We Own the Night (2007)

A menudo me dan ganas de ver películas sobre policías corruptos, mafiosos, narcotraficantes, y toda esa mierda, sería fácil decir los cuatro o cinco films memorables y quedarme tan pancho, pero bueno, como todo el mundo los conoce ni los nombraré, además es muy difícil llegar a la calidad de los innombrables, pero si por casualidad se llega al nivel de The Departed (2006, Scorsese), Donnie Brasco (1997, Newell) o Carlito’s Way (1993, De Palma) ya me doy por satisfecho. La pasada tarde de domingo fue uno de esos momentos en los que me entraron ganas de ver una película de esas características, y buscando, buscando, encontré una película llamada We Own The Night (2007), aquí llamada La noche es nuestra, dirigida por James Gray con elegancia, este tipo sólo me suena por haber realizado Little Odessa en 1994, y nada mas, aquel film no estaba mal, claro que salía Tim Roth. Bueno, pues en esta We Own The Night sale Joaquin Phoenix, Mark Wahlberg, Robert Duvall y (mmmm..) Eva Mendes, por ahí vamos bien pensé, y el argumento tenía para qué engañarnos buena pinta. SINOPSIS: Bobby (Phoenix) regenta un club discotequero de los ochenta en Brooklyn propiedad de una familia rusa, nadie conoce su pasado, pero su padre, Burt Grusinsky (Duvall) y su hermano, Joseph Grusinsky (Walhberg) son policías, por eso Bobby utiliza el apellido de su madre Green y no el de papá, ese secreto lo comparte con su novia Amanda (la Mendes), es el marginado de la familia, vive libre, y toma todas las sustancias ilegales que uno pueda imaginar, eso sí, a pesar de todo es un tipo legal, en la discoteca comienza a moverse una nueva droga, y Bobby deberá escoger bando, o la policía o el jefe ruso de Bobby que siempre le trató como a un hijo, la cosa se complica, y mucho desde el intento frustrado de asesinato a su hermano Joseph, y hasta aquí puedo leer.. El film es un buen drama policíaco, a veces roza el melodrama y eso la pierde, con sus buenas dosis de violencia, muerte y lo normal de estos films, las actuaciones, sobretodo Joaquinito, son buenas, el Duvall a su nivel, así que de eso no hay queja, pero tal vez le falta algo de chicha, demasiado lenta, con un final algo tonto, es un final de acción bastante penoso y dirigido de manera torpe, a pesar de todo es una película mas que correcta de cine negro, al menos el tal Gray lo intenta, hay buenas intenciones, y hay ratos de buen cine. Sin ser un peliculón, sin artificios, trucos ni engaños, la película sigue los cauces marcados por el género, y esa es la queja, le faltó ambición y mala leche, a pesar de todo cumplió con creces la tarea de hacer pasar a Nikochan una entretenida tarde de domingo.