace unos meses que llegó a España. Llegó claro, pero ya tenía todo el pescado vendido. Me explico, sus grandes series, sus buques insignia ya están vendidas, programadas y televisadas por otros canales, no por el que los crea pero así es la cruda realidad y el mercado televisivo. AMC no puede disponer ni de Walking Dead, ni de Mad Men, ni de Breaking Bad, al menos de episodios nuevos hasta que el canal de turno agote el tiempo de contrato. Una lástima pues con eso y lo nuevo podría hacerle sombra a cualquier canal, o a falta de HBO en España, ser el mejor canal existente. Con todo esto sus inicios no están siendo nada malos. Pelis a cascoporro y dos interesantísimas series: Halt Catch and Fire y The Divide. Hoy nos centraremos en esta última por haber finalizado hace un par de semanas. Además, noticias frescas auguran un futuro prometedor con el "Spin off" de Breaking Bad esa "Better Call Saul" que tiene una pintaza estupenda y el comentadísimo spin off de los caminantes zombies... Pero dejémonos de hablar del futuro para ceñirnos al presente. The Divide. La serie que extrañamente sólo tiene ocho episodios, que tarda en arrancar, que en los dos primeros episodios nos crea la duda de seguir o no con ella y que seguramente tiene uno de los mejores episodios finales de todas las series vistas este 2014. Ahí queda eso... De que va? pues de una futura abogada que trabaja en una asociación para evitar la pena de muerte en convictos que acaba por meterse tanto en un caso que acaba por darle la vuelta a su vida, caso que ciertamente fue manipulado en sus pruebas, que auparon al fiscal del distrito al puesto y que removerá a la ciudad entera... bla bla bla... algo típico y que tarda en arrancar al principio... no os diré que no, pero que va enganchando poco a poco. La protagonista no me acaba de gustar, no me acaba de convencer Marin Irealand aunque sí la mayoría de secundarios del reparto, muchos de ellos vienen de series enormes de HBO... La serie primero parece una cosa pero luego va madurando y va girando hacia otra hasta explotar en el último episodio.... resultado? pues la cancelación, sí sí, como leéis, no hay información de su continuidad en ese canal u otro. Nada de nada. El final la hace mejor, sin duda, y la hace merecedora de seguir en antena, es mucho mejor que el 80% de series que nos venden por ahí, una gran serie que pasará desapercibida y de la que pocos se han acordado pero bueno, tampoco es Boardwalk Empire, las cosas como son. No juega en las grandes ligas, pero dentro de las medianías sí está en lo más alto. 
THE DECEMBERISTS
WHAT A TERRIBLE  WORLD, WHAT A BEAUTIFUL WORLD (2015)
LAKE SONG



El mismo año que Paul Simon publicaba mi adorado "Graceland" del que buena cuenta hicimos en el Exilio hace unas semanas, otro de mis artistas favoritos lanzaba el que sería sin duda alguna su disco mejor aceptado, el que más vendió y aquel que, si no los tenía ya, le hicieron llenarse los bolsillos de oro. Eran otros tiempos, otra forma de vender la música y Peter Gabriel con "SO" encontró la manera de llegar al gran público sin perder una pizca de su estilo, de su personalidad. Recurrió a supersingles radiables, a los videoclips alucinantes que una y otra vez se dejaban ver en MTV que por aquella época resultaba ser una gran herramienta musical, hoy desgraciadamente no es más que un producto para descerebrados y de la música no hay pista alguna. Atrás dejaba Peter Gabriel una carrera que se movía más por la vía independiente, por la del culto al músico que por el éxito masivo. Gabriel siempre ha sido algo inclasificable. Algo raro. Un genio incomprendido. Allí estaba al frente de Genesis. Grupazo del copón bendito que ha pasado por diversas etapas y sobrevivido a la marcha de su cantante y compositor. Gabriel fue miembro fundador del grupo, su compositor principal y su cantante. Un showman que no dudaba en disfrazarse de murciélago o de lagarterana, raparse la cabeza o lo que hiciese falta para que su espectáculo fuese lo nunca visto. Y lo era, como lo demuestra el "Live" de 1973 que apareció después del magistral "Foxtrot". Luego llegaría lo que llegaría, el increíble "Selling England..." también del 73 y el adiós definitivo a la banda con la obra magna, doble y acojonante que supuso "The Lamb Lies Down On Broadway" (74) que sigue siendo uno de mis discos fetiche. Un alucine de doble álbum. Luego Phill Collins tomó las riendas del grupo y Genesis se convirtió en lo que se convirtió aunque no se me caen los anillos ni me da vergüenza alguna reconocer que aquellos primeros discos sin Gabriel me resultan entrañables, no exentos de calidad, luego puede que tiraran en exceso de hits comercialoides, no os diré que no, de esos que de tanto sonar en la radio se convierten quieras o no en parte de la banda sonora de tu vida.

Paralelamente al inesperado e increíble éxito de los Genesis sin Gabriel, éste comenzó una carrera en solitario interesantísima pero aunque la calidad no se le discute nunca, no recibe todo el apoyo del público que le gustaría. Tres discos sin título en casi tres años 1977, 1978, 1980 que respondían a tres nombres según la portada de cada uno de ellos: Car, Scratch y Melt respectivamente. El debut, por así decirlo, con "Car" fue la leche, allí estaba "Solsbury Hill" y "Here comes the flood". El segundo, mi favorito, aunque según todo el mundo es el peor, "Scratch", es una pasada si se escucha del tirón pues a penas contiene singles conocidos claro que hay que darle cancha porque no entra de primeras. Y finaliza con el bombazo que supuso "Melt", aquí si hay telita de la buena, de la que da trempera por ejemplo tenemos "Biko", "Games without frontiers", "I don't remember", "Family Snapshop".... Bufff. Es un discazo pero claro, Gabriel como os dije no es un tipo fácil, no es un tipo que entre de primeras y a veces ni de segundas. Hay que tomárselo con calma y no excederse pues a los no iniciados puede llegarles a indigestar. Antes de la gran obra que es "SO", Gabriel lanzó "Security" (82) con aquella tremebunda "Shock the monkey" y la deliciosa y atmosférica "San Jacinto" que cada vez que la escucho me pone los pelos de punta, también editó un concierto y realizó la banda sonora del film "Birdy" (1985). En realidad, desde la salida de "Security" Gabriel prácticamente desaparece de la escena musical y es en 1986 cuando decide dar un puñetazo sobre la mesa para demostrar quién era él y como se las gastaba o como dicen algunos porque estaba casi en la ruina, y  así regalarnos ese grandioso disco que es "SO". Ahora vamos con él, dejo de andarme por las ramas que luego mi archienemigo y compañero en el Exilio, Guzz, me crítica entre líneas y de soslayo por enrollarme como una mala enciclopedia pero es que no puedo dejar de nombrar esos discos que tanto me han acompañado durante mi vida, durante mi formación personal, escuchen a todo volumen el tema 5 de "The lamb lies...", aquella bendita locura llamada "In the Cage" y se harán una idea de como está mi cerebro. En mi época universitaria, durante la temporada de exámenes solía escuchar ese disco, y esa canción podía llegar a sonar más de una docena de veces en un día fue cuando mis padres se plantearon que volara del nido.... "Rockface moves to press my skin. White liquid turn sour within. Turn fast - turn sour. Turn sweat - turn sour!!!"....

El disco abre con un sonido ochentero total, abierto a lo étnico, con su electrónica y toda su mandanga. Sorprende la voz rugosa de Gabriel en el tema inicial. "Red Rain" es un temazo absoluto, largo y poco habitual para abrir un disco, pero así es Gabriel. La melodía se va abriendo paso dejando atrás la percusión enlatada, el sublime bajo y el entramado de teclados. El estribillo es de traca y al final de la canción todo coge un impulso épico de dimensiones siderales: "Red rain coming down. Red rain coming down. Over me in the red red sea. Over me. Over me. Reeeeeeeeeed rain". Después de este inicio para abrir boca llega uno de los temazos del disco y de la década de los ochenta, un despiporre musical, una bendita locura, un tema de esos "río", con trompetas, estribillo de lujo, final gospeliano, videoclip mítico, inolvidable, entrañable.... "Sledgehammer" es una tremendidad absoluta. El inicio siempre me saca una sonrisilla y es imposible no caer rendido ante su melodía: "You could have a steam train. If you'd just lay down your tracks....", demasié pal cuerpo. Cuando en la parte final comienza la locura gospeliana con su pregunta-respuesta me deja totalmente K.O: "I kicked the habit (I kicked the habit). Shed my skin (Shed my skin). This is the new stuff (This is the new stuff)...". Gabriel decide tirar del freno de mano, prefiere algo más sosegado, algo más bonico del to, y nos lo da junto a Kate Bush en la preciosa "Don't give up", canción de esas que te ponen los pelos de punta. Poco que decir que no se sepa, al parecer la grabación fue de esas de traca por el perfeccionismo de Gabriel que hizo repetir a Bush tropecientas veces sus tomas hasta conseguir lo que él quería, luego está el emotivo videoclip y ese estribillo "Don't give up. You still have us. Don't give up. We don't need much of anything. Don't give up. 'Cause somewhere there's a place. Where we belong...", además siempre me impresionó como Gabriel entraba con aquello de "Got to walk out of here. I can't take anymore...", como canta el cabronazo!!! "That voice again" es la más floja de la cara A, con reminiscencias africanas y otra vez ese sonido ochentero que marcó estilo, digo la más floja de esa cara pero coño, es que es notabilísima.


En la edición de vinilo "That voice again" cerraba la cara A y la B la iniciaba "In your eyes" que curiosamente es la que cierra el disco en todas las ediciones posteriores, la de CD y hasta en la edición de 25º aniversario. Curioso, pero acertado porque "In your eyes" es un espléndido punto final y "Mercy Street" un inicio demoledor y bonico del to. Seguramente "Mercy Street" es una de mis canciones preferidas de Gabriel. Es perfecta de principio a fin. Es magistral. Es una obra maestra. La misteriosa melodía envuelve perfectamente la voz de Gabriel que suena mejor que nunca. Grandísima canción a la que sigue la locura de "Big Time". Demoledora. Un "hit". Un tremendo éxito en el que creo que participó Stewart Copeland. Un clásico instantáneo: "Big time big time. My car is getting bigger. Big time. My house is getting bigger. Big time. My eyes are getting bigger. Big time!". Después de este subidón Gabriel entrega dos temas donde destaca la instrumentación, como en la experimental "We do what we're told" y en "This is picture" donde tenemos que destacar la participación de Laurie Anderson. Un tema raro, raro que acaba grabándose en tu cerebelo a menos que no lo escuches más de dos veces. Estos dos temas son los que para muchos no estamos ante una grandísima e imprescindible POM, puede que esos muchos lleven razón pues para mí también suponen esos dos temas un poquito de bajón. Y llega el final con "In your eyes". Un fantástico final con un temazo de esos que te dejan con una sonrisilla para todo el día. Aquí interviene Youssou N'Dour y le da ese tono de africanismo que se puso de moda ese final de década de los ochenta.

Particularmente creo que "SO" no es el mejor disco de Gabriel pero sí es su obra más conocida, tal vez la más accesible y la que tuvo más éxito, tanto de ventas como mediático. Gabriel confecciona un ramillete de canciones de las que la gran mayoría son hits definitivos, algunos de ellos se han grabado en nuestros cerebelos como indispensables de los ochenta y de nuestras vidas.


Peter Gabriel - "SO" (1986)
9,4/10
01.- Red Rain/ 02.- Sledgehammer/ 03.- Don't Give Up/ 04.- That Voice Again/ 05.- Mercy Street/ 06.- Big Time/ 07.- We Do What We're Told (Milgram's 37)/ 08.- This Is the Picture (Excellent Birds)/ 09.- In Your Eyes








* post aparecido originalmente en EXILE SH Magazine por Nikochan

Me voy a pasar por el forro el aviso del tema spoiler y demás mandangas. Después de que se pelaran al pelopanocha de Brody en el final de la regulera temporada 3 de Homeland, alguien daba un duro por ella? alguien pensaba que podría mejorar, alguien pensaba que podría reinventarse como se ha reinventado y estar a la altura de su primera, gran gran, primera temporada? pues me jode reconocerlo pero yo desde luego no, aunque sí quise darle una oportunidad, sí quise ver que hacían y estuve dispuesto a verla de principio a fin sin pestañear. Suerte que lo hice. Temporadón. Gran temporada que le ha valido sorprendentemente una quinta temporada, una más, donde otra vez nos amenazará la duda si seguir con las locuras de Carrie o mandarla a tomar por culo. Se acabó Brody, es cierto, y por suerte toda su familia, aunque el amigo pelirrojo hace una aparición estelar en uno de los episodios y no os digo más... pero... está no es mi Homeland!! me la han cambiado!! y suerte tenemos de ello!!! alabado sea el guionista inquieto e insatisfecho!!! Sigue habiendo incongruencias difíciles de creer hablando de espionaje, CIA, y gente bipolar al mando... pero joder, esto es ficción, no es la vida real, eso no pasa en realidad, no? Bueno, que el giro hacia más espionaje, más guerra, más intriga y menos familia es correcto aunque el contrapunto con la familia de la prota no se pierde, pero sí se suaviza y mucho. El final deja la puerta abierta a continuar de forma digna con la historia, a seguir por estos nuevos /viejos derroteros, al menos una temporada más de Carrie tendremos con seguridad... y nada más terrícolas, a disfrutar con nuestro antiguo Íñigo de Montoya en plan jefe de la CIA. Por mí pueden cargarse hasta al apuntador, incluso a la ninfómana bipolar, pero a Saul Berenson no me lo toquen porque por él, má-to!
01.-Cracker – “Berkeley to Bakersfield
02.- King Creosote – “From Scotland with love”
03.- Old 97’s – “Most Messed Up”
04.- Woods – “With light and with love”
05.- The Orwells – “Disgraceland”
06.- Tweedy – “Sukierare”
07.- Sun Kill Moon – “Benji”
08.- Lost on the River – “The New Basement Tapes”
09.- Steve Gunn – “Way out weather”
10.- CW Stonekin - "Gon' Boogaloo"

Los films de Ethan y Joel Coen son con seguridad de las mejores cosas que le ha pasado al cine en los últimos treinta años. Puedo asegurar que en el 95 por ciento de ocasiones se llevan el gato al agua y me dejan pasmado, con unas ganas tremendas de ver su siguiente trabajo. Sobretodo eso me sucedía al principio, en la primera veintena, esa que va de "Sangre fácil" a "Crueldad intolerable", de ahí en adelante demasiados altibajos, aunque nunca malos films, de notable no bajan los hermanitos. Pero no se puede vivir del pasado, que se lo digan a Allen, o diriges buenos films o tardan muy poco en hacerte la caja a medida, a mi me pasa peli sí peli no con Woody, una de cal y otra de arena, una "Jasmine" vale por doscientas "Cristinas" y al genio gafotas de la gran manzana se le perdona casi todo. Y los Coen están en esa línea, en esa donde es difícil no repetirse y casi imposible superarse, en esa tesitura donde es fácil acabar decepcionando dejando frío al personal. Algo así me ha pasado con "A propósito de Llewyn Davis". Ni yo sé muy bien qué me esperaba de este film pero desde luego no es lo que me encontré. Creo que es una historia fallida, pues no conecté en ningún momento con ella, pero joder, está grabada de manera exquisita, y el nivel de actores como siempre es deslumbrante aunque se desperdicie el talento de John Goodman. La historia del cantautor de Greenwich Village resulta interesante pero acaba aburriendo un algo, creo que no le sacan el jugo que deberían, y no sé lo que falla, no nos encontramos ante el universo de los Coen, es diferente, es otra cosa, no mejor pero tampoco peor, es una película de personajes, más profunda, más reflexiva. Mi pega realmente, y me duele decirlo, es el momento John Goodman, y mira que le adoro, pero no aporta nada al film su personaje, no hace que se luzca y encima nos jode todo el ritmo de la película. Lo mejor del film.... pues Oscar Isaac, el prota, que está de escándalo, la música, la aparición final fantasmal de un jovenzuelo Dylan, y como no, el gato.

Hace mucho mucho tiempo que los sonidos que provienen de Portland-Oregón me sedujeron por completo. Hace mucho mucho tiempo que soy seguidor del grupo de Colin Meloy, The Decemberists, pero no hace tanto tiempo que soy un absoluto y enloquecido fan del grupo. Sí, como leen. Vale, su debut me alucinó, su "Picaresque" me parece sublime y su "The Hazards of love" aunque necesitó de insistencia y paciencia acabó por ganarme, pero fue con "The King is dead" que enloquecí por esta banda. En muchas ocasiones, gente cercana, los han definido como una extraña mezcla entre REM y The Kinks, no sé cuanto hay de acertado en esta comparativa pero es sabido que Meloy y los suyos son seguidores de ambas míticas e imprescindibles formaciones, al menos lo son tanto como yo. Lo que está claro es que aquel "The King is Dead" acabó por encumbrarse al número uno de mi top del 2011 teniendo la competencia que tenía pero es que es un señor disco, un disco precioso, bonico del to, más aún al visualizar el minirockumental Pendarvia, una joya que podéis ver vía youtube aquí

Desde 2011 los Decemberists nos tenían en ascuas mientras sonaba semana sí semana también su excelente disco, eso sí, el bueno de Meloy en solitario nos hizo un regalazo hace un año más o menos, a sus fans y a los de The Kinks, un EP de versiones donde encontrábamos: Waterloo Sunset, Harry Rag, They way love use to be, Do you remember Walter?, y Days..... Sí, sí, ya os digo, tremebundo es poco... y todo eso mientras seguíamos esperando y esperando, pero no en vano. Se anunció nuevo disco para Enero del 2015, disco que aún no poseo como debería pues aún soy uno de los pocos románticos que desean tener los discos en la mano, y luego girando en su reproductor. Sólo he podido escuchar el disco unos cuantos cientos de veces en eso que llaman "streaming", y ya me tienen en la tienda dentro de unos días esperando a que abran para comprarlo y admirarlo, pues además de sonar como los ángeles, de tener a un vocalista privilegiado y a uno de los mejores letristas de la actualidad, a los Decemberists no podemos quitarles la etiqueta del buen gusto, sus diseños de portada siempre son excelentes, y el caso que nos ocupa no podía ser una excepción, la belleza de la portada es incuestionable y en el formato vinilo será un auténtica maravilla cósmica...., pero es que además, y como digo, después de innumerables escuchas, puedo asegurar que estamos ante una colección de canciones notabilísimas que conforman uno de sus mejores trabajos y seguro, os lo digo cuando el 2015 está todavía en pañales, uno de los mejores discos del año que se nos viene encima, el tiempo dicen que da y quita razones, pero como decía Jagger, time is on my side....


The Decemberists - "What a terrible world, what a beautiful world" (2015): 01.- The Singer Addresses His Audience/ 02.- Cavalry Captain/ 03.- Philomena/ 04.- Make You Better/ 05.- Lake Song/ 06.- Till the Water Is All Long Gone/ 07.- The Wrong Year/ 08.- Carolina Low/ 09.- Better Not Wake the Baby/ 10.- Anti-Summersong/ 11.- Easy Come, Easy Go/ 12.- Mistral/ 13.- 12-17-12/ 14.- A Beginning Song.

La acústica y la deliciosa voz de Meloy abren de manera excelente el disco con "The singer adresses his audience", un tema de esos que ponen los pelos de punta y estremecen corazones. Bonica del to es poco para ella. Es escucharla y saber y tener la certeza absoluta que el disco nos gustará, y joder, si nos gustará, nos enamorará con por ejemplo ese final in crescendo, ese piano desbocado, esos coros, esa guitarraza.... we know we know....  Y entonces, como para dar un golpe sobre la mesa, llega una "marca de la casa", llega la alegría y el agustito total con "Cavalry Captain", una canción pop perfecta donde las haya, con sus metales decorando la melodía y ese estribillo que no podrás sacar de tu cabeza. Perfecta de principio a fin, un remedio para nuestros corazones. Lo de "Philomena" es para aplaudir con las orejas, una deliciosa y maravillosa "cincuentada" que cantada por Meloy nos lleva al paraíso, sus la-la-las la convierten en una de mis favoritas de todo el paquete. y esto, creédme, es un despiporre. Luego ya el single de adelanto, ese "Make you better" es todo lo que necesitaba para empezar el año de forma inmejorable, con esas primeras notas tonwshianas, llenas de tímidas "sparks" y la melodía que se abre paso con tiento, con calma, sin prisa pero sin pausa, creciendo a cada segundo, maravillándonos sin cesar, haciendo de este mundo algo mejor, haciéndome algo mejor. "Lake song" tiene eso que tenían las mejores folkerías de los setenta, todo lo que querría hacer Sam Beam ahora pero que ya no le sale, es muy "semana astral", muy vanmorrisoniana en su esqueleto, en sus formas... Después de darnos uno de los temas del 2015 suena otra delicia, ésta más cercana a Nick Drake de lo que hubiese podido imaginar, algunos soñar, y es que "Till the water is all long gone" tiene esa magia, esa atmósfera que sabía darnos Drake, esa guitarra ensoñadora que nos partía el alma en dos. Llegamos al ecuador con "The wrong year", otro de los temazos del disco, otro de sus singles, con ese inicio más desenfadado y alegre, más british que portlandiano, pero siempre con esa marca de la casa, podría haber estado en su anterior álbum perfectamente, todo está aquí: la supervoz de Meloy, la melodía perfecta, el estribillo pop y el acordeón de la señorita Conlee, precioso.


La segunda parte del disco empieza con un tema folkie impresionante. "Carolina low" tiene ese toque de pradera, de fogata en medio de la noche, de caballos y vacas, donde la voz de Meloy sobresale por encima de cualquier otra cosa incluso de esos punteos que nos atraviesan el corazón. Sin duda, otra de mis favoritas. Entra a todo trapo el acordeón en la muy celta "Better not wake the baby" que es la perfecta gemela de aquella tremendidad del disco pasado llamada "Rox in the Box". El giro del disco hacia sonidos más ligeros queda claro con "Anti-summersong", muy folkie tirando a raíces celtas, la mejor canción para el verano anti-verano... donde el acordeón sigue mandando pero esta vez la armónica y unos coros taberneros tienen mucho que decir. Y entonces, llega otra vez ese regusto cincuentero con "Easy come, easy go", narrando como nos gusta a los seguidores de la banda... y ese solo de guitarra de lujo. El disco enfila su final a falta de tres temas, primero llega "Mistral" con una genial entrada, ojo!, que es otra de mis favoritas, un tema diferente al resto del disco, otro rollo pero que no desentona, más sonido setenta si queréis, pero qué sonido! con ese organillo de fondo que quita el hipo, un piano galopante, una armónica estelar y una guitarra sublime...., luego enlazan maravillosamente con "12-17-12" que tiene en la armónica otro gran aliado. Temón y punto. Acaban a lo grande, acaban con "A beggining song", sí, ellos son así, unos cachondos. Y nada más. Qué queréis que os diga. Estamos ante un gran gran disco. El primer gran disco de este 2015 que difícilmente se moverá del top 5 y os lo digo ya, totalmente seguro, cuando casi el 2015 no comenzó a andar. Disco glorioso, otro gran disco de Meloy y los suyos, no sé si superando pero sí a la altura de su predecesor, de "The King is Dead" y eso, sin duda son palabras mayores para este mundo tan terrible, para este maravilloso mundo donde nos ha tocado vivir.