No creo que exista en el planeta una película más adecuada para ver un domingo a la tarde por un extraterrestre a punto de dejar la soltería como “Cuatro bodas y un funeral” y aunque si os soy sincero la recordaba algo mejor, la película sigue siendo fresca y divertida. El guión tiene muy poquito de original ya que cuantas veces hemos visto la misma situación: hombre joven sumamente atractivo, algo tímido y eterno patoso conoce a misteriosa mujer y cae rendido a sus pies. El film en su momento se convirtió en un tremendo éxito en taquilla, su banda sonora se agotó en todas partes mientras las canciones que aparecían en el film no paraban de sonar en las radios, para la pareja protagonista supuso el éxito definitivo, si es que ya no lo habían logrado pero lastimosamente también un encasillamiento por parte de él en un papel en el que está comodísimo y en una desaparición incomprensible en grandes proyectos por parte de ella. Además es difícil contar todos los premios que se le otorgaron a la película en el que podríamos destacar el Globo de oro y el Bafta para Hugh Grant por el actor principal, y el Bafta a mejor película y mejor actriz secundaria para Kristin Scott Thomas. La verdad es que los premios son lo de menos, lo importante es que veas las veces que veas el film siempre te arrancará una carcajada o al menos una sonrisilla que te alegrará el día.
SINOPSIS: Charles y su grupo de amigos, todos ellos solteros y sin compromiso, han llegado a una edad en la que sus conocidos han decidido ir contrayendo matrimonio. En una de las ceremonias, a la que todos han sido invitados, Charles conoce a Carrie, una joven americana de la que se enamora inmediatamente, pero tras pasar la noche juntos, la pareja no vuelve a verse. Tendrán que esperar a la siguiente boda, en la que Carrie le presenta a su prometido.
La película es una de esas genialidades que salen de vez en cuando de las islas británicas, en este caso es tal el éxito que a partir de este film aparecen innumerables películas con el mismo estilo, los mismos gags, las mismas situaciones y casi siempre con el mismo protagonista, Hugh Grant, que para acabarlo de rematar siempre hace lo mismo, parece que no actúa y se limita a hacer los mismos gestos y las mismas gracietas. Claro que en ese papel Grant es insuperable. Andie MacDowell que es la protagonista femenina está estupenda y cuesta creer que después de este film desapareciera de la escena cinematográfica o que solamente quedara para películas de medio pelo y telefilms, bueno, tampoco es que sea la reina de la actuación pero visto las actrices que hay de su edad en el mundillo creo que podría tener un buen lugar en el cine. El director, Mike Newell (Donnie Brasco 1997, Mona Lisa Smile 2003), hace un buen trabajo pero en los últimos tiempos se le conoce más por su papel de productor (High Fidelity 2000, Traffic 2000) que por su faceta como director aunque bien es cierto que dirigió sin gracia ni acierto alguno “Harry Potter y el cáliz de fuego” (2005). El guionista es Richard Curtis del que ya os hablé hace unos días con motivo del film “The Boat That Rocked” en el que también tomaba el mando como director, tal vez es el rey de la comedia romántica inglesa actualmente. Pero lo que de verdad destaca al film, además de su tremendo guión y de su risa asegurada, es la presencia de ese plantel de maravillosos secundarios que aparecen: Kristin Scott Thomas, Simon Callow, James Fleet, John Hannah, Charlotte Coleman, David Bower, Corin Redgrave, Rowan Atkinson, Hannah Taylor Gordon, etc, etc. No es la comedia del siglo pero desde luego “Cuatro bodas y un funeral” se ha convertido por méritos propios y con el paso del tiempo en una de las mejores e imprescindibles comedias de los noventa.
Qué tienes más peligro que jiuj gran en una limusina oscura, cobarder !!!
ResponderEliminar