There once was a note, pure and easy....

“Odds and Sods” (1974): 1. I'm The Face/ 2. Leaving Here/ 3. Baby Don't You Do It/ 4. Summertime Blues (Studio Version)/ 5. Under My Thumb/ 6. Mary Anne With The Shaky Hand/ 7. My Way/ 8. Faith In Something Bigger/ 9. Glow Girl/ 10. Little Billy/ 11. Young Man Blues (Studio Version)/ 12. Cousin Kevin Model Child/ 13. Love Ain't For Keeping/ 14. Time Is Passing/ 15. Pure And Easy/ 16. Too Much Of Anything/ 17. Long Live Rock/ 18. Put The Money Down/ 19. We Close Tonight/ 20. Postcard/ 21. Now I'm A Farmer/ 22. Water/ 23. Naked Eye.

Oficialmente “Odds and Sods” está catalogado como un recopilatorio pero que nadie se equivoque pues no es precisamente una compilación al uso, mas bien podríamos hablar de un astuto disco que reúne incomprensibles descartes, rarezas y gloriosas versiones. Vamos, un batiburrillo de aquí te espero que sorprendentemente funciona a las mil maravillas dando la sensación de estar escuchando un disco más y no una simple colección de canciones. Es verdad que el disco significa un punto de inflexión en la carrera de la banda pues a partir de entonces sólo “The Who by numbers” (75) aguanta el tipo pero es que venían de saborear la gloria con “Who sell out” (67), “Tommy” (69), “Who's next” (71) y “Quadrophenia” (73), con el insuperable “Live at Leeds” (70) de por medio, casi ná!. Todos ellos clásicos nikochianos imprescindibles en mi vida y supongo que en la de muchos. Discazos descomunales que nadie en su sano juicio debería pasar por alto. “Odds and Sods” (74) no es tan bueno como aquellos pero se acerca, y además para los muy fans del grupo funciona perfectamente gracias a su efecto balsámico que unifica el sonido del grupo durante todos sus discos en un inclasificable e imprescindible recopilatorio. Vamos que hay que tenerlo sí o sí por diferentes motivos. Uno está claro que es por ser de The Who y punto, otro motivo de peso es esa fantástica y mítica portada que quita el hipo, que en vinilo es la reostia y que si no fuese por mi santa esposa estaría a tamaño gigante presidiendo el comedor. Pero claro está que la música es suficientemente tremenda para justificar la adquisición de esta maravilla, por ejemplo tenemos las retromod “I'm the face” y “Leavin here”, las fantásticas versiones de “Summertime blues” y “Under my thumb”, descartes y nuevas versiones del “Sell out”, “Tommy” y “Quadrophenia”, la versión en estudio de la alucinante “Young man blues”, por supuesto tenemos la presencia de una de mis favoritas “Long live rock” y un buen puñado de canciones que no aparecieron en “Who's next” cuando adoptó ese nombre y dejó de ser el que hubiese sido un proyecto descomunal llamado por entonces “Lifehouse” y que luego han ido apareciendo en versiones del disco oficial en forma de “additional tracks”, y es que “Pure and easy”, “Too much of anything”, “Put the money down”, “Time is passing”, “Naked eye” y la mismísima “Water” son cancionacas descomunales que gracias a este fantástico disco podemos disfrutar. Y a parte de deciros que os hagáis ahora mismo con una copia de este disquito si es que no lo tenéis aún sólo os puedo decir una cosa más: There once was a note, listen! There once was a note, listen! There once was a note, listen!!!!!!!

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