Stratego

Síndrome del nido creo que lo llaman. Es la manía absurda que tienen las embarazadas de intentar tener todo listo antes de que aparezca el churumbel. Pues bien, en la raza nikochiana es el macho bravío el que sufre ese síndrome, es decir, un servidor. Llevo más de una semana ordenando armarios, seleccionando libros, ropa y otras absurdeces, llenando bolsas de basura a tutiplén y haciendo incontables viajes al container más cercano por no contar el desmontaje de armarios, cambios de puesto de librerías, y claro está, liar a mi santo padre que está el pobre de vacaciones para que me ayude a pintar unas cosillas, y digo “ayude” por decir algo porque más bien le he liado para que lo haga él. Y el sábado al Ikea!? Yuhu!! Pero no os quiero hablar de este síndrome de lo más porculiano, más bien de sus consecuencias. Una de ellas ha sido saber a ciencia cierta qué cojones había acumulando polvo en ciertos armarios de casa, había cosas inútiles que incomprensiblemente estaban allí aunque la razón de guardarlas es aún un misterio, en cambio me he llevado alguna que otra sorpresilla, y de una de ellas es de lo que os quería hablar. Ahora que mi hermanito mayor está obsesionado con los juegos de mesa encontré uno que le fue sisado por Nikochan años a, y que en su momento fue escandalosamente bueno. Tengo que reconocer que no pude resistirme y me hice unas partidas al añorado Stratego.

Existían diferentes formatos de Stratego pero en mi casa teníamos uno modestito con un pequeño tablero y unas fichas planas que gracias a unos soportes muy cutres permanecían en vertical. Cada ficha representa un cargo militar que es crucial para determinar el resultado de los enfrentamientos cuerpo a cuerpo. Con rango 10 había un Mariscal por bando, con rango 9 un General por bando, con rango 8 teníamos dos Coroneles por bando, con rango 7 tres Comandates, con rango 6 cuatro Capitanes, con rango 5 cuatro Tenientes, con rango 4 cuatro Sargentos, con rango 3 cinco Minadores, con rango 2 ocho Exploradores y con rango S el puto Espía. A más rango más fuerza en el cuerpo a cuerpo a excepción del Espía, último en el rango, que es el único que puede eliminar al Mariscal aunque no si es el Mariscal quien le reta pues le habría descubierto. Las piezas se desplazan de una casilla en una tanto en horizontal como en vertical a excepción del Explorador que puede moverse como la torre del ajedrez, es decir, tantas casillas como quiera pero siempre en linea recta y atacar a la vez. Además tenemos fichas que no pueden moverse: las bombas y la bandera. Como bien suponéis el objetivo del juego consiste en hacerse con la bandera rival, para ello al iniciar el juego se colocan la fichas sin que las vea el adversario dispuestas en cuatro filas, la distribución de fichas y rangos queda a elección del jugador y ahí está la verdadera estrategia, luego al ir confrontando a los ejércitos la cosa puede ponerse muy tensa. Como curiosidad para freakis de los juegos de mesa decirles que hay una versión china llamada Luzhanqi que es muy parecida al Stratego que por lo leído tiene millones de adeptos e infinidad de versiones que van desde Lord of the Rings a los superhéroes de Marvel. Un clásico de los juegos de mesa que todo el mundo debería recuperar de tanto en cuanto.

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