5cèntims: Richie, Stephen, Neil y los búfalos

Los Buffalo Springfield apenas duraron como banda dos años pero fueron esenciales en la historia del rock americano. Fueron la semilla de innumerables proyectos y la plataforma de lanzamiento para muchos artistas, hoy míticos y esenciales, que en un abrir y cerrar de ojos nos entregaron verdaderas joyas musicales. Todo empezó más o menos en 1964 cuando un joven Neil Young fue engatusado por Bruce Palmer para formar una banda la cual salió rana y acabaron entre pitos y flautas en San Francisco con un tal Stephen Stills, Dewey Martin y Richie Furay con quienes formaron la banda que luego sería Buffalo Springfield. Tocaron como teloneros de los Byrds, y gracias al amigo Chris Hillman (Byrds, Flying Burrito Brothers, Manassas…) fueron contratados como banda principal del Whiskey A Go Go. De ahí a la eternidad…

Ya como los “Buffalo” se ponen a componer y a grabar, pero al productor no le convence que Young sea la voz principal de la banda y ese título es otorgado a Furay aunque como se vio después el amigo Stills y el propio Young se encargaron de poner todo en duda y en orden. En 1966 apareció su primer álbum donde quedaba claro que Young y Stills eran los mandamases de todo el asunto, principalmente por la autoría de las composiciones. “For what it's worth” fue un pelotazo de dimensiones siderales, es una canción mágica de Stills, un clásico, una puta obra maestra. Nunca tuvieron un éxito igual pero aquello les hizo famosos, tal vez más de lo que pudieran imaginar. Furay cantaba creo tres temas, Neil dos y el resto para Stills. El disco es un pelotazo y además de la joyita comentada encontrábamos “Sit down I think I love you”, “Flying on the ground is wrong” y “Pay the price”.

Un añito después aparece “Buffalo Springfield again” donde definitivamente Young y Stills toman el mando. Tito Neil se desata y entrega varias cosicas inolvidables como su “Mr. Soul”, “Expecting to fly” y “Broken arrow”. Stills no se queda manco con “Bluebird” y “Rock and roll woman”. La verdad es que en mi modesta opinión este es un disco superior al debut pero claro, no está “For what it's worth”. Las tensiones comienzan a aparecer pues hay demasiados gallos en el gallinero, aún así consiguen parir su último disco que llevaba por título “Last time around” (1968) en el que no faltan cancionacas como “On the way home” y "I am a child” de Young, “Kind woman” de Furay y “Pretty girl why” de Stills.

Tal vez durante la grabación de “Last time around” se fraguó la disolución de la banda. Young cada vez estaba menos por la labor de aparecer por el estudio, tenía planes para su carrera en solitario y Stills tomó el mando pero también tenía en mente montar otra banda junto a Crosby (Byrds) y Nash (The Hollies). Sí, esos CSN con los que más tarde colaboraría también Young para formar CSN & Y y parir aquel tremebundo “Déjà Vu” (1970). Además tuvieron que tirar de Jim Messina para sustituir a más de un miembro de la banda por asuntos de drogas, Messina formó parte de ese “Last Time Around” y luego formó esa magnífica banda llamada “Poco” junto a  Furay que también abandonaría el barco de los Buffalo. Desde luego todos sabemos como han ido las carreras de cada uno, a Tito Neil no le pudo ir mejor, Furay triunfó con Poco y mi querido Stills se lo pasó bomba, primero con CSN, luego con Manassas (junto a Messina y Hillman) y luego en solitario. Para abrir boca siempre se puede recurrir a la típica compilación, y de todas las existentes le tengo mucho cariño a “Retrospective” que además de ser cojonuda suele estar por cuatro duros en cualquier tienda especializada. De la supuesta gira para resucitar a los Buffalo no hay nada de nada, se habló pero Young finalmente decidió aparcar el proyecto y resucitar a los Crazy Horse, así que habrá que esperar a que tito Neil se decida.