Menuda sorpresa me llevo al leer el Ruta66 de este mes y encontrarme una carta de un tal Guzzest..., joder con el tipo, sigue igual de espeso que siempre, los del Ruta le llaman "hiriente" mientras dan paso a otra carta de un tal Victor al que tachan de tener muy buen gusto, y es que el tal Victor habla de los Kinks. Guzzest, en cambio, sigue con su espesor y sus pajas mentales, dando rodeos y rodeos para acabar en el mismo sitio. Quién tiene el gusto y regusto de conocerle disfruta con cada linea de la carta, quién no, se aburre como una ostra. De todas formas que un colaborador de la isla nikochana aparezca de vez en cuando en el Ruta66 sólo hace que dar nivel a esta historia nikochana, tal vez deba contestarle en ese medio. Ya veremos, eso es otra historia, aquí os dejo con la carta en cuestión, antes, los del Ruta, presentan su sección de correo con estas palabras:
"Bueno, bueno, aquí de nuevo con la ración mensual de misivas. Empezamos con Jordi Puig, alias Guzzest, que ha descubierto el porqué de la inclusión de según que nombres en nuestro sumarios..."
El motivo de la presente es comentar alguna que otra cosa a colación de un correo en el número del mes presente y corroborar que al fin parece que le he pillado el rollo a esta nueva etapa rutera. Lo primero hace referencia a las misiva enviada por Rosa Otero, quien sin duda, o eso parece, es una apasionada erudita del country que aprovechó la ocasión para, amén de reivindicar a una serie de músicos de su agrado, echar en cara las recientes apariciones de según que fistros en estas páginas. Lo cierto, en mi humildísimo parecer, es que de siempre, y quiera que no, en esta revista han aparecido referencias de muy diversa índole, de lo más cafre y bizarro, a lo más añejo o directamente vintage, aún mucho antes que el palabro se pusiese tan de moda en contextos gafapastiles (…). A Rosa le digo: espero que usted como lectora habitual no intente dar conmigo para muerte tras afirmarle que a mí más de dos canciones country me suscitan unas imperiosas ganas de huir a la mayor brevedad, y con la máxima celeridad posible, del habitáculo donde la cosa se esté sucediendo… Hay gustos para aburrir.
En mi caso por mucho (vital e insaltable) tótem a caballo entre los sesenta y los primeros setenta, me pierde la colisión punk/new wave, cuya época gloriosa ubico de los primeros rebuznos ramonianos hasta el final del Imperial Bedroom costelliano (…). Y claro, me pasa lo mismo que a Vd. Pero al revés: cuando leo una referencia country, bluegrass, y su ti la calva, paso las hojas rápidamente arrugando la nariz… pero, eso sí, lo respeto enormemente. Hasta ahora, cambiando de tercio, todos mis “peros” con la revista eran de índole subjetiva, del tipo:
“¿Cómo puede dar tanto la murga de Ignacio con los Sonic Youth, que no graban un disco digno desde el 94 – por no mentar algunos “arribismos modernetes” de vergüenza ajena que han protagonizado desde entonces -, y a su vez ningunear tanto a los Pixies, que les dan tantas patadas que hablar del tema ya hasta cansa?”; o también, “¿quién cojones se cree que es Jaime para ningunear a los Clash y su legado en el editorial, con permiso de los Bitels y los Estons e ese segundo lustro sesentero y poco más, mi banda – como tal – predilecta por lo ofertado en tres años de gloria en los que no les tosió ni Cristo?”… De un tiempo hacia acá la cosa se viene desmadrando mucho: artículos del Calamarcio, menciones a Bunburri, Amoral, Maiquel Rivers, and more… por no hablar de esas concesiones harto onerosas a, por ejemplo, el jevi metal más guarro (lo siguiente será la música electrónica, el reguetón o las tecno-rancheras de seguir así).
Pero, ja!, ya he dado con mi solución para tragar tamaños despropósitos: el autoengaño, por supuesto. ¿O quizás no es autoengaño?, esa es la esperanza y el consuelo. ¿Hay mucha diferencia entre los chalaos que prefieren el Batman televisivo de Adam West a las pelis de Nolan o Burton (…) y los que se leerían con ademán pernicioso una entrevista a Miguel Ríos solo para descojonarse de lo implícito?. Sí, damas y caballeros, el camp más subversivo y sardónico llega la Ruta. ¿Quién me impide pensar a mi que las menciones a los “artistazos” que aparecen arriba no encierran algún tipo de diabólico juego privado? (y ante las narices de la mayoría de sus colaboradores y de los que aflojan la mosca – desde clientes a patrocinadores y lo que pillen por en medio -, convencidos por completo de que los zumbados se toman realmente en serio según que mandingas). Qué bueno imaginarse a Gonzalo diciéndole al otro: “Así que Amaral, ¿eh?... pues en el próximo número yo hablaré de Chenoa”, “No tendrás cojones..”, “Espera y verás”, etcétera.. Y nosotros pagando. De ser así el par de marras trascenderían a ídolos para mí, y en verdad, me tatuaría los nombres de los capitostes de engendro éste, uno en cada nalga.
Lo que no me parece bien es la crítica de Rosa a Jaime en el tema librico que se ha currado éste último… Si alguien se merece escribir en este país sobre los Stooges es este tipo (que por suerte parece que va espaciando un poco sus salmos “crítico-sociales” y se dedica a tratar contenidos más afines a lo que el lector busca y reclama en su revista – con lo otro el tipo se queda descansado cosa buena, no lo dudo, pero hombre lo que es interesar… ya a según que edad que alguien tenga la presunción, o pretensión, de “abrirte los ojos” sobre según que temas jode más que otra cosa y se estima tan necesario como una patada en el bajo vientre en lo mejor de la siesta-). Ni que sea por lo que ha llegado a dar por saco con el tema (lo mismo que el señor Julià con los “aterciopelaos”, por ejemplo; ¿reconocerá algún día cualquier escribano de estos de la “crítica especializada” que el opus de Lou solateras se pasa por el forro el legado de tan, imprescindible eso sí, formación?). Además, ¿cuantas bandas hay mas “ruteras” que los siempre reivindicables “estuchis”?, qué coño…
En resumen, con este nuevo enfoque que le doy estoy disfrutando de la revista la de Dios es Cristo, sobretodo porque en definitiva esos “poltergeist” que van apareciendo no son sino menudencias ante el global propuesto en cada número (que es lo mas importante, tan jodido no estoy)… a seguir así.
Guzzest(tm) no se hace responsable de los errores aparecidos en la reproducción (que NO copia) de la carta en cuestión aparecida en este espacio.
ResponderEliminar...Lo de los "filtros" para el café y eso están bien, lo de añadir, sustraer o cambiar letros y palabros pues no deja de ser lo esperado quieraS que no, pero please...¿qué cojones es un "abirrismo"?
Perdón señor importante de la crítica especializada.... es que como ústed es tan vago he tenido que copiar su inacabable y espesa carta, creo que los errores están subsanados, lo siento. Si alguien se queja que se compre la revista, leñe. Por cierto Guzzest, puede que alguién conocido te conteste en el próximo número, si alfred quiere lo podrás leer....jua, jua, ja, je, je, je....
ResponderEliminar¿Contestar? Espero que sean los sres. Julià o Gonzalo a los que leo desde hace más de quince años y cuyos gustos y manías me conozco de memoria (y que son de hecho a quienes dirijo todas las cartas). El resto de opiniones al respective, obviando alguna firma muy señalada de los habituales en el Ruta, tampoco me interesa mucho la verdad...solo faltaría ver aquello convertido en una payasada, donde se comentan y escriben paridas ajenas a los contenidos, para acabar de amargarme.
ResponderEliminarAmargarte es lo único que me da la vida...je, je...... por cierto: puto barça... lo dejo todo en manos del mas guapo, mas fuerte, mas rico, mas merengue???? CRISTIANO devuelvenos la alegría!!!!
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