En los noventa después de la resaca grunge y el sonido Manchester la cosa no pintaba nada bien en el panorama musical, sobretodo en las islas británicas, así que esa comunidad isleña que tiende a hacer todo al revés como conducir por el otro lado, medir en millas, pulgadas, etc.. se sacó de la chistera el conocido movimiento “Britpop” que no era otra cosa que rock británico de siempre con regusto a una de las mejores épocas que vivieron en ese país, la British invasion. Pero para ser justos el grupo de Birmingham "Ocean Colour Scene" no pertenece a ninguno de esos movimientos, si se les tiene que etiquetar podríamos decir que son retro con un regusto al rock con herencia mod. La perfecta voz de su cantante Simon Fowler da para eso y más pero el tipo se siente cómodo en ese registro y no le gusta traicionar sus gustos, el otro líder del grupo, Steve Cradock es el guitarrista habitual de Paul Weller desde que el modfather nos regaló la obra maestra “Wildwood”. Craddock es un secundario de lujo, un guitarrista cojonudo pero como Fowler y el resto del grupo formado originalmente por Oscar Harrison y Damon Minchella, carecen de carisma. Eso no les ha impedido realizar discos tremendos, discos que en su momento me encadilaron y auque no han envejecido del todo bien siempre es agradable retomarlos.
En 1992 debutaron sin mucho éxito con el disco “Ocean Colour Scene” cosa que les lleva prácticamente a la ruina, entonces intervienen dos figuras básicas en su carrera, por un lado la amistad que tienen con Noel Gallager hace que fichen con una nueva compañía, MCA Records, para que les de otra oportunidad, y es que no hay que olvidar que hubo una época en la que Noel era el puto amo, al menos para el mundillo musical, luego aparecería el modfather. Weller les pone bajo su protección e incluso canta y compone en su segundo disco, un discazo de esos que quedarán en lo más alto cuando recordemos los mejores discos británicos de los noventa, una puta joya llamada “Moseley Shoals”, un clásico nikochiano incontestable que apareció en 1996 con singles como “The riverboat song”, “The day we caught the train”, “One for the road”, “The circle” y “It´s my shadow”, aunque en términos generales hablamos de un discazo sin una sola pega.
Siguiendo la misma línea, el mismo tono y el mismo gusto por lo retro, cosa que les deparó infinidad de críticas, despachan en 1997 ese segundo difícil álbum, y lo hacen con nota. “Marching Already” les confirma como una de las mejores bandas del momento aunque no hayan aportado nada nuevo a la música. En aquel disco destacaban “Better day”, “Travellers tune”, y “Hundred mile hight city”. No era el debut, no encontramos la magia de aquel disco, pero hay buena música y muy buen hacer. Así pues encaran el final de siglo con un notable disco que baja algo la pistonada, en 1999 aparece “One from the modern” con el single “Profit in peace” bajo el brazo. Éxito asegurado que no impide que se muevan en la balada fácil y en los medios tiempos contemplativos. Para mi, un chasco.
En el 2001 aparece “Mechanical wonders” en el que encontramos singles dignos de aquel primer disco, canciones como “Mechanical wonders”, “In my field” y “Up on the downside” que claramente beben de la esencia mod creada por Who y Weller. Un buen disco, no digo que no, pero a parte de estas canciones y algún tema más sin llegar a la media docena el disco flojea y regulea. Suerte que ese mismo año aparece una recopilación digna de cualquier discoteca que se precie, el grandes éxitos no tiene desperdicio además de una edición preciosa. “Songs for the Front Row: The Very Best of Ocean Colour Scene” junto a “Moseley Shoals” son las dos referencias indiscutibles a las que se deben acudir para tomar conciencia de la calidad del grupo. Desde entonces han aparecido otros discos: “North Atlantic drift” (2003), “A hyperactive workout for the flying squad” (2005) que me dejaron más frío que un calipo, y “On the leyline” (2007) que retomaba ese buen hacer con canciones como “Man in the middle” y “For dancers only” esta última canción es de Weller, claro. Después de lo dicho sólo haceros saber que ya circula por ahí su nuevo disco “Saturday” con el que tendrán que demostrar si han recuperado la forma o no.
Tengo toda la discografia...me gustaban, ahora tanbien..pero un poco menos..."manque" sigo escuchando un disco en especial por que me sigue gustando y es B-Sides, Seasides & Freerides de 1997 si no lo has eschao te lo recomiendo...lo mejor de este grupo son sus caras-b...
ResponderEliminarPues no, no lo tengo. Me haré con él, que no te quepa duda. Para mi los Ocean Colour Scene han perdido fuelle pero me sigue gustando recuperarlos de tanto en cuando, y es que en el 96 yo no paraba de escuchar "Moseley Shoals" me parecía cojonuda, lo escuchaba y lo escuchaba en mi walkman sony autoreverse que pesaba una tonelada y ocupaba una mochila, lo escuchaba mientras esperaba en un banco a que llegara mi novia de aquel entonces... que al final ha sido mi señora... qué cosas!! y qué recuerdos!!
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