SINOPSIS: Un científico es el elegido para crear la “Gran Máquina” otorgándole todo su conocimiento con el film de fabricar robots y máquinas para la guerra. Como es normal algunos humanos acaban manipulando el invento, y claro, se les vuelve en contra provocando la destrucción de toda vida existente en el planeta. El científico arrepentido crea a nueve seres diminutos a los que trasmite, uno a uno, una parte de su alma. Estos seres que tienen como nombre un número según han sido creados serán los responsables de destruir a la gran máquina y devolver al planeta todo aquello que había perdido. En este grupo encontramos a: Número 9 (voz de Elijah Wood) demuestra tener madera de líder y cualidades que quizá les ayuden a sobrevivir e incluso a prosperar; Número 1 (Christopher Plummer), un veterano de la guerra, de carácter dominante y líder del grupo hasta la fecha; Número 2 (Martin Landau), un generoso y ahora frágil inventor; Número 3 y Número 4, gemelos de una gran erudición que se comunican sin palabras y sobre todo entre sí; Número 5 (John C. Reilly), un inquebrantable ingeniero; Número 6 (Crispin Glover), un artista errático atormentado por las visiones; Número 7 (Jennifer Connelly), una valiente guerrera autosuficiente, y Número 8 (Fred Tatasciore), el musculoso y no muy listo guardaespaldas de Número 1.
Muchas expectativas había depositado en el film llamado “9” del director Shane Acker, tal vez demasiadas expectativas para una nueva versión del corto que ya dirigió el propio Acker en 2005 pero esta vez con más minutos y una producción encabezada por el archiconocido excéntrico director Tim Burton. El film me ha gustado bastante pero creo que le falta algo y no sé lo que es, y es que la historia seduce, está bien explicada y engancha, además visualmente es impecable en eso no hay duda de su calidad, y tal vez el único pero que podríamos poner sería en como se resuelve la historia, un final facilón que podría haberse realizado de otra manera y que sin duda quiere abarcar a un mayor público del que debería, tal vez ese es el fallo, creo yo. Cuando tienes un producto con esa estética tan adulta, esa oscuridad, ese fatalismo, ese futuro apocalíptico..., es necesario dar pinceladas infantiles al asunto? Creen realmente que el film necesitaba ese regusto tan dulzón? Yo creo que hubiese sido mejor mantener una actitud más adulta, más oscura y deprimente pero claro, los personajes son demasiado buenos para no ser explotados en todas las facetas conocidas del merchandising de hoy en día, y eso es mucha, mucha pasta. El film se deja ver, y engatusa con facilidad pero podría haber sido muchísimo mejor. Una lástima.
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