No sabéis como jode no haber podido disfrutar de los “grandes” en directo cuando estaban en su mejor momento. Como me hubiese gustado ver a los Stones, Who, Clash o Led Zeppelin cuando reinaban en el rock, y como me hubiese gustado ver a Otis, a Marvin, a Brown, a Cooke, o al maravilloso Stevie, coño qué mierda!, pero no se puede hacer nada, uno lo asume y punto ya que aún no se ha conseguido viajar en el tiempo. Y esa sensación de lastimica y penuria aumenta cuando ve en directo al extraordinario Eli “Paperboy” Reed (como canta el hijodeputa!!), porque si este tipo puede darnos todo eso qué nos hubiese podido dar el gran Redding. Lo que nos ofreció ayer mismo en la sala Apolo de Barcelona el bueno de Eli no tiene precio, un espectáculo total, incendiario, sexual y sudoroso.
Llegué justito justito, pues trabajaba esa misma tarde en la botica y salí cagando leches hacia el metro con trasbordo incluido. En la puerta había aún cola para entrar así que pensé que todo se había atrasado y podría ver a los teloneros, unos tal “The Right Ons”, pero no, llegué y estaban tocando la última, una versión en plan orgía de la satisfacción stoniana, ni más ni menos. Sonaba de puta madre, eso tengo que reconocerlo, así que me colé felinamente en la barra y pedí un par de birras fresquitas para luego junto a mi sexi esposa acomodarnos en un puesto algo elevado, ya que ambos podríamos haber nacido en la Tierra Media, para ver el espectáculo. Salieron los “True Loves” que son la banda que acompaña al repartidor de periódicos: dos saxos, un trompetista, el batería, un guitarra, el bajo y un teclista con órgano incluido, la cosa pintaba muy bien. El saxo tenor presentó a la vieja usanza a Eli y comenzó la fiesta. La sala Apolo ardía. Eli repasó, cosa normal, sus éxitos del disco anterior, pero la verdad es que este concierto era más bien para poner a prueba sus nuevas composiciones como el magnífico single “Come on and get it” que se puede escuchar en su web, o para rescatar alguna cosica de su primer álbum como “Walking and talking”. Pero tal vez los mejores momentos fueron esa canción a lo gospel de New Orleans, y los momentos de éxtasis con “Stake your claim”, “The satisfier”, “Take my love with you”, “I'm gonna getch ya back” y “Boom boom” con la que terminó el concierto en plan salvaje con The Right Ons sobre el escenario. Ya digo, un espectáculo total, ya que además de buenas canciones el tipo se curra todo el show, hasta subió a unas nenazas al escenario a bailar durante una de sus canciones, y es que el soul ha vuelto y la estética también, ahora mismo recuerdo el show de Hawthorne en la misma sala, grande, grande. Nunca veré a los grandes, eso ya lo sé, me tendré que conformar con la nueva hornada, pero la verdad si ofrecen este nivelazo tampoco es para quejarse mucho. Ahora por mi mente sólo pasa hacerme en un par de meses con el nuevo disco de Eli, y cruzar los dedos para ver en directo a otro joven prometedor llamado Black Joe Lewis. Amigos, el soul ha vuelto. Uaaaahhhjjjhhhh!!!!!
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