Oh, shut up!. Open wide. Here I come! I am your dentist!

Parece que ya pasó lo peor, o no. Me explico. Después de dos larguísimos días con un dolor de muelas acojonante que al acabarse el milagroso dentispray hacía que me preguntase si valía la pena seguir con vida, llegó como por arte de magia el siempre agradecido y coquetón flemón. Normalmente uno ya luce unas galtas portentosas de esas que los abueletes no pueden resistir pellizcar pero lo del flemón superaba todas las expectativas posibles. Dos putos días he pasado con la cara inflada, parecía que tenía un enorme caramelo en la boca, qué horror!, y a todo eso hay que añadir todas las drogas que mi cuerpo ha podido soportar para paliar el dolor y el hinchazón que no son pocas. Ahora mi cara ha vuelto a ser más o menos la de siempre, el dolor se ha quedado en una especie de extraña sensación que me recuerda que hay algo allí pero que podría obviarlo fácilmente a pesar de jurar en el momento álgido del dolor que iría al dentista sí o sí. Y por eso justamente digo que a lo mejor no ha pasado lo peor, tengo que ir al dentista! Mierda!, estoy totalmente acojonado y no sólo lo digo porque ese pseudomédico me aterrorice por el dolor que puede provocarme, lo digo por el agujero que me provocará en el bolsillo. Aaaahhhh!! hijosdeputa, sois los mecánicos y los lampistas de la medicina, digan lo que digan te lo tienes que creer y si te despistas ellos mismos te provocan la caries para luego empastarte la pieza. Malditos!. Por eso he de reconocer que en mi vida únicamente he ido dos veces al dentista y ambas fui acompañado de mi mami. Quiero explicar que no tenía ni doce años, eso que quede claro pues de mayorcito he podido esquivar a ese tipejo con maestría hasta este agosto, aunque si me acompañase alguien y me cogiese de la mano se lo agradecería de por vida. Y para rematar no paro de tener sueños en los que estoy sentado en esa fatidica silla de la consulta del dentista, en uno de esos sueños le pregunto aterrorizado: “Cree que voy a perder la muela?” y el tipo me suelta “eso depende de usted, yo se la entregaré en una bolsita”. En otro el dentista puesto en faena mientras yo estoy con la boca abierta me dice “bueno, bueno, bueno, tiene usted la caries más grande que he visto en mi vida, la caries más grande que he visto en mi vida, la caries más grande que he visto en mi vida....” . Finalmente está el sueño en el que me van a extraer definitivamente la muela, el dentista me dice: “la extracción serán 100€ sin dolor y 200€ con dolor”, a lo que yo respondo “de acuerdo, lo más barato, además estoy de suerte pues es la sin dolor, adelante!”, a eso que el dentista el muy hijodeputa comienza a tirar ayudándose de la fuerza que hace al empujar con su pie en mi cara y yo, lógicamente comienzo a gritar como un animal “hijodelagranpuuuuutaaaaa!!!!!”, a lo que él responde: “no se me queje señor, mire que si sigue así le tendré que cobrar una extracción con dolor....”. Agggghhhhh!!!! lo siento, no me he podido controlar con estos malísimos chistes, es lo que tiene el verano que uno se vuelve tonto. Pero una cosa si que os quiero decir como buen boticario y agente de la salud que soy, a las chicas que estén rematadamente buenas y tengan entre 17 y 25 años les diré con sinceridad y sin ánimo de causarles ningún daño sino todo lo contrario que pueden despelotarse y ya veremos lo que hacemos en la rebotica, al resto os recomiendo que no hagáis como yo y vayáis al dentista de tanto en cuanto, no me gustaría que el ejemplo de Guzzest empezase a ponerse de moda. El tipo no ha ido en su vida al dentista, se conoce que es el anticristo del los odontólogos pero todo tiene un precio, y en la foto que os adjunto podéis comprobar lo caro que le ha salido al gañán...

Guzzest (2005). Foto tomada por Nikochan en la gasolinera de C/Tajo (Barrio de Horta, BCN) a las 4 A.M después de haber tomado unas copas. Publicada en el número 3568 de National Geographic Magazine. Ganadora del Premio Pulitzer de 2006.

3 comentarios:

  1. Ahora tienes la cara normal... nunca la has tenido así pero bueno.

    Por otra parte decirte que los dentistas no son tan malos, bueno las dentistas.

    Yo, como bien sabes, he tenido que ir durante una larga temporada y lo mejor fue el principio cuando me quitaron unas piezas en mal estado, porque lo hizo una dentista que estaba muy buena y me ponia las tetas en la cara.. claro que si tu dentista es un doctor pues hay no entro.

    Como sea como Steve Martin en la Pequeña tienda de los horrores apaga y vámonos

    ResponderEliminar
  2. Como me ponga a mi las tetas..... Me podrías pasar la dirección, aún no tengo dentista..

    ResponderEliminar
  3. y Guzz sigue sin vengarse..... mmmmm... su pasividad me mosquea...

    ResponderEliminar