Clásicos nikochianos: WHITE BLOOD CELLS (2001)

El minimalista dúo de Detroit capitaneado por el geniecillo Jack White y secundado por su ex-esposa Meg White (algunos dicen que son hermanos pero de eso nada monada) se han convertido en uno de mis grupos predilectos de esta última década a base de riffs bluseros llenos de garra y dolor, una voz inclasificable, un look irresistible y claro, seis discos acojonantes. Y a pesar que Jack tiene que apaciguar su desmesurada creatividad en otros proyectos como The Raconteurs donde da rienda suelta al concepto de superbanda de los setenta cercana a Led Zeppelin junto a su amiguísimo Brendan Benson o The Dead Weather en el que se divierte haciendo blues grasiento mientras deja la guitarra y se dedica a darle a los tambores, la verdad es que The White Stripes siempre ha sido la original y genuina banda, y eso que se impone limitaciones como la de ser un dúo y que no aparezca prácticamente bajo aunque en los últimos discos experimentó con otros sonidos como la marimba o el xilofón, y como no, el lastre de tener a la reina del bombo que siendo carismática de cojones no es precisamente una virtuosa de la batería. El éxito masivo les llegó con “Elephant” (2003) y siguieron en lo más alto de las listas con “Get Behind Me Satan” (2005) e “Icky Thumb” (2007), pero para mí no habrá otro disco mejor que “White Blood Cells”, su tercer elepé que sin duda es uno de los cinco mejores discos en lo que llevamos de siglo.

Unos ruiditos de las baquetas de una batería, una distorsión guitarrera y un riff endiablado marca de la casa dan paso a la obertura del disco con la estupenda “Dead leaves in a dirty ground”, la voz de Jack White te atraviesa el cerebro y te quema la piel, te enamora, y te lleva al huerto para volver de nuevo al riff inicial haciéndonos dar vueltas y vueltas en el mundo de los Stripes. Luego nos sorprenden con una canción country muy moderna y sencilla que contiene una letra divertida, muy Kink, una de las mejores del disco y gracias a la cual llegué a conocer al dúo de Detroit... “1, 2, 3, 4 take the elevator at the Hotel Yorba i'll be glad to see you later, all they got inside is a vacancy..”, madre mía! Cuantas veces he cantado eso en la ducha y eso es una clara demostración de que la canción es tremendamente buena. “I'm finding it harder to be a gentleman” es la tercera de lote, una maravilla que define perfectamente el estilo del grupo y que sirve de enganche perfecto para la garagera y descomunal “Fell in love with a girl”, una joya que no tiene precio de menos de dos minutos de duración que valdría la carrera de más de un grupo de los que se habla tanto a todas horas últimamente y que tenía un video acojonante de Michael Gondry. Sí, era el del lego, sí. Aahhhhhh!!!! qué riff!!! qué guitarra!!! uaahhh!!! “Expecting”, qué grande!!! me encanta cuando grita desesperadamente: “you sent me to Toledo, to Toledo, to Toleeeedo...!!!”. Y entonces nos deleitan con la locura extravagante e infantil de “Little room”: un bombo de juguete, una letra absurda y un ritmo diabólico, indiscutiblemente sencilla y genial. “The union forever” nos devuelve a la circularidad de los riffs de “Dead leaves...” con un deje Pixie obvio, tanto en la música, como en las inflexiones de la voz aunque nos guardan una freakada típica de Jack White y es que su cántico a lo cañita brava: “there is a man, a certain man and for the poor you may be sure....” no tiene precio, “it can't be love for there is not true love!!!”. Qué desparrame de canción pero gracias a Dios bajan el pistón y nos entregan una composición muy al estilo Townshend, “The same boy you've always known” me encanta y muchas veces me sorprendo a mi mismo tarareando esta canción por la calle, esperando el autobús o mientras trabajo, no sé que tiene pero es de esas canciones que podrían definirme como persona para bien o para mal, otras podrían ser “Behind blue eyes” o “I'm one” de The Who, y es que esa manera de componer y tocar la guitarra es muy nikochana. Parece que el disco toma una dirección diferente, parece que se calma y esto nos lo confirma la siguiente canción, “We're going to be friend”, una canción McCartniana, descomunal, bella, una puta delicia que nos hacía intuir, como luego comprobamos, que Jack era/es un monstruo. Y otro típico riff circular, one more time, con “Offend in every way”, cómo canta el gañán!, qué clase, qué voz, qué savoir fair... qué olor a rata!!!: “all you little kids, seem to think you know just where it's at.. I think I smell a rat, walking down the street carrying a baseball bat...I think I smell a rat, ooohhhh I think I smell a raaaattt”, qué grande “I think I smell a rat”!!, qué riff, qué locura, qué freakada. Me encanta!!! Y entonces “Aluminum” llega para aportar psicodélia y experimentación antes de que acabe el disco, pero la traca final empieza con “I can't wait” otra canción que bebe descaradamente de Black Francis y eso creo yo que muy malo no es, porque Francis es un genio, un genio gordo pero un genio al fin y al cabo (oouuhh yeaaa, yeaaahh, yea-aaahh!). “Now Mary” juguetea con el sonido country y el del rock-alternativo con un resultado excelente y un sonido característico que perseguirá el resto de los días al bueno de Jack. Para finalizar el discazo tenemos “I can learn” que se acerca un poco y sin tapujos al dolor nirvanil pero sin tanto grito adolescente, tal vez la más floja del disco, y acaban con “This protector” donde Meg se deja escuchar, y hacen uno de esos finales a dúo característicos de todos sus discos. “White Blood Cells” del 2001 supuso un antes y un después en la escena americana, supuso el nacimiento de un genio que no ha parado de sorprender y nunca ha defraudado, enterrando a muchos de sus competidores, humillándolos en algún caso como a los pobrecicos Strokes que eran lo mejor de la camada según la prensa y mirad ahora donde están. “White Blood Cells” es un discazo, un tremendo y cojonudo disco, un puto clásico, un clásico nikochiano.









2 comentarios:

  1. en jenesaispop.com:) La revista Uncut también ha precipitado su lista de mejores discos de la década, aunque ellos tienen la excusa de cumplir 150 números este mes, por lo que han aprovechado para hacer una lista también de 150 puestos. En el número 1 han colocado ‘White Blood Cells’ de White Stripes, y casualmente Jack White aparece entrevistado en portada. Una lista que se caracteriza por un sabor ligeramente más rockero y europeo que la de Pitchfork. Estos son sus primeros 25 puestos, los otros 125 podéis consultarlos por aquí y por allá.

    1. The White Stripes: White Blood Cells
    2. Bob Dylan: “Love and Theft”
    3. Wilco: A Ghost Is Born
    4. Brian Wilson: Smile
    5. The Strokes: Is This It
    6. Robert Plant & Alison Krauss: Raising Sand
    7. Arcade Fire: Funeral
    8. Bob Dylan: Modern Times
    9. Ryan Adams: Heartbreaker
    10. Fleet Foxes: Fleet Foxes
    11. The Flaming Lips: Yoshimi Battles the Pink Robots
    12. Portishead: Third
    13. Gillian Welch: Time (The Revelator)
    14. Primal Scream: XTRMNTR
    15. Radiohead: In Rainbows
    16. LCD Soundsystem: Sound of Silver
    17. The White Stripes: Elephant
    18. Kate Bush: Aerial
    19. Bruce Springsteen: The Rising
    20. Amy Winehouse: Back to Black
    21. Joanna Newsom: Ys
    22. Blur: Think Tank
    23. Beth Gibbons & Rustin Man: Out of Season
    24. Arctic Monkeys: Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not
    25. Radiohead: Kid A

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  2. Si es que eres un provocador...

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