Recupero esta
mítica sección de la Isla con la intención de homenajear al, creo yo,
responsable del sonido de muchos de los discos de cabecera de la mayoría de
terrícolas con cierto buen gusto y criterio, desde el infinito y más allá. De entrada la cosa no prometía para el jovenzuelo Mick Ronson a quién le dio por tocar el chelo, no creo que en la ciudad de
Hull tuviese mucho futuro con ese instrumento tal vez por eso lo acabó
abandonando por la guitarra, luego se dio a la fuga y acabó en London donde
comenzó a tocar por doquier, tanto con infinidad de grupos: The Mariners, The
Crestas, The King Bees, The Rats...., como de session man para el mejor postor.
En uno de esos contratos como músico de sesión tuvo suerte, mucha suerte y el
por aquel entonces talentoso y excitante Elton John (que en esos primeros setenta
no tiene disco que baja del sobresaliente) le llamó para grabar guitarras para
la canción “Tumbleweed connection” que daba nombre a su disco de 1970. El disco
es un exitazo del copón bendito y su nombre comienza a rondar por las calles
londinenses repletas de jovenzuelos esperando el estallido Glam, que de llegar
llegó por esa misma época de la mano de Marc Bolan y su T-Rex (sobretodo con
“Electric Warrior del 71) y como no con la aparición de Ziggy Stardust...
Después de grabar para Elton, el archiconocido Tony Visconti que a la postre se convertiría en la sombra de Bowie le echa el ojo a Ronno y lo contrata para que rasgue las cuerdas en el magnífico “The man who sold the world” de David Bowie. La verdad es que Ronson lo borda y a partir de entonces su alianza con Bowie es básicamente esencial en la historia del rock. Ronson es el guitarrista de una de las mayores trilogías de la historia, vamos, que ser el guitarrista principal de “Hunky Dory”, “The Rise and fall of Ziggy...” y “Aladdin Sane” no es moco de pavo, es suficiente currículum para ser considerado un mito. Su sonido es vital para comprender el glam y el éxito de Bowie. Vale, el genio era Ziggy pero su mano derecha no se quedaba corto. Con “Pin-ups” Ronson deja a Bowie compuesto y sin novia y se dedica a otros quehaceres. No obstante en aquel tremendo momento de inspiración, éxito, grandes discos y canciones Bowie conoció a Lou.....
… Y Lou había dejado la Velvet y tenía disco nuevo que no acabó de cuajar, así que Lou pidió ayuda a David, y la diva Bowie le dijo que sí pero que de la producción se ocuparía una de las arañas de Marte y que él ya lo supervisaría si acaso. Corría 1972 y Lou Reed se preparaba para parir el que tal vez es su mejor disco, hablo de “Transformer”, mal llamado "el disco de Bowie donde canta Lou", vale, Bowie mete mano y hace unos coros divinos pero seamos realistas ese sonido magnífico se lo deben a Ronno. Leí que él mismo explicó en sus memorias que estaba hasta los mismísimos de Lou y de David. Bowie no aparecía por allí ni de casualidad, y Lou tenía unas letras cojonudas y unas canciones inacabadas que sonaban como una chufla, es curioso que comentaba que Reed estaba tan perjudicado que ni se daba cuenta de que la guitarra estaba desafinada! Así que Mick tomó el control y por eso “Transformer” suena como suena,a gloria bendita, a regalo divino..., ese final de Walk on the wild side... delicioso.
Una vez finiquitada su relación con la pareja de moda, Mick pone en marcha su carrera en solitario y de vez en cuando (bueno, mucho a decir verdad) colabora con Ian Hunter con quién ya había tocado en la mítica “All the youg dudes” que le regaló Bowie a Ian cuando éste lideraba Moot the Hoople (por cierto, aquel fue otro discarro del 72). Ronson en solitario tiene un discazo de esos que no podemos saltarnos y que debería ser reivindicado (o reivindiscado como diría Guzzest) a menudo por el populacho, hablo de “Slaughter on 10th avenue”, con versiones y canciones de Bowie, y un pelotazo propio como es “Only after dark”. De todas maneras tampoco su carrera en solitario es para tirar cohetes aunque hace poco descubrí “Heaven and Hull” de 1994 que no está nada mal. A pesar de estar siempre en la sombra, su papel de guitarrista, productor y multinstrumentista no debería pasarnos inadvertido. Es un gran secundario, qué digo, un secundario de lujo, el mejor escudero que uno podría tener, y eso lo saben bien gente como Bowie, Reed, Hunter, Dylan, Daltrey, Mellencamp, McGuinn e incluso el sobrevalorado Morrisey a quién le produjo el notable “Your Arsenal” en el 92. Ronson nos dejó un año después victima de un cáncer de hígado, su última actuación fue en el homenaje a Freddie Mercury tocando “All the young dudes” junto a Hunter y Bowie, luego junto a este último se cascó “Heroes” y un “padre nuestro”. Un pequeño gran guitarrista el amigo Ronno, la araña de Marte.
Después de grabar para Elton, el archiconocido Tony Visconti que a la postre se convertiría en la sombra de Bowie le echa el ojo a Ronno y lo contrata para que rasgue las cuerdas en el magnífico “The man who sold the world” de David Bowie. La verdad es que Ronson lo borda y a partir de entonces su alianza con Bowie es básicamente esencial en la historia del rock. Ronson es el guitarrista de una de las mayores trilogías de la historia, vamos, que ser el guitarrista principal de “Hunky Dory”, “The Rise and fall of Ziggy...” y “Aladdin Sane” no es moco de pavo, es suficiente currículum para ser considerado un mito. Su sonido es vital para comprender el glam y el éxito de Bowie. Vale, el genio era Ziggy pero su mano derecha no se quedaba corto. Con “Pin-ups” Ronson deja a Bowie compuesto y sin novia y se dedica a otros quehaceres. No obstante en aquel tremendo momento de inspiración, éxito, grandes discos y canciones Bowie conoció a Lou.....
… Y Lou había dejado la Velvet y tenía disco nuevo que no acabó de cuajar, así que Lou pidió ayuda a David, y la diva Bowie le dijo que sí pero que de la producción se ocuparía una de las arañas de Marte y que él ya lo supervisaría si acaso. Corría 1972 y Lou Reed se preparaba para parir el que tal vez es su mejor disco, hablo de “Transformer”, mal llamado "el disco de Bowie donde canta Lou", vale, Bowie mete mano y hace unos coros divinos pero seamos realistas ese sonido magnífico se lo deben a Ronno. Leí que él mismo explicó en sus memorias que estaba hasta los mismísimos de Lou y de David. Bowie no aparecía por allí ni de casualidad, y Lou tenía unas letras cojonudas y unas canciones inacabadas que sonaban como una chufla, es curioso que comentaba que Reed estaba tan perjudicado que ni se daba cuenta de que la guitarra estaba desafinada! Así que Mick tomó el control y por eso “Transformer” suena como suena,a gloria bendita, a regalo divino..., ese final de Walk on the wild side... delicioso.
Una vez finiquitada su relación con la pareja de moda, Mick pone en marcha su carrera en solitario y de vez en cuando (bueno, mucho a decir verdad) colabora con Ian Hunter con quién ya había tocado en la mítica “All the youg dudes” que le regaló Bowie a Ian cuando éste lideraba Moot the Hoople (por cierto, aquel fue otro discarro del 72). Ronson en solitario tiene un discazo de esos que no podemos saltarnos y que debería ser reivindicado (o reivindiscado como diría Guzzest) a menudo por el populacho, hablo de “Slaughter on 10th avenue”, con versiones y canciones de Bowie, y un pelotazo propio como es “Only after dark”. De todas maneras tampoco su carrera en solitario es para tirar cohetes aunque hace poco descubrí “Heaven and Hull” de 1994 que no está nada mal. A pesar de estar siempre en la sombra, su papel de guitarrista, productor y multinstrumentista no debería pasarnos inadvertido. Es un gran secundario, qué digo, un secundario de lujo, el mejor escudero que uno podría tener, y eso lo saben bien gente como Bowie, Reed, Hunter, Dylan, Daltrey, Mellencamp, McGuinn e incluso el sobrevalorado Morrisey a quién le produjo el notable “Your Arsenal” en el 92. Ronson nos dejó un año después victima de un cáncer de hígado, su última actuación fue en el homenaje a Freddie Mercury tocando “All the young dudes” junto a Hunter y Bowie, luego junto a este último se cascó “Heroes” y un “padre nuestro”. Un pequeño gran guitarrista el amigo Ronno, la araña de Marte.
Certero homenaje a un grande. Desde luego su primer disco en solitario esta a la altura de los Bowies Y Reeds .
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