Particularmente las dos primeras entregas de la trilogía sobre los X-Men me parecieron fantásticas claro está que Bryan Singer estaba detrás de ellas, no así la tercera y última que no era mas que un despropósito de mamporros con un guión acelerado y precipitado que acababa en matanza mutante y en aburrimiento supino con millares de explosiones. Todo lo contrario que la película inicial, una gran película. Sobretodo por la historia de Lobezno y la relación de éste con Pícara, sin olvidarme del impresionante Magneto. Aquello fue un gran inicio para un franquicia que film a film se fue atrofiando pero que mantenía a su protagonista, Lobezno, como máxima atracción. En todas las partes era el atractivo y fornido australiano Hugo Jackman quién ponía cara a Wolverine, e incluso viendo la máquina de dinero en que se estaba transformando la franquicia decidió en la tercera entrega participar también como productor. Si es que.. además de guapo, listo, e ingenioso, ya que viendo que era difícil seguir exprimiendo el producto y mantener el elenco de actores en un segundo plano mientras él se lucía se saca de la manga una precuela que a su vez es spin-off, que protagonizará para agrandar su ego y producirá para agrandar su bolsillo. El resultado es X-men origins: Wolverine, que al parecer abre una nueva franquicia, la de “origins”, en la próxima, chatos, le toca a Magneto.
SINOPSIS: Precuela de la película X-Men. Situada 17 años antes, narra los inicios del arma X y la forma en la que Lobezno se convirtió en mutante. Logan (Hugh Jackman), convertido en un mutante que se hace llamar Lobezno, y que es capaz de sacar unas afiladas garras y de una fuerza y agilidad sobrehumana, ultima su venganza contra Victor Creed (Liev Schreiber), culpable de la muerte de su novia. Mientras tanto, otros mutantes se acogen al programa X para unir sus fuerzas….
El film es regulero, pasable, en ocasiones hasta entretenido. Liev Schreiber lo borda como medio-hermano de Logan (Wolverine), comparten padre los muy cabrones además de su fuerza, su bello corporal y el ser mutantes, claro está. El nombre del personaje de Liev es Victor Creed o como se le conoce normalmente Sabretooth (Dientes de sable), personaje que ya aparecía en la trilogía interpretado por Tyler Mane, aunque en este caso el personaje era un muñeco sin cerebro en manos de Magneto. Esto lo tengo que decir porque ni los dos actores, ni el maquillaje, ni el nombre con el que se le llama normalmente en el film hacen que identifiquemos que se trata del mismo mutante. Por otro lado tengo que decir que Jackman está en su línea, la misma que en X-men I que es el film con el que tiene mas en común, incluso en el film se permiten algunas licencias para conectar de forma clara y concisa la saga origins con la saga original. La sorpresa sin duda es la presencia de Gambito interpretado por Taylor Kitsch, me gusta esta presencia y todo apunta a que sería un buen personaje para hacer un spin-off de un spin-off… El resto de actores cumplen y son familiares como Ryan Reinolds, Dominic Monaghan, Christian Clark, etc, etc. X-men origins: Wolverine no es mas que efectos y acción muy bien paridos a disposición de una historia paupérrima, previsible y demasiado típica que se deja ver con facilidad. En definitiva: cine-palomitas.
Gámbito es, sin duda, el superhéroe más cutre de la historia.
ResponderEliminarMenudo mindundi!!!