Se me acabó lo bueno. Después de casi 20 días vacacionales hoy me toca volver a la rutina. Bendita rutina dicen algunos, bendita mierda digo yo. Vale que poco a poco, en estos días, he ido mimetizando al bueno de “El Nota” batín, chancletas y ruso blanco mediante. Así que para deshacerme del “agustito” tampoco me vendrá mal y me preparará para lo que está por venir dentro de un poquito más de un mes: otra extraterrestre!. De eso, tengo un acojone del copón, no porque vea demasiado trabajo (que lo será), no porque económicamente iremos justísimos (que iremos, claro que iremos justitos), sino porque todo vaya bien y no haya ningún problema pues mi negatividad me puede y siempre temo/pienso en cosas malas. Hoy vuelvo a la rutina, a las 7:15 arriba, duchita, café, despertar a la peque, vestirla, desayunar one more time con ella, llevarla al cole, ir a comprar, limpiar la casa, escuchar algún disquito por la mañana, leer los blogs amigos, preparar la bolsa con el ipod incluido, coger el bus, llegar a la botica…, botiquear y salir disparado a las 21 horas para ver a mis ricuras, luego cenar, dormir a la peque y ver algún film o serie si se puede o se quiere…. Rutina, mierda de bendita rutina. Tengo que ponerme al día musicalmente: Danny y sus campeones, los Monos Árticos, Israel Nash Gripka, Black Joe Lewis, Dr Dog, Pokey Lafarge, North Mississippi Allstars, Babyshambles, Costello and the Roots y Bill Callahan….. casi na… además de darle la enésima oportunidad a Nick Cave que sigue sin entrarme su nuevo disco y adentrarme one more time en el “Fade” de Yo la tengo…. Trabajo acumulado! Y para culminar, seguir disfrutando de las aventuras de Blacksad (maravilla de cómic) y del regalito que me hizo Mansion hace unos días y que me acompañará en las horas muertas de la botica, esa biografía de los Stones llamada “Los viejos dioses nunca mueren” por Stephen Davis. Gracias Mansion, gracias Héctor. Amigo. Y nada más, vuelta a la rutina, bendita mierda de rutina. 

THE ROLLING STONES
IT'S ONLY ROCK'N'ROLL (1974)
DANCE LITTLE SISTER


Los Beatles ya no estaban, al menos juntos, pero por separado seguían entregando verdaderas obras maestras aún así el rock necesitaba que alguien se pusiese la corona y claro, sus satánicas majestades se sentaron en el trono y de allí no se movieron, al menos durante años. La época del 68 al 72 les hizo merecedores de ese privilegiado puesto, eran los putos amos, habían parido el ABC del rock de los setenta y de lo que vendría más tarde, esos discos son “el rock”: Beggars Banquet, Let it Bleed, Sticky Fingers y Exile on Main St. Del adiós de Brian Jones al virtuosismo y poderío de Mick Taylor. Es imposible olvidarse de ese póker de discos, de esa maravilla sin dejar de lado claro a la primera época con Brian, de los singles, del Between the Buttons que sin duda es uno de mis discos favoritos de los Stones. Pero después del subidón qué nos dieron los Stones, qué? Pues…, gloria bendita aunque ninguneada por la mayoría de terrícolas sean stonianos o no. Vale que después de lo entregado es difícil superar, qué digo? Igualar…  pero que no quepa duda alguna de que cualquier grupo mataría por llegar a los niveles de sus siguientes cuatro discos, donde además de empezarse a abrir a nuevos sonidos y perfeccionar los antiguos presenciamos otro cambio en la formación, se va Mick y entra Ronnie. Estos cuatro discos que hoy os vengo a recordar son maravillosos, vamos pues con ellos:

“Goats Head Soup” (1973): la resaca del Exile, la caída a los infiernos de Keith con su particular relación con las drogas. Mick Taylor tirando del carro. Último álbum con Jimmie Miller de productor. Mucho negror influenciado por el soul y el funk. Los Stones de resacón del Exile, con giras inolvidables, insuperables. Con Billy Preston, Nicky Hopkins y Ian Stewart repartiéndose los teclados. Una balada mítica que se convierte para bien o para mal en el santo y seña del disco, Angie. No entró en el disco final “Waiting on a friend” que más tarde aparecería en “Tattoo you”. Y canciones de sobra para mantenernos enganchados a la magia de los Stones: Dancing with Mr D, Doo Doo Doo, Silver Train, Winter, Star Star. Disco menor? Para nada!. Un maravilloso disco siempre a la sombra del Exile pero con fuerza suficiente para maravillarnos.

“It’s Only Rock’N’Roll” (1974): puro rock clásico, sudoroso y sexual. Ron Wood acercándose al grupo, dejándose querer. Mick Taylor cansado de ser un Stone. Un disco muy poco valorado por los fans que a mi parecer es sublime, y que tiene un buen puñado de canciones fantásticas olvidadas. Está “It’s only rock’n’roll” que claro se lo come todo y esa versión de los Temptation que es pura dinamita, ese lujo llamado “Ain’t too proud to beg”, y seguimos, claro, contando con lo amiguetes al piano. Lo Stones eran ya una banda de diez componentes. Una superbanda. Probablemente estemos ante una de las portadas más feas del grupo si no la más horrenda pero eso sí, su contenido es de traca. Destaco, a mi gusto, el magistral inicio a lo “Exile” con “If you can’t rock me”, las baladas “Till the next goodbye” y “Time Waits for no one” (magistral ésta), “Luxury”y “Dance Little Sister” que me chifla. Un disco olvidado y ninguneado. Un lujo.

“Black and Blue” (1976): el adiós de Taylor, la llegada de Ron Wood. Abriéndose al sonido negroide. Al reggae. Al Funki y al Jazz. Sí, estaban muy negros ellos, negros y azules. Uno de esos discos que un servidor adora, que ama. Un disco al que vuelvo una y otra vez. No es el mejor pero a mi me parece precioso. Desde esa portada ya mítica a esas baladas demoledoras. “Fool to Cry”, “Memory Motel”, “Melody”…. Vaya tres perlas!. Bonicas del to. Magistrales. “Hot Stuff” abriendo el cotarro, sorprendiendo, maravillando. Qué locura de canción: quiero sexo! Luego tenemos un poco de reggae de ese que gustaba a Keith con “Cherry oh baby” y ruaquenroles marca de la casa que marcarían el futuro sonido de los Stones. Hablo de “Hand of fate” y “Crazy Mama”. No quería dejarme esa bendita locura llamada “Hey Negrita”. Ya digo, un disco, esta vez, puede que sí menor pero al mismo tiempo imprescindible.

“Some Girls” (1978): obra magistral. Imprescindible. Realmente el último gran gran disco de los Stones. Vale, el “Tattoo” es genial pero ya nada como “Some Girls” para qué engañarnos? Nuevas tendencias, nuevos sonidos, nuevos gustos, modas, drogas, placeres… Todo cambia, como en NY. The Big Apple. Los Stones más sexuales y marranos que se pueden encontrar. Supurando sexo por los poros y esnifando cocaína por doquier. Los Stones americanizados, newyorkanizados. Con Ian MacLagan por allí rondando a los teclados. Pepinazo de disco. Ya con “Miss You” te relames y sorprendes. Locura total. Brutal, y moderno rock con “Shattered”, del clásico con “When the whip comes down”, “Respectable”, “Lies” y la genial “Before they make me run” de Keith. El baladón “Beats of burden”, la countresca “Far away eyes” y como no, “Some Girls”. Portada mítica. Disco insaltable, puto clásico nikochiano. Después de estos cuatro discos, nada fue igual. Nada fue tan grande, tan maravilloso. Los Stones se recuperaron de su resaca. Se tomaron una aspirina y ya nunca jamás volvieron a ser los Stones. 
En 2010 el bueno y genial de Peter Gabriel apareció de nuevo en el mercado con disco bajo el brazo. No fue un disco al uso, no hubo material nuevo, no apareció otra vez esa vena de inspiración mágica pero sí recuperó su mejor versión sonora, y lo hizo tirando de covers, homenajeando a amigos y a artistas que él adora. Entregó “Scratch my back” que a mí me dio tardes de gloria, de agustito, de placer. El ejercicio consistía en coger temas que le habían marcado en su vida de artistas de postín de ayer y de hoy, darles la vuelta, llevarlas a su terreno y hacerlas suyas. Lo consiguió con facilidad porque él, Peter, es un genio, olvidado, pero genio al fin y al cabo. Como yo adoro las versiones, las covers, la noticia de la aparición de un segundo volumen de esta adorable idea fue muy bien acogida en el hogar nikochiano, más tarde fui recopilando información y para mi sorpresa, esta vez no sería Gabriel quién versionará las canciones de otros sino esos otros los que versionarían canciones de él. Además la cosa consistiría en que aquellos a los que Gabriel rindió pleitesía le devolvieran el favor y hubo suerte pues la mayoría estuvo por la labor de participar en el proyecto, y digo la mayoría porque hay alguna baja de última hora que en mi modesta opinión hace bajar la nota y el interés hacia el disco. Faltan sobretodo Bowie y Young que son sustituidos por Feist y Joseph Arthur. El duque y Tito Neil andaban en proyectos propios, este 2013 ha sido muy grande para ambos y al parecer no han tenido tiempo, el primero con un discazo de aúpa después de tropecientos años sin sacar nada y con la etiqueta de jubilado pero coñe, vaya disco se ha cascado el camaleón. Y el segundo con sus discos, el de versiones y el cañonazo de la “pill” con los caballos locos. Vaya dos genios que aquí lastimosamente se han borrado del proyecto, pero bueno, tenemos a Randy Newman, David Byrne, Lou Reed, Paul Simon, Justin Vernon en su versión Bon Iver, bueno, y muchos más, mi única pega es esa “Not one of us” que me sobra, no me gusta, el resto, de lujo. Byrne increíble con esa extraña y gran versión de “I don’t remember”, lo de Bon Iver ya no es una sorpresa, su “Come talk to me” es ya tan suya que podría estar en cualquiera de sus discos, creo que es mi favorita del paquete junto a la que cierra el disco, el “Biko” de Paul Simon. “Shock the monkey” de Joseph Arthur suena estupenda pero no cambia demasiado. Lo de Regina es de traca y lo que hace Randy Newman es para no parar de llorar de alegría, qué versión más estupenda de “Big Time”, genialidad absoluta, otra de mis favoritas. La lleva a su terreno con facilidad igual que Lou Reed con “Solsbury Hill”, una elección extraña de Lou pero que al escucharla se te caen los huevos al suelo. Del resto, que conste que todo es interesantísimo, me quedo con los Arcade Fire y su “Games without frontiers” un tema muy de su estilo que bordan y el “Don’t give up” de la guapetona Feist. Me consta que la intención es sacar un disco doble con los dos volúmenes, como parece que la fuente es fidedigna un servidor se esperará para hacerse con dicho artefacto original. Grandísimo disco de versiones pero Peter…, para cuando un disco con temas nuevos?


“… And I’ll Scratch Yours” (2013): 01.- I Don't Remember - David Byrne/ 02.- Come Talk To Me - Bon Iver/ 03.- Blood of Eden - Regina Spektor/ 04.- Not One Of Us - Stephin Merritt/ 05.- Shock the Monkey - Joseph Arthur/ 06.- Big Time - Randy Newman/ 07.- Games Without Frontiers - Arcade Fire/ 08.- Mercy Street - Elbow/ 09.- Mother Of Violence - Brian Eno/ 10.- Don't Give Up - Feist con Timber Timbre/ 11.- Solsbury Hill - Lou Reed/ 12.- Biko - Paul Simon.
01.- Purple Rain
02.- When the Doves Cry
03.- Little Red Corvette
04.- 1999
05.- Raspberry Beret
06.- Alphabet Street
07.- Cream
08.- Sing 'O' The Times
09.- I Wanna Be Your Lover
10.- Gett Off


Pensaba un servidor, y estaba totalmente equivocado, que ya había dedicado esta ya habitual sección de la Isla al blog “La Mansión en la Colina”, pero no, no lo había hecho. La sección “blogosfera” es simplemente un intento de presentar o dar a conocer blogs que un servidor sigue a muerte pirata, que lee cada día, cada vez que se publica un nuevo post o que necesito saber que se piensa allí sobre algo concreto tirando entonces de post antiguos. Yo ya había notado una cierta conexión con el hacedor de dicho blog pero al conocernos en Frías en el verano se produjo eso que algunos llaman amor a primera vista, otros flechazo, o simplemente buenrolleo del bueno. La cosa es que “Mansion” y un servidor conectamos muy bien, más o menos misma edad, con una niña de por medio y unas mujeres que vigilan nuestros bolsillos para que todo el dinero no se gaste en discos, y pasión, verdadera pasión por la música. Es todo corazón y muy buena persona, es el típico terrícola con el que creo que es difícil enfadarse, y además es del Athletic aunque su pasión por Prince sea desmedida, je, je, eso se lo paso por alto. El affair “Costello” nos permitió volver a vernos en Barcelona, permitió su primer contacto con mi queridísimo archienemigo Guzzest, otro trozo de pan al que adoro (si no estuviese casado…..) Bueno, total, que me voy por las ramas, quería yo recomendaros el blog del susodicho “Mansion”, un tipo encantador con mucha sapiencia de por medio y kilos de pasión. Su última propuesta ha sido un maravilloso repaso stoniano, además de haberme dejado un libro sobre “Exile” de esos que te erizan el bello y te levantan el pellejo. Sublime. Así que no tenéis excusa para no entrar en su casa que también es la mía, o eso espero. Si entráis en la Isla y os gusta, os gustará la Mansion, un blog amigo, un blog hermano. Allí hay cosa buena, I promise.
DEER TICK
NEGATIVITY (2013)
THE DREAM'S IN THE DITCH


El año pasado la conexión “Oregón” me dio grandes tardes de gloria. Dawes, Middle Brother y Deer Tick. Tres proyectos acojonantes, y en los dos últimos un mismo elemento a la cabeza: John McCuley. Lo de Middle Brother junto al líder de Dawes fue una grata sorpresa, uno de esos discos que no esperas, que te sorprenden y que acaban siendo de tus preferidos del año. Aquella versión del señor Westerberg de nombre “Portland” es simplemente imprescindible y bonica del to. Pero no vengo a hablaros de esa rareza de grupo que creo que se quedará en una reunión de un solo disco, no, hoy vengo a hablaros del grupo madre, de Deer Tick. Vale que aquel “The Black Dirt Sessions” del 2010 fue la repanocha en verso, un chute de buen rock, pero de ahí a decir (como mi archienemigo) que ya nada de lo que han hecho vale un duro… No lo entiendo en su caso pues “Divine Providence” (2011) tenía todos los elementos para enamorar a Guzzest hasta la médula, a él y a todo el mundo con algo de buen gusto por las guitarras y el rock heredero de los Clash y de los setenta. Un discarraco de esos que te hacen vibrar, sentirte joven one more time y mantener la esperanza de que el rock nunca morirá. Long live rock! The Bump, Funny Words, Let’s all go to the bar, Main Street, Now it’s your turn… Bufff, discarro que te crío. Y claro, cuando me entero a finales de agosto que los chicos de Deer Tick tienen casi a punto un nuevo disco las orejas me dan palmas, qué notición, y me espero ese disco rocanrolero del copón bendito, esa gira por las Españas y me imagino resarciéndome del concierto que me perdí en Barcelona, que al parecer resultó ser una orgía de guitarras antológica. Entonces tiro de contactos y cae en mis manos “Negativity”, el quinto disco de Deer Tick, con portada de esas que me gustan a la primera y que hace que arda en deseos de empaparme de la música que hay en su interior.


Deer Tick – “Negativity” (2013): 01.- The Rock/ 02.- The Curtain/ 03.- Just Friends/ 04.- The Dream’s In The Ditch/ 05.- Mirror Walls/ 06.- Mr. Sticks/ 07.- Trash/ 08.- Thyme/ 09.- In Our Time/ 10.- Hey Doll/ 11.- Pot Of Gold/ 12.- Big House.

Como he dicho me esperaba un disco cañozazo, con guitarras y riffs por doquier, un disco de esos que te hace levantar de la silla, cantar a pechopalomo mientras levantas tu cerveza hacia el cielo y brindas por el rocanrol. Pero no. Sorpresón. Estamos ante un disco maduro y con miras a crecer, a expandir el sonido, a sorprendernos y a gustarnos, porque no está reñido dar un disco bueno con intentar gustar al oyente y al seguidor. Esta vez hay mucho piano, mucho instrumento bonico rellenando y enriqueciendo el sonido, mucho mediotiempo, mucha cosica bonica. Decepción? Pues de entrada lo fue, porque yo esperaba eso, un trallazo por la escuadra, una vez recuperado del sorpresón, a la segunda escucha, me doy cuenta que estoy delante de uno de los discos del año, vale que de un año donde tampoco hay grandes discos de relumbrón, pero en el caso de Deer Tick, su disco brilla con luz propia, y desde luego aquellos que no los conozcan deberán tomar nota y seguir la pista a este grupazo. Pero vamos con “Negativity” que da para mucho, de primeras tenemos “The Rock” que es una cosica bella y francamente acojonante. Ese inicio modosito, tristón, melancólico y circular que acaba rompiendo y dándonos un puñetazo en los morros. Como me gusta! Llevo tarareándolo toda la puta semana y va para largo, con esos vientos, ese estribillo, esa cadencia: "Don't paint my picture. Sleeping on the ground. Come on! Little sister, you know what you have found...". 


Y llega una joya, un despiporre, llega “The Curtain” y aquí el marcianito se relame de gusto, algo Springstiniana y con un deje vocal a Cobain, no lo negaré, pero con personalidad propia. Un temazo. "El temazo". El que pondrás en el reproductor una y otra vez…. “But I know my spirit quit, don’t wanna be…. Your bargining chip!”. Guaaaaagh! Y el riff es escandalosamente escandaloso. Muuu bueno oigan. Seguimos de agustito total con “Just friends”, un baladón con piano de etiqueta, bonico del to y muy setentero antes de regalarnos otro inicio muy propio del Boss, otra de las canciones del disco, “The dream’s in the ditch” es un temazo con un estribillo mágico y antológico, un piano desatado y eso, joder, qué temazo. “Mirror Walls” y “Mr Sticks” no bajan el listón, el primer tema es un medio tiempo muy bien parido con un toque que a Harrison le hubiese encantado y el segundo, “Mr Sticks” es otra maravilla de McCuley, pelos de punta terrícolas!!!! Llega “Trash” y se me caen las bragas al suelo, qué riff!!! qué entrada cincuentera, qué gustazo, qué vientos o metales como queráis llamarlos, qué dulce subidón, qué solo guitarrero más bonico. Me encanta este puto disco. Me estoy enrollando la leche y no era mi intención, a partir de ahora iré rápido: “Thyme” me alucina, una rareza dentro del disco. “In our time” es un tema countresco que bien podríamos encontrar en el disco de “Middle Brother” (a mi me parece muy coqueto), “Hey doll” es el otro baladón del disco con el piano como protagonista con un toque a Jackson Browne (vale que McCuley no canta como aquel, pero quién lo hace?, quién puede?), “Pot of gold” nos recuerda que estos de guitarreos saben lo que no está escrito, un temazo que ya no esperabas y cierra “Big House” con unos punteos folkies de lo más coquetones, un cierre bonico del to que te hace volver a poner el disco. Un discazo. Una sorpresa. Un placer. Un lujo. Atentos a McCuley, el geniecillo olvidado que empieza a asomar la cabeza.

Llevo todo este mes obsesionado one more time con esa dupla mágica de Stones/Kinks pero a pesar de todo esto a mi ya no me convence nadie de que los Beatles no son los más grandes y geniales del Universo, están ellos y luego, el resto. Nadie en su sano juicio puede opinar lo contrario, son los mejores, de eso no hay duda. El cuarteto de Liverpool tiene la mejor colección de canciones de la galaxia, posiblemente la mejor historia como banda de rock desde su creación, su evolución, su influencia en la sociedad, su ruptura…, en definitiva ellos son los mas grandes y punto pelota. De todos sus discos me cuesta escoger uno, creo que es imposible, si eliges por ejemplo “Revolver” luego piensas “joder, es que Rubber Soul es la repera limonera!”, así que te pasas al Rubber, luego al White, luego al Sargento al Abbey Road… es imposible escoger. De todos, hay el ninguneado, esa joya que supone el cierre final, vale, verdaderamente el cierre es “Abbey Road” pero temporalmente fue “Let it Be” aunque la mayoría de temas se cocieron en la etapa del “White Album”, donde las rencillas, los piques, los roces estaban a la orden del día y tenían que ir invitando a amiguetes para que la cosa no estallará en mil pedazos, uno de esos amiguetes era el grandísimo Billy Preston, sí ese negro con el pelo afro que tocaba el pianito en la mítica terraza… aij, el Get Back! Qué grande! El mismo Billy que se lucía en el álbum “Let it Be” y en tantos otros con grupos de todo pelaje, desde Stones hasta Clapton pasando por la manos de Ray Charles, Sam Cooke o mi Aretha. Un grande en la sombra, vamos. En aquel disco Preston lo borda, más aún al escuchar el “naked”, ya no digo los Beatles con Macca al mando. “Two of Us” es mi debilidad pero “Across the Universe”, “Let it be”, “One after 909”, “The long and winding road”, “Get Back” y …, ah! Esa “I’ve got  a feeling” con la dupla Lennon/McCartney haciendo de las suyas, su último gran hit juntos, con pique de egos incluido en la grabación…. , temarraco.

Pues bien, el mismo año del “Let i be”, Preston saca disco en solitario, el tremebundo “Encouraging Words” que es una puta delicia, un diamante por descubrir, oro puro. Allí hay varias versionacas de esas que quitan el hipo, dos de Harrison, de su disco triple del mismo año, allí están “All thing must pass” y “My sweet lord”, pero aquí, el menda, se queda con la versión de “I’ve got a feeling”, una cover de esas para quitarse el sombrero, un regalo descomunal que se desmarca de la original para hacerla más negra que el mismísimo culo de Preston, parece sacada de un film de Shaft y no desentona. La madre que lo parió que feeling que da el tema, él sí que tiene el feeling, joder, ahora que estoy mucho con los Stones y su ”Black and blue” les tengo que dar la razón, sobre Preston claro, Melody es su apellido!. Otro temarraco. Y nada más, a coverizarse amigos terrícolas y a descubrir ese disco de Billy Preston que es canelita… 


Un tipo listo. Carismático. Con una sonrisa hipnótica y un alto grado de atractivo varonil de ese que ya no se lleva. Buen actor? Yo creo que sí, lo digo totalmente en serio. La verdad es que yo soy fan de Clooney, no porque el tipo sea el nuevo De Niro, porque no lo es claro, sino por como ha sabido llevar su carrera, como actor de teleseries, como actor de films discutibles pero taquilleros, luego pasando a los bombazos míticos, a films de cierto prestigio y pose sociopolítico, su faceta de productor es de aplaudir y la de director no está nada mal. Sólo cinco films tras las cámaras pero de esos que gustan y regustan. Hoy le toca a uno de esos, a uno que se llevó el aplauso de crítica y público, estuvo nominada a infinidad de premios pero claro, se llevó muy pocos o ninguno. Del 2011 es esta maravilla llamada “Los Idus de Marzo”, en principio un film que trata sobre la carrera política en unas elecciones primarias de yanquilandia no tendría mucho para atraerme, pero coñe, detrás del proyecto está Clooney, como director y como actor secundario, casi ná. No está sólo en esta tarea de seducirme pues cuenta con un elenco de actores de esos que me gustan de verdad, que siempre lo hacen bien, y que hacen que suba de nivel cualquier film donde ellos aparecen. Qué quienes son? Pues (agarraos!): Philip Seymour Hoffman, Paul Giamatti, Marisa Tomei y el prota del asunto, un actor que cada día me gusta más, Ryan Gosling. Como os digo, el film argumentalmente puede parece algo coñazo, muy típico en su forma shakesperiana del asunto, pero todo muy bien tratado, con muy buen ritmo, una historia que nos va atrapando y unas actuaciones de lujo. Lo de Gosling es de traca, su evolución en el film es además de creíble, asombrosa. No porque no lo veas venir, pero sí es convincente y te acaba pareciendo genial su actuación. El añadido de esos dos pájaros monstruosos que son Hoffman y Giamatti no tiene precio, qué actorazos! Feos y gordos pero con un talento descomunal… y la Tomei? Aij, la Tomei. Qué buena está, con esas arruguillas de viejuna, pero joder, cada vez está más buena la tiparraca, además de hacerlo francamente bien, claro, aún me acuerdo de la leyenda del Oscar por “Mi primo Vinny”, se equivocaron o no? Ja ja , nunca lo sabremos. Bueno, pues nada más, qué si no habéis visto este film ya tardáis. Increíblemente bueno, qué digo, acojonantemente bueno. 
Si no recuerdo mal, que podría ser, el recopilatorio de The Kinks del que hoy os vengo a hablar fue el primer CD que tuve en propiedad junto a otro gran recopilatorio, aquel “Jump Back” de los Stones. En un principio el de sus satánicas majestades era mío y el de los Davies de mi hermano pero hoy ambos andan de la mano en el hogar nikochiano. El recopilatorio de The Kinks está editado por “laserlight” y no creo que podáis encontrarlo actualmente en ningún sitio, primero porque estos de laserlight que normalmente editaban música clásica han desaparecido o eso creo y segundo porque es tan cutre la edición que es difícil que en tiendas lo tengan a vuestro alcance, tal vez en un mercadillo…. Es tan cutre la edición que ni siquiera le han puesto nombre al recopilatorio, por no poner no ponen ni el típico “greatest hits”!. Otra cosa es lo que se cuece dentro, un despiporre musical antológico.



The Kinks (1988): 01.- All day and all of the night/ 02.- It’s all right/ 03.- You really got me/ 04.- Long tall Sally/ 05.- You still want me/ 06.- Till the end of the day/ 07.- Gotta go/ 08.- You do something to me/ 09.- Sunny afternoon/ 10.- Dedicated follower of fashion/ 11.- Come on now/ 12.- Everybody’s gonna be happy/ 13.- Who’ll be the next in line/ 14.- Tired of waiting for you/ 15.- Never met a girl like you before/ 16.- See my friends/ 17.- Where have all the good times gone/ 18.- Set me free.

Singles y más singles de la primera época de los hermanitos Davies, rock’n’roll básicamente que bebía de ese toque Beatle que impregnaba todo y pistas sobre lo que llegarían a ser, con las magníficas historias que destila la pluma de Ray. Pero básicamente a un servidor le impresionaron las canciones más cañeras como “You really got me”, “All day and all of the night”, “It’s allright”, Till the end of the day”…. Luego, claro, fui alucinando con “Sunny afternoon”, “Decicated follower of fashion”, Tired of waiting for you”, “See my friends”, “Where have all the good times gone” que conocía por la versión de Bowie en el Pin-ups o “Set me free”. Tremendo discarraco este, sí señor. Es sin duda ésta una gran compilación que puede servir muy bien como primera toma de contacto con el grupo y de ahí ir conociéndolos por orden cronológico sería un gran y enriquecedor ejercicio. Yo sigo tarareando siempre canciones como “You still want me”, Gotta go”, “You do something to me”, “Come on now” o “Everybody’s gonna be happy”, esas forman parte de mi cancionero en la ducha, je je, tengo un gran repertorio para esos momentos. Si un día encontráis esta joya no dudéis en comprarla, y si no, pues perder un poco el tiempo para haceros un recopilatorio casero con este listado de canciones, no os vendría mal. Y nada más, yo a lo mío, he entrado en el típico bucle kinkiniano y de ahí me va a costar salir o algo o alguien va a tener que rescatarme.
PAUL SIMON
STILL CRAZY AFTER ALL THESE YEARS (1975)
GONE AT LAST


Hace unos días en el hogar nikochiano dimos por casualidad en el canal TCM con el inicio del mítico film de Mike Nichols de 1967 “The Graduate”. Me encanta tener estos canales porque retomas, revisionas o redescubres ciertos clásicos y es entonces cuando de nuevo te quedas boquiabierto. No es el señor Nichols uno de mis directores favoritos pero que él dirija una película te asegura una cierta calidad y entre su filmografía encontramos cosas interesantísimas como “Quién teme a Virginia Wolff” (66), “El Graduado” (67), “Conocimiento carnal (71), “Silkwood” (83), “Se acabó el pastel” (84), “Armas de mujer” (88) o “La guerra de Charlie Wilson” (07). Vale que últimamente a parte de la de Charlie Wilson y tal vez “Lobo” (94) tampoco es que haya entregado gran cosa, pero su nivel medio sí está por encima de la media. “El graduado” fue su segundo film, para el protagonista del mismo fue el primero como actor principal. Un Dustin Hoffman jovencísimo que borda el papel como, por otra parte, es habitual. Sin duda el bueno de Dustin es uno de mis actores favoritos de todos los tiempos, un actorazo qué coño. De Niro y Al Pacino se llevan siempre la atención de los focos y tienen incontables seguidores, yo también los adoro, pero la verdad es que se debe más a que como por ejemplo De Niro durante una década sale en todos los films de postín, los míticos, los inolvidables… Vamos que el tipo tenía buen ojo para elegir guiones y un amigo inseparable, el señor Scorsese. De Al poco hay que decir, que es un crack pero Dustin tiene eso que hace grandes a los actores que no es otra cosa que sus personajes siempre sean creíbles, sus actuaciones siempre son de lujo, siempre siempre. Y hay un buen puñado de films de él que adoro, os pongo unos cuantos que bajo ningún cocepto deberíais dejar pasar: El Graduado (67), “Cowboy de Medianoche” (69), “Pequeño gran hombre” (70), “Perros de paja” (71), “Papillon” (73), “Lenny” (74), “Marathon Man” (76), “Todos los hombres del presidente” (76), “Kramer contra Kramer” (79), “Tootsie” (82), “Rain man” (88)… Como todos, como los otros dos pájaros su carrera ha ido bajando el nivel pero su presencia siempre es agradable y sube el nivel del film.


Un jovencísimo Hoffman se mete en la piel de Benjamin Bradock quién ha terminado exitosamente sus estudios, sus padres celebran  una gran fiesta y es allí donde se topa con la Señora Robinson quién le conoce desde que él era pequeño, cosa que no impide que acabe llevándoselo al huerto.  Más tarde los padres de Benjamin le obligan a salir con la hija de los Robinson, Elaine, en contra de la opinión de la madre. Finalmente acaban enamorándose pero todo se complica al conocerse el affair de Benjamin con la señora Robinson. Esto es básicamente el film, todos conocéis bien la historia pero tal vez pocos recordáis bien el film. Un excelente film. Con un Hoffman espléndido interpretando al joven Bradock: indeciso, temeroso, perdido, sin un lugar en el mundo ni un destino concreto. La aventura con la señora Robinson le hace más fuerte y seguro de sí mismo sólo hay que ver su evolución, de la cara de angustia delante de la pecera a la sonrisa de felicidad y seguridad en sí mismo en el autobús junto a Elaine. Magnífico. Pero claro, le tocó disfrutar y sufrir al estar en manos de esa señoranga… buff, qué bien lo hace Anne Bancroff… por Dios! qué papelazo! qué pedazo de furcia! Y la belleza de Katharine Ross (Elaine) es apabullante. A parte de los papelazos que se marcan el tono del film entre comedia y drama depresivo es tremendo, además claro lo que tuvo que suponer este film en esa época, en esa sociedad tan encorsetada. Y a todo esto nos deja grandes secuencias como la de la fiesta donde Hoffman va de buzo, la subida de medias de la señora Robinson o ese final mítico en la Iglesia. Una joya de film aderezado con una impresionante banda sonora a cargo de Simon and Garfunkel. Chapeau.


Nada original y de seguidillas del amigo Mansion que se está marcando un especial Stones de la leche, hago hoy mi replica sobre su gran post "Mis favoritas x disco". Conclusiones: coincidimos poco, lo justo, eso es bueno. Además cuesta un cojón (perdonen mi lenguaje) elegir una entre muchas desde el 64 al 78. En algunos discos hay media docena de favoritas inamovibles, y en otros como en Exile, unas 15! Así que personalmente no ha sido nada fácil. Quiero animar a todos los Stonianos a realizar este ejercicio y publicarlo en su blog, en su confesionario musical. La idea, que repito es de Mansion, es cojonuda, y ya puestos habrá que hacerla de más grandes bandas, será muy interesante. Como lo será saber cuales son las favoritas por disco de los Stones de gente como Tsinapah, Guzzest, Addison, Jesús del Cierzo, Johnny, Savoy, Joserra..... bueno, no voy a poner todos porque me paso más rato que con la lista Stoniana, siento curiosidad y mucha por las opiniones de Tsi y Addi, así que espero sus posts! Ah! y váyanse preparando porque el próximo concurso nikochiano que en breve aparecerá por la Isla tendrá como protagonistas a los Stones, y voy a subir el nivel de dificultad porque hay mucho fan resabido y medio loco, así que anímense a participar cuando toque y sobretodo a hacer este pequeño ejercicio de selección. Ahí van mis favoritas por disco: 

- The Rolling Stones (1964): NOT FADE AWAY
- 12 x 15 (1964): TIME IS ON MY SIDE
- The Rolling Stones Now! (1965): HEART OF STONE
- Out Of Our Heads (1965): THE SPIDER AND THE FLY
- December´s Children (and Everybody's) (1965): AS TEARS GO BY
- Aftermath (1966): UNDER MY THUMB
- Between The Bottoms (1967): LET’S SPEND THE NIGHT TOGETHER
- Their Satanic Majesties Request (1967): SHE’S A RAINBOW
- Beggars Banquet (1968): NO EXPECTATIONS
- Let It Bleed (1969): LIVE WITH ME
- Sticky Fingers (1971): DEAD FLOWERS
- Exile On Main Street (1972): LOVING CUP
- Goats Head Soup (1973): SILVER TRAIN
- It´s Only Rock and Roll (1974): DANCE LITTLE SISTER
- Black And Blue (1976): MELODY
- Some Girls (1978): RESPECTABLE
- Emotional Rescue (1980): EMOTIONAL RESCUE
- Tatto You (1981): HANG FIRE

- Undercover (1983): UNDERCOVER OF THE NIGHT
- Dirty Work (1985): HARLEM SHUFFLE
- Steel Wheels (1989): SLIPPING AWAY
- Voodoo Lounge (1994): YOU GOT ME ROCKING
- Bridges To Babylon (1997): SAINT OF ME
- A Bigger Bang (2005): ROUGH JUSTICE
Sin duda 1967 fue un año difícil para destacar, fue un año repleto de grandes discos, de álbumes clásicos e imperecederos, de putos clásicos nikochianos. Sinceramente y haciendo un poco de memoria, os digo que es el año que concentra mayor número de clásicos nikochianos pues como digo, la cosecha fue de aúpa. Nombraré un buen puñado de ellos y me dejaré otros tantos, así que tampoco os llevéis las manos a la cabeza si falta vuestro favorito. Vamos a ver, estaba “Sgt Pepper..”, “The Doors”, “The Velvet Underground”, “Are you experienced”, “Forever changes”, “Axis”, “Disraeli Gears”, “Songs of Leonard Cohen”, “Strange Days”, “Surrealistic Pillow”, “The Who Sell Out”, “Safe as Milk”, “John Wesley Harding”, “Between the Buttons”, “Their Satanic Majesties..”, “Magical Mistery Tour”, “Mr Fantasy”, “Smiley Smile”, Buffalo Springfield again”, “Grateful Dead”, “Flowers”, “Happy Together”, “Mellow Yellow”, “Procol Harum”, “Goodbye and hello”, “Younger than yesterday”, “Blowing your mind!”, “I never love a man the way I love you”..... bueno, como veis es una lista interminable, hay de todo, y bueno. Y además de todos estos, estaba esa joya de los Davies, ese “Something else” by the Kinks...


Seguramente os preguntaréis: otra vez el marcianito dando el coñazo con los Kinks?. Pues sí oigan, es que son mu buenos para qué vamos a engañarnos. Un servidor conoció a los Kinks más o menos a los 16 años mientras todos estaban liados con el pseudoheavy de las Pistolas y Rosas que a decir verdad nunca me gustaron, mi mente estaba anclada en la música de 1967. Entonces, un buen amigo me pasó una cinta de cassette de su hermano mayor, en la cara A había una selección de hits de The Who, en la B otra de los Kinks. Esa cinta fue toda una revelación. Acabé comprando al poco tiempo a medias con mi hermano una compilación en CD de la primera época de los Davies que guardo con cariño, luego llegó “Face to Face” y “Lola”, pero al escuchar “Something Else” acabé enamorado de la música de esta grandiosa banda. Hoy sigue siendo mi álbum favorito de ellos, allá hay magia, hay canciones pop perfectas, hay auténticas joyas que uno no puede parar de redescubrir una y otra vez. Todas las bandas de la época en mayor o menor medida andaban con el rollo del LSD, de la psicodelia y todas esas mandangas. Así que cuando escuchas “Something Else” y esos tipos te hablan de hacer el Té de las cinco, de la muerte de un payaso, de la suegra toca pelotas, de las siestas al sol, del calendario de otoño, o del chico al que admiraban de pequeños pues sabe que está ante algo diferente, ante un grupo que va a su bola, y eso es tal vez lo que siempre les perjudicó, siempre llegaron tarde a todo, o si no se adelantaban, nunca hicieron una gran amistad con otras bandas ni participaron en el showbusiness, eso sí, parieron un disco descomunal y diferente. Un discazo señores, aportaron como bien reza el título: alguna cosica más.


Desde el primer momento, al ver esa mítica portada, sabemos que estamos ante algo grande, algo glorioso. Luego con las primeras notas de “David Watts” nos relamemos de gusto mientras susurramos eso de fa-fa-fa-fa-fa-. La pluma de Ray es cada vez mejor, sus letras son maravillosas, simples, siempre acertadas y en ocasiones repletas de humor. Lo de Dave es sensacional, en este disco se descubre como un grande no sólo a la guitarra, si no también en la composición y en las voces, tanto principal como sobretodo en esas segundas voces. La espléndida “David Watts” deja paso a esa maravillosa perla que es “Death of a clown”. Imposible no caer a sus pies. Un ejemplo de lo que decía de Dave, quién tendrá muchos más grandes momentos en este disco. La historia de dos hermanas con futuros opuestos me enloquece, “Two sisters” tiene esa intro de lujo, ese inicio ensoñador... buff... la adoro!. La bosanova “No return” descoloca a más de uno, pero es una pieza tan sumamente bella, bonica del to, que te deja sin respiración. A partir de este momento nos ofrecen pura dinamita Kink, por ejemplo con la tabernera “Harry rag” que siempre me saca una sonrisilla, “Tin soldier man” (la toma “sand in my shoes” es una rareza imprescindible) es la monda lironda y el remate viene con “Situation Vacant”, qué genio es Ray!. El momento Dave vuelve con el cañón “Love me till the sunshine” que empieza magistralmente y te explota en la cara cuando Dave entra con su rota voz. Algo de psicodelia no podía faltar, ya se sabe, la época es la época, y en “Lazy old sun” aparece un algo pero enseguida nos traen pop de etiqueta, nos regalan “Afternoon tea” que es un tema acojonante, posiblemente mi favorita del paquete. “Funny face” con un Dave de lujo y “End of the season” nos acercan al final, un final magistral con la inolvidable “Waterloo Sunset” a la que no se le puede poner ni un pero. Además, existen ediciones con sus bonus track que se me antojan imprescindibles. El habitual incluye “Act nice and gentle”, “Autumn almanac”, “Suzannah's still alive”, “Wonderboy” (imprescindible), “Polly”(lujazo) y “Lincoln County”. Casi ná. Ya sé que soy pesado, lo soy mucho, pero esto es un discazo. Mi favorito de los Kinks y en el podium de ese año, de un 1967 donde se amontonaban los clásicos nikochianos. Todo el mundo enloquece con el “Village” pero “Something Else” es igual o más grande que aquel, pero bueno a parte de “Something else”, entre “Face to Face”, “Lola”, “Arthur”, “Village green” y “Muswell” no sabría con cual quedarme. Putas obras maestras, poms, poms y re-poms!
Lo de Danny George Wilson es impresionante. Aquí un servidor lo descubrió con “Streets of our times” en 2009, segundo disco de su nueva aventura, esta vez llamada “Danny and the Champions of the World”, ese disco es una maravilla, un regalo, un caramelito. Ahí teníamos cosas tan fantásticas como “Henry the Van”, “Restless feet”, “Lose these rags”, “Follow the river”, “Parakeets”… Buff. Entonces hice el ejercicio de ir hacia atrás y me maravilló el debut de la banda, me alucinó su disco del 2008. Me dio el tiempo necesario de escucharlo y saborearlo antes de que llegase “Hearts and Arrow” que fue uno de mis discos favoritos del 2011. Ese disco ha sido pinchado una y otra vez en el hogar nikochiano y tiene ese difícil habilidad de cada vez gustar más y más. Un lujo. Entonces, el maestro Joserra de la Land, me abrió los ojos y los oídos enviándome “See the morning in” de su grupo inicial, de los Grand Drive, disco que tarde o temprano será protagonista en la Isla, y otra vez quedé alucinado y boquiabierto. Cómo se me escapan estás cosas? Ahora Danny tiene nuevo disco bajo el brazo, y un servidor lo ha escuchado esta mañana enterito por primera vez. De primeras me parece precioso. No os voy a dar más la lata con Danny, pero preparaos porque puede que durante este mes su presencia en la Isla sea protagonista absoluta. Discazo tras discazo Danny me engatusa y enamora. Si aún no habéis probado sus recetas a que estáis esperando?
VAN MORRISON
HIS BAND AND THE STREET CHOIR (1970)
DOMINO

Si no tenía bastante con la lectura, la música, los juegos de mesa, la playa, el blog, las teleseries, los films.... pues eso, como no tenía bastante con todas esas mandangas hace poco, como sabréis, me hice con la portatil de Sony, la Vita. Estoy encantado, qué voy a explicaros... La Vita ha revivido en mí al niño que llevo dentro y juego como un puto jovenzuelo de doce años al que le va la vida en ello, consiguiendo puntos y trofeos a mansalva y dejando sin batería una y otra vez al fabuloso aparato nipón. La mayoría de juegos con los que me hice al principio están finalizados, sólo a falta de rejugar algo para batir algún que otro récord, así que me hice con un par más antes de que se me pase la fiebre jueguil. La verdad es que me lo paso en grande, estoy hecho un canalla, tengo que aprovechar antes que venga mi segundo retoño (retoña en este caso)..., ya sabéis, je je. Bueno, allá vamos, os voy a hablar de dos joyas con las que pasar el rato y disfrutar como a final de los ochenta principios de los noventa pero con una calidad gráfica increíble. La esencia es aquella, son juegos con cierto gusto retro pero increíblemente adictivos. Vamos pues con ellos:

SINE MORA: es mi última adquisición. He jugado dos horas seguidas y os confieso que me duelen algo los dedos. Este juego ya había salido para las grandes consolas de sobremesa pero ahora apareció esta magnífica adaptación (ellos lo llaman “port”) que es una delicia. Juego de “naves”, scroll lateral, vamos, un mata mata de aquellos que había en los bares de antaño, donde tirábamos una y otra vez la moneda de 5 duros cuando asomaba el mítico letrero de “insert coin” al morir. Gráficamente es precioso, el ritmo es trepidante, y una cosa, digamos, nueva, es que no tenemos barra de energía. Cada vez que nos tocan perdemos tiempo y cuando alcanzamos al enemigo lo ganamos. Tenemos un tiempo para realizar la misión y más o menos en eso consiste el juego, claro que podemos morir de las manera habituales, un buen cañonazo del jefe final nos deja hecho trizas. Hay modo historia, modo arcade... Vamos, que no se aburre uno. Una joyita.



GUACAMELEE!: juego de plataformas en 2D, a la antigua usanza con una ambientación alucinante basada en el folklore mexicano y unos gráficos bonicos del to. La historia es de lo más loca y divertida, hay innumerables guiños a otros videojuegos míticos y el nivel de aprendizaje, de dificultad y de diversión van al alza y está muy medidos. La música es genial y además hay muchas pequeñas misiones para mejorar a nuestro personaje y nuestro nivel de “luchador”. Hacía mucho tiempo que un juego de plataformas no me retaba de una manera tan francamente provocadora, el nivel de sincronización que hace falta adquirir para superar algún nivel es de agradecer, y las luchas con jefes finales de lo más logradas. En esos momentos la concentración es básica. Esto es un juegazo exclusivo para Vita, si hubiese más como este rápidamente subiría en ventas lo que no está escrito. De todas maneras es una máquina alucinante que te permite jugar a estas cositas o a cosas como Killzone (mi próxima compra). Y nada más, me voy a viajar atrás en el tiempo y a jugar antes que vengan mis padres y me obliguen a hacer los deberes del cole e irme a la cama sin cenar.


01.- Moondance (70)
02.- Astral Weeks (68)
03.- Saint Dominic's Preview (72)
04.- His Band and the Street Choir (70)
05.- Tupelo Honey (71)
06.- Down the Road (02)
07.- Into the Music (79)
08.- Irish Heartbeat (88)
09.- Veedon Fleece (74)
10.- What's Wrong With This Picture? (03)
Sigo enganchado a las historias que nos trae John Arne Sæterøy aka JASON. Este dibujante, escritor, ilustrador, artista o como queráis catalogarle noruego me tiene loco con sus historias de animales antropomórficos, ya disfruté y mucho con “Low Moon”, “I killed Adolf Hitler” y “Werewolves of Montpellier” pero este “Why are you doing this?” es simplemente magistral. Nuestro protagonista se dirige a visitar a su amigo pero le abre otra persona y su amigo está muerto. El asesino se las ingenia para incriminarle y él tendrá que huir, ocultarse y averiguar quién y porqué ha cometido esos actos, además contará con la ayuda inesperada de una buena chica... Ooh! Regusto Hitchcockiano o aroma a las buenas historias tipo “Frenético” que inmortalizó Polanski pero en plan Jason, es decir, en plan genialidad total. Hay soledad, pérdida, dolor, melancolía, trazas de humor, una narración espléndida con un ritmo intenso, diálogos económicos pero brillantes y su ya clásico estilo, único y personal. Jason es uno de mis favoritos y esta historia, como todas sus obras, me ha encantado.

De las pocas cosas buenas que tiene ser un extraterrestre con residencia en el planeta Tierra y sin billete de retorno a casa es empaparse de la música de ciertos humanos. A pesar de llevar casi cuarenta años en vuestro retrete azul no paro de asombrarme con discos y artistas que por innumerables causas se me han escapado y han pasado desapercibidos para mis oídos. Por suerte, en ocasiones, cuando hay un evento músicoblogueril mágico como el que se dio este verano en Frías con la excusa de Tito Neil de por medio uno tiene la oportunidad de hablar con sabios terrícolas, apasionados de la música que comparten sus gustos, sus manías, sus obsesiones y sus tesoros ocultos. Fue allí una noche a las tantas de la madrugada, con alguna copa de más, que se abrió una extraña conversación entre Mansion, Jesús del Cierzo, Johnny y un servidor sobre grupos malditos. Y entonces Johnny se encendió y no pudo tener por más tiempo guardado su secreto. Interrogando al gurú Jesús para que corroborase su discurso vino a decir algo así como “Son o no son El Sonido el grupo maldito por antonomasia?, es o no es Adrian Borland un genio incomprendido? Un maldito, una estrella caída y ninguneada? No son Jeopardy, From the Lion's mouth, y All fall down tres joyas olvidadas?..... “ a lo que Jesús, impasible, respondía con un ligero movimiento vertical de cabeza a cada pregunta seguido de un gran sorbo de su enésima cerveza intercaladas con su cigarrito. Esto se repitió durante más de media hora con la música de Tito Neil de fondo, y Mansion y un servidor escuchando, aprendiendo y pasándolo en grande. Como me reí durante esa conversación! Pero también tomé nota. Y hoy disfruto a lo grande con ese “Jeopardy”. Sí, es raro que poca gente se acuerde de The Sound. En palabras de Johnny: "Siempre en la sombra, al principio de Joy Division, después de Echo & The Bunnymen y después en el pozo de la historia”. Aunque sólo fuese porque el líder de la banda se suicidó tirándose a la vía de un tren debería conocerse más a este gran grupo, si uno lo escucha no tiene dudas, eran demasiado grandes para ese momento. Los tres primeros discos según los especialistas en The Sound son básicos, así como “Heads and Hearts” y el directo “In the Hothouse”. Raro que a mi archienemigo se le haya pasado este grupazo, estoy seguro que pondrá remedio.


The Sound - “Jeopardy” (1980): 01.- I Can't Escape Myself/ 02.- Heartland/ 03.- Hour Of Need/ 04.- Words Fail Me/ 05.- Missiles/ 06.- Heyday/ 07.- Jeopardy/ 08.- Night Versus Day/ 09.- Resistance/ 10.- Unwritten Law/ 11.- Desire.

En “Culturamas” leo y suscribo que “Jeopardy” es un disco de escucha repetida y caducidad indefinida, cuyo inicio “I can’t escape myself” constituye un grito de largo alcance desde la corrosión de los sentimientos placenteros hacia uno mismo y lo que nos rodea". Toma! Cuanta razón. “Jeopardy” es un debut fantástico, increíble, maravilloso... de los mejores debuts que un servidor ha escuchado pero incomprensiblemente pasó desapercibido para mí y para tantos otros durante años. No puedo catalogar este disco como “clásico nikochiano” porque apenas hace un mes que lo escucho, eso sí, compulsivamente. Claro, que no tengo dudas de que se convertirá en otro clasicazo de mi vida. Gracias Johnny por el soplo, por tu amistad y por ese espacio woodyjaggeriano tan bueno que nos brindas. Vamos con el disco, que es una pasada. Abre con ese pelotazo cósmico que es “I can't escape myself”, la entrada es fabulosa, empieza modosita, la percusión se abre paso y parece que algo tenebroso se vaya a abalanzar sobre nosotros. Borland entra con una voz acojonante y luego... , luego la canción te estalla en plena cara y las guitarras te parten en dos. Temazo sublime. Reconozco haber estado enganchado a esta canción unos quince días, a ésta y a “Heartland” que le sigue, y de ahí no pasar. Dos fantásticas composiciones, brutales, increíbles. “Heartland” no se queda manca con esa entrada postpunk ochentera, eso es lo que vendría luego y que muchos grupos copiarían hasta la saciedad. Una vez recuperado del estado de shock, dejé correr el disco y lo que encontré allí fue la leche. “Hour of need” me parece genial, y el latigazo de “Words fail me” ya ni os cuento, es sólo rock'n'roll, sí, pero me gusta. Lo bueno que tiene este disco es que con cada escucha cambio de canción favorita, por ejemplo, a mi “Missiles” me parece la polla en verso, pero claro luego viene “Heyday” y “Jeopardy” y no sabes con cual quedarte. Lo de”Heyday” a día de hoy me tiene loco. Del final, creo, que “Unwritten law” con esa atmósfera apocalíptica sobresale por sí sola, y el cierre, con un pequeño toque a The Doors (sí, eso habéis leído) es la leche, “Desire” te deja con ganas de volver a darle al play, con ganas de volver a pinchar el disco. Un discazo que me alegro de haber descubierto aunque sea tarde. Esta vez, en este estilo, supero a mi archienemigo. Chínchate Guzzest!!!
El 31 de Agosto cumplió años el León de Belfast, Van the Man, George Ivan Morrison.... , es decir, el grandioso Van Morrison, y es justo que la Isla Nikochana lo recuerde, lo celebre y lo aplauda añadiendo la coletilla esa de “y que cumpla muchos más!”. Van Morrison ha sido protagonista, bueno, él no, su música, de infinidad de momentos en mi vida, en la salud, en la enfermedad, en la alegría, en la más absoluta y miserable tristeza... Van siempre ha estado ahí para mí y para muchos otros y aunque ahora, aquí el marcianito que os habla, le da algo de cera porque lleva haciendo el mismo disco una década tengo que decir que es uno de los míos, de mis imprescindibles. No hablaré hoy de Them porque no me da la gana pero es un grupo acojonante a pesar de que durase cuatro días, luego, la carrera de Van Morrison habla por sí sola. A sus casi setenta años nos ha dado gloria bendita pero claro, su época del 68 al 79 es absolutamente genial e irrepetible, bella, bonica del to..., joder, tremebunda: “Astral Weeks” (68), “Moondance” (70), “His band and the street choir” (70), “Tupelo Honey” (71), “Saint Dominic's Preview” (72), “Hard nose the highway” (73), “Veedom Fleece” (74), “Wavelength” (78) y “Into the music” (79), sin olvidarme del directazo “It's too late to stop now”. Mágico, imprescindible, joder... no hay palabras. En el blog de Tsi-na-pah hace años que se le dedicó una sección disco a disco que es imposible mejorar, igualar o simplemente llegarle a los tobillos, y es que Tsi sabe mucho y adora si cabe más aún a Van que yo. Así que ir hacia su blog, buscar, y Tsi-na-pah os enseñará y os recomendará. Además, no quería dejarme esa tercera juventud que vivió hace unos años con esa tripleta brutal formada por “Back on top” (99), mi favorito “Down the road” (02) y “What's wrong with this picture” (03). Son la repanocha esos tres. Cuando acaba Agosto y el León cumple años, cuando el verano está muriendo y se acerca el otoño, es tiempo de Van, es tiempo de acercarnos a su música y rememorar esos grandes álbumes que nos ha dado. Gracias por todo señor Morrison, lo dicho, que cumpla muchos más.