Mayer Hawthorne, Sala Apolo 22/11/2009

La principal razón de encontrarme junto a mi señora un domingo por la noche en la sala Apolo era la presencia por primera vez en nuestras tierras de la gran sorpresa del año, de un blanquito con cara de pijo redomado llamado Mayer Hawthorne que se apunta a la causa de devolver el soul al lugar que nunca debería haber abandonado. Antes y como es habitual había el telonero de turno en este caso un tal Guillamino que goza de cierta notoriedad en nuestro país, y estoy tan indignado con este tipo que le quería dedicar todo un post pero no se merece tal privilegio. De este miniconcierto como telonero saco dos grandes conclusiones, la primera es que en la vida compraré un disco de Guillamino y la segunda es que no me fiaré de un tipo que hace un concierto tocando un ordenador “apple”, eso es música???. Guillamino se dedica al pop electrónico catalán manejando un aparatico de mezclas y un ordenador mientras intenta patéticamente seguir el ritmo de sus ritmos pregrabados sin ningún éxito, el tipo se flipa solo, autoconvenciéndose que se encuentra en una gran rave a las cinco de la madrugada y no en la sala Apolo a las nueve de la noche de un domingo cualquiera. Penoso. Por suerte para todo el personal que estaba en la sala Guillamino desapareció, aunque volvió mientras montaban el set de Hawthorne con una linternita, arrastrándose por el suelo buscando algo que se le había caído. Qué tipo más patético!. Todo estaba preparado para que Mayer Hawthorne and The County comenzaran a tocar, mi cuerpo pedía soul.

Las luces se apagaron y del fondo del escenario salieron cuatro tipos con traje y corbata, eran The County. Un guitarra y un bajo blancos, y un pianista y un batería negros. La música comenzó y entonces apareció Mayer con traje y una bufanda de cuadritos para presentarnos ese magnífico disco que es “A Strange Arrangement”. Me sorprendió la calidad de los músicos y sobretodo lo bien que cantaba el tipo, y lo bien que dominaba el show, por cierto, un show divertido, excitante con buena música y calculado al milímetro para hacernos pasar una velada perfecta y mover el esqueleto. Sonó todo el disco, desde el prelude pasando por A strange arrangement, Maybe so maybe no, One track mind hasta Green eyed loved que partió el espectáculo en dos con una versión muy alargada, magnífica y poderosa. Pero sin duda lo mejor fueron esas grandes canciones que beben descaradamente y sin disimulo de la Motown, canciones como Make her mine, I wish it would rain, Just ain´t gonna work out, Your easy loving ain´t pleasing nothing, Shiny & new, y The ills. Una fiesta. A Mayer Hawthorne habrá que seguirle muy bien la pista ya que ha firmado la gran sorpresa del año, un gran disco que puede que se quede en algo puntual ya que nadie sabe como seguirá la carrera de Mayer pero desde luego se le presenta un futuro envidiable al escuchar su disco, ver su concierto y notar que la escena soul clásica está que arde. Desde luego os recomiendo el disco y si Hawthorne pasa por vuestra ciudad no podéis perder la oportunidad de verle en directo.

2 comentarios:

  1. Exijo una foto de Guillamino en el post !

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  2. Me temo que en la próxima visita de Hawthorne repite Guillamino. ¿Habrá linternita, también?

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