Up in the air (2010)

SINOPSIS: Ryan Bingham (George Clooney) es un experto en despedir a gente, contratado de forma externa por otras empresas para reducir personal. Ryan lleva mucho tiempo contento con su despreocupado estilo de vida, viviendo por toda Norteamérica en aeropuertos, hoteles y coches de alquiler. Puede llevar todo lo que necesita en una maleta con ruedas. Es un miembro mimado y de élite de todos los programas de fidelización de viajeros que existen. Y le falta poco para alcanzar el objetivo de su vida: conseguir una secreta y desorbitada cifra de millas de viajero habitual, que le daría acceso a un restringido y selecto club. El jefe de Ryan (Jason Bateman), animado por una joven y advenediza experta en eficiencia (Anna Kendrick), amenaza con atarle a un despacho. Enfrentado a la perspectiva, a la vez terrorífica de ser destinado a un puesto fijo, Ryan empieza a meditar sobre lo que puede llegar a significar el tener un hogar de verdad.

La nueva película de Jason Reitman, autor también de la magnífica “Thank you for smoking” (2005) y la sobrevalorada “Juno” (2007), comienza de manera excelente, con una historia interesantísima, unos personajes jugosos y por cierto muy bien interpretados, para volverse a cada segundo que pasa y a la velocidad de un Concorde en una terrible, blandengue y azucarada película romanticona. Durante más o menos la mitad del film la cosa funciona muy bien con un magistral George Clooney quién está correctamente secundado por Vera Farmiga y Anne Kendrick. Lástima que alguno de los “despedidos” como Zack Galifianakis o J.K.Simmons sean tan torpemente desaprovechados, hubieran podido dar muchísimo juego y secuencias realmente divertidas. Ya digo, lástima de ese exceso de azúcar que hará que con total seguridad sea la película de estas navidades en el canal Cosmopolitan y la preferida de muchas féminas. No es que sea un desastre, está bien pero no mata. Le falta algo de mala leche, bueno, mucha mala leche, además ese final…, qué horror!!!. Vaya mierda de última media hora, este Reitman está poseído por una feminista, joder. Me estoy calentando y no es para tanto. Es correcta, a veces ingeniosa, puede que hasta carismática como su protagonista y claro, no apta para diabéticos.