Los jugadores de aventuras gráficas clásicas viven (vivimos vaya) en un extásis continuo desde que hace algunos días se anunciara en el E3 (la superferia anual -y mundial- del videojuego) la remasterización -básicamente texturas y sonido más nítidos, que el juego es el de siempre- por parte de Lucasarts del primer Monkey Island estrenado hace justo veinte años (nada raro viniendo de esa empresa tan dada a rebozar y exprimir hasta la última gota de los logros pasados). Hasta ahí todo normal (era lo que tocaba), más madera para aquellos que jamás hemos superado ese género en general y esa saga en particular (especialmente las dos primeras partes) en nuestro ranking videojueguil de todos los tiempos. La bomba vino servida por el anuncio de la venta de derechos de la licencia (no del todo que Lucasarts se queda en la sombra -sin poner nombre pero si pastuncia- por si sale bien la cosa...) a la empresa Telltale Games que estrenará nueva y original referencia en pocos días (nueve años después de la última entrega !). A partir de ahí la locura. La noticia es solo comparable a lo de la muerte de Jacko en la interné. Todo el mundo quiere saber qué, como y cuando (y cuanto, por supuesto), los videos, trailers, bocetos y gaitas mil campan a sus anchas por la red. Varias generaciones de videoplayers más o menos militantes(especialmente de entre los que ya hace bastantes años que se pagan el ocio...o lo podrían hacer si quisiesen, pa entendernos) aparcan sus juegos de nueva y ultimísima generación, se olvidan de sus suscripciones al juego on line borreguero de turno (yo el primero que a borreguero soy todo un referente) y centran toda su atención en este Tales of Monkey Island...
Las primeras impresiones ya han creado dos, tres, siete o los bandos opuestos que os de la gana. Para no hacerlo más largo, y si a alguien le interesa, que se de un voltio por los foros porque la cosa es un no acabar. Particularmente me paso las críticas previas por donde amargan los pepinos. Hay varias generaciones que tienen idolatrada la tercera parte y reniegan de la cuarta (que es más de lo mismo pero utilizando el cursor e introduciendo -de manera muy light- las 3D), otras más puretiles consideran que SOLO hay dos M.I. y el resto no sirve ni pa caldo, también hay fanáticos contando los segundos a los que les importa todo un pimiento al margen del tiempo que queda para el estreno (7 de julio en USA, aquí está por ver) o incluso los que ya han comprado on line...la primera parte. Ahora volveré a eso. Particularmente me posiciono entre la facción puretil (los dos primeros fueron algo insuperable por siempre jamás en esta industria) pero también con la más entusiasta: con los otros dos no paré hasta terminarlos por muchos "esto ya no es lo que era" (con todas sus variantes)que leyese, oyera o que incluso uno mismo se dijese. En resumen soy de los que piensa que los M.I. pasan por encima de todos los grandes titulos del género (y por extensión de todo el resto de videojuegos, al ser precisamente mi género favorito como escribí antes) como una apisonadora y sin despeinarse (si si, aún a medio gas -partes 3 y 4-).
A favor está el hecho de que, indagando en el tema, la mentada empresa Telltale está dirigida por antiguos miembros autoexiliados de Lucasarts hace años (un poco como los comiqueros McFarlane, Slvestri y demás que hicieron Image dejando a Marvel con tres palmos de narices y ganándose muy bien la vida haciendo solo lo que querían hacer)y que se dedican de forma básicamente exclusiva al tema de los antiguamente llamados "conversacionales". En efecto, son gente que ha metido las pezuñas en DOTT, Loom, los Indis, Sam & Max y, entre otros, los primeros Monkey Island, por supuesto. Además la cosa tiene el visto bueno de Ron Gilbert (el padre supremo de la criatura) que incluso ha colaborado en algunos puzzles. La música será la de siempre (namas faltaría) y el tono de cachondeo también queda garantizado.¿Los gráficos? Pues nada del otro jueves pero, como recriminaba el veterano de turno a algunos chavalines del foro de turno también-los que ensalzaban la parte 3 y escribían cosas del tipo "que mierda...es como el 4", cosa generacional, no es pecado de nadie-: "¿desde cuando los gráficos importan para un M.I.?...Solo la jugabilidad importa, basta con una ambientación simple pero correcta, los diálogos, los acertijos y la música...si tanto os importa ver gotas de sudor supercurradas o detalles técnicos incontables por segundo jugad al Call of Duty, al Gta o alguna de esas mierdas que tanto os gustan de las de apretar botones compulsivamente como monos...". Olé sus huevos...el mundo todavía tiene salvación después de todo. En cualquier caso, para los más escépticos/as, parece que aunque se sigue con las 3D (estamos en 2009 quieras que no), se recupera el sistema point'n'click, el de mouse y tentetieso de toda la vida.
Vamos con lo malo. De todo lo logrado en los últimos tiempos por Telltale me encuentro que, entre otras cosas, son los responsables del resurgir de los nuevos Sam & Max, que no los he jugado ni nada pero es bien sabido que sus creadores se hicieron de oro con un nuevo sistema de vender el asunto: por entregas. Sacaron varias partes con una cadencia determinada a la que solo podías acceder con una inevitable subscripción a postergar mientras duraba la "temporada"...Lo dicho se forraron. Y claro estos Tales of Monkey Island van a seguir por el mismo camino: 5 partes en total, una cada mes, empezando este julio que mañana empieza...Qué no cunda el pánico. Cuando acabe la "temporada" (entrecomillado porque es la nomenclatura que ellos utlizan) se podrá comprar todo entero en formato físico (como ya hicieran con los S&M, parece ser y en cualquier caso está garantizado)...Así pues a no ser que la cosa se eternice más de lo que debiera, algunos ya vamos pidiendo el regalo de reyes...Cada parte, que sigue una única historia, tiene una media de 3 pírricas horas de duración... ya me diréis los interesados/as si, tras tanto tiempo, no merece la pena alargar la espera un poco más y disfrutar de este Monkey Island 5 en todo su esplendor...Guybrush, LeChuck, Stan, la Gobernadora Marley, su abuelo Herman, Murray y demás desde luego, me parece a mí, lo merecen.Pd: para mayor (y más correcto) seguimiento del evento recomiendo la página especializada en este tipo de videogames: La Aventura es la Aventura, que se lo curran bastante.
Pd2: por cierto, quién sabe si por vendetta a las ostentaciones técnicas de las Ps3 y Xbox de hoy día , y teniendo en cuenta el espíritu que alimenta este tipo de creaciones -más ingenio y menos efectismos gratuitos e inútiles-, los de Telltale se han descolgado dando la exclusiva consolera (hasta nueva orden) a la Wii...Es decir sin esa máquina o un Pc ya se lo pueden pintar al óleo.
Pd3: para terminar (que casi se me olvida)..."los monos estan escuchando..." (again).
Las tardes de los domingos acostumbran a ser momentos difíciles para sentarse en el sofá y escoger una buena película, primero porque buenas películas no hay muchas y segundo porque la modorra que acompaña a esas tardes, mas si no hay deporte y con el calor que comienza a aparecer, nos hacen arrojar la toalla y sintonizar el programa mas cutre que uno puedo imaginar, uno de esos que normalmente programan para el verano y que no son mas que gigantescos y aburridos contenedores de basura. Pues bien, Nikochana y un servidor nos preparamos un cuenco gigante de sandía cortadita y fresquita y decidimos apoltronarnos en el sofá a mirar alguna película de esas que tenemos pendientes. El cuerpo nos pedía algo de cine negro, de policías o asesinos, robos, qué se yo, pero no de saltos, tiros, y chuminadas a lo Misión Imposible. De entrada encontré en mi “caja mágica” el film “The International” con el último actor-machote que queda en el mundo, Clive Owen, acompañado de Naomi Watts que nunca hace daño a la vista. Pero rápidamente abortamos la proyección porque el audio no era del todo correcto. La opción B era una película llamada “Horsemen”, no sabía de que iba, sólo que su protagonista era un viejuno Dennis Quaid, y es que para ser sincero tengo la manía de conseguir films sin saber de que van, normalmente en V.O.S, así al menos me pueden sorprender, aunque normalmente no es para bien.

SINOPSIS: el detective Aidan Breslin continúa devastado por la reciente perdida de su mujer. Él no ha superado su pérdida, y menos aún sus dos hijos. Breslin intenta desesperadamente recuperar la amistad con su hijo mayor quién le culpa de abandonarles cuando su madre era devorada por un cáncer. A Breslin le es asignado un extraño caso que le mantendrá apartado de su familia: Cuatro horribles asesinatos, un mensaje que se repite cuatro veces en cada uno de ellos y una conexión bíblica con los cuatro jinetes de la Apocalipsis.

El director de este film que creo aún no se ha estrenado en España es Jonas Akerlund del que no sé absolutamente nada mas. De Dennis Quaid no puedo decir lo mismo, habré visto decenas de films donde él aparece. Siempre fue un segundón, nunca tuvo suerte y no creo que este film le resucite si es que alguna vez estuvo entre los vivos. Pero tampoco seré tan cabrón con Quaid, al fin y al cabo durante mi juventud me hizo pasar grandes momentos. Aquí el tipo está correcto, es de lo mejor del film. Convence y se gusta, y es que a los actores maduros y segundones el papel de detective infeliz divorciado les sienta que ni pintado. El elenco se completa con el bellezón de Zhang Yiyi (Hero, 2002; Crouching tiger Hidden dragon, 2000), Peter Stomare, Clifton Collins Jr, Patrick Fugit y Neil McDonough. Es decir, nada del otro mundo. En definitiva, el film sigue la línea de “El silencio de los corderos” o “Seven” no llegando a la calidad de ninguna de ellas, aunque tampoco es un mal film, no sé si es porque no me esperaba nada o porque realmente es digno, bueno, lo que sea, la verdad es que me hizo pasar un buen rato, le faltó algo de sangre, de vísceras, de darte algún susto, y tal vez el desenlace final es un poco tontaco, un poco pilladito. “Horsemen” cumplió de sobras con las expectativas aunque no pase de regulero, ayer al terminar me pareció peor de lo que es, hoy reflexionando algo mas en algunos detalles pienso que es mejor de lo que realmente puede que sea. Así pues os aconsejo que veáis el film y salgáis de dudas por vosotros mismos. Aburriros no os aburriréis.
MICHAEL JACKSON
BAD (1987)
LEAVE ME ALONE

Ajá, aquí quería llegar yo...Mi disco de cabecera por los tiempos de los tiempos, el acabóse, el no va a más, la repera consagrada: “London Calling”, la obra maestra de Strummer, Jones, Simonon y Headon. Por si alguien tenía dudas esta cochambra de sección no está numerada por orden de preferencia (aunque no renunciaría a ninguna de las refes aparecidas), de ser así (y costelladas de lado) estaríamos ante el “fakin namber uan”. Según algunos críticos entusiastas y enteraillos varios-no pocos, en cualquier caso- se trata de “el último gran disco de la última gran banda de rock” (y después dirán que uno es grandilocuente y exagerado...y además sin cobrar !).
La historia de la banda posterior a este álbum siempre generará controversia para algunos bastantes. Hay quien ve en el inabarcable “Sandinista!” (su siguiente disco) un currado homenaje y tributo a los ritmos reggaeros (dub y variantes) llevados a cabo en los tugurios de ciertos barrios londinenses desde algún momento de los 70, para otros es una ensaimada intragable cuyo único reclamo son “up in heaven (not only here)”, “somebody got murdered” y poco más...Después vendría “Combat Rock” (su último disco con Jones, y/o para miles y miles de fans -y yo de los primeros- su último disco y punto pelota -lo del “Cut the trap” es el gran pecado capital hasta el fin de los tiempos-) , un muy buen disco (“Rock the Casbah”, “Straight to hell”, “Know your rights” o la ya sobadísima “chubasquero o chubasgó” -con perdón-) al que muchos dieron la espalda cruelmente en su momento por no perdonarles lo del mentado triple álbum anterior...En cuanto a la historia anterior... Su primer disco es seguramente “el” disco punk si tomamos la concepción global del género existente como referencia. Ha envejecido mucho mejor que el único (y sobrevalorado) disco de los Pistols o que la primera referencia ramoniana del 76, y lo ha hecho (clarinete) básicamente porque les da mil patadas a los dos juntos (tanto si hablamos de elepés como de bandas -y cuidao que de lo mentado a mí no me desagrada nada ni nadie, al contrario-). Después está “Give'em enough rope”, su aventura americana del 78 que siempre se suele “saltar” por ir en medio de lo que va. El disco de “stay free”, “safe european home”, “Tommy Gun” o “English civil war”, casi ná.
“London calling” queda a caballo de todo eso. Y es mejor que todo eso. De hecho es mejor que cualquier “best of” que os pueda caer en la manos de tan aclamada formación (y eso que no están las ya mencionadas “up in heaven (not only here)”, “stay free” y “straight to hell”, tres de mis canciones predilectas de los sujetos en cuestión). Leía hace más o menos un añico, a colación del disco, que “¿acaso sería una herejía considerarlo new wave?” . Es verdad, ¿por qué no?. La retahila de estilos que se mezclan ahí es incontable y su sonido tiene un aire más claramente nuevaolero que no punkie.
Los detractores de la banda (más ninguneantes que detractores que estos es de los pocos que crean consenso) se aferran recurrentemente y sin compasión a dos argumentos: a)”Sandinista” tuvo su sentido en su momento seguramente, pero abrió las puertas al gilipollismo abyecto de zona pija que piensan que el mestizaje lo inventaron los Mano Negra (se refieren a la gente esta de “flauta y perro” que tenemos aquí en BCN, p.ej., en el barrio de Gracia...chavales con papaítos con pasta que se disfrazan de homeless cada “güiken” emulando las andanzas de los squads británicos de años a -alguno de verdad habrá digo yo...pero si es verdad que dan rabia si-). b) ¿si tan auténticos, militantes, anticapitalistas y comprometidos eran porque grababan con Columbia y se iban de gira a los USA?... A los primeros les diría que se vayan a la mierda...puestos en ese plan deberíamos dejar de escuchar a Bowie o Led Zep, por ejemplo, por generar toda la movida del heavyglam guarro ochentero...A los segundos, ¿qué quieren que les diga?. Si viven en el maravilloso mundo del mago de Oz donde nos creemos todas las cosas, mejor para ellos. Es de rock de lo que hablamos, el hermano pequeño bastardo y tramposo de un arte mayor al que se puede querer, adorar incluso, pero jamás creer.
Y si es de rock de lo que hablamos, “London calling” de los Clash ocupa un puesto de honor, sea la década, estilo o subgénero por el que se tenga preferencia.El álbum arranca con la canción que le da título y que hasta la ameba más sorda de la fosa más profunda del Pacífico la ha escuchado alguna vez...”London callling to the faraway towns...”. Le sigue “brand new cadillac” con esas guitarras de rock cincuentón garajero y su bajo rockabilero...Vamos que nos vamos, porque entonces llega “Jimmy Jazz” con sus vientos a lo club de Harlem que parece sacada del soundtrack de “Jungle book” y que da entrada a la acelerada “Hateful” que es más adictiva que la madre que la parió, con su marchamo nuevamente digno del mejor Valens pero que además viene rematado por un “bonito estribillo” clashero a dos voces marca de la casa. “Rudie can't fail” puede pasar por doo woop o reggae según tengas el día y Mick Jones lleva la batuta con los alaridos de Strummer de fondo...muy cachonda pero sobretodo muy buena...Claro que le sigue “Spanish bombs” (yot' quierro y finito) donde además de descubrir su pasión por Granada, y conocimiento de la Guerra Civil clavan otro “greatest hit” de órdago. “The right profile” es la canción que el partido demócrata yanqui utilizaba en su cabalgata de entrada en todas la poblaciones que se encontraban a su paso en sus penúltima elecciones, que por si mismo no significa una mierda claro está, pero que sirve para imaginarse las majorettes, festival y fanfarria verbenera que proyecta. “Lost in the supermarket” es la canción más claramente pop hasta el momento (para Jones que va, claro) y es otra de esas que nos lleva de nuevo a lo apuntado sobre la ameba del principio de párrafo. “Clampdown” sigue la estela de la anterior pero de manera mucho más vivaracha y guitarrera (Strummer berreando y coros del otro), superándola incluso gracias al impagable bridge que se marcan por el medio los muy cabrones. “Guns of Brixton” parece un outtake de Marley cantado por el tipo de los Madness. De hecho si no se quiere escuchar nunca dicha banda -que sería una pena porque son unos cachondos- o a los Specials, no tiene más que ponerse esto una y otra vez ...o la que sigue, “Wrong 'em Boyo”, que empieza a lo “Jimmy Jazz” y acaba con aires de feria de Valderramas con Byrne de pregonero y con dibujos animados del año de la castaña de fondo...dan ganas de subirse al pulpo y comer nubes de algodón de esas. “Death or glory” con su estribillo reiterativo tampoco tiene desperdicio sobretodo por como la conduce el Strummer de las narices dejando lo otro de lado...y esa guitarrilla de casi el final, que debe estar registrada porque yo solo se la he escuchado a estos. “Koka kola” es casi un jingle, la mar de dicharachero, que busca y encuentra un obvio tono de burla que es lo que requerían para el tema. Jones borda “the card cheat”, otro monstruo en formato pop-rock que no encontraréis en los “best of”, tremenda porqué si (con sus vientos y pianito...si la hubiera hecho el Boss estaríamos hasta el moño de oirla). Llega el rollito casi soul en su inicio de “lovers rock” y que acaba en una especie de bossanova (esos coros), si no fuera por la sugerente guitarrita que no desaparece en ningún momento. Aunque para guitarrita la que se marcan en “Four horsemen” acompañada brevemente para la ocasión por piano a lo Jerry Lee Lewis hasta que el bajo de Simonon nos arrastra al final bajo los quejidos de Joe. “I'm not down” es una virguería rítmica con otro bajo de esos que se te mete en la cabeza haciendo de nexo entre “cachos” y unos punteos de guitarra swingueros de corta y rasga. Una de mis favoritas sin duda (del disco y de la banda). “Revolution rock” es el reggae más obvio del disco, ya sin máscaras que valgan, con su organillo, sus percusiones y vientos de fondo. La única putada de esta amena y fresca canción es que precede a “Train in vain” que es de lo más grande que ha parido madre y cierra el álbum definitivamente (inmenso Mick).
Un disco de la misma importancia, calidad y onda expansiva (por lo de las referencias y su infinita vigencia) de a quien os de la real gana de mentar dentro del mundillo rocanrolero...”El último gran disco de la última gran banda”...Jode, por el tema de las debilidades personales (aún siendo tan fan el menda de los de Strummer) de uno y eso, pero si, seguramente sea cierto qué narices.
Aunque tengo en gran estima el “singles going steady” de los Buzzcocks creo que este el único “best of” al que considero un “clásico guzzero” de facto: “Groovies' greatest grooves” (1989) de los Flamin' Groovies, una compilación (que a falta de otra expresión que le haga justícia) definiría como la repanocha absoluta. Una salvajada de referencia se mire por donde se mire que adquirí a mediados del segundo lustro noventero. Aquellos recelosos de agenciarse “greatest hits” (que me parece fantástico) pueden hacerse con “Shake some action” del 76, considerado de forma mayormente consensuada su “superobramaestradelcopón”... eso si (que lo sepan), dicho álbum aparece de forma casi íntegra entre las veinticuatro canciones de “G.g.g.”. De hecho podría poner ese disco en vez del recopilatorio (quedaría más elegante y no dejaría de ser válido), pero es que no me da la gana dejar en la cuneta “teenage head”, “slow death” y tantas otras.
El sonido de la banda para quien no lo conozca (no me refiero al nikochan ya que, “¿qué le puedo enseñar yo de los 60?” -por cierto que los F.G. solo tienen un disco en esa década-) es un rockabilly garagero sin compasión mezclado con devoción enfermiza por los grandes nombres de la british invasion sesentera. La obsesión de Cyril Jordan, guitarrista y lider de la formación, por los Beatles es legendaria por lo visto. También eran bastante fans de los Byrds y como buenos californianos apreciaban los logros de los chavales playeros, pero siempre quedando esas referencias en segundo plano...Es decir estamos ante una banda que es el sueño de cualquiera que piense que el rockabilly se “acostó” demasiado pronto y que conceptos como “country” o “blues blanco” más allá de cuatro referencias contadas (y en pequeñas dosis), o las intrusiones puntuales de según quienes que usaban dichos conceptos como herramientas a usar de vez en cuando y no como libro de estilo, se antojan algo cansinos (sin negarle su calidad a determinadas cosas... pero hay que respetar los gustos y tal). En definitiva: Fab 4, Troggs, Hollies, Kinks, Stones y demás, con obvios toques de los Valens, Cochran, Vincent, Nelson o Perkins más “rascacuerdas”. El delirio “rocker” vamos (¿quién se acuerda de ellos?...con lo majos que eran, al menos en los 80 que es lo que yo recuerdo...con sus corbatitas, tupes, botas con espuela y patillas...de hecho mi prima -a la que debo reconocer su infinita devoción por Elvis y los Stones desde que tengo uso de memoria- se echó de novio a uno siendo teenager...suerte de gafotas -el chaval, no mi prima- que se pasaba el día escuchando a los Stray Cats en un walkman de la era del pedo...ay, qué tiempos...).Aquí para hacer justícia debo reconocer a los del Ruta 66 el haberme descubierto al combo en cuestión. Como saben los fieles habituales desde hace años de la revista hay una serie de bandas-músicos que son la debilidad de los sres. Julià y Gonzalo, los eternos padrinos del engendro. Bien, con permiso de los “estuchis” por la parte que toca al segundo y de la Velvet por la que toca al primero, estos Flamin' Groovies son la banda “rutera” por antonomasia, y claro, de puro pesados que son (la compro cada mes desde septiembre del 93...ya me podrían regalar algo los muy cabrones) uno no pudo evitar echarle el guante al disco de cabecera de hoy (era cuestión de tiempo).
La carrera de la banda se encabe desde mediados de los 60 hasta finales de los 70, quedando rajada por el medio (cuando Jordan y el primer vocalista Loney partieron peras) y dejando seis discos (tres de la primera etapa y tres de la segunda) que son la leche consagrada por buena parte de la prensa rockera especializada y biógrafos varios. La segunda etapa por cierto es cuando se mudan a GB y donde Cyril puede desarrollar sus devaneos britishinvaseros a lo loco (la etapa de “shake some action”). Es entonces donde la banda realzará su leyenda a lo bestia a base llenar salas todas las noches y donde alcanzarán sus mayores dosis de fama...hasta que obviamente el punk les estalla en los morros quedando como algo revivalista solo válido para eruditos gafapastiles de la época que, por otro lado, ya se encargarán de dejar claro la condición “de culto” de la banda. Y así hasta hoy.
Se que me he pasado con la historia de la banda y chorradas varias y que apenas he dicho nada del “Groovies' greatest grooves” éste pero es que ya hace años (bastantes de hecho, aún antes de conocer al “que no puedo enseñar nada de los 60”, por ejemplo) que pienso que estos tipos son una de las bandas más brutalmente ninguneadas de la historia del rock, por mucho de andar “fuera de tiempo y a contracorriente” que se les quiera o pueda acusar. En definitiva lo que importa son las canciones y de eso van sobradísimos (y eso solo ciñéndonos al “best of” sobre el que gira todo el asunto): “shake some action”, “yes it's true”, “please please girl”, “yeah my baby”, “i can't hide”, “i'll cry alone”, “i saw her”, “there's a place”, mi favorita “you tore me down”, y tantas otras que la cosa hasta se hace pesada.
Comprada, bajada o robada se trata de una adquisición sin margen de herror...error, pérdon.
Pd: donde esté “La bamba” no hay “turn turn...” ni leches que valga !
El 29 de Agosto de 1958 nació en Gary (Indiana) Michael Joseph Jackson. Hoy, 26 de Junio del 2009 muere el rey del pop, muere Jacko debido a un paro cardíaco. Cuando sólo contaba con diez años fue fichado junto a sus hermanos por Tamla-Motown y así nacieron los Jackson Five: Jackie, Tito, Jermaine, Marlon y Michael. Desde el principio y a pesar de su juventud Michael tomó la voz cantante llevando al grupo al éxito masivo y al reconocimiento unánime de la crítica, y es que con cancionacas eternas como “I want your back”, “ABC”, “I’ll be there”, “Blame it on the boggie”, “Mama’s pearl”, etc, etc.. sólo podíamos rendirnos a sus pies. Entonces y como es normal, los chiquillos crecen, papá Jackson comienza a perder su liderazgo, su poder, y los niños no le hacen ni puto caso, el grupo se desquebraja, los hermanos se pelean entre ellos, y Michael tiene la suerte de cruzarse con Quincy Jones con quién realizará sus mejores trabajos, auténticos discazos.

En 1979 aparece “Off The Wall” que consagra definitivamente a Michael, un peazo disco con temas míticos, bailongos, algunos discotequeros y algún que otro baladón, sin duda las mejores son: “Don’t stop ‘til you get enough”, “Rock with you”, “Off the wall”, “She’s out of my life” y “Girlfriend” firmada por Paul McCartney con quién empezará una fructífera relación de amistad. El disco es un exitazo mundial, pero para éxito el de “Thriller” de 1982. Sobran las palabras. Un clásico nikochiano. Todo el mundo debería tener este disco en casa, escucharlo y disfrutarlo como se merece, una joya que aún hoy no ha sido superada en su género. El álbum estaba repleto de hits imprescindibles: el hard rock de “Beat it” con Van Halen a la guitarra, el funky de “Billy Jean”, el dueto “The girl is mine” con McCartney, los ritmos africanos de “Wanna be staring something”, la belleza descomunal de “Human nature”, la extraña y adictiva “Thriller” con aquel video mítico de 13 minutos firmado por John Landis, o la balada perfecta que cierra el disco “The lady in my life”. Simplemente un discazo.



Todo lo que le sucede a Jackson durante este tiempo comienzan a cambiar su personalidad y lo mas evidente, su aspecto. “Bad” de 1987 es su último gran disco, el final del mito y el comienzo del personaje extraño. Es un discazo, de eso no hay duda, pero todo lo que hace aquí lo repetirá una y otra vez, todos los ticks, los grititos, los bailes, los pases, los trajes…. Todo se convertirá en exceso, un exceso algo frikie que junto al resurgir del rock de guitarra llevarán a Jacko a la decadencia absoluta. “Bad” aún así tiene tremendas canciones como “Bad”, “The way you make me feel”, “Man in the mirror”, “I just can’t stop loving you”, “Leave me alone”, y la exitosa aunque a mi no me gusta nada “Smooth criminal” ya que es la que marcará la pauta en el futuro, es decir, la que le llevará a la decadencia absoluta. A partir de aquí el tipo se vuelve loco, cambia su aspecto hasta el punto de ser irreconocible, se compra un rancho gigante (Neverland), con estudio de grabación, cine, parque de atracciones…mmmm, sólo le creará problemas. Luego llegarán las acusaciones de pederastia, los juicios y su retiro absoluto. Antes, eso sí, en 1991 apareció “Dangerous”, su primer pastiche, con cosicas como “Black or white”, “Remember the time” o “Jam” Michael no iba a ninguna parte, su época dorada pasó y él no lo asumió. Seguían los escándalos, sus bodas (incluso con la hija de Elvis!), sus adopciones, las inseminaciones a la criada… si es que el tipo era raro, raro.. el hijo que casi tira por la ventana, la mascarilla, la no nariz, las acusaciones de Macaulay Culkin, etc, etc.. Todo eso hace que su imagen se deteriore y se desprestigie, cosa que hace que las nuevas generaciones le vean como un frikie, un tipo raro, un don nadie. Y discos como el que editó en 2001, “Invincible”, no le ayudaron en exceso. Hace unas horas Michael Jackson moría en un hospital de Los Angeles. Hoy a muerto el rey del pop. Una figura que encarnó el sueño americano, de la nada y gracias a su talento lo consiguió todo, y eso, todo lo que consiguió acabó por hundirlo mas tarde. Hoy a muerto Michael Jackson. Descanse en paz.
De vez en cuando, sin saber muy bien como, llega a mis manos algún que otro film de esos que me enamoran a la primera, ahora mismo me acuerdo que el último de ellos fue “Once” del que ya os hablé en su momento, film magnífico con una buenísima historia, intimista, sensible y romántico que además tenía una muy buena banda sonora. Todo lo que digo de “Once” se lo puedo aplicar al film que ayer por la tarde tuve la suerte de ver. Eso sí, la banda sonora no es tan buena. “Buscando un beso a medianoche” es una delicia de película rodada con cuatro duros, grabada en video y facturada en blanco y negro, una genial peli indie de amor aderezada con sutiles toques de comedia que me sacaron más de una sonrisa. El film está dirigido por Alex Holdridge del que no tengo ninguna referencia mas, e interpretada por Scott McNairy al que había visto en un papel secundario en “Bobby” (2006) y que aparece en “Wonderland” (2003), luego tenemos a Brian Matthew McGuire y a Sara Simmonds, ambos dos completos desconocidos para mi que al parecer ya habían trabajado con Holdridge en su debut (Sexless, 2003).

SINOPSIS: Wilson tiene 29 años y ha llegado a la ciudad de Los Ángeles con la intención de olvidar el que probablemente haya sido el peor año de su vida. Ha roto con su novia, su coche dijo basta en Arizona y le han robado su ordenador que contenía varios guiones en los que trabajaba. Sin ningún plan objetivo ni proyectos en mente, parece claro que su vida necesita algún tipo de aliciente. Jacob, su mejor amigo, le recomienda que inserte un anuncio personal en la sección de contactos de Craig’s List. “Misántropo desearía conocer a misántropa”. Así comienza la historia de Wilson y Vivian. Ella también es de Texas. Llegó a L.A. para convertirse en actriz y acaba de abandonar a su novio. Juntos vivirán las últimas horas de un año que termina y las primeras de una historia que comienza.

No es que Holdridge, guionista y director del film, haya descubierto la pólvora, la verdad es que se trata de una historia que tal vez hemos visto infinidad de veces, muy bien narrada y muy bien interpretada. Con buen gusto, pero en cierto modo le falta puterío y realismo, acabando de ser algo floja, ligeramente ñoña, aunque tampoco es eso exactamente, no sé, le falta algo, tal vez podría haber tenido un poco mas de mala leche, al principio apunta bien, con ciertos momento memorables como el de la masturbación, muchos tacos y cosas por el estilo, lástima que a medida que avanza el film todo esto desaparece en beneficio de unos personajes que crecen y crecen hasta volverse maravillosos y de una historia que te engulle y te lleva al huerto. “Buscando un beso a medianoche” no es la película perfecta, tampoco es lo que yo estaba esperando, pero es sencilla, sincera, tiene encanto, así que si os gustó aquella delicia llamada “Once” no podéis perderos esta pequeña joya romántica.
El volumen 0 de la serie “Odio” de Peter Bagge me dejó con la incertidumbre de cómo sería a partir de entonces la vida de Buddy Bradley, tirado en una playa apestosa, sin dinero y sin comida, sin un sitio donde cobijarse o esconderse de su familia a la que abandonó de un día para otro. Así que para deshacer la intriga me he visto en la obligación de hacerme con el volumen 1 de esta mítica serie del mundo de las viñetas. Buddy se ha mudado a Seattle, vive en un pocilga junto a varios elementos de aquí te espero: el crápula de Leonard (al que todos llaman 'Apestoso') y el paranoico George Hamilton III, ambos de personalidades totalmente contrapuestas: el primero es un individuo extrovertido, aficionado al alcohol y las drogas, y que solo piensa en el sexo y en pasarlo bien; el segundo es un nerd amargado y solitario, aficionado a la contracultura y partícipe de las teorías de la Gran Conspiración que autoedita un fanzine. Buddy gasta su tiempo libre en mujeres, en jóvenes predispuestas al sexo como la pija de Valerie y la excéntrica Lisa, sigue inmerso en la escucha de su colección de discos y siempre está dispuesto a beber cerveza apoltronado en el sofá. Y es que la historia de este joven americano de los noventa, de Seattle, víctima del grunge y etiquetado como “generación x” es completamente descacharrante, a veces incluso me veo reflejado en su forma de pensar o de actuar. Gracias a “Odio” estoy empezando a cogerle el gustillo a esto de los cómics, al menos a la historia de este degenerado que os aconsejo y que creo que nadie nacido en la década de los setenta debería dejar de leer.



Buscando cosicas de Bagge por la web encontré este descomunal muñeco de Buddy Bradley, es absolutamente genial, acojona de lo chulo que es y desde luego será mi objetivo en los meses venideros. Se ruega si alguien localiza al muñeco me diga rápidamente donde puedo conseguirlo, o si a alguien le da la vena caritativa... uno nunca rechazará un regalo...
Con cincuenta y tres tacos (y veinticinco de carrera) bien llevados y tras un parón de siete años el señor Chris Isaak vuelve a la carga con "Mr.Lucky". La verdad es que, francamente, me gustaría que el tipo me cayera mal...pero no hay manera, no es justo. No se puede cantar tan bien, tener la credibilidad que tiene, ser un guaperas de los de póster y que además el cabronazo me caiga irremediablemente bien. Fijarse en mi gran ídolo, Costello, que es más feo que la madre que lo parió...eso es lo suyo. Lo cierto es que el hijo perdido del otro Elvis y Roy Orbison es en cualquier caso un músico de los grandes (no de los más, claro, pero cuidadín...), de los buenos de verdad y más allá de toda duda. Quien se quedó con "wicked game", con las apariciones en producciones de su colega Lynch o que, en el mejor de los casos, aplaudió su aportación en el tracklist de la banda sonora del último y póstumo Kubrick pues mira...lo siento horrores.La verdad es que para mí este "Mr.Lucky" es una de las buenas sorpresas más inesperadas, que por ello mismo suelen ser las más gratas (otro ejemplo reciente es la vuelta -en un registro muy distinto- de los Sonic Youth a lo que de ellos debe esperarse con su estupendo nuevo álbum ya aquí comentado), en tiempo. Qué canalla, si "Heart shaped world" (89) y "Forever blue" (95) son referencias claras de la decada a la que pertenecen (lástima de la ninguneante percepción general que se tiene del artistazo en este país de castañuelas, triunfitos y mortadela barata de a granel), ha querido hacer con "Mr.Lucky" su homónimo en los tiempos que corren. Y es que es la leche de bueno, no hay porqué engañarse. La vuelta de Isaak es como uno de esos regresos de hijo pródigo que gracias a diox, y más en tiempos de vacas flacas como los que corrían últimamente(suerte de año este para el menda en que, particularmente, lo vengo flipando), se dan de mucho en demasiado. Como siempre todos tienen su huequecillo en el disco: Presley, Cash, Berry, Holly o Orbison (entre tantos otros). Y es que el gusto a ver quien coño se lo discute al muchacho. Además el tipo erre que erre, aquí no hay ruiditos, trampa, cartón ni pollas...rocanrol del corte más clásico posible adecuado a la celestial voz de Isaak y algún que otro guiño insalvable del mismo (más de una guitarra hawaiana de esas con su ya clásico reber a cuestas que a más de uno le traerá bueno recuerdos, sin duda). Sumemos algún calypso de lo más cachondo, un par de duos (uno con la musa del country-pop Trisha Yearwood y otro con la -que debía ser-niña prodigio Michelle Branch) más, faltaría plus, alguna balada de estruja-corazones de esas y ya la tenemos liada.

Cambiando el tercio, y como tantas veces en mi opinión, tirón de orejas sonado para los capullos del allmusic que dicen a colación de este trabajo que a pesar de conservar el melodratismo orbisoniano se integra alguna textura tipo colplai o yutu (que asco me dan las dos formaciones...), que yo no soy capaz de reconocer ni poniendo todo de mi parte (que creo que lo podría hacer porque desgraciadamente es imposible escapar de las garras del Bono -estos por lo menos hasta el "R&H" tuvieron un pase- y el otro castrado pusilánime hijo de la gran puta, si vives en este planeta). Además poner en un mismo contexto, ni que sea en broma, al tremendo Isaak con todas sus virguerías y posibilidades vocales en la mochila y a los mesiánicos ídolos de plástico, más que de barro... y por no decir de mierda, ya mentados más de lo necesario (es que el tema me cabrea) es de muy mal gusto...apología de la ignorancia total (supongo que el tipo que ha escrito eso ha escuchado a Mr.Isaak más bien poco y desconoce por absoluto de que pie ha calzado siempre el pájaro). Las canciones son muy buenas (y auténticas), de verdad. La final "big wide wonderful world" parece grabada por el Elvis en los mismísimos estudios Sun. Las dos primeras "cheater's town" y "we let her down" ya te aclaran rápido que estás ante algo de calidad. La primera (marca de la casa) que crece poco a poco y deja patente la buena salud de la carismática voz del cantante, y la segunda que es un medio tiempo más movidito que le permite desgañitarse aún más (muy buena, no es "somebody's crying"... pero tampoco es "suspicious minds" ya puestos). Todo lo que sigue no baja del notable alto (mínimo) ni que lo maten. De momento o, mejor dicho, ahora, mis predilectas (que esto está en cambio continuo)son el tremendo rockabilly de "Mr.lonely man", "we've got tomorrow" que es otra digna del mismísimo "Rey" -que por esos derroteros se mueve-, la calidez de la no poco adictiva "we lost our way" y, sobretodo, el vasilón calypso, con obvio toque jazzístico, o jazzero (que es más que incorrecto pero mola más), de "take my heart".
En resumen, que lo dicho: la leche consagrada. Ahora puede resultar ventajista a alguien, por cierto, lo de escribir sobre Isaak ya que, "a ambos lados del charco", le caen críticas positivas y lisonjas por doquier al "señor afortunado" este...pero la verdad no creo que se me pueda achacar tal cosa ya que, para mí, sin ser Orbison ni el Rey (ni de lejos por supuesto) a este tipo le hacen tanta falta dichas muestras de pleitesía como una enfermedad venérea...hace mucho ya que paso de ese nivel.
JOSH ROUSE
SUBTÍTULO (2006)
QUIET TOWN

Siempre es buena noticia saber que Josh Rouse visita nuestra ciudad para repasar sus éxitos y enseñarnos algunas de sus nuevas composiciones. Mejor noticia es saber que actuará en L’Auditori mas si cabe sabiendo que lo hará en plan acústico con el espectacular Raül Fernandez (el tipo de Refree) como acompañante de lujo. Pero lo mejor de todo es saber que tienes una entrada y que disfrutarás como un enano de cada sensible, tierno y sutil acorde de Rouse y de su voz perfecta. Esta noche acabo de presenciar un ejercicio buenísimo de pop, de canciones bien hechas, preciosas y delicadas, en un ambiente algo frío, eso sí, provocado por la increíble y exagerada comodidad de L’Auditori, de público ligeramente apagado y de un Josh Rouse acomodado en la balada pop bonita, la de los pelos de punta y lágrima fácil, que tan bien sabe hacer pero de la que últimamente abusa en exceso, sabiendo que con algo de chispa y energía sus composiciones te llegan a tocar el alma.

Rouse apareció en el escenario junto a Raül como si anduviese por su casa, se mostró parlanchín, en una lengua, la castellana, que ha aprendido por amor y por su estancia en la costa valenciana. El espectáculo empezó tímido, con una versión en castellano de un tema cubano para mas tarde presentar algún que otro nuevo tema como Sweet L.A. con las acústicas a todo trapo, y Lemon Tree con el Refree al piano, este tipo estuvo toda la noche fantástico. Luego fueron cayendo varios de sus hits, entre bromas, chascarrillos, chistes malos, y una canción nueva en castellano como “Ciudad de la playa” que musicalmente no estaba mal, pues entremezclaba sonido aflamencado con rumba pero que tenía una letra patética llena de referencias a paellas, playa, sol, Valencia, y al Kas naranja??, pero que francamente se podía haber ahorrado, además de lo peor de la noche no pegaba ni con cola. Por suerte, nos tenía preparadas infinidad de buenas canciones: 1972, Love Vibration, Sunshine (come on lady), Comeback (light therapy), It’s the nightime, Winter in the Hamptons, Saturday, Quiet Town, Summertime, It’s looks like love, Sweetie o Hollywood bass player. Todas buenísimas canciones. Todas tocadas magistralmente. Tal vez le falte algo de chispa, de genio, de mala leche, y tal vez esté algo aposentado en la canción bonita, al parecer evoluciona hacia el sonido brasileño y cubano, evoluciona claramente hacia lo acústico, lo bonito, lo sutil, y deja a un lado en demasiadas ocasiones su vena mas pop llena de melodías para tararear en momentos felices. De todas formas ha sido una suerte no perderme este concierto, una suerte y un placer. (os dejo un tastet....)

Pero mira que me cae bien el Vinnie Jones éste...copiar y pegar el link de abajo por lo que más queráis que la cosa no tienen desperdicio.

http://www.elmundodeportivo.es/gen/20090620/53727767501/noticia/el-curioso-metodo-vinnie-jones-para-adelgazar.html
Pd: NO DEJÉIS DE VER EL VIDEO !
Dejando de lado lo comercial, el lado icono juvenil creador de una moda o movimiento, o simplemente dejando de lado las etiquetas impuestas por los diferentes medios existentes, y claro, centrándonos exclusivamente en lo musical, “Nevermind” (1991) de Nirvana supuso un soplo de aire fresco para el género del rock, de la música en general, fue sin duda un grito de rabia a la mierda de los ochenta, una patada en los cojones a todos los moñardones de hombreras, tejanos de colores, seguidores de Morrissey, de uñas pintadas y pelo teñido que abrazaban la movida, el kutre-lux y toda la mandanga. Cobain y sus secuaces no inventaron nada, de hecho y como bien dice mi archienemigo Guzzest, supieron copiar perfectamente la receta de los Pixies y los Replacements para añadirle un poco de punk, y de riffs setenteros, añadirle algo de tristeza, rabia y mugre, y.., ya está! A ese rock se le llama “grunge” y ya tenemos a la cabeza visible de un movimiento del que para nada se sienten abanderados, pero que le vamos a hacer, es difícil quitarse algunas etiquetas. Al movimiento se fueron añadiendo innumerables grupos, muchos de ellos ni se parecen, pero uno sobresalió por encima del resto, y claro, la industria no tardó en intentar crear una rivalidad, un odio, tú a quién quieres más a papá o a mamá? Yo particularmente quiero más a Pearl Jam, pero no le hago ascos a Nirvana, y es que con “Nevermind” tocaron el cielo, y a Kurt le gustó tanto que al poco tiempo se voló el cerebro para quedarse allí mientras nos observa como nos morimos de asco en este egoísta y materialista planeta.

Cuando uno empieza a escuchar los primeros segundos del disco “Nevermind” sabe que lo que tiene entre manos es algo que no olvidará, a mi se me ponen los pelos de punta escuchando esa entrada guitarrera, ese riff, esa batería, ese poderío que tengo en el coño metío, qué grande, que cancionaca “Smells like teen spirit”, cojonuda sin más. Y sin dejarte coger aire llega “In Bloom”, la batería de Dave Grohl suena poderosa, Novoselic ejerciendo de maestro y Cobain con una voz casi insuperable, una cancionaca de esas que gana con el tiempo si es que no te ha ganado a la primera, pero que sin duda cada vez parece mas y mas buena. Qué puedo decir de “Come as you are”??, bueno, que es perfecta?, eterna?, dulce?, dolorosa?... no sé, es Cobain en estado puro, una joya, con un bajo descomunal. La velocidad y la rabia punk llegan al disco con “Breed” que por cierto es de lo mejorcito del disco para llevarnos a otro single que marcó época, “Lithium” con una letra depresiva, suicida y religiosa… joder, al parece Cobain no estaba diciendo lo que haría pero nadie le hizo ni puto caso. “Polly” sigue con las letras terroríficas, esta vez secuestro y tortura.. ah, la canción por si no lo había dicho quita el hipo. “Territorial Pissings” empieza muy “pixie”, post-punk a tope, dónde está ese grunge?, “Drain you”, una de amor? Qué buena es la condenada, además te prepara para la traca final, empezando con “Lounge act” y “Stay away” que luego toda la traca de grupos grunges han copiado hasta la saciedad, “On a plain” es una de mis favoritas, no sólo del “Nevermind”, es una de mis predilectas del grupo, un diamante oculto, y finalmente la tristeza y delicadeza de “Something in the way” remata el disco. Un disco perfecto, uno de esos intocables. Todo un clásico, un clásico nikochiano.
Hola nenes/as. Hace un par de años recomendaba encarecidamente el primer (y único) álbum de The La's del año 90 como uno de los mejores del pop-rock de la década que entonces empezaba. Hora de cagarse now, y por enésima ocasión, en la concepción que tiene la muchachada de hoy, tras el efecto "nevermind" (que no es mal disco a pesar de todo -y a pesar de ser un plagio de los pixies/replacements de aquí te espero- que permitió a gente muy buena ganarse mejor la vida si, pero que también hizo lo propio con gente francamente horrenda -que estos obviamente se hicieron de oro-), del concepto "indie" (mayormente una banda -frecuentemente estatal- haciendo el gilipollas con un organillo y cantando con voz de pena -en todos los sentidos-) y del concepto "alternativo" (aquí no se acabaría la cosa...basta decir que regulerías como por ejemplo Supergrass o Weezer se tomaron en consideración sencillamente porque las alternativas -los oasies y ofespringues de a granel- daban y dan demasiado asco...y así hasta hoy con los hypes y los colplais de los cojones)...En aras de la justícia llega aquí esta nueva sección de muy idiota título con la única intención de no dejar caer en el olvido una serie de álbumes de los 80's y 90's de toma pan y moja que en mi humildísimo parecer no debieran hacerlo. Si bien es cierto que hay bandas algo más conocidas con al menos un par de álbumes a destacar -como espero hacerlo- (los Sebadoh, Yo la tengo, Throwing muses, Pavement, Fugazi, Redd Kross, Guided by voices, Superchunk...y un considerable etcétera), prefiero empezar con aquellos que por una razón u otra son prácticamente desconocidos para el "gran público" teniendo en su haber un solo elepé en concreto, por una razón u otra, que nadie en su sano juicio poprockero debiera perderse (mayormente porque son enormes en cuanto a calidad). No hay más que decir ni hacer sino completar tu hat-trick de fristrazos "cruelmente ocultos" (o casi, que no en vano el talento es lo que tiene) del primer lustro noventero sumándole a "The La's", el "Against Perfection" de la banda Adorable, y (muy especialmente) el "New Wave" de The Auteurs (ambos del 93). Todo más british que la birra caliente y la maldita niebla ajquerosa esa que tienen.
Si me veo con ánimos en algún momento seguiré con el boniato éste de secsión.
Pd: De verdad que estos tres álbumes son la puta bomba -y si por suerte ya los conoces coincidirás que no se entiende mucho la falta de un reconocimiento mayor-...Hacerse con ellos !!!
Pd2:...y no hay excusa basta poner las palabras mágicas en guguel, esas que empiezan con por ejemplo "mega" o "rapid", más el nombre del trabajo y grupo que toque y podéis tener los tres en un cuarto de hora a lo sumo, so puñeteros/as...
1.- Paths Of Glory (1957, Stanley Kubrick)
2.- The Dirty Dozen (1967, Robert Aldrich)
3.- Apocalypse Now (1979, Francis Ford Coppola)
4.- Platoon (1986, Oliver Stone)
5.- The Deer Hunter (1978, Michael Cimino)
6.- The Thin Red Line (1998, Terrence Malick)
7.- The Bridge On The River Kwai (1957, David Lean)
8.- Letters From Iwo Jima (2006, Clint Eastwood)
9.- Full Metal Jacket (1987, Stanley Kubrick)
10.- Saving Private Ryan (1998, Steven Spielberg)
Durante la invasión de Estados Unidos a Iraq en 2003 muchísimos periodistas presenciaron la guerra enrolados en unidades de combate. Uno de ellos fue Evan Wright, periodista de The Rolling Stone, que publicó algún que otro artículo en dicha revista, finalmente todos esos artículos dieron lugar a un libro que recopilaba sus vivencias durante dos meses al lado del primer batallón de reconocimiento del cuerpo de marines de los Estados Unidos que se pasó prácticamente todo el tiempo en primera línea de la invasión y a menudo detrás de las líneas enemigas. El libro llevó por título “Generation Kill” en el que los protagonistas principales son los miembros de la Compañía Bravo y en el que aparece el propio Evan. El año pasado HBO contó con David Simon y Ed Burns, creadores de The Wire, para llevar el libro a la pequeña pantalla, así pues nació “Generation Kill” una miniserie de sólo siete episodios de más de una hora de duración, donde cuenta la historia de esta generación de marines, cuenta sus problemas, sus manias, su obsesiones, aparecen las absurdas normas de los marines, el orgullo yankie, y desde luego no faltan las criticas fundamentadas al sistema ni a los orígenes de todo el conflicto desde el punto de vista de los implicados, además tendremos a unos personajes perfectamente definidos, y por supuesto todo el realismo que podamos imaginar. La serie está protagonizada por el actor sueco Alexander Skarsgärd (True Blood), James Ransome (el pirado de Ziggy Sobotka en "The Wire"), Billy Lush (Kevin en “The Black Donnellys) y Lee Tergesen (el abogado Tobias Beecher que las pasaba putas en Oz).

La buena noticia es que la serie es francamente buena, lo malo es que sólo tenga siete episodios, pero buscando por los mares de Internet leo con alegría y sorpresa que ya está lista la nueva serie de David Simon para HBO, se llamará “Treme” y es una serie dramática que sigue la reconstrucción y la vuelta a la normalidad de Nueva Orleans, después de la catástrofe de Katrina, mediante la mirada de músicos locales. Para dar vida a algunos de los personajes HBO cuenta con Wendell Pierce (el detective Bunk de “The Wire”), Steve Zahn (actor secundario de innumerables films), Khandi Alexander (la forense negra del CSI Miami que parece que siempre huele a mierda), Melissa Leo (de la serie "Homicide" de Tom Fontana basada en un relato de David Simon sobre la policia de Baltimore, a esta serie me gustaría hincarle el diente pero no la encuentro por ningún lado), Kim Dickens (de Deadwood, otra joya de HBO que está al caer) y Rob Brown (el negrillo de “Finding Forrester). Pues ná, que esta serie de marines me la ventilaré en un pis pas, estoy a punto de empezar la temporada 3 de The Shield, mientras dejo aparcada eternamente “Mad Men” sin saber muy bien porqué cojones no la empiezo nunca, deseando tener en breve Deadwood y Homicide, y esperando con ansia esta “Treme” que promete mucho.
GEORGE HARRISON
THE CONCERT FOR BANGLADESH (1971)
BANGLADESH

En estos últimos días y después de la aparición de la sección de mi archienemigo llamada “Clásicos Guzzeros” me he visto obligado a rescatar mi sección, la original, la buena, coño!. La sección llamada “Clásicos nikochianos” volvía a la isla con uno de los mejores discos de uno de los mas grandes, “All Things Must Pass” de George Harrison, casi ná, y claro, tanto he escuchado el disco en los últimos días que no he podido aguantarme y le he dado un repaso a su discografía de aquí te espero. El tipo era muy bueno, un genio. Desgraciadamente el 29 de noviembre del 2001 George falleció victima de un cáncer de pulmón, el mismo día mientras miraba la noticia en la televisión entrevistaban a un tipejo, a un fan, a un mindundi que delante de los estudios de Abbey Road lloraba su muerte, ese fan absoluto me era bastante familiar, le miré bien, pensé: qué tipo mas feo, se me parece.., bueno… me da un aire…pero en feo, yo soy mucho más atractivo, no cabe duda.. y.., coño! Era mi hermano, me cago en diez, que talento!, un minuto de gloria, una frasecita como dándose importancia, y nada, eso, que él lloraba allí y yo aquí, una pena. Durante muchos días después de la muerte de Harrison, puede que durante al menos un par de meses, un marcianito verde como yo no dejaba de escuchar su música, su forma de cantar, su forma de hacer llorar a la guitarra. El tipo era fantástico. Así que elaboré mi propio recopilatorio en homenaje al Beatle más Beatle ya que no hay en el mercado ningún greatest hits que le haga justicia. Mi recopilatorio lleva el nombre de “The Songs Of George Harrison”, le hice portada, contraportada, libreto.., e incluye sus canciones desde sus inicios con los Beatles, pasando por el superclásico nikochiano ya mencionado, y por el “Dark Horse” hasta llegar a su última canción aparecida hasta aquel momento llamada Horse To Water. En este recopilatorio doble no hay ninguna versión, no aparece ninguna referencia a los Traveling Wilburys ni aparece ninguna canción de su álbum póstumo Brainwashed (2002) que apareció justo un año después de su muerte. El único fallo fue dejarme en el tintero “Let It down”, imperdonable ya que es de mis favoritas hoy por hoy, pero ya se sabe que siempre hay una pega en esto de las compilaciones. De todas formas no era cuestión de incluir todo el “All Things Must Pass” para eso ya está el disco, y este recopilatorio, creo yo, da una visión amplia de toda su carrera. El doble compacto es una joya que hoy me apetece compartir, una muestra perfecta de lo que fue George Harrison, espero que no tardéis en recopilar la brutal colección de canciones que aparecen en el disco (si podéis meter al final del disco uno o al principio del segundo "Let It Down" la cosa será perfecta) y las disfrutéis como se merecen. Aah!, se me olvidaba: Tell me, what is my life without your love. Tell me, who am I without you, by my side. Oh tell me, what is my life without your love. Tell me, who am I without you, by my side….. What is my life without your love. Tell me, who am I without you, by my side….


CD 1: 01.- If I Needed Someone / 02.- Taxman / 03.- Love You To / 04.- Within You Without You / 05.- While My Guitar Gently Weeps / 06.- Piggies / 07.- Long Long Long / 08.- Here Comes The Sun / 09.- Something / 10.- Old Brown Shoe / 11.- I Me Mine / 12.- For You Blue / 13.- Apple Scruffs / 14.- I Live For You / 15.- Wah-Wah / 16.- My Sweet Lord / 17.- All Things Must Pass / 18.- Beware Of Darkness / 19.- What Is Life / 20.- Art Of Dying / 21.- Isn’t It A Pity

CD 2: 01.- I’d Have You Anytime / 02.- Ballad Of Sir Frankie Crisp (Let It Roll) / 03.- Run Of The Mill / 04.- Hear Me Lord / 05.- Bangladesh / 06.- Living In A Material World / 07.- Give Me Lord (Give Me Peace On Earth) / 08.- Dark Horse / 09.- This Guitar Can’t Keep From Crying / 10.- You / 11.- This Song / 12.- Crakerbox Palace / 13.- Blow Away / 14.- Not Guilty / 15.- All Those Years Ago / 16.- I’ve Got My Mind Set On You / 17.- When We Was Fab / 18.- Cockamamie Business / 19.- Horse To Water
Aaah bandarra, ¿con que contraatacas a mi sección de "clásicos guzzeros" con la tuya (¿ya clásica? a su vez)de "clásicos nikochanos"...?. Además si mi última entrega era insultantemente obvia (como casi todas las que vendrán, no nos engañemos) el tipo no se queda atrás con la suya. Banzai ! (qué hace referencia al grito de guerra nipón no a la casa de juguetes que va con "d" en vez de "z" -creo que hacía falta aclararlo-)...es la "guerra de los clásicos". No puedo admitir que haya alguien todavía más básico y obvio (repito) que el menda, así que mi (re)contraataque va con la pieza maestra del puto Boss (que es "el mejor disco del año que nací yo", como siempre recalco y que ni que sea por eso ya merece un respeto -habrá algún malaje que dirá que la cosa sería justo al revés...cagonsatanás !-).
Ay Bruno Primaveras, ¿qué tendrá este "born to run" que hasta el más cafre de tus detractores aficionados a escuchar rock se lo ha tragado con papas lo indecible?. Si es verdad que no faltan desaprensivos que afirman (o vienen a afirmar más o menos) que hiciste este disco que es de puta madre y te has tirado el resto de tu carrera viviendo del cuento (alguien especialmente malvado añadirá "y del personaje")...Calumnias, que escuchen mejor los dos que le preceden o los cinco que le suceden y vean la puta luz de una vez (...para la dupla human/lucky ya si que te quedas un poco solo majete).Tras pasear la marca y tocarte los huevos una década entera ("el fantasma de Tom Joad" y para de contar -que se te aplaudió el esfuerzo pero, claro, la comparación "nebraskil" es diabólica-)volviste en los dosmiles con discos que -obviando a "The rising" que me parece a la altura de lo mejor- sin llegar a enamorar como antaño si tienen su calidad y enjundia (ya saben, para mí un disco "regular" de este, aún según sus propios parámetros, se caga en casi todo lo facturado a la par en el tiempo desde ese sonado resurgimiento en el 2002). Bueno, en culaquier caso quiero dejar bien claro que para mí estamos ante uno de los "grandes" y joda a quien joda (se sorprenderían sus acérrimos de la de gente que lo detesta, y quizá, estos se sentirían menos "guays" y "exigentes" justo por la misma razón...-joder, parezco Bilbo...-). Contextualizando el álbum en el tiempo, es fácil hacer un paralelismo con la anterior entrada de la sección. Al igual que Bowie/Hunky, lo del Bruce con este disco es la reafirmación de un talento emergente (brutal) hecho realidad y por todo lo alto (porque al igual que ocurre con el otro estamos de nuevo ante uno de los mejores discos de la historia del rock claro está)...eso si, sin elementos bujarriles ni divismos de por medio (prefiero mil veces a Bowie cabe aclarar, no lo niego -y de hecho lo prefiero al 99% del resto de música rock-)...¿se imagina alguien a Springsteen en plan portada de "the man who sold..."? (tremendous !).

"Thunder road", "10th avenue freeze-out", "night", "backstreets", "born to run", "she's the one", "meeting acroos the river" y "jungleland", de una tacada y como quien se rasca lo que no suena...qué salvajada de disco. Decía a colación del "Hunky Dory" de Bowie que uno de sus mejores logros era su absoluta carencia de sombras, que si en verdad uno lograba ser honesto era algo realmente complicado de encontrar...Bien, hay discos que me gustan más que "born to run" (tampoco demasiados) y hay músicos de rock a los que prefiero al Boss (idem -si tenemos en cuenta la infinidad que hay, aún sin salirnos de lo incuestionablemente bueno-), pero si se tuviera que votar al disco más redondo (por contenido) de rock las pasaría putas para superar a este...De acuerdo, 8 canciones -menos de 40' de música-, pero ¿y qué?. Solo la penúltima con su, pianillo y el saxo, del clarencio no crean un subidón inmediato al oyente. Y es que "meeting across the river" es sin duda "el patito feo" del disco pero, por supuesto, la vas escuchando y escuchando con los años y bueno ya sabemos como acaba el cuento...la puta que cancionaca !. Las otras siete son greatest hits evidentes una detrás de otra en la que todo el mundo tendrá su orden de preferencias y todo el mundo tendrá razón...En mi caso "jungleland" (en efecto, otra de esas que me llevaría a cualquier ínsula) con su épica callejera. El cambio ritmico de "she's the one", el empalme del final de (la gloriosa) "backstreets" con el célebre redoble que da inicio a la canción que titula el disco es uno de los orgasmos rockeros más aplaudidos de la historia. El inolvidable groove de "10th. avenue...", la alegre adicción de "night" (solo reencontrable en "two hearts" del posterior "The river") tan cruelmente corta (igual que la anterior de hecho) y todo ello servido con esa alfombra roja de bienvenida que es el delirio de "thunder road" y su memorable final... Qué buena es la E Street Band, qué bueno es el Boss y qué grande este disco. Tras escucharlo durante años y más años llegué a la conclusión, años a (y que diox me perdone), de que por mucho que pie la gente, los seguidores de rock se dividen entre aquellos que admiten "Born to run" como un tótem insaltable de la historia y los papanatas que dicen que les gusta el rock porque "mola" y es "cool" pero que tienen (definitivamente) ese sentido (que creemos poseer todos), capaz de cribar calidad y paja, olvidado en el vientre materno...La inmortalidad musical del Boss en cuarenta minutos...¿se lo van a perder?.
De entre todas las bandas habidas y por haber del mundo mundial y a pesar de que soy un seguidor y defensor a ultranza de The Who, The Rolling Stones, The Kinks, Led Zeppelin, The Clash, CSN&Y, etc, etc.., le superioridad, clase y hegemonía de The Beatles es totalmente incuestionable. Si hiciésemos una lista de los mejores cincuenta mejores discos de la historia estoy seguro que entre estos siete grupos se repartirían casi todo el pastel, los Beatles metiendo media docena en los veinte primeros, además aparecerían, claro está, los Dylan, Hendrix, Beach Boys, Reed y Bowie de turno. Los grandes vamos. Pero la sombra Beatle sin duda se agrandaría pues a los discos del grupo habría que añadir los de sus miembros en solitario: de Lennon seguro que estaría Plastic Ono Band (1970) e Imagine (1971), de McCartney aparecería Ram (1971) y Band on the run (1973), de Ringo claramente Ringo (1973) y por supuestísimo aparecería George Harrison con el inmenso All things must pass de 1970 que sin duda junto al Plastic Ono Band de Lennon forman los dos mejores discos de exbeatles después de la disolución de la banda. Qué nos hubiera deparado la vida si hubiesen seguido juntos?. En concreto, el disco de Harrison, triple álbum en vinilo, no tiene comparación alguna con el resto de lo hecho por cualquier Beatle, es una puta obra maestra que debe estar entre los mejores diez discos de todos los tiempos, incluso me atrevería a decir que es mucho mejor que algunos de los discos de los Beatles como banda. Es el disco donde Harrison demuestra libremente su valía, editando muchas canciones que el binomio diabólico Lennon/McCartney le habían ninguneado. Sin duda la disolución de los Beatles no es achacable a la pérfida de Yoko sino mas bien al talento emergente de Harrison que no sentó muy bien a la parejita, apareció una tercera persona, un tercer creador absolutamente genial y entonces el matrimonio se rompió. A mi particularmente me la repampinfla, si las cosas fueron así, así es como tenían que ser, y gracias a eso Harrison entrega “su disco”, su obra magna, su obra maestra, el disco mas Beatle de los Beatles, porque Harrison era, es y será la esencia Beatle.

El discazo comenzó a fraguarse durante las sesiones del “White album”, cuando los miembros de la banda ya casi no se soportaban, de estas sesiones salieron además del mítico álbum blanco: Abbey Road, Let it be y All thing must pass. Para realizar el disco contó como productor con Phil Spector (hoy con una imagen tristísima, encarcelado por asesinato, y asquerosamente repugnante sin su peluca), y con Ringo, Peter Frampton, Eric Clapton, Billy Preston, un jovencísimo Phil Collins, Ginger Baker, Bobby Keys, Klaus Voorman, Alan White, Gary Wright y la inestimable ayuda de Bob Dylan del que versionó maravillosamente “If not for you” y con quién co-escribió “I’d have you anytime”, obra que con su tiempo pausado, bello, y dulce abre magníficamente el disco, luego aparece la cancionaca “My sweet lord” que aunque muy sobada y seguramente copiada de “He´s so fine” de The Chiffons me sigue pareciendo magnífica, y entonces llega “Wah-wah” para sacudirte las neuronas, una obra maestra, como todas, porque “Isn’t it a pity”, la versión de Dylan “If not for you” o la folki-countril “Behind that locked door” no son precisamente moco de pavo ni obras menores. Y llega “Let it down”, obra maestra que todos los grupos de los noventa y del nuevo siglo intentan conseguir hacer y no pueden, el máximo ejemplo es Wilco, grandísimo grupo, pero Tweddy tiene esta canción metida en su cerebro y toda la música de su grupo se expande a partir de ella, si no me creéis comprobadlo vosotros mismos. “Run of the mill” (mi favorita, junto a “Live for you” que aparece en la reedición del 2001), “Beware of darkness”, “Apple Scruffs” y “Ballad of sir Frankie Crisp (Let it roll)” son palabras mayores, es el momento álgido del disco, las cuatro podrían estar destacando en cualquier disco de los Beatles, y estoy seguro que cualquier grupo por bueno y famoso que sea de los ochenta a hoy mismo, y mira que ha llovido mataría por haber escrito cualquiera de ellas. Después aparece la preciosa “Awaiting on you all” que prepara el terreno a “All thing must pass” que te deja con la boca abierta para empezar la locura salvaje que nos lleva al final del disco con “I dig love”, la beatle “Art of dying” digna del “Revolver”, la versión II de “Isn’t it a pity”, la bestial y simplemente cojonuda “Hear me lord” y la rocanrolera “Out of the blue” que da paso a la traca final, una puta jam session instrumental que aún hoy me deja sin palabras con: “It’s Johnny’s birthday”, “Plug me in”, “I remenber jeep” y “Thanks for the pepperoni”.

Recomiendo encarecidamente la compra de este disco en todos sus formatos y su magnífica reedición del 2001, aunque de todas formas me quedo con el original. Para mi uno de los grandes discos de todos los tiempos, de uno de los mejores compositores de la historia que permaneció en la sombra y ninguneado por esos dos genios cabrones que son John y Paul pero que claramente se reivindicó con este triple álbum. “All things must pass”, ese puto (super)clásico nikochiano.
Ch-ch-ch-ch...Repasando lo hecho hasta ahora en la sección (la mejor aparecida jamás en un blog en mi humildísima opinión) me muestro bastante satisfecho de lo reseñalado (¿o es reseñado?...bueh, me la repampinfla). ¿Qué será lo siguiente? ¿Algún fab-4?, ¿Stones...?. Pos no. Si empecé con Reed hay que mentar cuanto antes, es de cajón, al gran Dave (el músico, no otro). Habrá quien prefiera a Ziggy, Aladdin o incuso a los monstruos encicatrizaos (o la trilogía berlinesa por qué no, que tanto entusiasma a algunos critiquillos -los mismos que se cargan sin compasión la obra ochentera del artistaso...y los mismos que luego, seguro, han escuchado "modern love" y "blue Jean" hasta la enfermedad...pero eso es otra historia). En cualquier caso, nadie estaría equivocado (nos ha jodido). Por mi parte mi disco innegociablemente favorito de Bowie es este "Hunky Dory" desde los tiempos del botijo. No pretendo ir de original por ir (que bastante drama tengo ya con lo mio) y salir por peteneras diciendo que la gran obra maestra para mí de este sujeto es "Lodger", por ejemplo. Otra cosa es que piense que tiene álbumes claramente ninguneados ("Diamond dogs", "Young americans" e incluso "Station to station"), pero nada..."Hunky Dory" es EL disco.

Son los años dorados del rock post-60's (después,o a caballo, vendría el sopor inaguantable del sinfonismo en -prácticamente- todas sus variantes). Reed ya no está en la Velvet y se sale a cada paso, los NYD se quedan con la copla de lo que andan haciendo los Stooges (o los Mc5) y pondrán la mina detonadora de todo lo que vendrá a finales del segundo lustro setentero, el rimel y las plataformas corren a sus anchas por supuesto...T.Rex, Mott the Hopple o Sweet (entre otros) se hartan de escuchar sus singles por la radio. Por si fuera poco todavía hay grandes álbumes de Who, Stones y demás, por aparecer, o también, tenemos la eclosión de Led Zep en todo su esplendor...y muchas, muchas otras cosas (todo el tema folkie, la black music, el reggae...mil cosas en verdad -pero si hasta el posteriormente odiado Elton John tiene canciones que se te va la olla en aquellos años-).Festival total vamos. Un encontronazo brutal entre las grandes formas de años anteriores y la necesidad, a partir de aquellas, de nuevas formas de expresión mediante ese engendro llamado rock.
Bien ya os habéis leido el rollazo. Dicho todo esto ya se puede señalar que nadie representa más ni mejor ese espíritu ("lo habéis hecho muy bien hasta ahora pero ha llegado la hora de dar el siguiente paso") que el chalado y narcisista Bowie. Creo que una de las frases más acertadas que he oído o leído nunca sobre él es aquello de (no recuerdo el plumilla de turno): "no es indispensable, quizá, para la evolución del rock al nivel que en su momento fueron Dylan o los Beatles pero la verdad...sin Bowie nada hubiera sido lo mismo".

No es precisamente un disco "oculto" en la historia del rock, claro (la cosa es de un evidente que tira de culo),pero es la conversión real y auténtica del músico (por mucho que ahora haya historiadores del asunto que apuntan -a toro pasao, valientes los puñeteros- que trabajos anteriores ya le habían encumbrado), en formato elepé, de "tipo prometedor como pocos" a supercrack absoluto del rocanrol mundial. Después de él -de "Hunky"- a forzar la máquina para envolver su único (e inolvidable) hit hasta entonces en un disco ya un poco como dios manda y dejarlo todo expedito para que Ziggy se coma al planeta de un zarpazo. Eso sería en el 72, en el 71 Dave, (el siempre honorable)Mick Ronson y cia proclamaban, más que acertadamente como decíamos (que lo decía yo pero...en efecto, estás ante el momento mayestático del texto) antes, nuevos "ch-ch-ch-ch-changes....".

"Todavía no sé que estaba esperando...". Tranquis que David Bowie ha llegado, el más maquillado, narcisista, opulento, excéntrico, gilipollas, mejor y brillante guia del primer lustro de los setenta. ¿Qué decir de "changes" por otro lado a estas alturas?. Lo mismo para "oh! you pretty things", fantástica y ahora ultrareconocible canción que, por cosas de esas que uno no acaba de entender, tuvo que esperar más años de los debido (hasta el boom de bastantes años después con los recopilatorios, antologías y demás) para gozar del reconocimiento en la historia que merece. El pianito final de aquella le sirve para empalmar directamente con "eight line poem" que parece robada de los archivos secretos de Reed en una siesta de este. Entonada eso si a la manera de Dave, cambiando el aire de canalla desganado de Lou por un tono trágico de la diva de la portada de este álbum. Otro monstruo de canción que palidece un poco solo porque lo siguiente es "life on Mars?"...La tarjeta de presentación al Olimpo de los diesel de Dave para la que todos los adjetivos, por lisonjeros que sean, se quedan cortos. Supera el escándalo de lo buena que es la cabrona. "Kooks" que el subnormal ignorante que le hace la refe en el fistro reciente ese de tocho de "Los 1001 discos que..." ningunea sin respeto que valga es otro ejemplo tremendista de la grandeza de Bowie. Además tiene un aire a lo Beatles/Kinks y demás que la hace especialmente reivindicable...puede (pudo -se entiende-) que sea muy moderno, el santo redentor, pero es el primero que sabe aquello de "monaguillo antes que fraile" (que este no sale de un reality, tuvo que picar piedra como el que máspor increíble que pueda parecer). "Quicksand", que cierra la cara A, se mueve en los mismos terrenos dramáticos de "life on Mars?". Una preciosa canción versioneada por dios y la madre que quedará tapada, como casi la totalidad del resto del disco por desgracia, por los hits (sonados) anteriormente mentados. Si lo de "quicksand" jode lo de la "sargentopimentera" "fill your heart", con sus pianitos y violines a cuestas, no lo entiende ni cristo (aún teniendo en cuenta que es la única pista del disco no firmada por Bowie -la autoría es del pianista nuevaorleano Biff Rosey y de Paul Williams-). Aires marcianos para la intro de "Andy Warhol" dedicada al ínclito y al que Dave rendía pleitesia (visto en perspectiva la cosa debería haber sido un poco al revés, por supuesto). Acabados los ruiditos nos encontramos con una pieza acústica del nivel de los mejores singles de un tipo que, en mi humilde opinión y entre otras cosas se caracteriza por tener la mejor selección exstente de los mismos. Sea como fuere aún tengo que ver una lata de sopa que merezca ponerse a la altura de esto..."Song for Bob Dylan" no baja el pistón. Y es justo lo que propone, amén del obvio sentido homenaje, una canción del Zimmerman convenientemente llevada al terreno del británico (esas guitarrillas distorsionadas del estribillo le delatan al granuja). "Queen bitch" con la única duda razonable de la dupla de avenuras del Major Tom es mi canción favorita del tiparraco de siempre. Qué gamberro, qué chotas...Mientras en mis giliarchivos queda por clasificar entre el rockabilly marciano, la bandera definitiva del glam junto al "make up" de Lou, o el protopunk más disfrutable nunca editado, esta "reina de las putas" (o de las "brujas", según lecturas) es a, mi parecer, la prueba definitiva del descomunal talento de su autor. Además cantada como medio cachondeándose (parece) por momentos como si le dijera al mundo: "todos los que estabáis antes habéis quedado superados y lo que ha salido a la par que yo no alcanza...". La "reina de las putas" en efecto, no se puede dar más en el clavo.
Nos vamos pa la casa con "the Bewlay brothers" que es la canción más larga del álbum y que guarda cierta correlación compositiva con "space oddity". Empieza y se conduce con un leve raspeo de guitarra para estallar en el estribillo como solo Dave puede. Añadiendo además para la ocasión un coro extrarrestre que se va diluyendo hasta el final de un disco que, para miles y miles, no debiera de terminar nunca. No, no tiene claroscuros. Quizá mi devoción por "Hunky Dory" y fascinación por Bowie no me deja ver las cosas con claridad, pero pienso que -al igual que pasa con "Ziggy"- es uno de los pocos discos que no tiene un puto bajón durante todo el viaje...y si sóis (realmente)honestos admitiréis que eso se da con cada paso del cometa Halley más o menos. ¿Por qué este y no Ziggy?. Bueno Ziggy también aparecerá en la sección (de seguir ésta enjendrándose), y "canciones contra canciones" están a la par sin duda pero, ¿qué queréis?...la "reina de las putas" aparece en este, que le vamos a hacer.