Hace mucho tiempo que Woody Allen daba síntomas de agotamiento, bueno de agotamiento no, porque el tipo se casca una película por año, pero sí daba muestras de fatiga creativa, incluso se copiaba él mismo enseñando su peor versión posible. No voy a cometer el error de comparar a Allen con cualquier director de ahora ya que muchos darían su alma al diablo por haber hecho sólo una de sus grandes obras, ni a compararlo con las mierdas que se proyectan en nuestro días en el cine, yo quiero comparar a Allen con Allen y nada más ya que de esta manera vemos claramente como Woody va a la baja sin solución alguna. Las últimas películas sin ser malas eran aburridas, y qué coño, algunas si eran malas y mucho, así que ponerme a ver su enésima película con reminiscencias autobiográficas me daba algo de pereza. Lo bueno o lo malo según se mire es que en realidad el guión data de los setenta y su humor negro, más que negro grosero y faltón, se hace extraño y a veces forzado, además recurre como siempre a esa forma de ver la vida ya caduca y a los mismos temas de siempre.
SINOPSIS: La película se centra en un excéntrico y maduro hombre de Nueva York (Larry David, co-guionista de "Seinfeld") que abandona su acomodada vida para llevar una existencia más bohemia. De este modo conocerá a una bella joven del sur (Evan Rachel Wood), desembocando todo ello en una serie de enredos familiares y sentimentales.
El amigo Larry David será un guionista cojonudo, lo es de hecho, pero como actor no anda muy sobrado, realiza otra vez el personaje de Allen, el personaje de Allen tanto fuera como dentro de las pantallas, y se hace pesado, aburrido e interminable. A todo esto también os digo que David es lo mejor de la función porque el resto de actores son infumables, tampoco es que sea culpa suya porque son personajes típicos, desdibujados con faltos de fuerza y de vida interior, personajes que hemos visto una y otra vez en las películas de Allen, así que la sensación de estar viendo un refrito no te la quita nadie. Para rematar el tema utiliza ideas y giros de guión ya vistos, seguramente los fans pueden decir que son señas de identidad pero la verdad es que confirman su falta de ideas, y es que lo de hablar a la cámara, la relación con alguien mucho menor, las frasecitas para recordar que es hipocondríaco, no sé, me aburre. Por no decir ese final casposo más propio del Landismo que de Allen donde un hetero de sesenta años se vuelve homosexual, una señora de pueblo se vuelve una liberal sexual de los tiempos del hippismo mientras deja a la altura del betún a las niñas de hoy en día, bueno, en eso más o menos estoy con él. La película no funciona, aburre, y no aporta nada a la filmografía de Woody qué firmo su última gran película hace muchísimos años, sú último film fresco y digno fue “Deconstructing Harry” de 1997 y ha llovido bastante desde entonces, y aunque como dije ha realizado películas decentes como “Sweet & Lowdown” (99) o “Match Point” (05) su filmografía en estos últimos quince años apesta y no es digno de su genio e ingenio, tal vez sería bueno parar y dejar de hacer films como churros, pensar algo fresco, algo más actual sin tanta caspa, firmar un guión bueno porque lo que hace ahora ya no sirve, la cosa no funciona.
No es la reoca pero tampoco está tan mal hombre.
ResponderEliminar