“The Wonder Show Of The World” (2010): 01.- Troublesome Houses/ 02.- Teach Me To Bear You/ 03.- With Cornstalks Or Among Them/ 04.- The Sounds Are Always Begging/ 05.- Go Folks, Go/ 06.- That's What Our Love Is/ 07.- Merciless And Great/ 08.- Where Wind Blows/ 09.- Someone Coming Through/ 10.- Kids.
Después del maravilloso “Beware” que para mi gusto fue el mejor disco del año pasado, el maestro Bonnie “Prince” Billy siempre fiel a su cita anual nos trae este 2010 otro magnífico disco, otro más, esta vez junto a The Cairo Gang grupo encabezado por las guitarras de Emmett Kelly, un lujazo. El disco lleva por nombre “The Wonder Show Of The World” y tiene esa ilustración extraña y algo feúcha en la portada que sin saber muy bien porqué le identifica con facilidad. Al disco hay que acercarse con conocimiento, si eres fan de Bonnie eso ya lo sabes, sino hay que advertir que puede que la primera vez que los escuches pienses que es un tostón, que es otro disco más de americana sin fundamento ni chispa alguna, seguramente si piensas esto es que no estás muy bien de la cabeza y probablemente te gustan los sonidos electrónicos pregrabados y esas subnormalidades, con perdón, y creo sinceramente que deberías ir a un psicólogo. Lo digo en serio. Lo que hace Bonnie es americana, sí, y también es pura orfebrería. La música de Bonnie te va meciendo plácidamente, te susurra una nana y te besa antes de ir a dormir para llevarte directamente a un precioso sueño, cada vez que escuchas su música descubres nuevas cosas, nuevos matices que convierten la experiencia en algo mágico y al disco en imprescindible. Así son todos, y es que el tipo no tiene disco regulero. Este es un disco de corte melódico, más folk si cabe, con su guitarra acústica a tutiplén aunque guarde siempre un rinconcito para la electricidad. Es un disco de voces preciosas, voces que recuerdan al Neil Young de Crosby, Stills and Nash (ya os podéis santiguar al oír estos nombres, hijosdeputa!), aquí el fingerpicking está que arde poco a poco, tomándose su tiempo, buscando el punto justo de cocción. Es un disco para señores, es un disco para hombres, rudos pero sensibles. Seguramente nadie lo reconocerá, sobretodo los cazadores de tendencias de la prensa especializada, pero ante nosotros encontramos un discazo descomunal aunque nos demos cuenta después de más de media docena de escuchas. Se hace esperar, sí, pero luego la cosa se pone tremenda. De todo el lote de canciones, en total hay diez, habría que destacar “Troublesome houses” que confirma mis sospechas del sonido CSN, la balada de otra galaxia “Teach me to bear you”, la extraordinaria “The sound are always beggins” puede que la mejor de todas, por supuesto “Go folks, go” y esa sesentera “Someone coming through” que huele a Crosby que ni te cuento y que si la cantaran los Fleet Foxes (y que conste que me apasionan) tendríamos a la muchachada de rodillas comiéndole el cogombre al bueno de Bonnie. Para muchos un tostón, para mi un notabilísimo disco de Bonnie “Prince” Billy.
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