A principos de los dosmiles o a finales de los noventa se pusieron muy de moda los dúos rocanroleros que intentaban devolverle al rock su esencia y su simpleza a base de riffs sucios y polvorientos, y el ya clásico aquí te pillo aquí te mato. De todos aquellos grupos me enganché como todos sabéis al rojiblanco grupo de Jack White y la reina del bombo, y, como no, a The Black Keys. Unos ya no están aunque Jack sigue dando de qué hablar y proyecto tras proyecto nos recuerda que es muy grande, luego los teclas negras se han ido acercando cada vez más al soul con discos maravillosos, coño, me encantan. Así pues la evolución de ambos ha sido diferente aunque partiesen de las mismas premisas, de esas también decidieron partir los Two Gallants, otro dueto, esta vez de San Francisco, que a base de impresionantes riffs, una voz única y una puesta en escena descomunal (recuerdo haberles visto creo en sala Sidecar hace años y aluciné) nos daban esas dosis de puro rock sin trampa ni cartón. Un servidor conoció a Adam Stephens y Tyson Vogel cuando apareció su segundo disco, su magnífico segundo álbum “What the toll tells” (2006) con aquellas estupendas “Las Cruces Jail”, “Steady rolling” y “16th St. Dozens”. Oh!, tremendo. Eso me hizo dar un paso atrás y repescar su debut “The Throes” (2004) que me gustó pero no tanto como mi primera toma de contacto con ellos. En el 2007 apareció “Two gallants” que recuerdo haberlo escuchado un par de ocasiones y arrinconarlo de manera, tal vez, algo injusta. Lo retomaré, lo prometo. Así pues, los tenía yo olvidados a estos muchachos hasta que hace bien poquito cae en mis manos “The bloom and the light” que a la primera escucha me deja algo frío pero que a la segunda hace que me arda hasta el duodeno. La mare que em va parir, qué discarro!
Two Gallants - “The bloom and the light” (2012): 01.- Halcyon Days/ 02.- Song of Songs/ 03.- My Love Won’t Wait/ 04.- Broken Eyes/ 05.- Ride Away/ 06.- Decay/ 07.- Winter’s Youth/ 08.- Willie/ 09.- Cradle Pyre/ 10.- Sunday Souvenirs.
He de reconocer que soy algo caprichoso y tontuno, y que cuando un disco me seduce ya por su portada me tiene ganao, joder, esta portada me encanta y me llama a escuchar el disco. Como dije la primera escucha no me acabó del todo pero al darle un par de días de descanso y retomarlo con ganas me provocó una trempera descomunal. Las señas de identidad del grupo se mantiene intactas, el inicio con “Halcyon days” es la reostia aunque el deje “Jack White” es obvio, eso sí, esa voz desgarrada y algo psicótica no tiene precio. Cancionaca. Esta canción lo tiene todo, creo que cada vez que la escucho soy más varonil... “Song of songs” es un caramelito, con esa melodía tan bonica que acaba en una bomba eléctrica alucinante y demoledora, qué estribillo! Llevo toda la puta semana tarareándolo. La cosa sigue con “My love won't wait” que sigue por el camino marcado por el señor White dejando el pabellón muy alto, desde luego han conseguido llegar con mayor facilidad e ir más al grano. “Broken eyes” es cojonuda, con esa melodía dylaniana, una nana de country-folk antes de devorarnos con ese corte medio grunge anirvanado de título “Ride away” que es una de mis favoritas de todo el paquete. Como canta, como grita, como se enrabia, como rasca la voz, qué dolor, qué calidad más tremenda!!! Y bueno, el disco a partir de aquí y en mi modesta opinión baja un poco el listón pero desde luego habrá que tener este trabajo muy en cuenta para las notas finales pues a cada escucha te va haciendo suyo y parece tener un apetito voraz. De la mitad al final destaco esa “Winter's youth” que mezclando ese sonido tradicional con algo de death-country me recuerda a los Elliott Brood y muchachada parecida, una canción cojonuda y como no, también destaco “Willie” que tiene un country agradable y pegadizo. Conforme pasan las escuchas le encuentro más cosas buenas al disco, creo que acabara siendo de mis favoritos, desde luego necesitaba algo de rabia y rocanroul, y aunque creo que han encontrado la fórmula de la “comercialidad” por decirlo de algún modo como en su día lo hizo Jack White, he de decir que este disco mantiene el listón alto y le da nuevos aires al dueto, que por cierto vienen a Barcelona la semana después de mi cumpleaños, así que intentaré verles, pues en directo son, con perdón, la polla.
