Un ser llamado Guzzest. Capítulo 44: Road to nowhere‏

Riiiinnnng! Riiinnnnng!.- el teléfono no paraba de sonar pero Flush era incapaz de levantarse a contestar, eran las tres de la madrugada y Maqui con los ojos ensangrentados miraba a su delgaducho y daltónico amorcito con ganas de asesinarlo. Flush, sentado desnudo a los pies de la cama, miraba el teléfono con miedo y desconfianza, sabía que si descolgaba el aparato algo malo sucedería. - Aahhhhhhh!, pero que haces?.- gritó Flush. - No m'atabalos, Flush, no m'atabalos, agarras el telèfon o no? estic fins els nassos, Guaghhhh!!.- gritaba fuera de si Maqui al mismo tiempo que golpeaba a Flush con una sartén.- Riiiinnng! Riiinnnnng!. - Agafal sigaleta!!- gritaba Maqui lanzándole un yunque a la cabeza. - Gana el guarro con que guarro, diga.- respondió Flush esquivando el objeto mortífero.- quién hay al otro lado? Oiga? Digamelón? responde Guzzest!, sé que eres tú, maldita sea, responde!, ya me he ganado unos cuantos golpes, qué cojones quieres ahora, son las tres de la mañana.- preguntaba Flush irritadísimo.- Hola menosmola, necesito que bajes al patio inmediatamente, coge una mochila, unos cigarrillos, una petaca, mechero, unos calzoncillos limpios y..? creo que es suficiente, luego te explico, ah!, y lo mas importante, no le digas a nadie que era yo, de acuerdo?.- preguntó Guzzest.- Ok, ahora mismo voy.- contestó Flush. - Quién era cariño?- preguntó Maqui.- Pues Guzzest, quién puede ser a estas horas, me visto, bajo y en seguida vuelvo, este tipo cada vez está peor..- murmuraba Flush mientras asomaba su esbelta figura por el jardín pero Guzzest no estaba, allí no había nadie.- Shiishhshshh! Shiisjjsjsj!! - se escuchaba detrás de un arbusto. - Eh! Flush! aquí.- era Guzzest con la cara pintada de verde y un estupendo uniforme militar y un "peace" escrito en el casco, se tiró encima de Flush y le embadurnó la cara de color verde, y le obligó a ponerse un traje idéntico al suyo, sólo que en le casco rezaba la palabra "love". - Joder Guzzest, estás loco? que narices quieres que hagamos vestidos de rojo?, desde luego estás desequilibrado, y además a donde me llevas?.- preguntó Flush.- Te lo contaré mas tarde, tenemos poco tiempo, debo conseguir un libro de casa de la bruja Munthes, es esencial que me ayudes con tus técnicas bibliotecarias, sin ti no soy nada, darling.- explicó brevemente Guzzest mientras se arrastraba como una serpiente por el suelo a modo de camuflaje.- Vale, pero si quieres llegar levántate, no pienso arrastrarme, eso sí que no, creo que llegaremos antes si cogemos mi coche. - Ah, pero tienes coche, y chofer, tienes chofer? Porque ninguno de los dos sabe conducir..- dijo un Guzzest ilusionado. - Un coche y un chofer cuestan demasiado, así que vendí mi coche, se me había olvidado.- respondió despistado Flush.- ¡Qué tontería Flush! Por qué vendiste el coche, yo en tu lugar hubiese vendido al chofer y me hubiese quedado con el coche.- No puede ser Guzzest, necesitarías al chofer si no sabes conducir, sin el chofer no llegarías a ningún sitio, le necesitarías para que te llevara por ejemplo al trabajo.- dijo Flush con seguridad. - Y cómo narices va a llevarte si no tienes coche?.- replicó Guzzest. - De verdad que no te enteras, no necesita llevarme, no tengo trabajo, ni coche, ni chofer, así que cuando el señorito quiera vamos por ese dichoso libro. Y, pensándolo bien, como vamos sin chofer y sin coche?.- preguntó con sarcasmo Flush. - Calla, y sigue arrastrándote especie de serpiente cuatro ojos, ya estamos llegando, esa es la casa, y parece que no hay nadie…- dijo Guzzest incorporándose y observando a través de la ventana.- Mira Flush, el libro es La espuma nikochiana de los días, es un librillo de tapa verde, bueno, olvida este dato, me escuchas Flush? Eihh, eihh.. - preguntaba un desquiciado Guzzest.- Uno como este?- dijo Flush sacando el libro de la mochila.- hace tiempo que lo tengo, me lo cogí prestado la última vez que estuvimos por aquí. - Y no me lo pudiste decir antes? mierda, agáchate…- dijo murmurando Guzzest justo cuando la luz de la habitación se encendió y vieron aparecer a Munthes fumando y bebiendo como una cosaca mientras se hacía la pedicura en pelota picada.- Qué asco.- dijo Flush en voz alta.- repugnante!.- y empezó a vomitar. - Quién anda ahí? Os he visto maleantes.- gritaba la bruja.- Y ese libro?, ese es mi libro! contiene el mapa. Maldición!!.- gritó Munthes tirando un rayo mágico sobre Guzzest y Flush quién rápidamente paró el rayo con el libro y éste quedo algo chamuscado. - Corre desgraciado corre, abre el libro y dime hacia donde tenemos que ir, correee!!!- gritaba Flush, mientras Guzzest sentado a caballito sobre Flush, ojeaba lo que quedaba de libro.- creo que es hacia el norte, o noreste, o es al sur?, a la mierda el libro!- Y Flush corrió y corrió con Guzzest a su espalda sin mirar atrás mientras ambos algo desubicados tarareaban: “Were on a road to nowhere, come on inside, taking that ride to nowhere, well take that ride. I’m feeling okay this morning and you know, were on the road to paradise, here we go, here we go..”

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