Clásicos nikochianos: A QUICK ONE (1966)
En 1966 The Who publica su segundo trabajo de estudio, hasta ese momento no paraban de editar singles y singles de éxito incuestionable y sólo el álbum de debut The Who Sings My Generation parecía salirse del esquema de singles aunque realmente fuese una colección de los mismos. Este segundo disco llevó por título A Quick One y en Estados Unidos se le conoce como Happy Jack, esto se debe a que en el país del ketchup se añadió esta magnífica canción al disco, así pues lleva una canción mas, bueno, un peazo de canción mas. Townshed aún siendo el líder no ha implantado su dictadura y todos componen, hasta Daltrey, pero ya empieza a demostrar toda su valía y su buen gusto al realizar canciones de casi diez minutos como A Quick One, While He’s Away, que recibió la etiqueta de mini ópera rock. Pues bien, este disco del 66 es puro sonido sixtie, el disco abre con la batería de Moon y un Daltrey en falsete muy de guateque, Run Run Run cabalga por tu cerebro y te imaginas esas fiestas donde los cuba libres y las minifaldas existían por igual, viaje en el tiempo descomunal, sonido mod que servía para etiquetar al grupo, el segundo corte es una creación del mejor bajista de la historia del rock, Entwistle elabora una historia extraña, Boris The Spider, e incluso la canta, magnífica. Volvemos al falsete de Daltrey y al sonido mod aunque tenga cositas de aquel sonido alucinógeno de Filadelfia con I Need You, siendo la mas floja del disco tiene un regustillo que se te mete en la cabeza y no te abandona, hippismo sin mas. Entonces llega una obra maestra, empezamos a valorar el talento como compositor de Entwistle, Whiskey Man es una auténtica joya, empezamos a vislumbrar el sonido “who”, perfecta, adictiva, con esos redobles marca de la casa de Moon, por cierto, el mejor batería del rock. Llegamos a la mitad del disco y aparece una versión, una versión soul americano, sonido negro de Detroit, Heat Wave que popularizaron Martha and the Vandellas, les queda perfecta, maravillosa, una delicia para nuestros oídos, seguimos con Cobwebs And Strange la composición que aporta Moon, instrumental al cien por cien, locura y genialidad se dan la mano, rock aderezado con circo, una auténtica exhibición de Moon, y del resto. Una guitarrita acústica abre el final del disco, muy Beatle de la primera época por qué no decirlo, pero también esconde mucho del sonido que luego escucharemos en el clasicazo Who Sell Out del 67, sobretodo por los coros. Daltrey hace su aportación como compositor con See My Way a la que le falta un poquito de chispa comparada con el resto del disco, a pesar de todo no desmerece, pero como viene justo antes de la traca final queda ensombrecida. Finalmente llegamos al despiporre, primero con So Sad, About Us, un himno mod, una espléndida canción, simple, sencilla, llena de ritmo y sutileza, un clasicazo de los sesenta, y luego con la mini ópera rock A Quick One, While He’s Away, que pudimos ver hace poquito en la sección de tv nikochiana, Townshend en estado puro, Daltrey dando una exhibición de voz, seguramente uno de los mejores cantantes y rock star de la historia, pero sobretodo con el mejor guitarrista y uno de los mejores talentos como compositor que existe y han existido, una maestro, un genio, único, Pete Townshed líder indiscutible del grupo que con esta canción se puso en el 66 a la altura de Stones y Beatles, un final espectacular aunque en yanquilandia hubiera una siguiente canción Happy Jack, que es mejor que todas las anteriores. A Quick One es un discazo aunque es un disco menor sabiendo lo que estaba a punto de llegar, pero que tiene un encanto especial, la magia está por todos lados, un disco especial, todo un clásico, un clásico nikochiano.
No son malos los chavales estos...Les auguro un buen futuro. Por sierto, cuidadín con la reedición vinilera del disco de las judías...Es como mi flequillo: no se sabe cuando, pero caerá seguro el maldito.
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